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García Brunelli, Paula - La Crítica de La Crítica
García Brunelli, Paula - La Crítica de La Crítica
La Niña Santa
Equipo Técnico
Intérpretes
Sinopsis
Amalia es una joven que vive en un hotel junto a su madre Helena y su tío
Fredy. Allí mismo tiene clases de religión junto a su mejor amiga Josefina,
quienes están buscando su misión y su vocación con Dios. Con ella comparte
todo en su vida.
En el hotel se organiza un congreso de medicina. El Doctor Jano es uno de
los tantos médicos que se quedaran allí por el fin de semana. Helena se
siente atraída por este médico, a quien conocía de sus épocas de estudiante
pero no recordaba.
Una tarde, en una representación callejera de un músico, Jose y Amalia
están junto a una multitud observándolo. Es allí que llega Jano, que sin
conocer quien es Amalia, apoya su cuerpo sobre el de ella. Amalia se
sorprende pero no se mueve.
Al regresar al hotel, conversando con la madre, se da cuenta que Jano está
hospedado en el hotel también. Entonces comienza a perseguirlo a
escondidas.
Mientras tanto, los sentimientos prohibidos entre Helena y Jano crecen,
pero se mantienen reprimidos.
Otra tarde dentro de la multitud que observa al músico, Amalia ve acercarse
al Doctor Jano. Es allí que se ubica apropósito delante de él, lo mismo vuelve
a ocurrir, pero esta vez Amalia toca su mano, se da vuelta y el Dr. asustado
y nervioso, se escabulle entre la multitud. Helena lo sigue hasta la
habitación, Jano le da plata para que se tome un remis y le pide que no
vuelva al hotel.
Luego, dentro del hotel Helena presenta a Amalia al Dr. Jano, allí él se da
cuenta de la gravedad de la situación en la que se ve envuelto. Amalia lo
sigue nuevamente hasta la habitación. Allí Jano le promete confesarle todo
a su madre.
Decoupage
Los planos que nos introducen nuevos personajes en el comedor del hotel
están en su mayoría en teleobjetivo, sacando de foco todo lo que está por
detrás. En la banda sonora escuchamos sonidos que provienen de fuera de
cuadro de interferencias de un micrófono, lo que da a entender que la
conferencia de los médicos está por comenzar.
Cuando las chicas están en la calle escuchando al músico, el rostro de
Amalia Se ilumina diferenciándola de todas las demás personas. Es una
iluminación cálida, como si fuera angelical, lo que remarca que ella es la
Niña Santa de la película. La misma iluminación se vuelve a remarcar
cuando el Dr. Jano se apoya en su cuerpo y ella se queda inmóvil. Lo mismo
sucede cuando la chica va al cuarto de su madre y se tira en la cama; su
rostro queda iluminado por la luz solar que entra por la ventana, mientras
que el de su madre queda en las penumbras de la habitación.
Jano está hablando por teléfono en la cabina telefónica del hotel, con su
mujer. El plano muestra el pecho de él y su boca y el tubo del teléfono, su
mano muestra el anillo de casado.
Luego una subjetiva de él desde la cabina, nos deja ver a Amalia que sube
las escaleras.
Un plano fijo de la puerta de hotel desde adentro nos permite ver el ingreso
de Josefina junto a su familia que vienen a contarle a helena lo ocurrido.
Escuchamos la voz de la mamá de Jose fuera de cuadro, el plano se queda
allí y vemos ingresar a la esposa de Jano con sus hijos.
Hipótesis
Análisis
Encuadres
La película se caracteriza por tener en su mayoría encuadres cerrados con
una composición no marcadamente centrada. Los encuadres cerrados, con
sus primeros o primerísimos primeros planos, nos acercan al relato y a los
personajes.
Por lo general, los planos de Amalia y Josefina compartiendo secretos juntas
nos las muestran en planos cortos, una muy cerca de la otra. De esta
manera, se presiente esa amistad como un lazo muy fuerte que resulta
irrompible. Es el caso de todos los cuchicheos de ambas en las clases de
religión, cuando comentan la vida sexual de su profesora, o los planos de las
chicas descansando en la lavandería del hotel que conversan sobre el Plan
Divino, o el momento en el que Amalia le confiesa a Jose que un doctor
abusó de ella y Jose la consuela en su llanto, o en las miradas cómplices que
tienen en el almuerzo con su madre en el hotel.
Todos estos encuadres, remarcan la importancia de las miradas en los
personajes; Amalia y Jose se conocen tan bien que con una simple mirada se
comprenden, y eso logra transmitirse con este tipo de planos.
Amalia camina por los pasillos del hotel y la cámara la sigue por detrás,
haciéndose cómplice y espía de sus movimientos y acciones.
La banda sonora
La banda sonora colabora para introducirnos en el mundo cotidiano del
hotel con los murmullos, ruidos de cubiertos y cacerolas en la cocina,
teléfonos que suenan, los micrófonos del congreso que acoplan, los aplausos
de los presentes en el mismo, los ruidos de las llaves de las habitaciones, los
niños corriendo, etc. Todos estos sonidos nos involucran con la vida en el
hotel.
Los sonidos del agua de la piscina termal son claros. Cuando Helena se mete
en la piscina, escuchamos con mucha claridad el ruido del agua Y mientras
ella se toca el oído que le zumba, nosotros no podemos escuchar más que los
sonidos del agua producidos por sus movimientos, es aquí que por asociación
suponemos que tiene problemas en el oído por haber saltado de trampolines
durante tantos años.
También son claros los sonidos cuando Amalia y Jose nadan al final del film;
o cuando el Doctor Jano descansa en la piscina y descubre que Amalia lo
observa. Él realiza un movimiento un tanto brusco, en reacción a su
sorpresa y solo escuchamos el agua y sonido ambiente.
En esa misma escena que Amalia lo espía, ella está oculta detrás de un
plástico transparente y golpea su anillo contra el caño que lo sostiene. Ese
Helena baila frente al espejo de forma muy sensual un tema que menciona a
una gitana. Aparentemente la música es extradiegética porque no se
escucha sonido ambiente. Pero al ingresar Carmen a la habitación y apagar
el reproductor de música, nos damos cuenta que era el tema que Helena
bailaba. Al parecer extradiegética, logran introducirnos aún más en el
mundo de sensualidad de Helena.
Los prolongados silencios entre personajes no son temidos en el relato.
Existen silencios entre Jose y Amalia; entre Helena y su hermano o Jano;
entre Amalia y Jano también.
En los momentos en los que estos surgen, las miradas entre personajes
refuerzan esa ausencia de diálogo y narran junto a la imagen.
Arte
El arte está trabajado minuciosamente para subrayar elementos del relato.
El vestuario de Helena es siempre sensual. Desde sus vestidos, hasta su
camisón, su traje de baño, su bata azul en la piscina. Todo refuerza la
Iluminación
La iluminación en esta última escena colabora para resaltar los temas
tocados por las chicas, siendo clara y bastante luminosa. Es una escena muy
iluminada que a veces parece casi celestial o no terrenal.
Montaje
Con respecto al montaje, en varias oportunidades las escenas quedan
“inconclusas”. Es el caso de la escena de las chicas corriendo entre la
vegetación. No vemos dónde aparecen luego de escapar de allí, ni lo que
hacen. La acción termina allí, pero es aceptada por el espectador como un
momento de tensión que luego se distensiona en la escena siguiente.
Existen tomas largas con ritmos lentos. Estas tomas no aburren, por el
contrario imprimen suspenso. Por ejemplo, las caminatas de Amalia por los
pasillos del hotel. Los primeros planos de Jano al sentirse observado. Los
planos de Amalia pensativa en la lavandería.
Otros casos muestran planos largos, pero hay acción continuamente. Es
decir, lo que se podría haber mostrado por cortes en varios planos, se
muestra solo en uno compuesto de manera tal que todo lo relatado esté
siempre encuadrado de la forma necesaria para no perder importancia.
Por ejemplo, cuando Jano ve a Helena de espaldas parada sobre una tabla.
Aquí el plano es largo y luego un espejo aparece en cuadro impidiéndonos
verla a ella. Recién ahí por corte volvemos a Jano.
Otro ejemplo que se puede citar es el de Helena conversando en la cocina con
la hija de Carmen comentándole sobre Jano. Se ven múltiples acciones en el
cuadro, movimientos de personajes y de pronto la puerta de la cocina se
abre, Helena le señala a esta chica la ubicación de Jano y como en un
montaje en profundidad, lo vemos al Doctor conversando con otros,
enmarcado por el marco de la puerta de la cocina. Es un breve instante,
porque la puerta se cierra rápidamente.
Como observación aparte, dentro del montaje como elemento que enriquece
al relato; quisiera mencionar algunas tomas que se insertaron en medio de
otras situaciones y que agregan un nuevo condimento al relato.
Me refiero a todas aquellas tomas que están relacionadas con el cabello y el
shampoo. Son tomas que se encuentran dentro de una escena que tiene una
intención en la narración y de repente surgen los diálogos y tomas que se
refieren a esto.
Por ejemplo; en la primera aparición de Helena en el comedor, al finalizar la
conversación con Carmen sobre su ex esposo, una nueva y última toma de
Helena nos la muestra comentando lo feo que le queda el cabello con el
shampoo del hotel.
En todos los casos aquí mencionados, ya sea por el shampoo, como por los
piojos o el desodorante; todos ellos son elementos que se introducen a través
del montaje en momentos donde la acción es “pecaminosa”, incorrecta o
“impura” y mediante estos 3 elementos se pretende o remarcar eso –con los
piojos- o intentar “limpiarlo” o purificarlo con el shampoo o el desodorante.
Crítica 1
6/05/2004
Diego Lerer. dlerer@clarin.com
La niña santa
Dios los cría y ellos se juntan
"La niña santa", de Lucrecia Martel, es un fascinante relato sobre tres seres
atormentados por el deseo.
Drama (ARG-ALE-FRA, 2004)
103 MIN / SAM 13
DIRECCION LUCRECIA MARTEL
INTERPRETES MERCEDES MORAN, CARLOS BELLOSO, ALEJANDRO URDAPILLETA,
MARIA ALCHE
SALAS ABASTO, VILLAGE RECOLETA
MUY BUENA
Dios nos llama, esa es la vocación", le dice Inés, la chica de la parroquia, a Amalia y a
su amiga Josefina. "Señora Helena, tiene un llamado", le insiste el mozo a la dueña del
hotel, que nunca quiere atender a la mujer de su ex marido que está embarazada de
mellizos. "¡Llamá a tus hijos! Al menos para los cumpleaños", le repite Helena a su
hermano, Freddy, que sabe poco y nada de ellos desde que se fueron con la chilena.
La niña santa está llena de llamados que nadie atiende, personas que oyen pero no
escuchan, y ruidos misteriosos que surgen de la nada. Está el theremin, un aparato que
emite sonidos ululantes con sólo atravesar con la mano un campo magnético. Está Helena
(Morán), que escucha un ruidito extraño en su oído derecho. Y Amalia (María Alche), a
la que Dios y la carne llaman a la vez, algo que en esa instancia extraña llamada
adolescencia puede confundir a cualquiera.
La chica, sugestionada como está con la prédica de Inés ("estamos aquí para salvar y
ser salvados") ve su objetivo en el doctor: salvarlo será su misión. Así, el hombre pasa a
convertirse en súbito objeto de deseo. Pero no será la única: Helena, su madre, también
se interesa por el Dr. Jano. Y el hombre, casado y con su esposa a punto de venir,
deberá encontrar una salida para esta revolución hormonal que parece haber liberado
en el hotel.
No son los únicos, claro. El Dr. Vesalio corre promotoras por los pasillos, Josefina
encuentra la manera de hacerlo con su primo sin perder su preciada virginidad, y hasta
hay gente que cae desnuda de los techos como si tal cosa.
Acaso como nadie en el cine argentino actual, Martel habla y escribe con la cámara.
Cada escena de La niña... es un entramado de voces, miradas y gestos capaces de
generar infinidad de sentidos simultáneos. El guión y la puesta en escena son de un
grado de perfección tal que pueden llegar a resultar calculados por su inequívoca
precisión temática, pero que, como en toda receta magistral, siempre se encuentra en
ella algo nuevo para saborear.
Hay algo de prisión (física y temática) que agobia a los personajes de La niña..., a
quienes por momentos se ve como peones de un juego que los excede. Pero el talento
de Martel está en encontrar en cada uno de ellos —en el despertar sexual de Amalia y
Josefina, en la confusión de Jano, en el inesperado renacer de Helena, en la tristeza
negada de Freddy— la suficiente empatía y comprensión como para que el espectador
los siga hacia las extrañas zonas en las que se internan, sin juzgarlos jamás por sus
actos.
La niña... invita a pensar que recién estamos empezando a recorrer el universo Martel, y
que ese universo —como los pasillos y salones de este enorme y retorcido hotel— nos
deparará sorpresas y secretos detrás de cada puerta. Sorpresas y secretos que, como
el intrigante sonido del theremin, están delante de los ojos pero no se ven. O no se
quieren mirar.
Decoupage
Elementos formales
Drama. Clasifica con un género al film
La narración….un relato de suspenso. Error de conceptos
Una cuota de humor casi surreal, buñueliana. Encuentra similitudes con vanguardias
Ni jugar al juego del género. Se contradice, primero habla del género y luego lo refuta
Se aleja por completo del realismo. Vuelve a comparar con vanguardias.
El guión y la puesta en escena- precisión temática. Hace mención a esto, pero no
fundamenta ni la puesta en escena, ni aclara el tema del film.
Empatía y comprensión para que espectador los siga sin juzgarlos jamás por sus actos.
Involucra la opinión del espectador
Habla y escribe con la cámara, generar infinidad de sentidos simultáneos. Menciona la
cámara y lo que los encuadres pueden generar, pero no describe cómo fue utilizada.
Adjetivos, metáforas, errores
MUY BUENA Califica al film. No brinda un análisis válido y contundente.
Fascinante relato… atormentados por el deseo. Le otorga un adjetivo al relato. Es
erróneo el tema del film.
Más pícaro e interesante. Nuevamente otorga adjetivos al relato
Llamado más mundano. Adjetivo para excusar la actitud del personaje
Altamente receptiva Amalia, sugestionada. Adjetivo para excusar la actitud del
personaje
Revolución hormonal. Otorga adjetivos al relato
Su preciada virginidad. Adjetivo.
Explosivo brebaje. Metafórico
Tan fascinante y arriesgada Adjetivo
Una atmósfera de creciente enrarecimiento. Otorga adjetivo al clima del film
El omnipresente perfume del desamparo. Metafórico
Su inequívoca. Adjetivo otorgado al relato de la directora
Peones de un juego que los excede. Metafórico
Extrañas zonas. Adjetivo para acciones de los personajes
Universo Martel. ¿Existe?
Receta magistral. Metáfora hacia el trabajo en el relato
Temas
De llamados que nadie atiende, personas que oyen pero no escuchan, y ruidos
misteriosos que surgen de la nada
Dios y la carne llaman a la vez
Adolescencia puede confundir a cualquiera
Histeria y masturbación,
Deparará sorpresas y secretos
Están delante de los ojos pero no se ven
Dios los cría y ellos se juntan
Según el crítico, estos son los temas abordados en el relato.
Crítica 2
6/05/2004 ESPECTACULOS
Por Luciano Monteagudo
Casi como si no hubieran transcurrido cuatro años entre una y otra, La niña santa parece
empezar allí donde terminaba La ciénaga. La deslumbrante ópera prima de Lucrecia
Martel concluía de manera enigmática, inquietante, con dos adolescentes refiriéndose a
un milagro improbable: “Fui donde se aparecía la Virgen”, decía una, con desgano. Y
ella misma, ante el brumoso silencio de la otra, confirmaba: “No vi nada”.
Ahora, en el inicio de La niña santa –el extraordinario segundo film de Martel, que la
semana próxima estará en competencia en el Festival de Cannes, otras dos adolescentes
salteñas (¿las mismas, crecidas?) asisten a una reunión parroquial de reflexión católica.
La hermosa joven a cargo del grupo entona una canción religiosa y se le llenan los ojos
de lágrimas. Pero para Amalia y Josefina –16 o 17 años, con esa maldad típica de la
adolescencia, la causa quizás es la falta de aire. “No le irriga bien el cerebro”,
cuchichean, mientras al mismo tiempo que tratan de descifrar el Plan Divino se preguntan
por los besos de lengua.
Se diría que esos malentendidos, esos equívocos entre lo místico y lo erótico –lo místico
que se hace erótico y lo erótico que se convierte en místico son un elemento constitutivo
de La niña santa, un film menos oscuro, con más humor que La ciénaga, pero igualmente
rico, complejo y siempre subversivo, perturbador. Hay una contaminación evidente entre
ambas esferas que es la que alimenta un relato coral, pleno de personajes, de
digresiones y de anécdotas, pero aun así de una rara, indoblegable coherencia, que
habla del mundo propio, de la visión intransferible de Martel como cineasta.
Las chicas están preocupadas: se las interroga por la Vocación, por la tentación del
Diablo, por el llamado de Dios y no saben cómo y cuándo distinguir esas señales, las
que por otra parte –con esa urgencia propia de su edad– no tienen tiempo de esperar.
Están ansiosas por descubrirlas ya, ahora, y Amalia (María Alché) no tarda en hallar esa
revelación. En una pequeña aglomeración de pueblo, mientras todos presencian el
prodigio de un extraño instrumento capaz de producir sonidos a partir de una ejecución
intangible (que opera por señales de audio), un hombre maduro, de aspecto
irreprochable, la roza sexualmente. “Creo que ya encontré mi misión, tuve una señal”, le
confesará excitada luego a Josefina (Julieta Zylberberg). A través de un incierto
llamado de la carne, Amalia cree haber escuchado su voz: decidirá salvar del pecado a
ese hombre.
Y resulta que ese hombre también cree en voces, pero otras. “Por lo general, la gente
escucha cosas”, dice el doctor Jano (Carlos Belloso). Es un eminente otorrinolaringólogo
que asiste a un congreso médico en el tradicional Hotel Termas, administrado por
Helena (Mercedes Morán) y su familia. El es casado, con hijos; ella es separada, y se
intuye una vaga atracción entre ambos. Lo que no sabe el bifronte doctor Jano es que
aquella adolescente a la que “molestó” en el pueblo es la hija de Helena y que la chica
vive con su madre y con su tío (Alejandro Urdapilleta) en el mismo hotel en que se
desarrolla el congreso.
La niña santa es un film de rostros, de miradas, hecho de primeros planos: de planos
estrechos, cerrados, múltiples en situaciones, siempre abigarrados en personajes. Hay
una concupiscencia en la imagen, una sensualidad que expresa todo un universo
sensorial, donde hasta los olores parecen materializarse: olor a toallas limpias, a
plancha caliente, a cuarto cerrado, a sábanas arrugadas, a cloro de pileta, a perfume
de azahares.
Pero La niña santa es también, sobre todo, un film de sonidos: de susurros, de rezos, de
diminutivos, de chicharras, de zumbidos, de acoples, de interferencias. Son expresiones
quizá de un mundo librado a su propio, misterioso orden, un mundo hecho de
eventualidades, de imprevistos, de una estructura jamás lineal ni predeterminada.
Las interrupciones, los cortes, las cisuras son permanentes en el virtuoso film de Martel –
casi todos los diálogos quedan truncos–, y esas discontinuidades parecen hablar de una
concepción en la que el bien, el mal y la culpa no alcanzan a tener un lugar. En su
reemplazo, hay en cambio –como ya había en La Cienaga una permanente circulación
del deseo, unas corrientes ocultas, una fiebre indeterminada pero paradójicamente muy
vital. Esa fiebre, esa energía, parece ser el verdadero motor de Amalia y Josefina, dos
adolescentes que –sin siquiera proponérselo, mientras disfrutan de la felicidad de un
chapuzón en la pileta y de un lejano aroma a flores– son capaces de hacer estallar la
realidad que las rodea.
Decoupage
Elementos formales
Los cortes son permanentes
Estructura jamás lineal ni predeterminada
Un film de sonidos
Los olores parecen materializarse
Expresa todo un universo sensorial
Concupiscencia en la imagen
Planos estrechos, cerrados
Un film de rostros, de miradas
Los diálogos quedan truncos
Menciona algunos aspectos de los elementos formales, pero no profundiza
Adjetivos, errores
Extraordinaria película. Adjetivo para calificar a la película
Irónica fábula moral Nuevamente
Extraordinario segundo film de Martel Nuevamente
(¿Las mismas, crecidas? Está siendo metafórico
Film menos oscuro, con más humor. Compara con el film anterior
Igualmente rico, complejo y siempre subversivo, perturbador Adjetivos para el film
Rara, indoblegable coherencia Adjetivos
Incierto llamado de la carne Metáfora
Ese hombre también cree en voces Error de comprensión del relato
Vaga atracción entre ambos La atracción es más que clara
Bifronte doctor. Otorga adjetivos para describir al personaje
Crítica 3
La Nación 06/05/2004
Diego Batlle
Un puñado de cortos (entre ellos, el aclamado "Rey muerto") y dos largometrajes como
"La ciénaga" (premiado en Berlín) y "La niña santa" (próximo a competir en Cannes) le
han bastado a esta guionista y directora salteña de 37 años para construir un universo
con temas, personajes, mirada, estética y códigos tan propios como reconocibles: en este
sentido, basta sólo uno de sus exquisitos planos para identificar el inconfundible,
provocativo e inquietante mundo marteliano.
En "La niña santa", la realizadora vuelve al relato coral, pero esta vez con un
decadente hotel como marco. En las amplias habitaciones, los pasillos, los salones y la
pileta de aguas termales conviven su dueña Helena (Mercedes Morán), su hermano
Freddy (Alejandro Urdapilleta), su hija Amalia (María Alché) y los empleados, con los
La precisión de Martel para la puesta en escena, para buscar en cada gesto de sus
actores el sentido y la convicción que ella requiere, son síntomas de la temprana
madurez de una directora convencida y consustanciada con el poder de encantamiento
y la fuerza dramática de su cine. La promiscuidad, la confusión de la pubertad, la
vocación religiosa, la intimidad entre amigos y familiares o la complicidad entre madre
e hija son otros temas que recorren el imaginativo y climático universo de "La niña
santa", una película de estructura más convencional y accesible, con mayor construcción
del suspenso, más calculada y diseñada (sobreescrita) y con un poco menos de espacio
para el vuelo y la inspiración que "La ciénaga".
Decoupage
Errores, adjetivos
Muy buena. Otorga una calificación
Con extrema sensibilidad, talento y naturalidad Opina sobre el trabajo de la directora
Sus exquisitos. Adjetivos
Inquietante mundo marteliano Utiliza metáforas
Su dueña Helena. Es un error, la dueña es Carmen
La curiosidad insaciable. Adjetivos
Poder de encantamiento y la fuerza dramática de su cine. Adjetivos
Construcción del suspenso Habla de géneros
Inagotable imaginación. Adjetivos
Una mente brillante, una rara avis del cine. Adjetivos
Temas
Intimidades de sus personajes
Erotismo
Entre dos miradas
Relato coral
Fascinarse tanto por la madre como por la hija.
Mundo cerrado del hotel el despertar sexual
Llamado místico
Seducción y la represión
Celos y el morbo
Lúdico y lo macabro
Promiscuidad, la confusión de la pubertad, la vocación religiosa, la intimidad entre
amigos
Elementos formales
Transmitir la diversidad de sensaciones. ¿Cómo se transmiten?
Mirada, estética y códigos tan propios ¿Cuáles son esos códigos propios?
Precisión puesta en escena. No aclara, ni profundiza
Buscar en cada gesto el sentido. ¿Cómo lo logra?
Estructura más convencional y accesible ¿Por qué “accesible?
Más calculada y diseñada. No aclara en qué aspectos
Talento del veterano fotógrafo. Puede ser talentoso, pero cómo lo demuestra en el film?
Equipo de sonido y de la directora de arte potenciar el enorme sentido visual ¿Cómo?
Trabajo en equipo capaz de dotar a cada imagen de una carga sugestiva ¿De qué
forma?
Hipótesis
Análisis
Para comenzar con este analisis voy a citar esta frase de una de las críticas.
Dios los cría y ellos se juntan
Se refiere a los seres humanos en general; entre ellos –los que aparecen en el film-
podemos mencionar a los médicos, a las jóvenes con vocación religiosa y a las mujeres
deseosas de hombres.
Un sistema que confía en que Dios ha dispuesto todo en forma de plan, ha organizado las cosas
hacia un fin.
Pero cuando, por distintos caminos, alguien llega a la conclusión que tal Arquitecto no existe, el
mundo se revela en su injustificada existencia. Es inevitable sentir cierto desamparo. Y es el
desamparo divino, el abandono de las criaturas a su suerte, sobre lo que he preferido construir
mi propio pensamiento. La Ciénaga, La Niña Santa, giran en torno a eso. Lo religioso es una
cuestión extremadamente actual para mí. Nos obliga a pensar en nosotros, abandonados en
esta tierra a nuestras propias guerras, a nuestras propias cárceles, sin embargo, capaces de ser
inmensamente libres.” *(1)
Con respecto a esto, una de las críticas expone una línea de Amalia “Creo que ya
encontré mi misión, tuve una señal”. Amalia confía en ese plan que Dios ha dispuesto y
que tiende hacia un fin. El suyo: ayudar al Doctor Jano. Es por ello que también citan a
Amalia como una altamente receptiva Amalia, sugestionada, porque ella cree entender
que su misión es esa pero para llevarla a cabo deber permitir cierto “acoso” por parte
del Doctor. Pero esa organización divina lleva a que lo místico se vuelva erótico –como
mencionan los críticos- . Y en el momento en el que –según Martel- se siente el
desamparo divino, es allí cuando Dios y la carne llaman a la vez en un llamado más
mundano que logra transmitir la diversidad de sensaciones como empatía y comprensión
para que espectador siga a los personajes sin juzgarlos jamás por sus actos.
“Hay algo entre la medicina y la santidad que me interesa. Los cuerpos enfermos y los cuerpos
sanos. Los santos enfermos de santidad y sus milagros de sanación. El médico del alma. Los
pobres en general, que amenazan con sus monstruosas carencias.
El alma y el cuerpo, tantas veces separados para ser santos, volvieron a reunirse en el mal.
Lo religioso es una cuestión extremadamente actual, que inunda toda cultura y nos obliga a
pensar en nosotros, los hombres, aquí, abandonados en esta tierra, a nuestras propias guerras, a
nuestras propias cárceles, ¿no deberíamos intentar establecer un pacto entre nosotros, para
organizar este mundo del modo que nos parezca mejor para la felicidad de todos, sin intentar
hacernos iguales? “*(1)
*(1) http://www.laninasanta.com/entrevista.html
El Abrazo Partido
Año: 2004
Argentina - España - Francia - Italia
Duración: 99 minutos
Color
Equipo Técnico
Dirección: Daniel Burman
Guión: Daniel Burman y Marcelo Birmajer
Producción ejecutiva: Diego Dubcovsky
Dirección de producción: Sebastián Ponce
Jefe de Producción: Luis Bernardez
Fotografía: Ramiro Aisenson
Dirección de arte: María Eugenia Sueiro
Sonido: Martín Grignaschi
Asistente de producción: Paola Scagnet
Meritorio de producción: Marcelo Martínez
Ayudante de dirección: Magdalena Cernadas y Genoveva Ayala Kapustín
2do asistente de cámara: Fernando Blanc
Gaffer: Daniel Ciurleo
Utilero: Luciano Rípodas
Armado de Bandas: Nerina Grisel Valido
Edición de banda sonora: Nerina Grisel Valido
Intérpretes
Daniel Hendler: Ariel Makaroff
Diego Korol: Mitelman
Melina Petriella: Estela
Sergio Boris: Joseph Makaroff
Adriana Aizemberg: Sonia Makaroff
Jorge D'Elía: Elías Makaroff
Rosita Londner: Abuela de Ariel
Silvina Bosco: Rita
Isaac Fajn
Atilio Pozzobón
Daniel Kargieman
Francisco Pinto
Juan Minujín
Norman Erlich
Salo Pasik
Mónica Cabrera: Peluquera italiana
Sinopsis
Ariel, un joven de unos 27 años, es el hermano menor de una familia judía. Ayuda a
su madre, Sonia, en la mercería en la que trabaja dentro de una galería del barrio de
Once.
Su padre, Elías, partió a Israel luego de la circuncisión de Ariel, y éste no comprende
los motivos por lo que pregunta a todos los integrantes de la familia –su hermano
Joseph, su abuela- y algunos amigos que conocieron a su padre cuáles fueron los
motivos de dicha partida.
Al no encontrar una respuesta que lo satisfaga y percibir las evasiones a sus
preguntas, se dispone a tramitar el pasaporte polaco para viajar a Europa y tal vez
visitar a su padre para cerrar su historia.
Ariel vive un momento de introspección, de búsqueda de su pasado. Mientras intenta
atar cabos, los días de su vida transcurren en la calle y en la galería donde tiene una
relación amorosa con Rita, quien aparentemente trabaja en un ciber junto a su
marido –un hombre bastante mayor que ella-.
Una tarde se organiza una carrera dentro de los comerciantes de la galería. Ariel
asiste para verla y se encuentra allí con un hombre que luego va a descubrir, es su
padre que ha regresado de Israel manco como consecuencia de la guerra de Yom
Kippur.
Sería el momento ideal para aclarar todas aquellas preguntas que acumuló con el
transcurso de los años. Pero en lugar de enfrentar a su padre, el rencor lo impulsa a
escapar al encuentro con él.
Hasta que finalmente, una tarde va a la mercería de su mamá y allí se topa con su
padre a quien agrede verbalmente. Luego que el padre se retira, Sonia finalmente le
confiesa lo que había ocurrido tantos años atrás –ella le fue infiel a su marido con
otro comerciante de la galería y fue por eso que Elías huyó a Israel, porque no supo
como manejar la situación-. Ariel desconcertado, ahora duda de quién es su
verdadero padre.
Más tarde, logra tener una conversación con Elías quien le confiesa que viajó para
comprar el local –casi en quiebra- del hombre que estuvo con su mujer, y que
pretende quedarse en la Argentina para poder estar con su hijo y recuperar todos los
años perdidos.
Luego de pensarlo mucho, Ariel decide postergar su viaje a Europa.
En una nueva charla entre padre e hijo, Elías le pide a Ariel que lo acompañe a una
zapatería de Once a comprar un par de zapatos, y finalmente caminan abrazados por
las calles del barrio encarando un nuevo comienzo.
Decoupage
El film inicia con cámara en mano que sigue a un personaje por la calle. Una voz en
off nos relata la vida de los comerciantes de las galerías.
Una placa negra imprime el primer capítulo “La Galería”.
El narrador va presentando a los comerciantes de cada local de la galería, entre ellos
su hermano Joseph que trabaja en una oficina del primer piso.
La cámara continúa en mano siguiendo a este personaje, mientras el narrador
concluye presentándose a sí mismo –el personaje al que seguía la cámara-.
El segundo capítulo se introduce con una placa inscripta con la frase “Ser Polaco”. La
cámara muestra planos muy cerrados de alguien dibujando un rostro, mientras
escuchamos a Ariel preguntándole cosas a su madre. El montaje presenta cortes
visibles.
En el siguiente plano Sonia conversa con su hijo. La cámara continúa en mano con
movimientos irregulares. Las tomas se modifican, van de planos cerrados a planos
más abiertos, desde dentro y fuera del local. Las tomas presentan zoom-In rápidos.
En el medio de esta secuencia de tomas, vuelve a aparecer el dibujo.
Luego muestran planos de Ariel con Rita conversando en la puerta del ciber. No
escuchamos lo que dicen porque se intercalan con los planos de la madre y Mittelman
–primeros planos, planos más abiertos, subjetivas de Sonia hacia el local de Osvaldo,
movimientos permanentes, zoom in-. Las tomas capturadas desde fuera del local no
marcan diferencias en el audio de la banda sonora; a pesar de haber un vidrio de por
medio, las voces continúan estando en primer plano sonoro.
Todo el trayecto de Ariel y Mitelman por la calle es seguido por cámara en mano con
plano pecho.
Ariel y Rita tienen un encuentro en el ciber tarde por la noche, la cámara hace un
rápido zoom out hasta el pasillo de la galería, dejando ver solo parte de las piernas de
ellos y la vidriera del local.
Siguiente capítulo: “Miel en Canadá”, toma este nombre porque Joseph se quiere
meter en un nuevo negocio.
Aquí Sonia conversa por teléfono con su marido Elías, la cámara nos muestra una
subjetiva de Ariel desde fuera del local.
los lugares que atraviesan presentan elipsis. La banda sonora acompaña con el
sonido ambiente de cada locación en la que están.
La mayoría de los planos son capturados con cámara en mano.
Ariel se saca fotos carnet para los trámites de su pasaporte, en ese momento la
cámara de fotos pasa a ser la cámara de video, ya que Ariel mira directamente a
cámara y se escucha el sonido del flash y se ve en la imagen también, mientras se
escucha en off la voz del hombre que saca las fotografías a quien nunca le vemos el
rostro.
En el consulado polaco la cámara está fija, tanto Ariel como el hombre que lo
atiende se muestran en planos chicos. El montaje presenta cortes y elipsis en la
conversación.
En la escena en el Teatro hebraica, Sonia baila junto a mucha gente danzas judías
pero siempre se encuentra en el centro del círculo con Marcos. Para el que desconoce
este tipo de costumbre, parecería una suerte de ceremonia de unión. Las tomas
varían desde planos generales del escenario, a planos pecho de Sonia y Marcos, hay
planos realentados. Del otro lado de la platea, Ariel en plano pecho.
Capítulo “Estela”
Antes de anunciar el capitulo, en las tomas anteriores a la placa ya nos presentan la
situación. Ariel ve a estela en la calle y la empieza a seguir. Ella entra a un local de
telas y la cámara la va espiando como si fuera Ariel, y se introduce entre medio de las
grandes cantidades de rollos de telas.
Nos damos cuenta del encuentro con un plano pecho de Ariel donde él modifica su
gesto, allí la cámara panea rápidamente a izquierda e cuadro hasta mostrar a Estela
que le devuelve la mirada. La cámara se mantiene con esta imagen mientras
comenzamos a escuchar la conversación que tendrán posteriormente en un bar. Ariel
dice: “¿Qué, no me ibas a visar?” y la cámara hace un tilt down hacia la panza de
varios meses de embarazo de Estela. Recién allí, la cámara nos ubica en el bar.
De vuelta en la mercería Ariel, Sonia y Osvaldo conversan. Un plano bastante
cerrado de Estela marca algo extraño en la situación, pero que aún no será revelado
al espectador.
Ariel recorre las galerías y su voz en off nos relata que ya se siente diferente. Luego
ingresa a la mercería y mientras atiende a unas clientas desde afuera Mitelman
insiste en colocar la cámara en el probador. Toda esta escena carece de sonido
ambiente y diálogos, sólo se escucha música.
A través de un fundido vemos la imagen de una calle de Once vacía con los locales
cerrados, luego vemos una nueva placa
lejanos de la multitud, plano medio de la abuela de Ariel, paneos que siguen a Ariel
observando entre la multitud, un plano muy picado de toda la situación y un plano
pecho del Elías de espaldas a cámara que se acerca al lugar. Con ese plano –que se
repite- los gritos de la multitud se escuchan como realentados.
Para resaltar el momento, los planos pecho de Ariel y el padre se remarcan con
rápidos zoom in a PPP.
Cuando la cámara deja ver con un tilt down que Elías está manco, la música hace
una pausa, la cámara panea velozmente para luego mostrarnos a Ariel en Plano
pecho corriendo y acercándose a los competidores. Una toma totalmente senital nos
permite ver que Ariel es quien “gana la carrera”.
Su corrida continúa, la cámara lo sigue con un veloz travelling en plano pecho, con
zoom in que lo pierden de foco para luego recuperarlo.
De repente la corrida se detiene cuando Ariel llega al timbre de la casa de su madre.
Pasamos al interior y vemos a Sonia concentrada en labores manuales evadiendo el
sonido de timbre.
Una elipsis temporal –demostrada a través del cambio de iluminación en el exterior-
nos demuestra cuanto tiempo Ariel corrió hasta llegar a la galería e ingresar.
Mientras Ariel y Mitelman juegan al tejo y tienen “su conversación” en el discurso de
Ariel se ven numerosos cortes donde no se intenta invisibilizar el corte. Los fondos
están fuera de foco y se intercalan planos detalle del juego. Lo mismo sucede con la
narración de Mitelman con respecto a los cortes y el montaje.
va agregando el sonido orquestal del mismo tema. Llegando al final del tema, la
abuela le canta directamente a la cámara, y finaliza cuando Ariel ingresa a la
mercería y se encuentra con su madre y padre juntos. Este último plano se ve desde
fuera de local. El vidrio deja ver la inscripción “Creaciones Elías, lencería fina” y el
plano general nos deja ver el triángulo de los 3 personajes.
Toda la confesión de Sonia a Ariel se muestra desde dentro y fuera del local,
intercalando subjetivas de Ariel de su padre en el local de enfrente con Osvaldo, con
saltos en el montaje nuevamente.
Hipótesis
En el relato, los elementos formales utilizados producen una relación con el público a
través del Nuevo Cine Argentino.
Análisis
Para realizar este análisis voy a tomar como marco teórico una nota publicada en la
revista de cine El Amante por Diego Dubcovsky –productor del film analizado-. *(1)
Dubcovsky, en su nota reclama la necesidad de conectarse con el público y para ello
fundamenta cuáles fueron los inicios del llamado Nuevo Cine Argentino de los 90’.
“El Nuevo Cine Argentino existe como movimiento estético en su conjunto. Y el disparador es
la reforma de la Ley de Cine, de 1994. En ella se establece una desviación de fondos del
COMFER al Instituto de Cine, que hace que el presupuesto se duplique y genere una
…“Me parece, entonces, que esta renovación en el cine argentino se da primero en el marco
legal, después en la política cinematográfica, después en los directores, luego en los
productores, y todo este proceso es acompañado por la renovación de críticos en los medios
masivos y la consolidación de revistas de cine. Desde el año pasado, empezó un debate entre
algunos críticos y realizadores que planteaban que el "Nuevo Cine Argentino" se había
estancado, que la renovación no continuaba, que había menos operas primas o películas que
asumieran un riesgo estético considerable.
Creo que se sigue manteniendo el concepto de pluralidad, y tienen espacio Lisandro Alonso o
Ernesto Baca, y también Pablo Trapero, Daniel Burman, Lucrecia Martel, Diego Lerman o
Inés de Oliveira Cézar.”… Diego Dubcovsky
Como él mismo menciona, este film se puede considerar de “riesgo estético”; es decir
que innova con su lenguaje. En los años 90’, Burman fue uno de los pioneros en la
renovación del uso de recursos formales. Y en El Abrazo Partido, se puede verificar
que aún en el año 2004 continúa haciéndolo. La forma en la que la cámara narra y la
fragmentación en el montaje dan cuenta de ello.
con el público de los nuevos directores es más fuerte ahora, en los últimos dos años, que en sus
orígenes. “….Diego Dubcovsky
*(1)
http://www.elamante.com/index.php?option=com_content&task=view&id=109&Itemid= 0
Diego Dubcovsky es productor cinematográfico, con su compañía BD Cine, junto con Daniel
Burman. Produjo o co-produjo, entre otras, Un crisantemo estalla en cinco esquinas, Garage
Olimpo, Esperando al Mesías, Vagón fumador, Nadar solo, El abrazo partido, Un año sin amor
y Derecho de familia.
Crítica 1
25/03/2004
Diego Lerer dlerer@clarin.com
El abrazo partido. Tiempos polacos
GENERO: Comedia
TITULO ORIGINAL: IDEM (ARG/ESP/ITA/FRA, 2004)
DURACION: 100 MIN ATP
DIRECCION: DANIEL BURMAN
INTERPRETES: DANIEL HENDLER, ADRIANA AIZENBERG, SERGIO BORIS, DIEGO KOROL, JORGE
D'ELIA
SALAS: ABASTO, V. RECOLETA, CINEMARK PALERMO, GAUMONT.
MUY BUENA GGGG
Premiada en Berlín, El Abrazo Partido, de Daniel Burman, es una tierna y divertida
comedia que transcurre en una galería del Once.
Ariel corre. Sale y entra. Mira, observa, habla. Vive apurado, al trote, como si se le
escapara el colectivo, llegara tarde al cine, o a su propia vida. En realidad, no hay
nada que justifique su apuro: su trabajo es una mera excusa ("ayuda" a su madre en
una lencería de una galería del Once), y, en verdad, no hace mucho con su vida. A los
28 años, ha dejado a su novia de la infancia y su carrera de arquitectura, tiene un
amorío intrascendente con la chica del negocio de Internet a 0,90 la hora, y el único
plan que lo hace funcionar es una idea algo descolgada de transformarse en ciudadano
polaco y así seguir corriendo. Sólo que esta vez para irse del país.
A Ariel lo persigue una obsesión: cuando él tenía apenas meses, su padre abandonó a
la familia y se fue a vivir a Israel, según dice la leyenda, para combatir en la Guerra
de Yom Kippur. Desde entonces, ha enviado dinero puntualmente, pero no se lo ha visto
más. Y al empezar los trámites para sacar su ciudadanía polaca, Ariel se verá obligado
a revisitar su historia personal y a pensar que, en lugar de correr hacia ninguna parte,
acaso sea mejor mirar a la verdad en la cara.
El abrazo partido es una película post crisis. En cada plano nervioso, urgente (un trabajo
apabullante, virtuoso, del director de fotografía Ramiro Civita), la cámara encuentra
una galería, un barrio, un país en estado de liquidación. Los negocios están casi siempre
vacíos y se sostienen con los habitués: las señoras de la colectividad que le compran
bombachas a Sonia (la mamá de Ariel), los que van a ver telas a lo de los hermanos
Levin (que en realidad son primos), los que acuden a la financiera de Mitelman
disfrazada de agencia de viajes, y así.
Pero la galería es, también, un pequeño bastión de esperanza, un lugar donde la
solidaridad y la amistad son cuestiones que todavía se cuidan, y donde un grupo
multiétnico y multirreligioso (en su mayoría de origen judío, pero también italiano,
coreano, paraguayo, peruano, armenio) hace frente a la situación.
Decoupage
Adjetivos, errores
MUY BUENA GGGG Calificación al film sin brindar análisis contundente
Tierna y divertida. Adjetivos
Trabajo. Apabullante, virtuoso. Califica con adjetivos
Pequeño bastión de esperanza. Adjetivos- metáfora
Comedia amable. Clasifica el género y le otorga adjetivo
Gracias a las originales ocurrencias de los personajes. Error, los personajes no tienen
ocurrencias por sí solos
Cineasta encuentre su universo. Metafórico
Fricción estilística. Metafórico
Sutilmente graciosa, pudorosamente tierna, discretamente emotiva. ¡Muchos adjetivos!
Armadura irónica y casi furiosa. Metáfora
Temas
Acaso sea mejor mirar a la verdad en la cara.
Película post crisis.
Un país en estado de liquidación
De universos y de generaciones
Las crisis (personales o sociales)
El humor judío y el realismo urbano.
Recursos formales
GENERO: Comedia. Clasificación de género
Plano nervioso, urgente ¿Qué significa?
Trabajo apabullante, virtuoso del director de fotografía Califica trabajo del DF con
adjetivos
La cámara encuentra. No encuentra por casualidad, busca lo que quiere mostrar
Haber encontrado el tono. Error de conceptos. ¿A qué se refiere con tono?
Registro más sensible. Error de conceptos y califica con adjetivos.
Crítica 2
- 25/03/2004
Por H. B.
Un retrato de la Babel del Once que elude todos los lugares comunes
El abrazo partido es el film más logrado de Daniel Burman, quien hace de los
actores y el guión sus socios para una película espléndida.
“Esta es la galería donde paso la mayor parte de mi vida, y esta es la gente que
trabaja en ella”, dice la voz (la cita es aproximada) mientras presenta, con una mezcla
de cariño y socarronería, a los integrantes de esa suerte de colmena típica del Once.
Una Babel (no por nada, a unas cuadras de allí, una zapatería lleva ese nombre)
donde, casi como en un sainete, gente de las más diversas nacionalidades se arracima y
convive. Está la bulliciosa familia de italianos, los coreanos “que venden feng shui”, el
amigo judío del protagonista –que presta plata en una agencia de turismo–, los
bolivianos y peruanos que trabajan como empleados. Y también el protagonista, Ariel
Makaroff, que atiende, junto a la mamá, uno de esos bolichitos en los que medias,
corpiños y bombachas se amuchan de modo extemporáneo, desordenado y vital.
Allí, en ese comienzo, El abrazo partido define un territorio, una fauna, y también el
tono y punto de vista que marcarán el metraje entero de la película, que viene de
ganar en Berlín dos de los Osos de Plata más importantes: el Gran Premio del Jurado y
el de Mejor Actor para Daniel Hendler. Reconocible protagonista de Esperando al
Mesías, Sábado y El fondo del mar (además de aquellos avisos de Telefónica donde
hacía de Walter), el uruguayo Hendler se consolida aquí –en un papel menos titubeante
que de costumbre– como icono definitivo del nuevo cine argentino. Junto a Hendler, el
otro que se afirma es su director, Daniel Burman, cuya cuarta película es la mejor, la
primera enteramente lograda. Coproducción con España, Francia e Italia, El abrazo
partido tiende a resolver esa eterna disociación entre cine popular y buen cine que
parecería constituir todo un karma para el cine argentino. Narrada en una primera
persona que favorece la comunicación y sostiene todo el andamiaje del relato, El
abrazo partido enfrenta varios riesgos, y resuelve todos bien.
Por un lado, estaba el riesgo del sentimentalismo familiero, inherente a una película en
la cual el protagonista vive añorando al padre abandónico (poco después de la
circuncisión de Ariel, Elías dejó a la familia para marchar a Israel y combatir en la
Guerra de los Seis Días) y donde la madre (Adriana Aizenberg), el hermano mayor
(Joseph, típico comerciante de chucherías) y la abuela (la veterana Rosita Londner,
sobreviviente de la Shoah) están más que presentes. Ese primer riesgo se ve allanado
por la doble visión, entre esperanzada y ácida, que Ariel tiene de su padre y del
mundo todo, dando la impresión de aborrecerlo tanto como lo extraña (a ambos). Otro
riesgo era el de la tipificación, propia del costumbrismo sainetero que de algún modo
informa al film de Burman. Si bien no todos los personajes de salvan de caer en ella (la
empleada con la que Ariel libra apurados encuentros sexuales queda apresada en el
estereotipo de rubia putona) resulta muy significativo que, en aquella escena inicial, el
narrador y protagonista termine incluyéndose a sí mismo en un cuadro que, hasta el
momento de su ingreso, podía sonar ligeramente peyorativo.
Espléndidamente actuada (con una brillante Adriana Aizenberg y sorpresas como la del
tinelliano Diego Korol), fotografiada a pleno color Once por Ramiro Civita (notable
iluminador de Garage Olimpo), chorreando música klezmer por los cuatro costados
(aporte de César Lerner y Marcelo Moguilevsky), El abrazo partido logra conmover sin
golpes bajos, tanto a través de la problemática filial de Ariel como en el retrato de la
abuela o de algún solitario vecino de la galería. La película de Burman sorprende con
las fugas con que Ariel intenta mantener el mundo a raya y entrega grandes momentos
cómicos, como cierta absurda entrevista con un funcionario de la embajada polaca. O la
carrera pedestre con la que dos comerciantes resuelven –en plena esquina de Tucumán
y Paso– una deuda incobrable. Alternando con total fluidez lo leve y lo denso,
poniéndose siempre a la altura de su ambiente y personajes, narrando con mucha
dinámica y sin querer hacerse el vivo, Burman logra consumar una suerte de apoteosis
del medio tono. Para ello resulta una pieza clave el escritor Marcelo Birmajer, que en su
primer guión cinematográfico logra mantener un mundo, un registro y un reconocible
tono asombrado-humorístico-naïf, proveyendo al realizador de un soporte, una cohesión
que en películas anteriores le andaba faltando.
Decoupage
Recursos formales
Hace de los actores y el guión sus socios. metafórico
Punto de vista. No especifica cuál es
Disociación entre cine popular y buen cine. ¿Qué considera como “buen cine”?
Narrada en una primera persona que favorece la comunicación. ¿De qué manera?
Y sostiene todo el andamiaje del relato. ¿Únicamente la narración en 1ra persona
sostiene el relato?
Enfrenta varios riesgos. Alude a ellos a nivel narrativo, por qué serían riesgos?
Protagonista termine incluyéndose a sí mismo en un cuadro
Podía sonar ligeramente peyorativo. ¿Por qué?
Fotografiada a pleno color Once. Falta de conceptos y explicación
Chorreando música klezmer por los cuatro costados. Error al aludir a banda sonora de
esta manera
Logra conmover. ¿De qué forma?
Narrando con mucha dinámica y sin querer hacerse el vivo. No explica cómo se narra.
¿Qué significa “sin querer hacerse el vivo?
Proveyendo al realizador de un soporte, una cohesión. El guión lo escribió Burman junto
con el guionista. Opina con falta de conocimientos.
Adjetivos, errores
Dice la voz (la cita es aproximada). Se refiere a la voz en off, error conceptual
El tono. Error de concepto. Se desconoce a qué se refiere
Película espléndida. Otorga adjetivos a la película
Un territorio, una fauna. Metafórico
Papel menos titubeante. Califica con adjetivos el trabajo del actor
Doble visión, entre esperanzada y ácida. Adjetivos
Costumbrismo sainetero. Adjetivos
Espléndidamente actuada. Otorga adjetivos a la calidad de actuación
Tinelliano Diego Korol. Aplica concepto actual a modo de adjetivo
Absurda entrevista. Adjetivos
Lo leve y lo denso. Adjetivos. Se desconoce a qué se refiere
Apoteosis del medio tono. Metafórico
Temas
Una Babel
Su ambiente
Crítica 3
Daniel Burman vuelve a posar su mirada sobre la comunidad judía de clase media
argentina y por momentos se presenta como una comedia costumbrista, pero es bastante
más que eso.
El cine argentino no suele presentar películas de este tipo. Cuando aborda el
costumbrismo se pone del lado del retrato chillón y los estereotipos gritones.
Acostumbrado a la comedia familiar, e hijo dilecto del grotesco, se limita a presentar la
glorificación reaccionaria de lo peor del argentinismo. Daniel Burman, opta aquí por un
camino totalmente opuesto.
Aquí el costumbrismo no parte del trazo grueso sino de la mirada minuciosa, de los
detalles cotidianos que hacen a un universo reconocible. Si la película adopta por
momentos un tono de comedia, más que en el retrato complaciente Burman se apoya en
una mirada irónica, una distancia crítica cuyas observaciones, sin embargo, se reconocen
no como las de un superado sino como las de alguien que conoce lo que muestra y elige
reírse desde adentro.
Y lo más importante es que ese costumbrismo sirve de marco a una historia más pequeña
y a la vez más grande, que es personal y al mismo tiempo universal. Porque Ariel se va
encontrando, aún a su pesar, con su identidad colectiva e individual. Así, mientras visita
a su abuela materna para que le facilite los papeles para hacerse polaco va
escuchando las historias que esta le cuenta de su juventud y supervivencia en los campos
Decoupage
Adjetivos, errores
Retrato chillón. Otorga adjetivos
Hijo dilecto del grotesco. Adjetivos
Glorificación reaccionaria. Adjetivos
Personaje parco. Otorga adjetivo directamente al personaje
Propenso a las observaciones mordaces. Otorga adjetivos a las acciones del personaje
Mirada minuciosa. Adjetivos
Retrato complaciente. Adjetivos
pintoresquismo. Adjetivo
Recursos Formales
Su aparente fragmentariedad. No profundiza el estudio del montaje
Desprolijidad estudiada, de cámara en mano, de elipsis y cortes en el mismo plano, No
ahonda en el análisis del uso de los elementos formales
Temas
Una historia más pequeña y a la vez más grande, que es personal y al mismo tiempo
universal
Con su identidad colectiva e individual
Que es un padre y un hijo, de las raíces y la identidad
Hipótesis
Lerer, H. B. y Ottone en sus críticas mencionan aspectos de los recursos formales del film
que logran conmover al espectador, sin encontrar fundamentos o análisis sólidos para
validarlo.
Análisis
Los críticos encuentran en los recursos formales elementos que logran movilizar al
espectador. Entre ellos:
El montaje
Mencionan su aparente fragmentariedad, elipsis y cortes en el mismo plano. Aquí se
refieren a que el montaje presenta fragmentación. Es decir, hay cortes en la misma toma
que no poseen continuidad de movimiento o acción. Hay elipsis temporales y espaciales
que producen que el espectador viaje en tiempo y espacio paralelamente con el relato.
Pero lo fundamental es que a pesar de ello, el espectador no se pierde en la narración,
sino que por el contrario logra seguir el hilo de la historia sin inconvenientes.
Los cortes llaman la atención del espectador y pueden distanciarlo del relato. Pero a la
vez, logran que se sienta inmerso en la vorágine de la vida del personaje principal y de
sus angustias; produciendo de esta forma identificación con él.
La cámara
Aluden al trabajo de cámara como desprolijidad estudiada, de cámara en mano, con
planos nerviosos, urgentes. Estos movimientos constantes de la cámara que siguen a los
personajes continuamente, jugando con el foco y el zoom; hacen partícipe y cómplice al
espectador de los lugares y situaciones que atraviesan los mismos. Luego mencionan que
La cámara encuentra… aunque en realidad busca. El movimiento de la cámara permite
que la misma busque lo que quiere mostrar de la acción, que busque lo que realmente
es relevante para el relato. Esa búsqueda generada a través de movimientos y
ondulaciones moviliza al espectador como si estuviera espiando junto a la cámara; ya
que en varias oportunidades sigue a los personajes en sus trayectos estando detrás de
los mismos.
La fotografía
Los críticos aluden a un trabajo apabullante, virtuoso del director de fotografía o a una
película fotografiada a pleno color Once. Con esto se refieren a que la fotografía
logra resaltar los colores de los locales de Once, algo que es tan típico de ese barrio
como en la escena de Ariel y su ex novia en el local de telas que posee un gran
colorido. Así como en todas las escenas donde Ariel junto a distintos personajes recorre
las calles y se logra resaltar con la fotografía el tumulto de la gente y los distintos
colores de los locales con sus carteles y persianas.
La banda sonora
Al mencionarla solo se refieren a la música utilizada: Chorreando música klezmer por los
cuatro costados. Eso es lo que más llama la atención de la banda sonora del film, ya
que introduce al espectador mucho más en profundidad en la temática judía y sus
costumbres, impregnando del ritmo natural de esta música al humor del relato.
Pero dentro de la banda sonora también cabe destacar todos los sonidos dentro y fuera
de cuadro con los que se juega permanentemente; o los distintos planos sonoros
utilizados –o el caso de mantener el mismo plano sonoro a pesar de haber un vidrio de
una vidriera de por medio-. Así como todo el sonido ambiente del barrio que se
reproduce tal cual como es en la realidad –con mucho movimiento de automóviles y
transeúntes-; o algunos efectos aplicados como es el ejemplo del momento en el que el
padre de Alex aparece de espaldas a cámara en medio del barullo de la carrera. En
ese momento los gritos de todos los personajes no se escuchan de la misma forma, se
aplicó un efecto para producir un extrañamiento en la situación y advertir al espectador
–que si bien no sabe que este hombre es el padre- que algo va a ocurrir en el relato
que va a modificar la situación.
XXY
Ficha Técnica
Equipo Técnico
Director: Lucía Puenzo
Productores: Luis Puenzo y José María Morales
Productor Asociado: Fabienne Vonier
Productores Ejecutivos: Fernando Sirianni / Miguel Morales
Director de Producción: Gustavo Guido
Jefe de Producción: Deborah Kaganovicius
Guión: Lucía Puenzo
Basado en un cuento de: Sergio Bizzio
Asistente de Dirección: Bruno Roberti
Fotografía: Natasha Braier
Cámara: Nicolás Puenzo
Arte: Roberto Samuelle
Ambientación: Eva Saevich
Vestuario: Manuel Morales & Luisina Troncoso
Maquillaje: Beatushka Wojtowicz
Peinado: Ricardo Fasán
Montaje: Alex Zito / Hugo Primero
Director de Sonido: Fernando Soldevila
Música Original: Andrés Goldstein y Daniel Tarrab
Coordinación de Producción: Fernanda Peralta
Coordinación de Post: Misael Bustos
Efectos Digitales: 3DN
Fotografía Fija: Sebastián Puenzo
Diseño Gráfico: Mashinima
Casting: La Casa – Norma Angeleri
Sonido: Fernando Soldevila
Jefe de locaciones: Sebastián Puenzo y Sebastián Serantes
Asistente de producción: Carla Pelligra, Caroline Cochet (Francia,) Philippe Leconte
(Francia), Margot Grenier (Francia), Nicolás Hoffmann, Victoria Macho y Martín Ubillos
Continuista: Pablo Carnaghi
Ayudante de dirección: Ezequiel Mosquera
2do ayudante de dirección: Leonardo Petralia
Casting: Norma Angeleri
Asistente de casting: Gabriel Amiel y Santiago Masip
2do ayudante de cámara: Santiago González (II)
Ayudante de cámara: Mariano Rodríguez
Making Of: Sebastián Puenzo
Elenco
Kraken: Ricardo Darín
Suli: Valeria Bertuccelli
Ramiro: Germán Palacios
Erika: Carolina Peleritti
Álvaro: Martín Piroyansky
Alex: Inés Efron
Juan: Guillermo Angelelli
Washington: César Troncoso
Esteban: Jean Pierre Reguerraz
Roberta: Ailín Salas
Vando: Luciano Nobile
Saúl: Lucas Escariz
Sinopsis
Alex es una adolescente intersexual de 15 años que vive con sus padres en una casa en
las playas de Uruguay. Viajaron desde Buenos Aires a la temprana edad de Alex para
cuidarla de los comentarios que podía hacer la gente sobre su sexualidad.
Suli, la mamá de Alex, invita a su amiga de Buenos Aires con su marido Rodrigo y su hijo
Álvaro a quedarse un par de días. El motivo es que Ramiro es cirujano plástico
especialista en deformidades y pretende ayudar a los padres de Alex a convencerlos
que la operen. Suli nunca le comentó a su marido, Kraken, cuáles eran las intenciones de
esta visita y eso genera un conflicto entre ellos.
Alex y Álvaro empiezan a compartir tiempo en la playa. Ella tiene una personalidad
muy directa y le ofrece, sin preámbulos, tener relaciones sexuales con ella. Álvaro se
niega.
Alex acaba de pelearse con su mejor amigo, Vando, y encuentra compañía en Álvaro.
La pelea se extiende también a los padres de los amigos que a la vez son “enemigos”
en su trabajo: Kraker es biólogo y protege a las tortugas marinas, mientras el padre del
amigo de Alex las mata.
La situación en la casa donde todos conviven, se torna tensa cuando luego de una tarde
de paseo por la feria, Alex y Álvaro tienen un “encontronazo amoroso” en el que Alex
termina “violando” a Álvaro y ambos son descubiertos por Kraken.
Álvaro confundido no regresa hasta la noche, Alex no entiende su cuerpo, ni sus
sensaciones sexuales. Kraken le comenta lo acontecido a su mujer y le admite que Alex
no va a ser siempre mujer.
Paralelamente, se va exhibiendo en lo cotidiano la poca aceptación de Rodrigo para
con su hijo y cierta prepotencia ante sus dudas sobre la sexualidad de Álvaro. Esto a
Kraken le molesta muchísimo, ya que se fue de Buenos Aires para evitar estar rodeado
de gente como él y porque es partidario de la libre elección de decisiones.
Luego, Álvaro enfrenta a Alex para pedirle una explicación sobre lo que sucedió y le
confiesa que “le gustó” lo que le hizo, intentando un nuevo encuentro al que Alex se
reusa.
Ella escapa y mientras camina por la playa, un grupo de adolescentes intentan violarla
descubriendo que Alex tiene ambos genitales; un pene y una vagina. El mejor amigo de
Alex intercede justo a tiempo para rescatarla de tan traumática situación.
Ya en su casa, Alex les cuenta a sus padres lo sucedido Kraker enfurecido va a
enfrentar a esos adolescentes. Ramiro lo acompaña y termina teniendo un
enfrentamiento él también con Kraken.
Una noche Kraken carga combustible en una estación de servicio y reconoce en el rostro
del hombre que lo atiende a un intersexual. Termina teniendo una larga conversación
con él que lo ayuda a comprender y a decidir que debe dejar la decisión en manos de
su hija.
Ante la tensa situación que viven ambas familias, Ramiro y su mujer deciden partir. Es
entonces que Ramiro tiene una charla con su hijo en la que le confiesa que “no le cae
bien”, que no considera que sea talentoso y que tenía miedo que fuera gay.
Cuando todos están dirigiéndose al puerto para despedir a la familia; Alex y Álvaro
tienen una última conversación en donde se confiesan su amor. Alex piensa que Álvaro
siente pena por ella, pero así y todo decide mostrarle su miembro sexual masculino.
Álvaro y su familia parten de regreso a Buenos Aires y Alex regresa a su casa con su
familia ya decidida a enfrentar la realidad de su vida y aceptarla tal como es.
Descripción o Découpage
Al inicio del film, se intercalan planos de las piernas de Alex corriendo por el bosque
con imágenes de agua con amebas. Las amebas son un protista unicelular que se
multiplican asexualmente por fisión binaria, en la que el material genético se duplica
por mitosis, mientras que la célula se alarga y el citoplasma se divide en dos células
hijas. Cada una se queda con una copia del ADN. Esto anticipa una suerte de punto de
vista; si bien un intersexual posee dos sexos, termina siendo un asexuado.
Uno de los planos iniciales nos muestran a Alex con un teleobjetivo escondida y reflexiva
La cámara no deja ver mucha información al inicio del film, no terminamos de
comprender.
El plano del libro que lee el papá de Álvaro “Orígenes del sexo” nos introduce en el
tema de la película.
Un plano de las madres con tele y travelling, nos dejan ver un poco la personalidad de
cada una. La mamá de Alex, Suli una mujer que no se preocupa demasiado en su
imagen, mientras que la mamá de Álvaro sí. El plano deja ver cierta incomodidad entre
ellas, sabemos que se conocen, pero no sabemos de dónde, ni cuan estrecha es la
relación entre ellas.
El plano en el auto de las dos madres, los diálogos y la actuación ya nos permiten ver
que el hecho de que Kraken aún no sepa nada, va a originar un problema.
El plano pecho de Ramiro junto a Álvaro en el auto viajando solos y en silencio nos da a
conocer la distancia que existe entre ellos y el hecho de que Álvaro esté con auriculares
remarca lo anteriormente dicho y a la vez lo demuestra como un adolescente extraño,
recluido.
La banda sonora acompaña las imágenes desde que nos introducimos en el puerto hasta
parte del trayecto hacia la casa con una música tranquila. La música se detiene
repentinamente con un nuevo PPP de Alex en su escondite. Una cámara subjetiva de
Alex nos permite ver la llegada de los autos. Lágrimas corren por las mejillas de Alex.
En la misma subjetiva vemos un plano de Álvaro, Alex lo espía, Álvaro la ve y sabe que
lo está mirando.
Planos detalle de las fotografías dispuestas en el comedor de la casa nos narran la
infancia de Alex y nos anticipan que va a ser la protagonista de la película.
Álvaro se mete en la habitación de Alex. Vemos planos de la decoración, de los
muñecos desnudos que recalcan las obsesiones de Alex
Un plano nos muestra la imagen a través del reflejo de un espejo. Es un plano pecho de
Álvaro y la mamá de Alex que conversan sobre los remedios homeopáticos. El espejo ya
está reflejando una nueva realidad.
Con un sonido fuera de cuadro, Alex percibe que Álvaro sale de la casa y cuando él
está sentado en la playa, va hacia él.
Algunos planos narran los puntos de vista de los personajes. Por ejemplo: en el primer
almuerzo con todos, un PPecho de Kraken en silencio escuchando y observando la
situación, demuestra que no le cae bien Rodrigo.
En un plano que toma el reflejo de Alex y Álvaro en el espejo mientras se lavan los
dientes; al ver la imagen reflejada la cámara nos cuenta que ninguno de los dos es
realmente lo que aparenta, cosa que se va a confirmar a lo largo del film.
Un nuevo plano nos muestra a Alex durmiendo boca abajo en su cama mirando por la
ventana. Esta imagen del cuerpo desnudo ya nos demuestra que el cuerpo de Alex no es
el de una niña normal.
En un plano detalle vemos al papá de Álvaro cortando jamón en fetas. Se presenta una
suerte de analogía entre rebanar cuerpos y el jamón; el relato nos está contando qué
tipo de cirujano es.
En la escena del puerto donde se muestra el enfrentamiento del padre de Alex y el de
su amigo; hay dos cámaras en mano que se acercan y alejan de los personajes que
simulan ser subjetivas pero no lo son. Estos movimientos de cámara intentan acercar al
espectador a la situación de pelea como si él mismo estuviera allí.
Cuando Alex y su papá regresan del puerto en la camioneta, nos los muestran en el
auto; la cámara está por fuera del mismo y dentro del encuadre podemos ver a Álvaro
en la parte de atrás y una calcomanía de los Beatles en el medio. Parecería como si en
el auto estuvieran viajando siete personas. Y esa calcomanía indica el espíritu y el
pensamiento Kraker, que debe haber luchado en los 60’ por las causas comunes de los
adolescentes de la época.
Alex mira un libro de la evolución del hombre en la historia. Un plano detalle apenas
nos deja ver con mucha sutileza la tapa del libro.
Álvaro se pone los auriculares y escuchamos en un volumen bajo la música que escucha.
Cuando Alex se los saca para escucharla ella, la música pasa a ser parte de la banda
sonora y continúa así cuando se los quita de los oídos, ella sigue bailando como si
pudiera escuchar la música todavía. Y de repente esta música deja de escucharse
cuando Alex le vuelve a quitar los auriculares a él. La banda sonora de la película, en lo
que respecta a música diegética y no diegética está muy bien trabajada en esta
escena.
La escena en la playa donde Álvaro dibuja un escarabajo y le dice a Alex “Es un bichito
raro”; ella lo aplasta con un dedo al sentirse identificada con el adjetivo que utilizó.
En la charla que tienen Alex y Álvaro en la playa, un plano con gran angular de Alex
señala la extrañeza de la situación. Él no entiende por qué la gente la mira raro a Alex.
Una vez que Alex “viola” a Álvaro y éste escapa corriendo al bosque, una cámara en
mano lo sigue y lo espía cuando se masturba mientras llora.
Un plano pecho nos muestra el reflejo en el espejo de Alex desnuda que se observa y
llora y por detrás de ella vemos en el mismo reflejo parte del muñeco que tiene desnudo
en su repisa al que le agregó un pene –la colilla de un cigarrillo apagado-.
Cuando Alex escapa a la casa de su amiga, llega mojada por la lluvia. El papá de su
amiga le da ropa seca. Alex se desviste delante de él como si no reconociera su propio
cuerpo como femenino. Un primer plano del hombre, nos acerca a su incomodidad ante
la situación. La iluminación en esta escena es tenue pero cálida, demostrando que Alex
se siente a salvo allí.
Los planos detalles que muestran los dibujos de Alex nos dan a entender la complejidad
de su mente y sus problemas psicológicos ante la vida que vive.
Kraken sale con el auto a cargar nafta. Cuando llega la cámara muestra un plano
cerrado de él dentro del auto que observa con demasiada atención al hombre que lo
está atendiendo. El plano genera tensión y ansiedad por ver el rostro de esta persona.
Uno de los planos que dan el desenlace al film, nos muestran a la familia de Álvaro
volviendo a su casa en el auto. Álvaro desde el asiento de atrás observa a sus padres y
se da cuenta que finalmente no le caen bien. Los 3 van en silencio. La cámara panea de
un personaje a otro, expresando que lo que parecía ser una familia perfecta y feliz,
está ahora más desmoronada que nunca.
La misma situación se da en el auto de Kraken, donde Alex observa a sus padres
conociendo ya la decisión que va a tomar. La misma música que da inicio al film vuelve
a aparecer ahora.
En la misma secuencia vemos planos de Alex y Álvaro, subjetivas de cada uno que se
miran desde los respectivos autos. Esos planos describen que a cada uno de ellos les
sirvió esta experiencia para tomar decisiones de vida. Álvaro aceptando su
homosexualidad y Alex aceptando su cuerpo tal como es.
El último plano del film nos muestra a Alex caminando junto a su padre abrazados. La
cámara los sigue con un travelling hasta que pasan por delante de ella y el cuadro
queda en el mar
Hipótesis
El relato narra desde una mirada femenina, características puntuales de la
posmodernidad.
Análisis
Este film, tiene la particularidad de dejar al espectador con muchas incógnitas y dudas;
y este análisis pretende aclarar alguna de ellas.
Para comenzar, el relato de XXY narra la problemática de cualquier adolescente
posmoderno, la búsqueda de la identidad. Sumado a eso, el film tiene la característica
de estar narrado bajo una lupa femenina que exhibe una cualidad de la
posmodernidad, que es la posibilidad de libre elección que poseen las mujeres hoy en
día.
Hermafroditismo verdadero
Individuos con un fenotipo indistinto (masculino o femenino) que en la pubertad inician un proceso
de diferenciación, de intensidad variable, de estigmas del sexo opuesto. El perfil hormonal y el
cariotipo pueden ser determinantes. Pero el diagnóstico de certeza se obtiene únicamente tras la
demostración de elementos foliculares en el ovario, y de túbulos en el testículo, o bien de ambas
estructuras en una gónada única: la evidencia del ovotestes.
Pseudohermafroditismo femenino
Sin hiperplasia adrenal: Se trata de mujeres normales con las alteraciones referidas a nivel de
genitales externos, en las que se ha podido constatar una historia de ingesta de hormonas con
potencial androgénico por parte de la madre del individuo afecto, durante la gestación del mismo.
Otra circunstancia sería cuando a la madre se le diagnostica un tumor virulizante, también durante la
gestación. Por último, si no se dan estos dos casos, hablaríamos de masculinización de causa
desconocida. *(1)
La intersexualidad
La intersexualidad no es una enfermedad, sino una condición de no conformidad física con criterios
culturalmente definidos de normalidad corporal, criterios que establecen un mínimo posible para el
largo de un pene culturalmente admisible, la máxima extensión de un clítoris culturalmente
aceptable. Se trata más bien de juicios valorativos acerca de lo que son y deben ser las mujeres, los
hombres, y su sexualidad
En las primeras etapas del desarrollo, la apariencia del embrión es inespecífica, no puede deducirse si
va a desarrollarse un varón o una hembra. La información sobre las características sexuales del
nuevo individuo está contenida en un par de cromosomas, que se denominan cromosomas sexuales
y que configuran el sexo genético.
El óvulo aporta siempre un cromosoma X, mientras que el espermatozoide, que es el que decide el
sexo del futuro ser, puede aportar un X o un Y. La combinación de dos cromosomas X dan lugar a
una hembra, mientras que la combinación de los cromosomas X e Y inducen al desarrollo de un
varón. Por ello, en la especie humana el sexo masculino es el denominado heterogamético.
Ahora que poseemos información sobre intersexualidad, podemos agregar que si bien
la mujer ha logrado, luego de constantes luchas, tener un lugar en la sociedad, ser
respetada y tener los mismos derechos que los hombres; evidentemente no sucede lo
mismo con los intersexuales. Algunos de ellos, sean hombres o mujeres indefinidos para
uno u otro lado; el derecho a la libre elección aún no les ha sido concedido.
El relato de este film, remarca cómo aún es posible que esto deje de suceder cuando se
relata que los padres de Alex se interpusieron a cualquier cirugía normalizadora y
dejan en manos de Alex la elección de su sexualidad. De esta manera, se refuerza el
testimonio del intersexual Cheryl Chase anteriormente adjuntado.
Por supuesto, esto genera una gran confusión; más en un adolescente. Pero podemos
comparar el caso de Alex con el de Álvaro.
Él es un joven con un genital único, pero con una sexualidad aún un tanto confusa. Es
aquí donde entra el posmodernismo en el relato. Álvaro tiene entre 16 y 17 años, y una
vez que tuvo una experiencia sexual homosexual con Alex (si así se podría llamar en el
caso del relato) automáticamente aclara su sexualidad consigo mismo y con Alex –con
quien se siente identificado por esta falta de identidad- Hoy, en el posmodernismo, la
homosexualidad está aceptada y la gran mayoría de la gente convive con
homosexuales sin juzgarlos por sus elecciones.
Si este film hubiera sido contado 10 años atrás; es muy probable que el relato hubiera
sido otro.
En el caso de Alex, es el personaje que lleva consigo la mochila con más carga y sin
embargo es la que mejor se sabe relacionar con la gente. No sabemos si es por su
“condición anatómica, psicológica” o cualquier otro motivo, pero es una persona muy
directa. Ella dice lo que piensa sin filtros y suele generar incomodidades en los demás.
Más allá de eso, presenta una gran confusión no solo por no entender a su cuerpo, sino
porque tampoco entiende las sensaciones que éste le generan. Es evidente que su
miembro genital masculino es más fuerte que el femenino. Pero así y todo se encuentra
ante un dilema: no sabe si le gustan las mujeres o los hombres. A esta altura presenta
entonces, un doble dilema.
Y como si esto fuera poco, debe decidir qué sexualidad quiere tener el resto de su vida.
Por la forma en la que se manifiesta como adolescente no solo con sus amistades, sino
también con sus padres, Alex es una joven posmoderna también, que se encuentra tan
perdida y confundida como Álvaro.
El punto de vista femenino que sutilmente se le otorga al film, está remarcado desde la
postura de Kraken particularmente. En cómo el padre –más que la madre, que en
realidad es quien apoya la cirugía de su hija- siendo hombre es el que le inculca a Alex
la ideología de libre elección de decisiones. Solo una mujer podría narrar en imágenes
la sensibilidad que debe tener el padre de una persona intersexual para defender a la
hija en la forma que lo hace y apoyarla en sus decisiones no solo con sus palabras, sino
también informándola con libros para que tenga los conocimientos necesarios para
elegir por sí misma. Y hasta incluso, luego aceptar la decisión de Alex cuando decide ser
simplemente como es, como vino a este mundo y evitar más cirugías y remedios.
Otro aspecto para remarcar en relación al punto de vista femenino tiene que ver en
cómo un ser humano se puede enamorar de la persona en sí sin importarle su
sexualidad. Es el caso del mejor amigo de Alex, que siendo un joven heterosexual es
evidente que está enamorado de ella a pesar de conocer su intersexualidad.
Si el film hubiera sido narrado por un hombre, considero que este aspecto hubiera sido
diferente. No creo que pudiera haber contado la historia de un joven heterosexual que
admite –al menos consigo mismo- que está enamorado de un intersexual.
El espectador hace el mismo recorrido de vértigo que uno de los chicos, con una mirada
virgen inicial, y luego se involucra. Y la elección quizá sea que no hay nada que elegir.
El mundo, la sociedad, nos obliga a optar, quiere rotularlo todo y encasillarlo. Pero la
gente lucha contra los rótulos.
Me parece que lo más interesante de una historia así guarda bastante relación con una
pregunta que muchos hermafroditas suelen hacerse: ¿por qué todo el mundo espera que
yo me adapte a este mundo y no es el mundo el que hace lo mismo conmigo? Lucía
Puenzo *(4)
(*)http://es.wikipedia.org/wiki/XXY
*(1) http://xxylapelicula.puenzo.com/main.html
*(2) PENSAR LA INTERSEXUALIDAD, HOY. Dedicado a Mario Perelstein. Por Mauro
Cabral. http://xxylapelicula.puenzo.com/main.html
*(3) http://www.duendemad.com/cine/Lucia_Puenzo_1.html
*(4)http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnotic
ia_PK=474032&idseccio_PK=1026
Crítica 1
¿Puede postularse hoy en día, sobre el tema de la diferencia sexual, algo que exceda
el consenso tranquilizador, la tolerancia ñoña, los latiguillos de la corrección política?
Daría la impresión de que no. Una película como XXY demuestra que sí se puede. Tal
vez porque más que decir, a lo que apuesta la ópera prima de Lucía Puenzo (ganadora
del Gran Premio de la Semana de la Crítica, el mes pasado, en Cannes) es a
problematizar la cuestión, a exponerla en crudo, hasta echársela al espectador encima,
como quien traspasa una brasa caliente. Esa valentía de no ceder a ningún facilismo,
esa infrecuente capacidad de generar inquietud y plantear dilemas dan valor a una
película que, por cierto, no está libre de excesos, desbalances y sobrepesos.
Guionista de La puta y la ballena y A través de tus ojos, autora de varias novelas, para
su debut en cine la hija de Luis Puenzo decidió adaptar un relato de su pareja, el
escritor Sergio Bizzio, que gira alrededor de lo que antes se llamaba hermafroditismo y
últimamente tiende a denominarse ambigüedad genital o intersexualidad. Para decirlo
mal y pronto, la protagonista de XXY, que lleva el ambiguo nombre de Alex (Inés Efron,
en su primer protagónico cinematográfico), tiene genitales de hembra y de varón. A los
15 años, su sexualidad desborda. ¿Pero qué sexualidad? Tanto ella como quienes la
rodean deberán descubrirlo. Alex vive con sus padres cerca de Piriápolis, Uruguay.
Hasta allí la llevaron, cuando era una niña (o niño, o ambas cosas), su padre, Kraken
(Ricardo Darín), y su madre, Suli (Valeria Bertuccelli), en busca de salvaguardarla de la
malsana curiosidad ajena.
El relato se abre con la llegada de Erika, amiga de Suli (Carolina Peleritti), que viene a
pasar unos días con su marido Ramiro (Germán Palacios) y Álvaro, hijo adolescente de
ambos (el excelente Martín Piroyansky, visto en Sofacama y Cara de queso). La visita
no es inocente: Ramiro es cirujano y Suli decidió invitarlo para que “estudie” el caso de
Alex. Biólogo marino, Kraken (todo un chiste, el nombre; así se llamaba el monstruo que
devoraba a Johnny Depp en la segunda parte de Piratas del Caribe) es una suerte de
ermitaño sobre protector, que se opone terminantemente a operar a la hija. La
presencia determinante resultará la de Álvaro, a quien Alex se le echa encima en cuanto
lo ve, con una agresividad sexual se diría que fálica. Con una escena de iniciación
sexual absolutamente conmocionante, que tal vez evoque el lejano antecedente de
Myra Breckinridge (film de 1970, en el que Raquel Welch hacía de hermafrodita), la
película de Lucía Puenzo viola, de modo más que literal, todas las previsiones del
espectador, dejándolo de allí en más sin defensas.
Nada de todo eso impide, ciertamente, que XXY termine siendo aquello a lo que aspira:
una de las películas más inquietantes que el cine argentino haya dado en bastante
tiempo. Hasta el punto de dejar al espectador tan lleno de preguntas, tan confundido y
deseante, tan perturbado como la propia Alex, como el propio Álvaro. Preguntas que
parecerían resonar no sólo en la cabeza sino en todo el cuerpo, como un temblor.
Decoupage
Temas
Problematizar la cuestión, a exponerla en crudo.
La clave de la universalidad.
Condición de adolescente.
Dudas identitarias y malestar existencial y sexual.
Castración.
Puesto desde el guión como mero vehículo explicativo.
Crítica 2
Alex es especial. Si bien cada uno, cuando atraviesa esa difícil etapa que suele ser la
adolescencia, se siente distinto y diferente a los otros, lo que le pasa a Alex es poco
común. Nació con dos sexos y ha llegado un momento en el que debería definirse.
¿Debería? ¿Quién lo dice? ¿Por qué?
Lucía Puenzo, quien debuta como realizadora luego de escribir guiones "para otros",
entre ellos, su propio padre, Luis (La puta y la ballena), se atreve a un tema filoso y no
le escapa a las definiciones. Los padres, Kraken, un biólogo —que compuesto por
Ricardo Darín, llega a tener casi la misma atracción desde la pantalla que la auténtica
protagonista, Alex— y su esposa Suli (Valeria Bertuccelli, entre distante y poco creíble
navegando entre las aguas de su rol de madre en conflicto) decidieron mudarse de
Buenos Aires a una playa uruguaya apenas nació Alex.
Lo hicieron, precisamente, para escapar de los prejuicios. Los prejuicios que ahora hacen
que los compañeros del colegio de Alex se pregunten por cómo es esta persona
intersexual, y que traen a un matrimonio amigo de Suli (Germán Palacios como un
cirujano, y Carolina Pelleritti) para "ayudar" a decidir qué hacer con el cuerpo de Alex.
Para más, Álvaro (Martín Piroyansky), el hijo de los recién llegados, se relaciona
afectivamente con Alex, y se descubre en su compleja sexualidad.
Esa distinción entre cuerpo y alma en un ser en verdad único, indivisible, marca las
diferencias de los personajes ante el hecho concreto de la chica hermafrodita. A veces,
muy pocas veces, Puenzo refuerza lo que sutilmente había sabido narrar con imágenes,
de manera innecesaria, y algunos diálogos entre Álvaro y su padre suenan poco
convincentes.
A Alex, con todas sus contradicciones a cuestas, no le va en saga el resto de los
personajes. La realización le ha dado a Kraken mayor preponderancia que a Suli, e
inclusive una escena intimista entre la madre y su hija no tiene la consistencia necesaria.
El desafío de aceptar las diferencias y alejarse de los convencionalismos es el más
ambicioso planteo que hace Lucía Puenzo, basándose muy libremente en un relato de su
pareja, el escritor y director Sergio Bizzio. El aire irrespirable, las tensiones constantes,
todo el peso de la narración tiene en los rubros técnicos —en especial, la iluminación de
Natasha Braier— un soporte más que preciso en este muy buen debut de —otra más—
talentosa realizadora argentina.-
Decoupage
Temas
En busca de su identidad sexual
Esa difícil etapa que suele ser la adolescencia
Qué hacer con el cuerpo de Alex.
Un ser en verdad único, indivisible
Aceptar las diferencias y alejarse de los convencionalismos
Crítica 3
XXY. España/Francia/Argentina, 2007, 90, dirigida por Lucía Puenzo, con Ricardo
Darín, Valeria Bertucelli, Inés Efrón, Martín Piroyanski, Germán Palacios.
Puntaje: 5
Decoupage
Temas
Todos compartimos esa mezcla de rechazo y de atracción
Carga de misoginia
Queda en medias tintas.
Hipótesis
Análisis
En las tres críticas se evidencia como tema central del film la búsqueda de identidad
sexual y el malestar existencial del adolescente.
Pero si analizamos en profundidad, algunas de las frases utilizadas se refieren a lo que
es en realidad el verdadero tema del film: la libertad de elección.
Los críticos hablan del deseo, de las dudas, de las preguntas, de las diferencias. En el
film, todos esos conceptos llevan a que el espectador comprenda que el relato pretende
transmitir que tanto Alex como cualquier adolescente o persona en el mundo tienen la
libertad de elegir sobre su cuerpo o sobre su sexualidad.
Horacio Bernades, en su crítica expone que Kraken abroquela de modo casi autista en
un respeto a ultranza a la natural”. Con esta frase queda claramente expuesto que el
personaje respeta el cuerpo de su hija desde el momento que nació dejando así en Alex
la decisión final.
Guido Segal, comenta que todos tenemos curiosidad por el terreno de los freaks. Él por
su parte tiene un punto de vista un tanto discriminatorio al referirse a las personas
diferentes como “freaks”. Pero de todas formas, incluso los freaks –aunque a veces sean
discriminados socialmente- tienen derecho a elegir.
Castración.
Ramiro es el cirujano que está a favor de la castración y si bien pretende hablar con
Kraken para convencerlo; no puede hacer nada en contra de la voluntad de Alex. El
relato deja más que claro ese aspecto.
El relato en su totalidad remarca, a través de planos cerrados que transmiten solo con la
mirada de los personajes, que ese ser en verdad único, indivisible que se encuentra en
esa difícil etapa que suele ser la adolescencia y en busca de su identidad sexual es la
única persona capaz de tomar una decisión. Y es a la vez quien ayuda a Álvaro a
aceptar las diferencias tanto de Alex, como las propias.
El relato logra de esta forma, generar inquietud y dejar al espectador lleno de
preguntas. Lo lleva a mirar hacia adentro y a analizar el tema del film desde la
experiencia personal. El film parte de lo particular del caso de Alex para movilizar en
lo general al espectador y que éste se identifique o no con los personajes, o encuentre a
través del tema del film alguna identificación que lo conmueva.
La soledad (2006)
Dirigida por:
Maximiliano González
CineNegro (2006)
Dirigida por: Mariana Wenger
Lluvia (2008)
Dirigida por: Paula Hernández
Imaginadores (2008)
Dirigida por: Daniela Fiore