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FILOSOFIA:

TEMA1 PRESOCRÁTICOS
Actividad 4,5,8,10,12,14,16,2227 y comentario pagina31

4. El Logos: que puede entenderse como la capacidad que tenemos para


hablar de manera razonada. la forma en que un razonamiento avanza
hacia el siguiente, como para mostrar que la conclusión a la que se tiende
no solo es la correcta sino también tan necesaria y razonable como para
ser la única.
5. Physis: El Physis para los filósofos, es el principio de la realidad, desde
ahí parten todas las teorías filosóficas, por lo tanto, antes de Sócrates,
era de las cosas as importantes de los filósofos porque sin ella no habría
nada.
Arjé: Es un tipo de filosofía, que trata sobre el principio de todo y el
creador de todo el universo.
8. Podemos decir que para Pitágoras el arjé eran los números, este
pensaba que los números eran el principio de todas las cosas, de su
forma, estructura y funciones.
Tenemos que arjé es una palabra que se usaba para definir el principio,
los fundamentos y el comienzo. Todo esto desde una perspectiva
filosófica.
Los primeros filosóficos usaron la palabra arjé para nombrar al elemento
de donde proviene toda materia.
Este concepto se usó más que todo en la filosofía griega y tiene un
significado bastante ambiguo, sin embargo, así era la filosofía de esos
tiempos.
Lo que quiero explicar es que, si Pitágoras defendía ese arjé sus
seguidores, por lo tanto, esas son las dos características, que hacían a
Pitágoras y sus seguidores tan originales.
5. Muy interesante! El río como alegoría del tiempo y de los hombres.
A mi, cómo a muchos, me fascina y desconcierta el tema. Y siempre he
tenido una pregunta dando vueltas que no he podido tratar porque no me
he cruzado un filósofo (o no me di cuenta que era uno). Trataré de
escribirla a continuación:
Entiendo al tiempo como una unidad de medida del movimiento - se
toman como referencia el planeta y el sol - en cuanto al movimiento le es
connatural el desgaste.
Entiendo que si no hubiera movimiento (molecular) no habría desgaste,
por lo tanto, no habría tiempo.
Si hubiera movimiento, pero no corrupción de la materia, al llegar cada
cosa a su desarrollo pleno el “tiempo” pasaría a ser eterno. Puesto que
hoy el presente nace y muere continuamente, y habría en esta ilusoria
instancia un presente único.
¿Habría entonces un tiempo sin final? ¿O no habría tiempo?
El río es la principal metáfora del cambio y el agua de lo inasible, de lo que se
escapa, de lo que no puede asirse permanentemente. Pero lo que nos dice
Heráclito y su casi contemporáneo, el Buda, es que todas las cosas son así,
nada tiene una sustancia fija y permanente.
Esto no significa que no exista el mundo o el ser, que sean nada. Significa
justamente que están cambiando, que no son permanentes, que
dependen de otra cosa, de causas y efectos, y que todo es así. Así
podemos notar que todas las partes de las que estamos hechos, de las
cuales aparentemente surge la sensación del yo, están cambiando
constantemente (ya nuestras células y átomos no son los mismos que
teníamos cuando nacimos). Por ello es una ilusión creer que somos los
mismos, que somos siempre una identidad fija, un yo separado: una
persona que siempre es la misma, antes y después de entrar al río.
12.
A. Devenir: Es la posibilidad de cambio en una cosa que tiene ser,
que existe.
B. Logos: Las leyes universales del mundo, la ley del ser. Los estoicos
denominaban “logos” al destino, a la razón mundial. Los
neoplatónicos y la teología cristiana del medioevo llamaban “logos” al
creador, a la misteriosa sustancia espiritual, a dios.
C. Lucha de contrarios: Es el principio universal que gobierna todos
los reinos del ser. Para Heráclito la guerra resulta la experiencia
filosófica primaria. Pero en esta pelea de contrarios existe una unidad
que los ordena que es el logos ordenador = Dios.
14. ¿Qué es el Ser? Esta pregunta no se puede contestar porque no tiene
definición. El solo hecho de definir al Ser implica reducirlo a un concepto
más amplio y no existe un elemento más extenso que el Ser.
Lo único que podemos hacer es señalar quién es el Ser.
La palabra Ser no podemos saber qué es pero para nosotros significa
existir y consistir.
No podemos saber qué es existir, sólo tenemos la experiencia de existir,
de estar ahí.
Podemos intentar saber quién existe. Yo existo, las cosas existen, Dios
existe, y yo y las cosas existimos en Él, o bien, yo existo y las cosas no
son más que mis representaciones y no verdaderas realidades, no son
en si mismas sino que son en mi.
En cuanto al consistir, hay varias formas de consistir. No podemos saber
quién consiste hasta que no sepamos quien existe.
Cuando sepamos quién existe podremos decir que todo lo demás existe
en ese ser primero y por lo tanto todo lo demás consiste.
La Metafísica trata de contestar quien existe en si y la Teoría general de
la objetividad en general, es decir, de los objetos, trata de contestar qué
es consistir.
Hegel identifica el Ser con la Nada porque no se puede decir ni predicar
nada de él.
Supone una distinción entre el Ser que es y el Ser que no es, el Ser
auténtico y el Ser inauténtico. Si el Ser está compuesto de otros seres
que no son él es inauténtico (ser en otro) y si no podemos reducirlo a
otros seres es el Ser auténtico (ser en si).
La Metafísica trata de contestar quién existe, quién es el Ser en sí.
La contestación natural de cualquier persona es que yo existo, los árboles
existen, mi lapicera existe, etc. Esta respuesta se denomina realismo en
filosofía. Realismo metafísico.
Pero ningún filósofo afirma que todas las cosas existen porque es
evidente que algunas tienen una existencia aparente.
Los filósofos griegos descubrieron que con la razón se puede hallar lo
que las cosas son y antes de ellos trataban de hacer lo mismo pero con
elementos irracionales o de fe.
Los griegos buscaron lo que tiene existencia en si, el principio como
comienzo y como fundamento. Para Thales el principio de todas las cosas
era el agua, que existe como principio esencial, fundamental.
Para Heráclito nada existe, no hay un Ser estático de las cosas, lo que
hay es un Ser dinámico, las cosas no son sino que devienen. El existir es
un perpetuo cambiar.
En la práctica, por ejemplo, si creo en Dios, para mi Dios tiene existencia,
Dios Es y yo existo en Él. La esencia de Dios es la perfección y la virtud,
de las cuales tengo la intuición. Dios es pensamiento, razón y propósito,
de los cuales participo como ser humano. Y en esta realidad que es pura
ilusión de los sentidos, puedo elegir Ser quien Soy o no Ser, obnubilado
por las tentaciones del existir. Mi filosofía es realista porque le doy
existencia a Dios y a mi mismo en él.
Si no creo en Dios, entonces podría creer por ejemplo que lo que existe
es sólo mi pensamiento porque de lo demás no estoy seguro, porque
cambia y todos percibimos cosas diferentes. Por lo tanto todo es un
sueño. Mi filosofía es idealista porque creo que sólo existe el pensamiento
y todo lo demás es ilusorio.
Lo cierto es que mi modo de pensar condiciona mi vida, le da forma y me
hace responsable de mi destino.
15. Esta es, quizá, la idea más crucial que aporta Parménides. Él concibe
que un nombre no dice "nada real", o sea, que la palabra se concibe sólo
como un nombre que se da a la cosa; la cosa no es su nombre, sino que
tan sólo 'recibe' "un" nombre. Tal pensamiento aboca a la idea
revolucionaria de disociación entre nombre y cosa, algo que hasta
entonces siempre había permanecido inseparable.

La palabra nombra y al nombrar una cosa ésta aparece. Pero si la palabra


es solo nombre, entonces no llega a representar el verdadero ser de la
cosa. De aquí deriva una idea bastante inquietante, y que me gustaría
que cerrase este breve esquema sobre Parménides: si los nombres no
representan el verdadero ser de las cosas que enuncian, y si la Filosofía
no es más que un conjunto de palabras, ¿supone esto que, en el caso de
que Parménides estuviese en lo cierto, la corrección y el alcance de la
misma debería cuestionarse? En otras palabras, ¿no debería el filósofo
guardar silencio ante la verdad, porque la desconoce por completo,
habida cuenta que él no es capaz de comunicar el ser de las cosas, sino
tan sólo el nombre, el cual quizá enmascare y difume completamente el
verdadero significado de todas las cosas en cuestión?
16. En la paradoja de aquiles y la tortuga, aquiles está en una carrera
con la tortuga. aquiles le da a la tortuga una ventaja de 100 pies. si
suponemos que cada corredor comienza a correr a una velocidad
constante (uno muy rápido y otro muy lento), luego de un tiempo definido,
aquiles habrá corrido 100 pies, llevándolo al punto de partida de. La
paradoja de zenón y el límite del aggiornamento actuall. aquiles y la
tortuga compiten en una carrera; como aquiles es muy ligero, este le
concede una ventaja inicial a la tortuga. aquiles se coloca al inicio de la
pista y la tortuga más adelante a una distancia s 1. cuando aquiles recorre
la distancia s 1 en un tiempo t 1, la tortuga ya no está ahí porque avanzó
una distancia s 2. La paradoja de aquiles corriendo tras la tortuga es una
de las más clásicas y famosas paradojas de zenón.este griego filósofo
pretendía demostrar que todo lo que percibimos en el mundo es ilusorio,
y que cosas como el movimiento eran simplemente ilusiones y no
realidades. En la paradoja de aquiles y la tortuga, aquiles está disputando
una carrera contra una tortuga.aquiles concede a la tortuga una ventaja,
por ejemplo, de 100 metros. suponiendo que ambos comiencen a correr
a una velocidad constante (uno muy rápido y la otra muy lenta), tras un
tiempo finito, Aquiles correrá 100 metros, alcanzando el punto de partida
de la t. Respuesta. respuesta: Aquiles y la tortuga. Gabriel a. la paradoja
de Aquiles corriendo tras la tortuga es una de las más clásicas y famosas
paradojas de Zenón. este griego filósofo pretendía demostrar que todo lo
que percibimos en el mundo es ilusorio, y que cosas como el movimiento
eran simplemente ilusiones y no realidades.
22. El sofista, creador de la ciencia del espíritu, defiende que la
palabra, no es sólo la expresión de las ideas, sino también el instrumento
inevitable del pensamiento. Su interés por la demostración mediante la
palabra le lleva al estudio de las figuras del discurso ‑la Retórica‑ y a la
investigación científica del lenguaje ‑la Gramática‑.
El desarrollo de la Retórica sofista tiene su fundamento teórico, por lo
tanto, en la relación que establecen entre el funcionamiento interno del
pensamiento y la organización externa del discurso. La palabra, según
ellos, no sólo es la manifestación de las ideas sino también la herramienta
indispensable del razonamiento. El hombre se configura a través de sus
relaciones con las cosas y de sus comunicaciones con las personas.
Según los sofistas, el hombre se define a sí mismo y se diferencia de
los animales por el lenguaje, expresión de su naturaleza psicofísica: es la
condición y el efecto de su carácter social. Gracias a él, puede
perfeccionarse personalmente e integrarse socialmente. En este hecho
se fundamenta la dignidad social que adquiere la elocuencia y,
consecuentemente, la importancia académica que alcanza la Retórica.
La interpretación fisiológica y teológica del hombre y de sus
comportamientos cede su puesto a la consideración política y filosófica.
Los sofistas, con su revalorización del lenguaje, tienden a un relativismo
nominalista: palabras y cosas se identifican. Por eso la sofistica enseña
a «establecer el pro y el contra de la cuestiones, a hacer triunfar una
causa, a hacer creíble lo probable, puesto que lo necesario compete a la
filosofía» (A. Reyes, Ibidem: 57). El desarrollo, por lo tanto, de la Retórica
es paralelo al crecimiento del interés por el hombre, por la sociedad, por
la libertad, por la ética y por la lengua.
El hecho de que algunos sofistas establecieran escuelas de Retórica
que, en ocasiones, se constituyeron en verdaderos negocios, hizo posible
que algunos «charlatanes» se aprovecharan. Se puede aceptar que, de
alguna manera, tras los excesos cometidos por algunos maestros de la
oratoria, como Protágoras y Gorgias, el término «sofista» adquiriera un
significado peyorativo. El éxito de los rétores‑sofistas fue enorme; el
mismo Sócrates fue considerado uno de ellos, hasta el punto de que Las
Nubes de Aristófanes lo caricaturiza como maestro de sofística.
TEMA2 PLATÓN
Actividad 1,3,4,7,814,16,actividad 3 página 53,y comentario
1ºpágina55.
1.El objetivo de la política de Platón es el perfeccionamiento y felicidad
de todos los ciudadanos. Afirma que cada uno no se basta a sí mismo,
por lo que el ser humano necesita vivir en sociedad. Por eso, para
conseguir un Estado perfecto, busca la ciudad justa, formada por
hombres justos y virtuosos.
Debido a la clara evidencia de que no todos los hombres están
igualmente dotados por naturaleza, ni deben realizar las mismas
funciones, cada uno tiene algo diferente que aportar para una sociedad
perfecta. Para que esta funcione, cada uno debe realizar su función de
forma virtuosa. Los gobernantes deberían ser los que estén mejor
dotados para ello, y vayan a servir al bien común y a la justicia. Los
guardianes se encargan de velar por la seguridad de la ciudad; y los
trabajadores, campesinos, etc, deben cuidar el aspecto material. Cada
uno debe cumplir su función de manera perfecta y armoniosa, destacando
en las virtudes de prudencia, fortaleza y moderación, respectivamente.
Además, el filósofo griego propone un orden en las formas de gobierno,
siendo la aristocracia la mejor, pues se trata del gobierno de los mejores,
y la tiranía la peor. Entre medias se sitúan la timocracia, oligocracia y
democracia, siguiendo el mismo orden. Si tan poca consideración le tenía
un sabio como Platón a la democracia, ¿cómo es que se ha convertido
en el sistema político actual de la mayoría de Estados del mundo
occidental?
Es muy necesario comprender que el concepto de justicia platónico es
diferente del actual. Platónicamente, consiste en una gran virtud que nace
cuando cada clase social cumple su función en perfecto equilibrio y
armonía (haciendo el bien). En cambio, a día de hoy consideramos la
justicia como aquello que debe hacerse según derecho, razón o equidad.
Por lo que, efectivamete, la democracia es lo más «justo» si entendemos
la justicia de esta forma. Pero, ¿es lo mejor? ¿Acaso el partido político
más votado es el mejor? Si afirmamos esto, estamos afirmando que lo
mayoritariamente aprobado es lo bueno, lo verdadero; y en este caso,
estamos defendiendo una falacia ad populum. Se trata de un engaño.
Entonces, podríamos volver al Estado ideal e implantarlo en la sociedad
actual. ¿Sería eso factible? De poco nos sirve una teoría idílica si no se
puede llevar a la práctica. Sucede que esta teoría tiene dos grandes
errores. El primero es, que según Platón, el Estado es una institución
educativa, pues educando y conociendo el Bien es como se llega a una
sociedad justa. ¿Pero acaso hoy en día se educa en la virtud? El otro
gravísimo error se encuentra en la ética, pues el filósofo griego propone
un intelectualismo moral, que afirma que la condición única para que el
hombre haga el bien es conocer el Bien. Es una idea muy ingenua, pues
basta con mirar la realidad para darse cuenta de que el ser humano se
corrompe, pues muchas veces sucede que le puede el deseo de poder y
deja de velar por el bien común. Es entonces cuando el liderazgo y el
gobierno ya no son un servicio a los demás y el Estado no funciona como
debería. ¿Es esto algo novedoso? El hombre se corrompe, y esto es algo
importantísimo que no parece tener en cuenta Platón.
Más aún, ¿cómo podríamos establecer la aristocracia en el mundo
actual? Coincido en que el gobierno de los mejores, como su nombre
indica, es el mejor, el más adecuado, y no el gobierno elegido por la
mayoría (que no necesariamente tiene que ser el mejor). La mayoría
puede estar equivocada, y los que de verdad saben cómo llevar una
sociedad de forma justa pueden ser pocos. Pero ¿cómo podríamos elegir
a los mejores para gobernar, si no sabemos discernir entre el bien y el
mal? La historia de la humanidad nos ha llevado a vivir en una actualidad
relativista, nadie se pone de acuerdo y no existen certezas comunes. No
puede haber un gobierno de los mejores si no sabemos qué es lo mejor
ni cuál es la verdad. Esto nos lleva de nuevo a confiar en la democracia
como el sistema de gobierno más adecuado.
Ya que nadie se pone de acuerdo y no parece existir una verdad común,
cada uno opina según le parece; en esta sociedad nos gusta mucho dar
nuestra opinión, y todo lo demás se vuelve criticable. Esto nos ha llevado
a estar más de un año sin un gobierno estable en España. Ni siquiera el
voto democrático, por muy justo que parezca, nos ha servido para llegar
a un acuerdo. ¿Dónde está el gobierno de los mejores que tanto
necesitamos?
3.
Sensible: Son ideas diferentes a sus múltiples manifestaciones sensibles.
Estas representaciones manifiestan el intento de acercarse a la forma
ideal en su deseo de ver las cosas en sí, que sólo pueden ser vistas por
medio del pensamiento.
Inteligible: El Mundo Inteligible es inmaterial, eterno, inmutable, perfecto;
el sensible es material, perecedero, cambiante, imperfecto. El Mundo
Inteligible está compuesto por aquello que no puede ser percibido por los
sentidos, sólo por la razón.
Participación: Es la reminiscencia que se hace desde el mundo de las
realidades sensibles hacia las ideas, que forman la verdadera realidad
que no cambia, una realidad inteligible
Imitación: Al modo como las cosas se relacionaban con los números,
considera-dos como las realidades esenciales y superio-res que aquéllas
imitan
7. ALMA
PLATÓN INTERPRETA EL ALMA PRINCIPALMENTE EN DOS SENTIDOS: EL ALMA
COMO AQUELLO QUE PERMITE A LOS SERES VIVOS REALIZAR ACTIVIDADES
VITALES, Y, EN EL CASO DEL ALMA HUMANA, COMO EL PRINCIPIO DIVINO E
INMORTAL QUE NOS FACULTA PARA EL CONOCIMIENTO Y LA VIDA BUENA.
al igual que todos los griegos, platón, consideró que el alma es el
principio que anima los cuerpos de los seres vivos, que les da vida y
movimiento. pero lo peculiar de su concepción se muestra en su visión
del alma como principio de racionalidad y dotada de carácter divino. para
este autor el alma es la parte más excelente del hombre, gracias a ella
podemos alcanzar la ciencia y realizar acciones buenas; el alma ―al
menos la parte más excelente― nos vincula con el mundo divino y está
dotada de un destino inmortal.

ALMA RACIONAL

PARTE SUPERIOR DEL ALMA HUMANA, INMORTAL Y DIVINA. GRACIAS A ELLA


ALCANZAMOS EL CONOCIMIENTO Y LA VIDA BUENA.

el "mito del carro alado" representa el alma racional con la metáfora


del auriga. es la parte más excelente del alma, se identifica con la razón
y nos faculta para el conocimiento y la realización del bien y la justicia. es
un principio divino y dotado de inmortalidad. la sitúa en la cabeza (el
cerebro).

ALMA IRASCIBLE

PARTE DEL ALMA HUMANA EN DONDE SE SITÚAN LA VOLUNTAD Y EL VALOR .

el "mito del carro alado" representa el alma irascible con la metáfora


del caballo bueno y dócil a las instrucciones del auriga. gracias a esta
parte el auriga puede seguir a los dioses hacia el mundo de las ideas y la
contemplación de la idea de bien. en el alma irascible se encuentra la
voluntad, el valor y la fortaleza. platón no defiende con claridad ni su
mortalidad ni su inmortalidad. la sitúa en el pecho (el corazón).

ALMA CONCUPISCIBLE

PARTE MORTAL DEL ALMA HUMANA RESPONSABLE DE LAS PASIONES , PLACERES


Y DESEOS SENSIBLES.

en el "mito del carro alado", platón representa el alma concupiscible


con la metáfora del caballo malo, poco dócil y que dirige al carro hacia el
mundo sensible. es la parte del alma humana más relacionada con el
cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles y los apetitos o
deseos sensibles (deseos sexuales, apetitos por la comida, la fama, la
riqueza...). por estar tan íntimamente ligada al cuerpo se destruye cuando
éste muere. la sitúa en el abdomen (hígado).
8. Vamos a tratar la alegoría de la línea, también conocida como la
analogía de la línea dividida.

En este texto Platón sostiene la existencia de dos mundos, el visible y el


inteligible. Analicemos su visión sobre cada uno de ellos detenidamente.

En el mundo visible, el Sol cumple un rol importante. Platón había


observado que de día, ante su presencia, los colores de los objetos eran
visibles. Por otra parte de noche, ante su ausencia, todo estaba en
tinieblas. Es entonces que llega a la conclusión de que el ojo ve los
objetos visibles gracias a la luz emanada del Sol.

Analógicamente, Platón define un mundo inteligible. Así como lo visible


es lo que se puede apreciar con el ojo, lo inteligible es lo que se puede
apreciar con la inteligencia. En este mundo, la 'Idea del Bien' actúa como
el Sol, irradiando verdad y ser a los objetos inteligibles, para que de esta
forma puedan ser conocidos. El filósofo sostiene que lo que no es
iluminado por la 'Idea del Bien' es lo que nace, se corrompe y muere.

¿Qué relación establece Platón entre estos dos mundos? El filósofo


griego observó que los objetos visibles poseen sombras y reflejos, a los
que denominó imágenes. De esta forma argumenta que la imagen es al
objeto visible lo que la opinión es al entendimiento. También afirma que
el objeto visible es usado como imagen para comprender algo que sólo
puede ser conocido por el entendimiento, aduciendo que un cuadrado
dibujado sirve para entender la verdadera figura geométrica.

Su visión afirma que el Bien y el Sol reinan estos dos mundos, siendo el
primero el que engendró al segundo a su semejanza.

Sin duda alguna, Platón disfrutaba creando analogías. Su discípulo


Aristóteles sería el primero en refutarlo diciendo que su pensamiento
'duplica innecesariamente el número de las cosas'.
14. a) F
b) V
c)V
d)F
16. Lo más difícil para todo individuo es lograr asimilar satisfactoriamente
algún cambio de paradigma que logre experimentar, dicho de otro modo,
lograr comprender la forma cómo algo que se considera verdadero deja
de serlo, estando al borde de los principios cognitivos, reflexionar sobre
los modos en que el pensamiento ha configurado la realidad subjetiva y,
consecuentemente, establece una configuración de la realidad estable.
Es propósito principal de este escrito es analizar la filosofía y visión de
Descartes frente a la naturaleza humana y como, consecuentemente, le
da un orden a todo lo que se encuentra fuera del ser humano, la doble
naturaleza que se intenta explicar da evidencia y ayuda a entender el
método de las estructuras de los fenómenos que se han constituidos de
un modo "inalterable", dudoso, cuestionable. Como lograr sostener
castillos en el aire cuando ni siquiera se reconocen las bases en que el
castillo fue construido.
René Descartes ha sido uno de los filósofos más importante que ha
existido y, sin duda, el más famoso de Francia, su visión de lo que acaece
en el mundo puso en jaque la forma que se consideraba al mundo como
tal, su perspectiva dio inicio a la modernidad, pero aun no existía la
madurez necesaria para poder desembarazarse totalmente del peso que
traía la escolástica. Queriendo despejar una maraña con una mirada
hacia el futuro, sin poder quitar sus pies en el peso de lo antiguo, solo a
través de esta visión que se estaba generando en el pensar fue por el
cual su propio pensamiento se siente influenciado, en el momento que
estaba terminando de redactar su manuscrito "El Mundo", en el que
procuraba explicar los fenómenos naturales por medio de las leyes
establecidas de Dios, ya por terminar este manuscrito, en Noviembre de
1633, recibe la noticia de que Galileo fue condenado en Roma por su
afirmación del movimiento de la Tierra, lo que genera una transformación
radical en las consideraciones que tenía, dejando de lado su manuscrito,
luego de 4 años sale a la luz, de forma anónima, El Discurso del Método,
con la que comenzó a estructurar su filosofía.
COMENTARIO:
Platón:
El texto a comentar es un fragmento del diálogo Menón del filósofo
ateniense Platón (428-347 a.C.). Su nombre era en realidad Aristocles,
pero apodado Platón por sus anchas espaldas. Su educación fue brillante
y completa. Discípulo de Sócrates, Platón fue el primer filósofo que nos
ha dejado una amplia obra escrita. Creador de la famosa Academia, su
pensamiento ha ejercido una poderosa influencia en la historia de la
filosofía. La figura de Platón resulta indispensable para la comprensión
de la historia del pensamiento occidental. Platón eligió el dialogo como
forma de expresión de su pensamiento, quizá como tributo a su maestro
Sócrates, a quien convirtió en interlocutor de casi todos ellos.
Luchó en las guerras del Peloponeso que eran la lucha entre la
Democracia, representada por Atenas; y la Aristocracia representada por
Esparta. La Guerra acaba con la victoria de Esparta sobre Atenas y
decide elegir un grupo reducido de ciudadanos para formar un Consejo
que sustituyese a la Democracia tradicional. Este gobierno lleva una
política reaccionaria y despótica que termina en un año por el
descontento y la revuelta popular, liderada por Trasíbulo quien se
apodera de Atenas y restablece de nuevo la Constitución Democrática.
Este nuevo gobierno democrático es el que juzgara a Sócrates y le
condenara a muerte en el año 399 a.C. por no reconocer a los dioses
atenienses y por corromper a la juventud. Tras la muerte de Sócrates,
Platón se refugió en Megara por temor a ser perseguido. La finalidad
última de la filosofía platónica se centra en la utilidad política, en la
construcción de un sistema social gobernado por filósofos y
fundamentado en una concepción de la realidad y del conocimiento
bastante sólido. Realizó tres viajes a Siracusa con el objetivo de poner en
práctica sus ideas políticas, pero en todos ellos fracasó.
Platón heredó de Heráclito la idea de que la realidad sensible está en
constante cambio. Posteriormente estuvo muy vinculado a Sócrates y tras
su muerte, llegó a la conclusión de que son los filósofos los que debían
gobernar. El pitagorismo influirá en su dualismo antropológico y en su
doctrina de la inmortalidad del alma. De Parménides obtiene las
cualidades que da al Ser y se las atribuye a las Ideas. El Nous de
Anaxágoras se puede considerar el precedente del Demiurgo platónico.
Los sofistas también forman parte de su contexto filosófico aunque solo
sea por la oposición a su pensamiento.
Cabe mencionar que el diálogo Menón pertenece a su periodo de
transición, en el que vierte en sus diálogos algunas opiniones que no
podemos considerar estrictamente socráticas, comenzando a introducir
elementos de su propia cosecha, algunos de los cuales apuntan ya hacia
la teoría de las Ideas.
Platón establece que solo es real lo que podemos conocer, o si se prefiere
solo podemos conocer lo que es real. Para explicar el fenómeno del
conocimiento y para dar cuenta de cómo podemos pasar del
conocimiento sensible al conocimiento inteligible ofrece tres
explicaciones: una mítica y dos filosóficas. La primera aparece en el
Fedón, es la teoría de la reminiscencia, que también aparece en el texto
a comentar. La segunda, contenida en la República es la explicación de
la dialéctica. La tercera que se encuentra en el Banquete es la teoría del
amor.
Cuando Platón dice en el texto en boca de Sócrates que el alma lo ha
aprendido todo, se refiere al alma separada del cuerpo y al verdadero
conocimiento que solo trata de lo verdaderamente real, las ideas. Esto
nos da a entender que el conocimiento es algo innato. Así vemos como
Platón en el texto se refiere a que el alma, cuya existencia esencial en el
mundo de las ideas se da separada del cuerpo, vive en contacto directo
con esa realidad y adquiere todo el conocimiento sobre ella. Conoce cada
una de las ideas, sus relaciones, la estructura del mundo de las ideas.
Llega a ver la Verdad directamente. La Verdad única y absoluta de las
Ideas.

Heraclito:
En este sentido su filosofía aporta un toque religioso o esotérico,
entendiendo esoterismo como aquello de lo que sólo participa un núcleo
cerrado de personas escogidas. Los aforismos de Heráclito podemos
dividirlos en cinco grupos según su temática. En el primero, las ideas
fundamentales son la existencia de una verdad oculta, la capacidad del
hombre para hallarla o no y la necesidad de todo hombre de alcanzar esa
verdad oculta y vivir y actuar conforme a ella. En el segundo, advierte de
que hay que guardarse de las opiniones de los hombres y de los sentidos
pues se basan sólo en apariencias y enarbola la bandera del “Pantha rhei”.
En el tercero, muestra la existencia de un movimiento continuo, de un
mundo cambiante, pero en el que existe un legislador, un “todo unificador”
que es armonía, inteligencia y verdad; también advierte de las dificultades
de los hombres para descubrirlo. En el cuarto, Heráclito acuña que esa
armonía sólo es posible a causa de la guerra, de la lucha de contrarios,
todas las cosas se forman por el equilibrio logrado en una lucha
constante de principios contrarios que rigen la unidad de las cosas,
ninguno destaca sobre el otro y ambos son necesarios. Por último, en el
quinto habla del fuego como
logos material, el fuego, a su vez, también existe fruto de es lucha de
contrarios
y representa y expresa cómo y porqué son las cosas, este fuego, sin
embargo es
eterno –existe desde siempre- y jamás se apagará.
La manera de entender el mundo de Heráclito pasa por el devenir , el
cambio “Pantha rhei”, es aquí donde introduce el eterno dilema sobre la
unidad
y la pluralidad. El cambio, el movimiento (captado por los sentidos)
muestran la pluralidad del ser pero esto es sólo lo externo, hay un
principio mayor que sólo podemos apreciar con la actitud correcta y el
buen uso de la razón, que es la armonía resultante de la guerra, del
enfrentamiento de contrarios. Así, como sólo podemos descansar si
estamos cansados o sólo podemos entender la justicia si hemos
padecido la ofensa, así percibimos la armonía de todo fruto de la lucha
de contrarios y aquí es cuando Heráclito acuña su dialéctica del ser-no
ser.
Tres aspectos fundamentales hay que destacar en los aforismo de
Heráclito. Primero, la afirmación que esconden sus palabras, donde se
identifica el pensar correctamente con la verdad. El logos que lo rige todo,
está en todas las cosas y por ende también en el hombre, así el hombre
que razona conforme al logos llega a la verdad.
En segundo lugar la dialéctica del cambio, de la guerra, del
enfrentamiento de contrarios que genera nuevos seres y corrompe otros,
sólo por la guerra se puede llagar a la paz y sólo los contrarios forman la
unidad.
Este pensamiento dialéctico podemos entenderlo como un precedente de
lo que será la dialéctica del idealismo –más depurado en éste último-.
Toda tesis (un contrario), tiene una antítesis (otro contrario) y fruto de los
dos surge una síntesis (armonía). Este pensamiento esgrime una
gnoseología interesante pues esa lucha puede ser captada con facilidad
por nuestra razón y nuestros sentidos junto con el devenir. El ejemplo del
río es demoledor; en la actualidad cuando la microfísica tira por tierra las
teorías de la microfísica en lo referente a la incertidumbre de la materia,
la discontinuidad de todo movimiento, etc... La doctrina de Heráclito
acuña una simple solución, la pluralidad es fruto de una primera ojeada,
los sentidos nos conducen a la inestabilidad y pluralidad de todo ente
pero esto no es un problema para aquellos que entienden un principio
mayor (lógico) que rige el mundo y que se representa como logos
encarnado en un fuego eterno que a su vez es también fruto del
enfrentamiento pero que es uno y a su vez creador.
En tercer lugar, una propuesta del concepto de substancia metafísico,
aquello que permanece en el cambio y que sustenta el cambio se deduce
de las palabras de Heráclito pero él lo eleva a la categoría de logos, con
un sentido lógico que no ontológico. Si en Aristóteles la materia
informada sólo se entiendecomo co-principio que necesita de la forma
para llegar a mostrarse como ente existente, Heráclito no habla de
materia/forma sino de contrarios y armonía regida por un logos, elevado
a deidad abstracta y legisladora que es la quemasegura que un río es un
río y no un mero cauce de agua que fluye.

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