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Viktor Frankl

Viktor Emil Frankl (n. 26 de marzo de 1905, Viena, Austria - 2 de septiembre de 1997, íd.)


fue un neurólogo y psiquiatraaustriaco, fundador de la logoterapia. Sobrevivió
desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis,
incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en
busca de sentido.

Datos biográficos[editar]
Primeros años[editar]
Viktor Frankl nació en Viena en una familia de origen judío. Su padre
fue estenógrafo parlamentario hasta llegar a Ministro de Asuntos Sociales. Desde joven,
siendo un estudiante universitario y envuelto en organizaciones juveniles socialistas,
Frankl empezó a interesarse en la psicología.pero también le fueron difíciles estos años de
su vida, ya que tenia interés por la homosexualidad. lo que le provoco varios problemas
con su familia.
Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría.
Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a 1940 practicó
la psiquiatría de forma privada. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el departamento
de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde se admitía a judíos).

Deportación: los campos de concentración[editar]


En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser. En otoño de 1942, junto a su
esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt.
En 1944 fue trasladado a Auschwitz, en donde colaboró con la rabina Regina
Jonas reconfortando a los prisioneros para prevenir suicidios, y posteriormente
a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau. Fue
liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Viktor Frankl sobrevivió
al Holocausto, pero tanto su esposa como sus padres fallecieron en los campos de
concentración.

El hombre en busca de sentido[editar]


Tras su liberación, regresó a Viena. En 1945 escribió El hombre en busca de sentido,
donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva
de un psiquiatra. En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de
deshumanización y sufrimiento, el individuo puede encontrar una razón para vivir, basada
en su dimensión espiritual. Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar
la logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después
del psicoanálisis de Sigmund Freud y de la psicología individual de Alfred Adler. Pero muy
pronto abandonó la escuela psicoanalítica y se orientó hacia la psicología
individual de Alfred Adler, de quien se apartará también siguiendo a sus maestros Oswald
Schwarz y Rudolf Allers, porque estos querían darle a la psicoterapia adleriana una
fundamentación desde la antropología filosófica, idea que Adler rechazaba.

Trabajo docente[editar]
Dirigió la policlínica neurológica de Viena hasta 1971. En 1949 recibió
el doctorado en filosofía. En 1955 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena. A
partir de 1961, Frankl mantuvo cinco puestos como profesor en los Estados Unidos en
la Universidad de Harvard y en la Universidad de Stanford, así como en otras
(Dallas, Pittsburg y San Diego). Continuó dando clases en la Universidad de Viena hasta
los 85 años de edad de forma regular. Impartió cursos y conferencias por todo el mundo.
Reconocimientos[editar]
Ganó el Premio Oskar Pfister de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, así como
otras distinciones de diferentes países europeos. Recibió 29 doctorados Honoris Causa de
distintas universidades; entre ellos, uno de la Universidad Francisco Marroquín, institución
que también le honró con la clínica de psicología que lleva su nombre. 1

Publicaciones[editar]
Publicó más de 30 libros, traducidos a numerosos idiomas.

Otras actividades[editar]
Fue siempre un gran escalador de montañas. A los 67 años obtuvo la licencia de piloto de
aviación.

Biografìa de Viktor Frankl y su Logoterapia


24/06/2009 | | 36 Comentarios

Víktor Emil Frankl nació en Viena, Austria el 26 de marzo de 1905. Un 26 de marzo murió
Ludwig van Beethoven, casi cien años antes. Humorísticamente, él decía que difícilmente
una tragedia sucedia sola…
Su madre, Elsa Lyon, experimentó los primeros dolores de parto en el famoso Café Siller,
lugar en donde se reunían los intelectuales de la época y que sería para Frankl un sitio
muy visitado y apreciado.
Su padre trabajó duramente desde ser un estenógrafo parlamentario hasta llegar a
Ministro de Asuntos Sociales. Un hombre honesto, disciplinado, presente y muy respetado
y querido por sus hijos. Viktor Frankl relata en su autobiografía que uno de sus primeros
recuerdos de infancia fue despertar de una siesta y ver a su padre sentado junto a él
mirándolo con ternura.
Fue un niño inquieto, ávido de aprender. Sus padres le llamaban “el pensador”. Muy
pequeño decidió que quería ser médico.
Desde que era un estudiante universitario se involucró en organizaciones juveniles
socialistas, desde esa época Frankl empezó a interesarse en la psicología.
En 1930, logró su doctorado en medicina y fue asignado a una sala dedicada al
tratamiento de mujeres que habían intentado suicidarse. Al tiempo que los nazis llegaban
al poder en 1938, Frankl obtuvo el cargo de Jefe del Departamento de Neurología del
Hospital Rothschild, el único hospital judío en los tempranos años del nazismo.
Fue en ese hospital en donde ayudado por su colega y amigo, el Dr. Pötzl, se opone a la
ley de eutanasia dictada por los nazis y salva muchas vidas alterando los diagnósticos de
enfermos psiquiátricos.
Muchos colegas y amigos emigraban ante la amenaza nazi y él tiene la posibilidad de
obtener una visa para huir con su esposa a los Estados Unidos, sin embargo, decide
renunciar a ella para no abandonar a sus ancianos padres, a sus pacientes y amigos.
En septiembre de 1942 él, su esposa y sus padres fueron deportados a un campo de
concentración cercano a Praga, el Theresienstadt .
De 1942 a 1945 estuvo en cuatro campos de concentración, incluyendo Auschwitz,
conocido como el campo de exterminio. Lo que experimentó en esos años es inimaginable.
Logra sobrevivir; no así su mujer, sus padres, hermano, cuñada, muchos colegas y
amigos.
Tras la liberación pasa varias semanas en Münich tratando de indagar quiénes de sus
familiares habían sobrevivido. Poco a poco va enterándose de que ninguno lo logró y vive
un profundo dolor, soledad y vacío. A su regreso a Viena le asignan un departamento en el
noveno distrito de Viena en el que viviría el resto de su vida. Es nombrado Jefe del
Departamento de Neurología de la Policlínica de Viena, puesto que ocupó durante 25
años. Fue profesor tanto de neurología como de psiquiatría de la Universidad de Viena.
Sus 39 libros sobre análisis existencial y logoterapia han sido traducidos a 45 idiomas.
Obtuvo 29 Doctorados Honoris Causa en distintas universidades del mundo.
A partir de 1961, Frankl mantuvo 5 puestos como profesor en los Estados Unidos en la
Universidad de Harvard, Stanford, Dallas, Pittsburg y San Diego. Viaja por todo el mundo
dictando conferencias.
Ganó el premio Oskar Pfister de la Sociedad Americana de Psiquiatría, así como otras
distinciones de diferentes países europeos.
Frankl dio clases en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y
hasta edad avanzada mantuvo sus aficiones de escalar montañas, dibujar, hacer
caricaturas. Un hombre creativo que incluso compuso un tango. A los 67 años obtuvo la
licencia de piloto de aviación de la que se sentía muy orgulloso.
Viktor Emil Frankl murió de un fallo cardíaco en su ciudad natal el 2 de septiembre de
1997. Su familia se mantiene activa en la propagación de la Logoterapia y Análisis
Existencial a través del Instituto Viktor Frankl en Viena.
La Logoterapia aporta a todos valiosas herramientas para la vida. Si te interesa conocer
más, ya puedes cursar el Diplomado en Logoterapia

La Logoterapia de Viktor E. Frankl


La Logoterapia es la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia y se centra en el significado de
la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre.
La primera escuela psicológica es el psicoanálisis de Sigmund Freud y la segunda es la
psicología individual de A. Adler. De acuerdo con la Logoterapia, la primera fuerza motivante
del hombre es la lucha por encontrarle sentido a la propia vida, a la vida tal cual es y toda vida
por más adversa que sea siempre tiene algún sentido.
Por eso a pesar de los problemas que podamos tener, toda vida vale la pena ser vivida y más
aún cuando el hombre pone en práctica la fuerza de oposición del espíritu frente al destino, o
sea frente a aquello con lo que me encuentro en la vida sin haberlo elegido; pero ante lo cual
sigo siendo libre de actuar, de un modo o de otro.
El sentido está siempre cambiando, pero jamás falta. En caso de no verlo, habrá que dotar a la
vida de sentido aún en las situaciones mas difíciles donde lo que importa es dar testimonio de
la mejor y exclusiva potencialidad humana: la de transformar la tragedia, la enfermedad y el
fracaso en un triunfo personal, en un logro humano. Mas aún, según Frankl: “La vida cobra más
sentido cuanto más difícil se hace”.
Tan solo existe un problema auténticamente serio y es el de juzgar si la vida vale o no la pena
de ser vivida.
La Logoterapia ayuda a humanizar y personalizar al hombre; lo ayuda a lograr su plenitud a
partir de una adecuada concepción de hombre como persona en comunidad de personas.
Desde el punto de vista práctico esta psicoterapia siempre cumple como una característica de
su esencia el rol de despertador de conciencias porque el hombre corre el riesgo de transitar
por la vida sin nunca llegar a saber quién es, para qué existe y cuál es su misión existencial.
Todo lo que la logoterapia exige es una manera auténtica de vivir.
La Logoterapia despierta a la persona en su rol de protagonista de su propia historia, de su
felicidad, de sus logros y en su rol de constructor de su persona dado que el hombre es un ser
llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser, por lo tanto “artífice de
su destino”. Proyecto de vida no son las ocurrencias antojadizas con las que llenamos el tiempo
de la vida, sino la orientación organizada de los esfuerzos para dar vida a la vida.
La logoterapia es obvia por que es sentido de vida, libertad responsable, práctica de valores,
autotrascendencia, sobre todo espíritu de renuncia, de sacrificio, son entre otros conceptos los
que tienen que ver con el hacerse cada día más humano.
El hombre solo llega a ser tal en la medida en que descubre el sentido de la vida el por qué y el
para qué existir.
La propuesta logoterapéutica es desarrollar la actitud de búsqueda de los para qué de las
situaciones tanto del fracaso como del éxito, de visualizar el futuro no como una utopía o como
algo que hay que saltar velozmente; sino como una posibilidad esperanzadora, la de asumir el
compromiso de la búsqueda de la misión en la vida y de ser capaz de hacerse preguntas
filosóficas tales como: ¿Qué espera de mi la vida? ¿Siendo finito no es mi responsabilidad que
la vida no me pase sino que esté en cada situación (con distintos grados de conciencia y
responsabilidad ) pero que al fin y al cabo la viva ? Cómo dice Frankl: “no basta con
preguntarse por el sentido de la vida sino que hay que responder a él respondiendo ante la vida
misma”.
La Logoterapia contribuye a esclarecer el por qué del sufrir y del morir y ayuda a tener motivos
parta trabajar, luchar y amar.
La Logoterapia es obvia porque es el estilo de la vida que debe y puede practicar todo hombre
por el simple hecho de ser “humano” y que la mayoría de sus propuestas son de sentido
común. Nada hay más fácil que ser humano, pero a su vez es lo que más le cuesta al hombre.
La Logoterapia es una actitud ante la vida caracterizada por el protagonismo y la esperanza.
La Logoterapia ofrece un horizonte de sentido y herramientas para un cuidado de la existencia
que permanece aún en las situaciones aparentemente más desesperadas: porque el tiempo del
sufrimiento puede ser un tiempo en el que, lejos de agotarse o apagarse para siempre, se
exprese y se refuerce el “gran amor” por la vida.

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