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TRABAJO DE FILOSOFIA

Tema 5. Santo Tomás JOSE LUIS ROBLES


LARROSA

3.Explica cuál es la composición última del ente, según santo Tomás, y


compárala con la que planteó Aristóteles. Indica las razones por las cuales
Aquino dio un paso más respecto a la propuesta del Estagirita.

Es más que sabido que el ente y la concepción adecuada de lo real forman la


parte fundamental en el pensamiento de Santo Tomás. Efectivamente, su
comprensión del ser es muy profunda, y si no se entiende, se corre el riesgo de
pensar que es una mera repetición de Aristóteles. La sutil distinción que Santo
Tomás utilizaba para distinguir el ente concreto del acto de ser o esse, manifiesta
la precisión de su doctrina. Para él, cada ente concreto constituye una unidad
ontológica que puede ser definida. De hecho, la esencia no es sino la substancia
en cuanto que puede ser definida.

La esencia es, pues, la substancia en cuanto que puede ser conocida y, por lo
mismo, la esencia debe incluir a la substancia en su ser completo y no sólo
algunos de los elementos que la componen. La substancia ha sido definida como
ser al que conviene existir por sí mismo y no en otro como en su sujeto de
inhesión. Por otra parte, la sustancia puede ser conocida gracias a su forma.
Porque toda sustancia implica una forma en virtud de la cual la sustancia se
clasifica en una especie determinada.Las especies no existen fuera de las
sustancias concretas. “Animal” no es una sustancia primera; lo que conocemos
son sustancias primeras o individuos concretos, por eso, si la forma es acto de ser,
debe tener un elemento que distinga a unos de otros dentro de la misma especie,
y ese elemento es la materia. Toda sustancia es una unidad de ser conformada
por una forma y una materia. Pero además Santo Tomás precisa qué es lo que
hace que una substancia sea. Determina si es la materia o la forma o el
compuesto de materia y forma lo que hace ser a una substancia. Y aquí señala
claramente que la materia no es viable sin una forma. La materia siempre es de
una sustancia que tiene una forma y gracias a la forma es la materia. Pero además
la materia entra en la composición de la sustancia sin romper su unidad sustancial.
De modo que de la materia no se puede decir que es, sino que lo que es, es la
sustancia compuesta de materia y forma. De todo esto se sigue que la materia no
puede ser causa de la sustancia. Por la materia, no se dice que una sustancia es un
ente.

En cuanto a la forma, es ella la que confiere la inteligibilidad, porque mientras la


materia es potencia, la forma es acto de ser. La materia no es más que una
potencialidad determinada y por eso la forma es la que constituye a la substancia
como lo que es. La forma es aquello por lo cual la sustancia es lo que es. De tal
suerte que lo que existe son las sustancias compuestas de materia y forma como
entes específicamente determinados.

4.Explica los siguientes conceptos, según el pensamiento de Tomás de Aquino.

Ente; Hay que saber que, como dice el Filósofo en el libro V de la Metafísica, el
ente per se o en sentido propio, se dice de dos modos, uno, el que se divide en
las diez categorías, otro, el que significa la verdad de las proposiciones. La
diferencia entre ambos está en esto,que gracias al modo segundo se puede
llamar ente todo aquello acerca del cual se pueda formar una proposición
afirmativa, aunque esto no ponga nada en la realidad; de este modo se dicen
entes las privaciones y las negaciones: y así decimos que la afirmación se opone
a la negación, y que la ceguera está en el ojo. En cambio, según el modo primero
no puede decirse ente sino aquello que pone algo en la realidad. Por tanto, la
ceguera y sus semejantes no son entes según el primer modo.
Esencia y acto de ser; En consecuencia, el término esencia no se toma del ente
entendido según el modo segundo, porque conforme a este modo se llaman
entes algunas cosas que no tienen esencia, como resulta evidente en las
privaciones; sino que se toma la esencia del ente dicho en el modo primero. Por
ello el Comentador dice, glosando ese mismo texto, que «el ente dicho según el
modo primero significa la sustancia de la cosa». Y puesto que, como ya se ha
observado, el ente dicho de este modo se divide en las diez categorías, se sigue
que la esencia significa algo común a todas las naturalezas por las cuales los
diversos entes y clasifican en diversos géneros y especies, al modo como la
humanidad es la esencia del hombre, y así en los demás casos. Caminos para
llegar a la verdad. Sto. Tomás de Aquino identifica y distingue dos caminos para
llegar a la verdad en De Ver., q.15 a.l, a saber, el raciocinio y la simple intelección;
ambos actos de una única facultad intelectiva en el hombre.
Participación del ser; El hombre es persona porque es un ser sustancial completo
cuya naturaleza racional le confiere individualidad y mayor participación en el ser.
El carácter natural de ser persona no lo modifica ninguna condición de pobreza
física, intelectual o cultural, ni ninguna limitación física, síquica, moral o cultural.
La comprensión del significado y grandeza de la condición humana como
persona, de su esencia, de su puesto en el universo y de su trascendencia hacía el
fin último no se logra desde las parciales y particulares cosmovisiones de las
ciencias naturales y humanas, sino desde la cosmovisión integral (el ser, sentido
y significado) de la filosofía. Así, pues, una de las tesis de la antropología de
Tomás de Aquino pretende aclarar el carácter personal de todo hombre, que por
el mismo ser, por el que el hombre es humano es también persona.
Creación; Los seres contingentes deben su existencia a un Ser necesario, por lo
tanto, fueron creados, no a partir de algo, porque no puede haber otra cosa
antes, que no sea un Ser necesario, o sea Dios. La creación de las criaturas es el
principio del Ser y su relación con el creador, que no es idéntica a la relación del
creador con su criatura, porque su existencia dependería de algún modo de
ellas y eso es ilógico. El Creador no puede estar relacionado con las criaturas
por su substancia ya que no podría existir aparte de ellas; y además la creación
sería eterna, que según la revelación no lo es; y formarían una totalidad con
Dios y esto haría imposible explicar la generación y el fin de las criaturas
individuales. La relación de Dios con las criaturas puede ser una relación de
razón, o sea una relación mental que el entendimiento humano atribuye a su
creador. El Creador no creó a las criaturas por necesidad alguna de la
naturaleza, las creó libremente por ser totalmente consciente e inteligente, por
tener pleno conocimiento y voluntad infinita, concibiéndolas como buenas,
pero no como un bien necesario.
Dios creó para dar y para difundir su bondad y las criaturas pueden alcanzar su
propósito y lograr lo mejor para ellas cuando manifiestan la bondad divina.
Santo Tomás creía que desde el punto de vista filosófico se puede probar que el
mundo fue creado de la nada, pero no se puede probar que fuera creado en el
tiempo o desde la eternidad.
Reconoce que la creación del mundo en el tiempo sólo se conoce por revelación,
porque racionalmente no se puede probar si el mundo fue creado en el tiempo
o desde la eternidad.
El que hace un mal no lo desea, sólo quiere el placer sensible de un acto,
incluyendo el desafío a Dios.
Al crear un mundo de naturaleza sensitiva, Dios quiso que tuviera la capacidad
de sentir placer y dolor, o sea una naturaleza (un bien) que tuviera la capacidad
de sufrir y cuyo orden exige la capacidad de defecto.
La justicia; y el mal físico es por razón de un bien, el bien del universo.
El Creador creó a sus criaturas como seres libres que pueden elegir entre el
bien o su privación, no creó el mal, lo permitió en razón de un bien mayor o sea
la libertad de elección.

6.Expón la diferencia entre las vías de santo Tomás y el argumento ontológico


de san Anselmo.

Para intentar entender el argumento ontológico de San Anselmo, que detalló en


su obra “Proslogio”, hay que partir de la base de que el ser humano no puede
concebir plenamente la perfección, ya que vivimos en un mundo de suma
imperfección, donde ocurren diariamente continuas fallas, aunque sí podemos
suponer, soñar o interpretar esta perfección. De ese modo, si Dios no fuera
perfecto, no podía existir, y si Él no existiera, Él no sería Dios (o, para el caso,
perfecto), ya que según explica el mismo San Anselmo, Dios es “un ser tal, que
nada mayor puede ser concebido”. Así, puesto que la existencia es posible, y la
existencia es más grande y perfecta que la no existencia, entonces Dios debe
existir.
El argumento ontológico de la existencia de Dios de San Anselmo sería criticado
en los siglos posteriores por filósofos y teólogos como Santo Tomás de Aquino y
Kant (quien sostiene que la existencia no añade perfección alguna a una cosa),
aunque hoy es considerado totalmente razonable desde el punto de vista
filosófico y sería reivindicado y reavivado por destacados exponentes
mundiales de la filosofía analítica.
La existencia” de Dios no pertenece “necesariamente” a la fe. A esta verdad
puede acceder el hombre mediante su razón. Esto no quita que también esta
verdad esté revelada (la encontramos en la Sagrada Escritura).

Por este motivo, el Concilio Vaticano I (1869-1870), definió contra el fideísmo y


el agnosticismo la posibilidad universal de conocer a Dios, por medio de la sola
razón natural (de aquí que esta verdad sea enumerada entre los “preámbulos
de la fe”). De todos modos, como no todos los hombres llegan a este
conocimiento por su razón (a causa de la debilidad que ha dejado en nuestra
inteligencia el pecado original) hay una “necesidad moral” de que esta verdad
sea revelada por Dios, para que lleguen a la misma todos los hombres,
prontamente y sin mezcla de error.Las pruebas más tradicionales para
demostrar la existencia de Dios son estas cinco vías
expuestas de modo magistral por Santo Tomás de Aquino (“Suma Teológica”,
Prima pars, cuestión 2, artículo 3). Son éstas pruebas propiamente metafísicas.
Estas vías son cinco argumentos a posteriori (a partir de las cosas más conocidas
por el hombre) que demuestran la existencia de Dios.

Estos argumentos, sin embargo, sólo nos llevan a conocer la existencia de Dios.
Pero la naturaleza misma de Dios, su misterio íntimo, sólo es alcanzado por
revelación del mismo Dios. Jesucristo es el revelador del Padre, es decir, del
misterio íntimo de la Santísima Trinidad. Y esto sólo se alcanza recibiendo la fe, la
cual nos viene por medio de la Iglesia fundada por Cristo.

7.Explica las razones por las que no es posible una serie indefinida de causas
que, a su vez, sean causadas. Señala también si, según santo Tomás, existe la
posibilidad de que la causa primera sea causa de sí misma e indica el porqué.

El término participación se usa aquí en un sentido intelectual, al estilo platónico,


pues es algo semejante a lo que --salvando las distancias- sucede con una idea,
la cual, aunque muchos participen de ella, no disminuye ni se pierde en la
mente de quien la hace partícipe.

Muchos seres finitos pueden participar del ser sin que, por ello, este pierda
un ápice de su plenitud.
La participación en el ser conlleva la distinción entre la esencia y el acto de ser
en los entes. Sin embargo, Dios no participa del ser, ya que es el Ser (es Acto
Puro). En Dios se identifican su esencia y su acto de ser.
A partir de su doctrina sobre la distinción esencia-acto de ser (existencia) y
sobre la participación del ser, santo Tomás elaboró una explicación racional
del concepto de Creación, que conocía por la fe cristiana, pero que deseaba
aclarar filosóficamente en la medida de lo posible.
Sostuvo que la Creación es la producción del ser de las cosas sin partir de algo
dado de antemano, es decir, de la nada. Por tanto, la Creación es algo mucho
más radical que un mero cambio, porque, mientras que en todo cambio se
parte siempre de un material preexistente, esto no ocurre cuando hablamos
de la Creación.
Los entes, al ser contingentes, al poseer una composición última de esencia y
ser, no se identifican con su ser, sino que participan de él. Esto significa que el
ser les ha sido dado, es decir, que han sido creados sin que haya habido nada
previo. La causa de esa Creación solo puede ser el Ser en plenitud, el Ipsum
Esse (el mismo Ser), ya que debe haber una proporción entre la causa y el
efecto, de forma que solo el Ser puede ser causa del ser.
La Creación supone que las cosas dependen de Dios en su existencia y que, de
algún modo, participan de su mismo ser. Por esta razón, los entes creados son
imagen de él; manifiestan su ser y reflejan su bondad, su verdad y su belleza.
Finalmente, santo Tomás consideró evidente el principio de causalidad --tal
como lo había expuesto Aristóteles- y reservó la denominación causa primera
para la causa del ser, la causa de la Creación, que pertenece en exclusiva a
Dios. Sin embargo, llamó causas segundas a las causas de los cambios, que
siempre requieren un ser previo para su acción. Como Aristóteles, distinguió
cuatro tipos de causas segundas - material. formal, eficiente y final, otorgando
especial relevancia, también, a la causa final.

9. Elabora un cuadro en el que se reflejen las cinco vías. Anota en cada una de
ellas el punto de partida, la argumentación intermedia y la conclusión.
Santo Tomás de Aquino escribió estas cinco vías para tratar de justificar la
existencia de Dios. Estas cinco vías siguen el mismo esquema: para explicar
determinadas cosas es necesaria la existencia de Dios. En efecto, existen dos
tipos de demostración: – Demostración propter quid: Aquella que se basa en la
causa y discurre partiendo de lo que es absolutamente anterior hacia lo que es
posterior. – Demostración quia: Aquella que parte del efecto para conocer la
causa. Así, conocemos el efecto, y puesto que éste depende de la causa, dada
la existencia del efecto, forzosamente le ha de preceder la causa. Esta última
clase de demostración es la usada por Santo Tomás en las Vías.

13.Investiga sobre la teoría averroísta de la doble verdad y compárala con la


doctrina tomista sobre las relaciones entre fe y razón.

La doble verdad es una corriente que considera a los razonamientos y


revelaciones (frutos, los unos de la razón y los otros de la fe o de los mitos
paganos) como verdaderos a ambos, aunque puedan ser contradictorios. De
manera que en esa corriente de pensamiento se plantea que existe una verdad
doble.
Santo Tomás de Aquino también se opuso; para él la fe es una gracia divina que
Dios da a los hombres que elige y la razón también proviene de Dios, pero como
facultad más distribuida que la fe (todos los hombres tienen razón, pero no
todos tienen fe). Santo Tomás dice: "Filosofía y teología son dos disciplinas
distintas pero no contrapuestas, confluyen en los preámbulos de fe y ambas se
complementan y se prestan mutua ayuda (la razón con sus armas dialécticas, la
fe como el criterio extrínseco) en la búsqueda de la verdad.Llevamos ya
recorrido por la Historia de la Pedagogía, desde Sócrates, pasando por Platón y
Aristóteles, seguidos por San Agustín, uno de los doctores de la Iglesia Católica,
y llegamos a la Edad Media, ya vimos cómo era la educación y las escuelas en la
Edad Media, marcada por el gran oscurantismo que envolvió esa época, la
iglesia católica dominaba el pensamiento, estaba prohibido cuestionar los
dogmas de fe; sin embargo, la iglesia construiría a través de Santo Tomás de
Aquino una conciliación entre la filosofía y la fe.
Santo Tomás logra hacer flexible y dócil el aristótelismo a todas las
exigencias de la explicación dogmática.
El fundamento del sistema tomista es la rigurosa determinación de las
relaciones entre fe y razón. La razón no puede demostrar todo lo que es
pertinencia de la fe o la fe misma perdería todo mérito, pero puede servir a la fe
en tres modos diversos. En primer término, demostrando los supuestos
racionales o preámbulos de la fe, es decir, aquellas verdades cuya demostración
es necesaria para la fe misma. No se puede creer en lo que Dios ha revelado si
no se sabe que hay Dios. La razón natural demuestra que Dios existe, que es
uno, que posee los atributos que se le pueden atribuir al considerar las cosas
que ha creado. En segundo lugar, la filosofía puede utilizarse para aclarar (que
no significa demostrar) las verdades de la fe. En tercer lugar, puede debatir las
objeciones que hacen a la fe y demostrar su falsedad.

14. ¿Qué diría Tomás de Aquino a los científicos que consideran que no es
razonable creer en una Revelación divina?

La fe y la razón conducen, respectivamente, a la filosofía y la teología, que son


las ciencias más universales, ya que tratan sobre la totalidad de lo real. Santo
Tomás pensó que no se podía dar una separación radical entre filosofía y
teología, pues ambas buscan la verdad, cada una en su ámbito propio (natural
y sobrenatural). Lógicamente, otorgó un papel predominante a la teología, ya
que esta se apoya en la Palabra de Dios, mientras que la filosofía se funda
solo en la palabra del ser humano. Por consiguiente, la filosofía está al
servicio de la fe, pero no por eso deja de tener un sentido propio.

20. Página 122 Diseña un cuadro en el que se reflejen las principales virtudes
intelectuales y morales, según el Aquinate.

La virtud moral se llama así por referencia a la palabra mos, que significa
costumbre. Ahora bien, podemos acostumbrarnos a los actos de todas las
virtudes. Luego toda virtud es moral.
Dice el Filósofo, en el libro II Ethic., que la virtud moral es un hábito electivo
que se atiene al medio de la razón. Pero parece que toda virtud es un hábito
electivo, puesto que podemos elegir realizar los actos de cualquier virtud.
Además, toda virtud se atiene de algún modo al medio de la razón, según se
verá más adelante ). Luego toda virtud es moral.

Dice Tulio Cicerón, en su Rhetorica, que la virtud es un hábito conforme a la


razón a modo de naturaleza. Pero como toda virtud humana se ordena al bien
del hombre, necesariamente ha de ser conforme a razón, dado que el bien del
hombre consiste en ser según la razón, conforme dice Dionisio. Luego toda
virtud es moral.
Respondo: Para lograr claridad en este tema es necesario atender al significado
de la palabra mos, pues así podremos saber qué es la virtud moral. Pues bien,
mos tiene doble significación: Unas veces significa costumbre, conforme se lee
en Hch 15, 1: Si no os circuncidáis según la costumbre de Moisés, no podéis ser
salvos. Otras veces significa cierta inclinación natural o cuasi natural a obrar
algo, y, en este sentido, incluso a los animales se les atribuyen ciertas
costumbres, conforme se lee en 2M 11, 11, que lanzándose sobre los enemigos
como hacen los leones, los abatieron. En este mismo sentido se usa el término
enel Sal 68, 7, al decir: el que hace habitar en casa a los que tienen la misma
inclinación.
Ambas significaciones se expresan con una misma palabra en latín; pero en el
griego tienen palabras distintas, pues el término griego ethos, que se traduce al
latín por mos, a veces tiene la primera vocal larga y se escribe con, y otras
veces tiene la primera vocal breve y se escribe con.

El nombre de virtud moral procedemos, en cuanto que mos significa una


inclinación natural o cuasi natural a obrar algo. A esta significación de mos es
afín la otra significación de costumbre, pues la costumbre se convierte de algún
modo en naturaleza y produce una inclinación semejante a la natural. Ahora
bien, es manifiesto que la inclinación al acto compete propiamente a la
facultad apetitiva, a la que corresponde mover todas las potencias a obrar,
según consta por lo dicho anteriormente (q.9 a.1). Por consiguiente, no toda
virtud es moral, sino tan sólo aquella que reside en la facultad apetitiva.
La objeción procede de tomar el término en el sentido de costumbre.
Todo acto de virtud puede realizarse por elección; pero la elección recta la
hace solamente la virtud que reside en la parte apetitiva del alma, pues, según
queda dicho (q.13 a.1), elegir es un acto de la parte apetitiva. Por tanto, el
hábito electivo, esto es, el que es principio de la elección, es solamente aquel
que perfecciona la facultad apetitiva, aun cuando también los actos de los
demás hábitos puedan caer bajo la elección.
La naturaleza es el principio del movimiento, según se dice en el libro II Physic.
Pero mover a obrar es propio de la parte apetitiva. Por consiguiente, asimilarse
a la naturaleza en secundar a la razón es propio de las virtudes que residen en
la facultad apetitiva.
Dice San Agustín, en el libro De civ. Dei, que la virtud es el arte de vivir bien.
Pero el arte es una virtud intelectual. Luego la virtud moral no se distingue de
la intelectual.
Muchos ponen la ciencia en la definición de las virtudes morales. Así algunos
definen la perseverancia como ciencia o hábito de aquello en lo que se ha de
permanecer o no permanecer; y la santidad, como ciencia que hace a los
hombres fieles y observantes de la justicia para con Dios. Pero la ciencia es
una virtud intelectual. Luego la virtud moral no debe distinguirse de la
intelectual.

La razón es el primer principio de todas las obras humanas. Los demás


principios que concurren a su realización obedecen de algún modo a la razón,
aunque de diversa manera. Efectivamente, unos obedecen a la razón en total
disponibilidad, sin resistencia alguna, como ocurre con los miembros del cuerpo
siempre que estén en su vigor natural, pues al imperio de la razón, la mano o el
pie se ponen inmediatamente en movimiento, y así dice el Filósofo, en el libro I
Polit., que el alma rige al cuerpo con imperio despótico, es decir, como el señor
al esclavo, que no tiene derecho a desobedecer. Así, pues, algunos defendieron
que todos los principios activos que existen en el hombre obedecen de este
modo a la razón. Si ello fuese verdad, para obrar bien bastaría que la razón
fuese perfecta. Y como la virtud es el hábito que nos perfecciona para obrar
bien, se seguiría que no existiría más que en la razón y, por lo tanto, que no
existiría más virtud que la intelectual. Tal fue la opinión de Sócrates, que dijo
que todas las virtudes son prudencias, según se dice en el libro VI Ethic. Sostenía,
en consecuencia, que el hombre de ciencia no podía pecar, sino que todo
hombre que pecaba, pecaba por ignorancia.

Pero esto procede de un falso supuesto, porque la parte apetitiva no obedece a


la razón en total disponibilidad, sino con cierta resistencia, por lo cual dice el
Filósofo que la razón impera al apetito con dominio político, es decir, al modo
como el hombre gobierna a súbditos libres que tienen derecho a contradecir en
algunas cosas. Por eso dice San Agustín, Super Psal., que a veces el
entendimiento señala el camino y se retarda o no sigue el afecto, hasta tal
punto, que a veces las pasiones o los hábitos de la parte apetitiva impiden el
uso de la razón en particular. Y en este sentido es en parte verdad lo que dijo
Sócrates, que existiendo ciencia no se peca, suponiendo que esto se extienda
hasta el uso de la razón en lo elegible particular.

Así, pues, para que el hombre obre bien se requiere no sólo que esté bien
dispuesta la razón por el hábito de la virtud intelectual, sino que también esté
bien dispuesta la facultad apetitiva por el hábito de la virtud moral. Por
consiguiente, así como se distingue el apetito de la razón, así se distingue
también la virtud moral de la virtud intelectual. Por lo que, así como el apetito
es principio del acto humano en cuanto que participa de algún modo de la
razón, así el hábito moral es virtud humana en cuanto que se conforma con la
razón.

1.Santo Tomás de Aquino influyó en Francisco de Vitoria. Este, en su obra,


defendió la capacidad de todo ser humano para ser sujeto de derecho.

«El dominio se funda en ser el hombre hijo de Dios, pero el hombre es imagen
de Dios por su naturaleza, esto es, por las potencias racionales, y no se pierde
bajo ninguna condición». (elecciones sobre los indios y el derecho de guerra,
Francisco de Vitoria)

Visita la página web de la ONU, donde se recoge la Declaración Universal de los


Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948, y realiza las actividades.

a) Anota el contenido de su artículo primero.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como

están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros.

b) Subraya los términos que coincidan con la defensa de Vitoria de la igualdad


de derechos de los indígenas y con el pensamiento tomista que has estudiado
en la unidad.

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a


condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y


satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera
otros medios de protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa


de sus intereses.

c) ¿En qué sentido se podría afirmar que en el pensamiento de Tomás de Aquino


y en el de Francisco de Vitoria hallamos precedentes de la Declaración Universal
de Derechos Humanos?

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca


un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de
todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales,
la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
París, el 10 de diciembre de 1948 en su (Resolución 217 A (III)) como un ideal
común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera
vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo
entero y ha sido traducida a más de 500 idiomas. La DUDH es ampliamente
reconocida por haber inspirado y allanado el camino para la adopción de más de
setenta tratados de derechos humanos, que se aplican hoy en día de manera
permanente a nivel mundial y regional (todos contienen referencias a ella en sus
preámbulos.

Comentario de texto
Introducción, el texto nos habla sobre el tema del entendimiento encubierto.

Este texto nos dice en primer lugar los seres que gozan de juicio práctico, no
determinado por la naturaleza a una cosa, tendrán libre albedrío. Tales son todos
los que tienen entendimiento. En segundo lugar, que el entendimiento no solo
aprehende este bien o el otro, sino el mismo bien común. Por donde, como el
entendimiento mueve a la voluntad en virtud de la forma aprehendida y, por otra
parte, es ley universal que el motor y el móvil hayan de ser proporcionados, la
voluntad de la sustancia intelectual no estará determinada por la naturaleza sino
al bien común. En tercer lugar, todo lo que se ofrezca bajo razón de bien podrá
ser término de la inclinación de la voluntad, sin que intervenga determinante
natural alguno contrario que lo prohíba. Y por último en el cuarto lugar, todos los
seres intelectuales gozan de voluntad libre, proveniente del juicio del
entendimiento. Este equivale a tener libre albedrío, cuya definición es dictamen
libre de la razón».

En conclusión, me ha gustado mucho este texto ya que es un aspecto muy


importante hoy en día para la vida de las personas.

Tema6: Nominalismo de Occkham


5.Diseña un cuadro en el que se reflejen las principales virtudes intelectuales y
morales, según el Aquinate.

Decimos que algunas virtudes son intelectuales y otras morales, siendo


intelectuales la sabiduría teórica (sophia) y la sabiduría práctica (phronesis),
mientras que son morales la generosidad y la templanza

9. Relee la doctrina de Tomás de Aquino sobre la existencia de Dios e indica un


aspecto en el que coincide y otro en que discrepa con Ockham.

No es posible un conocimiento intuitivo de su existencia, pues la intuición


siempre nos remite a lo sensible o a nuestros actos internos de conocer y
querer. Al no ser objeto de intuición, la proposición «Dios existe» no es
evidente en relación a nosotros, por lo que habría que partir de las criaturas
para comprobar su verdad. Sin embargo, Guillermo rechazó las pruebas a
posteriori para demostrar la existencia de Dios. Estas se apoyan en el principio
de causalidad, que Ockham negó, puesto que no poseemos una intuición
(experiencia) de tal principio. Con esto, rechazó la posibilidad de un
conocimiento racional de la existencia de Dios y se adelantó en varios siglos a
la crítica de la causalidad de Hume.
La esencia de Dios, Algunos de los atributos divinos se pueden demostrar
racionalmente cuando hay conceptos comunes a Dios y a las criaturas, como es el
caso de los conceptos de ser y de bueno. Otros atributos, solo se pueden
alcanzar por la fe, como la omnipotencia, la infinitud y la eternidad. Ockham
pensó que el atributo divino más importante era la omnipotencia, tal y como se
expresa en el primer artículo del Credo cristiano: «Creo en Dios Padre
todopoderoso».
Aunque consideró que este atributo solo se puede conocer por la fe, lo aplicó a
la filosofía, al sostener que Dios no necesita causas segundas para producir un
efecto, ya que puede actuar directamente en el mundo creado y no tiene por
qué estar sometido a unas leyes de la naturaleza. Para el filósofo inglés, la
contingencia de lo creado es tal que la voluntad todopoderosa de Dios puede
intervenir en ella en cualquier momento.
En su reflexión sobre el ser humano, Guillermo de Ockham mantuvo
-siguiendo la tradición anterior- que es un compuesto de cuerpo y alma.
Consideró que la realidad del cuerpo no planteaba dificultad alguna, puesto
que es evidente a nuestros sentidos. Sin embargo, la existencia de un alma
espiritual sí que era problemática, ya que no tenemos completa evidencia de
ella ni por intuición ni por razonamientos.

10. Página 141 Señala a cuál de estos dos autores puede atribuirse cada uno de
los siguientes enunciados: Tomás de Aquino u Ockham. Justifica tus respuestas.

a) Los entes no participan del ser; Tomás de Aquino


Es más que sabido que el ente y la concepción adecuada de lo real forman la
parte fundamental en el pensamiento de Santo Tomás. Efectivamente, su
comprensión del ser es muy profunda, y si no se entiende, se corre el riesgo de
pensar que es una mera repetición de Aristóteles. La sutil distinción que Santo
Tomás utilizaba para distinguir el ente concreto del acto de ser o esse, manifiesta
la precisión de su doctrina
b) Es evidente que existe un principio de causalidad; Tomás de Aquino
Ante todo hay que aclarar una o dos cuestiones sobre la obra filosófica de
Tomás de Aquino que me parecen fundamentales de su obra, principalmente la
relación que para el hay entre fe y razón. El hecho de que postule a priori que
no hay contradicción entre estos le sirve de salvavidas en mas de una ocasión,
ya que toma supuestos de la fe para realizar afirmaciones

c) No es posible un conocimiento racional acerca de la existencia de


Dios;Ockham.
La naturaleza y el comportamiento de las cosas, sobre todo de los hombres, lleva
grabada, de alguna manera, la impronta de su creador. Gracias a la participación
de lo creado en el ser de Dios («de tal palo tal astilla») podemos llegar a afirmar
la existencia de un Ser Supremo, que sea la fuente de todos los cambios, la causa
de todas las cosas finitas, el sentido absoluto, la perfección suprema y el fin
último hacia el cual todo se dirige. La razón no podrá conocer con exactitud el
rostro invisible de Dios, pero el que no sea perfecto no quiere decir que su
conocimiento no sea válido; se trata de una aproximación, tal vez insuficiente,
pero posible para el hombre que no ha recibido la noticia sobrenatural de la
revelación divina.
d) Existen unas leyes de la naturaleza, necesarias y permanentes.

Tomás deAquino.
Porque conocer es tener presente de alguna manera, lo conocido; y cualquier
cosa es inteligible en la medida en que se asemeja (todo lo de lejos que se
quiera) a Dios Sumo Inteligible; y por poco que se asemeje, la semejanza es
suficiente para contener en alguna medida el Modelo según el cual ha sido
creado.

También es prácticamente infinita la desemejanza material que existe entre un


retrato y la persona retratada. Sin embargo, cuando hemos visto un retrato de
una persona desconocida y después nos encontramos con ella, decimos: ¡esta
es la persona del retrato! Porque, aunque materialmente no tienen nada que
ver, formalmente sí. Y como todo lo que existe, es, por poco que sea, nos está
mostrando algo del Modelo según el cual ha sido creada. En el caso del ente en
cuanto tal, su Creador y Modelo ejemplar es el Ser por esencia y por "poco
ente" que aquél sea, los que llegan a ver a Dios en Sí mismo, dicen: ahora veo
que todas las cosas me mostraban algo (aunque fuera muy poco) de Ti.

Con otras palabras, conocer cualquier cosa es conocer, aunque sea muy poco,
pero realmente, a Dios. Por eso, no es tan difícil reconocerlo en cualquiera
de sus obras. Y una vez más, el ateísmo se manifiesta como una violencia
obturadora del pensamiento: una actitud contra natura.

11. Explica cómo es el alma intelectiva y cómo se relaciona con sus facultades,
según Ockham. ¿Por qué solo podemos conocer este tipo de alma mediante la
fe?

Es espiritual e inmortal, pero no tenemos un conocimiento intuitivo de ella. Lo


único que podemos intuir es nuestra actividad interior, que atribuimos a esta
alma y a sus facultades entendimiento y voluntad-. No obstante, su existencia
escapa a nuestro conocimiento racional y solo sabemos de ella por la fe.
A pesar de que Ockham sostuvo que el alma sensitiva se divide en partes, no
dudó en aplicar el principio de economía al alma intelectiva. De este modo, negó
que esta tuviese facultades diversas, pues el alma intelectiva es espiritual y, por
tanto, no puede ser extensa ni tener partes.
Así, el entendimiento se ha de identificar con el alma intelectiva que entiende y
la voluntad, con el alma intelectiva que quiere. Al no admitir distinción entre
alma intelectiva e intelecto, tampoco podía aceptar la diferenciación aristotélica
y tomista entre entendimiento agente y paciente.

12. Página 143 Completa estos enunciados atendiendo al pensamiento de


Ockham sobre el ser humano.

a) La existencia del alma no es evidente porque no tenemos intuición de ella;

b) La [razón]es libre, pero el entendimiento se mueve forzosamente hacia su


objeto;

c) La voluntad no quiere necesariamente el el fin último del hombre;

d) La bondad o maldad de una acción humana solo depende de la voluntad


omnipotente de Dios.
13. Página 144 Relaciona la doctrina ockhamista sobre la omnipotencia divina
con el criterio para determinar la bondad o la maldad de los actos humanos.

Siguiendo el principio de la omnipotencia divina, Ockham entendió que Dios


puede hacer y ordenar todo lo que no implique contradicción lógica. En
consecuencia, Dios ha prohibido numerosas acciones, como el robo, la mentira o
el adulterio; no obstante, si prescribiese realizar esas acciones, entonces serían
buenas y meritorias. Dios prohíbe que lo odiemos, pero podría mandarnos que lo
odiáramos, en cuyo caso le agradaríamos y actuaríamos bien.Gracias a su poder
absoluto, Dios puede ordenar o prohibir cualquier acto, pero esto no significa que
sea un déspota arbitrario, porque por su poder ordenado ha establecido una
determinada ley moral. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que Dios
pueda exigir en cualquier momento al ser humano lo que hasta ahora le había
prohibido.El filósofo inglés pensó que la ley moral solo se puede conocer por la fe,
ya que depende absolutamente de la voluntad divina. Pero entonces, ¿cómo
distinguen entre el bien y el mal quienes carecen de fe? Para solucionar este
problema, Ockham afirmó que la recta razon proporciona al ser humano una
norma próxima de moralidad. Aunque sus juicios sean equivocados, si el error no
es voluntario, su acción será correcta.Dios, por tanto, manda seguir la recta razón,
pero ¿podria Dios decretar algo contrario a ella? La respuesta ockhamista es que
no es probable, porque él respeta el orden establecido poder ordenado-. Sin
embargo, podría haber otros principios morales distintos de los que existen, por
lo que hay que concluir que, para Ockham, la ley moral no es universal ni
inmutable.

Comentario de texto
En primer lugar, podemos observar en este texto que se enseña que toda cosa
depende suficientemente de sus causas esenciales intrínsecas extrínsecas. Pues ni
la experiencia, ni la razón, ni la autoridad, por ningún lado convencen, que algo
sea causa de otra cosa en el entendido de que admitido aquello debe admitirse lo
otro y sin ello no puede admitirse.En segundo lugar, de acuerdo con lo dicho, se
enseña que Dios verdaderamente es causa esencial e inmediata de todo efecto
porque, una vez no admitido él, no puede admitirse ningún efecto. En tercer lugar,
vemos Según esto, se enseña que la causa remota, que es causa de la causa, no es
verdaderamente causa del efecto. De donde si el fuego calienta el agua y el agua
la mano, el fuego no es causa del calor en la mano. La razón es, porque destruido
el calor del fuego, si en alguna otra parte se conservara el calor del agua, el agua
calentará la mano.Y por último y cuarto lugar Según lo dicho, se enseña que, en
toda transmutación natural, ya sea de la generación de la sustancia o del
accidente, hay creación, porque, aunque la forma se produzca tanto por Dios
como por la causa segunda, sin embargo, Dios no requiere causa concomitante y,
por lo tanto, crea; pero la creatura requiere causa concomitante y, por lo tanto,
no crea, según lo que se ha dicho de la causalidad divina.

En conclusión, este texto es muy importante porque hay que aprender a dar
valor a la esencia de Dios a fijarnos mas en lo divino, ya que simplemente
nuestras vidas son limitadas aqui en la tierra pero infinita sera nuestra alma en el
mas alla.

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