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Ingeniero Agró nomo, M. Sc., Doctor Honoris Causa. Profesor titular y distinguido de la Universidad de Nariñ o (Jubilado),
Pasto, Colombia, hernan.burbano@googlemail.com
Citar: Burbano-Orjuela, H. (2018). El carbono orgá nico del suelo y su papel frente al cambio climático. Rev.
Cienc. Agr. 35(1): 82-96. doi: http://dx.doi.org/10.22267/rcia.183501.85.
RESUMEN
El cambio climá tico es un problema ambiental al que debe hacer frente la sociedad mundial, sin em-
bargo, hay alternativas para mitigar dicho fenó meno y en ese contexto, el suelo puede jugar un papel
importante. Por estas razones, en este artículo se hace consideraciones sobre la potencialidad del
suelo para almacenar carbono, siempre en el marco de procesos mayores como el ciclo del carbono y
el pro- pio cambio climático. Por ú ltimo, se destaca una iniciativa mundial para manejar el suelo en
funció n de la problemá tica mencionada.
Palabras clave: Gases de efecto invernadero, clima, ecosistemas terrestres, materia orgá nica.
ABSTRACT
Climate change, one of the most important global challenges, is an unavoidable problem for society.
Soil, among other alternatives, can play a role mitigating the detrimental effects of CO2-driven
climate change. In this article, I discuss soil’s potential to store carbon in the context of the carbon
cycle and its possible role on the modulation of climate change. Finally, I explain a global initiative of
soil manage- ment as an approach to mitigate climate change.
El cambio climático
El carbono orgánico del suelo y su cientos o incluso miles de añ os. En las turberas,
relación con el cambio climático estos plazos pueden ser hasta de miles de añ os
(Kurniatun et al., 2011). La dinámica de este car-
De acuerdo con Blasco y Burbano (2015), la mate- bono en el suelo depende de la actividad
ria orgánica del suelo es la fracció n de la biosfera bioló gica, como que la mayor parte de los
incorporada a la pedosfera. En los componentes microorganismos de este medio son
se halla toda la materia muerta de origen heterotró ficos y por consiguien- te demandan
eucariote y procariote, y sus productos compuestos orgá nicos preformados; a lo anterior
metabó licos orgáni- cos. Generalmente, los suelos se suma la estabilizació n de diferente grado que
poseen cerca de un 5% de materia orgánica, en sufren los compuestos orgánicos por la
forma coloidal y en partículas. El suelo recibe interacció n con la fracció n mineral del suelo,
compuestos orgánicos monoméricos y espe- cialmente, con las arcillas (Labrador, 2012).
poliméricos de alto peso molecu- lar -en mayor
proporció n-. Todos estos compues- tos sufren Por sus variados orígenes el COS o la MOS no es
transformació n catabó lica y finalmente dan los un material homogéneo, por eso, se categoriza en
elementos precursores y junto con el car- bono dos fracciones. Una, la fracció n lá bil que es má s
también están el hidró geno, el oxígeno y el susceptible a su descomposició n o mineralizació n.
nitró geno, a los cuales se suman otros elementos Otra, la fracció n recalcitrante y por lo mismo es-
minerales acomplejados en los compuestos cata- table. En la primera se hallan materiales de esca-
bolizados. Cuando el proceso es natural o el suelo sa permanencia en el suelo como los residuos de
es objeto de manejo sostenible, como en todo me- plantas y microorganismos en diferentes estadios
tabolismo, la acció n catabó lica se compensa con la de descomposició n. En la segunda, hay participa-
anabó lica. ció n mayoritaria de sustancias hú micas de lenta
descomposició n, como resultado de su alto peso
Cuando se hace alusió n a la presencia de carbono molecular, de sus estructuras complejas, irregula-
en el suelo es para referirse al contenido de mate- res y aromáticas y de su interacció n con los cons-
ria orgánica que es el propio carbono orgánico, tituyentes minerales del suelo. Por lo señ alado, el
sin que del mismo haga parte el carbono de la COS lá bil es más activo y de una respuesta más rá-
hojaras- ca o mantillo que se localizan sobre el pida a la gestió n y al manejo que el COS estable.
suelo. El COS conforma cerca de los dos tercios del Conocer estas fracciones del COS es indispensable
C fijado en los ecosistemas terrestres con un valor para entender y modelar su dinámica y para pre-
de 1.500 Pg C. Por lo expresado, el suelo ver sus respuestas en el contexto del cambio
representa un gran al- macén de carbono en la climá- tico global (Armas et al., 2013).
naturaleza (Pardos, 2010; Caviglia et al., 2016;
PNUMA-ORPALC / FS-UNEP Centre, 2014). La presencia del carbono en el suelo se puede
considerar respecto al carbono orgá nico del
El carbono del suelo se localiza en cuatro reser- suelo (COS) o de la materia orgánica del suelo
vorios, dos de ellos muy grandes uno inorgánico (MOS), advirtiendo que el carbono tiene funciones
y otro orgánico, y dos con menor participació n, nutricionales particulares y que el catabolismo de
el atmosférico o sea el ubicado en el aire del los microorganismos se realiza en los compuestos
sue- lo y aquel que está en solució n (Blasco y orgá nicos, toda vez que la MOS es el consolidado
Burbano, 2015). Además, el principal tipo de de la materia orgánica muerta y la biomasa. La
carbono orgá - nico en el suelo se halla en cantidad total de la MOS está en funció n del
diferentes etapas de hu- mificació n, con plazos balance entre la productividad de la biomasa y la
de recambio que alcanzan
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velocidad
catabó lica de la misma. Cuando el catabolismo dero o como fuente de CO2 atmosférico, en
es menor que la entrada de biomasa, la materia funció n de las tasas de formació n y
orgá nica se acumula, como sucede en las turbas descomposició n del carbono orgánico del suelo
o en muchos suelos de regiones frías y hú medas. (Caviglia et al., 2016; Martínez et al., 2008).
Si la tasa de descomposició n supera a la adició n
de biomasa, la MOS disminuye, como ocurre en Si la concentració n de dió xido de carbono en la
muchas áreas bajo cultivo, aunque también en atmó sfera sigue incrementá ndose, esta situació n
esta disminució n obran otros fenó menos puede propiciar que los microorganismos
denominados de exportació n física, como la edá ficos descompongan con mayor rapidez la
erosió n y la percolació n (Blasco y Burbano, MOS, pudien- do congruentemente, liberar má s
2015; UNCCD, 2015). dió xido de car- bono. No se sabe cuál puede ser el
efecto total, por- que segú n las regiones del
En general, los contenidos del COS tienden a dis- mundo hay diferentes niveles de absorció n y
minuir con la profundidad. A la vez, los cambios emisió n de GEI. Aunque, de todas maneras, existe
más fuertes en la reserva de carbono en el sue- el riesgo de que el calenta- miento de la
lo obedecen a las modificaciones en la cobertura atmó sfera lleve a que el suelo libere mayor
terrestre y tiene lugar en los primeros 20-30 cm, cantidad de GEI, dando lugar a lo que se vie- ne
aunque en la práctica solo se suelen medir cam- denominando un “círculo vicioso” que impulse
bios en los primeros 5 cm superficiales aú n más el cambio climático (Agencia Europea del
(Kurniatun et al., 2011). Los cambios de uso del Medio Ambiente, 2015).
suelo como los que suceden cuando se deforestan
los terrenos para hacer agricultura, no solo El incremento de la temperatura también tiene un
derivan en pérdidas de carbono del suelo sino que efecto evidente en la captura de carbono. Dicho
generan emisiones de GEI que contribuyen al au- mento podría inducir una mayor tasa de
cambio climático. Estos cambios de uso, se sabe, desman- telamiento o de mineralizació n de la
son responsables del 24% de las emisiones MOS por los microorganismos, lo mismo que una
globales de dió xido de carbono (PNUMA-ORPALC mayor tasa de respiració n de las raíces. Esta
/ FS-UNEP Centre, 2014). En realidad podría ser más contundente en las
consecuencia, acciones inversas como la refores- regiones o países más fríos en donde cabría
tació n para suelos degradados es una alternativa esperar un aumento en las emisiones de dió xido
importante de secuestro de carbono al largo de carbono. Aunque se opina también, que en la
plazo, tanto en la biomasa como en el suelo mayor parte del planeta sería de prever una
(Zambrano et al., 2004). mayor captura de carbono (FAO, 2002).
No obstante lo acabado de señ alar, en el suelo Con el cambio climático y el carbono pueden
ocu- rren procesos que hacen que el carbono darse dos situaciones. Si el carbono integra los
pueda ser estabilizado de varias formas. GEI, este elemento hace parte del problema. Surge
Físicamente, cuando se forman agregados como solució n cuando está en su forma
estables que lo protegen de la descomposició n; orgánica en el suelo. Cuantitativamente el
químicamente, cuando el carbo- no se asocia con carbono del primer metro de suelo es el doble y
partículas minerales; bioquímica- mente, cuando el triple, que el de la atmó sfera y el de la
se forman compuestos recalcitran- tes muy vegetació n total. Por tanto, su- bir el carbono del
resistentes a la degradació n microbiana. Ahora, suelo es una reserva clave que puede
como en la naturaleza los procesos son de ida y contrarrestar las emisiones de GEI. Ade- má s, el
vuelta, el suelo puede funcionar como sumi- carbono contribuye a la fertilidad y así a la
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génesis de los ecosistemas naturales y agrícolas
que la situació n inicial del suelo antes de ser alte- la gestió n de la MOS por el potencial que tiene para
rado (Martínez et al., 2008). contrarrestar la desertificació n y
Fue al interior de la COP21 que surgió el proyec- líticas pertinentes; que monitorea y evalú a los
to “4 por mil de suelos para la seguridad alimen- cambios en las reservas de carbono de los suelos
taria y el clima”, con el propó sito de aumentar en funció n del interés de los productores (Minis-
mundialmente la materia orgá nica del suelo en 4 terio de Agricultura, Sector Agroalimentario y
por 1000 o lo que es lo mismo en un 0,4% al añ o, Bosques, Francia, 2015).
a fin de compensar las emisiones planetarias de
gases de efecto invernadero derivadas de fuentes La iniciativa ha generado gran interés entre los
antropogénicas y detener así el incremento de investigadores y por eso ya hay planteamientos
la concentració n de CO2 en la atmó sfera (Minas- y aná lisis al respecto, tomando en cuenta la si-
ny et al., 2017; Ministerio de Agricultura, Sector tuació n de varios países ubicados en diferentes
Agroalimentario y Bosques, Francia, 2015). continentes.
Para llevarla a la práctica, la iniciativa 4 por 1000 Al considerar 20 regiones del mundo el grupo
incluye dos grandes programas de actividades. de Minasny (2017) conceptú a que hay acciones
para secuestrar carbono en el suelo que, merced
Un programa de acciones con diversos actores a buenas prá cticas hasta podrían superar el 4 por
del Estado y de la sociedad civil, que mejore la mil, tal el caso de suelos con bajos contenidos ini-
gestió n del carbono de los suelos, combata la ciales de carbono en un periodo estimado de 20
pobreza y la inseguridad alimentaria, y que en añ os luego del establecimiento de mejores prá c-
paralelo contribuya a la adaptació n al cambio ticas de manejo, aunque se advierte que suelos
climático porque mitiga las emisiones, mediante
que alcancen el equilibrio ya no podrían incre-
prácticas que restauren el suelo, incrementen sus
mentar más el secuestro de carbono (Minasny et
reservas de carbono orgá nico y protegen los sue-
al., 2017).
los con grandes reservas de carbono, así como la
biodiversidad. Incluye la capacitació n y difusió n
El mismo grupo de investigació n aconseja que
de conocimientos sobre los aspectos de interés,
en las circunstancias del cambio climático, el se-
la financiació n de proyectos que restauren, me-
cuestro del carbono orgánico del suelo se deba
joren y conserven las reservas de carbono en
establecer de inmediato y define un periodo de
los suelos, junto con el suministro de productos
un decenio, en tanto surgen nuevas y eficaces
agrarios amigables con los suelos (Ministerio de
tecnologías para el secuestro en asocio con bajas
agricultura, Sector Agroalimentario y Bosques,
emisiones de carbono. Aunque, para avanzar en
Francia, 2015).
el 4 por mil se reclama una labor sincronizada
Un segundo programa internacional de investi- entre científicos, agricultores, políticos y comer-
gació n y cooperació n científica que estudia los ciantes. Estos investigadores también concep-
mecanismos y el potencial de almacenamiento tú an que el 4 por mil es una aspiració n ambicio-
de carbono en los suelos para regiones y siste- sa, aunque celebran que, por primera vez, esta
mas identificados; que evalú a prácticas agrícolas iniciativa asuma un objetivo global que aliente
idó neas y su impacto en la captura de CO 2 y en el buen manejo del suelo y que en paralelo ayu-
los demás servicios de producció n y regulació n; de a mitigar el cambio climático (Minasny et al.,
que acompañ a y promueva innovaciones con po- 2017).
CONCLUSIONES eea.europa.eu/es/senales/senales-2015/articu-
los/el-suelo-y-el-cambio-climatico
El cambio climático global, guarda una clara rela-
ció n con procesos de naturaleza antró pica que, a
su vez, se entrelazan con los modelos de
desarrollo que dominan en el mundo y de
contera, en estas circunstancias, dicho cambio
representa uno de los mayores problemas
ambientales que la socie- dad mundial deberá
resolver para velar por la con- tinuidad de la
vida en el planeta.
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