Está en la página 1de 2

Bohr y la química.

Basándose en las teorías de Ernest Rutherford (átomo de Rutherford) publicó su propio


modelo atómico (modelo atómico de Bohr) en 1913, introduciendo la teoría de las órbitas
cuantificadas, que en la teoría mecánica cuántica consiste en las características que, en
torno al núcleo atómico, el número de electrones en cada órbita aumenta desde el interior
hacia el exterior.
En su modelo, además, los electrones podían pasar de una órbita a otra desde un orbital
exterior a otro interior, en el cual se emitía un fotón de energía discreta, hecho sobre el que
se sustenta la mecánica cuántica.
En 1922 recibió el Premio Nobel de Física por sus trabajos sobre la estructura atómica y la
radiación. Numerosos físicos, basándose en este principio, concluyeron que la luz
presentaba una dualidad onda-partícula mostrando propiedades mutuamente excluyentes
según el caso.
En 1933 Bohr propuso la hipótesis de la gota líquida, el modelo de la gota líquida es un
modelo de física nuclear que trata al núcleo como una "gota" de fluido nuclear
incompresible. Este fluido estaría compuesto por nucleones (protones y neutrones), que
permanecen unidos debido a la fuerza nuclear fuerte. Este modelo fue propuesto por vez
primera por George Gamow en 1930 y desarrollado después por Niels Bohr y John
Archibald Wheeler.

Tabla de Newlands
Tabla de Newlands de 1865, desarrollando la ley de las octavas. Newlands utilizó, además
del símbolo "Di", el "Bo" para el boro (B), y "Ro" para el rodio (Rh). A causa de la cercanía
de sus pesos atómicos, que para la época no había sido determinadas con exactitud, agrupó
el cobalto con el níquel, el cerio con el lantano, el didimio con el molibdeno, el rodio con el
rutenio, el platino con el iridio y, adicionalmente, el bario con el vanadio. Es importante
señalar que, el número que aparece junto al símbolo del elemento corresponde solo al orden
interno o propio que Newlands adoptó en la construcción de sus octavas, no se debe
confundir, ni con el peso atómico, ni mucho con el número atómico pues, para la fecha, este
último ni siquiera se había postulado.

El electrón y modelo atómico de Bohr


Los átomos tienen un núcleo muy pequeño en el que se concentran los protones, partículas
subatómicas con carga positiva. De acuerdo con el modelo atómico de Bohr, los
electrones (partículas subatómicas con carga negativa) giran alrededor del núcleo en
trayectorias denominadas órbitas.
La mayor parte de la masa del átomo está concentrada en el núcleo, ya que la masa de los
electrones es muy pequeña. El número de protones se denomina número atómico y
determina la identidad del elemento. Así, por ejemplo, todos los átomos de sodio se
caracterizan por tener 11 protones en su núcleo.
Dentro del núcleo también existen otras partículas subatómicas que no tienen carga
eléctrica, denominadas neutrones. El número másico de un átomo de un elemento es la
suma del número de protones y de neutrones (es decir, de las partículas presentes en el
núcleo).
Según este modelo, en el primer nivel energético (que es el más cercano al núcleo) pueden
ubicarse solamente 2 electrones, mientras que en el segundo nivel se pueden ubicar 8. Si un
átomo tiene más electrones, estos se ubicarán en niveles energéticos superiores (más
alejados del núcleo). Por ejemplo, el número atómico del sodio (Na) es 11, por lo tanto, un
átomo de sodio tiene 11 protones en su núcleo. Dado que en un átomo el número de
protones es igual al de electrones, el Na tendrá 11 electrones. Estos 11 electrones están
distribuidos en 3 niveles energéticos: 2 electrones en el primer nivel, 8 en el segundo y el
restante, en el último nivel.

También podría gustarte