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AUTOR ESTUDIO

RECIBIDO
Álvaro Abellán 15 de junio de 2007
ACEPTADO
Profesor de Teoría de la Comunicación 22 de junio de 2007
Universidad Francisco de Vitoria PÁGINAS
De la 22 a la 35
a.abellan.prof@ufv.es
ISSN: 1885-365X

El pensamiento relacional como


fundamento para una nueva teoría de
la comunicación
The relacional thought as foundation for a new
communication research
La ciencia de la comunicación es hija del siglo XX, por lo que ha nacido lastrada por las modas
intelectuales del positivismo, el funcionalismo y la historiografía marxista. Incluso los estudios hu-
manistas, han abordado la investigación desde la perspectiva de los “sujetos” o las “sustancias”,
considerando la relación -la comunicación- un mero accidente. Este artículo propone que el pensa-
miento personalista, dialógico o relacional proporciona las herramientas adecuadas para compren-
der y estudiar la comunicación y su papel esencial en el desarrollo integral de la persona.

The science of the communication is a daughter of the XXth century. It has born ballasted by the intellectual modes of the
positivism, the funcionalism and the Marxist historiography. Even the humanist studies, they have approached the inves-
tigation from the perspective of the “subjects” or the “substances”. This article proposes that the personalisim, relational
or interactive thought provides the tools adapted to understand and to study the communication and its essential role in
the integral development of the person.

Palabras clave: comunicación, relacional, personalismo, diálogico, ámbital


Key Words: communication, relational, personalism, interactive

1. Contexto de las primeras teorías de la comunicación


La ciencia de la comunicación es hija de un recién nacido siglo XX, por lo que las teorías
que la alumbraron están inspiradas en las modas intelectuales de la época: positivismo,
estructuralismo y funcionalismo (Cfr. la síntesis presentada por RODRIGO ALSINA, 2001)
y los primeros estudios históricos sobre comunicación beben de la historiografía materia-
lista (marxista). Así, los primeros modelos de comunicación son elaborados por matemá-
ticos o ingenieros e inspirados en la termodinámica (Cfr. SHANNON y WEAVER, 1949);
mientras que las primeras reflexiones sobre la comunicación en la historia centran su
atención en las innovaciones tecnológicas y descuidan las inquietudes e inspiraciones de
sus descubridores y -salvo de forma limitada en el análisis estructuralista- la cosmovisión
y valores en que surgen dichas tecnologías.

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Por otro lado, el convulso siglo XX pre- aparecen la filosofía personalista, el pen- hasta Tomás de Aquino, sitúan al hombre Por último, es verdad que las primeras
tendió estudiar la comunicación para influir samiento dialógico, el análisis existencial como un elemento más -central, pero uno teorías de la comunicación abordan las
en la sociedad -fuera democrática o hija y la perspectiva relacional (a partir de aho- más- del cosmos. El pensamiento perso- “causas” que el emisor pone en juego
de regímenes totalitarios-. De ahí que los ra, todos englobados bajo la expresión de nalista, sin embargo, no trata de explicar para conseguir determinados “efectos” en
primeros estudios estuvieran preocupa- “pensamiento relacional”) como ámbitos el cosmos y al hombre dentro de él; sino el receptor. Pero esto no es una auténtica
dos por el cómo funciona la comu- que inauguran múltiples y fecundas posi- que elabora toda su reflexión a par- preocupación por las relaciones, sino sólo
nicación de masas, y no por bilidades de reflexión. Este nuevo pensar tir de la experiencia del hom- por cómo actúan o padecen los agentes
el qué es la comunicación, se presenta especialmente capacitado bre como sujeto personal que se relacionan. El análisis funcionalista
lo que ha lastrado a esta para reflexionar sobre qué sea la comu- La (Cfr. BURGOS, 2000; jamás aborda qué sea la relación en sí ni
Los primeros
joven disciplina con un nicación por tres razones fundamentales. comunicación MOUNIER, 2002). cómo la relación misma influye en los “ele-
estudios pragmatismo y un fun- La primera es que este modo de pensar Los esquemas fun- mentos” del sistema. Esto tampoco lo hace
ejerce una
preocupados cionalismo del que sitúa a la persona como el centro de su cionalistas importa- el pensamiento social clásico o de corte
función que
por como aún no se ha des- reflexión; la segunda es que este pensar dos de la sociología humanístico. De hecho, será la sociología
permite al
funciona la prendido. Célebre es es un filosofar sobre las causas últimas, que se estudian en relacional (Cfr. DONATI, 2006) la primera
la fórmula de Laswe- y esa es la única forma de iluminar cuál hombre comunicación, no dan que aborde críticamente esta cuestión. En
comunicación
ll, cuyas preguntas sea el sentido profundo de la comunica- ejercer sus razón del sentido últi- clave antropológica, el pensamiento dia-
de masas
describen el proceso ción; la tercera y última razón y la propia- funciones como mo de ésta. En el mejor lógico deja de entender al hombre como
comunicativo con una mente original es que consideran como ciudadano de los casos, la comuni- un “Yo” para concebirlo como un “Yo-Tú”
clara y definitiva orienta- co-esencial en la persona, además de su cación ejerce un papel o o un “Yo-Ello” (BUBER, 1998). Eso lleva
ción formulada en la última individualidad, su ser-en-relación, lo que función dentro del sistema desarrollar toda una metodología de pen-
de ellas: quién, dice qué, por qué las obliga a desarrollar una metodología que le permite al hombre ejercer samiento “en suspensión” capaz de ex-
canal, a quién, con qué efecto (LASWELL, de pensamiento capaz de analizar las re- sus funciones como ciudadano o interlo- plicar, como ninguna otra, la realidad de
1948). De ahí que muchos autores con- laciones y no sólo las cosas. Las dos pri- cutor. Pero si el hombre es más que una las relaciones interhumanas y, especial-
temporáneos sostengan que: “La teoría meras características las comparte con el función, la comunicación también debe mente, la realidad de la comunicación. “El
de la comunicación [...] necesita liberarse pensamiento humanista clásico, pero no serlo. El pensamiento clásico ha mostrado pensamiento humano [...] no debe tener
de dos lastres que dificultan su desarrollo: así la tercera. Y es esta tercera cualidad sobradamente cómo es imposible enca- otro afán que el de acercarse lo más po-
por una parte, del lastre de la indefinición la que permite profundizar sobre las dos sillar al hombre en sus funciones: no so- sible a la misteriosa flexibilidad de lo real”
de su objeto (todo es comunicación) y, por cuestiones anteriores (qué sea la persona mos simple y llanamente homo faber (Cfr. (LÓPEZ QUINTÁS, 1963: 11) y, para ello,
otra, del de su identificación con la comu- y cuál su sentido último) de un modo com- ARENDT, 1993: 157-191), sino sujetos “debe moverse a un ritmo en espiral, que
nicación de masas, por muy relevante que pletamente nuevo y muy fecundo. libres. Sin embargo, en qué medida ese vincule internamente a cada una de sus
ésta sea” (MARTÍN ALGARRA, 2003: 15). Los planteamientos teóricos “ser libre” lo es no autónomamente, sino partes merced a una fuerza de
Las primeras preocupaciones huma- acerca de la comunica- precisamente por el vínculo con los otros, gravitación que se llamará
nistas por elaborar una teoría de la co- ción en el siglo XX han es algo desarrollado especialmente a par- ‘analéctica’” (LOPEZ
municación liberada del positivismo y del tomado a la persona tir del pensamiento personalista. La pura QUINTÁS, 1963: El
Los
pragmatismo llegarían con la segunda mi- como mero emisor afirmación “yo sólo no soy nada; sólo soy 9). Este modo de pensamiento
tad del siglo XX, aunque el análisis casi o receptor, enten- planteamientos en compañía del otro” (JASPERS, 1989: pensamiento que humano no
exclusivo del ente o de la sustancia -el diendo éste últi- teóricos de la 29), en el sentido de que “mi ser” es “ser articula con mu-
debe tener
subjetualismo que denuncia Zubiri (ZU- mo como masivo comunicación con” y no sólo o primeramente “en sí”, no cha finura López
BIRI: 1985: 92-93)-, hace difícil encontrar y estudiado sólo es propia del pensamiento clásico. Incluso Quintás en su otro afán que
del siglo XX
las herramientas de precisión necesarias en cuanto que in- en el ámbito escolástico, donde el hombre Metodología de acercarse a
toman a la
para una reflexión sobre la comunicación, fluenciable por el no es nada si no es por su participación en lo suprasensible I la misteriosa
persona como
esa relación o ese entre que resulta vital emisor. Este tipo de Dios, el hombre es “sustancia individual” a (1963) no es sino el flexibilidad
para el desarrollo pleno de los hombres. estudios se muestra
mero emisor o “imagen y semejanza” de Dios; mientras empleado por todos de lo real
Así, son muchos los autores que denun- incapaz de dar razón receptor. que un teólogo relacional definirá al hom- estos pensadores exis-
cian las carencias de los actuales mode- acerca cuál es el papel que bre como “el tú de Dios” (Cfr. GUARDINI, tenciales, dialógicos o per-
los de comunicación (MARTÍN ALGARRA, juega el hombre, en cuanto que 1995: 143-186). En un pensamiento don- sonalistas ya mencionados.
2003: 36) e incluso de los paradigmas hombre, en este proceso. Es cierto que la de la razón última está en “ser-con” o el Por todas estas razones, consideramos
sociológicos utilizados hasta el momento filosofía perenne orienta su reflexión en “ser-hacia” y no sólo en el “ser”, la comuni- que este nuevo pensar se presenta como
(Cfr. DONATI, 2006). torno al hombre y su plenitud, pero toda cación y su sentido último cobran un papel especialmente capacitado para reflexionar
En este cuadro sucintamente dibujado, cosmovisión clásica, desde Aristóteles muy especial. sobre qué sea la comunicación. Un pen-

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sar que atiende al “entre” de las relaciones Uno de los sentidos que Aristóteles da naturaleza, y tanto en cada nivel como en todo unitario” (ARTIGAS, 1995: 36). Las
personales se nos muestra como una he- al concepto de naturaleza es el principio el sistema total se da una cooperatividad estructuras de los entes naturales poseen
rramienta a la vez sólida y flexible, ajusta- individual del movimiento dentro de cada que manifiesta la profunda unidad de la a un tiempo un carácter espacial y otro
da a la realidad de la comunicación y, por ser (OCAMPO PONCE, 1998: 28). La na- naturaleza” (ARTIGAS, 1995: 16) temporal.
lo tanto, especialmente capaz de respon- turaleza de cada ser no es por lo tanto una Mostrar esto con evidencias suficientes En nuestra experiencia ordinaria, el
der a las preguntas últimas que migan o una idea que nos formamos de tal vez requiera transcribir comple- caso más claro es el de los vivientes, “que
sobre el sentido de la comu- ese ser, sino que se descubre al atender tamente la obra de Artigas y se caracterizan precisamente por poseer
nicación debemos hacer- a las operaciones propias de cada ente: analizar cada nivel de la una estructura unitaria en la cual las dife-
La investigación nos todos los hombres. “La naturaleza de las cosas es aquella que naturaleza desde cada rentes partes desempeñan funciones es-
de la “La investigación de tienen la mayoría y durante el mayor tiem- El hombre disciplina científica. pecíficas. Los componentes experimentan
la comunicación va po (ARISTÓTELES, Acerca del cielo III, 2, Como eso nos alejaría profundos cambios, pero la estructura per-
comunicación debe
adquiriendo cier- 300b 16–301a 12). de nuestro propósito, manece” (ARTIGAS, 1995: 37). Es más,
se basa en ta solidez que se Precisamente porque la capacidad del “obedecer” a bastará que más ade- esta estructuración no sólo responde al
la reflexión basa en la reflexión hombre para observar la naturaleza se ha la naturaleza lante y con ejemplos orden espacial e intencional, también en
sistemática sistemática sobre ampliado con los descubrimientos técnicos para poder ilustremos esta tesis. el temporal, con la generación, el desarro-
sobre la realidad la realidad humana de los últimos siglos es por lo que Maria- “vencerla”. Toca ahora desplegar llo y la nutrición. Los clásicos asumieron
humana de la de la comunicación. no Artigas sostiene que “en la actualidad, algunos de los con- desde Aristóteles que no sólo la naturale-
Como afirma Fischer, por primera vez en la historia, disponemos ceptos que, vinculados za tiene un dinamismo que se descubre
comunicación
‘El campo de la comu- de una cosmovisión unitaria y rigurosa de orgánicamente entre sí, en sus operaciones propias, sino que ese
nicación está maduro para la realidad que se extiende a todos los ni- arrojarán luz sobre el párrafo dinamismo respondía a un modo de ser
dialogar con los filósofos’” (MAR- veles de la naturaleza” (ARTIGAS: 1995: arriba citado. de cada ente, es decir, a su forma. Es el
TÍN ALGARRA, 2003: 52). El fruto de este 16). La cosmovisión profusamente expli- La exposición del dinamismo natural estudio de la forma lo que Aristóteles con-
diálogo será, sin duda, una ciencia de la cada por Artigas en La inteligibilidad de la que despliega Artigas se corresponde con sideró fundamental para la filosofía de la
comunicación madura, con una identidad naturaleza puede sintetizarse con algunas la afirmación clásica sobre “naturaleza” ya naturaleza (ARTIGAS, 1995: 38).
mejor definida en su objeto formal y su de sus palabras: definida. Destaca Artigas que lo natural Del mismo modo que el dinamismo atra-
método y con una clara orientación inves- “La cosmovisión actual subraya que en responde siempre a un principio interior y viesa todo el orden natural, ocurre tam-
tigadora hacia la plenitud del hombre. la naturaleza existe un dinamismo propio espontáneo, al dinamismo, fuerza o poder bién con la estructuración, si bien en este
cuyo despliegue se centra en torno a pa- propios de cada ente. Para explicar este caso debemos recordar que el orden de
2. Aportaciones de las ciencias trones o pautas. El dinamismo básico se dinamismo, acude Artigas a la experiencia nuestras construcciones científicas no es
actuales al pensamiento extiende a todos los niveles, pero en cada ordinaria. El hombre descubre natural- un calco del orden real de la naturaleza,
relacional nivel se despliega formando mente que la naturaleza tiene sus reglas aunque responda a aspectos de él:
Muchas son ya las disciplinas científicas sistemas que poseen una propias, que el hombre puede intervenir “La estructuración se encuentra
que han cambiado su paradigma con la progresiva complejidad en ellas, pero que debe “obedecer” a la en todos los niveles cono-
intención de ajustarse más fielmente a estructural y un dina- naturaleza para poder “vencerla” (ARTI- cidos, desde el biológi-
su objeto de estudio. Este cambio vie- mismo unitario. El GAS, 1925: 25). A la experiencia ordina- co hasta el físico-quí-
La
En la estructuración
ne de la mano de abandonar un análisis dinamismo natu- ria, suma la experiencia de las ciencias mico y el microfísico.
naturaleza se encuentra
especialmente centrado en “la cosa”, en ral contiene una actuales: el microfísico y el macrofísico, el En la investigación
su estructura y en su dinamismo, y más información que existe un físico-químico y el biológico, etc., son ni- científica se supo- tanto a nivel
preocupado por entender las “relaciones” se almacena en dinamismo veles estrechamente interconectados (Cfr. ne que existe una biológico como
que conforman esa realidad y que la vin- estructuras es- propio que se 1995: 26-29). estructuración en fisico-químico
culan a otras. Así, el objeto de estudio no paciales que son centra entorno La espontaneidad y el dinamismo se da todos los fenómenos
y microfísico
es ya tanto un objeto –o sustancia, en el fuente de nuevos a patrones o en todos los órdenes de lo natural. De ahí naturales. Se trata de
sentido clásico-, sino una “relación”. Como tipos de dinamismo. pautas que Artigas considere necesario atender un supuesto muy fecundo
exponer este planteamiento en todas las Las interacciones de a otra realidad del mundo físico para po- que se encuentra en la base
disciplinas resultaría imposible, lo hare- los dinamismos particula- der clasificar los diversos órdenes y, por de toda actividad científica y que viene
mos desde la raíz y luego nos limitaremos res dan lugar a equilibrios es- ejemplo, separar convenientemente a los corroborado por el progreso de la ciencia”
a poner diversos ejemplos. La raíz, como táticos y dinámicos de los cuales resultan vivientes y a los seres inanimados. Por (ARTIGAS, 1995: 47)
siempre, está en la filosofía. Empezare- entidades que poseen una organización estructura de la naturaleza entendere- Finalmente, nuestro autor sostiene que
mos por la filosofía de la naturaleza, que cada vez mayor. Existe una continuidad mos entonces, “una distribución de partes “existe un entrelazamiento del dinamismo
abre las puertas de la metafísica. gradual entre los diferentes niveles de la mutuamente relacionadas que forman un y la estructuración” (ARTIGAS, 1995: 48)

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que permite vincular estas dos realidades como al espiritual (BUBER, 1998: 14)- revelan al que entra en relación activa con dad, envuelve al intérprete y a quienes la
y superar así una clásica oposición entre como ello, como objeto: “El que dice Yo- ellos” (LÓPEZ QUINTÁS, 2002: 40) escuchan. ¿Está la obra en la partitura?
las concepciones que contemplan la reali- Ello se sitúa ante las cosas […] incursado La realidad tiene por lo tanto otra dimen- ¿En el sonido? ¿En el piano? ¿En quienes
dad como una serie de objetos más o me- sobre las cosas con la lupa objetivante de sión, fundada desde la otra palabra básica, la escuchan? ¿O, tal vez, en la relación
nos yuxtapuestos y aquellas que interpre- su mirada de miope, u ordenándolas para Yo-Tú: “La palabra básica Yo-Tú no tiene envolvente que los vincula a todos ellos?
tan la realidad como un constante y eterno lo escénico con los prismáticos objetivan- algo por objeto” (BUBER, 1998: En el primer caso, la partitura nos aparece
dinamismo. tes de su mirada de présbite, aislándolas 12), “la palabra básica Yo- como un mero objeto y mi relación con ella
en su consideración sin sentimiento de Tú funda el mundo de es desde la actitud del Yo-Ello. En el se-
3. La integración en el universalidad” (BUBER, 1998: 32). la relación (BUBER, gundo, actuamos desde la vinculación Yo-
pensamiento de López Quintás Vemos, pues, que contemplar una rea- 1998: 13). Atender Tú. La interacción de López Quintás con
Toda
Alfonso López Quintas, que ha estudiado lidad como mero objeto supone una acti- a la realidad no su piano fructifica en un encuentro: piano
realidad
atentamente el devenir del pensamiento tud objetivista que ahoga a lo observado como objeto -asi- e intérprete se promocionan mutuamente
contemporáneo, ha llegado a conclusio- en su dimensión material e instrumental, forma un ble, manipulable- al elevarse a la altura de la obra interpre-
nes similares a las de Artigas, pero dado aislándola de cualquier consideración que ámbito. El funda un modo tada, que es a la vez fruto y cumbre de
que su preocupación es antropológica (y relacione a ese objeto con otras realida- sujeto es de ser del hom- quienes interactúan. ¿No es análogo este
ética) desarrolla su exposición a partir de des y, menos aún, con el propio hombre. un ámbito bre con el mundo planteamiento al que vimos en las ciencias
explicaciones tremendamente flexibles. Este modo de mirar ha sido el propio de de especial distinto al del Yo- naturales a través de Artigas?
Escogemos su planteamiento como base, las investigaciones sobre comunicación a rango Ello; un modo de La relación propiamente humana su-
frente a otros también muy fecundos, a lo largo de buena parte del siglo XX. ser que se sustenta pone conocer la realidad y asumirla, para
causa de su especial labor integradora. En C. S. Lewis nos invitar a descubrir otro en la relación. poder trabajar juntos en la comprensión y
la estela de Aristóteles o Tomás de Aquino, modo de mirar. Sostiene el profesor britá- Veamos la aproximación de vinculación mutua: “Yo no puedo hacer con
Lopez Quintás trata de rescatar lo mejor nico que cuando un amigo muerte, parte López Quintás a la realidad de los ámbi- el piano lo que quiero; debo atenerme a su
de quienes le precedieron para integrarlo de nosotros muere con él. Exactamente tos: “Un ámbito surge cuando hay varios condición peculiar y a las características
en una síntesis conciliadora, que expon- esa parte que sólo él sacaba de nosotros elementos integrados de tal forma que de la obra que toco en él. […] Las realida-
dremos sucintamente a continuación. (Cfr. LEWIS, 2000: 73). Es más, dice que entre ellos se funda un campo de libertad des que no son meros objetos nos ofrecen
Podemos sintetizar en tres los modos de si de tres amigos (A, B y C), A muriera, B expresiva. Toda realidad constituida de posibilidades de juego […] y en cuanto lo
realidad que distingue López Quintás: el no sólo perdería la parte de A que hay en modo relacional, mediante la confluencia hacen, muestran tener cierta capacidad de
de los objetos, el de los ámbitos y el de los él, sino la parte de A que hay en C. ¿Dón- general de notas o la interacción de diver- iniciativa y merecen un trato respetuoso. Si
sujetos. Sistematiza así, en cierto modo, la de empieza y acaba la persona? ¿En su sas vertientes de lo real, forma un ámbito, no las respetamos, las rebajamos de con-
gran intuición de Buber en su fundamental realidad física? Es evidente que no. un campo de encuentro. En general, pode- dición, las tomamos como meros objetos y
Yo y tú (BUBER, 1998). “Estar enfrente se Los ámbitos se sustentan en mos entender por ámbito un espacio lúdico, con ello nos cerramos a las po-
dice en latín ob-jacere, verbo del que se realidades objetivas -atra- un campo de juego formado por la interac- sibilidades que nos ofrecen
deriva objicere, cuyo participio es objec- viesan los objetos-, ción estructural de elementos que se inte- y anulamos toda posi-
tum. A todas las realidades que están fren- pero los trascienden. gran en un sistema, de forma más o menos bilidad de conocerlas
te al hombre y pueden ser analizadas por Los ámbitos, cuan- estricta” (LÓPEZ QUINTÁS, 1998: 189). en todo su alcance” Entre los
éste sin comprometer su propio ser las lla- do son descubier- Si hacemos dialogar al pensador judío (LÓPEZ QUINTÁS, ámbitos de
mamos objetos. Son realidades objetivas. tos por el hombre, Los ámbitos con el español, veremos que el hombre 2002: 38).
realidad
Estas realidades pueden ser medidas, pe- le interpelan per- que descubre que pronuncia Yo-Tú funda el mundo de El sujeto es un
sadas, agarradas con la mano, situadas sonalmente; no los ámbitos y se instala en él. “Quien dice ámbito de espe- destacan
el hombre algunos por
en el espacio, dominadas, manejadas” se pueden medir, una palabra básica entra en esa palabra cial rango: “Entre
(LÓPEZ QUINTÁS, 2002: 36). ni pesar, ni ocu-
le interpelan y se instala en ella” (BUBER, 1998: 12). los ámbitos de rea- su gran poder
Para arrojar luz sobre estas apreciacio- pan un espacio. Un personalmente Pongamos como ejemplo el que es quizá lidad destacan algu- de iniciativa
nes, usaremos una imagen del filósofo ámbito es un campo el favorito de López Quintás: una partitura. nos por su gran poder
dialógico Martin Buber. Antes, recordamos de juego, un espacio Una partitura es un puñado de hojas. Po- de iniciativa, que les
que, según el filósofo judío, “para el ser de posibilidades creativas demos tocarlas, escribir encima e, inclu- permite tomar decisiones
humano el mundo es doble, según su do- que interpela al hombre: jamás so, hacer fuego con ellas, para combatir lúcidas y libres, hacer proyec-
ble actitud ante él”. Así, la palabra Yo-Ello se impone, sino que es respetuoso, dis- el frío. Pero también podemos colocarla tos, producir obras literarias y artísticas…
funda un modo de existencia del hombre creto, aunque nos exige, para encontrar- junto a un piano e interpretar la obra que Por esta razón reciben el nombre de suje-
en el mundo (BUBER, 1998: 11), en la que nos con él, las actitudes de respeto, esti- late en ella. Entonces la obra cobra pleno tos” (LÓPEZ QUINTÁS, 2002: 40). Estos
el hombre ve al mundo -tanto al natural ma y colaboración. Los ámbitos “sólo se sentido, se muestra en toda su expresivi- sujetos son las personas humanas. Las

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facultades intelectiva y volitiva le permiten presencia en el ser del otro. La persona lan activamente su única y personal iden-
al hombre crear los grados más altos de 4. El hombre que se une con el humana tiene necesidad de confirmación tidad y hacen su aparición en el mundo
relación. Ahora bien, estas capacidades hombre: la comunicación […] El animal no necesita ser confirmado, humano” (ARENDT, 1993: 203). Pero esta
humanas responden a la necesidad del La relación del hombre con el mundo, fun- pues es lo que es, incuestionablemente” cualidad no puede ser fruto del enfrenta-
hombre de relacionarse con el mundo y dada, entre otros elementos, mediante el (BUBER, 1997: 107). miento de ideas, de la instrumentalización
con otras personas para su pro- lenguaje, no basta al hombre, no le otorga Esta percepción antro- del discurso, sino de la búsqueda de en-
pia felicidad y perfección: “el plenitud de sentido. El hombre necesita pológica de Buber de que cuentro: “Esta cualidad reveladora del dis-
hombre se ve abocado a del trato con otras personas. “La perfec- el hombre necesita ser curso y de la acción pasa a primer plano
la necesidad de 1) ha- ción del hombre, de la persona, no tan confirmado por otros es cuando las personas están con otras, ni a
Sólo en este cerse cargo de lo que sólo depende del uso de las cosas sino rescatada por la mejor favor ni en contra, es decir, en pura con-
“proceso son las realidades del del trato con otras personas, porque no es tradición tomista en tigüidad humana” (ARENDT, 1993: 203-
“El hombre
entorno y la situación tan solo un sujeto correlativo a un objeto, pleno siglo XXI: “En el 204).
creador” necesita ser
que las enmarca […]; sino un yo correlativo a un tú. De ahí la es- hombre no solamente Es destacable cómo esta confirmación
el hombre 2) tomar opción ante pecial insistencia de J. Bofill en este hecho confirmado hay una tendencia na- del hombre se le aparece como necesaria
puede tal entorno y las exi- fundamental de la teoría de la perfección por otros” tural a conocer y amar, a pensadores de diversas índoles y cómo
llegar a su gencias que impone; consistente en que ‘el fin del hombre es sino también a ser es la comunicación o el encuentro entre
felicidad 3) crear proyectos de un fin personal, y ello no tan sólo porque conocido y amado […] los hombres -en clave ambital: bajo la ac-
acción personal en co- él mismo es persona, sino porque se ha La reciprocidad en el co- titud de respeto, estima y colaboración- el
laboración con las instan- de constituir en trato mismo con una Per- nocimiento y en el amor se único modo de satisfacerla. “Esta angustia
cias que plantea el entorno y sona’ (BOFILL, 1950: 31)” (TOMAR, 1993: puede dar en la comunicación por la falta de comunicación, y esa satis-
los recursos que ofrece; 4) fundar 214). personal” (FORMENT, 2003: 142). facción única cuando ésta se produce,
ámbitos de interrelación con las otras Parece evidente que la relación del Las apreciaciones antropológicas filosóficamente no nos afectarían en la
realidades, sobre todo las humanas; 5) hombre con las cosas nunca puede ser de los metafísicos Forment y Buber son medida en que lo hacen si yo, en la abso-
autorrevelar su condición personal y pro- plena, pues la naturaleza de las cosas y apoyadas desde la antropología cultural luta soledad de la verdad, confiara en mí
mocionar su personalidad al hilo de la la del hombre no sólo difieren en esencia, de Huizinga, quien presenta al juego como mismo. Pero yo sólo soy en compañía de
creación de ámbitos (LÓPEZ QUINTÁS, sino en grado de perfección. “El funda- una actividad omnipresente en todas las los demás. Sólo, no soy nada. […] Sólo
1998: 190). mento del ser-hombre-con-el-hombre es culturas encaminada al reconocimien- en esa comunicación, en la libertad que se
Sólo en este “proceso creador” de vin- esta dualidad y unidad: el deseo de cada to público de los jugadores (HUIZINGA, enfrenta a la libertad en plena solidaridad,
culación puede el hombre llegar a su ple- hombre de ser confirmado por otros hom- 2002: 73). Así, una de las razones ances- cabe la certeza de ser propiamente” (JAS-
nitud o perfección, a su felicidad. De ahí bres como lo que es y puede llegar a ser, y trales de la existencia de los juegos públi- PERS, 1989: 29).
que López Quintás sostenga que el ideal la capacidad innata del hombre cos no responde sino a la necesidad de En todas estas disquisiciones
más alto del hombre es el de la unidad para confirmar a sus próji- presencializarse del hombre en sociedad. sobre “lo que le falta” al
(Cfr. LÓPEZ QUINTÁS, 2002: 195-197), y mos justamente de ese También es clave en la justificación de hombre para ser pleno,
la unidad más plena -en el conocimiento modo” (BUBER, 1997: la polis griega, basada en la acción y el intuimos una de las
y el amor- sólo puede darse entre perso- 103). De ahí que discurso como modo del hombre libre de grandes paradojas
nas1. la comunicación “ La hacerse notar, de ser reconocido: “El dis- humanas: el hom- El hombre se
Sin entrar en más consideraciones, entre hombres curso y la acción revelan esta única cuali- bre se descubre a descubre a
comunicación
creo que las propuestas de las ciencias es algo radical- dad del ser distinto […] son los modos en un tiempo limitado
entre hombre tiempo limitado
naturales agrupadas por Artigas y las de mente necesario: que los seres humanos se presentan unos y llamado -para
la antropología presentada por López “A los hombres es algo a otros, no como objetos físicos, sino qua realizarse- a tras- y llamado
Quintás -y Buber- se muestran interrela- les es necesario, necesario” hombres. […] una vida sin acción ni dis- cender sus pro- mediante la
cionadas en clave analógica. Artigas nos y se les concede, curso […] está literalmente muerta para el pios límites. ¿Cómo comunicación
invita con una mirada ampliada a mirar a confirmarse entre sí mundo” (ARENDT, 1993: 201). El hombre trascender los pro-
la naturaleza; López Quintás nos introdu- en su ser individual en se presenta públicamente como hombre, pios límites?: mediante
ce de lleno en la importancia de las re- verdaderos encuentros” y no como mero objeto, en la medida en la comunicación.
laciones entre el hombre -ser de encuen- (BUBER, 1997: 105). Tan es que tiene algo que comunicar, sea con su La comunicación, por lo tan-
tro- y el resto de los seres. Creemos que así, que Buber lo plantea como algo es- acción o con su palabra (que no es sino to, se nos revela no ya como una nece-
apenas es necesario hacer dialogar am- pecífico y único del ser humano en cuanto otra forma de acción). sidad existencial, sino como la condición
bas perspectivas para mostrar cómo se que humano: “El hombre quiere devenir Sólo “mediante la acción y el discurso, de posibilidad de nuestra realización. Una
complementan y enriquecen mutuamente. a través de los hombres y encontrar una los hombres muestran quiénes son, reve- condición de posibilidad que sólo se reali-

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zará bajo determinadas premisas: una co- ya lo poseía. Pues sólo en ese compartir o desviación” (BUBER, 1997: 87). desamor. Sea como sea, es esa falta de
municación no frente o contra el otro, sino quedan, tanto los que se comunican como Estas vitales referencias al compartir sin comunicación, esa frustración por la au-
en solidaridad con el otro. Una comunica- lo comunicado, confirmados. pérdida se ponen especialmente de mani- sencia de la comunicación y comprensión
ción donde la intencionalidad no puede Así lo entiende y defiende Martin Heide- fiesto cuando la definición no habla sólo soñada, la causante de buena parte de
ser oculta ni el contenido conscientemen- gger, el recuperador de la metafísica en el de compartir el significado, sino también la violencia contemporánea (ARREGUI,
te falso, sino una comunicación siglo XX y gran propulsor del pensamiento la intención. Esta visión es de gran 1986: 213-222).
ansiosa por la confirmación relacional: “La comunicación no es nunca fecundidad, porque se entron-
de una verdad y explíci- nada como un trasporte de vivencias […] ca en lo que hemos deno-
tamente encaminada al del interior de un sujeto al interior de otro”. minado encuentro: en- 5. Conclusiones
entendimiento y la co- Sino, más bien, la comunicación es un treverar la propia vida Visto el contexto en el que nacen las pri-
laboración. “con-encontrarse” y un “co-comprender” con una realidad con meras teorías de la comunicación que, en
“La forma Nuestro filósofo (HEIDEGGER, 2001: 181). El modo de la que se da un actuar cierto modo, han inspirado toda reflexión
modélica del del encuentro, López El acierto de entender la comunicación comunicación y un padecer mutuo y posterior, la primera conclusión parece
encuentro se Quintás, coincide con como un compartir nos sitúa ya en un con- humana es enriquecedor. Ahon- evidente. Conviene revisar las “grandes
da entre las todas estas aprecia- texto muy bien delimitado: la comunica- análogo da, además, en la di- verdades” de la investigación sobre co-
ciones al sostener ción no es, primero, influir sobre alguien. ferenciación esencial municación para descubrir cuáles son sus
personas.”
que, si en el encuentro La comunicación no es tratar de conven- entre significado -orden raíces, sus planteamientos de fondo y la
está la realización del cer, ni situarse frente a alguien. Es, por el de los objetos- y sentido visión acerca del hombre y del mundo que
hombre, “la forma modélica contrario, compartir, colaborar juntos en la -orden ambital- que resal- nos ofrecen. Sólo así podremos edificar
del encuentro se da entre las comprensión de un significado -del propio ta López Quintás y entronca una teoría de la comunicación sólida, libe-
personas (LÓPEZ QUINTÁS, 2002: significado de uno mismo-, es ponerse también de lleno en la necesidad rada de las modas intelectuales del mate-
156). Ahora bien, vimos que el medio por uno junto a otro, es buscar la comprensión de vincular el lenguaje a la verdad y a la rialismo y del positivismo y centrada en un
excelencia en el que el hombre se relacio- y el encuentro mutuo en lo expresado. intención comunicativa -que no puede ser auténtico humanismo que incluya en sus
na con el mundo es el lenguaje. Cuando el Toda comunicación es, en este sentido, oculta- de quienes se comunican. En de- planteamientos la libertad del hombre y
lenguaje es usado para relacionarse con donación: “La comunicación tiene que ser finitiva, a la exigencia, para una auténtica toda su dimensión espiritual.
otras personas, ya no hablamos de simple donación. Si es donación de verdad, la comunicación, del afecto y la búsqueda de En esa misma línea, conviene repensar
expresión, sino de auténtica y recíproca verdad no puede ser una pura pertenencia unión entre las partes. qué sea esencialmente la comunicación
comunicación. o una mera tendencia, sino que tiene que Es el momento de retomar lo expuesto y cuál su sentido, para no alimentar el in-
Asumiendo la perspectiva simbólica que estar abierta en donalidad e íntimamente sobre el dinamismo de la naturaleza y el abarcable índice de las “definiciones” de
considera que la comunicación es “una re- vinculada al amor” (POLO, 1986: 74) orden natural explicado por Artigas. Ningu- comunicación que se limitan a describir
lación en la que se comparte un contenido El hecho de recordar que na intención hay de reducir la hermosa y un proceso determinado en un
cognoscitivo”, Martín Algarra concreta al es un compartir sin pérdi- arriesgada dimensión humana de la comu- proceso social delimitado
decir que: “La comunicación tiene que ser da debería invitarnos nicación a los órdenes determinados de la con la mera intención
una interacción que tenga como finalidad a anular toda forma física. No obstante, sí podemos descubrir de aislar y estudiar
que lo expresado sea comprendido por el de egoísmo o de “La que el modo de comunicación humana es los efectos. Será El hombre
otro, y que éste efectivamente comprenda reserva. Quien se comunicación análogo a las relaciones entre los órdenes el único modo de
necesita de la
lo que significan tanto la acción como su comunica auténti- inferiores de la naturaleza (o, más bien, al aproximarnos a
no es comunicación
contenido expresivo” (MARTÍN ALGARRA, camente no ocul- revés) y responde a una estructuración si- una definición
2003: 56). Ahora bien, este compartir, ma- ta nada, porque
nunca nada milar: la interrelación dinámica entre dos de comunicación para
tiza nuestro autor, es distinto del compartir necesita ver con- como una estructuras (en este caso, los hombres) universal y nece- realizarse
una realidad física. “La comunicación es firmado quién es transporte de que funda una estructura nueva y perfec- saria, o a una ex- como
un peculiar modo de compartir. La pecu- y qué cree verdad. vivencias” cionadora de las anteriores (el encuentro, plicación del hecho persona
liaridad consiste en que se trata de un La consencuencia la familia, la sociedad…). Si no lo hace, si comunicativo y de
compartir sin pérdida: lo que se comparte será, por lo tanto, que el resultado no resulta enriquecedor para sus srntido que poda-
en la comunicación se sigue poseyendo, todos los que se comuni- las partes, la comunicación no habrá sido mos aplicar siempre.
no se pierde” (MARTÍN ALGARRA, 2003: can salen con lo que tenían y plena o auténtica, se habrá truncado, y ha- En los esfuerzos por explicar
59). Es más, y tal como hemos visto en las más: “Si ha de ser un auténtico diálogo, brá que buscar las causas en la a veces qué sea esencialmente la comunicación
reflexiones de Buber, Jaspers o Arrendt, cada uno de los que participan tiene que ciega libertad del hombre, en sus limita- humana, este artículo puede ya ofrecer
la comunicación es un compartir donde lo introducirse a sí mismo en él […] ha de ciones naturales y en su tendencia a caer algunas conclusiones. Por un lado, que
compartido “se gana” incluso para quien tener la intención de decir […] sin merma en el error y la falsedad, a causa de su el hombre, que se descubre a un tiempo

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limitado y llamado a trascenderse o salir una forma de “anticomunicación”.


El pensamiento relacional como fundamento
de sí, necesita de la comunicación para lo- Si queremos vivir una comunicación au- para una nueva teoría de la comunicación
grarlo, es decir, para realizarse como per- téntica como la ya propuesta, eso nos exige
sona. Esa realización pasa por ser “con- asumir una serie de valores como virtudes. Álvaro Abellán
firmado” y “completado” por y en las otras Para ese “compartir sin perdida”, ese “do-
personas, por conocer y ser conocido, por narse”, ese “exponerse” a los otros, ese
amar y ser amado, por “autorrevelarse” al “encontrarse” con otros ámbitos, etc. nos
mundo y a los otros, por su acción y su parecen como necesarias la apertura, la
discurso encaminados a la búsqueda del sinceridad, la generosidad y otros valores.
encuentro con los demás. Ahondar en este aspecto bien merecería
Estos esfuerzos del hombre para reali-
zarse en la comunicación con otras perso-
otro artículo.
Por último, también hemos expuesto
Bibliografía
nas nos revelan además la dimensión éti- en el artículo cuáles serían algunos de ARENDT, Hannah (1993): La condición humana, Barcelona, Paidós.
ca de la comunicación como algo íntimo al los frutos de una comunicación auténtica:
ARISTÓTELES, Acerca del cielo, Gredos, 1996.
propio fenómeno comunicativo. La ética es descubrirse a uno mismo y presentarse a
la ciencia que estudia la acción humana en los demás, confirmarse a uno mismo en ARREGUI, José Vicente (1986): “Violencia y comunicación” en YARCE, Jorge (ed.), Filosofía de la comunicación, Pamplona, Eunsa,
cuanto que conduce al hombre a plenitud y, el mundo, adquirir la certeza de ser pro- pp. 213-230.

como hemos visto, una auténtica comuni- piamente quienes somos, adquirir nuestra ARTIGAS, Mariano (1995): La inteligibilidad de la naturaleza, Pamplona, Eunsa.
cación es condición necesaria para llevar la propia identidad, realizar nuestra humani-
BUBER, Martin (1998): Yo y Tú, Madrid, Caparrós Editores, colección Esprit. (1997): Diálogo y otros escritos, Barcelona, Riopiedras.
propia vida a plenitud. Una auténtica comu- dad, etc. Porque la comunicación, libre e
nicación, como hemos visto, pasa por la do- interiormente asumida, sólo tiene sentido BURGOS, Juan Manuel (2000) El personalismo. Autores y temas de una filosofía nueva, Madrid, Palabra.
nación, por un compartir sin pérdida, por un como el ámbito en el que se funda el per-
DONATI, Pierpaolo (2006): Repensar la sociedad / el enfoque relacional, Madrid, EIU.
mostrarse a uno mismo, por una búsqueda feccionamiento del hombre, su felicidad y
de comprensión mutua... intenciones entre su unidad con lo real. No sabemos decirlo FORMENT, Eudaldo (2003) Santo Tomás de Aquino, el orden del ser (Antología filosófica), Madrid, Tecnos. (2002): Personalismo
las que no cabe el engaño, la mentira o la mejor que Jaspers: sólo en la comunica- medieval, Valencia, EDICEP.

manipulación. En sentido estricto y visto el ción se alcanza “el interiorizarse del ser, la GUARDINI, Romano (1995): El fin de la modernidad. Quien sabe de Dios, conoce al hombre, Madrid, PPC.
sentido de la comunicación, el engaño, la claridad del amor, la plenitud del reposo”
HEIDEGGER, Martin (1949): El ser y el tiempo, Madrid, Fondo de Cultura Económica.
mentira o la manipulación serían, más bien, (JASPERS, 1989: 30).
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Notas al pie
1 Cabría continuar aquí el camino hacia una teología natural de la persona, o hacia una teología de la comunicación
-natural y/o revelada-, empresa que trasciende las posibilidades de esta exposición.

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