Está en la página 1de 2

UNIVERSIDAD DE LA SABANA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y CIENCIAS HUMANAS


ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
Mayo 22 del 2019-05-14

Guión video “compasión”


Por Juliana Ocampo Guzmán

¿Alguna vez te has preguntado por qué sentimos compasión?

Hay cinco condiciones cognitivas necesarias para sentir compasión:

1. Creer que se trata de “alguien” y no de “algo”.

- si creo que el otro es igual a mi me va a despertar un sentimiento de

empatía, es decir, voy a ser capaz de imaginarme en la situación del

otro, voy a ser capaz de dolerme por su situación. En cambio, si creo

que el otro es solo “algo” más no seré capaz de sentir empatía, de la

misma manera que no soy capaz de dolerme por la situación de los

objetos como las sillas o los lápices.

2. Creer que lo que le pasa al otro es algo serio.

- Debo creer que la situación del otro es algo grave, si no es así pasaré

de largo sin notar su sufrimiento. De la misma manera que no me

preocupo por una persona a la que ha picado un zancudo, pues

considero que esto es algo menor.

3. Creer que no se merece ese infortunio.

- Si se cumplen las dos condiciones anteriores pero creo que la persona

se merece ese infortunio, no voy a sentir compasión. Este es el caso de

un homicida que termina en la cárcel, reconozco que es persona y que

estar en la cárcel es algo grave, sin embargo, no despierta en mi

compasión, pues creo que, por sus actos, se merece ese castigo.

4. Creer que me puede pasar a mi o alguien cercano.

- Una parte importante para poder ponerse en el lugar del otro, implica

ser capaz de imaginar que, de hecho, yo mismo o algún ser querido


puede fácilmente terminar en esa situación. Por ejemplo, puedo sentir

compasión por un enfermo terminal, porque soy consciente de que mis

cercanos o yo podemos llegar a ser ese enfermo terminal.

5. Creer que me importa el otro y que su sufrimiento afecta mi vida.

- Esta condición, aunque puede sonar egoísta, también es necesaria.

Esto se hace evidente todos los días en el sistema de transporte

publico de Bogotá, donde se suben muchísimas personas con

historias devastadoras a pedir dinero, el que crea que puede tener

una vida feliz con un montón de personas sufriendo a su alrededor,

seguramente se está mintiendo.

La próxima vez que sientas compasión, piénsalo, ¿se están cumpliendo estas

cinco condiciones? ¿hay alguna otra condición necesaria?

Esta y otras preguntas similares son a las que buscamos respuesta en la clase

de antropología filosófica, en la facultad de Filosofía de la Universidad de la

Sabana.

También podría gustarte