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La pedagogía critica según Henry Giroux

“Teoría que propone a través de la práctica, que los estudiantes alcanzan una conciencia crítica
dentro de su sociedad.”

La pedagogía crítica encuentra su sustento en la teoría crítica. Esta teoría inventó una nueva manera
de leer la realidad, capaz de responder a las problemáticas sociales del mundo moderno; esta
corriente se ha constituido en un punto de referencia en la búsqueda de una educación desde el
enfoque crítico. Surgió, entonces, la pedagogía crítica como una pedagogía respondiente, porque
implica una reacción generada desde una reflexión consciente y responsable.

Algunas de las CARACTERÍSTICAS que conforman esta teoría son:

- Es necesaria la formación de la autoconciencia para lograr crear un proceso de construcción de


significados apoyados en las experiencias personales.

- Está encaminada a la transformación social en beneficio de los más débiles. La educación debe
considerar las desigualdades sociales existentes en el mundo globalizado, así como adquirir un
compromiso con la justicia y la equidad.

- Debe permitir a los profesores, y a la comunidad educativa en general, identificar las limitaciones y
potenciar las capacidades de tal forma que éstas sean la base para la autosuperación.

Algunos de los elementos FUNDAMENTALES de la Pedagogía Crítica son:


- Participación
- Comunicación
- Humanización
- Transformación
- Contextualización

Es preciso aclarar lo que H. Giroux asume como contexto: espacio geográfico donde el individuo
realiza sus acciones; también contempla las redes de significados –espacios culturales que incluyen
elementos históricos, religiosos, sicológicos, ideológicos, etc.– que reconocen y aceptan los sujetos
que comparten un mismo espacio físico.

Lo que un individuo interioriza a través del proceso de socialización depende del contexto en el que
éste está inmerso (familiar, social, cultural y educativo). Cada individuo interactúa e interpreta de
diferente manera la realidad en la que vive; esta interpretación se basa en las representaciones
internas que construye. Según sean estas interpretaciones, así serán las actuaciones que realice; por
ello, un individuo es más competente en la medida en que sus representaciones internas favorecen una
mejor actuación sobre su vida.

“La educación debe tener presente estas relaciones y determinar cómo las condiciones
estructurales de la sociedad influyen en el proceso educativo.”

Me parece muy interesante esta pedagogía, ya que México se enfrenta ante una
encrucijada importante; que realmente se logre elevar el nivel educativo. Estoy
convencida de que los contenidos "mexicanos" de educación básica, son muy
buenos, pero la pedagogía que invite al desarrollo del "Pensamiento reflexivo"
(herramienta indispensable para lograr mejorar)estarán fundamentados en el
desarrollo del pensamiento crítico, de la educación de la conciencia que sólo es
posible lograr mediante el cuestionamiento constante y la posibilidad de que el
estudiante encuentre la aplicación de los conocimientos en la vida diaria. De otra
forma, se convierten en procesos de memorización ineficaces.
Henry A. Giroux

La pedagogía crítica ve la educación como una práctica política social y cultural, a


la vez que se plantea como objetivos centrales el cuestionamiento de las formas
de subordinación que crean inequidades, el rechazo a las relaciones de salón de
clases que descartan la diferencia y el rechazo a la subordinación del propósito de
la escolarización a consideraciones económicas. La conjunción de estas dos
fuentes teóricas permitió a Henry Giroux formular su planteamiento de la
Pedagogía Fronteriza (pf) o Pedagogía de los Límites

Los fines educativos en la Pedagogía Fronteriza Toda teoría educativa surge con
el objetivo de satisfacer ciertas necesidades en esa área y para tal propósito se
plantea una serie de fines educativos que delimitan su ámbito de intervención. La
Pedagogía Fronteriza establece como fines educativos centrales: desarrollar
formas de transgresión a partir de las cuales sea posible desafiar y redefinir los
límites existentes. Desarrollar condiciones en las que los estudiantes puedan leer
y escribir dentro y en contra de los códigos culturales existentes. Crear espacios
para producir nuevas formas de conocimiento, subjetividad e identidad.

 El contenido educativo en la Pedagogía Fronteriza

La Pedagogía Fronteriza reconoce el conocimiento y las capacidades como sus


principales contenidos educativos siempre y cuando permitan o generen “las
oportunidades de armar ruido, de ser irreverentes y vibrantes”

En ese sentido, el conocimiento, las destrezas y los valores se convierten en


contenidos educativos necesarios para que el alumno pueda negociar de manera
crítica los límites culturales que le ofrece la sociedad y, en consecuencia, para
proceder a transformar el mundo en que vive

 Los docentes en la Pedagogía Fronteriza

Para Giroux (2000) los docentes deben tener un control teórico de las formas en
que se construye la diferencia, ya que ésta puede adoptar diversas
representaciones y prácticas que nombran, legitiman, marginan y excluyen las
voces de los grupos subordinados.

Este control teórico permitirá al docente trabajar los contenidos educativos de


manera pertinente para el logro de los fines educativos ya esbozados, pero el
logro efectivo de tales fines exige que el docente se constituya en aquel que cruza
fronteras para legitimar la diferencia como una condición básica para entender los
límites del propio conocimiento.

Los alumnos en la Pedagogía Fronteriza Conforme la perspectiva de la Pedagogía


Fronteriza el alumno se debe concebir como el que cruza fronteras, como gente
que entra y sale de los límites construidos en torno a coordenadas de diferencia y
poder. Para tal fin debe ser capaz de escribir, hablar y escuchar en un lenguaje en
el que el significado se haga de múltiples acentos, sea disperso y se resista a
cierres permanentes.

A veces parece que solo podamos hablar de educación en positivo, pero Henry


Giroux pone nombre también a lo que queremos dejar atrás, y por esto habla de
«pedagogías de la represión». «La educación no procura solo empoderar a las
personas, la práctica de la libertad; bajo ciertas formas también puede procurar
matar la imaginación», asegura Giroux. «Vemos pedagogías que enseñan a
responder exámenes, basadas en estándares objetivos, que están diseñadas para
limitar la posibilidad de pensamiento crítico del alumnado.»

El sentido de la educación es realmente la producción de agencia, es establecer


qué narrativas produciremos que permitan al estudiante ampliar sus perspectivas
sobre el mundo y sobre la relación con los otros y consigo mismo. Partir de los
métodos es ignorar completamente cuestiones más fundamentales de la
educación: ideología, cultura, poder, autoridad… ¿Cómo se constituyen estos
elementos? ¿De qué forma hablan a un futuro determinado? Porque toda
educación es, de alguna forma u otra, una introducción al futuro, es una lucha
para establecer qué tipo de futuro queremos para la juventud. Los métodos
contienen una especie de silencio sobre las peores formas de represión, porque
niegan la misma idea de que los estudiantes están vivos.

La pedagogía crítica pone sobre la mesa que no hay una educación que se pueda
considerar ideológicamente neutral, sino que la noción de neutralidad esconde lo
que realmente implica la educación.

Esta defensa de una neutralidad siempre me ha parecido la base para un tipo de


política fascista, porque esconde el rol ideológico de la educación, el rol que
juega a la hora de producir formas particulares de conocimiento, de poder, de
valores sociales, de agencia, de narrativas sobre el mundo… Es imposible que la
educación sea neutral, y quien defiende que debe serlo lo que está diciendo es
que nadie debe rendir cuentas de ella, que las personas que producen esta forma
de educación se vuelven invisibles cuando dicen que es neutral. Por lo tanto, no
puedes identificar los procesos ideológicos, políticos, de poder. Esto es
precisamente lo que quieren, porque, en sus peores formas, el poder se hace
invisible, y la noción de que la educación es neutral es una forma de hacer que
las personas que tienen el poder se vuelvan invisibles y que no podamos
identificar la propaganda.

No obstante, el profesor se muestra esperanzado, sobretodo en lo que concierne a


las nuevas generaciones. Giroux denuncia que actualmente vivimos una guerra
contra la juventud, de entrada «porque la juventud es una inversión a largo plazo,
y el neoliberalismo se basa en inversiones a corto plazo». Habla de tres guerras:
una basada en la criminalización de la juventud; otra comercial, que les dice que
deberían definirse a través de mercancías; y una de vigilancia, en la que «les
están haciendo creer que pueden perder derechos en nombre de la seguridad».

En tiempos de incertidumbre, Henry Giroux envía un mensaje a las personas más


jóvenes:

Los momentos de incertidumbre pueden ser de gran ansiedad, pero también de


grandes oportunidades. Tiempos para repensar el lenguaje de la política, de la
lucha, de la solidaridad. El poder no es exclusivamente dominación. También es
resistencia. La gente joven tiene mucho poder. Pueden detener la sociedades,
pueden bloquear las calles, participar en acciones directas, educar a los padres…
Son una fuerza política muy potente y lo que tienen que hacer es reconocer esta
potencia. Tienen que actuar, porque un discurso de la ansiedad debe dar paso a
un discurso de la crítica, y este, a su vez, debe dar paso a un discurso de las
posibilidades. Y un discurso de las posibilidades significa que puedes imaginar
un futuro muy distinto del presente.
La presente monografía es un acercamiento a la obra política y pedagógica de Henry
Giroux desde 1983, fecha de publicación del libro Teoría y resistencia en educación: una
pedagogía para la oposición (edición en español), hasta los textos desarrollados a
principios de siglo XXI, entre ellos, cultura, política y práctica educativa. Específicamente, el
proyecto presenta tres momentos claves que bajo el halo del análisis monográfico y en el
marco de la Pedagogía Crítica Norteamericana destaca: 1. Pedagogía Radical (primer
momento), 2. Pedagogía Fronteriza (segundo momento) y 3. Pedagogía Performativa
(tercer momento); en donde se conceptualiza el carácter pedagógico de la Teoría (critica)
Educativa de Giroux en lectura clave al Horizonte conceptual de la pedagogía (Zuluaga,
1999) y a las Tradiciones pedagógicas (Noguera, 2012).

Editorial

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