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estabilidad en la producción
Con la idea de lograr una mayor satisfacción del cliente, debemos de mejorar la calidad del
resultado de nuestros procesos de la cadena de suministro. Para lograrlo, ingenieros,
directivos y Supply Chain managers deben centrarse en la gestión por procesos basados en
la optimización de las acciones que aportan valor. Es ahí donde actúa el Control
Estadístico de Procesos una vez que tenemos bien definidos todos los objetivos de las
estrategias de nuestras operaciones.
¿Qué es el control estadístico de procesos y cómo se llega
a él?
El Control Estadístico de Procesos (CEP o SPC, por sus siglas en inglés de Satistical
Process Control) permite determinar y planificar cuándo un proceso está fuera de control
para mejorar las operaciones de la organización. Su objetivo es hacer predecible un proceso
en el tiempo para que su resultado concuerde con los objetivos de la compañía.
Concretamente, el SPC permite mejorar la calidad, reducir las variaciones y optimizar los
procesos para ganar, de esta forma, en flexibilidad, exhaustividad y velocidad frente a los
desafíos de la fabricación. Este proceso facilita la eficiencia y la mejora constante de las
operaciones de la cadena de suministro gracias a los avances tecnológicos y al uso de
herramientas tipo software para la automatización de datos en tiempo real.
Así, con la recogida, análisis e interpretación de esos datos y de las métricas clave,
logramos como resultado:
La prevención de interrupciones en los procesos de negocio, proporcionando una
mejor visibilidad en las funciones de la cadena de suministro.
La minimización de costos de producción y un mayor retorno de inversión.
La optimización de las operaciones de producción, especialmente al reducir horas
de reprocesamiento
La optimización de la calidad y la uniformidad de todos los productos
La minimización significativa del riesgo, así como de los defectos y de las
inconsistencias.