Está en la página 1de 1

Jueves 2 de Octubre del 2012

¡QUÉDATE QUIETO!
by David Wilkerson
[May 19, 1931 - April 27, 2011]

Las tres palabras que más se escucha entre los cristianos en tiempos de crisis son: "Señor, ¡haz
algo!" Va en contra de nuestra naturaleza estar quieto y no hacer nada cuando enfrentamos
pruebas desconcertantes. De hecho, esperar pacientemente a que Dios actúe es probablemente la
cosa más difícil de la vida cristiana. Incluso los creyentes consagrados entran en pánico cuando el
Señor no se mueve de acuerdo a sus tiempos.

Constantemente damos fechas límite a de Dios y le ponemos plazos. Gritamos: "Señor, ¿cuándo
vas a hacer algo al respecto? ¡Si no actúas ahora, será demasiado tarde!" Pero Dios nunca esta
demasiado tarde. Él actúa siempre de acuerdo a su horario, no el nuestro.

Nuestro Dios está siempre en buscando en la tierra aquellos que confían en Él en toda situación
desesperada, de crisis y prueba. En efecto, Él a menudo nos lleva a situaciones que son críticas y
difíciles con el fin de ponernos a prueba. Él quiere ver si estamos dispuestos a quedarnos quietos y
esperar a que traiga liberación sobrenatural.

La Biblia dice muy claramente: "Los pasos del hombre son ordenados por el Señor, y él aprueba su
camino" (Salmo 37:23). La palabra hebrea para “ordenados” significa: "prestablecido, preparado
de antemano paso a paso, fijo, ordenado por Dios."

Esto significa que es Dios, no el diablo, quien nos lleva a lugares difíciles. Podemos clamar: "Señor,
¿por qué permites que mi crisis continúe?" Pero la verdad es que no sólo permitirá nuestra prueba
sino que lo hace deliberadamente con un propósito. Y eso es difícil de aceptar para nosotros.

Dios permite estas cosas difíciles en nuestras vidas con el fin de producir fe en nosotros. Él nos
está conformado en ejemplos piadosos de la fe, para ser su testimonio a los no creyentes en esta
era de impiedad.

Creo firmemente que cada paso que doy es ordenado por nuestro Padre Celestial y Él nunca me
llevaría al borde de una situación difícil sólo para abandonarme. Él no diría: "Bueno, David, te he
dirigido hasta este punto. Ahora estás por tu cuenta." ¡No! Dios es absolutamente fiel con Sus
hijos, en cada crisis. Él siempre nos está preguntando: "¿Serás uno de los que he estado buscando,
alguien que no cunda en pánico, que no me acuse de traicionar, abandonar y hacer daño a mis
hijos? ¿Vas a quedarte quieto en tu crisis y confiar en mí para ver lo que va a ocurrir?"

También podría gustarte