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Repaso Cognitivo Conductual

La corriente cognitivo-conductual es un conjunto de teorías y técnicas que establecen un


sistema psicoterapéutico. Por tanto, la terapia cognitivo-conductual es una forma de
psicoterapia.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) se basa en la relación entre pensamientos,


emociones, sensaciones físicas y comportamientos. Todas estas áreas están
interconectadas y ejercen influencia entre ellas. Por ejemplo: te encuentras ante la situación
de haber suspendido un examen. Puedes pensar:

1. "He suspendido porque soy tonto. Nunca aprobaré"


2. "He suspendido un examen. Tendré que esforzarme más la próxima vez."

 Después del pensamiento 1 seguramente vendrá una emoción de tristeza, frustración


y resignación. Dicho pensamiento y emociones conducirán a un estado de
desmotivación y desgana. Desde ese estado, la acción, seguramente, será no
estudiar. Como consecuencia, es probable que se vuelva a repetir la situación otra
vez. En cambio, después del pensamiento 2 puede venir una emoción de cierta
tristeza pero aceptación y esperanza. Dicho pensamiento y emociones conducirán a
un estado de motivación y voluntad de esfuerzo. Ese estado empuja a la acción de
estudiar, consecuentemente, la probabilidad de aprobar el siguiente examen será
mayor.

Otro ejemplo puede ser el de una persona que se cree incapaz de correr 10 kilómetros. La
conducta puede ser no hacerlo o puede ser intentarlo. En caso de intentarlo y conseguirlo, el
cambio de conducta repercutirá en la consideración del pensamiento.

Con los anteriores ejemplos podemos ver que, ante una misma situación, el pensamiento, el
estado emocional y la conducta son diferentes y se influyen entre ellos.

La terapia cognitivo-conductual interviene a nivel cognitivo, es decir, en los


pensamientos, y también en la conducta, es decir, en las acciones que se realizan. Consiste
en cambiar la forma de pensar, sustituir los pensamientos basados en creencias irracionales
y distorsiones cognitivas por pensamientos más objetivos y adaptativos. Así como
transformar los comportamientos menos útiles en conductas beneficiosas. La terapia
cognitivo-conductual se centra en el presente y en el futuro inmediato, no suele indagar en
el pasado.

El uso de la psicoterapia cognitivo-conductual ha crecido mucho como sistema terapéutico


en el ejercicio de la psicología y la psiquiatría. Actualmente, las intervenciones cognitivo-
conductuales tienen una gran aceptación y su efectividad ha sido reconocida por
estudios empíricos y por autores como Albert Ellis y Aroon Beck. Sus procedimientos y
técnicas han sido investigados con rigurosos métodos experimentales, por tanto es una
terapia científica. Su base científica no asegura el éxito absoluto, pero garantiza su
eficacia en general.

¿Para qué sirve la terapia cognitivo-conductual?

En primer lugar es una forma de intervención psicológica, pero se puede aplicar en muchos
ámbitos y para diferentes problemáticas. Se ha demostrado que la terapia cognitivo-
conductual es útil tratando los siguientes trastornos psicológicos:

 Trastornos de ansiedad
 Trastornos depresivos
 Trastornos afectivos
 Fobias
 Trastornos de la conducta alimentaria
 Trastorno obsesivo compulsivo
 Trastorno de estrés posttraumático
 Trastornos de consumo de sustancias
 Trastornos del sueño
 Trastornos sexuales

Además, también es útil para personas sin un diagnostico de salud mental, pues ayuda a
gestionar mejor las situaciones estresantes de la vida, como podrían ser:
 Crisis vitales
 Problemas de pareja
 Malestar emocional
 Dificultades escolares o laborales
 Falta de habilidades sociales

¿Cómo se aplica la terapia cognitivo-conductual?

En el contexto de la psicología clínica, la terapia cognitivo-conductual debe ser conducida


por un profesional acreditado, con la titulación y certificación correspondiente. La terapia
puede realizarse de forma individual o en grupo. En cuanto a la duración de la terapia, no es
considerara una terapia larga, sino todo lo contrario. El número medio de sesiones puede
oscilar entre 15 y 20 sesiones aproximadamente, de una duración de entre 30 y 60
minutos que pueden ser semanales o quincenales. Se recomienda que en el inicio las
sesiones sean semanales para ir espaciándose más adelante. Por otra parte, la terapia debe
aplicarse en un espacio físico preparado para ello y totalmente confidencial.

Tanto el modo de aplicación, la duración y la efectividad dependerán de muchos factores,


entre ellos la complejidad de la problemática presentada por el paciente, la implicación del
paciente y la colaboración recibida por parte de su entorno.
Diferencias entre la terapia cognitivo-conductual con la
terapia cognitiva y la terapia conductual

La terapia cognitivo-conductual recoge partes de la terapia cognitiva y partes de la terapia


conductual. La diferencia principal entre ambas es el enfoque teórico de partida, si es la
cognición o es la conducta. Mientras, el enfoque cognitivo-conductual se basa en la
relación entre cognición y comportamiento. De hecho, su principio fundamental es que los
aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están relacionados y que un cambio en una de
las partes afectará a las demás.

La terapia cognitiva

La terapia cognitiva parte un punto de vista intrapsíquico y está centrada en la cognición.


Se basa en la premisa de que la explicación de la conducta se encuentra en los procesos
cognitivos y en los pensamientos. La terapia cognitiva interviene en los pensamientos,
identificando y reemplazando los pensamientos y creencias distorsionados por otras
interpretaciones más flexibles, adaptativas y funcionales.

La terapia conductual

En la terapia conductual, la explicación de la conducta que presenta una persona se sustenta


en el medio, en la influencia del entorno. Por ello, las técnicas de terapia conductual se
centran en modificar los comportamientos desadaptativos y aprender conductas nuevas
más funcionales, provocando, de esta forma, el cambio de emociones y pensamientos.

Técnicas de terapia cognitivo-conductual

Las técnicas de la terapia cognitivo-conductual son las que han demostrado científicamente
tener mayor eficacia en la psicología clínica. Estas técnicas se centran en la modificación
de pensamientos y conductas mediante el aprendizaje de nuevas formas de pensar y actuar
más adaptativas. Las técnicas de la terapia cognitivo-conductual se centran en el presente,
aunque su objetivo es la adquisición de hábitos y habilidades que proporcionen mayor
bienestar y calidad de vida y que perduren en el tiempo.

A continuación, se explican algunas de las técnicas cognitivo-conductuales más


importantes y utilizadas:

La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC)

La terapia racional emotiva conductual tiene su base en la premisa de que el malestar


emocional es debido a la interpretación que la persona hace de una situación y no de la
situación en si misma. El objetivo de la terapia racional emotiva conductual es que la
persona logre un cambio de patrones de pensamiento para cambiar la forma de interpretar
las situaciones. Es decir, pasa a valorar las situaciones con conclusiones basadas en hecho y
no en suposiciones subjetivas.

La TREC sigue el siguiente esquema:


 A. Situación o acontecimiento real.
 B. Interpretación de la situación: los pensamientos, las creencias, las concepciones,
las conclusiones, etcétera.
 C. Las emociones que surgen de la interpretación de la situación. Si la
interpretación es negativa, seguramente las emociones son desagradables.
 D. Cuestionar la validez de la interpretación de la situación mediante la discusión
de los pensamientos irracionales.
 E. Cambio favorable en las emociones tras la toma de conciencia de las
cogniciones irracionales.

La reestructuración cognitiva

La reestructuración cognitiva es una técnica de terapia cognitiva que consiste en la


modificación de los esquemas de pensamiento:

1. Entender qué son las distorsiones cognitivas, es decir, los pensamientos negativos
e irracionales que afectan al estado de ánimo y al comportamiento.
2. Ser consciente de los pensamientos: aprender a identificar las propias distorsiones
cognitivas.
3. Registrar los pensamientos: apuntar la situación en la que se encuentra, el
pensamiento que aparece, la emoción y la conducta.
4. Buscar un pensamiento alternativo más funcional que el pensamiento
distorsionado.

Los procedimientos que el psicólogo utiliza para este cambio de pensamientos son:

 Analizar el pensamiento. Preguntarse si el pensamiento es cierto y hacer un


análisis racional del mismo.
 El cuestionamiento socrático: hacerse preguntas como "¿esto que estoy pensando
es totalmente cierto?" o "¿qué pruebas tengo de ello?".
 Examinar la utilidad del pensamiento: "¿este pensamiento ayuda?" o "pros y
contras del pensamiento".
 Ponerse en peor de los casos: preguntarse "¿qué pasaría si...?" o "¿qué es lo peor
que podría pasar?".
 Probar mediante la acción. Comprobar si ocurre lo que pensaba. Por ejemplo, si el
pensamiento irracional es "hablo pregunto en clase pensaran que soy tonto y se
reirán de mi", se trata de preguntar en clase y comprobar si eso pasa.

Técnicas de exposición

La técnica de exposición basa su eficacia en el principio de habituación, el cual ha


demostrado que la exposición repetida un estímulo produce cada vez una respuesta
menor por parte del sujeto. Por ejemplo, si un día ve una araña su cuerpo reaccionará
porque se activará el sistema de alarma. Sin embargo, si cada día ve una araña y ello no
tiene ninguna consecuencia, cada vez la interpretación de peligro es menor y por tanto la
reacción psicofisiológica es menor.

Esta técnica está especialmente indicada para los problemas de ansiedad, los miedos y
fobias y las conductas evitativas. La exposición debe tener una planificación y apoyo
proporcionados por un especialista. Los tipos de exposición son: la exposición en vivo o la
exposición de forma simbólica mediante la imaginación o los dispositivos tecnológicos
de realidad virtual.

Desensibilización sistemática

La desensibilización sistemática también tiene por objetivo disminuir la reacción


psicofisiológica a los estímulos ansiógenos. La primera parte consiste en desglosar la
situación que produce la activación del miedo o la ansiedad en pequeñas partes y
jerarquizarlas desde la menos hasta la más temida. Por ejemplo, con el miedo a hablar en
público podríamos poner, como primer paso, la situación de decir un par de frases delante
de una persona de total confianza; como segundo paso, hacer un discurso de 2 minutos
delante de dos personas de confianza; como tercer paso, hacer un discurso de 4 minutos
delante de algunos familiares o personas de confianza. Y así sucesivamente hasta llegar a la
situación más temida. Se recomienda que la jerarquía de la desensibilización se componga
de entre 20 y 50 fases. A continuación, se trata de ir afrontando las situaciones siguiendo
esta jerarquía, las indicaciones del psicólogo y aplicando técnicas de relajación.

Técnicas de respiración y relajación

La respiración y la relajación corporal son aspectos básicos para aprender a gestionar los
aspectos fisiológicos de las reacciones emocionales. Algunos ejemplos de técnicas de
respiración y relajación son:

 La respiración diafragmática: consiste en aprender a realizar una respiración


consciente utilizando el diafragma. Dicha respiración permite llevar aire hasta la
zona baja de los pulmones, lo que garantiza mejor captación del oxígeno y activa la
respuesta de relajación del organismo.
 La relajación muscular progresiva: consiste en aprender a relajar todos los
músculos del cuerpo. Se trata de ser conscientes de la tensión muscular y aprender a
relajara mediante el entrenamiento. El objetivo de la técnica de relajación muscular
progresiva es convertirla en un hábito que podamos utilizar ante situaciones
estresantes. Una de las más conocidas y eficaces es la relajación muscular
progresiva de Jacobson.

Técnicas de solución de problemas

La técnica de solución de problemas consiste en aplicar un conjunto de pasos para resolver


una situación o tomar una decisión que resulta compleja Los pasos a seguir son:

1. Identificar el problema
2. Definir la situación y los factores relevantes que interfieren
3. Lluvia de ideas con diferentes alternativas para solucionar el problema
4. Tomar una decisión: valorar las opciones generadas, elegir una y crear el plan de
acción
5. Evaluar los resultados de la solución aplicada

Las técnicas operantes


Las técnicas de condicionamiento operante de modificación de conducta permiten adquirir
nuevas conductas, incrementar conductas y reducir o eliminar conductas. Son muy
efectivas. Se basan en la forma de aprendizaje del condicionamiento mediante el uso del
reforzamiento. En este artículo explicamos qué es el condicionamiento operante y como
funciona con ejemplos.

Técnica de modelado o aprendizaje por observación

La técnica de modelado se trata de una técnica conductual que consiste en adquirir


conductas a través del aprendizaje vicario o la imitación. Se aprenden o modifican
conductas por medio de la observación de la conducta de los demás y las consecuencias que
conllevan. Consta de 3 pasos principales:

1. La exposición al modelo
2. La observación: atender y retener los aspectos más importantes de la conducta
modelo
3. La ejecución de la conducta: imitar la misma conducta o un comportamiento similar

Entrenamiento en habilidades sociales

El entrenamiento en habilidades sociales tiene como objetivo mejorar la calidad de las


relaciones interpersonales, para reducir el malestar en las relaciones con los demás y
obtener todos los beneficios de la sociabilidad. Se trata de aprender estrategias de conducta
que permitan establecer relaciones sociales de manera efectiva. Entre los procedimientos de
adquisición y mantenimiento de habilidades sociales se encuentra:

 El role-playing
 El reforzamiento positivo
 El aprendizaje vicario
 La retroalimentación personal
 El desarrollo de expectativas de auto-eficacia

Otras técnicas cognitivo-conductuales son


 Entrenamiento en autoinstrucciones
 Entrenamiento en inoculación de estrés
 Técnicas de condicionamiento encubierto
 Entrenamiento en reversión de hábitos
 Técnica de parada de pensamiento
 Técnicas de intención paradójica
 Técnicas de biofeedback
 Intervención para la regulación emocional

Terapia cognitivo-conductual para depresión

La depresión se define por un conjunto de síntomas cognitivos, afectivos y conductuales.


Se caracteriza principalmente por los pensamientos negativos sobre uno mismo, sobre el
entorno y sobre el futuro. Existen diferentes trastornos depresivos recogidos en el DSM-V
con sus correspondientes criterios y características, siento el más común el trastorno
depresivo mayor. La depresión es un trastorno incapacitante que afecta a muchas personas,
por ello, se ha realizado una gran cantidad de investigaciones para su tratamiento.

El tratamiento cognitivo-conductual para la depresión consiste en aprender a interpretar las


situaciones de forma más objetiva, cambiando también los comportamientos. La
intervención psicológica empieza con un análisis funcional y la psicoeducación, es decir, la
explicación de los factores que han causado y que mantienen la situación, así como la
manera de solucionarlo.

El tratamiento cognitivo-conductual para la depresión suele empezar con cambios


conductuales, pues son más sencillos y tienen efectos más inmediatos. Por tanto,
podríamos empezar con la activación conductual, que consiste en realizar conductas y
actividades placenteras y que resulten gratificantes. Pueden ser actividades que el paciente
ya hacía antes, o incluso, actividades nuevas. Para ello se utiliza la programación de
actividades y la asignación de tareas.
A continuación, se aplicarán las estrategias cognitivas. Seguiríamos con técnicas
cognitivas para identificar las cogniciones disfuncionales y cambiarlas por pensamientos
más adaptativos, como la reestructuración cognitiva y la resolución de problemas.

El tratamiento de la depresión debe ser aplicado por un profesional titulado y acreditado.

Terapia cognitivo-conductual para ansiedad

La ansiedad está compuesta por un conjunto de síntomas cognitivos, fisiológicos y


conductuales. Se caracteriza principalmente por los pensamientos de preocupación y la
activación fisiológica. Existen diferentes trastornos de ansiedad recogidos en el DSM-V
con sus correspondientes criterios y características, como por ejemplo el trastorno de
ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la agorafobia y otras fobias.

El tratamiento cognitivo-conductual para la ansiedad consiste en aprender a interpretar las


situaciones de forma más objetiva y entender y disminuir las sensaciones físicas.

La intervención psicológica empieza con un análisis funcional y la psicoeducación, es


decir, la explicación de los factores que han causado y que mantienen la situación, así como
la manera de solucionarlo.

Técnicas de terapia cognitivo-conductual para la ansiedad incluyen la exposición a los


estímulos que generan ansiedad y también a los signos físicos de ansiedad, la
desensibilización sistemática para habituarse tanto a estímulos externos como internos, la
reestructuración cognitiva y pruebas de realidad en las que el paciente pueda comprobar
que aquello que temía no ha pasado o no ha sido tan grave como imaginaba. Las técnicas de
terapia cognitivo-conductual para la ansiedad también incluyen técnicas de respiración y
relajación para gestionar las sensaciones físicas de la ansiedad, y también la meditación,
como por ejemplo el mindfulness, perfecto para centrar la atención en el presente

El tratamiento de la ansiedad debe ser aplicado por un profesional titulado y acreditado.


Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para
hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo
para que trate tu caso en particular.

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