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Efectos de la Citación
A) Efectos procesales.
a) Pone a las partes a derecho:
Artículo 26. Hecha la citación para la contestación de la demanda las partes quedan a derecho, y
no habrá necesidad de nueva citación para ningún otro acto del juicio, a menos que resulte lo
contrario de alguna disposición especial de la ley.
Este principio constituye un medio de, lograr en el proceso venezolano, una especial celeridad en el
curso del mismo, por la supresión de las notificaciones y traslados a las partes, de cada uno de los
actos o resoluciones que se dicten el juicio, lo que, unido al principio de orden consecutivo legal
con fases de preclusión, hacen del desarrollo del proceso una actividad continuada y automática.
b) Origina en el demandado la carga de comparecer a la contestación de la demanda: éste es
un imperativo del propio interés del interesado en ejercer su defensa. Si el demandado no
comparece, el proceso sigue su curso en su ausencia y se producen los efectos de la ficta confessio.
Artículo 362. Si el demandado no. diere contestación a la demanda dentro de los plazos
indicados en este Código, se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la
petición del demandante, si nada probare que le favorezca. En este caso, vencido el lapso de
promoción de pruebas sin que el demandado hubiese promovido alguna, el Tribunal procederá a
sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los ocho días siguientes al vencimiento de aquel
lapso, ateniéndose a la confesión del demandado. En todo caso, a los fines de la apelación se
dejará transcurrir íntegramente el mencionado lapso de ocho días si la sentencia fuere
pronunciada antes de su vencimiento.
La citación asegura la garantía de la defensa, pero no va más allá, hasta imponerle la obligación de
comparecer o de impedir el curso del proceso si la defensa no se ejerce de hecho por el demandado.
c) La citación determina la prevención: situación en que se halla un órgano del poder judicial,
cuando ha tomado conocimiento de un asunto antes que otros órganos, también competentes, y que
por ese hecho dejan de serio.
Artículo 51. Cuando una controversia tenga conexión con una causa ya pendiente ante otra
autoridad judicial, la decisión competerá a la que haya prevenido.
La citación determinará la prevención.
En el caso de continencia de causas, conocerá de ambas controversias el Juez ante el cual
estuviere pendiente la causa continente, a la cual se acumulará la causa contenida.
d) La citación perpetúa la competencia: después de practicada la citación, la competencia del
juez queda insensible a cualquier cambio sobrevenido de las circunstancias de hecho que la habían
determinado al momento de la proposición de la demanda (domicilio, valor, etc.), pero no a los
cambios de derecho que puede introducir una nueva ley procesal, en virtud del principio
constitucional de aplicación inmediata de la nueva ley procesal, aún en los procesos en curso.
B) Efectos sustanciales.
a) Obliga al poseedor de buena fe a restituir los frutos que percibiere después que se le haya
notificado la demanda:
Artículo 790 del Código Civil. El poseedor de buena fe hace suyos los frutos, y no está
obligado a restituir sino los que percibiere después que se le haya notificado legalmente la
demanda.
b) Interrumpe la prescripción: cuando es practicada dentro del lapso de prescripción.
Artículo 1969 del Código Civil. Se interrumpe civilmente en virtud de una demanda judicial,
aunque se haga ante un Juez incompetente de un decreto o de un acto de embargo notificado a la
persona respecto de la cual se quiere impedir el curso de la prescripción, o de cualquiera otro
acto que la constituya en mora de cumplir la obligación. Si se trata de prescripción de créditos,
basta el cobro extrajudicial.
Para que la demanda judicial produzca interrupción, deberá registrarse en la Oficina
correspondiente, antes de expirar el lapso de la prescripción, copia certificada del libelo con la
orden de comparecencia del demandado autorizada por el Juez; a menos que se haya efectuado la
citación del demandado dentro de dicho lapso.
c) Constituye en mora al deudor: ningún acto es tan equivalente a un requerimiento como la
citación para contestar la demanda en que se exige al deudor el cumplimiento de la obligación.
Artículo 1.269. Si la obligación es de dar o de hacer, el deudor se constituye en mora por el solo
vencimiento del plazo establecido en la convención.
Si el plazo vence después de la muerte del deudor, el heredero no quedará constituido en mora,
sino por un requerimiento u otro acto equivalente; y, únicamente ocho días después del
requerimiento.
Si no se establece ningún plazo en la convención, el deudor no quedará constituido en mora sino
por un requerimiento u otro acto equivalente.
La Citación Personal
Ésta es una: de las clases de citaciones, la cual admite diversas formas: la voluntaria o directa; la
presunta; la realizada mediante apoderado, y la provocada o in faciem.
a) Citación voluntaria o directa: realizada por el demandado espontánea y personalmente,
dándose por citado en los autos mediante diligencia suscrita ante el secretario del tribunal. Como
declaración de voluntad, vincula al demandado, quien queda sujeto a los efectos propios de la
citación, como el de poner la parte a derecho para ejercer la defensa en el juicio.
Artículo 216. La parte demandada podrá darse por citada personalmente para la contestación,
mediante diligencia suscrita ante el Secretario.
Sin embargo, siempre que resulte de autos que la parte o su apoderado antes de la citación, han
realizado alguna diligencia en el proceso, o han estado presentes en un acto del mismo, se entenderá
citada la parte desde entonces para la contestación de la demanda, sin más formalidad.
Para que esta diligencia sea válida, debe ser suscrita por la parte compareciente y por el secretario
del tribunal; la actuación de la parte ante el secretario, suscrita por éste, da fe del acto realizado. No
se excluye que la parte pueda usar para darse por citada, el escrito o memorial dirigido al tribunal de
la causa, siempre que éste reúna los requisitos de ser presentado personalmente al secretario del
tribunal, y sea anotado el día, mes y año de la presentación, nota que debe suscribir el secretario del
tribunal, para dar fe del acto.
Esta citación personal, voluntaria y directa del demandado, es una actuación realizada apud acta, y
tiene la mayor certeza y seguridad que puede desearse.
b) Citación presunta: la parte se entera de la demanda por haber actuado en el proceso o por haber
estado presente en algún acto que conste en autos.
Artículo 216 (único aparte). Sin embargo, siempre que resulte de autos que la parte o su
apoderado antes de la citación, han realizado alguna diligencia en el proceso, o han estado
presentes en un acto del mismo, se entenderá citada la parte desde entonces para la contestación
de la demanda, sin más formalidad.
Este artículo establece la verdad de la citación del demandado, cuando se realizan los hechos que la
norma supone en hipótesis, es decir, que el demandado haya realizado alguna diligencia en el
proceso, o haya estado presente en un acto del mismo; la diligencia a que se refiere como supuesto
de hecho, ha de entenderse en su sentido propio de actuación o gestión procesal.
Igualmente, la gestión del apoderado o representante realiza el supuesto de la citación presunta,
puesto que la gestión del representante es una· gestión en nombre del representado, y con ella queda
enterado, de la demanda. El supuesto de la norma que establece la presunción de citación,
comprende no sólo la actuación de la parte, sino también la de su apoderado con facultad para
representarla en los actos y gestiones del juicio, sin más requisito que éste lo haga mediante poder
otorgado en forma legal; ya sea el poder general o especial; todo esto con la finalidad de dar paso a
la economía procesal, a la celeridad y a la lealtad y probidad en el proceso.
En todo caso, es mejor evitar la citación presunta; lo mejor es la citación expresa.
d) Citación por medio de apoderado: llamada también citación expresa mediante apoderado con
facultad para ello.
Artículo 217. Fuera del caso previsto en el artículo anterior, cuando se presentare alguien por el
demandado a darse por citado, sólo será admitido en el caso de exhibir poder con facultad
expresa para ello. Si el poder no llenare este requisito, se hará la citación de la manera prevenida
en este Capítulo, sin perjuicio de que, llenadas que sean todas las formalidades en él
establecidas, según los casos, pueda gestionar en el juicio el mismo que no haya sido admitido a
darse por citado, si tuviere poder suficiente para intervenir en él.
Los supuestos de esta citación por medio del apoderado son:
a) Existencia de una demanda que origina el procedimiento sin haberse practicado aún la citación.
b) Existencia de un apoderado de la parte demandada cuyo poder le otorgue expresamente facultad
para darse por citado en nombre del demandado.
c) La consignación del poder en los autos.
d) La declaración de voluntad del apoderado de darse por citado en nombre del mandante.
No se exige que el apoderado tenga poder especial otorgado por el demandado para el pleito de que
se trate, sino solamente facultad expresa para darse por citado, independientemente de que el poder
sea general, para todos los asuntos, o especial para ese pleito. Pero si requiere la manifestación
expresa de la voluntad del apoderado, de darse por citado en el juicio.
d) Citación personal, o in faciem: practicada por el alguacil o un notario público, en el tiempo,
lugar y modo establecido por la ley, en presencia del demandado, a quien entrega copia certificada
del libelo de la demanda con la orden de comparecencia expedida por el tribunal.
Artículo 218. La citación personal se hará mediante compulsa con la orden: de comparecencia
expedida por el Tribunal, entregada por el Alguacil a la persona o personas demandadas en su
morada ó habitación, o en su oficina, o en el lugar donde ejerce la industria o el comercio, o en
el lugar donde se la encuentre, dentro de los límites territoriales de la jurisdicción del Tribunal, a
menos que se encuentre en ejercicio de algún acto público o en el templo, y se le exigirá recibo,
firmado por el citado, el cual se agregará al expediente de la causa. El recibo deberá expresar el
lugar, la fecha y la hora de la citación. Si el citado no pudiere o no quisiere firmar el recibo, el
Alguacil dará cuenta al Juez y éste dispondrá que el Secretario del Tribunal libre una boleta de
notificación en la cual comunique al citado la declaración del Alguacil relativa a su citación. La
boleta la entregará el Secretario en el domicilio o residencia del citado, o en su oficina, industria
o comercio, y pondrá constancia en autos de haber llenado esta formalidad, expresando el
nombre y apellido de la persona a quien la hubiere entregado. El día siguiente al de la constancia
que ponga el Secretario en autos de haber cumplido dicha actuación, comenzará a contarse el
lapso de comparecencia del citado.
Parágrafo Único. La citación personal podrá gestionarse por el propio actor o por su apoderado
mediante cualquier otro Alguacil o Notario de la jurisdicción del Tribunal como se indica en el
artículo 345.
Artículo 345. La copia o las copias del libelo de la demanda con la orden de comparaciones se
entregarán al Alguacil del Tribunal a objeto de que practique la citación. Sin embargo, a petición
de la parte demandante, dichas copias se entregarán al propio actor, o a su apoderado para que
gestione la citación por medio de cualquier otro Alguacil o Notario de la Circunscripción
Judicial del Tribunal de la causa, o del lugar donde resida el demandado, en la forma prevista en
el artículo 218. Cumplida la gestión de la citación, el actor o su apoderado entregará al
Secretario del Tribunal el resultado de las actuaciones, debidamente documentados.
1) El órgano que practica esta citación es el alguacil o notario. Por su carácter de auxiliar del juez,
el alguacil no es un órgano autónomo, sino subordinado al juez, del tal modo que él practica la
citación no dé propia iniciativa, ni por instancia de la parte interesada, sino por orden y encargo del
juez.
2) La copia o las copias del libelo de la demanda, con la orden de comparecencia, pueden entregarse
al propio actor o a su apoderado, a petición de estos, para que gestione la citación por medio de
cualquier otro alguacil o notario de la circunscripción judicial del tribunal de la causa, o del lugar
donde resida el demandado, y una vez cumplida la gestión de la citación, el actor, o su apoderado,
entregará al secretario del tribunal el resultado, de las actuaciones, debidamente documentadas.
3) Como los actos procesales tienen su ámbito espacial de realización, la ley fija en este caso aquél
dentro del cual debe practicarse la citación personal:
a) En cuanto al tribunal: en la circunscripción judicial donde tiene su sede el tribunal de la causa;
pero cuando la citación haya de practicarse fuera de la residencia del tribunal, deberá comisionarse
a la autoridad judicial del lugar donde se encuentre el demandado.
b) En cuanto al citado: la ley determina todavía más específicamente el lugar de la citación y
exige que el alguacil la practique en la morada o habitación del demandado, o en su oficina, o en el
lugar donde ejerce la industria o el comercio, o en el lugar donde se le encuentre, a menos que se
encuentre en ejercicio de algún acto público o en el templo.
4) En cuanto al modo de practicarse la citación personal, la ley autoriza a practicada mediante
recibo. El alguacil o el notario entrega al citado la copia certificada del libelo de la demanda con la
orden de comparecencia al pie, expedida por el tribunal; le exige al citado un recibo escrito y
firmado por él, en el cual haga constar que ha recibido dicho instrumento y queda en cuenta del
plazo para su comparecencia al acto de la contestación de la demanda. Para que el acto quede
debidamente documentado y tenga la misma fe que los instrumentos públicos, el alguacil o el
notario debe ponerle al pie una nota firmada en la cual haga constar que dicho recibo le fue
entregado por el citado, en tal lugar, del día tal de tal mes y tal año, y así se agregará al expediente
de la causa. En esta forma, la citación queda perfectamente realizada, y rodeada de la mayor
seguridad y certeza de que el demandado ha sido llamado a ejercer su defensa en el acto de la
contestación de la demanda.
Artículo 227. Cuando la citación haya de practicarse fuera de la residencia del Tribunal, se
remitirá con oficio la orden de comparecencia, en la forma ya establecida, a cualquier autoridad
judicial del lugar donde resida el demandado para que practique la citación en la forma indicada
en el artículo 218, sin perjuicio de la facultad que confiere al actor el Parágrafo Único de dicha
disposición.
Si buscado el demandado no se le encontrare, el Alguacil dará cuenta al Juez, y éste dispondrá
de oficio, que la citación se practique en la forma prevista en el artículo 223 sin esperar ninguna
otra instrucción del comitente, dando cuenta del resultado a éste.
En los casos de este artículo, el término de la comparecencia comenzará a contarse a partir del
día siguiente al recibo de la comisión en el Tribunal de la causa, sin perjuicio del término de la
distancia.
Artículo 223. Si, el Alguacil no encontrare a la persona del citado para practicar la citación,
personal, y la parte no hubiere pedido su citación por correo con aviso de recibo, o cuando
pedida ésta, tampoco fuere posible la citación del demandado, ésta se practicará por Carteles, a
petición del interesado. En este caso el Juez dispondrá que el Secretario fije en la morada,
oficina o negocio del demandado un Cartel emplazándolo para que ocurra a darse por citado en
el término de quince días, y otro Cartel igual se publicará por la prensa, a costa del interesado, en
dos diarios que indique el Tribunal entre los de mayor circulación en la localidad, con intervalo
de tres días entre uno y otro. Dichos Carteles contendrán: el nombre y apellido de las partes, el
objeto de la pretensión, el término de la comparecencia y la advertencia de que si no
compareciese el demandado en el plazo señalado, se le nombrará defensor, con quien se
entenderá la citación. Se pondrá constancia en autos por el Secretario, de haberse cumplido estas
formalidades y se agregará al expediente por la parte interesada, un ejemplar de los periódicos en
que hayan aparecido publicados los Carteles. El lapso de comparecencia comenzará a contarse al
día siguiente de la constancia en autos de la última formalidad cumplida.
Cuando la citación no puede practicarse mediante recibo, bien porque el citado no quiera firmarlo, o
bien porque no pueda (es analfabeta), la ley sólo exige que el alguacil dé cuenta al cuenta al juez de
esta circunstancia y el juez dispondrá que el secretario del tribunal libre una boleta de notificación
en la cual comunique al citado la declaración del alguacil relativa a su citación. Esta notificación
que debe hacer el secretario, adquiere el carácter de un requisito esencial para completar la citación
en el caso de falta de recibo, pues la certeza y la seguridad de la citación se fundan en la declaración
de los dos funcionarios (alguacil y secretario) que dan fe de las actuaciones realizadas.
Para el caso de que la citación la practique el notario y el citado no quiera o no pueda firmar el
recibo, no es necesaria su comparecencia a dar cuenta al juez; dado que por ser un funcionario de la
rama administrativa, las circunstancias de la realización del acto, expuestas en el acta respectiva,
hacen fe pública y una vez consignada en autos con los resultados de la citación, ella es prueba
auténtica y suficiente de la realización del acto en las circunstancias expresadas en la misma.