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Ejemplos de cómo un mapa de procesos

influye en la toma de decisiones


Publicado en 23 Noviembre, 2014 por Retos en Supply Chain — 0 Comments

La elaboración de un mapa de procesos es uno de los aspectos y actividades que los


sistemas de gestión deben considerar de un modo especialmente destacado. Y si bien no
existe ninguna normativa que establezca requisitos y exigencias que deban cumplir de un
modo unívocamente estandarizado, los distintos ejemplos de mapas de procesos a los que
podemos acudir para formarnos una idea sobre ellos comparten, en los casos más eficientes
y destacados, un mismo elemento en común: su remisión y asociación a elementos
indispensables para el control de los procesos corporativos, como por ejemplo los cuadros
de mando integral (o CMI).

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de nuestra guía sobre gestión de proyectos logísticos

Mapa de procesos y cuadro de mando integral: ejemplos


para la toma de decisiones
En anteriores ocasiones nos hemos ocupado de la distinción de los procesos en función de
tres tipologías relacionadas con tres aspectos clave de las actividades corporativas: la
estrategia (procesos estratégicos), la productividad (procesos productivos) y los recursos
(procesos de soporte: recursos humanos, técnicos, organizativos, etc.). No nos centraremos
aquí, pues, en definir cada uno de estos tipos de procesos sino más bien en cómo su
consideración para la elaboración de un mapa de procesos nos remite a la importancia del
cuadro de mando integral (CMI) para su correcta definición y, en última instancia, cómo
todo ello actúa de soporte para la toma de decisiones.
Un CMI es un componente fundamental de las llamadas herramientas de inteligencia de
negocio, o Business Intelligence (BI). Gracias al cuadro de mando integral, los directivos y
gerentes de una organización pueden monitorizar el desempeño de las actividades y los
procesos que se llevan a cabo en el sí de la corporación en tiempo real, evaluar la correcta
adecuación de los mismos a la estrategia corporativa adoptada y la correcta consecución de
los objetivos fijados con anterioridad mediante el uso de indicadores de rendimiento.

Los beneficios de los CMI para mantener una visión integral del negocio y adecuar los
distintos procesos que se llevan a cabo a dicha visión son, pues, evidentes. Y no lo son
menos las ventajas que supone contar con un CMI para la elaboración de un mapa de
procesos coherente con la estrategia corporativa, ya sea para concretar, planificar y
programar procesos de tipo productivo, de soporte o (por supuesto) estratégico. Sin
embargo, ¿son igualmente evidentes los beneficios que reporta un mapa de procesos
asociado a un CMI para la toma de decisiones?

Si nos fijamos en algunos ejemplos, veremos que un mapa de procesos no vinculado a un


CMI deviene algo estático, rígido y con escaso o nulo dinamismo, con pocas posibilidades
de influir sobre la toma de decisiones ya que actúa simplemente como elemento normativo
y estandarizador de los procesos que contempla. En cambio, considerado en un entorno BI,
y en concreto asociado a un cuadro de mando integral, el mapa de procesos se convierte en
una herramienta dinámica y flexible, que se enriquece constantemente con nuevos datos e
informaciones y que desempeña un papel crucial en la toma de decisiones estratégicas en lo
referente a los procesos y las operaciones que se llevan a cabo en la corporación, y que son
contempladas por el mapa de procesos.

Sobre la relación que mantienen la estrategia de operaciones con la toma de decisiones,


resulta de especial interés la guía Aprende a crear la estrategia de operaciones perfecta,
que además de aportar elementos para el conocimiento y la comprensión de las estrategias
operacionales, dilucida e identifica los criterios necesarios para tomar decisiones adecuadas
en este sentido.

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