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Tomás de Aquino

Ser y esencia en los diferentes niveles de lo real

1 Dios - La esencia coincide con el ser


- No se coloca en ningún género
- La individuación se da por la misma imparticipabilidad del
ser

2 Sustancias simples - La esencia es diversa del ser y coincide con la forma


- Las diferencias específicas se toman de los diversos
grados de perfección al recibir el ser, y el género se toma
del carácter común de la inmaterialildad
- No existen más individuos al interior de una misma
especie, antes bien, cada sustancia constituye una
especie por separado (= el único individuo de la propia
especie)

3 Sustancias compuestas - La esencia es diversa del ser y coincide con el compuesto


(synolon) de materia y forma
- El género se toma de la materia y la especie de la forma:
para que la esencia misma pueda ser predicable, debe ser
entendida como un todo (y no como parte) y solo según
el ser que tiene en el entendimiento
- La individuación ocurre en virtud de la materia signada,
es decir, cuantitativamente determinada.

4 Accidentes - Poseen una esencia incompleta y relativa, porque en su


definición debe siempre ponerse el sujeto
- Pueden fungir de género o especie solo si se los toma en
abstracto y no en concreto (como para las sustancias)
- El género se toma del modo de ser del sujeto, y la
diferencia de los principios del sujeto
- Los accidentes que siguen a la materia son individuales, y
los que siguen a la forma son universales, propios del
género o la especie

El sentido ontológico o real, el ser es el acto de la esencia, es decir, la existencia. Desde este
punto de vista, el ser resulta la actualidad de todos los actos y la perfección de todas las perfecciones.
Así pues, una cosa será más o menos noble y perfecta cuanto mayor o menor sea su grado de
participación en el ser. El ser es lo que más íntimamente conviene a todas las cosas y el acto último
que cada una anhela.
El ser es análogo: Solo Dios es su mismo ser, esto es, su existencia, todos los demás entes
reciben la existencia limitada y determinadamente, de acuerdo a su esencia. Por esa razón todos los
seres son finitos, mientras que Dios es infinito. Los entes son tales porque tienen ser, mientras que
Dios, a diferencia de todo lo que existe, es el ser.
Analogía del ser

Comentario al Primer Libro de las Sentencias, Prol. q.1, a2, ad 2

El creador y la criatura se reconducen a la unidad no por una


comunidad de univocidad, sino de analogía. Ahora bien, esta
reunión puede ser doble. O porque algunas cosas participan de
algo único, según un orden de anterioridad y posterioridad, como
la potencia y el acto de la razón de ente, y de manera semejante
la sustancia y el accidente; o porque una cosa recibe el ser y la
noción de otra, y tal es la analogía de la criatura al creador. En
efecto, la criatura no tiene ser sino en cuanto desciende del
primer ente, ni se llama ‘ente’ sino en cuanto imita al primer ente.
Y lo mismo debe decirse de la sabiduría y de todas las demás cosas
que se dicen de las criaturas.
Suma de Teología, I,q.13
Art. 1: ¿Hay algún nombre que convenga a Dios?
NO. Pero eso no impide que pueda recibir un nombre a partir de las criaturas,
aunque no sea un predicado sustantivo, como ‘hombre’. (Cf. Aristóteles, Categorías 3)

Art. 2: ¿Se puede no se puede decir algo


sustancial de Dios?
Tomás critica la teoría del lenguaje del Ps. Dionisio y, con ella, la posición tradicional de
los platonismos.
Critica también el intento de Maimónides de reformular la teología negativa para salvar
de algún modo el estatuto de nuestras afirmaciones acerca de Dios.
Así como la tesis de Alain de Lille (s. XII), según la cual todos los teónimos son nombres
relativos, no absolutos.

Adjetivos – Sustantivos – PERFECCIONES


Los nombres que indican perfección se dicen de Dios de modo sustantivo, no accidental.

La objeción 3 que Tomás presenta contra su propia tesis es muy importante.

Art. 5: Cuando nos referimos a Dios con los


mismos nombres que empleamos para referirnos a
las criaturas no lo hacemos de modo unívoco, sino
análogo.

Es imposible que algo se pueda decir unívocamente de Dios y de


las criaturas […]

Pero tampoco en sentido equívoco, como dijeron algunos […]


Así pues, hay que decir que estos nombres son dados a Dios y a
las criaturas por analogía, esto es, proporcionalmente. Lo cual, en
los nombres se presenta de doble manera:
(1) O porque muchos guardan proporción al uno, como sano se
dice tanto de la medicina como de la orina, ya que ambos
guardan relación y proporción a la salud del animal, la orina
como signo y la medicina como causa
(2) O porque uno guarda proporción con otro, como sano se
dice de la medicina y del animal, en cuanto que la medicina
es causa de la salud que hay en el animal. De este modo,
algunos nombres son dados a Dios y a las criaturas
analógicamente y no simplemente de forma equívoca ni
unívoca. Pues no podemos nombrar a Dios a no ser
partiendo de las criaturas, como ya se dijo.
Y así, todo lo que se dice de Dios y de las criaturas se dice por
la relación que la criatura tiene con Dios como principio y
causa, en quien preexisten de modo sublime todas las
perfecciones de las cosas.
Y este modo de interrelación o comunidad es el punto medio
entre la pura equivocidad y la simple univocidad. Pues en la
relación analógica no hay un solo sentido, como sucede en los
nombres unívocos, ni sentidos totalmente distintos, como
sucede con los equívocos; porque el nombre que
analógicamente se da a muchas cosas expresa distintas
proporciones a algún determinado uno, como el nombre sano,
dicho de la orina, expresa el signo de la salud del animal; y dicho
de la medicina, en cambio, expresa la causa de la misma salud.

Dos tipos de analogía:


de muchos a uno  (proporcionalidad)
de uno a otro  (atribución)  relación de una
cosa con otra

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