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5 / Dictadores venales y pactos secretos, 1931-1962 319

R. Lanatta, un abogado de reputación cuestionable y ambiciones ministeriales,


y el pro fascista Luis A. Flores. Para defender la candidatura de Sánchez Cerro
se formó un nuevo partido, la Unión Revolucionaria (UR).
Entretanto, Haya de la Torre, el otro candidato importante en las elec-
ciones de 1931, también preparaba su arribo a Lima, luego de años de exilio
y de campañas políticas realizadas en el extranjero. Haya, un connotado líder
opositor a lo largo del Oncenio, había fundado, en México, el APRA, un movi-
miento de inclinaciones radical-populistas, intervencionistas y antiimperialistas.
Sus disciplinados colaboradores en el Perú habían organizado este partido, en
rápido crecimiento desde 1930, bajo el nombre tácticamente modificado de
Partido Aprista Peruano (PAP), sobre la base de un llamado masivo a los traba-
jadores organizados y a las clases medias y profesionales.13 Los años de lucha
contra la dictadura habían generado una dirigencia aprista dispuesta a usar cual-
quier medio, entre los cuales se contaba la violencia y las acciones clandestinas
o ilegales para alcanzar el poder.
Los apristas, asimismo, sostenían estar comprometidos con la lucha con-
tra la corrupción gubernamental, así como con la influencia corruptora de
los ricos. Los seguidores de Haya vislumbraban instaurar un Estado eficien-
te, tecnocrático e intervencionista contra los privilegios locales y extranjeros.14
Acusaban a Sánchez Cerro de recibir apoyo y fondos de los miembros más an-
tiapristas y conservadores de la élite, incluido el notorio grupo Miró Quesada,
los propietarios de El Comercio, el periódico local más importante e influyente.
El APRA, por otro lado, recibió el respaldo de prominentes leguiístas ansiosos
por derrotar a su enemigo Sánchez Cerro. Dos importantes jefes leguiístas diri-
gían las estratégicas secretarías apristas de finanzas y política.15 Además, diplo-
máticos estadounidenses reportaron que un importante donante de la campaña
aprista de 1931 fue Carlos Fernández Bácula, un exdiplomático «sospechoso de

13. Villanueva, Víctor. El APRA en busca del poder. Lima: Editorial Horizonte, 1975; y «The
Petty-Bourgeois Ideology of the Peruvian Aprista Party». En Latin American Perspectives 4,
1977, pp. 57-76; y Klarén, Peter. Modernization, Dislocation, and Aprismo: Origins of the Peruvian
Aprista Party, 1870-1932. Austin: University of Texas Press, 1973, pp. 146-149.
14. Kantor, Harry. The Ideology and Program of the Peruvian Aprista Movement. Nueva York:
Octagon Books, 1966 [1953]), p. 61; y Klarén, Peter. Peru: Society and Nationhood in the Andes.
Nueva York: Oxford University Press, 2000, p. 273.
15. Basadre, Historia de la república…, vol. 14, p. 155; Stein, Steve. Ob. cit., p. 113; y Villanueva,
Víctor. El militarismo en el Perú. Lima: Imprenta Scheuch, 1962.
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ser un agente [en el …] tráfico clandestino de narcóticos». Fernández Bácula


confió a un miembro de la embajada de Estados Unidos el haber contribuido
generosamente a la campaña de Haya.16
Al igual que en otros países latinoamericanos, la lucha por aprovechar las
oportunidades políticas, inauguradas a comienzos de los años de 1930 por la
crisis, resultó en el choque de ideologías de extrema derecha e izquierda en
competencia por capitalizar este momento favorable al populismo. Sánchez
Cerro venció claramente en las disputadas elecciones que según Basadre y
otros observadores imparciales fueron inusualmente limpias.17 Los apristas, si-
guiendo la vieja táctica pierolista, alegaron un fraude electoral «sancho-civilista»
y pasaron rápidamente a la acción insurreccional violenta.18
Una vez en el poder, los sanchezcerristas y sus aliados conservadores im-
plementaron un amplio cambio en el personal del Estado, alienando aún más a
la oposición.19 También consiguieron la mayoría en el Congreso Constituyente:
hasta Pablo Ernesto, el poco capacitado hermano del presidente y «chanchu-
llero menor», ganó un escaño en representación de la provincia de Piura.20
Sánchez Cerro pasó entonces a reprimir a los apristas y a los oficiales y reclutas
de las fuerzas armadas que apoyaban las medidas insurreccionales del APRA.
Los parlamentarios elegidos por este partido fueron detenidos y deportados.
Un fallido intento de asesinato ejecutado por un adolescente aprista en
marzo de 1932, que casi le cuesta la vida a Sánchez Cerro, fue seguido por una
masiva represión contra el APRA y el encarcelamiento de Haya. Días más tarde,
un motín de inspiración aprista estalló el 7 de mayo a bordo de dos barcos de
la armada en el puerto del Callao. Aproximadamente mil personas murieron en
la ciudad norteña de Trujillo, luego de un violento y sangriento levantamiento
aprista dirigido por Agustín Haya, hermano de Víctor Raúl. Varios oficiales

16. Dearing a S. S., Lima, 16 de octubre de 1931, n.° 1132, 823.00/767, box 695, RG 59, USNA.
17. Basadre, Jorge. «Letter from Peru: Recent Election in Retrospect», p. 4; Dearing a S. S.,
Lima, 18 de diciembre de 1931, 823.00/811, p. 1, box 5696, RG 59, USNA; e Historia de la
república…, vol. 14, pp. 166-170.
18. Dearing a S. S., dispatches n.os 1200, 1303-1304 y 1322, Lima, 5, 6 y 11 de diciembre de
1932, 823.00/800, 801, y 805, box 5696, RG 59, USNA.
19. Dearing a S. S., Lima, 18 de diciembre de 1921, 823.00/811, p. 4, box 5696, RG 59, USNA.
20. Memorando de Burdett, 4 de mayo de 1933, anexo 1 en Dearing a S. S., Lima, 4 de mayo
de 1933, n.° 2803, 823.00/976, box 5697, RG 59, USNA; y Basadre, Jorge. Historia de la
república…, vol. 14, pp. 8-9.

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