Curso de Sagrada Escritura 2021-2022

AÑO 1 Lectura del Antiguo Testamento

5 Pentateuco. Moisés el libertador Éxodo 1-18
Éxodo 1,8 Surgió en
Egipto un faraón nuevo
que no había conocido a
José, 9 y dijo a su pueblo:
«Mirad, el pueblo de los
hijos de Israel es más nu-
meroso y fuerte que no-
sotros: 10 obremos astu-
tamente contra él, para
que no se multiplique
más; no vaya a declarar-
se una guerra y se alíe
con nuestros enemigos,
nos ataque y des-pués se
marche del país».
11
Así pues, nom-
braron capataces que los
oprimieran con cargas,
en la con-strucción de las ciudades granero, Pitón y
Ramsés. 12 Pero cuanto más los oprimían, ellos crecían Un pueblo de esclavos
y se propagaban más, de modo que los egipcios sintie- Los israelitas vivían como esclavos en
ron aversión hacia los israelitas. 13 Los egipcios escla- Egipto. Dios bendice a su pueblo y este se
vizaron a los hijos de Israel con crueldad 14 y les amar- multiplica y se hace fuerte hasta el punto
garon su vida con el duro trabajo del barro y de los la- de que es temido. Los egipcios para evitar
drillos y con toda clase de faenas del campo; los escla- que sean un peligro los oprimen con traba-
vizaron con trabajos crueles. jos forzados.
15
Además, el rey de Egipto dijo a las comadronas La bendición de Dios supera todo y ellos
hebreas, una de las cuales se llamaba Sifrá y otra Puá: crecen sin cesar.
16 Los detalles de la opresión están bien
«Cuando asistáis a las hebreas, y les llegue el mo-
mento del parto: si es niño, lo matáis; si es niña, la de- explicados en el relato bíblico: concentra-
jáis con vida». 17 Pero las comadronas temían a Dios y ción en un lugar, trabajos forzados, duros
no hicieron lo que les había ordenado el rey de Egipto, capataces. Fracasado este plan, se intenta
sino que dejaban con vida a los recién nacidos acabar con el pueblo mediante una dura
regulación de la natalidad.
Matar a los varones es acabar con el
pueblo. Dejar a las niñas con vida es otro
División del relato de Éxodo 1-18 signo más de opresión, pues obviamente
su destino es ir a parar al harén de los
opresores. Pero Las mujeres que ayudan
en el parto temen a Dios y no colaboran
El relato sobre Moisés y la liberación de Egipto tiene con los opresores.
tres grandes partes: .Los intentos de los enemigos para aca-
bar con el pueblo son terribles, pero Dios
A.- El libertador: Moisés 1,1-4,31 va a aprovechar la misma acción malvada
B.- La liberación 5,1-15,21 de los enemigos para suscitar un liberta-
dor. Es una ley bíblica constante que allí
C.- Por el desierto hasta el Sinaí 15,22 – 18,27 donde el hombre puso el daño, Dios pu-
so la salvación.
EL NACIMIENTO DE RÓMULO Y REMO El nacimiento de Sargón de Acad
Un texto asirio del
Ascanio, hijo siglo VII a.C., que se
del héroe tro- presenta como la
yano Eneas , autobiograa de
que, a su vez , Sargón, afirma que
era hijo de Ve- el gran rey era el
nus y de An- hijo ilegí#mo de
quises, fundó una sacerdo#sa. En
la ciudad de el texto Sargón
Alba Longa a la orilla derecha del río Tíber. En esta cuenta su naci-
ciudad la#na reinaron primero él mismo y luego mu- miento, y su prime-
chos de sus descendientes hasta llegar a Numitor y a ra infancia se des-
su hermano Amulio. Éste destronó a Numitor y, para cribe así: .
que no pudiese tener descendencia que le disputase
el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a consagrarse co- "Sargón, el sobe-
mo vestal, es decir, sacerdo#sa de la diosa Vesta para rano potente, rey
que permaneciese virgen. de Agadé, soy yo.
A pesar de ello, Marte, sedujo a la joven y en- Mi madre fue una
gendró en Rea Silvia a los mellizos Rómulo y Remo. sacerdosa, a mi padre no conocí. Los her-
Cuando éstos nacieron y para salvar a la madre de la mano(s) de mi padre amaron las colinas. Mi
condena a muerte y a ellos mismos de ser asesinados, ciudad es Azupiranu, situada en las orillas del
fueron arrojados al Tíber dentro de una canasta que Éufrates. Mi sacerdosa madre me concibió,
encalló en entre el monte Pala#no y el monte Celio, en secreto me dio a luz. Me puso en una ces-
en lo que luego fue Roma. ta de juncos, con pez selló mi tapadera. Me
Una loba, llamada después Luperca (quizás sig- lanzó al río, que no se levantó (sobre) mí. El
nificando “Loba principal o madre”, se acercó a beber rio me transportó y me llevó a Akki, el agua-
y los recogió y amamantó en su guarida del Monte dor. Akki, el aguador, me sacó cuando hun-
Pala0no hasta que, finalmente, los encontró y rescató día su pozal. Akki, el aguador, [me aceptó]
un pastor cuya mujer los crió. por hijo Suyo (y) me crio. Akki, el aguador,
Ya adultos, los mellizos vencieron a Amulio y me nombró su jardinero. Mientras era jardi-
repusieron a Numitor en el trono de Alba Longa y lue- nero, Ishtar me otorgó (su) amor, Y durante
go fundaron una ciudad en la ribera derecha del Tí- cuatro y [… ] años ejercí la realeza (SAO 100)
ber, en el lugar donde habían sido amamantados por
la loba, para ser sus Reyes. Esta ciudad fue llamada
Roma Nacimiento de Moisés
El nacimiento de Moisés se narra con los
rasgos del nacimiento de
los fundadores de impe-
rios. Hay relatos muy pa-
recidos referidos a Sargón
de Acad, fundador del im-
perio acádico y de Rómu-
lo y Remo fundadores de
Roma. Estos relatos son
útiles al narrador como
modelo porque le sirven
para aplicar otra ley bíbli-
ca constante: en el mo-
mento de mayor peligro,
Dios actúa liberando, y
como decíamos antes, pa-
ra esa liberación utiliza lo
mismo que estaba causan-
do la ruina.
 MOISÉS
Moisés es presentado como levita, de estirpe sa-
cerdotal, y por tanto capaz de una relación de cerca-
nía con Dios: sólo los sacerdotes podían entrar al
lugar más santo del templo y Moisés va a tener acce-
so a Dios hablando con Él cara a cara. Los sacerdo-
tes en Israel serán maestros de la Ley como Moisés y
Moisés va a ser el que recibe la Ley de Dios mismo.
. que seré” o “Yo soy el que hago ser”. Algunos lo
Moisés fue depositado en el río con sumo cuidado
por su madre porque esperaba el milagro que se pro-
dujo. La hija del Faraón lo rescató y esto permitió
que el niño fuera a la par egipcio y hebreo. La edu-
cación del niño es a la par hebrea, pues lo amamanta
la propia madre hebrea, y egipcia pues se educa nada
menos que en la corte del Faraón. Así se podrá decir
de él mas tarde que era “educado en toda la sabidu-
ría de los egipcios” (Hechos de los Apóstoles v
7,22)
Vocación de Moisés
La vocación de Moisés se manifiesta ya en la pri-
mera acción que realiza, cuando defiende al hebreo
Éxodo 2,11-14. Esta acción tiene como consecuencia
su huida a Madián. Allí se concretará la llamada de
Dios.
Hay que notar que se destaca expresamente que
Dios ha tomado partido por el pueblo de esclavos:
Los israelitas, gimiendo bajo la servidumbre grita-
ron y su clamor, que brotaba del fondo de su escla-
vitud, subió a Dios. Oyó Dios sus gemidos y se acor-
dó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob
(Éxodo 2,23-24)
La llamada de Dios se realiza Cuando Dios se apa-
rece en la zarza ardiendo sin quemarse. Allí Dios da
una tarea a Moisés: Yo te envío al faraón para que
saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto (Éxo
3,10). Inmediatamente de la revelación del nombre
divino se le vuelve a dar la orden de liberar al pue-
blo (Éxodo 3,16-22); y cuando Moisés abandona
Madián para volver a Egipto, otra vez le da Dios la
orden de ir al faraón (Éxodo 4,21-23)
Moisés acepta la misión pero pone objeciones sin
parar. Pero por eso Dios va a mostrar que es más
fuerte que el Faraón y que los dioses de Egipto y
puede dar a Moisés poderes muy superiores a los que
tienen los sabios de Egipto.
Zarza que arde y no se consume
Dios se ha manifestado en una zarza como fuego
que arde y no destruye. Dios es fuego purificador.
Como el fuego purifica los metales, así Dios purifica
al hombre, haciendo que en él quede sólo lo auténti-
camente humano. Como el fuego espiritualiza las
cosas haciéndolas humo que sube, así el hombre al
contacto con el fuego divino se capacita para entrar
en contacto con Él. El fuego es uno de los signos
constantes en la S. E. para referirse a Dios.
El Nombre
La revelación del Nombre de Dios se hace como
respuesta a una objeción de Moisés. Un Dios sin
nombre parece que no es nada. Moisés quiere co-
nocer el Nombre de Dios para presentarlo como
alguien con poder. Dios da un nombre extraño. Es
como una evasiva. YHWH significa: “Yo soy el
entienden como si Dios dijera: “Me conoceréis por
lo que hago”. En cualquier caso el Nombre divino
revela a Dios pero a la par mantiene su profunda
diferencia y lejanía. Dios le dice a Moisés que no
tenga miedo, que él se mostrará poderoso en sus
acciones a favor de su pueblo, pero no revela ple-
namente su nombre porque es trascendente.
En el N. T. la revelación del nombre de Dios en
Jesucristo dará un paso adelante y Dios se mostrará
como Padre, dador de vida, acogedor y salvador,
como el que crea comunidad y, a la par, sigue tras-
cendente e inmanejable: Padre nuestro que estás
en el cielo.
¿Jehowah o Yahweh?
NOTA: El hebreo se escribe sin vocales. El nombre
de Dios en el Éxodo es YHWH y esta forma, según
la lingüís#ca hebrea, se debe leer Yahweh por las
siguientes razones:
• Por la forma grama#cal de la palabra que es
un causa#vo del verbo HYH
• Por su forma abreviada tal como aparece en
los nombres teóforos: Yo / Yahu (Yw/ Yhw) si
es al principio y Yah (Yh) si es al final
• Por las transcripciones del nombre con letras
griegas donde se ha encontrado la forma
“IABE”
La forma Yehowah nace de una técnica
bien conocida de los que pusieron las vocales en
los textos hebreos durante la Edad Media. Según
esa técnica se ponían a la palabra del texto las vo-
cales de las palabras que había que leer en vez de
las propias de la palabra escrita. Como querían que
se leyese 'Edonay (= mi Señor) pusieron las vocales
e o a; por lo que resultó: YeHoWaH.
Al no darse cuenta de esto, los traductores de las
biblias an#guas leyeron Jeová, que es una palabra
que no existe en el lenguaje hablado.
(Ten en cuenta que en castellano an#guo y en las
otras lenguas se pone J donde actualmente noso-
tros ponemos Y).
Como el nombre divino no se debe pronun-
ciar por respeto, en la lectura en voz alta donde
dice Yahweh, leemos “El Señor” Así lo hacía la LXX
y la Vulgata, y así lo hace La Biblia de la CEE
 LAS PLAGAS DE EGIPTO
Expresión consagrada, pero que el texto
sólo aplica en realidad a la décima plaga: las
nueve primeras plagas son “prodigios” o
“señales”, como las señales y prodigios de Ex
4; passim 7,9.
Así como estos prodigios tenían como fin
acreditar a Moisés ante los israelitas y ante el
Faraón, el fin de las plagas es acreditar a Yah-
weh, es decir, conseguir que el Faraón recono-
ciera su poder.
Las nueve primeras plagas se dis#nguen
de la décima por su esquema y también por su
vocabulario.
El relato concluye con la nega#va defini-
#va del Faraón a quien Moisés no volverá a
ver, 10,28-29; sólo queda la huida.
La historia prosigue con la persecución de
los fugi#vos y el milagro del mar. Ex 14. Esta
tradición del Éxodo huida era originariamente
independiente de la tradición de la décima pla-
ga, en la que los israelitas son arrojados de
Egipto, Éxo 12,31-333, Cf. 4,21; 6,1; 111,1.
Había más tradiciones acerca de estas
“señales”, Cf. Sal 78,43-51;105,27-36 hasta los
desarrollos de Sab 11,14-20; 16-18. Como es-
tas otras presentaciones, el relato de Éxo 7,14
– 10,29 es también una composición literaria.
Las plagas 3ª y 6ª pertenecen a la tradi-
ción sacerdotal; la distribución de las otras en-
tre las tradiciones yahwista y elohísta es dicil.
No hay que tratar de jus#ficar estos pro-
digios mediante la astronomía y las ciencias
naturales, pero el relato que de ellos se hace
se vale de fenómenos naturales que son cono-
cidos en Egipto y desconocidos en Pales#na (el
Nilo rojo, las ranas, el siroco negro) o que son
conocidos en Egipto y Pales#na (las langostas),
o incluso que son conocidos en Pales#na, pero
excepcionales en Egipto (el granizo). Sólo debe
retenerse la intención del relato, que hace bri-
llar a los ojos de los israelitas y del Faraón mis-
mo la omnipotencia de Yahweh.
Nota de la Biblia de Jerusalén a Éxodo 7,8
Se destaca que
• Dios tiene un plan de salvación que comienza
con la formación de un pueblo para que le sea
fiel.
• Cuando parece que el plan de Dios va a fraca-
sar, en los momentos difíciles, Dios hace surgir
un libertador utilizando como medio de salva-
ción lo mismo que estaba causando la perdi-
ción.
• A Dios no le es indiferente el sufrimiento de
los pobres.
• El libertador no es elegido por sus cualidades.
El protagonista de la salvación va a ser Dios.
Moisés y el Faraón
La confrontación de Moisés con el Faraón es en
realidad una confrontación de Dios con el poder de
este mundo.
El Faraón se niega a dar la libertad a Israel y
dios demuestra su poder con las diez plagas
Siguiendo la idea de la nota que copiamos en el
recuadro tenemos que indicar que aparecen diez
prodigios, nueve de los cuales incluyen castigo o
dolor para Egipto pero que no dañan a los israeli-
tas. Son:
1. El Nilo se convierte en sangre y mueren los
peces
2. Las ranas
3. Los mosquitos
4. Los tábanos
5. Muerte del ganado
6. Las úlceras
7. El granizo
8. La langosta
9. Las tinieblas
10. La muerte de los primogénitos
El Faraón no reconoció el nombre del Señor, pe-
ro Dios se muestra poderoso en sus obras a favor
de su pueblo. El poder del Faraón y de sus magos
es muy grande, su sabiduría es famosa en toda la
tierra, pero al final el poder del Señor se impone y
la sabiduría de los egipcios se muestra como tinie-
blas. Sap 17,1 – 18,4 es un excelente comentario a
esta plaga final.
La Pascua
El relato de la noche pascual (11,1 – 13,16 )es la
cumbre de la primera parte del libro del Éxodo.
 Es una de las grandes noches de la historia de la
salvación que preludia la noche de la Pasión y la no-
che de la Resurrección del Señor
El relato se compone de las siguientes partes:
11,1-10 Anuncio de la décima plaga
12,1-14 Institución de la fiesta de la pascua
12,15-20 Institución de la fiesta de los ácimos
12,21-28 Normas para la 1.ª fiesta de Pascua
12,29-30 La muerte de los primogénitos
12,31-33 Expulsión de los israelitas
12,34-42 Salida de Egipto.
Despojo de los Egipcios y los ácimos
12,43-51 La Ley de la Pascua y la salida de Egipto
13,1-16 Leyes sobre los primogénitos y los panes
ácimos.
Se trata de un conjunto legal con encuadre narrati-
vo. Se regulan las fiestas de la Pascua y de los áci-
mos y se dan normas sobre los primogénitos. Todo el
conjunto legal se justifica y se motiva con la acción
liberadora de Dios. Las costumbres de Israel no son
ritos mágicos sino respuestas a la actividad salvadora
de Dios. La vida del pueblo desde sus orígenes de-
pende de Dios y el Israelita tiene que reconocerlo en
la celebración y en la entrega de los primogénitos.
El paso del Mar Rojo.
El relato de Éxodo 13,17 – 14,31 es complejo y se
ven en él vueltas atrás, repeticiones e incoherencias.
Unas veces se habla de huida con persecución, otras
de expulsión y otras incluso de permiso para salir. De
todas maneras la salida ha sido lograda por la acción
de Dios y la persecución del faraón hasta el mar aca-
ba en el más estrepitoso fracaso. En el mar encuen-
tran su salvación los israelitas y su perdición los
egipcios. Con este prodigio se completan los prodi-
gios que demuestran que Dios es más poderoso que
el Faraón y que todos los dioses de Egipto.
Es una acción creadora: Dios domina las aguas, las
separa y aparece lo seco como en el relato de la crea-
ción. Se pasa de la noche de la angustia y la persecu-
ción al día en el que los israelitas ven los cadáveres
de sus enemigos y el horizonte de la libertad por de-
lante.
El camino por el desierto
Después del paso del mar Rojo con todos los pro-
digios que lo acompañaron, el pueblo empezó su ca-
mino por el desierto, un camino que habría de durar
cuarenta años. El camino de Israel hasta la Tierra
Prometida se cuenta en los libros del Éxodo, Le-
vítico y Números.
El relato tiene actualmente dos partes, una si-
tuada en el libro del Éxodo y otra en el libro de
los Números. Entre ambas partes va un gran blo-
que de leyes y algunos relatos que se sitúan junto
al monte Sinaí . Ese bloque abarca gran parte del
libro del Éxodo, el Levítico y los primeros capítu-
los de los Números.
Durante todo el camino Dios multiplicó sus
portentos y su amor mientras que el pueblo mos-
tró su debilidad y su terquedad.
Ya desde su salida de Egipto habían sido guia-
dos por Dios en figura de columna de nube co-
lumna de fuego que protegía, iluminaba y marca-
ba las etapas del camino.
Faltó enseguida el agua y la que encontraron en
Mará no era potable, pero Dios la hizo potable
mediante un madero para su pueblo.
El hambre y la carencia de víveres en el desier-
to provocaron nuevas protestas y Dios envió las
codornices y el maná, un pan milagroso, para
calmar el hambre de su pueblo. El relato del maná
sirve también para instar al pueblo a que guarde
el sábado como día de descanso.
De nuevo se rebela el pueblo por la sed en Re-
fidin. Aquí la intervención de Dios es más fuerte
porque también la rebeldía ha sido más profunda.
Un nuevo peligro amenazó a los israelitas: las
tribus amalecitas atacan a Israel que vence gra-
cias a la intervención de Dios que actúa a petición
de Moisés. Mientras Moisés con los brazos en
cruz suplicaba a Dios había victoria para Israel,
cuando Moisés no tenía los brazos levantados
vencía Amalec.
Una visita del suegro de Moisés, Jetró, a su
yerno es la ocasión para que los madianitas reco-
nozcan el poder de Yahweh al conocer los prodi-
gios realizados por Dios. Jetró ayuda a Moisés al
hacerle ver que debe dar una estructura social al
pueblo nombrando jueces que descarguen su tra-
bajo. La ocasión se aprovecha también para dar
instrucciones sobre las cualidades de los jueces.
TAREA.
Para completar este tema lee algunos
de los relatos del libro de los Números,
LA PRÓXIMA CLASE hablaremos de la
leyes. Puedes ir leyendo Éxodo 19-21, fi-
jándote especialmente en el decálogo que
también puedes encontrar en Deuterono-
mio 5,1-22. En esas leyes hay mucho de
aprovechable, pero no olvides que ya no
están vigentes. Nuestra Ley es Cristo mis-
mo en persona. Él es la plenitud de la Ley.
Hojea los libros del Éxodo, Leví#co,
Números y Deuteronomio y lee algunas de
las leyes que con#enen.

MAR MEDITERRÁNEO
EGIPTO
SINAI
Grandes ideas del relato de la Pascua.
El acontecimiento de la Pascua da origen al
Pueblo de Israel. El pueblo de Israel nace de un
acto creador de Dios que se elige un pueblo para que
le dé culto. Este acto creador aparece con claridad
en el dominio de Dios sobre las aguas.
Yahweh se identifica como el Dios de los pa-
triarcas y toda su acción salvadora aparece como
expresión de su fidelidad a las promesas que les
hizo. Dios es fiel.
Dios es más poderoso que los poderes de la tie-
rra personificados en el Faraón, y que los dioses de
los enemigos de Israel pues hasta el poderoso sol
(Ra) se vuelve tinieblas cuando Yahweh lo ordena.
La salvación de Dios es total. Los egipcios su-
fren la muerte de sus primogénitos, son despojados
de sus bienes y ven destruido su ejército.
Las fiestas en Israel, y en concreto la Pascua y
los Ácimos, son el recuerdo y la actualización de
los hechos salvadores de Dios, y carecen de cual-
quier carácter mágico ya que responden a un manda-
miento y a una necesidad de integrarse casi sacra-
mentalmente en la acción salvadora de Dios. Las
actitudes dominantes en las fiestas son la obedien-
cia, el agradecimiento y la actualización en el re-
cuerdo.
Los primogénitos son de Dios. La vida es de
Dios y el primer fruto de la vida le pertenece de una
manera especial. El reconocimiento de este hecho
se expresa con la oferta de los primogénitos a Dios
en sacrificio. Pero Dios no quiere sacrificios huma-
nos, por eso el primogénito del hombre ha de ser
sustituido por animales siempre.
La ruta del éxodo
Hay varias tradiciones que se
mezclan en lo relatos de la
Biblia. Las cuatro rutas alter-
na#vas que se suelen propo-
ner son más o menos las que
se indican en el mapa.
A par#r de Cadés las cuatro
rutas posibles coinciden
La ruta que va más al sur es
la que parece más ajustada al
texto actual de la Biblia y es
la que siguen las peregrina-
ciones actuales
Cristo murió y resucitó en la Pascua. Cristo es
el verdadero cordero pascual cuya sangre nos
libra de la condenación que merecen nuestros pe-
cados. Por eso la Pascua cristiana ya no es el re-
cuerdo de la salida de Egipto sino de la muerte y
resurrección del Señor.
Además en el paso del mar Rojo vemos un an-
ticipo del bautismo, ya que a través de las aguas
renacemos a una vida nueva.
ORACIÓN
Oh Dios, que has iluminado los prodigios
de los #empos an#guos con la luz del
Nuevo Testamento: el mar Rojo fue ima-
gen de la fuente bau#smal, y el pueblo
liberado de la esclavitud imagen de la fa-
milia cris#ana; concede que todos los
pueblos, elevados por su fe a la dignidad
de pueblo elegido, se regeneren por la
par#cipación de tu Espíritu. Te lo pedi-
mos por Jesucristo nuestro Señor
(Oración en la Vigilia Pascual)