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Hemos dicho que el cuerpo físico está embebido en el cuerpo vital y éste está

interpenetrado en el cuerpo físico. Similarmente, los éteres del cuerpo vital están
interpenetrados entre ellos y si queremos dejar este mundo y entrar en los mundos
espirituales donde podemos conseguir el significado real de las cosas, tenemos que obrar en
el cuerpo. Nuestro cuerpo de deseos es un instrumento maravilloso, pero todavía es
demasiado infantil para usarlo, y lo mismo ocurre con nuestra mente pues es aún más tierna
en su desarrollo, pero los éteres Reflector y Luminoso pueden experimentar el significado
elevado de los mundos espirituales y podemos mantener dicho significado, de tal manera
que cuando regresamos a nuestros cuerpos tenemos algo que ofrecer a este mundo que es
mucho mejor que cualquier cosa que podamos obtener aquí en este plano exclusivamente.

Así que hay una verdadera reorganización del cuerpo vital en los estudiantes espirituales y
esta organización es tal, que toma los dos éteres del alma y los separa de los éteres
biológicos. De esa manera podemos salir con el cuerpo y tomar los éteres anímicos y dejar
el cuerpo físico saludable atrás. Es muy importante cómo esta organización debe hacerse,
pues si se lo hace de manera equivocada, puede resultar en fallas muy severas. La forma
antigua de hacerlo antes era mediante ejercicios de respiración pero después de miles
de años, nuestros cuerpos evolucionado y se han involucrado más y si usamos dichos
ejercicios ahora, nos está muy claro de dónde se va a producir la ruptura de los éteres, pues
como somos muy sensibles no podemos saber qué va a pasar con estos ejercicios de alta
presión. Esto lo puedo decir de la experiencia personal pues tengo un amigo que era
realmente una persona agradable y se relacionó con cierto grupo de personas místicas que
le enseñaron a respirar de cierta manera y a enfocar su conciencia de tal manera que el
fuego espinal se levantaría y alcanzaría cierto lugar en la espina en donde se quedaría
atrapado y lo único que tenía que hacer era mantener su aliento, forzar la energía hacia su
cerebro y conseguir bendiciones para siempre.

Yo le dije que debía tener cuidado y no me escuchó y después de seis meses fue internado
en un manicomio y cuando salió, la misma gente le dijo que tenía que tratar otra vez y que
en esta ocasión si funcionaría.

En otra ocasión mi esposa y yo —yo estaba casado hace diez años— estábamos manejando
por una carretera hacia una ciudad distante y alguien nos pidió un aventón. Lo recogimos y
mientras manejaba por la carretera le comencé a hablar sobre el camino espiritual y
hablamos por pocos minutos; luego paramos y él se bajó y continuamos viajando y mi
esposa me comentó, “¡qué interesante haber conocido a tu amigo!” y yo le dije que nunca le
había conocido antes en mi vida y ella me recriminó diciendo si yo, yo ya lo había visto
antes, estaba loco. Le repliqué negativamente y le pregunté si se había fijado en su piel que
era amarillenta (yo ya lo había visto antes) debido a que eso le ocurre a la gente occidental
que hace este tipo de ejercicios de respiración y aquellos dañan su hígado

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