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EL MITO DE SÍSIFO – ALBERT CAMUS

Camus, A. (1995). El mito de Sísifo. Madrid. España. Alianza Editorial.

Siempre se ha tratado del suicidio como de un fenómeno social. Por el contrario, aquí se trata, para comenzar, de la relación entre el
pensamiento individual y el suicidio. Un acto como éste se prepara en el silencio del corazón, lo mismo que una gran obra. 16 – 17.

El gusano se halla en el corazón del hombre y en él hay que buscarlo. 17.

Adquirimos la costumbre de vivir antes que la de pensar. 20.

Como las grandes obras, los sentimientos profundos declaran siempre más de lo que dicen conscientemente.
24.

Los grandes sentimientos pasean consigo su universo, espléndido o miserable. 24.

Vivimos del porvenir: “mañana”, “más tarde”, “cuando tengas una posición”, “con los años comprenderás”.
Estas inconsecuencias son admirables, pues, al fin y al cabo, se trata de morir. 27.

Es que, en realidad, no hay una experiencia de la muerte. En el sentido propio, no es experimentado sino lo que se ha vivido y hecho
consciente. Aquí lo más que puede hacerse es hablar de la experiencia de la muerte ajena. 29.

Para un hombre, comprender el mundo es reducirlo a lo humano, marcarlo con su sello. 32.

¿De quién y de qué puedo decir, en efecto: ¡Lo conozco!? Puedo sentir mi corazón y
juzgar que existe. Puedo tocar este mundo y juzgar que también existe. Ahí termina toda
mi ciencia y lo demás es construcción. 33 - 34.

Entre la certidumbre que tengo de mi existencia y el contenido que trato de dar a esta seguridad hay un foso
que nunca será colmado. 34.

Comprendo que, si bien puedo, por medio de la ciencia, captar los fenómenos y enumerarlos, no puedo aprehender el mundo. 35.

Siempre ha habido hombres que han defendido los derechos los derechos de lo irracional. 37.

Pensar es aprender de nuevo a ver. 42.


La negación es el Dios de los existencialistas. Exactamente, ese Dios sólo se sostiene gracias a la negación de la razón humana. 60.

No hay ya una sola idea que lo explique todo, sino una infinidad de esencias que dan un sentido a una infinidad de objetos. El
mundo se inmoviliza, pero se aclara. 63.

El pensamiento de un hombre es, ante todo, su nostalgia. 67.

“Si Stavroguin cree, no cree que crea. Si no cree, no cree que crea”. Dostoievski. Los poseídos.

Puedo tocar con la mano las verdades a mi medida. 118.

La expresión comienza donde termina el pensamiento . Estos adolescentes de ojos vacíos que pueblan los templos y los
museos tienen su filosofía traducida en gestos. 131.

Se quiere ganar dinero para vivir feliz y todo el esfuerzo y lo mejor de una vida se concentran en ganar
dinero. Se olvida la felicidad; se toma el medio por el fin.136.

Si Dios existe, Kirilov es dios. Si Dios no existe, Kirilov debe matarse. Por lo tanto, Kirilov debe matarse para ser dios. Esta lógica
es absurda, pro es lo que debe ser. Sin embargo, lo que interesa es dar un sentido a esta divinidad traída de nuevo a la tierra. Eso equivale a
aclarar la premisa, “Si Dios no existe yo soy dios”. 140 – 141.

Todo pensamiento que renuncia a la unidad exalta la diversidad. 152.

El comediante nos lo ha enseñado: no hay frontera entre el parecer y el ser. 153.

Sísifo, proletario de los dioses, impotente y rebelde, conoce toda la magnitud de su miserable condición; en
ella piensa durante su descenso. La clarividencia que debía constituir su tormento consuma al mismo tiempo su
victoria. No hay destino que no se venza con el desprecio. 160.

Los corazones puros saben ver en todas partes ese lugar geométrico del hombre y de lo inhumano. 180.

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