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La manzana cocuyo

Esta era una manzana que deseaba brillar como un cocuyo, le gustaba su libertad, volar por todos
lados y que las personas le admiraran por su luz. Con el afán de parecerse a un cocuyo, hizo mil
locuras, se conecto a los cables de electricidad y solo sintió cosquillas, se concentro para ver si
brillaba pero solo término quedándose dormida, en fin, hasta destripo a una para ver que tenia
dentro.

Culminando su autoexploración con un harakiri cibernético, propuesto por la espada de un jedi


vegetal, quien le otorga su única verdad sobre su origen: eres la ficción que tu misma has
construido para permanecer en el juego de tu historia, el cocuyo al tiempo que te obliga a elevarte
sobre ti misma, te oprime con una violencia tecnofarsamalignomegalomanidemente. Tu dios es tu
verdugo.

Es así como la manzana, entiende su triste realidad, aun así se ha propuesto a no acabar inmersa
en un delicioso cereal, rodeada de dulce y chile o en el escritorio de una bella maestra.

Sabida de sus limitantes y arrastrando un pasado que no quería recordar, ávida de aventura y
buscando un futuro prometedor, se metió a un aeropuerto privado para robarse una avioneta y
se dirigió a otro país, alejado del suyo.

Lo que no sabía era que el avión que había robado, estaba con un desperfecto, que podría llevar a
pique el avión cuando estuviera en marcha……..

2da temporada,

Un inesperado encuentro

El avión como era de esperarse comenzó a presentar problemas, la manzana “cocuyo” realizo
diferentes maniobras, pero se fue a pique, cayendo en un bosque desconocido. Afortunadamente
sobrevivió, pero al despertar no podía creer lo que vieron sus ojos…….

la tribu cocuyo se hallaba al otro lado del río, demostrando la soberanía implícita en su luminosa
raza. Cada uno era un perfecto destello de libertad ante cuyo despliegue la manzana sana no supo
hacer más que rendirse humildemente ante la cúspide de su propia imaginación. De improviso, la
tribu cocuyo, comprendiendo el origen de su asombro, resolvieron elevarla por los aires para que
logara a traves de esta ficción acercarse al menos artificialmente a sus ideales, sin embargo, la
manzana, que era obsesiva, equivocadamente se liberó de sus libertadores precipitándose a 40
km/s a 5 km sobre el nivel del mar, tan sólo atinando a caer sobre el sacro platón ante el cual
reposaban los tesoros de la tribu. Así nació el pure de manzana, y desde ese día, cada vez que una
madre realiza este delicioso postre del mismo modo que en el trágico final de la manzana
voladora, la tribu cocuyo enciende sus alas, como homenaje a la valerosa manzana que intento
alcanzar la cumbre de su historia
Y es asi como la manzana cocuyo termino sin volar, sin desplegar luminosidad, pero fue
reconocida por cualquiera que encontró a su paso, siempre será recordada como aquella manzana
que siempre siguió sus sueños, aun fueran imposibles.

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