Actualmente, en Venezuela se promueve el consumo de raíces y
tubérculos en forma fresca o procesada, por la importancia de las propiedades funcionales, los aportes nutricionales y beneficios a la salud, en la reducción de riesgos de enfermedades cardiovasculares.
El apio (Apium graveolens) es una planta herbácea de la familia
Umbelliferae. Es un cultivo de alto valor comercial y nutricional por sus hojas y tallos comestibles ricos en fibra dietética, vitaminas y minerales; además de ser considerado un buen diurético debido al alto porcentaje de agua. En el municipio de Sucre, la agricultura urbana y periurbana se practica desde hace varios años y se ha constituido en una forma de vida para muchas familias. Esta práctica está orientada hacia la producción de alimentos frescos para enriquecer la canasta básica familiar, mejorar la seguridad alimentaria, desarrollar mercados sociales y fomentar el consumo responsable. Si bien gran parte de las iniciativas productivas están enfocadas en el autoconsumo, algunas familias comercializan sus excedentes en ferias y/o de forma directa entre vecinos.
Actualmente, la producción de apio criollo, se encuentra estancada, por
los cambios de consumo de la población, la falta de tecnologías para el aprovechamiento integral y de normas de calidad para valorizar y potencializar. En los últimos años un total de 1.218 petros fueron invertidos en el municipio Sucre, estado Mérida, para repotenciar el turismo y el sistema de producción agrícola y realizar mejoras en la vialidad para la importación de los rubros. Para hacer un estándar de calidad comercial del apio criollo, se sugiere el establecimiento de cultivos de producción en sistemas controlados y para evitar las mermas producidas durante el transporte y la comercialización, usar la refrigeración o congelación según sea el caso. Su principal inconveniente es su corta vida de almacenamiento y su vulnerabilidad a sufrir daños durante el transporte.
El apio criollo es considerad erróneamente como un cultivo resistente y
adaptable a suelos marginales (pendientes, pobres, degradados, etc.). Pero en realidad es una raíz hortícola exigente en suelos sueltos, profundos, sin impedimentos al crecimiento y desarrollo completo de las raíces. Suelos con buen drenaje alto contenido de materia orgánica, pH moderadamente ácido, textura franca o franco arenosa, con buena estructura y bien dotados de nutrientes, especialmente fosforo, potasio y boro. Para el año 1997, se contaba con un 53,3% de producción en el Estado Mérida, para El Molino y Guaraque, en aquel entonces, existían alrededor de 6500 hectáreas de cultivo de apio Criollo. Por otro lado, según un censo realizado por la Universidad de Los Andes, el número de explotaciones y superficies de cultivos de ciclo corto o anual por el Municipio sucre, se muestra a continuación:
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los países en el contexto mundial se enfrentan a retos cada vez
mayores por las brechas que se presentan en los niveles de desarrollo, como un proceso de transformación de la sociedad que se caracteriza por la expansión de su capacidad productiva, la elevación de los promedios de productividad por trabajador y de ingreso por persona, cambios en la estructura de clase y grupos en la organización social, transformaciones culturales y de valores y, modificaciones en las estructuras políticas y de poder. En Venezuela, el gobierno está orientado hacia la transformación social y económica, direccionando sus acciones hacia el desarrollo sustentable basado en la utilización eficiente y equilibrada de sus recursos actuales y potenciales, la administración colectiva de los medios de producción y un papel más activo del ciudadano y el estado en la economía.
Este pretencioso objetivo se encuentra expresado en el Plan de la Patria
o Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2013-2019), en el cual se indica que el modelo productivo socialista se enfoca en las empresas de producción social, orientadas a generar productos y servicios de excelente calidad que procuren bienestar económico. Asimismo, se expone que en pro del desarrollo socioeconómico, se generarán los encadenamientos internos de las actividades económicas fundamentales, principalmente las basadas en la existencia de materias primas y recursos naturales en el país, con la finalidad de potenciar la capacidad interna de producción de bienes y servicios, promoviendo el uso eficiente de los recursos y orientando la producción en primer lugar a la satisfacción de las necesidades humanas. Por todo lo antes descrito es necesario enfocar el tema hacia el dilema que abarca actualmente nuestro país Venezuela. Teniendo como principal objetivo, definir la autonomía de la política alimentaria y agraria, satisfaciendo así, la demanda interna de alimentos mediante la producción nacional, tomando en cuenta el papel protagónico, de nuestros campesinos en la obtención de estos; se requiere evitar el desabastecimiento alimenticio en el Municipio Sucre, procurando una adecuada alimentación de los habitantes que presentan un bajo nivel nutricional, ya que no cuentan con el consumo de constante de hortalizas tan importantes como lo es el apio; así como la escasez de técnicas, métodos y materiales para la cosecha del mismo.