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Hua Hua You Long

En español

Xing Bao Ni
Esa novela fue traducida por el esfuerzo de una sola persona. Por eso, pido el
favor de que solo sea compartida desde la página de traducción original y no
sea copiada en ningún otro lugar.

Hua Hua You Long


En español

Libro I
Hua Hua You Long
En español

Libro I
Traducción al inglés:
AsiaNaru, Redturtle95,
Luxiufer.

Traducción al español:
Rose

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Prólogo

[Dinastía Datong, Emperador Jing Zong. Quinto año de reinado]

La dinastía Datong ha comandado por 300 años. La mitad de estos 300 años han sido precedidos de
paz y prosperidad, y en cada momento que el emperador de Datong Jing Zong comenzó su reinado a
la edad de 20 años, la prosperidad económica había florecido mucho más que antes. Las personas
viven en paz. La nación se podía ejemplificar a través de sus anímicas canciones y pacíficos bailes.
Tanto así que el trabajo del emperador se había hecho menos engorroso por no decir que casi nulo.

Y por supuesto, el actual regidor tendría que ser del tipo que ama la diversión y los vicios, el que nunca
se permitía estar atrapado en una jaula como lo era el palacio, así que una situación como la siguiente
ocurría con frecuencia.

Xiao Guizi, un fiel y recto trabajador, entró a las habitaciones imperiales como es lo usual después de
que las campanas resonaron a las 5:00 am para ayudar al emperador en la rutina de la mañana de
cepillarse y lavarse.

Sin embargo, en el escritorio de madera de olivo, un pliego de papel permanecía abierto, con una
enorme, garabateada y apresurada escritura:

“Yo, el emperador, debo viajar a las tierras de Jiangnan, y planeo regresar en al menos dos meses o
como máximo en la mitad de un año. La corte y los eventos usuales estarán a cargo del duque Tongxin.
Que así sea decretado”

— ¡Por todos los cielos! ¡El emperador ha huido otra vez!—

Xiao Guizi corrió desgarbadamente al salón de administración central, haciendo un alboroto en todo
el camino. Inmediatamente, el entero palacio imperial resonó con sus quejidos y gritos de pánico.

— ¡Para de hacer de esto la gran cosa! ¡No es como si fuera la primera vez!— El administrador gritó
irritado.

Este emperador, Jing Zong, ha reinado por cinco años completos y ha escapado un total de 10 veces,
de acuerdo a las anotaciones. La única razón de porque el entero estado no ha colapsado hasta el
momento es todo gracias al heroico genio y milagroso salvador, el duque Tongxin, quien ha servido
con la mayor de las lealtades. Nadie en verdad sabe que estaba pensando el viejo emperador al darle
el peso de una entera nación a un príncipe que lo único que quería era hundirse a sí mismo y sin
ningún cuidado en el placer…

El administrador murmuro para sí mismo: —Ah, tengo tanto sueño—


Capítulo 1

Junio. Un reflejo del cielo del sur.

En el próspero lago del este de Hangzhou, un ferry finamente elaborado en un modelo oriental zarpó.
El sonido del delgado bamboo se dispersó con el gentil viento del lago. La fragancia parecía intoxicar
a cada de uno de los pasajeros.

Pero hoy, el suave balanceo de los lirios y los lotos flotando elegantemente sobre el lago fallaron en
capturar la atención de los transeúntes que corrían de aquí para allá. No, hoy, toda la atención estaba
en el joven vestido en ropas de color blanco encaramado en la proa del ferry.

Había una cualidad de indescriptible gracia romántica sobre su figura, la blanca y finamente bordada
túnica confuciana ondulando en contra del viento. Su largo y oscuro cabello, despeinado y suelto,
cayendo en una cascada hasta su cintura, balanceándose en el viento junto a su ropaje blanco. Había
una pisca de descuidada magnificencia más allá de las palabras, así como su entera persona
desprendía un aura, casi como si descendiera de las mismas cunas del paraíso. Aquellos que estaban
sobre el bote pasaban y le miraban con ojos bien abiertos y atontados.

Pero él se había acostumbrado hace tiempo a ser el centro de atención. Y así se mantenía, no
permitiendo que las miradas de las multitudes perturbaran su bien pulida postura. Solo le importaba
tener su mente en la conversación que estaba teniendo con el sirviente parado a su espalda.

—Debo decir, Xiao Yue, el movimiento que el maestro me ha enseñado es bastante impresionante.
¡He estado de pie en la proa de este bote por una hora y no me he movido una pulgada!—

Pareciendo satisfecho, él se dio la vuelta y le dio a su sirviente una sutil sonrisa.

Por un momento, aun la resplandeciente belleza del lago fue drenada de su color.

—¡¡Waah!!!— Su sonrisa podría no haber significado mucho, pero un grito repentinamente se escuchó
en el bote adyacente.

Al final resultó que algún pasajero pasado de peso fu encantado al ver tanta belleza y cayó al agua de
cabeza trayendo consigo un oleaje de risas.

—hoy finalmente comprendo porque el emperador de Han fue tan lejos como para regalar al hijo de
una concubina tierras y riquezas. Así que aquellos hombres con una belleza tal que pueden corromper
ciudades y destruir estados realmente existen— Un hombre, vestido como un erudito susurró a su
amigo—

Pero una fría mirada repentinamente lo llevo a guardar silencio.


— ¡Insolencia! —antes de que el pudiera descifrar de donde venía la voz una sombra había saltado
por los aires. En cuestión de segundos, el cabello atado en un moño en la cima de la cabeza del
erudito se había ido. Mirando alrededor, el hombre encontró su cabello balanceándose en las manos
del joven guardián llamado Xiao Yue.

“Ahh” la multitud exclamo, pero de inmediato se callaron cuando la seductora belleza masculina se
acercó.

El hermoso hombre movió su manga. —Xiao Yue, regresa al ferry. Y tira esa repugnante cosa de una
vez—.

En el momento en el que él terminó de hablar, la silueta de Xiao Yue no estaba más en el bote, en un
parpadeo estaba en frente de la cabina abierta del ferry.

Arrojando el cabello en el agua, Xiao Yue fulminó con la mirada amenazadoramente a su alrededor,
hasta que todos se habían asentado en la quietud absoluta. Sólo entonces se apartó fríamente y
procedió a entrar a la cabina.

“Ah” la multitud suspiró en decepción. No había más bellezas masculinas que admirar. Ellos solo
podían mirar con impotencia como el ferry zapaba a una potente velocidad.

—Xiao Yue, ¿Que otras nuevas y divertidas cosas hay allí?—

Viendo que Xiao Yue había regresado a la cabina, el hermoso hombre se reclinó perezosamente en
el sofá de madera mientras hablaba. Su voz era pura y penetrante. Era como si el cielo lo hubiera
mimado con cada pequeño detalle de perfección.

—Su Majestad, de acuerdo a los planes del viaje, el criterio de “Realizar tareas heroicas” no ha sido
llenado aun—Xiao Yue reverenció, respondiendo con el más absoluto respeto.

Así es, este hombre cuyo encantador rostro impactaba y hacía temblar, era el mismo emperador que
residía en la ciudad capital. Su majestad, el emperador Jing Zong. Debido a su excepcional belleza,
el siempre presidia la corte con un velo entre él y sus súbditos, de ese modo no habría extraños
rumores que escapasen de la capital real.

Y su guardián era su confiable comandante militar, coincidencialmente también su superior ya que era
aprendiz del mismo maestro de artes marciales, el protector de la nación: Mu Yue

—Tareas heroicas ¿uh? ¿Qué deberíamos hacer, entonces?—resaltando profundamente, Xuan Yuan
Jing pronto dejo crecer la tentación ante la palabra “heroísmo”

Mu Yue, quien estaba de pie a un lado, comenzó a hablar. —Su majestad, su humilde sirviente
escuchó recientemente que, cerca del Monte Lu Cang, que se localiza en las afueras de Hangzhou,
se han presentado desapariciones constantes de bellas y jóvenes señoritas. Me pregunto si su
majestad…—tentativamente mirando su resplandecientemente rostro, Mu Yue notó, lejos de cualquier
sorpresa, aquella expresión que denotaba curiosidad.
[Esa tarde, al pie de la montaña Lu Cang]

Capas y capas de follaje, matorrales y árboles, ocultaban las dos jóvenes mujeres que caminaban
montaña adentro. La doncella más alta llevaba un velo delgado sobre su rostro obstaculizando su
visión. La más delgada y pequeña chica a su lado, sin embargo, tenía brillantes y grandes ojos
adornados con gruesas cejas, mientras vestía una colorida y larga falda rosa.

—Aiya señorita Yue, ¿Por qué es el clima tan caluroso? ¿Cuándo llegaremos a la ciudad?— una
aguda voz femenina se escuchó en la chica que vestía un largo vestido de color azul pálido, su figura
era majestuosa a pesar de que era quizás muy alta. Se movía grácilmente, sus gentiles pasos y su
zarandeo, demostraban que era una jovencita criada en la reclusión y la riqueza.

—Mi señora, estaremos allí pronto—La chica a la que ella llamaba Yue llevaba una expresión
melancólica.

Las dos continuaron lado a lado, subiendo la interminable montaña.

Así es. Estas dos gentiles señoritas eran Xuan Yuan Jing y Mu Yue del ferry del lago este. Por
sugerencia de Xuan Yuan Jing, los dos instantáneamente se cambiaron a ropas femeninas al momento
de salir del bote, e inmediatamente se dirigieron a la montaña Lu Cang.

Lo que Mu Yue no entendía era esto: Su majestad podría vestirse como una señorita todo lo que
quisiera, pero porque esperar que él lo siguiera de la misma forma…

— ¿Por qué eres tan estúpido?— Jing, viendo a través de los pensamientos de Mu Yue levanto su
mano y golpeó su cabeza con fuerza— Si hay un hombre siguiéndome, ¡los bandidos no vendrían! Y
entonces ¿Qué haríamos?

Mu Yue retrocedió un poco al ser golpeado. Aunque estaba enfadado él podía solo guardar su enojo
en su interior. Aun cuando su expresión lo traicionaba, él no se atrevería a cruzar la línea. Todo lo que
podía hacer era obedientemente llevar su brazo a “la señorita” como procedían a adentrarse en el
camino.

Y algún tiempo más tarde, los tontos bandidos finalmente aparecieron, como ellos esperaban.

— ¿Hacia dónde se dirigen las señoritas?— dos hombres, musculosos y altos, bloquearon el camino
mostrando expresiones intimidantes, en apariencia bandidos solo al darles una mirada.

Que cliché— ¿Pueden pensar en algunas líneas un poco más creativas?

Aun cuando Jing maldijo en su cabeza, él puso en marcha su acto de fragilidad y preguntó
suavemente—Discúlpenme señores. Me dirijo a la ciudad a visitar algunos parientes. Pero
desafortunadamente, perdimos todo el dinero para el viaje, así que no podemos hacer más que
caminar a la ciudad, en compañía de mi sirvienta.
Al terminar de hablar él fingió una expresión de pesar, ligeramente levantando su velo para limpiar
algunas lágrimas falsas, al mismo tiempo revelando su inigualable belleza a los dos bandidos.

— ¡Waaah! ¡Qué belleza!— como él lo predijo, los dos bandidos exclamaron en shock a su increíble
magnificencia.

—No, no. ¿Cómo puede esta cara mía, plana y común como la hierba, prestarse para tales cumplidos,
buenos hombres?— Jing aprendió de su corte alterna, rodeado de bellas mujeres por doquier, el cómo
vestirse e interpretar el rol de una mujer, que era para el literalmente como comer un pedazo de torta.

—Ah, ah, ah... ¿le gustaría a la señorita el acompañarnos en una excursión a la montaña con
nosotros?— Los bandidos intentaron lo más posible que sus intenciones fueran tomadas como una
invitación.

— ¿Con que propósito, hermano mayor?— Jing aún continuaba actuando como una delicada y tímida
belleza. En ese momento se encontró con la mirada de Mu Yue que lo observaba de reojo, él mantenía
una expresión de “estoy a punto de vomitar” ante la actuación de su majestad. Jing rodo los ojos.

—Para convertirse, en la señora de nuestra guarida ¡Por supuesto!—

Los dos bandidos entonces las tomaron como rehenes.

— ¡Ah! ¡Ayuda! ¡Alguien… sálvenos!—

Jing y Mu Yue rápidamente pretendieron gritar por ayuda, luchando por sus vidas, pero tuvieron
cuidado de no usar sus verdaderas fuerzas. No pusieron demasiada pelea antes que los dos bandidos
los arrojaran sobre sus hombros, dirigiéndose a lo más profundo de la montaña, cubiertos por capas
tras capas de nubes.

Después de una hora, Jing observó que el camino boscoso a la montaña pronto se hizo más abierto,
los verdes matorrales cedían ante una enorme y poderosa estructura, que abrazaba la pendiente
desigual como si el edificio en sí mismo hubiera subido a la montaña. En la entrada, en una alta puerta,
colgaba un enorme banderín cuyos caracteres se leían como “Fortaleza de Lu Cang” cuatro poderosas
y grandes palabras.

—Hermano mayor, ¿Por qué nos han traído a mí y a mi sirvienta a este lugar?— Jing preguntó al
bandido que lo llevaba pretendiendo estar petrificado ante la imponencia de aquella estructura.

Aunque Jing no era para nada un hombre obeso, aún era un hombre adulto completamente
desarrollado lo que tenía a los bandidos exhaustos hasta los huesos— ¡Eres una chica con suerte!
Nuestro rey coincidencialmente necesita una dama en su guarida. Todo dependerá de tu suerte, si le
gustas entonces, ¡siéntete bendecida con una gran fortuna!

El tono animado del bandido hizo que Mu Yue se sintiera tremendamente indignado— ¿Quién
demonios es tu rey? ¿Y que “extremadamente buena fortuna” nos traerá el si le agradamos?—
—Oi, pequeña ¿Qué puedes saber tú?—El bandido estaba bastante ofuscado ante las degradantes
palabras de Mu Yue—Nuestro rey es el altamente conocido “Águila de la montaña” ¡Lu Cang! El gano
su fama a una corta edad, ¡es un gran héroe de hecho! Ninguna de las mujeres que nosotros, sus
hermanos, hemos encontrado le han satisfecho… ¡El realmente está preocupándonos a muerte!— A
medida que hablaba más él lucia más exasperado.

— ¿Qué ha sucedido con el resto de mujeres que han secuestrado?—Jing urgentemente preguntó.

—Si nuestro rey no las quiere, por supuesto son disfrutadas por el resto de sus hermanos— El bandido
rio con fuerza, luciendo excepcionalmente lascivo.

Jing frunció el ceño. Este Lu Cang no parecía ser nada bueno, dándole las mujeres que no quería en
las manos de estos sucios sinvergüenzas… ¡En verdad merecía un castigo!

Xua Yuan Jing no podía evitar secretamente decidir qué hacer para que este malvado hombre que era
apodado “el águila” sufriera y también aprendiera su lección.

En un parpadeo, fueron llevados a la entrada del salón frontal. Los bandidos arrojaron a los cautivos
en el piso, entonces se giraron y gritaron – ¡Hermano mayor, Hermano mayor! Mira los regalos que te
hemos traído.

Los hombres en el salón estaban reunidos en un círculo, como una asamblea, parecían estar
enfrascados en una discusión acerca de algo. Escuchando los gritos, colocaron abajo los pergaminos
de papel en sus manos y se acercaron.

Quien estaba liderando el grupo era un hombre vestido de gris. Alto y delgado, aun así bien constituido,
con largas y puntiagudas cejas como espadas descansando sobre un par de grandes y oscuros ojos
que tenían el brillo de las estrellas. Tremendamente apuesto, aun cuando había una indescriptible
muestra de ego en su mirada.

Ah, así que él es “el águila” Jing pensó silenciosamente para sí mismo.

Si bien era muchísimo más atractivo de lo que originalmente esperaba, esa presunción en su mirada
era una verdadera molestia.

“El águila” caminó hacia las mujeres dispuestas en el piso. A través del velo Jing pudo ver que el ceño
de “el águila” se había fruncido. — ¿Otra vez mujeres?— Su tono de superioridad fue frio y duro.

—Hermano mayor, estas dos son regalos de primera clase, garantizado que serán bien portadas
bellezas— los dos captores rápidamente explicaron con cuidado.

— ¿Bellezas?— Lu Cang miró a Mu Yue de reojo, dudando de tal estamento. Mu Yue se encendió en
furia.

—No, ella—El captor rápidamente señaló a Jing quien estaba sentado a un lado—
— ¿De verdad?— Las cejas de Lu Cang se fruncieron un poco más, sin más palabras apartó a un
lado el velo de Jing.

—Waaahhhh~~— Un resonante chillido se escuchó en todo el salón. Todos evidentemente estaban


algo atemorizados por la casi insalubre belleza de Jing.

Lu Cang, fue el primero en ser cegado por aquella grandiosa luz, mirando en los deslumbrantes y
profundos ojos de Jing. Con su mente aturdida y abrumada, paso mucho tiempo antes de que pudiera
hablar de nuevo,

— ¿Hermano mayor?— testificando la reacción de Lu Cang, los dos captores sabían que había sido
sacudido. Pues, desde luego, quien sea que no fuese sacudido por este tipo de extraordinaria belleza,
sería probablemente no un hombre.

Aun con un movimiento de su mano la mirada de Lu Cang no podía apartarse de aquella maravillosa
cara. Su voz salió un poco temblorosa cuando dijo, —Recompensa…—

Alguien a su espalda automáticamente saco algunas piezas de oro para los dos bandidos. Aquellos
dos expresaron su inmediata gratitud antes de irse.

El entero salón repentinamente explotó en alegría.

— ¡Wah! Felicidades Hermano mayor, por recibir semejante belleza—

—Yo, Lu Cang, te tomaré como la dama de mi guarida. Debes ser tú y nadie más que tu—

Inmediatamente el entero salón se llenó con coros de felicitaciones. Lu Cang con cuidado tomó la
mano de Jing, perdiéndose en sus afilados ojos como si hubiera sido hipnotizado.

— ¡Rápido, rápido! ¡Preparemos la boda! Nuestro hermano mayor se casará esta noche—Todos los
leales hermanos de Lu Cang supieron que era lo que él pensaba, directamente ordenando a sus
secuaces que hicieran las preparaciones.

[...]

La luz de luna cubrió el monte Lu Cang. Pero la típicamente discreta guarida estaba bastante lejos de
su tranquilidad habitual. En el salón principal, cerca de cien platos del banquete estaban dispuestos.
La gran cantidad de bandidos amotinados alrededor de la mesa, masticaban con celo, contagiados de
anticipada e inmensa alegría en sus rostros.

— ¿Sabías que la esposa de Hermano mayor es una absoluta belleza? Escuché que cuando Hermano
mayor la vio, sus ojos estaban tan pegados a su rostro, como si no pudiera apartar su mirada—
Después de satisfacer sus antojos de vino y comida, los bandidos naturalmente comenzaron a hablar
del tema de la boda.

Alguien a un lado exclamó: —Es verdad, es verdad. Hermano mayor solía nunca tocar a una mujer,
yo estaba comenzando a pensar que había algo raro con el…—Como si el de repente se diera cuenta
que estaba entrando a un tema peligroso, aquel que hablo inmediatamente cerró la boca. Todos a su
alrededor comenzaron a reír con simpatía.

En el centro del salón, en el lugar de anfitrión la normalmente inexpresiva cara de Lu Cang comenzaba
a mostrar vagos rastros de sonrojés, la sombra de una sonrisa se pintó en el borde de su boca mientras
bebía.

—Hermano mayor, la primera noche de bodas es irremplazable. Creo que es mejor si te retiras a tus
aposentos o la novia comenzara a impacientarse— Uno de los bandidos, Liu Cuo, se inclinó y susurró
al oído de Lu Cang.

Al escuchar esto, el rostro de Lu Cang se enrojeció aún más. No se opuso, pero silenciosamente se
puso de pie—Pues bien, espero todos disfruten—

Al ver que Lu Cang se retiraba a sus aposentos en el patio alterno, Liu Cuo sonrió en alivio. El
matrimonio de Lu Cang había sido una pesada roca en el corazón de sus hermanos. Al ver que hoy
su líder finalmente contrajo sus nupcias felizmente, ellos podían finalmente deshacerse de aquella
roca.

Dejando atrás el caos del salón principal, Lu Cang sentía que entre más cerca se encontraba de la
habitación más rápido su corazón se aceleraba. Él pensaba originalmente que no había esperanzas
de encontrar su pareja destinada de por vida, pero hoy, los cielos en verdad le enviaron la persona
que mantendría en su corazón para siempre ¿Cómo no estar saltando en felicidad?

Al interior de la habitación, las sombras eran orquestadas por la tenue luz de las velas. Al borde de la
cama decorada en seda roja, se encontraba la novia tranquilamente sentada, un velo rojo estaba
ocultando su rostro.

Lu Cang llegó al borde de la cama y se percató de aquella pieza blanca colocada sobre las sabanas
rojas. Él se sonrojó de sus propios pensamientos. Esta noche, esta cama de seda se convertiría en el
hogar de él y su diosal belleza de ensueño.

—Mi esposa—Con un bajo llamado, Lu Cang alcanzó y tiro a un lado ese molesto velo. El abrumante
esplendor de Jing que ensombrecía el mundo entero era en verdad impactante bajo la luz de las velas.
El latido de corazón de Lu Cang se perdió en sí mismo hasta llegar a ser insano.

—Cuando te vi por primera vez el día de hoy en el salón principal, sabia en mi corazón que eras
aquella destinada para mí por mi entera vida…—sintiendo la cursilería en sus palabras, Lu Cang se
enrojeció en un tono aún más intenso de rojo—Esposa mía, eres tan hermosa…—

Incapaz de controlar el deseo arraigado en lo profundo de su corazón, el cuidadosamente se inclinó


para darle un beso suave en la majilla. El respiro de una fragancia invadió sus sentidos. Su corazón
se apresuró incluso más salvajemente.

—Esposa mía, es tarde. Descansemos—


Al finalizar sus palabras con una temblorosa y calmada voz, Lu Cang cuidadosamente se inclinó sobre
aquella tierna belleza.

Pero abruptamente fue reducido.

Jing levanto una frígida mirada hacia los ojos de Lu Cang —que estaban llenos de una vacilante
duda— y forzadamente capturó su brazo izquierdo. Con un empujón, presionó a Lu Cang hacia abajo
en la cama.

La fundida luz de las velas cerca de la cama iluminaron los trazados contornos de sus encantadores
y brillantes ojos. Sus ojos estaban llenos de sed y deseo, pero en este momento, debido a las extrañas
acciones de Jing comenzaron a flaquear.

—Huh, bastante atractivo— Jing se olvidó de usar su falso y agudo too. Su clara, gruesa y ronca voz
masculina resonó en la acogedora atmosfera de la habitación.

A su voz resonar en los oídos de Lu Cang, el inmediatamente lo supo ¡Esa voz definitivamente era de
un hombre!

— ¡¿Quién eres tú— ah!— que estás haciendo?!— Antes de que Lu Cang pudiera hacer más
preguntas sus manos fueron atadas a la cabecera de la cama. En contra de sí mismo, Lu Cang dejo
salir un grito de sorpresa. — ¡Gah! ¿Quién—Quien eres tú? ¿Qué estás haciendo?— El demandó
advertido, casi histérico y en pánico al tiempo que Jing rasgaba su ropa capa por capa.

Jing dejo salir una diabólica sonrisa. —Cariño, ¿No es eso obvio? ¡Vamos a consumar nuestro
matrimonio!—

Enterrando su cabeza en aquel cuello suave y dulce como un pastel de arroz, Jing se sintió poderoso,
vigoroso, ardiendo desde el más profundo recoveco en su cuerpo. Al principio el solo pretendía
castigar a esta persona dejándole solo saborear un poco de su propia medicina, pero tan pronto hizo
contacto con aquella tersa y casi sorpresivamente suave piel, él estaba repentinamente tentado a
hacerlo de verdad.

Asustado de su comportamiento, Lu Cang gritó— ¡T—Tu! ¡T—Tu! O—Oi, ¡S—Soy un hombre!—Él


estaba asustado al punto que no podía hablar claramente.

—Soy un hombre también, así que creo que tú sabes muy bien lo que estoy a punto de hacerte
¿verdad?—impulsado por la necesidad de encontrar una salida para el amontonado calor en sus
cuerpo, Jing agresivamente se presionó a si mismo contra la parte baja de Lu Cang. Sintiendo la
caliente dureza contra su cuerpo, Lu Cang sin duda entendió lo que el hombre encimado sobre su
cuerpo quería hacer. Sintió su corazón ardiendo en miedo y comenzando a temblar.

— ¡Nononononono!— moviendo su cabeza hasta lo insano, Lu Cang lucho desesperadamente por


liberarse, pero la fuerza de Jing era mayor que la suya. Lu Cang estaba completamente atrapado bajo
el cuerpo de Jing que, ni siquiera era más grande que el suyo, solo más fuerte.
La lucha incansable de Lu Cang solo hizo el deseo ardiente de Jing de dominarlo aún más poderoso.
Chupando con saña del cuerpo debajo suyo, Jing hizo su camino hasta su cintura.

—No, No lo hagas— sintiendo aquellas manos alcanzaban las ataduras que sostenían su ropa interior,
Lu Cang gritó aterrado. Pero Jing lo ignoró por completo, desgarrando la delgada prenda con fiereza.

La prenda se deslizó completamente destrozada por sus piernas. El entero cuerpo de Lu Cang fue
expuesto ante la salvaje mirada de Jing. Esa piel color miel era suave como la tela de seda. Jing
suspiro ante el toque, sabiendo que ni siquiera él era inferior a tanta flexibilidad.

—Quien diría que los bandidos de la montaña podrían tener cuerpos tan tremendamente hermosos—
riendo sinuosamente Jing deslizó su mano hacia la parte más secreta del cuerpo de Lu Cang.

Forzosamente sosteniendo sus lágrimas, Lu Cang aún se resistía ante el asalto. Pero ante la fuerza
casi inhumana de Jing, Lu Cang tenía exactamente cero oportunidades para escapar. El solo podía
impotentemente resistir mientras Jing jugaba brutalmente y sin piedad con su cuerpo.

[…]

Aun cuando Lu Cang gritaba y lloraba como un animal herido, su inicialmente poco dispuesto miembro
no se pudo resistir ante el inteligente roce y tirones de Jing. Con solo un par de tirones, finalmente se
había corrido en aquellas manos implacables.

Mirando la pegajosa y blanca secreción en las manos de Jing, Lu Cang se sintió tan humillado que
podría simplemente reducirse al deseo de morir. No podía creer que él… había sido… por un
hombre… ¡Por todos los cielos!

Pero él no tenía tiempo para ahogarse a sí mismo en auto lamento. Lo que Jing hizo después casi
hace que Lu Cang se mordiera la lengua en un intento de suicidio.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¡Aléjate!! —El gritó con cada fibra de su cuerpo,
pero no pudo hacer nada en absoluto para detener la ágil mano que escalaba en aquel lugar que
nunca había sido tocado desde su nacimiento.

La mano cubierta con sus propios fluidos penetró profundo en su cuerpo, presionando la suave y
caliente zona de sus paredes internas, buscando relajar sus músculos internos.

— ¡Duele!— En el momento en el que sintió que su cuerpo estaba a punto de ser profanado, una gran
fuerza invadió su interior.

Jing rudamente se empujó a sí mismo en la nunca antes profanada entrada de Lu Cang. La estrecha
y tirante, pero al mismo tiempo acolchada sensación hizo que Jing dejara salir de su garganta una alta
y ronca exclamación.

— ¡Que maravillosa sensación!—Escuchando tal carnal y lasciva frase resonando en su oído, Lu Cang
repentinamente tuvo un poderoso deseo de morir, justo ahí y ahora. Después de ser usado para algo
como esto ¿Qué clase de autorespeto como líder de una banda podría quedarle?
La desesperanza redujo su corazón, pero el dolor físico no se disminuyó ni un poco.

— ¡Ya veremos si te atreverás a raptar alguna otra mujer de nuevo!— Jing dijo sin buena intención,
derribando el ya roto espíritu de Lu Cang, comenzó a moverse de afuera hacia adentro en el interior
de Lu Cang.

El perforó en la parte más profunda del cuerpo de Lu Cang, frotándose hambrientamente contra las
extremamente delgadas y sensibles paredes internas. Lu Cang no pudo evitar sentir aquel extraño
avivamiento que surgía junto a la agonía.

— ¡Ah! P—perdóname… ¡perdóname! ¡No lo haré de nuevo!— Los movimientos de Jing gradualmente
se aceleraron. Lu Cang no podía resistir aquel tormento de tener su interior siendo violentado
salvajemente, y sin poder cargar con su dignidad de líder de los bandidos comenzó angustiosamente
a gritar y llorar.

Pero ¿Cómo podía Jing, que estaba en la cúspide de la hirviente excitación dejar ir a Lu Cang? En
lugar de eso aceleró sus arremetidas y penetraciones.

El lugar que fue obligado a abrirse se desgarró. Sangré carmesí fluyo hacia los pálidos muslos de Lu
Cang, cayendo hasta la preciosa y fina pieza de seda blanca en las sabanas.

—Perdóname… perdóname… que el cielo me salve…—

Tan lastimado como se encontraba él no podía levantar su voz. Lu Cang no pudo evitar que las
lágrimas llenaran sus ojos. Agachó su cabeza y las lágrimas rodaron gota a gota hasta la almohada
de seda roja, dejando húmedas marcas de lágrimas una tras otra.

[…]

Escuchando los desgarradores gritos de Lu Cang, los secuaces compartieron miradas de duda.
Finalmente, uno de ellos dijo con voz temblorosa: —Que novia tan combativa. Nuestro líder se escucha
tan excitado, como si fuera a morir—

Pero aquel castigo del infierno aún no había terminado. Jing, con su súper humana resistencia se
permitió correrse cinco veces en el interior de Lu Cang antes de finalmente soltarlo.

Lu Cang se recostó sobre la cama cubierta con sábanas de seda como si fuera una muñeca rota. La
pieza de seda blanca, originalmente usada para probar la virginidad de la novia, ahora estaba
manchada con su propia sangre, perforando su ojo como las flores rojas que florecen en un campo de
nieve.

Viendo aquella arrogante cara de Lu Cang reducida a un rastro de lágrimas e impotencia, Jing dejo
salir una dulce sonrisa. Para Lu Cang esa diabólica belleza lucia más aterradora que el mismo
Demonio sentado en el trono del infierno.
Buscando en el hermoso e impecable cuerpo descansando debajo suyo, Jing estaba determinado a
encontrar alguna clase de marca de nacimiento o lunar para dejar prueba de aquella fascinante
aventura, pero fue una total decepción.

—¿Nada?—

Frunciendo el ceño mientras murmuraba en decepción, Jing fue atacado por una idea. Busco sus
ropas que estaban tiradas en el piso y saco del interior de su túnica un diminuto sello dorado.

Miedo surcó una vez más el corazón de Lu Cang mientras veía como Jing sostenía el sello dorado
encima del fuego de una de las velas. Con su voz siendo alcanzada por el llanto, Lu Cang pudo hablar:
—T—Tu… ¿Qué piensas hacer?— Pero antes de terminar su pregunta una diabólica sonrisa bailo en
el rostro de Jing, quien acerco a la parte superior de su muslo interno el sello dorado. Incapaz de
controlarse a sí mismo, Lu Cang gritó en histeria con lo último de su fuerza—¡¡¡NO!!! NO!!! NO LO
HAGAS!!!—

Después de un momento se pudo escuchar el sonido de la piel quemándose. Jing observó lleno de
satisfacción la marca de quemadura que estaba en el lugar más secreto de Lu Cang, un secreto del
cual él nunca se atrevería de hablar.

—Ahora tú me perteneces para siempre—

Sin tiempo para descansar, alcanzó otra caja decorada del interior de su ropa, sacando una pequeña
y redonda píldora de ella.

Lu Cang ya no tenía más energías para luchar, él observó impotente como Jing introducía aquella
píldora en su interior. Al encontrarse con el calor de su interior la píldora rápidamente se derritió en su
cuerpo.

—Si no quieres ser el tipo de puta que necesita más de 10 hombres jodiéndote “aquí” cada día…—
Jing introdujo un dedo en su entrada a propósito, su calma voz se sintió en cada fibra del cuerpo de
Lu Cang—… en el quinceavo día del próximo mes, vendrás al puente Yue Long en la ciudad capital
por la cura—

Sin detenerse a observar la reacción de Lu Cang, Jing dejo salir una sonrisa, se vistió y en un parpadeo
había desaparecido.

[…]

Al día siguiente el sol de la mañana se coló en la habitación.

Lu Cang, quien no había dormido en toda la noche, lucho al levantarse de la desordenada cama,
retirando su ropa destrozada con manos temblorosas. Escucho pasos detrás de la puerta, y
rápidamente halo sus ropas hasta cubrir la parte inferior de su cuerpo, cubriendo la sangre y quien
sabe que otros fluidos.
El segundo secuas a cargo entro en la habitación, animado y refrescado. Sus ojos inmediatamente se
fijaron en la pieza blanca cubierta en sangre.

— ¡Woah! ¡Felicidades Hermano mayor! ¿Ella era legítimamente buena, no?

— ¡SAL DE AQUÍ! ¡SALGAN TODOS DE AQUÍ!

Lu Cang gritó con su baja y maltratada voz. Alcanzando un gran jarrón de porcelana que se encontraba
en la mesa a su lado, él lo lanzo a ciegas contra aquel que lo felicitaba.

El hombre que vino a dar sus felicitaciones rápidamente se retiró de la habitación al no saber qué
hacer. En ese momento Lu Cang se sentó lastimeramente y con cuidado en el piso. Ni siquiera tenía
la fuerza para levantarse. Con cuidado agarro una relativamente limpia de pieza de ropa a un lado y
cubrió su miserablemente amoratado pecho. Y simplemente así, sentado al lado de la cama, el
comenzó a llorar siendo devorado por la angustia.

Notas de la Traducción.

*Xuan Yuan Jing es el nombre real de Jing siendo Xuan Yuan su apellido, Jing Zong es su nombre
como emperador. Se supone que muy pocas personas conocen el nombre real del emperador, o bien,
es irrespetuoso llamarlo por su nombre real en público aun si se conoce.

*Xiao es una forma de referirse a una persona de manera cariñosa, se usa adhiriendo el Xiao a su
nombre, significa literalmente “Hermano/hermana pequeño/a”.
Capítulo 2

Hangzhou había sido desde siempre una ciudad de estudiantes y hombres cultos. No importaba si
aquellos eran talentosos o mediocres, jóvenes o viejos. Todos ellos se hacían un lugar en el lago East
donde residir. Los ricos construían casas de campo y los pobres refugios. No importaba si aquello
pudiera ofender sus títulos de “hombres educados”, al mismo tiempo la creencia de que la atmosfera
sobrenatural del lago East realizaría sus sueños de fama y fortuna.

Situado entre las grandes y pequeñas residencias de los cultos aunque miserables estudiantes
confucianos, a la cabeza del puente roto, el maestro de la Escuela Baiwen, Bai Xu, era un hombre de
notable fama. La sociedad de poesía Baiwen dirigida por el hombre mencionado era laudablemente la
más grande sociedad de poesía de todo el imperio. Además de poesía, Bai Xu también aprendió
música, ajedrez, caligrafía y pintura. Su pretenciosa fama de su experiencia en los grabados no se
subordinaba a la fama de la poesía y la literatura contemporánea de renombre.

En este buen día, Bai Xu, como era usual, termino su clase al medio día y regresó a su casa en el lago
East. En el momento en el que puso un pie en su puerta, Bai Yuan Bai Yuan corrió hacia él.

—Profesor, hay invitados en el salón de invitados que esperan por ti—

Bai Xu automáticamente asumió que los invitados se hallaban allí para preguntar por instrucciones en
literatura así que se negó indiferentemente.

—Diles a ellos que esperen. Bajaré justo después de Cambiarme—Bai Yuan no se inclinó y se fue. En
lugar de eso, miro hacia atrás con temor en sus ojos.

— ¿Qué es esto? ¿Por qué no vas a llevar mis palabras? — Bai Xu preguntó un poco perplejo—

Bai Yuan se inclinó tranquilamente hacia él y susurró en la oreja de su profesor—Profesor, por favor
apresúrese a saludar a sus invitados. Ellos han estado esperando toda la mañana, y sus
temperamentos son algo…grandes.

Viendo que Bai Xu aún tenía una expresión de desconcierto, Bai Yuan agregó en voz baja—Los
invitados, todos ellos, llevan armas—

Los colores instantáneamente fueron drenados del rostro de Bai Xu. A pesar de que había ganado
algo de fama, estaba muy por debajo de pertenecer a la alta ubicación de elitistas adinerados de
Hangzhou, ni tenía ningún enemigo profundamente vengativo al acecho. Él realmente no podía
imaginar lo que estas personas armadas estarían haciendo aquí.

Entonces, rápidamente ocultando su impacto, le dijo a Bai Yuan, —Ven conmigo al salón de
invitados—
Apurándose hacia el salón de invitados, Bai Xu observó a los tres altos y bien constituidos hombres
con expresiones desagradables, de pie y sentados. Un hombre joven vestido con piezas finas de seda
gris, con una gran espada atada a su cintura se levantó de su asiento. A su izquierda, de pie, un
hombre de edad media, vestido como asesor estratégico y estaba también un sirviente de unos
dieciocho o diecinueve años de pie a un lado del hombre joven, obviamente, un seguidor.

Al ver a Bai Xu apresurarse en pasos agitados, el joven hombre arrastró sus pies, el hombre vestido
como asesor siguió sus acciones. Bai Xu tenía un serio presentimiento que este joven hombre seria
su invitado principal de hoy.

Al momento en el que el hombre llegó al salón, el joven lo saludó —Profesor Bai Xu, por favor no se
alarme de nuestra llegada. Simplemente nos tomamos la libertad de visitar—

Solo al darle una mirada de cerca, Bai Xu descubrió que este hombre era de hecho, excepcionalmente
apuesto. Rostro ovalado, y debajo de sus largas cejas cercanas a sus cienes, un par de briosos y
grandes ojos en los que parecían bailar chispas brillantes. La espada atada a su fuerte y delgada figura
era obviamente una espada fuera de lo común.

Ah, deber ser un renombrado “Héroe de Wullin” Bai Xu pensó.

Regresando el saludo, con una inclinación Bai Xu se sentó en el asiento de anfitrión y se giró hacia
Bai Yuan— ¿Por qué no has ido a servir algo de té? —

Pero antes de que el pudiera terminar fue interrumpido por el hombre joven—Profesor Bai Xu, no es
necesario. Estoy aquí hoy porque hay algo que necesito preguntarle…—

Las cejas de Bai Xu se encontraron al ser interrumpido. ¡Esta persona tenía muy malos modales, aun
cuando tenía algo que preguntarle!

El joven no dejó de detectar la pequeña vacilación en el semblante de Bai Xu. Una oleada de orgullo
apareció entre sus cejas mientras pronunciaba con frialdad.

—No voy a tratar de ocultarlo Profesor. Nosotros tres venimos del Monte Lu Cang, así que no es
realmente conveniente para nosotros una estancia larga en la ciudad. Por favor sea considerado,
profesor.

A pesar de que el utilizó la palabra “considerado”, su expresión no lo era. Sus seguidores de pie detrás
de él también colocaron una mano en la empuñadura de sus espadas.

En el momento en el que Bai Xu escuchó “Monte Lu Cang” un temblor involuntario viajó por su espina.
El monte Lu Cang era una montaña habitada por bandidos, localizado justo a la salida de la ciudad de
Hangzhou. Estos bandidos generalmente robaban a ricos y privilegiados, y nunca fallaban. Eran
considerados algo famosos en la región, pero Bai Xu nunca imaginó que el día de hoy, ellos lo visitarían
en su propia casa.
Bai Xu era solo un erudito de lado y lado. ¿Cómo podría el esperar una situación como esta? Mientras
el pánico se levantó en su corazón, sus modales también crecieron moderados. —Disculpas,
disculpas, yo realmente no lo sabía... no lo sabía... — Él estaba sin palabras.

Viendo el significado detrás de su tartamudeo, el joven hombre le dio un poco de calma—No se alarme,
profesor. No estamos aquí por su dinero. Estamos aquí para pedir su ayuda, en verdad—

Bai Xu se calmó un poco después de escuchar aquellas palabras pero aun no podía pensar en una
razón por la cual una banda de bandidos visitara su residencia. El comenzó a sentirse aproblemado.

—No estoy seguro de lo que podría hacer por ayudarlos—

Aparentemente impacientado por la forma adosada y sofisticada de hablar de Bai Xu, el hombre joven
dijo con un movimiento de manos—No se preocupe profesor. Me pregunto si habrá alguna cámara
secreta aquí.

— ¿Cámara secreta? —Bai Xu suavemente susurró. Él era solo un erudito de túnica blanca. ¿Cómo
iba a tener una cámara secreta construida en su casa?

El joven hombre vio la vacilación en él y sugirió—Está bien si no hay una cámara secreta. Por favor
lléveme a su habitación entonces—

Bai Xu estaba estupefacto con su demanda. ¿Por qué este bandido de la montaña quiere entrar en mi
habitación? ¡No me digas que hay algún tesoro del que no conocía aquí!

Bai Xu estaba aún estaba desplazándose de adelante hacia atrás en incertidumbre, pero el hombre
joven pronto comenzó a irritarse —Profesor, ¿No hay ningún inconveniente, cierto? —

—Ah...ah, ah... —Bai Xu finalmente fue arrastrado fuera de su línea de pensamiento. Colocó una
expresión sombría y dijo rápidamente, —Está bien, está bien. Muy conveniente, muy conveniente—

Ante esto, las cejas del joven desplegaron un poco y luego, dirigiéndose a los dos detrás de él, dijo:
—Esperen aquí. Si yo no estoy de vuelta en dos horas... —Dio a Bai Xu una mirada amenazante,
luego admiró el efecto satisfactorio de miedo en la cara de este.

—De modo que, por favor, invitado—Sabiendo que no podía permitirse el lujo de ofender a este jefe
de la mafia, la actitud de Bai Xu pronto creció cortés y educada.

Los dos se dirigieron hacia el patio trasero a través del pasillo, con Bai Xu a la cabeza. El vio por el
rabillo del ojo la grave expresión en el rostro del joven, como si hubiera una emergencia grave
encerrada dentro de ese ceño fruncido.

En algunos momentos, llegaron al dormitorio de Bai Xu, escondido entre un pequeño bosque de
bambú verde.
Dejando al hombre joven ingresar a su habitación Bai Xu cerró la puerta tras de si, entonces
cuidadosamente la bloqueó. Bai Xu no pudo evitar sentir un ligero salto en su interior, al no saber qué
era lo que él estaba a punto de hacer.

— ¿Qué es exactamente en lo que quieres que te ayude? — Bai Xu casualmente preguntó e


inconscientemente tiró de su túnica y la arrojó sobre la cama. Pero, al girarse, la escena con la que
sus ojos se encontraron lo hizo asustarse de inmediato.

El hombre joven había soltado su espada y tiró la primera capa de su túnica en la silla a un lado, y ya
estaba concentrado en desatar el cinturón que mantenía sus pantalones…

—¡Ah! Invitado… Q—Que está haciendo—Repentinamente en shock, Bai Xu dejó salir un chillido
involuntario.

Pero el hombre joven no respondió. En su lugar, se quitó los pantalones y desplegó la parte inferior
de su túnica dejándola a un lado. Súbitamente apuntando a la parte superior de sus muslos dijo: —
Profesor, por favor dele un vistazo a esto—

Bai Xu tembló con el terror reflejado en sus ojos al notar la dirección que el dedo del hombre joven
estaba apuntando. El inmediatamente sintió la necesidad de desmayarse. Él era el tipo de hombre
que leía todo tipo de poesía y literatura, y de hecho había leído sobre ciertos individuos anormales
que disfrutaban exponiéndose frente a otros, especialmente sus partes privadas. Pero él no esperaba
que existieran aquellos tipos los cuales escogieran a sus víctimas premeditadamente para echar un…
vistazo.

Bai Xu ocultó sus ojos al instante, su voz comenzó a temblar —Invitado, estás jugando conmigo, yo
no soy una mujer—

— ¿Qué tiene que ver una mujer? ¿De qué hablas? ¿Qué es lo que yo querría que una mujer viera?
Estoy aquí porque quiero que me ayudes a echarle un vistazo a…—él se acercó a Bai Xu mientras
hablaba.

Sin esperar a que el terminara, Bai Xu comenzó a exclamar su desacuerdo—Invitado, Invitado, usted
tiene a la persona incorrecta. Yo no tengo ese tipo de hábitos de cortar la manga… no me gusta esta
práctica— En un salto sorpresivo, Bai Xu cayó tambaleándose hasta sentarse en el borde de la cama,
congelado, acurrucándose en una bola, aterrorizado de las desgracias horribles que tendría que
soportar.

— ¿Qué ‘habito de cortar la manga’…de que hablas? — El hombre joven se detuvo frente a él con
una postura perpleja—Solo quiero que me ayudes a identificar los caracteres de este sello—

— ¿Ah? —Bai Xu permitió lentamente que las manos de su cabeza se deslizaran hacia abajo.
Entonces, todavía sólo medio convencido de la verdad, miró a la hendidura en la parte superior del
muslo del joven, que se hallaba entreabierta. Seguro, por la débil luz de las velas, observó una marca
minúscula escondida en la piel de color miel.
— ¿Tu—Tu estas pidiendo que lea lo que esta tatuado allí? —Bai Xu dejó salir un amplio suspiro de
alivio, pero aún estaba un poco angustiado.

—Bien, ¿Y Que creías que era lo que te estaba pidiendo que hicieras? — El joven gruñó irritado. El
ceño fruncido en sus cejas era un poco intimidante.

—Oh...— Bai Xu finalmente dejo a un lado sus temores y continuó—Así que así es como es…— el
habló mientras hurgó en la pequeña con su toque hendidura para hacer ver las palabras tatuadas.

— ¡¿Qué crees que haces?! —Al toque el joven inmediatamente dio un paso hacia atrás. Entonces
pareció darse cuenta que sus emociones lo habían traicionado y agregó —…lo haré por mí mismo—

Con la sangre corriendo a sus mejillas, el gentilmente estiró la piel cercana a la marca y se acercó un
poco—Debo estar molestando al profesor al pedirle que mire esto por mí—

Aunque aquello fue algo de Bai Xu se preguntó a sí mismo, aun así se halló observando ese lugar
demasiado cerca mientras comenzaba a descifrar lo que decía. Lo que era más inusual era el lugar
donde se encontraba, un lugar que nadie, ni siquiera el sol debería tocado nunca, rodeado de
moretones por aquí y pos allá, y una marca como si alguien cruelmente hubiera enterrado los dientes
con fuerza.

Bai Xu vislumbró la mirada furiosa del joven desde la esquina de su ojo, y solo pudo hacer como si no
hubiera visto nada, represando el extraño sentimiento que crecía en su pecho. Examino de cerca la
pequeña marca, y encontró que las palabras estaban escritas en lenguaje antiguo, y eran
horriblemente complejas.

Sería un verdadero reto para aquellos que no han aprendido el arte del gravado en sellos el averiguar
las palabras. Bai Xu finalmente comenzó a entender porque el bandido de la montaña vino a buscarlo,
a él, un experto en el campo del gravado en piedra, para averiguar el la marca en el sello.

Cuando finalmente levantó su cabeza, el joven preguntó suavemente —Profesor, ¿Vio claramente
cuáles son las palabras? —

La expresión de Bai Xu era un poco compleja. Lentamente respondió—De lo que sé, esa marca son
los dos caracteres que conforman las palabras “Xi” y “Jing” —

Antes de que el pudiera terminar, la sensación de una epifanía total golpeó al joven. Entonces, una
decadente noción de sed de sangre surco entre sus cejas— ¡Así que el bastardo se llama Jing Xi!—
El gruñó maliciosamente.

Mirando a Bai Xu el joven percibió que había algo que Bai Xu quería decir. El hombre joven de
inmediato colocó una expresión aterradora —Si dices una sola palabra de lo que pasó aquí hoy, me
aseguraré de que hasta la última gallina y perro de esta casa muera—Después de dejar en claro su
amenaza el joven no le devolvió la mirada a Bai Xu. Solo se preocupó por caminar hacia la silla para
vestirse de nuevo, y alejarse con gracia silenciosa de la habitación.
Bai Xu observó su orgullosa figura retrocediendo y sacudió su cabeza. Estaba a punto de decirle que
en lenguaje de sellos el carácter “Xi” era una palabra usada específicamente reservada para el uso de
la actual familia real. Y más que eso, ¿No era el nombre prohibido del actual emperador “Jing”?

Pero, no es como si el tuviera la responsabilidad moral de decirle en primer lugar.

Sintiéndose algo satisfecho consigo mismo por usar un truco indirecto en venganza del
comportamiento rudo de aquel joven, Bai Xu sonrió secretamente para sí mismo.

Por supuesto el joven no tenía idea del secreto que Bai Xu le ocultó. Con la dicha de haber resuelto
un enorme misterio en su corazón, él regresó al salón de invitados y llamó a sus seguidores para luego
dejar la casa Bai Xu.

En el viaje de regreso, él joven se hizo un juramento a sí mismo: ¡Oh, Jing, Jing, Tu violador atroz, si
personalmente no termino con tu vida con mi espada, yo, Lu Cang, juro no volver a poner un pie en
Hangzhou ¡por el resto de mi vida!

No es necesario decir que este joven, Lu Cang, fue el infortunado bandido de montaña que fue
horriblemente tomado a la fuerza por el actual emperador Jing travestido de mujer. Desde el momento
en que fue humillado por Jing, no hubo un solo día en el que él no pensara en su venganza.

Él quería encontrar el nombre de su enemigo tatuado en la marca entre sus piernas, así que gasto
todos estos días tratando de leer el sello mirando a si mismo sus muslos abiertos en el espejo. Pero
no contaba con que la reversada y elaborada caligrafía fuera esencialmente imposible de leer por un
artista de las artes marciales como él. Quien solo sabía lo que era estrictamente necesario de literatura
y caligrafía. En la cúspide de su desesperación, solo pudo actuar de esta manera solapada: preguntar
por ayuda al famoso maestro de grabados de Hangzhou, Bai Xu. Y al final, el encontró su camino.

Pero ¿Por qué? ¿Por qué tenía que hacer algo tan humillante como ir a la casa de alguien a quien no
conocía y hacer que un extraño mirara las partes más secretas de su cuerpo? ¡Oh, la furia! Entre más
lo pensaba, más furioso Lu Cang se ponía. Sintió una oleada de humedad bajar por sus ojos.

Cada día de los últimos diez días, sentía como si comenzara a ser quemado por el odio que obstruía
su corazón. Cada día era un maldito infierno. El lugar que había sido penetrado a la fuerza estaba
severamente destrozado y sangraba constantemente. Por culpa de los interminables moretones,
chupones y mordidas que cubrían su cuerpo, el solo podía ir al lago de la montaña a mitad de la noche
a bañarse. El lugar en el que había sido marcado ardía constantemente en llamas y le provocaba un
dolor insoportable. Y, a pesar de todo esto, el aún tenía la conciencia para mirar a sus partes privadas
en el espejo y tratar de discernir las palabras del sello como si fuera ¡algún tipo de monstruo mutante!
Pero, esa ni siquiera era la peor parte, aun había algo mucho más trágico.

Después de que su masculinidad hubiera sido profanada por ese macabro hombre hermoso, pareciera
como si él se hubiera convertido en un flácido impotente.

Acerca de ello, para probar que estaba completamente saludable él se dirigió a una de las más
famosas prostitutas de Lu Cang, pero al final terminó recordando las horribles memorias de ese día y
no pudo hacerlo como pretendía, y termino por ser el hazme reír de aquella mujer. Al pensar en ello,
el casi sintió la necesidad de echarse a llorar.

¡La Culpa de todo esto fue el hacer de esa monstruosa bestia mutante! Lu Cang se mordió la lengua
con todo su pecho lleno de horror y repugnancia, envuelto por la emoción de imaginar su propia
venganza... Ahora, debía esperar hasta el quince de ese mes para conseguir una venganza más allá
del conocimiento del hombre.

Junio 15, noche de luna llena.

Como cualquier otra dinastía imperial que pasaba por una época dorada Datong, cuya capital era
Chang’an pero cambió su nombre a ciudad de Tongan. El puente Yue Long esta yuxtapuesto justo
donde la ciudad imperial y el otro anillo de la ciudad estaban conectados.

Ya era media noche. Las calles estaban silenciosas. Ni un solo humano o silueta se encontraba en el
camino. El casto esplendor de la luna se derramaba fríamente sobre el puente Yue Long. Pero había
una larga sombra, una figura borrosa, encaramada en posición vertical sobre el puente.

Sobra decir que este compañero viajó a miles de kilómetros desde Hangzhou hasta Tongan para
obtener un antídoto, el ruin desafortunado Lu Cang... No, no, no, él era el Rey de la montaña gloriosa,
el que cada persona de Jianghu llamaba “el Águila”

La noche era tan fría como el agua.

El enrarecido aire caliente del día parecía fundirse con pinceladas de frescura refrescante durante la
noche, y traía consigo una especie de fragancia oculta flotando y balanceándose tan a la ligera que
apenas era perceptible.

Espera... ¿una fragancia oculta?

Lu Cang, de pronto se sacudió para despertarse e instantáneamente se dio la vuelta. Y, por supuesto,
en el extremo norte del puente se encontraba la figura de un hombre vestido de blanco que él había
estado esperando.

Aunque se había deshecho de la ropa de mujer, la túnica blanca confuciana le añadía un toque de
aura superior a lo mundano a su magnífica belleza.

¡¿Por qué los rasgos de belleza perfecta de sus sueños estaban en la cara de este hombre
imperdonablemente malvado que no dudaría en cometer cualquier crimen inconcebible?!

Completamente incapaz de defenderse contra la exquisitez de ese rostro, Lu Cang sólo podía optar
por mirar hacia otro lado, su corazón encogido en su interior todo el tiempo.

— ¿Qué, no estas feliz de verme? — Jing sonrió ligeramente mientras le preguntaba, el sonido de su
voz cada vez más puro en los colores insonoros de la noche. Parecía encender una cierta emoción en
los corazones de todos los que escuchaban.
Lu Cang todavía estaba demasiado temeroso de volver la cabeza hacia atrás para mirar a la cara que
estaba 100% seduciéndolo con efectividad. Sólo pudo mirar hacia abajo y decir: — ¿Dónde está el
antídoto? Dámelo rápidamente. —Su voz era baja y pesada, con un atisbo de abatimiento.

Jing sonrió y caminó hasta ponerse delante de Lu Cang. Los dos, cuyas alturas eran casi exactamente
las mismas, se unieron de inmediato con la mirada directa del otro. Observando aquellos ojos de una
belleza inigualable en todo el universo, el corazón de Lu Cang comenzó a acelerarse hasta el punto
de la locura. Rápidamente se obligó a reprimir sus latidos.

— ¿Quieres que te lo de aquí?— Hubo un deje de burla en la voz de Jing. Se acercó para así terminar
presionado sobre el otro, y envolvió un brazo alrededor de su cintura, mientras la otra mano se deslizó
hacia abajo para darle un duro apretón en su trasero.

De repente, recordando cómo la píldora entró en su cuerpo, Lu Cang no pudo controlarse a sí mismo
cuando su rostro enrojeció. Pero el, que amaba a su reputación demasiado, todavía se obligó a actuar
imperturbable. —E—Entonces, entonces ¿tienes un lugar?—

Sintiendo el pánico de Lu Cang, Jing, para el horror de Lu Cang, se rio. Al ver la furia y el odio que
surgió en aquella hermosa mirada Jing dejó rápidamente de reírse.

—Ven Conmigo, — dijo. Y, sin esperar la respuesta de Lu Cang, se levantó del suelo y voló
rápidamente hacia el anillo exterior del norte de la ciudad.

Lu Cang apresuradamente lo siguió, desplegando sus piernas para alcanzarlo. La razón de porque
era llamado “el águila” era porque su vuelo era excepcional. Ahora que él tuvo la oportunidad de
mostrar sus habilidades, no había manera de que se permitiera mostrar ninguna debilidad. Entonces
procedió a volar como si fuera por su vida.

Una vez más, la verdad le dio una enorme decepción. Lu Cang ya estaba usando toda su fuerza, pero
Jing estaba aún tres pasos por delante, lo que lo dejaba de manera constante con cero indicio de que
podía sobrepasarlo.

¿Es realmente mejor que yo en todo? Una ola de trágico duelo comenzó a levantarse de la profundidad
del corazón de Lu Cang. Instintivamente se apoderó de la daga dentro de su manga, como si estuviera
atrayendo fuerza desde su interior.

Jing finalmente desaceleró y se detuvo frente a una pequeña residencia. Esta era una casa ordinaria
de cuatro paredes con un patio, pero el patio estaba arreglado con elegancia excepcional. Una luz
brillante se filtraba desde detrás de la lujosa ventana de papel de seda, haciendo la casa
considerablemente notable en la profundidad de la noche.

Siguiendo a Jing al interior de la habitación, la primera y más alarmante cosa que encontraron ojos de
Lu Cang fue que la cama. La cama era mucho más amplia que las medidas promedio, con un colchón
fino brocado de seda roja y las cubiertas hechas de una extraña tela de raso blanco, bordadas con un
gran y extravagante centenar de flores. El rojo y el blanco se complementaban, pareciendo
especialmente llamativas bajo el resplandor luminoso.
Lu Cang dio un paso atrás en sí mismo. Estaba un poco incómodo compartiendo el mismo espacio
que este hombre cuando una cama estaba ante sus ojos.

— ¿Puedes darme el antídoto ahora?— Lu Cang no lo sintió, pero su tono había comenzado a crecer
involuntariamente suave y socavado de fuerza.

Una vez más, Jing mostró esa sonrisa que Lu Cang maldecía y le dijo: —Quítate la ropa y ven en la
cama. Te voy a dar el antídoto. —

— ¿Qué?— Lu Cang saltó en estado de shock. —Tú, esto es ir demasiado lejos...— Bajo el pánico y
la rabia, ya era incapaz de mostrar algo inteligible.

—Si no te quitas la ropa, ¿cómo puedo darte el antídoto? Sólo espera hasta que tu interior escoza al
punto de la locura, haciéndote ir por ahí pidiendo a los hombres que te penetren por el culo para
encontrar alivio — A pesar de las palabras vulgares que decía no coincidían con su refinada belleza
en absoluto, Jing aún se mantenía completamente relajado.

Lu Cang se quedó estupefacto, sin saber si debía irse heroicamente o soportar la humillación de
obtener el antídoto.

Sintiendo su vacilación, Jing se puso de pie y se acercó, luego extendió su mano y tiró de Lu Cang en
sus brazos. —Un Verdadero hombre no sufre sobre una pérdida evidente. Sólo sopórtalo por ahora.
Después de recibir el antídoto, puedes actuar como si nada ocurrió o matarme en venganza. Te dejo
eso a ti...— Como su boca hablaba, sus manos no paraban tampoco. Dondequiera que sus manos
pasaban la ropa de Lu Cang fue cayendo pieza por pieza. No mucho tiempo después, solo la parte
más delgada de su túnica quedaba, con más de la mitad de su suave piel, similar a la miel expuesta
al aire.

Al ser abrazado por él tan cerca, los ojos de Lu Cang se desbordaban con su belleza sin igual (que,
daba la casualidad, era la única cosa contra la que estaba absolutamente indefenso).

La fragancia del incienso en su nariz era un tipo que él no conocía pero, no obstante era embriagador.
En combinación con aquella droga lasciva que se derritió en su cuerpo, Lu Cang se quedó
absolutamente sin fuerza. La última pieza de ropa, la pieza más delgada, cayó. Entonces, fue
presionado hacia abajo sobre la cama lujosa y lujuriosa.

A medida que labios ardientes de Jing succionaban de su pecho, Lu Cang sintió como todos los atisbos
de resistencia se fundieron en el suave calor del cuerpo de Jing, burbujeando hacia la superficie y
evaporándose en el aire. El lugar que era claramente inútil al ser tocado por una mujer se levantó ante
una simple sacudida de la mano de Jing, como si estuviera embrujado.

Divertido por las confusas palabras y reacciones de Lu Cang, Jing cruelmente aceleró sus
movimientos, frotando y amasándolo aún más duro que antes. Lu Cang sintió una oleada incontrolable
de sangre caliente subiendo a su cabeza y rápidamente presionó su mano sobre su boca, temiendo
dejar escapar un grito vergonzoso.
—No cubras tu boca — Jing ordenó opresivamente, agarrando la mano de Lu Cang y vehementemente
tirando de ella hacia abajo. Entonces, él soltó su mano derecha que se apoderó firmemente de la
longitud de Lu Cang, en lugar de utilizar su propia longitud para deslizarse con fuerza contra Lu Cang.
Su mano libre alcanzó con saña el interior de la parte posterior de Lu Cang, empujando y tirando con
fuerza los dedos hacia atrás y adelante. De pronto, sus dedos se detuvieron en esa región de vital
importancia en el interior y se empujaron con fuerza.

Bajo tan tremenda y ruda estimulación Lu Cang perdió todo sentido de la vergüenza, y dejó salir un
imparable grito —Ah, ah, no, no!!! Ah, allí, ah, no, no!!! No, no! Perdóname! Te lo ruego, perdóname...
no más, no más...— Lu Cang estaba tan consumido al punto de no ser capaz de hablar por encima
de su excitación. Al final, solo podía rogar por piedad.

Habiendo crecido en el interior del palacio real, tales juegos de cama eran algo ordinario para Jing.
Por supuesto él sabía muy bien que los tan llamados “no” de Lu Cang eran una reacción inconsciente
de ser sobre estimulado en sus puntos erógenos sexuales. En cuanto a él, el escuchar a Lu Cang
rogarle de forma tan dolorosa lo excitaban aún más. Nuevamente, le dio a la región sensible en el
interior de Lu Cang otro fuerte pinchazo. Completamente seguro, Lu Cang dejo salir un grito
irreprimible, y un temblor violento se apoderó de todo su cuerpo, y entonces se liberó de inmediato.

— ¿Así de rápido eres?— Una malvada y tentadora sonrisa floreció del rostro de Jing, él se negó
intencionalmente a mirar el rostro post eyaculación de Lu Cang y su expresión de vergüenza y agonía.
En su lugar, solo se dedicó a estimular la parte interior del cuerpo de Lu Cang, levantándolo y tirando
de él.

— ¿Q—Que estás haciendo?— Completamente sin poder y vulnerable luego del climax, Lu Cang le
permitió hacer a Jing lo que le plazca. Contrayéndose contra las sabanas de seda satinada. Su
posición era lamentable y humillante. — ¡¿Que estás haciendo?!—

Jing haló de su cintura, levantando su torso inferior hacia arriba. Lu Cang sintió como el interior de su
cuerpo era poseído una vez más, y cerró los ojos en impotente miedo. Después de pasar por ello la
última vez, él ya sabía que a pesar de que ambos eran hombres, también había un montón de maneras
de ser degradado.

Pero lo que siguió no fue la agonía espantosa de la última vez, fue repentina ráfaga de frescura en su
parte trasera. Enviando con ese dedo caliente a su cuerpo una sensación tan grande como la propia
incredulidad de Lu Cang, era un lubricante suave y calmante.

—Sshhh, no hables— con sus dedos rotando gentilmente en su cuerpo, Jing parecía estar decidiendo
si el lubricante ya había cubierto todos los rincones del interior.

Sintiendo los músculos debajo de sus dedos relajados y totalmente abiertos. Jing lo penetró sin previo
aviso. Por la húmeda suavidad que había llegado a la profundidad de la entrada de Lu Cang gracias
al lubricante, que estaba hinchado por la ultima invasión salvaje sumada a esta última.

—Ah— A pesar de que era mucho más soportable en comparación con la última vez, Lu Cang todavía
era incapaz de soportar por completo ese grueso y grande pene y gritó. Su recto se tensó
inmediatamente, sus músculos se contrajeron por el dolor.
—¿Qué estás haciendo? Deja de presionar— Jing le dio al culo de Lu Cang unas firmes palmadas,
casi incapaz de contener de las contracciones dentro de su cuerpo. Enfadado, obligó a Lu Cang para
relajar los músculos en su interior.

—¡Duele!— Un profundo gemido fue forzado a salir de su garganta. Lu Cang sintió como Jing comenzó
a balancearse hacia adelante y hacia atrás en su interior. Al final, sus intestinos, incapaces de soportar
la impactante y continua tortura de la dura longitud, también comenzaron a estremecerse con
vehemencia.

Jing ya estaba perdido en sí mismo, golpeando y frotándose violentamente contra el cuerpo debajo el
suyo. Como el emperador, él se había encargado de llevar a la cama a cientos de personas. Incluso
los más finos y encantadores hombres, legendarios por sus experiencias y habilidades expertas en la
cama habían terminado acurrucados en su cama imperial. Pero Lu Cang era un maestro de las artes
marciales, sus músculos eran exquisitos y su interior se había mantenido impenetrado, algo que esos
hombres que hacía mucho tiempo habían “roto”, no tenían esperanzas de comparársele. Observando
la fuerte y elegante espalda cuyos músculos se contrarían cada vez que él lo embestía con salvajismo,
las pequeñas gotas de sudor que se deslizaban sobre la piel color miel del puro y masculino cuerpo
de Lu Cang, el sensual olor del sexo flotando en el aire. Jing era completamente incapaz de
controlarse, encantado desde lo más profundo de su corazón.

—T—Tu eres horrible—Lu Cang se dio cuenta del extraordinario aguante en Jing que colocaba a
cualquier otro hombre en vergüenza. Recordándose al mismo tiempo que el mismo no podría soportar
tanto como Jing en la cama, Lu Cang solo podía refugiarse en los celos que rosaban la boca de su
estómago.

— ¿En verdad?— Jing, que estaba jadeando en euforia, de repente aceleró el ritmo de su empuje. —
luces como si todavía tuvieras un montón de energía como para poder hablar —¿huh? ¿Estoy en lo
correcto? —

—Ah—Ah— Lu Cang está en verdad desamparado ante la intensidad de aquellas penetraciones. El


brazo que estaba sosteniendo su cuerpo entero comenzó a temblar peligrosamente. Sus entrañas se
revolvieron y se agitaron hasta el punto de que su corazón y sus pulmones le dolían plenamente con
agonía. Pero Jing tenía su delantera en un agarre mortalmente apretado, y también estaba provocando
brutalmente uno de sus pezones de forma despiadada. Los gritos que salían de la garganta de Lu
Cang estaban ahora cerca de ser chillidos estridentes.

—¡¡Suéltame!! ¡¡Déjame ir!!! ¡¡¡¡No puedo soportarlo más, no puedo!!!!— El brazo de Lu Cang no pudo
resistir en el pleno ataque de Jing; toda su persona se derrumbó sobre la cama, sin poder hacer nada,
con lágrimas fluyendo sin control deslizándose sobre las sábanas de satín. Pero Jing aún se negaba
a dejarlo ir, sin dejar de empujarse hacia atrás y adelante en el hombre que yacía derrotado en la
cama. La tortura parecía extenderse hasta la eternidad.

Después de quien sabe cuánto tiempo, en el preciso momento en que Lu Cang se sentía a punto de
morir, Jing dejó escapar un ligero quejido. Una poderosa ráfaga de sus fluidos se inyectó hacia afuera
inmediatamente, llenando el interior de Lu Cang.
Lu Cang no tenía la fuerza para gritar; solo pudo dejar que el desagradable calor se apresurara con
libertad, amontonándose en su interior como si pudiera inundar su entero cuerpo.

—Hngh...— Después de dejarse correr unas tres veces en una sola ronda, Jing finalmente se redujo
al cansancio.

Los dos se dejaron caer en la cama, agotados y débiles. La piel blanca como la nieve de Jing y la piel
color miel de Lu Cang junto a sus extremidades estaban entrelazadas, las sabanas de satín estaban
también enredadas y anudadas en un absoluto desorden. La entera habitación estaba envuelta una
sensación salina que no se desvanecía.

—Aún no he preguntado por tu nombre— Fue Jing quien se recuperó primero, acomodándose y
apoyándose, mirando hacia abajo a Lu Cang, quien languidecía débilmente en la cama.

—Lu...Cang...— El sonido de su voz era gentil, casi como un suspiro. Pero, al momento que Lu Cang
abrió su boca, Jing acomodó sus labios y deslizo su lengua.

Después de enredar apasionadamente sus lenguas y dientes, Jing se concentró en fijar su mirada en
los ojos empañados de Lu Cang—Llámame Jing. —

—Jing— Lu Cang batalló en abrir sus ojos, solo para encontrarse que él ya había dejado la cama y
estaba vistiéndose rápidamente.

Lu Cang se despertó abruptamente de su trance y se apresuró—Ah, El antídoto ¡No me has dado el


antídoto aun!— El salto de miedo en la cama, observando al bello hombre, que una vez más, triunfo
en humillarlo.

— ¿Antídoto? ¿Qué no te lo di ya?— Jing solo se preocupó por colocarse su túnica de vuelta,
finamente detallada con brocados sobre blanco.

Lu Cang no tenía humor para admirar su bello traje. Se arrastró por la cama, sin importarle que las
sabanas de satín blanco se deslizaran por su cuerpo. —T—Tu ¡No te atrevas a jugar conmigo!
¿¡Cuando me lo diste!?— Él quería llegar hasta Jing, pero sus piernas de pulpo no pudieron sostenerlo
y contrario a sus deseos, termino doblándose hasta impactar con el frio suelo.

Jing dejo salir una media sonrisa, y llevo su mano hasta el lugar que estuvo en contacto consigo mismo
la mitad de la noche, se enterró allí a la fuerza, y retiró su mano que estaba ahora cubierta con el
pegajoso fluido de su cuerpo, y levantó esa mano hasta el rostro de Lu Cang para que él lo viera. —
¿No es este el antídoto? ¿Qué? ¿Piensas que no es suficiente? Ya te di todo esto—

— ¡¿Qué tipo de antídoto es ese?!— mirando incrédulo el fluido en sus propios dedos, sus ojos se
abrieron como si estuviera luchando por su vida. Tan enfadado que no podía hablar con propiedad,
sin embargo, se empujó así mismo hacia arriba, aun en contra de las protestas de su cuerpo, queriendo
forzarse a sí mismo a levantarse.

— ¿No me crees? Bien, entonces—Jing buscó en el interior frontal de su túnica y saco una píldora
color verde, igual ala de la última vez, y la lanzó a Lu Cang— Estas fueron hechas secretamente en
el palacio real, son realmente preciadas. Pero, no importa, te daré una para que la pruebes. Ve y
úsala en un perro o algo y sabrás sus efectos. El quince del próximo mes ven a verme de nuevo—Él
dijo con frialdad y ató la cinta que unía las piezas de su túnica.

Lu Cang literalmente no podía creer lo que escuchaba. — ¿Qué dijiste? ¿Esto no se cura con solo
una vez?—

Jing miró hacia atrás de forma lastimera como si estuviera enfrentando algún tipo de ignorante y dijo
— ¿Cómo podría ser eso posible? No te dije ya que esa droga es muy preciada—

—Pero...pero...— Lu Cang estaba tan impactado que no podía hablar con claridad. —Yo vivo en
Hangzhou, ¡¿Cómo esperas que gaste 10 días cada vez en viajar de Tongan a Hangzhou, y gastar
otros 10 días de regreso a Tongan?! Solo por… solo por… venir a la capital para que tú me… para
que tú me…—

—Para follarte—Jing le dio una sonrisa frígida, su rostro no cambiaba su expresión—Ese es tu


problema. La decisión queda en tus manos— Barriendo con sus dedos el rostro de Lu Cang, Jing dio
un ligero salto y desapareció por la ventana.

Lu Cang fue dejado en incertidumbre con las lágrimas a punto de salir de sus ojos, sosteniendo la
píldora sin poder hacer nada. Dejándose caer por completo en el suelo. Todo en lo que podía pensar
era en esas palabras humillantes que nadaban en su cabeza.

“Ve y úsala en un perro o algo…”

“Ven el 15 de cada mes para que yo te…”

¡Por todos los cielos!


Capítulo 3

Lo escandaloso de Tongan en las mañanas no era inferior al de Hangzhou. Puesto que la posada que
él había escogido estaba situado justo a un lado de la calle. Lu Cang despertó de su sueño temprano
en la mañana, viéndose bastante sorprendido por la prosperidad de la ciudad imperial de Datong.

Frotando sus ojos, Lu Cang dejó caer algo de ropa sobre sus hombros y se paró frente a la ventana
mirando a la calle. Frente a él estaba el mercado de comida, las calles estaban abarrotadas de las
personas que se levantaban temprano a comprar sus víveres y los vendedores ubicando las canastas
de vegetales, gritando a los compradores en dialecto del norte del cual Lu Cang poco entendía. Ola
tras ola de pesadas fragancias de comida para el desayuno flotaban a su nariz desde los puestos
cruzando la calle.

Pero esta escena soleada, alegre, feliz como nunca, poco hacía para levantar el espíritu de Lu Cang
cuyo pecho estaba lleno hasta el tope de penumbra.

Ayer, en una pequeña casa de esta extraña ciudad, un tipo de contacto corporal que podría ser descrito
como cruel ocurrió una vez más entre él y una belleza masculina del cual ni siquiera sabía su nombre
completo. En una forma cruda de hablar, Lu Cang, por segunda vez, fue brutalmente y forzosamente
follado por el mismo hombre.

Increíblemente, cosas como esta han estado ocurriendo una y otra vez a él, un hombre reconocido
que había sido catalogado como el wullin del sur. No era de extrañar que Lu Cang, quien siempre
había tenido una alta auto apreciación y opinión sobre sí mismo, estaba, desde el fondo de su corazón,
teniendo dificultades para aceptar esto.

Pero a pesar de su inhabilidad para colocar su mente alrededor de todo, el aun no era lo
suficientemente valiente para viajar una distancia de miles de millas hacia Hangzhou en un espontaneo
acto de heroísmo sin asegurarse primero que la droga que ese hombre demente había usado en él se
hubiera desvanecido.

Buscando en las capas de su ropa, su mano entro en contacto con la lujosa caja que contenía la
píldora. Quizás lo mejor era probar la droga…

¿Qué pasa si es falsa?

Entre más lo pensaba, mayores eran las posibilidades. Lu Cang ya veía una chispa de esperanza
inflarse en sus ojos. Después de contemplar el lunático comportamiento de ese hombre hermoso por
un momento, parecía perfectamente posible que el pudiera encontrar una extraña píldora para usarla
como truco.
El recuerdo del hecho que estaba temblando por los efectos de esa droga sexual que ese hombre
sinvergüenza estaba escondiendo en algún lado, secretamente riéndose, hizo que una ráfaga de ira
rápidamente dominara la entera mente de Lu Cang.

Cálmate… cálmate… se dijo a si mismo obsesivamente mientras tomaba silenciosamente una


decisión: Era mejor apresurarse y encontrar algún perro cualquiera para probar la droga. Si era falsa
mucho mejor para él, podía rápidamente escapar de este autocritico lugar y regresar a su montaña.

Después de tomar su decisión, el ya no dudó. Se apresuró a terminar su rutina de la mañana y salió


de la posada para encontrar el ideal "Sujeto de prueba de la droga"

Sólo cuando tranquilamente dio una vuelta por las callejuelas de Tongan Lu Cang encontró que su
plan impecable parecía tener algunos agujeros. A pesar del gran tamaño de Tongan, no había casi
ningún perro que apareciera en las calles. Incluso los dos perros que vio por casualidad eran llevados
con una correa por plebeyos. A pesar de que tenía plena confianza de que podía hacer frente a estos
plebeyos que no conocían de artes marciales, “robar perros” de unos plebeyos bajo la luz del sol era
realmente algo que el orgullo de Lu Cang no podía tragar.

Después de dar algunas vueltas más en vano, el finalmente se dejó vencer por su impaciencia y haló
a un hombre mayor al azar y lo sostuvo.

—Viejo, puedes decirme ¿Cómo siendo Tongan tan grande no hay ni un solo perro o gato por allí?—

El hombre mayor preguntó, escudriñando en Lu Cang —Señor, ¿No es usted de aquí?—

—Llegué de Hangzhou ayer—

—Si es así, entonces… el mes pasado el emperador hizo un decreto. Por el bien de la sanidad de
Tongan, familias sin plebeyos que se dedicaran especialmente a cuidar de los perros no tenían
permitido criarlos— Juzgando por la expresión del viejo, el parecía estar completamente de acuerdo
con el decreto del emperador.

— ¿Qué?— Lu Cang chilló, incapaz de controlarse. Su pobre alma, que consideraba frágil a este
punto, era ya incapaz de aguantar tantos ataques continuos—

Después de dejar al hombre marcharse, él caminó de regreso a la posada, desesperanzadamente


sosteniendo su cabeza, suspirando a su reciente mala fortuna desde la parte más interna de su
corazón.

Mientras cortaba camino a través de un estrecho valle, su ojo fue repentinamente atrapado por una
bola de algo de color marrón-canela.

Eso... eso... ¿no es eso lo que había estado buscando toda la mañana sin encontrar el menor rastro...
un perro? Y tenía un buen aspecto también; su piel era lisa y brillante como el agua, claramente no
era perro callejero. Pero la parte más milagrosa era que no tenía ningún sirviente siguiéndolo. Una
llama iluminó los ojos de Lu Cang en ese instante, alegría saltando de su cara. ¡Era demasiado
perfecto!
Lu Cang explotó de alegría salvaje, inmediatamente abordó el perro. Aunque este perro pudiera ser
considerado como excepcionalmente amenazante, ¿cómo podría defenderse de las habilidades en
artes marciales de Lu Cang? Solo dos o tres movimientos fueron necesarios para tenerlo sostenido
del brazo de Lu Cang rumbo a la posada.

Lu Cang solo le importaba la satisfacción que sentía consigo mismo, pero paso completamente por
alto el hecho que a la cabeza de la puerta cercana de las extremadamente largas paredes
resguardando el patio de una de las casas desde la que el solo “recogió” el perro colgaba con oro
desgastado un letrero con las grandes palabras “Mansión del Duque Tongxin”

Este amado perro llamado Fuqi pertenecía al residente de esa mansión, el rico y poderoso hombre
que estaba “por encima de todos los demás” el hermano menor del mismo emperador en sí. Confiando
en el hecho de que nadie tendría los nervios para tocar al perro de la familia Tongxin, el sirviente a
cargo dejaba al perro andar libremente a sus anchas. Sin embargo fue “alegremente” recogido y
llevado a casa por Lu Cang, quien no solo acababa de llegar si no que lo tomo como una bendición
del cielo.

Naturalmente, los vecinos cercanos reconocieron al perro real de Tongxin. Así que, al ver que Lu Cang
caminaba por las calles con el perro en sus manos, obviamente fueron entrometidos y corrieron a la
casa del duque para obtener alguna recompensa.

Sin saber esto, Lu Cang continuo su camino a la posada con la “bendición” en sus manos, mientras
se dirigía directamente a su habitación y cerraba la puerta.

Lu Cang ato al perro desordenadamente en el escritorio, entonces empujo una pieza de ropa en la
boca del camino que estaba ladrando como desquiciado. Viendo al perro luchar como loco Lu Cang
unió sus manos juntas y aplaudió con satisfacción. —Ah, perrito, perrito, no es como si quisiera hacer
esto. Culpa a ese fenómeno de Jing Xi.

Tomando la píldora color jade de su ropa, Lu Cang se acercó al perro. El perro también parecía saber
que le harían daño, así que inesperadamente mostró una expresión de miedo. Por ahora, Lu Cang no
tenía corazón y dejó de simpatizar con el perro. Él respiró hondo y comenzó a empujar la pastilla en
el encaje del perro.

Hubo una buena resistencia al principio. La estreches en el “canal” del perro no era algo en la que la
mano humana de Lu Cang podía romper fácilmente. Pero ya que había llegado tan lejos, era
demasiado tarde para dar la vuelta, así que solo pudo aferrarse a una gruesa inhalación de aire y
empujo su dedo aún más lejos.

Lu Cang sintió el cuerpo del perro temblar bajo su agarre. Si su boca no estuviera sellada,
probablemente estuviera ladrando caóticamente hasta que el techo se derrumbara. Lu Cang también
se sentía como si hubiera comido una pila de lodo. Era incomodo como el infierno.

—Hombre miserable ¡Muérete! Te odio a muerte, forzarme a ir tan lejos para hacer esto— No solo los
grandes ojos del perro estaban húmedos con lágrimas causadas por su agonía, incluso Lu Cang sentía
la necesidad de ponerse a llorar—
Porque… En los 21 años en el camino de la vida de Lu Cang el solo había escuchado las alabanzas
de su heroísmo. A la edad de 17 y cuando cometió el primer gran robo en todo Jiangnan, él siempre
había sido el icono de un “héroe sin precedentes” en los ojos del público. ¿Por qué a pesar de todo
esto, estaba aquí, haciéndole estas cosas a un perro?

Su garganta llena de ira por su propia inutilidad en esta situación. Impulsado por su rabia empujo su
dedo mucho más lejos, y sintió la píldora derretirse, el rápidamente comenzó a sacar su dedo hacia
afuera, pero esa maldita droga tanto como su dueño, se derritió en el momento en que encontró su
lugar.

El momento siguiente el rostro de Lu Cang había perdido todo color: El dedo que ingreso en aquel
interior con tanta dificultad estaba atorado.

El canal tensado hasta su absoluto limite se expandía y contraria, aferrando su agarre en el dedo de
Lu Cang. Él podía simplemente halar su dedo usando la fuerza bruta pero lo más probable es que el
perro moriría. Entonces todos los esfuerzos de su mañana serian para nada.

Pensando en eso, el intentó lo mejor para deslizar su dedo de forma astuta, pero sin importar cuantos
los intentos, su mano continuaba atorada con fuerza en una posición incómoda, imposibilitando el ir
más allá o liberarse.

Un ruido se escuchó desde la puerta exterior, como si hubiera una enorme tropa de personas subiendo
por las escaleras. Ellos no estaría aquí por mi ¿cierto? El pensamiento flotó en su cabeza, él estaba
aun frenéticamente intentando rápidamente de liberar su dedo. Pero entre más lo intentaba más
desastroso se ponía, ya era incapaz de moverse una pulgada.

El dicho dice que “Cuando eres desafortunado, incluso el agua fría se atora en tus dientes” Justo
ahora, Lu Cang estaba en ese tipo de situación. Y más que eso, el irritante pero eterno sonido se
detuvo justo detrás de la puerta. Entonces con un “clang” la puerta fue abierta, las personas del exterior
abruptamente se enfrentaron frente a frente con el hombre en el interior.

Instantáneamente todas las voces se congelaron. Por primera vez en su vida, Lu Cang tenía el deseo
de evaporarse en el aire. En ese momento su rostro era aún más horrible que el de una persona
muerta. Juzgando por su expresión el joven hombre vistiendo prendas lujosas a la cabeza del grupo,
Lu Cang pudo asegurarse que la escena los ojos de aquel joven veían lo asustó.

—¿Q—Qué estás haciendo?— el hombre joven finalmente habló después de lo que parecieron ser
cientos de años, su voz vacilaba con incredulidad.

—Ah...ah...y—yo...solo...— Lu Cang parecía haber contraído un tartamudeo horrible, y era incapaz de


reunir una sola frase inteligible sin importar que.

—¡Maldito fenómeno! ¿Cómo te atreves a robar el amado perro de nuestro lord?— Uno de los
sirvientes saltó desde atrás y tomo la mano de Lu Cang intentando sacarla de ahí— ¡saca tu sucia
mano!
Entonces, era el dueño del perro el que había llegado. Juzgando por la alta, definida y aristocrática
figura, él era probablemente alguien relacionado a la realeza o un hombre noble. El sirviente lo llamó
“lord”

El sirviente trató de dar un tirón coercitivamente a la mano, pero con la poca fuerza que tenía, ¿cómo
podría tener éxito? Al ver la situación como estaba, las cejas del joven firmemente se juntaron en un
ceño fruncido. —Átenlo rápidamente y llévenlo de vuelta a la mansión. Podemos tomarnos nuestro
tiempo allí. No me avergüencen aquí—

—¿Qué están haciendo? Yo solo…solo— Echando un vistazo a la multitud de personas lo


suficientemente grande como para ahogarse en la habitación, Lu Cang luchó desesperadamente por
su vida. Sin embargo, dos puños nunca podrían triunfar contra cuatro manos, por no hablar de que se
enfrentaba una decena de altamente capacitados guardias Imperiales. No es necesario decir, que
terminó siendo atado como una bola de masa sólida.

—Colóquenlo en el palanquín. No dejen que nadie en las calles lo vea— El joven ordenó al mismo
tiempo que se giraba y bajaba las escaleras. Lu Cang fue empujado y obligado a seguirlo.

Fue rellenado en el palanquín y llevado lo largo de la carretera llena de baches todo el camino hasta
la mansión del duque Tongxin, Lu Cang fue sacado en el momento que el palanquín fue ubicado en
el suelo, luego fue atado a una columna de manos y pies. Un estado lamentable de hecho.

—Mi lord, ¿Cómo deberíamos castigarlo?— el guardia preguntó después de atar al desafortunado
prisionero.

Zheng frunció el ceño mientras escudriñaba al hombre reducido a un embrollo en frente de él. Los ojos
y las cejas del hombre eran bellas y su figura bien proporcionada, no muy parecida a la apariencia un
villano. Pero cuando Zheng entrevió la mano que se hundía profundamente dentro de su querido perro
Fuqi, decidió retirar esa declaración anterior.

—Mi lord, mi lord— Un guardia de repente se precipitó y se desplomo en el cuarto, y reportó unas
palabras susurradas al duque. La expresión de Zheng tuvo un cambio instantáneo y dramático.

—Mantengan un buen ojo en él—, apresuradamente ordenó, y luego se encaminó con prisa a la sala
auxiliar.

Corriendo hacia la cámara interior, Zheng comenzó a llamar desde una buena distancia.

— ¡Hermano mayor, Hermano mayor!—

Irrumpiendo en la habitación con emoción, él finalmente puso sus ojos en la belleza sin igual que
estaba sentado en posición vertical ante la larga mesa. ¿Y quién, sino el hermano mayor a quien había
perdido y anhelado ver en los últimos meses?

—Hermano mayor ¿regresaste?— Cariñosamente inclinado hacia adelante, toda la cara de Zheng
brillaba con amor y admiración.
Jing sonrió. Su mellizo más joven siempre lo había amado y confiado en él desde que eran pequeños,
y al día de hoy, aun cuando ellos habían pasado los veinte años, nada había cambiado realmente.

Poniendo su brazo alrededor de los hombros que se inclinaron hacia él por un abrazo, Jing preguntó:
—He oído que noblemente has capturado a un ladrón de perros—

—¿Cómo lo supiste Hermano mayor?— Zheng se deslizo un poco fuera del abrazo de Jing, y luego
continuó con enojo: —Ese ladrón es un monstruo. ¡Él realmente metió la mano en el lugar donde Fuqi
hace sus negocios y luego no pudo sacarlo! Es una lástima a pesar de su bonito rostro—

—¿En serio?— Un atisbo de una sonrisa saltó en el rostro de Jing. —Déjame ir a verlo.—

—¿Por qué el Hermano mayor querría ver a un monstruo como él?— Pero, antes de que pudiera
terminar la frase, Zheng, recibiendo una severa mirada de Jing, rápidamente se corrigió a sí mismo —
Le ataron en la sala auxiliar. Te llevaré allí—

[…]

Siguiendo a Zheng a través del largo pasillo, en dirección a la sala auxiliar, Jing vio una indefensa
silueta lejana ¡Era realmente él! Un solo rastro detectable de una sonrisa cruzó por la comisura de su
boca. —Dale ese hombre al Hermano mayor, ¿de acuerdo?— preguntó su mellizo con suavidad, a
cambio de recibir una mirada de no-tengo-idea-lo-que-estas-pensando por parte de Zheng.

—Hermano mayor, ¿por qué necesitas a alguien así?—Al ver el ceño fruncido reapareciendo en el
rostro de Jing, Zheng inmediatamente cerró la boca—

—Dile a todos los guardias que salgan, y no entres tú tampoco— Jing ordenó, viendo con satisfacción
cuando Zheng, aunque todavía con una expresión de desconcierto, dio un ondeo para que los guardias
apostados en el exterior de la sala auxiliar guardaran distancia.

Jing de repente saltó lejos, su voz ya suspendida en el aire resonó —Te debo una. Mañana por la
mañana, escríbeme una petición. Puedes pedir lo que quieras—

Siguiendo la elegante figura de su hermano atravesando hacia la sala auxiliar, Zheng sintió una infinita
decepción y resentimiento creciendo de la boca de su estómago. Su hermano mayor sabía
exactamente lo que quería, pero cruelmente pretendía ser inconsciente. Como era de esperarse de
alguien con la sangre fría, sin corazón, un genio nacido para ser emperador desde la infancia.

Como Jing saltó con gracia en la sala auxiliar desde la ventana, Lu Cang estaba contemplando con
vigor un plan de escape. El sonido del viento rompiendo en su oreja le llamó la atención, y levantó la
cabeza justo a tiempo para ver a Jing saltando sobre el borde.

—¡¡¡Tú!!!— Sus ojos se abrieron con incredulidad, Lu Cang se quedó estupefacto.

Fijando sus ojos en el lugar donde los dedos de Lu Cang y el perro estaban conectados, Jing no pudo
evitar la risa que escapó de sus labios. Lu Cang sintió inmediatamente como su cuerpo invirtió la
dirección de sus fluidos. Su reciente mala fortuna era peor que estar bañado en la sangre de un perro
negro. Ser visto por Jing en un estado tan horrendo, Lu Cang realmente comenzó a pensar en la idea
de renunciar a su existencia tan miserable.

Sin embargo, Jing se acercó sonriendo, puso una mano sobre el perro, buscado en su vientre por un
corto tiempo y mantuvo una presión sobre un punto. Milagrosamente, ese canal firmemente se contrajo
y por arte de magia se aflojó.

—Saca tu mano de ahí— Jing ordenó. Lu Cang hizo como le dijeron, y el dedo que había estado
luchando durante toda una mañana en realidad salió.

—¡Cielos!— Mirando su propia mano en la incredulidad, Lu Cang ni siquiera tenía tiempo para
molestarse con el olor desagradable que emitía.

—Vamos a hacer lo mismo si lo pongo dentro de ti y no consigo sacarlo la próxima vez— Jing se
estaba, una vez más, diciendo aquello con una cara seria, cosas pervertidas que Lu Cang no podía
soportar. Al darse cuenta de el destello de rabia a través de los ojos de Lu Cang, Jing rápidamente
cambió a un tono más grave de su voz, —Hey, me debes un favor—

Lu Cang, cuyo estado más lamentable había sido expuesto a Jing, ya no era capaz de permanecer en
su silla alta. Sólo podía colgar la cabeza y responder sin poder hacer nada, —Gracias. Sin duda te
devolveré el favor—

—Entonces— inclinando sus labios cerca de la oreja de Lu Cang, Jing susurró: —Es mejor temprano
que tarde. Espérame en esa casa al atardecer—

Todos los nervios de Lu Cang abruptamente se apretaron. Sabía desde el principio que este demonio
del mal no podría haber tenido buenas intenciones. Lu Cang volvió a lanzarle una mirada reacia, pero
encontró que, al igual que cómo desaparecía cada vez después de hacerlo, Jing estaba de pie junto
a la ventana, listo para irse. Entonces, como si recordara algo, de repente volvió la cabeza y sonrió
ligeramente, —Puedes solo dejarlo de este modo. Nadie te detendrá. Recuerda, espérame en esa
casa—

Una vez más, Lu Cang fue sorprendido por su belleza de otro mundo. Miró hacia abajo, y cuando
levantó la cabeza otra vez, Jing había desaparecido sin dejar rastro.

Luchando con sus pies, Lu Cang estaba a punto de salir cuando un repentino pensamiento le golpeó,
y cogió al inconsciente perro del suelo —¡¡Hmph!! Maldito perro, ¡haciéndome pasar por todo ese
infierno! ¡Sólo espera! ¡Voy a tomar a un bien cuidado perro como tú y encontraré a otro perro macho
que te joda hasta la muerte!—

Justo como el fenómeno dijo, todo lucia como muerto el entero camino hacia la puerta: No había un
solo hombre alrededor. Lu Cang escapó de la casa del duque muy silenciosamente. Y entonces llegó
hasta una intersección de la calle, dudando, por un momento, a dónde ir.

Después de dejar que la gente lo viera así, no había manera de que pudiera regresar a la posada.
Pero si iba a esperar en esa casa como ese fenómeno quería, lo que le esperaba era definitivamente
ese tipo de cosas repugnantes.
Pero tal como decía el dicho "incluso los bandidos tienen la virtud de mantener su palabra de honor
como lo más importante para un hombre” después de todo.

Lu Cang sintió que su cabeza comenzaba a doler cuando su batalla mental comenzó. Después de
todo el tira y afloja de la idea arraigada de preservar su reputación le ganó.

¡¡Por todos los demonios!! ¡¡Esto de poner mi culo al asomo un par de veces, no es como si me fuera
a morir!! ¡¡Es mejor que arruinar mi honorable credibilidad!!

Pobre Lu Cang, bajo la impresión de que todo debía ser llevado a cabo por la doctrina heroica de
adherirse al código de honor, incluso si sangraba, comenzó a dar pasos intrépidos de no retorno hacia
la casa.

Se sentó en el dormitorio de la pequeña casa por unas cuantas horas. La lluvia empezó a caer del
cielo de repente.

Lu Cang rígidamente escuchó el sonido de tamboril de la lluvia sobre las tejas. Los ideales de heroísmo
que habían estimulado su valor, con el tiempo, se escurrieron de distancia hasta que no quedaba
mucho. Contemplando el húmedo y oscuro cielo fuera de la ventana, las imágenes miserables de él
gritando y llorando debajo de ese fenómeno parecían surgir ante sus ojos de nuevo.

Lu Cang de repente se puso de pie, si es este tipo de heroísmo, creo que voy a pasar. Un escape
rápido era mejor.

Sólo cuando corrió a la puerta descubrió que la tormenta era espantosamente grande, por lo que
comenzó a buscar en la habitación un paraguas. Finalmente, después de localizar un paraguas
gastado, justo cuando estaba a punto de salir de la puerta la realidad una vez más dio pruebas a falta
de suerte de Lu Cang. En el patio exterior, una celestial figura vestida de blanco de pie en la lluvia se
dejó ver. Quién sino Jing. No llevaba un paraguas. A su alrededor flotaba un aura maravillosa. Las
gotas de lluvia se deslizaban por el antes de que pudieran tocar su manto, casi como si él fuera el dios
mitológico de la lluvia, que había venido a visitar el mundo humano

Jing entró en el lugar, su pelo largo fluyendo con la lluvia, hasta que se encontró cara a cara con Lu
Cang.

Al ver a Lu Cang mirándolo fijamente con su lengua atada a sí mismo, Jing comenzó a reír de nuevo.
—Idiota, ¿qué estás mirando?—

—Ahm…ah, siéntate, siéntate— Lu Cang ya era incapaz de formar una frase inteligible. Bajo la
potencia de la intimidación de Jing, dio un paso hacia atrás una y otra vez, y así se vio obligado a
sentarse en el borde de la cama.

—¿invitándome a sentarme? Debería ser “empújame hacia abajo en la cama” —Jing sonrió, las
pupilas oscuras bajo sus largas pestañas al igual que las gemas más raras del mundo, brillaron en la
penumbra de la habitación. Cautivado por un par de ojos como estos, Lu Cang fue incapaz de
pronunciar una sola palabra, y sólo pudo ser empujado hacia abajo sin decir nada.
Piezas de ropa fueron despojadas de uno en uno para revelar su cuerpo fuerte, liso, de color miel.

La mano derecha de Jing acarició suavemente el sensible cuello, el pecho de Lu Cang, deslizando
todo el camino hasta el centro de su cuerpo.

—Ah— En el momento que Jing apretó con más fuerza, Lu Cang echó la cabeza hacia atrás sin poder
controlar un gemido se levantó de la boca de su estómago.

—Qué dulce sonido— La voz de Jing también era tan dulce que el corazón de a Lu Cang dio una
vuelco.

Jing no llevaba ropa interior debajo de la capa media de color blanco que cayó al suelo junto con el
manto largo cosido con exquisitas peonías. Cogió Lu Cang, y pronto los dos se enredaron juntos,
desnudos y descubiertos.

Posicionándose al azar. Jing se sentó de rodillas mientras Lu Cang, sentado en su regazo, envolvió
sus propias piernas alrededor de la cintura de Jing. Sintiendo el poderoso deseo de Jing hinchándose
debajo de él, Lu Cang sintió una oleada de calor febril en su cabeza de igual modo.

Jing mantenía a Lu Cang fuertemente en sus brazos, sintiendo el suave y limpio cuerpo contra el suyo
propio. El instinto animal incontrolable se desató. Agresivamente sosteniendo el cuerpo bien
construido debajo de él, él despiadadamente mordió el hombro de Lu Cang.

—¡Estás loco!— Lu Cang gimió en sorpresa, tratando de empujar a Jing fuera de sí mismo, pero
completamente incapaz de defenderse de la fuerza terrible de Jing. Los afilados dientes se hundieron
dolorosa y profundamente en su carne. Lágrimas calientes brotaron de sus ojos.

—uhmm, el cuerpo de un luchador entrenado realmente tiene más que morder— Levantando la
cabeza del hombro de Lu Cang, Jing, después de examinar el daño sorprendente de lo que hizo,
pronunció inesperadamente una frase que casi hizo que Lu Cang sangrara.

—En realidad no eres un fenómeno normal... wah ah... hng— Antes de que pudiera maldecir a Jing,
Jing ya había comenzado intentar entrar en su cuerpo en esa misma posición.

No fue fácil en un principio. Los músculos tensos de Lu Cang resguardaban esa pequeña grieta como
si su vida dependiera de ello, no permitiendo que ningún objeto extraño entrara. El impaciente Jing
apartó las dos mitades de las nalgas de Lu Cang con sus manos, y así, comenzó a entrar por la fuerza
bruta.

—Duele… duele… duele… no uses esta posición, duele— Esa gran polla parecía penetrar
directamente al centro de su cuerpo, buscando en una parte profunda, nunca antes tocada en el
cuerpo de Lu Cang. Lu Cang comenzó a llorar como un fantasma de la agonía.

—¡No grites! Del mismo modo que tú a mí me está doliendo— Jing, también estaba apretando y
apretando sus dientes del dolor, repetidamente abofeteo a Lu Cang en su trasero tratando de hacerlo
relajar.
Jing se las arregló para mover a Lu Cang hacia su regazo usando su pura fuerza. El peso corporal de
Lu Cang lo hundió hacia abajo, haciéndolo asustarse más. Estaba asustado de ser penetrado hasta
sus intestinos de este modo. Con este pensamiento en mente, se colgó del cuello de Jing por su vida,
y de ese modo, trajo a Jing hasta abajo con él. Jing terminó recostado encima de él.

—Tú fuiste el que dijo que no usáramos esta posición— Jing frunció el ceño—

—Sí, sí, sí. Haz lo que te venga en gana, voy a ser penetrado de todos modos— Lu Cang murmuró
repetidamente, solo deseando que Jing dejara de invadirlo por la espalda. Sin embargo, él no se
percató del sospechoso asomo de una sonrisa que cruzo la esquina de los hermosos labios de Jing.

Con un impulso vehemente, Jing sacó de su interior uno de sus deseos incumplidos de Lu Cang,
tomando a Lu Cang desprevenido quien, naturalmente expulso un par de gritos salvajes. Pero el real
ataque de Jing fue su siguiente movimiento.

Jing levantó su mano y metió sus dedos en el interior de la boca de Lu Cang para mantenerla abierta.

—Que… ¿Qué se supone que haces?— Lu Cang exclamó sintiendo el cuerpo de Jing deslizarse
encima de sí mismo hasta descansar debajo de su cabeza, mientras las dos piernas de Jing atrapaban
su cabeza entre ellas.

—¿No me dijiste que hiciera lo que me viniera en gana?— Contrario a la irritación de Lu Cang, la voz
de Jing era calma, completamente diferente al águila atrapada entre sus piernas.

Bajo el poderoso agarre de las piernas de Jing, Lu Cang se giró y volteó su cabeza furiosamente. En
esta posición, la vista lasciva de la erección de Jing llenó su visión. Estaba tan avergonzado,
degradado, casi tenía ganas de romperse a llorar.

—No… ¡No!— Sintiendo la erección de Jing sobre sus labios, Lu Cang repentinamente se dio cuenta,
en una horrible alarma, que era lo que Jing pretendía hacer. Angustia se desbordó de su corazón y su
cabeza a la vez.—Si te atreves a hacer eso, ¡Yo definitivamente… definitivamente te lo destrozaré de
una mordida!— Lu Cang apretó su boca para dejar salir su voz, temiendo abrir su boca por completo
para expresar sus sentimientos de profundo disgusto y desesperanza acerca de las abominables
intenciones de Jing—

Jing una vez más reveló aquella sonrisa que Lu Cang detestaba hasta los extremos— ¿En serio?
Entonces, gracias por recordármelo—

Con el más elegante de los gestos, Jing movió su mano sobre uno de los puntos de presión vitales
sobre el hombro de Lu Cang. Fue un empuje ligero, pero la intensa lucha de Lu Cang terminó de una
vez, dejando solo un par de grandes ojos mortificados mirando a esas manos exquisitamente en forma
y excepcionalmente refinadas presionadas en su mandíbula inferior. Luego siguió un crujiente sonido
de "crack". El sonido de su mandíbula siendo dislocada desde su cráneo resonó dentro de la cabeza
de Lu Cang, en este momento, era nada menos que el cielo rompiéndose y colapsando.
La boca de Lu Cang colgó trágicamente de par en par. Sólo podía ver como Jing insertaba tan grande,
rosa y recta erección en la profundidad de su boca.

—Oof— La despiadada cosa se deslizó todo el camino hacia la garganta de Lu Cang, provocando un
ataque áspero de ruidos de vomito. Sin embargo Jing no buscaba simpatizar con Lu Cang, quien
estaba por primera vez utilizando este tipo de método. Jing se negó a usar el método de principiantes,
de graduales y secuenciales entradas, pero en su lugar se empujó a sí mismo totalmente contra la
indefensa garganta de Lu Cang.

—Es mucho más caliente que la garganta de una mujer— pronunciando en broma aquellas
denigrantes palabras, Jing observó sin mayor sorpresa el sendero de cálidas lagrimas que hacían
camino desde esos fuertemente cerrados, grandes ojos.

No era la primera vez que Lu Cang era reducido a lágrimas por Jing en la cama. Casi después de su
primer encuentro, las lágrimas siempre impregnaban sus encuentros con una capa de rica
voluptuosidad. Pero el emperador Jing Zong, que se había vuelto insensible a las formas habituales
de hacer el amor, parecía tomarle el gusto a este tipo de situación anormal, que era también la razón
más básica de porque se acostó con el desafortunado Lu Cang una y otra vez a pesar de su carácter
frívolo. En frente de Lu Cang, quien no tenía idea de quién era realmente, podía disfrutar plenamente
en su búsqueda viciosa e insolente de lujuria y deseo homosexual.

Con sólo la cabeza capaz de moverse libremente, Lu Cang estaba miserablemente acostado en la
amplia, brocada, ropa de cama de satín. Jing estaba situado por encima de su cabeza con las rodillas
firmemente establecidas en la cama, sosteniendo la cabeza de Lu Cang con ambas manos para
impulsarse bien de la cintura para abajo, encajando su grueso, y grande miembro en la boca de Lu
Cang.

Jing ejercía toda la fuerza de sus caderas en una invasión total. Esa cosa enorme, ardiente iba y venía
dentro esófago de Lu Cang, cada pulsación revolviendo el estómago de Lu Cang en un estado
insoportable. El cabello negro de Lu Cang, que desde hace mucho tiempo se había soltado, cayó
como una larga cascada. Hundiéndose en la cama, temblando con cada empuje feroz de Jing.

—Ugh...hng...hng...—Con su boca bloqueada, Lu Cang solo podía gemir en silencio. El único pasaje
para respirar, su nariz, también fue obstruido debido al llanto. Durante este tiempo, de larga tortura, él
ya se había desmayado un puñado de veces, pero siempre estaba despierto al instante por las
sacudidas salvajes.

No puedo respirar… estoy a punto de morir…

El horror de ser completamente incapaz de respirar llenó el corazón de Lu Cang, que estaba reducido
en una bola arrugada por la miseria de su situación actual.

Sintiendo la cosa dentro de su boca expandirse y sacudirse esporádicamente, Lu Cang, siendo


también un hombre, obviamente entendió que este era un presagio para la llegada del clímax.

—Nngh! Nngh!!!!— Lu Cang retorció violentamente su cabeza. La única cosa que podía hacer para
evitar que el hombre encima de él cometiera este tipo de bajeza en contra suyo.
Sin embargo, Jing no iba a darle a Lu Cang la oportunidad de detener su golpe final. Sosteniendo aún
más apretadamente el seguro de la caóticamente luchadora cabeza, Jing aumento el ritmo de sus
arremetidas dentro de aquella suave, maravillosa y caliente humedad que el preparo para darle la
bienvenida a la liberación de su placer.

Viendo las malvadas intenciones de Jing los ojos de Lu Cang se abrieron en horror. Alarma,
aborrecimiento, agonía y desesperanza se torcieron en un gran lío en sus ojos oscuros.

Es mejor morir justo ahora… es mejor morir justo ahora…

Llanto de angustia emanó desde el fondo de su corazón, la conciencia de Lu Cang estaba justo al
borde de romperse por completo.

Ante este tipo de respuestas, la erección de Jing comenzó a bailar aún más animada en este mismo
momento. El auge de fuego de lleno fervor brotó. El líquido amargo y viscoso fluyó desde la garganta
de Lu Cang hacia la profundidad de su cuerpo. Incluso el interior de su boca se sumergió con el fluido
portador de calor caliente del cuerpo de Jing, inundando la totalidad de los espacios entre sus labios
y sus dientes.

Jing dejó escapar un largo suspiro de alivio. Preservando la posición de su inserción, empujó hacia
atrás y adelante un par de veces más en a una velocidad ligeramente más lenta, disfrutando de la
réplica del clímax, y luego comenzó a retirarse.

Sintiendo a Jing extraer la cosa que estaba gradualmente enfriándose, Lu Cang apenas podía manejar
el mantener sus músculos sostenidos para evitar tragar algo de los fluidos de Jing. Pero al segundo
siguiente, sus pensamientos probaron el pobre conocimiento que tenía Lu Cang de Jing. Jing se alejó
de la boca de Lu Cang. Su siguiente movimiento fue buscar y reconectar su mandíbula. Como su
experta mano se empujó hacia arriba en la línea del hueso haciendo un ajuste menor, entonces con
un “plop” su boca llena con la degradante muestra rápidamente se deslizo hacia abajo por el esófago
de Lu Cang. Sin una sola gota desperdiciada.

Mordiendo tan fuerte que estaba punto de romper una boca llena de dientes, Lu Cang usó toda la
maldad letal que pudo reunir en la mirada que fijó en Jing. Pero Jing no estaba amenazado, mostrando
una sonrisa bella y dulce, descuidadamente deshizo los puntos de presión.

Jing pensó originalmente que Lu Cang lo atacaría directamente en una lucha desesperada a muerte,
pero en su lugar, Lu Cang saltó de la cama, tirando de la bata en el suelo junto a la cama, mientras
volaba hacia la puerta.

Está diluviando afuera ahora... ¿A dónde va?

Jing, un poco temeroso de que Lu Cang pensara en suicidarse, también se apresuró a tomar algunas
prendas y ponerlas en sí mismo y siguió a Lu Cang afuera.

Después de solo dar un paso hacia la puerta, Jing vio a Lu Cang lastimosamente agazapado en el
pasillo exterior, colgando en el pilar desesperadamente vomitando. Sin tener el cinto que la sostuviera,
la larga túnica se deslizó por sus hombros, revelando la elegancia de su piel color miel, el cuerpo
musculoso, sensual, medio oculto por la bata abierta. Sin embargo, Lu Cang parecía ser
completamente ajeno al hecho de que su comportamiento era sumamente atractivo para el villano
Jing.

Aunque la suciedad se lavó rápidamente lejos por el fuerte aguacero, Jing aún veía claramente que,
mezclado con la comida, Lu Cang expulsó el fluido corporal blanco. Una sonrisa extraña iluminó su
rostro. Este hombre fuerte ante sus ojos se había entregado por completo a él. Se había abierto a él
y concedido este tipo de indeseable vulnerabilidad.

Este era el hombre con quien tuvo el contacto corporal íntimo y la secreción de su cuerpo era como
una cicatriz profunda, aguda, marcando a este hombre en cada órgano y cada célula.

Este pasillo envuelto en el gran aguacero del verano floreciente. El aire fue de alguna manera llenó de
la fragancia de las flores de loto. Jing, en toda su belleza sin igual, en silencio, de pie junto a los pilares
de la sala, observó que el hombre, que no tenía una pinta de ser un buen héroe, vomitaba su corazón
y los pulmones.

[…]

La lluvia gradualmente se redujo.

Monstruo… monstruo

Después de todo eso, Jing había obligado a Lu Cang a tener relaciones con él dos veces más. Ahora,
mientras murmuraba maldiciones en voz baja, Lu Cang despertó lentamente de la semi-inconsciencia
en el pasillo. Pero todo lo que estaba frente a sus ojos eran los aleros del techo que goteaban brillantes
y cristalinas gotas de lluvia. Ese demonio que había provocado su destrucción no estaba por ningún
lado.

¡No! Definitivamente voy a morir si sigue así.

Lu Cang yacía penosamente en el suelo del pasillo, ni un gramo de fuerza quedaba en su cuerpo.
Sólo podía repetirse a sí mismo una y otra vez su suerte condenada.

¿Cuándo días como éste llegarían a su fin?


Capítulo 4

A pesar de estar localizada en el norte, el verano de Tongan estaba sorpresivamente frecuentado por
la lluvia. Lu Cang se sentó en el escritorio frente al patio de la casa observando las gotas caer al suelo,
su humor estaba más que nada tocando fondo.

Él había permanecido en Tonghua por alrededor de dos meses ya. Cuando llegó a Tongan de
Hangzhou por primera vez, nunca imagino que se quedaría por tanto tiempo así que se estaba
quedando sin dinero.

Hasta ahora él ya había escrito a Hangzhou para pedir que trajeran dinero para él, pero mientras tanto,
hasta que el dinero llegara, él era prudente sobre gastar y ahorrar un poco. Por este motivo se había
mudado a la casa del puente Yue Long, por ahorrar dinero, debía permanecer en este lugar.

Horribles recuerdos estaban en cada lugar de esta casa. La cama no era necesario mencionarla, pero
¿porque aun caminando en los pasillos, mirando las flores, los árboles, el pasto en el patio o sentado
en el salón comedor auxiliar estaba lleno de depravadas imágenes emergiendo en su mente?

A todo esto, el solo podía culpar a ese enfermo hombre en estado de extrema mutación.

Recordando como la última vez cuando los son estaban comiendo juntos, Jing repentinamente desató
su urgencia de instinto sádico y lo presionó contra la mesa, el rostro de Lu Cang una vez más, se
sonrojó incontrolablemente.

El único lugar que quedaba era el estudio.

El dejó salir una amarga risa ausente de humor ante el hecho de que dormía en el piso a pesar de
haber una cama debido a que la cama le hizo desarrollar insomnio, además comía afuera en lugar de
usar la cocina a pesar de que tenía poco dinero. Esto solo servía para oscurecer su humor melancólico.

Que aburrimiento...

Pareciendo la respuesta del cielo a los lloriqueos silenciosos de Lu Cang, el sonido de “knock knock”
de alguien golpeando la puerta rompió la tranquila atmosfera del patio. Lu Cang arrastró sus pies
desencajado, Jing jamás tocaba la puerta cuando lo visitaba ¿Quién podía ser?

Lu Cang cautelosamente abrió la puerta y capturó la vista d un hombre de pie afuera, toda su
melancolía inmediatamente se esfumo en una sonrisa.

—¡Tercer hermano!—
El rápidamente atrapó al visitante en un abrazo. La emoción de ver a uno de sus hermanos de la
montaña hizo que Lu Cang olvidara que el visitante vestía una capa impermeable que estaba goteando
agua, así, cuando soltó al tercer hermano, su propia túnica estaba empapada.

Pero Lu Cang no pensó mucho en ello, soltó a su exhausto hermano y lo ayudó a llevar su caballo al
patio.

—Tercer hermano, ¿Cómo es que tu viniste? habría estado bien si enviabas a Xiao Sang—

Xiao Sang era el asistente personal de Lu Cang en la montaña. Lu Cang, quien siempre se había
preocupado de preservar su reputación temía que Xiao Sang descubriera la vergonzosa situación
entre él y Jing, por ese motivo no había traído a Xiao Sang consigo a Tongan.

Este hombre tercero en comando llamado Cao Xin era el tercero en orden de antigüedad aun cuando
era tres años mayor que Lu Cang, Él era franco en conducta, valores de lealtad y se llevaba bien con
Lu Cang, mejor que con todos los demás.

Al ver la extrema emoción de Lu Cang acerca de él, Cao Xin afloró una sincera sonrisa.

—Hermano mayor no ha regresado a la guarida en estos meses y nos ha hecho preocupar mucho,
así que el segundo hermano me dijo que viniera a ver a Hermano mayor a la capital y lo ayudara en
lo que pudiera— Después de encargarse del caballo, Cao Xin se quitó la capota de lluvia y se sentó
en el estudio y rió estúpidamente antes de hablar —De hecho es también porque he escuchado hace
mucho de la grandeza de la capital así que quería venir y disfrutar por mí mismo hehehe…— El rió
tontamente algunas veces más pero pronto encontró que después de su emoción anterior Lu Cang se
había enfrascado en un incómodo silencio. Creyendo que Lu Cang estaba enojado de que se quedara
por tanto tiempo, la sonrisa instantáneamente desapareció del rostro de Cao Xin —Hermano mayor,
si es inconveniente que me quede...—

—No, no… ¿De qué hablas?— Lu Cang rápidamente tartamudeó, sonrió y continuó— Solo estaba
perdido en el momento de nostalgia y me puse un poco melancólico, eso es todo—Él bajo la mirada
un poco, imágenes de los gloriosos días siendo el rey del monte Lu Cang parpadearon en su cabeza.
Entonces, pensando en las trágicas desgracias vividas en la capital, una inevitable bruma de
sentimentalismo burbujeó en su estómago.

Al ver que Lu Cang habló entrañablemente, Cao Xin también fue capaz de quitar una enorme roca
que había lastrado su corazón. Había pensado originalmente que su Hermano mayor se estaba
divirtiendo tanto en la capital que no echaba de menos su casa en absoluto. Sin embargo, ahora
parecía que solo eran los negocios que lo retenían; él realmente quería volver a la guarida después
de todo.

—Tú no has comido todavía, ¿verdad, tercer hermano?— Lu Cang se levantó y preguntó, sintiendo
que la atmósfera estaba creciendo un poco emocional.

—Ah, no es necesario Hermano mayor, yo traje provisiones conmigo— Cao Xin rápidamente arrastró
sus pies temeroso de molestar a su hermano mayor.
—¿Cómo podría dejarte comer eso? ven, ven, ven, yo invito. Vayamos al restaurante número uno de
la capital por una bebida—

Cuando Lu Cang consideró cómo había estado en la capital durante más de dos meses y no había
hecho ni siquiera un buen recorrido por la ciudad, decidió que esta era una buena oportunidad para él
para salir y escapar de algunas de las tinieblas. Y así, también despertar su espíritu. Ante esto, Cao
Xin comenzó a sonreír. La sonrisa se convirtió en vergüenza, que parecía extremadamente rara en
esa cara grande y áspera.

Notando la extraña expresión de Cao Xin, Lu Cang preguntó rápidamente —¿Qué pasa, tercer
hermano? ¿Hay algún otro lugar al que quieras ir?—

—Hehehe... —Él sacó otra de sus risas características, y luego dijo: —He oído desde hace mucho
tiempo de la asombrosa belleza de las chicas de la —Casa Tonghua— de la capital. Esta vez, llegando
a la capital... hehehe... En cierto modo quería dar una ojeada... —

Ah, así que quería visitar las prostitutas de la capital... Las cejas de Lu Cang se encontraron en un
ceño fruncido. Sus hermanos del Monte Lu Cang siempre habían sido indulgentes en las mujeres.
Incluso fueron tan lejos como para captar potenciales damas de la guarida desde el pie de la montaña
día a día para su Hermano mayor quien ellos pensaban que no le gustaban las mujeres.

Y los resultados ¡Redoble de tambores! Ellos los ayudaron capturando al dios de las desgracias.

A decir verdad no es como si al no le gustaran las mujeres hermosas, sus expectativas solo eran un
poco altas.

Dándose cuenta que era difícil para su tercer hermano el venir a la capital esta vez Lu Cang encontró
difícil negarse a esta petición, de este modo solo pudo suspirar y decir: —Bien, te escucharé. Iremos
a comer a la Torre Tonghua y después iremos a la Casa Tonghua—

—¡Yay! ¡Hermano mayor es increíble!— Cao Xin se echó a reír como un niño y trajo a Lu Cang en un
abrazo de oso—

Lu Cang sonrió sin poder hacer nada. En realidad, era un poco cansado. Una vez, después de un
episodio de intensa intimidad, Jing le había obligado a aceptar las llamadas —tres reglas de contrato—
, una de las cuales era que no podía jugar con las mujeres.

El lado rebelde de Lu Cang había comenzado de nuevo a moverse, y su interés en esta pequeña
aventura junto con él.

¡Que se joda! ¡¿Quién es ese cerdo de todos modos?! ¡¿Por qué debería escucharlo?!

Prefiero tomar mis oportunidades y si mi suerte es realmente tan malo! Tan mala ese me encontraré
con ese omnipresente fantasma fenómeno, incluso si es para ver algunas prostitutas!

¡¡¡Yo—sólo—no—lo—creo—!!!
Con la intención en mente de desafiar la autoridad de Jing, que había sido hasta ahora indestructible,
Lu Cang llevó a Cao Xin en la dirección a la casa de Tonghua agitadamente.

Hablando de la torre Tonghua, era el lugar del que todos en la capital sabían. Como un centro de
entretenimiento para el gobierno y oficiales de palacio, no solo ofrecía servicios de restaurante, casa
de ópera, burdel, circo, cabaret, termas y otras atracciones similares, incluso ofrecía estadios para
competencias de poesía, artes marciales, entre otros.

Por supuesto, lo más famoso era aún la casa Tonghua, que se rumoraba tenía tres mil hermosas
prostitutas. Se decía que no solo las honorables prostitutas principales, Las doce flores celestiales,
todas doce bellezas diosales, pero cada una de las más impopulares y de baja categoría valían la
pena verlas.

Aun cuando Lu Cang estaba mentalmente preparado, después de comer con Cao Xin, estar frente al
edificio de la casa Tonghua modelado después del espacioso y lujoso palacio del duque Tongxin, el
aun sufrió un Liuck tremendo.

¿Qué tipo de burdel era este? era muy similar a una mansión ducal. Parecía que el que el rumor que
el dueño detrás de puertas de la torre Tonghua era el hombre con suficiente poder como para
influenciar en toda la nación no era solo viento en un túnel vacío.

—Señores, ¿Que piso les gustaría?—

Cuando estaban cenando hace un momento, Cao Xin le había dicho a Lu Cang que esta vez había
traído los diez millares de liangs de Lu Cang. Originalmente se había pensado Lu Cang estaba en una
necesidad urgente de dinero para algo importante, pero quien iba a saber que era sólo para gastos
diarios.

Con un tanto dinero en los bolsillos, el tono de Lu Cang creció involuntariamente grueso.

—Cualquiera de las chicas de las flores celestes disponibles—

La proxeneta mostró una expresión de incredulidad. —Invitado, si desea una flor celestial, eso es cien
liangs por hora—

Lu Cang hizo una estimación aproximada en su cabeza. Por lo tanto, tener dos chicas durante la
noche, sería por lo mucho veinte horas. Era difícil hacer esto una vez; gastar dos mil liangs para dar
una ojeada era razonable.

—Escoge a las dos más hermosas. Yo y mi hermano tendremos una gran noche hoy— Lu Cang,
habiendo hecho sus matemáticas, inmediatamente aparento ser un cliente rico mientras observaba el
rostro de la proxeneta brillando en luz y resplandor.

—Xiao Lan, Xiao Ju, rápidamente vengan y llevan a los dos altos oficiales a una habitación Flor
Celestial— Gritó la proxeneta en la cima de sus pulmones. Al sentir las miradas envidiosas cayendo
en los dos de ellos, uno por uno, Lu Cang finalmente se sintió, por primera vez en los últimos dos
meses, como si toda su mala suerte y la desgracia fueran arrastradas a la vez.
Alegremente siguiendo a Lu Cang en el patio decorado tan extravagante que era intimidante, Cao Xin
estaba tan emocionado que apenas podía hablar.

—Hermano... Hermano, hermano, Hermano mayor, gastando tanto dinero ... esta cantidad de dinero
... ¿está realmente bien? Realmente bien... —

Molesto hasta el punto que no podía soportarlo más, Lu Cang se dio la vuelta y respondió:

— ¡Cállate! Esta cantidad de dinero, ¿qué importa? Sólo espera hasta que regrese a Hangzhou
conseguiremos todo de vuelta de una vez!— Sus ojos brillaban en resplandor dorado, como si pudiera
ver algunos magnates de Jiangnan llorando y gimoteando en agonía bajo su poderosa proeza.

Pero Cao Xin se le quedó mirando, atónito por un momento antes de pronunciar sin rodeos,

—Hermano mayor, por qué es que esta vez que vengo, parece que estás más... más... te has vuelto...
vuelto más bonito que antes—

Ante esto, Lu Cang se sacudió y se detuvo. Cao Xin se asustó inmediatamente y guardo silencio, sólo
lo suficientemente valiente para seguir corriendo detrás de Lu Cang, su cuello se encogió de miedo.
Lu Cang no traicionó ninguna emoción en la superficie, pero un maremoto celeste chocando había
sido provocado por esas palabras. ¿Bonito? ¡Bonito!...

¿Yo? Yo, ¡¿un líder de bandidos?!

Después de haber sido descrito de forma inesperada como tal por un subordinado, el realmente se
sentía como si estuviera al borde de las lágrimas ahora. "Guapo" y "Capaz" eran palabras comunes
de elogios que recibía pero ¿bonito? "bonito" siempre había sido usado para describir a las mujeres...

¡Wah! ¡Sin duda era culpa de ese monstruo! Sólo por eso... después de haber sido sodomizado por
ese monstruo, él era descrito como ¡¿bonito?!

Él dio a Cao Xin un ruedo mental de ojos mientras seguía a las dos pequeñas sirvientas flor mientras
se detenían en una habitación decorada como un palacio de los cielos.

—Por favor entren, huéspedes. Nuestras hermanas sirvientas de flores cuidaran de ustedes dentro—
Después de una inclinación extremadamente cortés, las dos sirvientas de flores volvieron y se fueron.

—La Celestial Yue Wei y Yu Rong están a la espera de su honorable llegada— Dos bellezas como
hadas flotaban altivamente desde la puerta, luego asumieron una postura respetuosa en invitación.
Parecía como si alguien había traído la noticia de los dos invitados hace un tiempo.

Los dos barrieron de nuevo sus ropas, haciendo su mejor esfuerzo para aparecer refinados mientras
seguían a las dos bellezas impresionantes a la sala principal.

¡Wah! Las sirvientas de flores son ya así de hermosas. ¿Quién sabía lo hermosas que eran las flores
celestiales?
Con corazones llenos de emoción, Lu Cang y Cao Xin se sentaron en la sala de invitados adornada
como el palacio real de la imaginación de los plebeyos, volvieron la cabeza hacia la escalera, y
esperaban la llegada de las bellezas.

Las sirvientas de flores trajeron té. Los dos sorbieron un buen número de bocados antes de finalmente
escuchar el sonido de pasos en la escalera.

A la luz, una fragancia brumosa inundo la habitación, las dos bellezas celestiales descendieron,
colgantes de jade tintineando, cintas de vestidos volando, ellas realmente daban la ilusión de doncellas
celestiales que aterrizan en el mundo de lo mundano a sus dos espectadores, que, por un segundo,
olvidaron como respirar con la boca abierta.

—La humilde, Yue Wei...—

—La humilde, Yu Rong...—

—Den sus respetos a los dos jóvenes Maestros— Aun las voces de las dos bellezas 'eran como
oropéndolas que salen de un valle de montaña que sin duda tenían el poder para derretir almas.

—Pónganse de pie, pónganse de pie— Cao Xin ya estaba tan emocionado que se olvidó de guardar
las apariencias, y sólo podía sonreír estúpidamente. —Pequeñas hermanas, rápidamente, siéntense
por aquí, por aquí... Soy Cao Xin. Este es mi Hermano mayor, Lu Cang—

—Tercer hermano— Las cejas de Lu Cang se fruncieron un poco. ¿Quién hablaba con las prostitutas
como un mono impaciente?

Lu Cang tendió la mano hacia la encantadora chica que llevaba púrpura, y le dijo: —Yue Wei, siéntate
aquí—

Yue Wei era como su nombre. Piel blanca como la nieve, ojos suaves como una pluma sobre el agua,
un aire de ternura pura y combinados con la ropa de color violeta que llevaba, era exactamente como
la rosa que florece en silencio bajo la luna. Ella era el tipo que a Lu Cang le gustaba.

Yue Wei sonrió suavemente a Lu Cang, y tímidamente se acercó a sentarse junto a él.

—Yu Rong...— Antes de que Cao Xin pudiera terminar de hablar, Yu Rong ya se había apoyado en
sus brazos.

—Aiya, los dos jóvenes maestros se ven muy poco familiares ¿Es su primera vez?— En comparación
con la personalidad reservada de Yue Wei, Yu Rong era mucho más animada.

Cao Xin, aturdido por sus palabras serviles y cariñosas, comenzó a hablar con voz temblorosa,—
Hermano mayor y yo somos de Hangzhou. Es mi primera vez en la capital—

—Aiya ¡Que molesto!— Yu Rong se acercó más a él, y luego arrojó una mirada coqueta a Lu Cang.
— Tú eres claramente mayor que él, así que ¿por qué llamarlo 'Hermano mayor'? —

—Porque... Porque... porque Hermano mayor, Hermano mayor es Hermano mayor — Cao Xin no
podía pensar en una respuesta en un plazo tan corto, por lo que sólo podía sonreír.

Lu Cang frunció el ceño de nuevo. Siempre le habían gustado las tranquilas, y gentiles Chicas. Chicas
excesivamente combativas como Yu Rong eran, para él, un poco demasiado para tomar. Temeroso
de que si todo progresaba como lo hacía y esto hiciera que Cao Xin pudiera relatar sus orígenes, Lu
Cang tiró de la dulcemente sonriente Yue Wei un poco más en sus brazos y cambió de tema.

—Yue Wei, Yu Rong, señoritas, no sólo nos hagan preguntas, también cuéntennos un poco acerca de
ustedes mismas. Veamos... Yue Wei, ¿cuántos años tienes? —

Yue Wei se sonrojó, luego apoyó la cabeza en el hombro de Lu Cang. —Tendré Dieciocho este año.
La hermana mayor Yu Rong tiene diecinueve ...—

Lu Cang sintió su cuerpo suave presionado al suyo, la dulce fragancia de jade caliente flotando en su
nariz, estaba casi conmovido hasta las lágrimas. Por estos últimos meses, sus experiencias en el
dormitorio habían sido lo peor de lo peor. Parecía que hoy finalmente seria su oportunidad de lavarse
y limpiar toda su vergüenza.

Él tentativamente extendió su mano hacia el pecho ligeramente elevado de Yue Wei. Yue Wei se
estremeció ligeramente bajo su mano, entonces inmediatamente sucumbió en obediencia,
permitiéndole hacer lo que quería.

Yu Rong, que vio todo esto suceder ante sus ojos, comenzó a exclamar: —¡¡Aiya!! ¡Joven Maestro Lu!
Pareces tan fino y capaz. ¿Por qué eres tan pervertido?—

Cao Xin dejo salir un ligero “haha” a un lado, luego respondió por Lu Cang, —Hermano mayor ha
estado en algunos negocios en la capital en los últimos dos meses más o menos. Probablemente no
ha estado alrededor de las mujeres por un tiempo, ¿verdad? —Clavando a Lu Cang con una mirada
interrogante, esperó la palabra de su Hermano mayor de confirmación.

—Sí... No he estado alrededor de las “mujeres” durante bastante tiempo....—

¡Maldita sea! Lu Cang maldijo a sí mismo mientras respondía. ¡Este idiota! Sólo tiene que hablar de lo
que no es necesario mencionar. Claro que sólo he estado alrededor de “hombres” en estos últimos
dos meses, ¡pero me vi obligado!

Lu Cang sintió la boca de su estómago comenzar a doler. La mano que presionó sobre el pecho de
Yue Wei se liberó gradualmente.

—Entonces tendremos realmente que hacer que nuestra pequeña hermana Yue Wei cuide de ti bien
— Yu Rong sonrió delicadamente a un lado, por su parte el intercambió con Yue Wei una mirada de
“esta vez estás condenado”, luego se levantó. —Es Difícil para los dos jóvenes maestros que vengan
con frecuencia. No perdamos una hermosa tarde de primavera. Creo que se está haciendo tarde...—
Una sonrisa floreció en el rostro de Cao Xin. Estaba a punto de pasar una noche de primavera junto
con la belleza de sus sueños. ¿Cómo no estar excitado?

Lu Cang también estaba tremendamente ansioso. Se puso de pie con un brazo alrededor de Yue Wei,
y le sonrió a Yu Rong, —Gracias por la Ayuda—

Justo cuando estaba a punto de preguntarle a Yue Wei qué habitación era de ellos, la puerta se abrió
con un enorme ¡bam!, interrumpiendo su conversación.

La proxeneta estaba en la puerta, mirando tan aterrada como si no supiera qué hacer. Hablaba con
frenesí, —Yue Wei, Yu Rong, ve a decirle al resto de sus hermanas a que bajen y saluden nuestros
invitados de honor...—

Yue Wei y Yu Rong se detuvieron sorprendidas, entonces estaban a punto de apresurarse cuando Lu
Cang tomó sus brazos.

Volviendo a la proxeneta, Lu Cang exigió en rabia, — ¿Qué es esto? Nosotros ya hemos comprado
las dos chicas por hoy. ¿Qué es eso de ‘saludar a los invitados de honor '? —

—Ah... Ah... lo siento mucho, nuestros dos invitados de honor. Las flores celestiales no tomarán ningún
cliente más hoy. Tengo que pedirles que venga la próxima vez. Vamos a ofrecer nuestros servicios de
forma gratuita— La proxeneta sonrió disculpándose con Lu Cang y Cao Xin.

Las cejas de Lu Cang se inclinaron hacia abajo. — ¡Servicios gratuitos mi culo! ¡Sus clientes ya están
aquí y sin embargo les echan sin cuidado! ¿Qué tipo de razonamiento es este? ¡¿Está
menospreciándonos a nosotros?! — Lu Cang extendió su mano hacia la larga espada atada a su
cintura, mostrando plenamente su intención de usar la fuerza si había una palabra de desacuerdo.

La proxeneta frunció el ceño y movió las Siervas de flor escondiéndolas detrás de ella para ir arriba
mientras ella le explicaba a Lu Cang, — Invitado, usted probablemente sea de otra ciudad, ¿no es
así? Nuestra Casa de Tonghua es financiada por el gobierno. Cuando hay invitados de los señoríos
ducales, siempre hemos tenido que limpiar la casa ¡Es una vieja regla! —

—¡¿Qué es eso de vieja regla?! ¡Me gustaría ver qué gran dios se atreve a robar una mujer de mí, Lu
Cang! —La rabia acumulada de Lu Cang había llegado hasta la parte superior de su pecho. ¡¿Cómo
podría su temperamento egoísta tolerar tener que perder prestigio delante de su hermano, incluso al
visitar un burdel? Él desató la espada y la golpeó en la mesa, con una expresión de “yo no abandonaré,
vean si pueden hacer algo al respecto”.

En este momento, las siervas de flor ya habían llamado por todas las flores celestiales de arriba. Los
huéspedes en sus habitaciones con impotencia los siguieron hacia abajo, y fueron despedidos por la
proxeneta de disculpa. Sin embargo, no hubo uno solo que expresara su descontento.

Lu Cang también encontró esto un poco extraño, ¿eran estos hombres realmente tan cobardes O sólo
estaban acostumbrados a este tipo de situación?
La proxeneta, viendo que Lu Cang estaba empeñado en quedarse, también comenzó a mostrar una
expresión desagradable. Ella agitó la mano a los guardias detrás de ella para tirar a Lu Cang fuera.
Pero ¿cómo podrían dos o tres guardias derrotar a Lu Cang? Fueron echados a un lado después de
no mucha pelea.

Lu Cang estaba sentado con una pierna cruzada sobre la otra. Al ver que cada una de las bellezas
celestiales alrededor tenían los ojos fijos en él, un sentido de heroísmo que tenía mucho tiempo intacto
se levantó desde el fondo de su pecho. Con fuerza arrastrando a Yue Wei a sentarse en su pierna, se
sintió exactamente como un hombre realizado esta noche.

—Invitado, usted realmente no puede darse el lujo de ofender a este hombre noble. Por favor, váyase
rápidamente. Será más fácil para nosotros también— Al ver que Lu Cang tenía cierta habilidad, la
proxeneta no tuvo más remedio que recurrir a la súplica.

Lu Cang negó con la cabeza. —Eh, yo simplemente no lo creo. Qué, ¡¿tiene tres cabezas y seis
brazos?!—

—Invitado...— La proxeneta quería hablar más, pero un grito desde atrás la cortó.

—Madre Liu, ¿están las chicas listas?—

Él que hablaba era un hombre de mediana edad con una gran capa de seda de color rojo con una
tropa de seguidores vestidos de manera similar escondidos detrás de él.

Sus ojos recorrieron el pasillo y vieron a Lu Cang y Cao Xin sentados altivamente en el pasillo. Él
frunció el ceño un poco y dijo a la proxeneta, — ¿Cuál es el acuerdo con estos dos?—

—Ah, Hermano Wu, este invitado es un sinvergüenza. Él no saldrá sin importar lo que...—

El hombre que ella llamó hermano Wu frunció el ceño ante esto y, con un gesto de su mano, ordenó
a los hombres detrás de él, — ¡Arrástrenlo hacia fuera!—

Pero, ¿cómo podrían obligar a Lu Cang? Su espada salió de su vaina mientras estaba absorto
rápidamente en una batalla con los guardias. Sables vinieron y fueron espadas, y por un momento,
era difícil decir quién tenía la sartén por el mango.

Así como ellos estaban entrelazados en la lucha, una voz de mando retumbó desde la dirección de la
puerta, —¡¡Alto!!—

Un hombre vestido de blanco entró en la gran sala flanqueado por dos grandes filas de hombres
jóvenes. El guardia vestido como él que estaba a cargo, el que había gritado “¡Alto!”, También se
precipitó después de ese hombre vestido de blanco.

El capitán Wu y las tropas que luchaban guardaron sus armas toda prisa y se retiraron a un lado...

—Respetuoso saludo al joven Maestro Jing— Todos en la sala se hundieron hasta las rodillas. Lu
Cang saltó de miedo con esa palabra, y rápidamente dirigió la vista hacia ese hombre.
Oh, Dios mío...

El momento en que su mirada se encontró con ese par de hermosos ojos familiares, Lu Cang de
repente escuchó un zumbido en su cabeza. La espada en su mano cayó al suelo con un sonido
metálico.

Ese joven con un aura de nobleza a su alrededor... y ¿quién sino la raíz de todas sus desgracias de
estos últimos dos meses? Jing.

Jing también había descubierto a Lu Cang. Una sonrisa retorcida trepó a las comisuras de su boca.
—... ¿Eres realmente tú, hermano Cang?—

Lu Cang sintió un ligero escalofrío través de su cuerpo. Y sin embargo, no podía decir una palabra.
Cao Xin se escabulló desde su lado. —Hermano mayor, ¿lo conoces?—

—S—se podría decir que...— Sintiendo a Jing caminar hacia él, Lu Cang involuntariamente dio un
paso hacia atrás, pero fue bloqueado por la silla detrás de él. Jing le dio un empujón descuidado, y al
igual que él cayó para sentarse.

—Ah, por lo que este invitado es amigo del joven maestro Jing? Aiya, ¿por qué no lo dijo antes...?—
La proxeneta volvió a su profesional y encantadora sonrisa mientras caminaba. —En realidad, cuando
te vi antes, yo estaba segura de que no eras solo un laico, por lo que puse a nuestra Yue Wei a tu
disposición…—

Lu Cang no sabía si reír o llorar ante su cambio radical de actitud, pero bajo el escrutinio
penetrantemente frío de Jing, él era incapaz de decir una sola frase.

Cao Xin nació siendo un idiota natural cuando se trataba de leer la atmósfera, y se mantuvo añadiendo
leña al fuego a un lado. —Hermano mayor, ¿cuándo llegaste a conocer a un personaje tan
emocionante? Preséntamelo rápidamente a mí....—

Maldiciendo en silencio la insensatez de Cao Xin, Lu Cang tartamudeó, —Esto ... esto es un hombre
que conocí en la capital...— De repente se acordó de que no sabía el apellido completo de Jing, por
lo que arrojó una mirada de “rescátame” a Jing.

La sonrisa de Jing seguía siendo tan deslumbrante como siempre. —Mi humilde apellido es Yuan...—

—Joven maestro Yuan, es un gusto conocerlo— Cao Xin dobló a toda prisa sus puños en señal de
saludo formal. Jing asintió y se volvió hacia la proxeneta, — ¿Qué pasa con este hermano mío? ¿Cómo
entró en una pelea con el capitán Wu y los guardias?—

La proxeneta también estaba sudando por el nerviosismo. Ella realmente no podía permitirse el lujo
de ofender a uno de los amigos de Jing. —Fue un malentendido... joven maestro Jing estaba llegando,
así que estábamos limpiando la casa. Este joven maestro se negó rotundamente a salir, por lo que se
enfrentó con el capitán Su ... Realmente no sabía que él era amigo del joven maestro Jing—
— ¿Ah, sí? Así que el hermano Cang está aquí por las prostitutas— Jing no se enfadó, pero sonrió en
su lugar. A los ojos de Lu Cang, esa sonrisa era más aterradora que una cuchilla en la garganta.

—Uhmm... ah... ugh...— Lu Cang realmente no sabía cómo responder, por lo que sólo pudo ganar
algo de tiempo con disparates.

—Hermano mayor, está realmente frio aquí, ¿por qué estás sudando?— Cao Xin hizo otra pregunta
imprudente. Lu Cang no tenía siquiera la energía para maldecirlo.

Ya había sufrido castigos terroríficos más de una vez de Jing. Él, que no tenía miedo del cielo o el
infierno, pero sintió verdadero miedo por primera vez cuando Jing le coaccionó a hacerle una oral.

Jing se rió al escuchar las palabras de Cao Xin, luego volvió la cabeza hacia la línea de sirvientes
detrás.

—El joven Maestro Jing es mi amigo. ¡Todos ustedes esperen afuera!—

Al ver que el capitán Wu y los guardias todos se fueron, él se volvió hacia la proxeneta. —Solo deja a
las doce Flores Celestiales que esperen por nosotros. Usted puede salir y descansar, también—

La proxeneta se fue y el círculo de doce flores Celestiales alrededor formaron una fila y saludaron
juntas — ¡joven maestro Jing, mil bendiciones!—

—¡Levántense!— Jing dio Una ligera sacudida de su mano, luego convenientemente tiró de Yue Wei
en sus brazos. —Señorita Yue Wei, ¿Te pusiste mucho más bonita?—

—El joven maestro Jing está exagerando— Yue Wei era gentil como el agua de otoño mientras se
apoyaba en los brazos de Jing.

Jing luego fingió haber empujado involuntariamente Lu Cang a sentarse en la silla junto a él, y le dijo
al resto de las Flores Celestiales, —Siéntese, bellezas—

Él descuidadamente procedió a apuntar dos chicas. —Ustedes dos tomen en cuidado al amigo del
joven maestro Lu. —

Pegado a dos bellezas y desviado por unas palabras cálidas y delicadas, Cao Xin sintió como si sus
huesos se habían ablandado. ¿Cómo pudo haber notado que Lu Cang, fue agarrado fuertemente por
Jing, quien llevaba un semblante inusual?

Lu Cang, viendo a Yue Wei sonriendo radiantemente como los vientos de la primavera en los brazos
de Jing, saboreó la sensación a la que no podía poner un nombre. Como lo suponía, con su aspecto,
él también era muy popular entre las mujeres...

Así que, ¿Por qué siempre se mete conmigo?

Lu Cang estaba profundamente sepultado en mil, diez mil líneas de pensamiento cuando de pronto
sintió una mano levantar la parte inferior de su túnica y subir hasta su muslo.
Él frunció el ceño con furia a Jing, pero Jing tenía una expresión relajada en su rostro, sosteniendo a
Yue Wei, los dos tomaron su tiempo hablando y riendo. Nadie podía ver los pequeños movimientos
de su mano derecha por debajo de la mesa.

Esa mano ágil salto más allá del borde de su cintura, deslizándose rápidamente a la zona sensible de
Lu Cang. Lu Cang instantáneamente enrojeció mientras apresuradamente intentó agarrar su mano
violentamente en movimiento.

Pero Jing no estaba dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente. Dando la vuelta con una expresión de
tranquilidad serena, parecía muy tranquilo. —Hermano Cang, ¿cómo es que su espíritu esta tan
elevado hoy que te acordaste de visitar la casa Tonghua?—

Lu Cang estaba concentrado en sostener de la mano obscena de Jing, pero él todavía tenía una
incomparablemente fuerte mano. Al ser interrogado de la nada, él no podía dejar de hacer una pausa
para pensar, y justo cuando estaba a punto de hablar, Cao Xin se hizo cargo de él en su lugar. —Es
porque vine a visitar Hermano mayor hoy y quería que me trajera aquí para echar una ojeada —

Al oír esto, Lu Cang entró en pánico. Si Jing dirigía toda su furia sobre Cao Xin, entonces, Lu Cang,
cometería un pecado realmente imperdonable. —No, no, soy yo el que quería venir. No tiene nada
que ver con mi tercer hermano... —se precipitó. Lanzó una mirada agitada hacia Jing, pero era justo
el momento para coincidir con Jing que lo miró de vuelta. Su corazón se congeló inmediatamente. Los
ojos de Jing eran un lago de calma. Era completamente imposible reconocer ninguna vacilación en
sus emociones internas. Pero esta era la expresión que Lu Cang más miedo le tenía.

—Tú y tu tercer hermano son bastante cercanos, ¿eh? Incluso visitan los burdeles juntos. Seguro
sabes cómo disfrutar de la vida, ¿eh?— El tono de Jing era ligero. Lu Cang sintió que los cabellos a
lo largo de su espina dorsal se erizaron.

Por él otro lado, Cao Xin estaba todavía completamente ajeno, y respondió: —Así es, eso es. Mi
Hermano mayor y yo somos los más cercanos. De vuelta en la montaña... ejem, Hangzhou, nosotros
dos siempre íbamos a visitar el burdel de la ciudad juntos —.

Lu Cang maldijo en su cabeza por la incapacidad de Cao Xin leer el ambiente, pero no podía hacer
nada más que ver como el rostro de Jing se oscurecía como nubes de tormenta. De repente, Jing
sacó la mano colocada en los pantalones de Lu Cang y se puso en pie.

—Ya es muy tarde. ¿Cómo podríamos perder una hermosa tarde de primavera? Yu Rong, tú, tú, y
tú... —Escogió al azar cuatro Flores Celestiales. —Ustedes cuiden bien del joven Maestro Cao Xin
esta noche...—

Lu Cang vio claramente cómo Jing le lanzó a Yu Rong una mirada significativa a medida que hablaba,
mientras Yu Rong sonrió y asintió con la cabeza a cambio. Al instante el comprendió que Jing iba a
castigar a Cao Xin. Pero cuando abrió la boca para hablar, ese idiota Cao Xin ya estaba nervioso con
entusiasmo junto a ellas, y comenzó a pronunciar palabras de agradecimiento. —... Ah... ah... yo soy
un hombre sencillo y modesto. No puedo permitirme tantas bellezas... joven maestro Yuan eres
demasiado amable... —
Jing parecía traicionar a su ligera impaciencia, pero se las arregló, — ¿Cómo no voy a tratar bien a un
amigo del hermano Cang? Yu Rong, rápidamente toma al joven maestro Cao Xin a las habitaciones
de primera clase atrás—.

—Sí— Yu Rong se inclinó respetuosamente, luego se acercó a Cao Xin con una sonrisa delicada y
preciosa. —Joven Maestro Cao Xin, el joven maestro Jing tiene buenas intenciones. ¿Cómo puedes
rechazarlo? Ven, sígueme rápidamente para encontrar placer. No se retrase el buen momento del
Joven maestro Jing y el joven maestro Lu Cang —

— ¡¿Qué?!— las mejillas de Lu Cang instantáneamente se hincharon de carmesí brillante. Justo


cuando estaba a punto de levantarse, Jing lo presionó hacia abajo.

—Ah, lo siento, lo siento, me equivoque al hablar. Quise decir joven maestro Jing, joven maestro Lu
Cang, y mis hermanas tendrán un agradable momento —Yu Rong apresuradamente se corrigió, a
pesar de que en secreto se preguntaba por la reacción exagerada de Lu Cang.

Cao Xin finalmente fue arrastrado lejos, sólo Jing, Lu Cang, y el resto de las Flores Celestiales vestidas
como diosas quedaron en el gran salón.

Lu Cang se vio incapaz de soportar este ambiente de tensión. Después de esperar por un largo tiempo
y observar que Jing no tenía ninguna intención de hablar, con cautela y con voz temblorosa se levantó.

—Y—Yo... yo estoy... yéndome primero...—

—¡¡¡Siéntate!!!— Jing estalló amenazadoramente, empujándolo hacia atrás en la silla.

—Cui Juan, ve a limpiar la suite imperial. Estaré durmiendo allí esta noche. Y el resto de ustedes, vaya
con ella. —eligiendo tres, de cuatro niñas, Jing las vio irse arriba obedientemente. Luego, con una
elevación abrupta y poderosa, cogió a Lu Cang quien estaba sentado atónito con un semblante
desprovisto de todo color.

— ¿Qué estás haciendo? ¡No! ¡No! —Gritó Lu Cang. Sus piernas fueron apretadas, así que lo único
que podía hacer era golpear en la espalda de Jing con los puños.

— ¿Quién hubiera pensado que el joven Maestro Jing tenía este tipo de fetiche? — Yue Wei se tapó
la boca por la risa suave que le invadió, permaneciendo detrás de los dos mientras miraba con
curiosidad a Lu Cang sin parar.

Ser humillado a esta medida por Jing en frente de la chica que le gustaba, Lu Cang estaba furioso y
avergonzado al mismo tiempo. En ese momento, sus ojos se centraron en el puñal en la cintura de
Jing. Una bocanada de aire turbio subió directamente a su cabeza; él ya no podía reprimirse, no
importa lo que pasase. Extendió una mano y sacó la daga.

— ¡Joven Maestro Jing, cuidado!— Yue Wei exclamó.


Al oír su grito, Jing rápidamente agarró la mano de Lu Cang. Pero el ataque de Lu Cang fue a la
velocidad del rayo. Aunque Jing logró evitar ser lesionado en sus áreas vitales, la daga aún cortó cerca
de su brazo. La sangre fresca brotó inmediatamente.

—No te me acerques— Lu Cang saltó hacia atrás. Mientras observaba el Jing indignado acercarse
amenazadoramente, el miedo que había estado totalmente ausente antes de repente se disparó. En
el calor del momento, volcó el puñal y lo puso en contra de su propio cuello, la fría desesperación se
filtraba a través de su voz cuando advirtió: —No te acerques más ¡Si vienes, cortaré mi propia yugular!

Se miraron, ojos luchando como si fuera una pelea de gallos. Lu Cang se tambaleó hacia atrás hacia
la puerta, luego dio un salto sobre la viga del techo.

—Me gustaría ver hasta dónde puede correr— Jing, con una mano sobre su brazo izquierdo
sangrando, se apoderó de la espada larga en la mesa y salió volando por la puerta en una persecución
furiosa.

La cabeza de Lu Cang era una hoja en blanco. Sólo sabía que voló y saltó con todo el qi que pudo
reunir, aunque su oreja inequívocamente detectó el sonido de las ropas de Jing Cortando el aire. No
tenía otra opción, y sólo podía correr por su vida.

¿Qué podía hacer cuando sus habilidades eran inferiores? Tras unos metros de persecución, Lu Cang
fue finalmente capturado por Jing. Después de sólo unos pocos movimientos, Lu Cang fue despojado
de su daga, su persona pegada a la tierra, se rindió inamovible.

—Desde que era pequeño, no ha habido nadie con el coraje suficiente para hacerme daño. ¡Tú
realmente tienes unos malditos nervios! —Jing gruñó peligrosamente mientras amasaba las mejillas
de Lu Cang entre sus dedos, apretando los dientes mientras lo hacía.

—Mátame, solo mátame, no me atormentes más...— Lu Cang dejó escapar sus gritos, incapaces de
soportar este tipo de humillación mental.

Jing no le hizo caso. — ¡Sigue soñando! Me has hecho daño, ¿y quieres morir así como así? ¡No hay
nada tan sencillo en este mundo! —

Sintiendo a Jing comenzando a rasgar la ropa en su cuerpo, Lu Cang empezó a gritar


incontrolablemente. —¡¡Detente!! ¡¡Psicópata!! ¡¡Monstruo!! ¡¡Muérete-jódete- que te den!! —

Él utilizó casi toda la blasfemia que sabía, pero no podía detener la locura de Jing. Sólo un instante
antes de que él estuviera desnudo en el suelo de tierra, fue capaz de discernir la luna brillante y la
magnífica extensión de estrellas antes de estar atrapado debajo de a Jing.

Lu Cang continuó gritando maldiciones. Jing cubrió sus muñecas en un apretón de muerte, y,
completamente sin juego previo o lubricación, con fuerza se empujó centímetro a centímetro en el
cuerpo de Lu Cang así como así.
Lu Cang tenía tanto dolor que su alma estaba casi difusa. Al principio, él continuó a maldiciendo
airadamente con voz temblorosa, pero con una penetración continua de Jing, él ni siquiera pudo reunir
un solo sonido más. Solo había jadeos roncos y Crudos en el aire, el sudor goteaba de su frente como
agua.

Jing se permitió ser controlado exclusivamente por la rabia e ignoró totalmente la expresión retorcida
de agonía en Lu Cang. Continuó empujándose con vehemencia, persiguiendo el clímax que había
vuelto aún más atractivo con las emociones intensas.

La parte posterior de Lu Cang se había desgarrado completamente, la sangre continuaba


deslizándose a chorros de sus muslos hacia el suelo. Pero Jing no estaba todavía dispuesto a dejarlo
ir. Una y otra vez él empujó, tratando de penetrar en lo más profundo del cuerpo de Lu Cang que ni
siquiera había tocado antes.

Durante el proceso de esta toma de amor terrible, Lu Cang repetidamente vacilo con desmayarse del
dolor repetidamente para luego ser despertado por pura agonía. Cuando Jing finalmente escaló al
clímax y lanzó su pasión dentro del cuerpo de Lu Cang, Lu Cang estaba ya en un estado
completamente de confusión mental.

—Quiero ver si te atreves a jugar con las mujeres detrás de mi espalda la próxima vez...— Jing arrojó
sus palabras crueles, violentamente tirando de él hacia fuera del cuerpo de Lu Cang.

Sangre carmesí brotó inmediatamente como una cascada. Jing procedió a quitarse la ropa exterior y
con una elevación, cogió a Lu Cang, que yacía inerte en el suelo como montón de barro, cargándolo
en modo de novia.

Mirando a Jing regresar con Lu Cang quien estaba más pálido que un cadáver, el pequeño grupo de
prostitutas con prudencia se alejó.

—Vengan conmigo a la suite imperial— Jing llevaba un aura de asesino, un semblante que estas
mujeres nunca habían visto antes. Todas las chicas llevaban rostros asustados, y pudieron seguir
caminando solo con cuidado a su alrededor.

La suite imperial era la habitación más impresionante y lujosa en la casa Tonghua, sólo estaba
disponible cuando Jing o Zheng venían. Esta habitación sublime ricamente adornada con satén de
brocado y muebles hechos de madera de agar mil años del Mar del Este, con la entrada de Jing y las
ocho bellezas, creció lleno de gente.

—Permanezcan a un lado y esperen por nosotros— Jing señaló la alfombra junto a la cama. Las
chicas, al ver su expresión desagradable, todas tímidamente se arrodillaron en la alfombra alrededor
de la cama.

Jing no se molestó de sus rostros asustados tampoco. Él sólo se preocupó de lanzar a Lu Cang en
sus brazos en el centro de la gran cama.

La ropa exterior que cubría el cuerpo de Lu Cang fue deslizada para revelar los rasguños, marcas de
mordidas, marcas de beso, y contusiones en su cuerpo. Aunque separados por un velo diáfano azul
claro, las pecho y el abdomen cubierto con las marcas profundas del coito todavía hicieron que estas
chicas, que pasaron largos años luchando en el terreno de hacer el amor, aspirar una bocanada de
aire frío.

—Dame tu cinturón— Jing extendió la mano hacia una chica de Rosa. La chica apresuradamente se
quitó el cinturón y se lo entregó. Jing ágilmente ató las manos de Lu Cang detrás de su espalda,
terminando con un nudo muerto.

Lu Cang finalmente abrió los ojos lentamente. Su visión borrosa se reunió con la imagen ennegrecida
de las chicas arrodilladas junto a la cama. A pesar de que ya sospechaba que Jing era capaz de
cometer cualquier monstruosidad, él sin embargo dio un salto asustado por la escena ante sus ojos.

—Tú... tú vas a... delante de ellas...— Lu Cang apenas tuvo fuerzas para hablar, sólo fue capaz de
exprimir la voz en su garganta. Su pelo largo, ya suelto, era una cascada negra caótica esparciéndose
toda en las sábanas de satén rosa, haciendo que su pálido rostro luciera como si contuviera unos
cuantos golpes de erotismo.

—Correcto. Voy a dejar que vean qué clase de miserable eres, y hacerte sentir demasiado miedo
como para ir a ver a otra prostituta por el resto de su vida. —Jing sonrió fríamente, — Y de paso,
también voy a llamar a tu hermano con ellas para ver tu hermoso espectáculo en mi cama —.

—Tú... ¿Te atrev...? si lo haces definitivamente morderé mi lengua en suicidio— con la voz temblorosa
de Lu Cang, las lágrimas que brotaban sin control en sus ojos, todo daba prueba de la seriedad en el
cumplimiento de su juramento si Jing realmente hacía lo que dijo que haría.

Jing frunció los labios y sonrió: él aún no estaba en absoluto cansado de este juguete, por lo que no
planeaba ponerle fin solo así. Él sólo estaba asustando a Lu Cang un poco, y no tenía verdadera
intención de dejar a Cao Xin ver el cuerpo de Lu Cang, algo que él consideraba como su propiedad
privada.

Jing obligó a las piernas de Lu Cang a abrirse hasta alcanzar un ángulo tal que ya no podía dar vuelta.
Esa zona secreta débilmente colgando estaba totalmente expuesta a la luz balanceándose.

Las chicas de rodillas estaban demasiado asustadas para respirar. Nunca habían visto Jing tal horrible
antes. Unas pocas estaban demasiado nerviosas para siquiera levantar la cabeza.

Jing se apoderó del miembro sin espíritu de Lu Cang luego apretó sin previo aviso. Lu Cang
instantáneamente dejó escapar un grito espeluznante. Sólo podía sentir afiladas uñas profundamente
excavando en la parte más suave de su cuerpo, aunque sus sentidos caóticos todavía detectaron la
frialdad aristocrática pronunciada en la voz de Jing, —Tú me perteneces—

De la caja que Cui Juan alzó al lado la cama, Jing sacó una aguja más o menos amplia, y de ese modo
perforó en la estrecha abertura en la punta del miembro Lu Cang.

Lu Cang instantáneamente aulló, su voz era escalofriante, haciendo que aquellos que lo escuchaban
taparán sus oídos. Pero Jing, quien tenía un corazón de acero, todavía empujó la aguja hasta el fondo.
El cuerpo de Lu Cang rodó y forcejeó en la cama sin defensas, obviamente ya dolido a los extremos.
—Tómate tu tiempo para disfrutar. Dejaré que pruebes las consecuencias de enojarme.— Al tiempo
que Jing pellizcó ligeramente el frente penetrado de Lu Cang, una vez más, entró en él coercitivamente
por la parte posterior.

La entrada trasera ya se había desgarrado hasta el punto del entumecimiento, pero en coordinación
con la agonía que destrozó toda su conciencia, la entera persona de Lu Cang tembló violentamente
con cada empuje de Jing. El sudor empapaba las sábanas de satén debajo de su cuerpo y junto con
la humillación de tener espectadores viendo, nunca había anhelado con tanta fuerza la benevolencia
de la muerte en cualquier otro momento de su vida.

Las prostitutas, a pesar de estar ampliamente experimentadas campo, estaban todas atónitas y
petrificadas al punto de desmayarse mientras escuchaban la escena delante de ellas, y ninguna tenía
el coraje de levantar la cabeza para mirar la expresión de Lu Cang, que estaba tan retorcida por el
dolor.

Las siguientes cuatro horas fueron un infierno que el impotente Lu Cang nunca podría borrar de su
memoria por el resto de su vida. Jing utilizó casi todos los juguetes sexuales de la casa Tonghua en
él, torturándolo una y otra vez. A lo largo de todo el proceso, él perdió el conocimiento en innumerables
ocasiones. La cama estaba manchada con su sangre y fluidos corporales, y también lo estaba todo su
cuerpo.

Sin embargo, incluso la más oscura noche tenía su momento de paso.

Cuando Lu Cang despertó poco a poco en esa cama extravagantemente grande, las flores celestes
ya se habían ido. Jing se sentó a su lado, en silencio, mirando hacia él. Lu Cang era incapaz de mover
su cuerpo una sola pulgada; sólo podía mover los músculos de su cara un poco.

Oyó claramente la horrible declaración de Jing en su oreja. Una declaración suficiente para destruir
todo su futuro:

—Quiero que permanezcas en la capital, a mi lado, hasta que me cansé de ti. O de lo contrario voy a
aplanar todo el monte Lu Cang, no dejando tras de sí una sola brizna de hierba—

Una lágrima rodó indefensa por la mejilla de Lu Cang. Su futuro, sin duda, estaba destinado a ser
arruinado en las manos de este hombre.
Capítulo 5
Parte 1:

El viento del verano sopló suavemente. En el estanque de lirios del palacio de Tongan los lirios de
agua verde sin raíces se balanceaban y desplegaban junto con la brisa, llenando todo el palacio con
una misteriosa y sutil fragancia que despertaba y embriagaba el corazón de todos los que vivían en la
ciudad celestial en tierra. También agregaba algunos vestigios de divinidad en las mangas de las
personas que vivían en el pabellón en medio del agua.

En el diván elaboradamente tejido descansaba un hombre vestido de blanco, su pelo negro caía en
cascada en contraste con su piel de jade y sus impresionantes ojos tan del otro mundo eran como
estrellas en el cielo de la noche fría. Él se inclinó por descuido en el diván. A su lado, los asistentes
agitaron cuidadosamente los largos y anchos abanicos para él. Un equilibrio de reposo, de verano sin
preocupaciones. Este hermoso hombre no era otro que el más alto aristócrata del régimen Datong: El
Emperador Jing Zong.

—Zhen Ye— llamó a la asistente de pie detrás de él.

—¿Cuál es su orden, Majestad?—

—Llama al Duque Tongxin.—

Zheng era su hermano gemelo más joven, y era también una mano de hierro reconocido públicamente
en el imperio.

—Sí, su Majestad— La asistente respetuosamente recibió la orden.

Jing se puso de pie también y se acercó al borde del estanque. Tomó el alimento de los peces de las
criadas quienes se lo entregaron, arrojándolo despreocupadamente en el agua. Sus ojos se centraron
en la escuela de peces koi mientras comían, pero sus pensamientos brillaron a algún lugar lejano.

Hace unos meses, Jing engañó e intimidó al rey bandido de una montaña, Lu Cang, con quien había
tenido un encuentro casual, para venir a Tongan.

En los últimos meses se había acostado continuamente con Lu Cang para poder satisfacer su deseo
cruel y sádico de hacer el amor, del que no quería que los demás supieran. Pero después de la última
vez en la que él brutalmente torturó Lu Cang en la casa Tonghua, cada vez que Jing se dirigía a la
casa cercana al puente del rio Han, Lu Cang siempre gritaba en voz alta y lanzaba rabietas, utilizando
la muerte como una amenaza para no permitir lo tocara sin importa qué.

Jing había intentado tomar por la fuerza a Lu Cang, pero el cuerpo de Lu Cang había resultado herido
muy gravemente de la última vez y combinado con su resistencia mental, era imposible entrar en él
sin problemas. Incluso si había una posibilidad de éxito si Jing utilizaba toda su fuerza, temía que, al
mismo tiempo, Lu Cang perdería su vida también. Jing no estaba dispuesto a tener su amado juguete
destruido de este modo, por lo que solo podía soportar la fuerza de su deseo insatisfecho durante los
últimos diez días.

Él también había intentado secuestrar a otros luchadores y llevarlos a su cama, pero esos hombres
habían estirado la pata luego de haber jugado con ellos solo un poco o se habían quedado tan sueltos
y relajados que él no podía interesarse. En cualquier caso, siempre había algo que no era de su
agrado, lo que le hacía extrañar a ese amante de su reputación aun así físicamente despierto bandido
de la montaña Lu Cang aún más.

Esta vez, su llamado a Zheng también se debía a una idea que pensó para regresar la mesa a su lugar
del todo, y para aliviar su desasosiego indescriptible.

—Su majestad, su alteza el Duque Tongxin está aquí.— Tras el informe respetuoso de su asistente,
Zheng se subió a los ladrillos de oro del pabellón.

—Hermano mayor—. Zheng dio el debido saludo respetable y observó el movimiento de la mano de
Jing a distancia dirigida a sus asistentes, cuando estuvieron solos, Zheng saltó tirándose directamente
a los brazos de su hermano.

Los dos hermanos siempre habían sido cercanos. Zheng incluso albergaba sentimientos más allá de
amor fraternal hacia Jing, pero eso era algo que dos hermanos nunca discutían. En cambio, los dos
mantenían su relación íntima como hermanos.

—Bien, bien, Zheng, levántate rápidamente, tengo algo serio que debemos discutir.— Jing dio unas
palmaditas al hermano que estaba a la misma altura que él, recordándole no sobrepasar sus límites.

Zheng dejó el abrazo de su hermano de muy mala gana y fue a sentarse en el diván junto a él.

—¿Cuál es tu orden, Hermano mayor?—

Aunque Zheng tomaba cada oportunidad para ser excesivamente cariñoso con su hermano, siempre
manejó su trabajo de forma limpia y elegante, aquello le hizo ganar la confianza de Jing.

—Te necesito para planificar y preparar una asamblea de héroes tan pronto como sea posible—.

Las cejas de Zheng se juntaron en un ceño fruncido.

—¿Asamblea de Héroes?—

La Dinastía Datong siempre había favorecido el cultivo de la educación literaria sobre las habilidades
de combate físico o militar. La celebración de una Asamblea de Héroes por parte del imperio era
absolutamente inaudita.

—Así es. Te necesito para reunir a los héroes del mundo para mí, y escoger un líder mundial de artes
marciales aquí en Tongan—
Zheng se quedó un poco perplejo. Siempre había reconocido la capacidad superior de Jing con la
lógica y el razonamiento: no había forma de Jing decidiera sobre algo sin un objetivo en mente. Pero
a decir verdad, no podía imaginar siquiera la mitad de la intención de esta Asamblea de los Héroes.

—De todos modos, sólo hazlo. Haz que el dinero del premio sea un poco más alto... ah, un millón de
liangs estaría bien—

—Hermano mayor, el salario anual del primer ministro es solamente de diez mil liangs— Zheng le
recordó la enormidad de ese número.

Jing agitó la mano con cierta impaciencia.

—Sólo haz un buen trabajo con ello. Te daré órdenes específicas cuando llegue el momento—

Cuando terminó de hablar, Jing se dio la vuelta, lo que indicaba su falta de voluntad para hablar más
sobre el tema. Aunque Zheng tenía el estómago lleno de sospechas, sólo podía decir sus adioses y
dejar el palacio interior.

Observando la silueta de la espalda de su hermano desaparecer en el camino de flores, Jing levantó


la voz y ordenó a las criadas para que volvieran a la sala.

—Venid, ayudadme a cambiar—

En lugar de un casual traje fino bordado y detallado como los que acostumbraba a usar en palacio,
Jing se puso una simple bata de seda azul claro.

Después de despedir a los asistentes, atrajo su qi y se subió a las hojas de nenúfar en el agua. Sólo
un pequeño movimiento y procedió a levantarse a sí mismo de nuevo. Después de unos pasos, se
había ido, desapareciendo fuera de las altas paredes del palacio.

[…]

Un mes de lluvia sin parar ya había pasado. El tiempo de hoy finalmente había tenido unas pequeñas
muescas de sol.

Lu Cang sintió como si el dolor de su cuerpo hubiera disminuido un poco así que se levantó de la cama
de la que no se había separado por un largo período de tiempo y poco a poco salió al patio.

Ya habían sido un par de meses desde que llegó a Tongan de Hangzhou. En estos pocos meses, sus
experiencias sólo podían ser descritas como "Demasiado insoportables como para mirar hacia atrás."
Tener su cuerpo como el juguete de un hombre era humillante. Hace unos diez días, fue sorprendido
in fraganti visitando un burdel, y como resultado, pasó un total de doce horas bajo Jing mientras Jing
lo atormentaban con diferentes tipos de herramientas sexuales horribles.

Después de que se habían cumplido los deseos monstruosos de Jing, Lu Cang fue dejado incapaz de
mover un dedo, sin embargo, aquel hombre que merecía la muerte más cruel continuó atacándolo
fuertemente en el ámbito mental. Él quería que se quedara a su lado — ¡Cielos! Lu Cang realmente
comenzó a dudar si viviría o no para ver la primavera del próximo año. Pero...

Él todavía tenía un poco de persistente temor al pensar que el perro real, fuqi, que robó última vez
para probar la droga, dos semanas después de haber recibido la píldora verde, repentinamente entró
en una locura incontrolable, rompiendo en ladridos y al final se apuñaló a sí mismo a través del
estómago con la parte trasera de un filoso y fuerte palo de bambú y murió de una forma trágica y
grotesca. Parecía que ese monstruoso hombre, no estaba completamente mintiéndole después de
todo.

Contando el tiempo, los dos no habían tenido contacto físico durante unos diez días. Lu Cang utilizaba
su propia muerte como una amenaza y Jing parecía retirarse un poco con ello. Pero en dos días sería
el decimoquinto. Lu Cang tenía realmente un poco de miedo de tener un final igualmente trágico al
que el perro real tuvo.

Ah, toda esta melancolía era como siete pies de pelo negro, no podía ser resuelta sin importar qué.
Mientras tanto, el pequeño patio le daba una hermosa imagen, por lo que el estado de ánimo de Lu
Cang estaba poco mejor.

Al recordar que no había practicado el kung-fu durante mucho tiempo, decidió derribar esos asuntos
que agitaban su corazón por el momento y ejercitar sus huesos un poco en su lugar.

Así que... Cuando Jing entró en este patio lateral aislado, vio una escena delante de él: la mano de Lu
Cang dirigía una larga espada, girando hacia atrás y adelante a través de las rocas labradas y hojas
verdes, la escisión, la elevación, el corte, su postura eran como un elegante baile.

El manejo de la espada de Lu Cang pertenecía a la familia de "luz y destreza," y era particular acerca
de la coordinación entre el posicionamiento corporal y los movimientos de la espada. Aun para el
estudiante del mayor artista marcial del mundo, Jing, sus movimientos parecían un poco
innecesariamente fantasiosos, Lu Cang obviamente ya había alcanzado un alto nivel de habilidad
tolerablemente más que suficiente aun para el peleador que era.

Lu Cang evidentemente notó a Jing entrando por la esquina de su ojo. Él de repente sacó su espada
y en un giro rápido y ágil como el rayo, apunto sin dudas en dirección a Jing.

—¿Tú me odias tanto?— Jing sonrió, saltando con gracia, fácilmente esquivó el ataque de Lu Cang.

Sin embargo, Lu Cang no estaba dispuesto a renunciar por el momento. Después de un golpe vacío,
levantó su espada de nuevo, haciendo un cambio de sentido cuando atacó por segunda vez.

Esta vez, Jing no lo esquivo o salto lejos. Se giró rápidamente y hábilmente, perforó a través de las
sombras de del baile de la espada. Lu Cang solamente captó un borrón ante sus ojos, y no sabía
exactamente cuando su espada fue robada de su mano.

Lu Cang dejó escapar un largo suspiro, sus pasos frenaron hasta detenerse. Vio Jing de pie a tres
pasos de él, con la espada larga en la mano y una sonrisa plena en su dirección.
—Mis habilidades son inferiores, ¿qué más puedo decir...?— Él bajó la cabeza en derrota y se dio la
vuelta con la intención de regresar a la casa.

Pero la figura de Jing apareció repentinamente, bloqueando su camino.

—Aquí.— Jing levantó la espada larga. Viendo que Lu Cang estaba renuente a tomarla, colocó la
espada en su mano. Entonces, convenientemente aprovechado la situación, coloco su mano en la
espada también, cubriendo la mano de Lu Cang.

El rostro de Lu Cang puso rojo en una fracción de segundo y rápidamente trató de alejar la mano de
Jing. Hizo unos cuantos intentos, pero Jing agarró su mano fuertemente y no lo soltaba.

—Deja que te enseñe algunos movimientos,— Jing se inclinó para susurrarle al oído, observando
como el lóbulo de la oreja de Lu Cang abruptamente se sonrojó, por lo que extendió su lengua y lamió.

El rostro de Lu Cang se enrojeció aún más. Jing estaba de pie justo detrás de él, con una mano
sosteniendo su propia mano y la otra apoyada suavemente en su cintura, abarcando toda su persona
tal y como estaban. La posición de la dos era excesivamente ambigua, por lo que Lu Cang olvidó
temporalmente oponer resistencia y se quedó allí en silencio.

La mano que se aferró a él de repente se fortaleció, y tres pies de hojas se dispersaron rápidamente
hacia el exterior.

Jing guiaba los movimientos de la espada mientras recitaba los versos de forma en su oído, —...la
guardia y vitalidad directa, el qi se mueve sin límites, la espada gira de tres veces lejos de cielos
verticales, viajar en el viento y la dispersión de las nubes hasta los nueve cielos...—

Sin previo aviso, la espada cambió de dirección. Jing se levantó de la tierra a la velocidad de la luz,
las mangas de su traje girando con aceleración al volar. Lu Cang fue atraído hacia él, obligándose a
saltar ya que no tenía más opciones. Este salto fue de un total de treinta metros del suelo, y justo
cuando Lu Cang sentía su fuerza menguante mientras comenzaba a deslizarse hacia abajo, Jing le
dio un poderoso tirón. La caída se detuvo abruptamente, entonces los giros comenzaron de nuevo.

El segundo preciso antes del gasto del impulso, Jing guio la espada en la mano de Lu Cang, y con
ambos condujo la espada, hubo un lagrimeo inquebrantablemente del aire y la hoja de la espada
atravesó casi un metro directamente en el gran tronco del árbol.

Con una bofetada a la mano que sostenía la espada, Jing a propósito le hizo soltar la espada a Lu
Cang, luego tomó su mano y saltó directamente a la copa del gigante árbol. Desequilibrado por una
fracción de segundo, Lu Cang se tambaleó un lado y cayó involuntariamente a los brazos de Jing.

Justo cuando recobró su postura vertical, Jing lo presionó hacia abajo. —Descansa un poco antes de
hablar.—

Lu Cang estaba bastante agotado, por lo que no se opuso obstinadamente a esas palabras, y en su
lugar, guardo silencio y se inclinó sobre su pierna, suavemente jadeando. Sólo de esa manera.
—¿Por qué enseñarme kung-fu?— Después de que su respiración se estabilizó, Lu Cang comenzó
lentamente. Su kung-fu no puede haber alcanzado el mismo nivel que el de Jing, pero sin embargo,
sabía aun con su poco conocimiento sobre ello, que estos pocos versos de forma podrían considerarse
secretos silenciosos de las artes marciales.

—Me temo que puedas ser acosado por otros hombres, por supuesto—Jing respondió sonriendo.

—¡Tch! Además de ti, ¿Quién que me querría acosar?— Lu Cang espetó, luego descubrió demasiado
tarde que esa frase no salió como él pretendía. Justo cuando estaba a punto de retraerse de sus
palabras, Jing rompió en un ataque de risa al lado de él.

—Parece que tu cuerpo ha sanado bastante, si puedes soportar mi acoso entonces no voy a
detenerme.— Levantando a Lu Cang, Jing saltó del gran árbol y luego saltó hacia el dormitorio.

—¡¡No!! ¡¡No!!— Lu Cang luchaba por su vida. Sus lesiones corporales habían conseguido mejorar un
poco en comparación con un par de días anteriores, pero todavía no era posible para que él ser tomado
por Jing, cuya resistencia superaba a la media de ser humano.

Jing lo colocó sobre las sabanas de brocado azul, y luego arrojó todo su peso sobre él.

—Tan pesado...— Lu Cang gimió, pero Jing lo ignoró por completo.

Tal vez tenía que ver con el hecho de que había estado reprimiendo sus deseos durante mucho
tiempo. Era evidente que estaba más precipitado de lo habitual.

Sin cuidado alguno desgarrando la ropa de Lu Cang, la mano de Jing se introdujo en los pantalones
de Lu Cang con avidez incontenible. Encontrando lo suave que buscaba y le dio un apretón duro.

—Ah— Lu Cang gritó involuntariamente, —Duele...—

—¿Las lesiones de la última vez todavía duelen?— Había un rastro delgado de culpa que era difícil
de detectar en el tono de Jing. Recordó la escena desde la última vez en la casa Tonghua, la imagen
de sí mismo empujándose con rabia incontrolable en Lu Cang y como Lu Cang gritaba.

Lu Cang lo miró con extrañeza. El Jing en su memoria era un demonio del deseo en la piel de una
belleza asombrosa, pero hoy ¿estaba empezando a preocuparse por él...?

Seguramente, ¿no podría ser que todavía había algo que quería obtener de él?

Pero el instinto actuaba antes de la racionalidad.

—Está bien, supongo...— En el momento en que las palabras salieron de su boca, Lu Cang tuvo la
idea de querer morder su propia lengua. ¿No era este el incentivo de la brutalidad de Jing hacia sí
mismo?
Así como él esperaba, con una sonrisa en flor en la esquina de sus labios, Jing rápidamente se
transformó en un ciclón enloquecido.

Desgarrando la ropa restante en el cuerpo de Lu Cang, los labios de Jing volaron a través de su cuello,
pecho, estómago, recto hacia la región vital de Lu Cang.

—¡Cielos!— Lu Cang de inmediato entró en frenesí. Trató de forzar la cabeza de Jing, pero Jing
resueltamente succionaba su pelvis como una sanguijuela, su lengua lamiendo ágilmente en
remolinos de energía. Lu Cang era completamente incapaz de controlarse a sí mismo al sentir todo su
torrente sanguíneo reunirse en ese solo lugar.

Jing una vez lo había obligado a darle una oral, pero el contacto de Jing con él se había limitado a la
penetración maliciosa de su cuerpo. Los llamados juegos previos habían estado al roce más grosero
de su parte inferior hasta que ya no podía soportarlo y terminaba eyaculando. Jing nunca había llegado
tan lejos antes.

—¡Estás loco!— Lu Cang impotente trató de controlarse a sí mismo.

La excelente habilidad y práctica de Jing hizo embrague en Lu Cang en la cama casi increíblemente,
y sin embargo, cuando Jing momentáneamente levantó la cabeza, los colores lascivos que fluían y
giraban en ese par de ojos perfectos hicieron a Lu Cang incapaz de controlar su propio cuerpo.

—Rápido... déjame ir rápidamente...— Como no podía defenderse de la fuerza de Jing, Lu Cang sólo
podía elegir resistir con el uso de palabras. Pero su voz era poco cooperativa, temblando ligeramente
mientras toda su persuasión se perdía con el sudor que cubría su cuerpo y el gradual endurecimiento
mitad inferior.

La mano de Jing se deslizó hasta la cintura de Lu Cang, acariciando un lado a otro de la piel que se
había vuelto suave y resbaladiza por el sudor, luego trazó el contorno de su cintura hasta las dos
colinas en relieve en su espalda. Las manos de Jing constantemente cerradas hacia el centro, trataron
de abrir esa larga y estrecha grieta.

—Hngh...— Sintiendo los dedos de Jing íntimamente acariciando su apretada entrada, Lu Cang fue
casi incapaz de dejar escapar un sonido —Tú... si no lo dejas ahora... estoy a punto de perder el
control…— reunió casi toda la fuerza de su cuerpo para advertir a Jing. Lu Cang tenía una sensación
aguda de impotencia frente a la oleada de calor que se fue reuniendo en la pequeña abertura entre
sus piernas.

Jing ni siquiera miró hacia arriba. En cambio, le dio al prepucio de Lu Cang una repentina y violenta
mordedura. Instantáneamente el semen caliente brotó sin control, lo lamentable era que la mayor parte
de se derramó en la noble boca de su majestad el emperador Jing Zong.

Aunque el que había provocado todo era Jing, él, sin embargo, tenía una expresión de incredulidad,
se mantuvo atónito allí mismo. Los fluidos de Lu Cang goteaban continuamente desde la comisura de
los labios, convirtiendo su imagen en una extraña duda de no saber si debía o no cerrar la boca.
El aire se congeló en ese momento. Lu Cang miró a Jing con ligero miedo. Él tenía realmente miedo
de los métodos horripilantes que Jing inventaría para atormentarlo en un ataque de ira espontánea.

Sin embargo, después del shock inicial de Jing, él dirigió una sonrisa suave en su lugar —la
intensamente brillante sonrisa floreció en un instante fugaz como una flor de cereus, profundamente
atrayendo la mirada de Lu Cang hacia sí mismo.

—Voy a dejar que le des una probada, también...— Jing aprovechó el intervalo en el que la mente de
Lu Cang flotaba lejos debido a su sonrisa, ferozmente bloqueando sus labios. El líquido espeso y
viscoso paso por entre sus labios y dientes, pero el sabor amargo se diluyó por la atmósfera tierna
como los dos compartieron aquel beso en una rara mansedumbre. En su entrelazamiento, Lu Cang
bebió todo el líquido de la boca de Jing.

—Sabe diferente de la mía, ¿no?— Jing agregó, sin olvidarse de ser travieso mientras veía esa cara
no tan pálida, hinchada en rojo.

Luego llevó suavemente su mano por debajo de Lu Cang, queriendo darle la vuelta.
Lu Cang frenéticamente bloqueo con su mano, pero abusó de su fuerza, toda su persona cayó de los
brazos de Jing sobre la cama.

—No... ese lugar... la lesión no ha sanado aún— Lu Cang ni siquiera tuvo tiempo para notar el dolor
en su espalda mientras tímidamente se defendió contra las evidentes intenciones de Jing.

Después de haber sido severamente abusado por Jing la última vez, su entrada trasera parecía no
mostrar ningún signo de curación. Cada vez que tenía que ir, tenía que trabajar hasta un 102% del
valor para superar la agonía del dolor de la rasgadura. ¿Cómo podría soportar la invasión de la media
de Jing?

Las cejas de Jing se fruncieron. —Entonces, ¿qué quieres que haga? —preguntó, Señalando a su
emocionada mitad inferior descaradamente.

—Eso... eso no es mi problema. Es tu culpa por ser tan cruel la última vez— Lu Cang puso todo su
esfuerzo en mantener su vergüenza en jaque, pero al mismo tiempo no se atrevió a ofender demasiado
a este gran rey demonio.

Jing frunció el ceño, a punto de bullir un ataque de ira ante los ojos de Lu Cang. Lu Cang de inmediato
entró en pánico: entendía profundamente el horror de la furia de Jing. Pero, no era tan simple como
soportar el dolor en su culo.

Rápidamente se echó hacia Jing.

—¡No! ¡No! Voy a usar mi boca... utilizaré mi boca...— Su voz tembló. Estaba realmente muy asustado
de los métodos despiadados de Jing.

Jing mostró una vez más la sonrisa que podría seducir a miles, y luego se inclinó hacia atrás,
apoyándose con sus manos, su encantadora figura haciendo alarde de su elegante silueta.
—Tú mismo lo dijiste. No te arrepientas.—

Él levantó una mano y señaló licenciosamente a su mitad inferior, haciendo señas Lu Cang para que
comenzara a cumplir su acuerdo.

El rostro rojo carmesí de Lu Cang, sus ojos fijos en el lugar que parecía alarmante no importa cómo lo
mirara, era claramente algo que él mismo había dicho, pero Jing le hizo sentir tan avergonzado que
quería correr contra pared y morir.

—Hey, vas a o...— Jing estaba un poco impaciente con la espera, dejando en el aire el hecho de que
lo haría por sí mismo si él no lo hacía.

Lu Cang apretó los dientes, se inclinó, y prácticamente se acercó a ese lugar con los ojos cerrados
con fuerza.

—Oi, ¿dónde estás inclinando?— Jing apretó su cabeza y con un tirón, pasó rápidamente su erección
hasta el borde de la boca de Lu Cang.

—Abre tu boca— ordenó a Lu Cang.

Lu Cang, con una mentalidad de renunciar a sí mismo, abrió la boca como se le dijo.
De pronto, una cosa enorme entró en su boca, llenando su totalidad casi al instante, lo que lo hacía
incapaz de respirar.

—Uf...— Casi se rompió de la incomodidad, sus manos agarrón los muslos de Jing sin poder hacer
nada. Pero Jing tenía la parte posterior de su cabeza sostenida con fuerza para que no pudiera escupir
con éxito esa cosa de su boca sin importa qué.

—Cierra la boca, no dejes ningún espacio, succiona bien, traga lentamente...— Jing lo dirigió,
intentando llegar más profundo en la boca de Lu Cang por sí mismo.

—Ugh…— Jing penetró a la apertura de su garganta e hizo a Lu Cang emitir sonidos vomitivos, pero
Jing continuó empujando aún más profundo sin una pizca de compasión.

Su miembro ya había penetrado a través de la profundidad del esófago de Lu Cang. En virtud de la


seducción de la suavidad y calidez húmeda de aquella boca, su miembro se hinchó más todavía,
llenando toda la garganta de Lu Cang.

—Ahora lame con tu lengua... está bien girar suavemente tu lengua, no uses los dientes...—

Todo el rostro de Lu Cang se hinchó en carmesí ya que sólo era capaz de respirar por la nariz. Al
mismo tiempo, hizo todo lo posible para mover su lengua como Jing le dijo y conquistar el enorme
tamaño de Jing, al que era totalmente incapaz de acostumbrarse. Podía prácticamente solo jadear
secamente con Jing en su boca.

—¡Qué estúpido niño!— Jing dio un golpe a su cabeza sin poder hacer nada. —¡Olvídalo, deja que te
ayude en su lugar!—
A Lu Cang le resultaba difícil soportar la aflicción en su corazón. Aunque no era la primera vez que le
hacía una felación a Jing, la última vez estaba completamente fuera de coerción, pero esta vez había
una fracción de su propia acción voluntaria. Cuanto más pensaba en ello, más trágico se veía, incapaz
de contenerse, lágrimas de humillación finalmente cayeron, aterrizando en el área privada de Jing,
con la extraña posición que se encontraban.

Jing se excitó aún más. Agarró la parte posterior de la cabeza de Lu Cang y la giró lentamente,
experimentando plenamente la cálida y suave humedad.

—¡Tan bueno!— Finalmente, él no pudo evitar soltar un gemido. El miembro dentro de la boca de Lu
Cang comenzó a bailar de forma esporádica, emitiendo una cantidad indescriptible de calor, previendo
la explosión inminente.

—Hngh... hngh...— Lu Cang agitó las manos en miedo, tratando de empujarse a sí mismo de
inmediato, pero Jing lo sujetaba con fuerza, impidiéndole moverse una sola pulgada.

—¡Ah...!— Jing dejó escapar un grito de excitación. La punta de su pene segregaba fluidos
transparentes, que goteaban en la profundidad de la garganta de Lu Cang como un hilillo de agua.

—Déjame... me... voy...— Lu Cang apretó su voz desde el fondo de su garganta con gran dificultad.
Pero, por desgracia, él eligió un mal momento para hacerlo—

Los fluidos calientes de Jing explotaron en ese mismo segundo. Más de la mitad terminó en la tráquea
de Lu Cang que había intentado hablar.

—Cough, cough… cough—

Al ver a Lu Cang casi desmayarse por la pérdida de aire, Jing rápidamente se salió de su boca. Jing
vio como Lu Cang se agachó en la cama, tosiendo y escupiendo, colocando una expresión de miseria
y angustia.

Jing, quien poco a poco recuperó sus sentidos, ligeramente palmeó y le acarició la espalda de Lu
Cang, un poco culpable de lastimarlo de nuevo en su estado de emoción extrema.

—Tú... tú...— Lu Cang dejó de toser después de un largo tiempo, pero no podía parar de sufrir la
miseria absoluta que surgió a partir de su corazón. Finalmente se perdió a sí mismo en un quejido y
empezó a llorar. —Tú... ¿por qué cada vez... cada vez me reduzco a este lamentable estado antes
de dejar de... qué clase de deuda tengo contigo?— Gritó y gritó exigiéndole una respuesta a Jing,
realmente no podía ayudar a sus emociones desgarradoras—

Jing lo miró sin decir palabra. Sin previo aviso, él se acercó y tiró de Lu Cang en un abrazo.

—¿Es realmente imposible quedarte conmigo? Podría darte riqueza sin igual e incluso complacerte
sin igual en la cama. ¿Hay algo más con lo que no estás satisfecho? ¿Hm?— Esto era lo más cercano
a una promesa amable y gentil que Jing podía hacer.
—¡No quiero! ¡No quiero!— Lu Cang luchó histéricamente — ¡Sin la riqueza de la libertad, preferiría
morir!—

—¡Entonces, está bien! Te daré tu amada libertad—, dijo Jing solemnemente.

Lu Cang dejó de luchar de inmediato y se quedó en silencio a Jing.

—Siempre y cuando participes en la próxima Asamblea de los Héroes y logres conseguir ubicarte
entre los primeros 100 concursantes, te voy a dar tu libertad y el antídoto para la noche de Azura—

Lu Cang sintió como si esto se tratara de un sueño. Al menos ésta era una oportunidad, casi la única
oportunidad que tenía de escapar de este hombre terrible, y aunque su kung—fu no podía
considerarse el mejor o segundo mejor de las artes marciales, no debería haber ningún problema en
entrar en un lugar de un centenar.

—¡Muy bien! Estoy de acuerdo con tus términos. —Lu Cang trabajó en toda su valentía y asintió.

—Pero si no lo haces...— Jing sonrió fríamente, para hacerlo entender que tendría que sufrir las
consecuencias.

—Me atendré a tu castigo,— Lu Cang dijo estas aterradoras palabras con firmeza, quedándose sin
caminos para volver hacia atrás.

—Entonces es un trato.— El rostro de Jing fue uno que Lu Cang nunca había visto antes. Tenía un
tipo de aire indescriptiblemente aristocrático, por lo que él no podía dudar de su promesa. Dejándose
llevar por su actitud imponente Lu Cang sólo pudo asentir en silencio.
Capítulo 5
Parte 2:

Dinastía Datong, Emperador Jing Zong, año quinto, 10 de septiembre.

Hoy, en el centro de la capital imperial Tongan cerca de la Puerta de Yong, el espectáculo en la arena
Qing Wu era bastante animado y bullicioso. La arena Qing Wu fue construida para la selección de
talentos por parte del imperio. Aunque había un "wu*" en su nombre, en realidad era el lugar destinado
para la celebración de los exámenes literarios por parte de la dinastía para sus estudiantes
académicos. Era la primera vez que la arena era seleccionada para llevar a cabo una Asamblea de
los Héroes, en realidad era la primera vez que su uso iba acorde a su nombre.

El mundo se encontraba actualmente en paz y la gente era próspera y se encontraba bien alimentada.
Los héroes de artes marciales estaban, desde entonces, preocupados por el hecho de que no había
ningún lugar para ejercer sus artes marciales. Así, desde que el gobierno imperial sostenía esta
Asamblea de los Héroes y el dinero del premio era la impactante cifra de un millón de liangs, había
naturalmente un séquito de participantes, se encontraban casi todos aquellos renombrados u auto—
aclamados maestros con un reconocido prestigio en toda la nación, junto a los campesinos que habían
escuchado la noticia y venían a ver el espectáculo, la arena Qing wu estaba repleta con alrededor de
diez mil personas, lleno hasta el punto de la asfixia.

—En mi opinión... los monjes Shaolin han sido conocidos por su kung-fu desde tiempos inmemoriales.
¡Esta vez el vencedor sin duda será un monje Shaolin! —Un hombre con una túnica de seda gris que
semejante a un mercader discutía con la gente junto a él.

—Eso es incierto. Hay tantos reclusos sin nombre** en la nación. ¿Quién sabe podría asegurar quien
ganaría?—, Alguien interrumpió desde su lado, de inmediato comenzó todo un debate en torno a
ellos, éste dijo que el largo reinado de la secta Chang Qing en Jiangu tenía que tener sus razones, y
uno más dijo que los ermitaños extraños no debían ser subestimados, una palabra de éste y una
palabra de otro, al instante se hizo una olla de potaje en torno a la situación.

Lu Cang se mezcló en el mar de gente. Debido a que había demasiados competidores, era imposible
celebrar la primera ronda con todos juntos al mismo tiempo. Lu Cang, que había sido programado para
la tarde, pensó que era mejor explorar alrededor en la mañana debido al peso de lo que estaba en
juego.

Sólo cuando encontró un buen lugar entre la multitud para poder ver, escuchó el boom colosal de tres
cañones. El Oficial de Protocolo anunció en voz alta el inicio oficial de la Asamblea de los Héroes.
Instantáneamente, desde la puerta principal se escuchó música ceremoniosa. Un grupo de mujeres
muy bien vestidas fluía en dos filas, escoltando a un hombre vestido con lujosa ropa sobre una
alfombra extravagante, tejida como estrellas que adoraban la luna.
La figura de ese hombre era delgada y larga, sus pasos elegantes y sin restricciones, capa tras capa
de elaboradamente bordada ropa, aleteando con las ráfagas de viento, asemejando a un dios que se
deslizaba de los cielos. Por desgracia, sobre de su corona real colgaba una densa capa de velo de
cuentas, lo que hacía imposible observar claramente sus rasgos faciales. Esto de alguna manera dio
Lu Cang una sensación extraña de ansiedad.

Así como Lu Cang reflexionó sobre la sensación de desconcierto en la boca de su estómago, oyó que
alguien hizo una declaración atronadora desde lo alto de la puerta — ¡Su Majestad ha llegado!— La
multitud empezó a arrodillarse como el agua, como una ola que pasa desde adelante hacia atrás, fila
tras fila. Todo el mundo gritó al unísono: — ¡Viva nuestro emperador!—, las voces en perfecta
sincronización.

Lu Cang miró como todos los campesinos a su alrededor se pusieron de rodillas hasta el suelo,
haciendo de él el único que quedaba en pie, atrayendo excepcionalmente las miradas. Después de
reconsiderar la cuestión de un par de veces, sólo podía elegir a rebajarse y agachar la cabeza como
todos los demás. Sin embargo, él no eligió a arrodillarse hasta el suelo, por el contrario, solo apoyo
una de sus rodillas en la tierra. Como un rey bandido de montaña que estaba en contra del gobierno,
Lu Cang despreciaba doblegarse ante el emperador.

Así que este es el emperador ante el que todo el mundo se inclina, Lu Cang pensó para sí mismo.
Juzgando por su figura, el emperador no parcia muy viejo; Lu Cang estaba un poco decepcionado ya
que el emperador no era el hombre viejo y molesto de su imaginación.

Después de tres exclamaciones de “¡viva!", un tranquilo y varonil tono resonó en sus oídos —
¡Levántense!—

Su voz no era fuerte, pero era tan clara como si estuviera hablando al oído de cada individuo. Lu Cang
no podía dejar de sorprenderse en secreto: este hombre definitivamente no era un desconocedor de
las artes marciales. Este tipo de técnica de radiación de voz requería un qi potente, algo que era,
quizás, muy difícil, incluso para Lu Cang.

Antes de que pudiera reflexionar más sobre el tema, el oficial en la puerta una vez más se hizo
presente y declaró el inicio oficial de la Asamblea de los Héroes. El primer grupo de un centenar de
artistas marciales que asistieron a la primera ronda subió al escenario en medio de vítores de la
multitud.

Después de ver al margen algunas buenas horas, Lu Cang comenzó a sentir la impaciencia creciente
desde el interior de su pecho, aunque los primeros veinte competidores que observó fueron aclamados
aprendices de línea directa de las grandes sectas como Qing Cheng y Wu Dang, el alarde de sus
fantasiosos y nada innovadores movimientos lo hicieron sentirse terriblemente decepcionado mientras
observaba.

Lu Cang decidió buscar un lugar para llenar primero su estómago y descansar bien durante un tiempo,
a la espera de aniquilar a estos llamados aprendices de secta oficiales, en el enfrentamiento de esta
tarde.
Mientras pensaba esto, el interés que tenía en el resto de las peleas se disolvió. Se volvió y se hizo
camino buscando la manera de salir de la multitud, en dirección a un restaurante aparentemente
decente en el que colgaba una pancarta en sus puertas que decía “vino”

El paisaje de las calles de la próspera capital revoloteaba como el viento. El pecho de Lu Cang estaba
lleno de la alegría de la libertad, algo que no había probado en mucho tiempo. El Lu Cang de este
momento estaba lleno de confianza que podía ubicarse entre los primeros lugares de un centenar. El
pensamiento de escapar de las garras de ese monstruoso demonio Jing no estaba demasiado lejos
en el camino, y él tuvo el impulso de reír desde el fondo de su corazón.

En el momento en que entró en el restaurante, un camarero sonriente se acercó a saludarlo. Debido


a que aún era temprano, el restaurante no tenía clientes. Siguiendo el camarero hasta el segundo
piso, Lu Cang escogió un buen asiento cerca de la ventana y se sentó, ordenó unos pequeños platos
de acompañamiento, y comenzó a beber observando la escenografía en soledad.

Después de sentarse durante una hora, oyó el ruido en la primera planta crecer. Lu Cang calculó el
tiempo en su cabeza; probablemente porque la Asamblea de los Héroes acababa de terminar todas
estas personas, naturalmente inundaron el restaurante más cercano.

Junto con el alboroto llegó un grupo de grandes hombres fornidos, seguidos del camarero cuando
llegaron arriba, aunque este grupo de personas eran altas y musculosas, cada uno de ellos bajo la
cabeza en derrota, y algunos parecían estar murmurando algo bajo sus respiraciones. A juzgar por
sus quejas, parecían haber sufrido grandes pérdidas durante sus encuentros pero eran demasiado
orgullosos para aceptarlo.

Después de este grupo de personas, unos cuantos más vinieron arriba, eligieron mesas vacías y se
sentaron. Debido a que el asiento de Lu Cang estaba junto a la ventana, sólo había dos asientos
vacíos, por lo que no había nadie más en su mesa. Lu Cang estaba bastante contento de estar en su
propio espacio.

Oyendo el crujido de las escaleras una vez más. Lu Cang volvió ligeramente la cabeza y vislumbró a
un tipo que lucía como un joven maestro con una elegante túnica de color azul apareciendo de las
escaleras.

Él se detuvo en la parte superior de la escalera, sus ojos escanearon la habitación rápidamente y se


fijaron en el grupo de tíos duros. Un golpe de desprecio al instante apareció en la comisura de su boca.
El joven dio un frio "humph" y vio que de izquierda a derecha sólo había asientos vacíos en la mesa
de Lu Cang, por lo que se dirigió en línea recta hacia Lu Cang.

Lu Cang suspiró mentalmente, pero no había nada que pudiera hacer sino dar al joven una inclinación
de cabeza, seguidamente vio cómo el joven se sentó en su mesa.

—Camarero, dame tres mil liangs de Nu'er Cheng Hong, una orden de carne de res con salsa de soja,
y dos platos de acompañamiento.— En el momento en que se sentó, ordenó al camarero que trajera
su comida. Su voz era dignamente tierna, igualando su suave apariencia delicada.
El camarero sirvió el vino y la comida, y justo cuando el joven estaba a punto de recoger sus palillos,
uno de los tíos fornidos de antes dijo, —Este pequeño cachorro come comida humana, ¿eh?—

Las cejas del joven al instante se cerraron en un ceño fruncido. Arrojó sus palillos y se levantó. —
¿Quién carajo está hablando?— Sus cejas parecían formar una línea recta al revés mientras clavaba
su mirada directamente a ese grupo de personas. Aunque su voz era aguda, sus palabras eran
bastante groseras.

—Estamos hablando de la mierda del aprendiz maricón de la secta Ye— El gran hombre no eludió su
mirada en absoluto pero regresó directamente, obviamente, burlándose del joven a propósito.

—Me preguntaba qué perro estaba ladrando. Así que fue quien acaba de ser derrotado allá arriba, el
cachorro de la secta Cheng— La lengua afilada del joven no se rendía ante nadie y replicó con una
expresión alta y poderosa, enfureciendo a los hombres de la secta Cheng Cheng Hong casi hasta la
muerte.

—¡A la mierda! ¡Eso fue un golpe de suerte, no voy a aceptarlo! ¡¿Qué tal si decidimos aquí y ahora
quién es el verdadero vencedor?!— Al segundo que sus palabras escaparon de su boca, su espada
ya había dejado su vaina. Obviamente, él tenía la intención de participar en un duelo de antemano.

Al escuchar esto, Lu Cang supuso la mayor parte de lo que había sucedido: este joven probablemente
había derrotado a esta pandilla de gente en la Asamblea de Héroes, pero ellos no estaban
convencidos, por lo tanto, este fiasco resultaría en una pelea.

Ninguno de los hombres que veían desde la barrera estaba asustado. En cambio, todo el mundo tenía
los ojos bien abiertos, vistiendo expresiones de impaciencia, como si su único temor fuera que el
mundo no se rompería en caos.

El joven dio una risa arrogante y fría, y también sacó una larga espada de su cinturón.

—¿Quién le teme a quién? Solo observa mientras corto tus patas—La situación actual era
tremendamente tensa. Una batalla a sangre fría parecía inevitable a este punto.

—¡Espera!— De repente, un hombre un poco mayor del grupo de Cheng Hong se puso de pie. Los
maestros de artes marciales, incluyendo Lu Cang, pensaron que iba a parar la pelea, y no pudieron
evitar sentirse un poco decepcionados ya que no podían presenciar personalmente el desarrollo de la
pelea.

Pero inesperadamente, las palabras del hombre dieron una muestra de su estrecha mente.

—Ya hemos visto tus habilidades de lucha de uno contra uno, pero ese no es el punto fuerte de la
secta Cheng Hong. Hemos perfeccionado el método de formación de espadas de Cheng Hong. Así
que esperamos las instrucciones del joven héroe—

Lu Cang dejo salir una amarga burlan en su mente: esta secta Cheng Hong era tan ridículamente
desvergonzada. No podían derrotar a su oponente de uno-a-uno ¿así que utilizaban la formación de
espadas como una excusa para intimidar a su oponente en número de forma injusta? Pero Lu Cang
no era del tipo de sacar su espada aun si el camino era áspero, por lo que aunque simpatizaba con el
joven, aún no tenía intención de unirse a la lucha.

El joven se burló. —Los pequeños perros de la secta Cheng Hong piensan que el número puede
abrumarme ¿Cómo iba a tener miedo de ustedes? Sólo ataquen. —Su larga espada salió de su vaina,
la luz helada reflejándose en la hoja iluminó la frialdad en sus ojos, transfigurando en un relámpago,
contrastando contra la hermosura simétrica de sus características.

Lu Cang frunció el ceño un poco. Justo cuando estaba a punto de llamar al camarero para pagar y
dejar este lugar de controversias, sin demora, la secta de Cheng Hong ya había iniciado el ataque. El
joven también levantó su espada y estaba preparado para recibir su ataque: ambos lados pronto se
involucraron en una pelea intensa. El camarero estaba demasiado asustado como para dar la cara,
por lo que era imposible para Lu Cang pagar por la comida.

La formación de lo que sea la espada de la secta Cheng Hong tenía bastante sofisticación en si misma;
seis espadas tejidas en una red para dar una densa batalla, envolviendo al joven en el interior con
tanta fuerza que estaba en aislamiento absoluto. Aunque el dominio de la espada del joven era algo
decente, todavía era difícil para él ganar ventaja en un corto período de tiempo.

Lu Cang miró un poco, pero luego volvió la cabeza para mirar por la ventana en ligero aburrimiento.
Pero el punto de inflexión de la batalla se produjo en este mismo instante. El joven, no dispuesto a
permanecer atrapado dentro de la formación de la espada, dio un giro repentino. La técnica de ataque
de la hoja de su espada cambió abruptamente, perforando directamente hacia el eslabón más débil
de la cadena de seis personas. Ese hombre no pudo evitar la espada en dirección contraria a la del
joven; la dirección de la espada que ya había empujado hacia el exterior, de repente se desvió de su
curso, y se dirigió directamente hacia donde Lu Cang estaba.

Por suerte puramente aleatoria, en el momento de la hoja entró en contacto con la ropa de Lu Cang
fue el momento en que su poder de empuje se agotó. Si bien es cierto que la hoja no corta a través
de la piel o la carne, el qi transferido a la espada hizo una larga incisión a través de la ropa de Lu Cang
desde el cuello hacia abajo. Su túnica, por encima de la cintura se dividió en dos y colgó su lado,
dejando al descubierto toda la mitad superior de su cuerpo.

Al instante, todos en la sala clavaron sus miradas sobre Lu Cang. Por lo general, no era un gran
problema para un luchador tener sus ropas rasgadas o rotas, pero para el Lu Cang de este momento,
era de suma humillación.

El motivo no era otro que el hecho de que ese monstruoso emperador Jing pasó la noche "amando" a
su cuerpo muy duro, dejando innumerables contusiones y marcas, fácilmente discernibles. La
expuesta piel color miel de Lu Cang estaba cubierta de reveladoras contusiones, a partir de su cuello,
extendiéndose hasta su estómago y por último, desapareciendo debajo de su cintura, instando a uno
imaginar que los lugares que todavía estaban cubiertos con la ropa también tenían marcas similares.

Finalmente, alguien soltó un resoplido por su descuido. El rostro de Lu Cang de inmediato se puso
rojo en contra de su voluntad. Aunque todo el mundo sólo suponía que estas marcas eran los restos
de una noche de juego con una chica de cualquier burdel, Lu Cang mismo sentía como si la evidencia
de que él y su relación anormal con Jing era expuesta al público. Estaba avergonzado y enojado a la
vez, y no quería saber nada, más que empujar su espada contra quien lo puso en esta situación
incómoda.

—¡Qué nervios!— Lu Cang arrojó su vaso y se puso en pie, mirando con rabia a los aprendices de la
secta Cheng Hong— ¡Qué malditos nervios que tienes! ¡¿Te atreves a cortar mi ropa?!—

El aprendiz de la secta Cheng Hong se vio frustrado por la impertinencia de este joven, y, de ser
gritado por Lu Cang encima de todo eso, su estado de ánimo se hizo aún peor. Examinó Lu Cang de
pies a cabeza con ojos burlones, y luego dijo en tono despectivo: —Son sólo cosas que suceden entre
hombres y mujeres. ¿Cuál es el problema? —

Si realmente la situación en la que se encontraba fuera algo entre "hombres y mujeres", el prefería
que el mundo entero lo supiera, Lu Cang pensó para sí mismo. Por supuesto, él no iba a expresar sus
pensamientos reales. La regla número uno de los luchadores era de nunca mostrar debilidad. ¿Cómo
podría Lu Cang soportar semejante insulto? Lu Cang agarró su espada allí mismo, su semblante
solemne, y levantó su espada, listo para desenfundar.

—Espera un minuto.— Una voz clara y brillante detuvo a ambos lados. Lu Cang estaba a punto de
atacar cuando se encontró con un largo manto color púrpura sobre su cabeza.

—Póntelo antes de luchar.—El que hablaba era el joven que acababa de enfrentarse con los
aprendices de la secta Cheng Hong. Sólo tenía una túnica de color blanco sobre él, obviamente, se
había quitado su túnica externa para ayudar a Lu Cang encubrir su vergüenza.

—Es totalmente absurdo luchar sin ropa— El tez del joven repentinamente se mezcló con un tinte de
color carmesí, dejando a Lu Cang confundido. De repente recordando su propio monstruo personal,
Jing, él inmediatamente se estremeció. No podía haberse encontrado con otro desquiciado que
gustara de los hombres, ¿no?

Empujando rápidamente a un lado esos pensamientos sin sentido en su cabeza, Lu Cang


apresuradamente se puso la túnica exterior del joven, y luego entró a la batalla con los aprendices de
la secta de Cheng Hong.

Incluso si su kung-fu no era tan bueno como el de Jing, Lu Cang no era un subordinado sin nombre.
¿Cómo podrían los aprendices comunes de sectas de renombre como éstas ser rivales para él?
Naturalmente, después de ni siquiera diez intercambios, se hizo cargo de los compañeros que lo
habían avergonzado públicamente.

Fríamente devolviendo la espada a su vaina, Lu Cang ni siquiera le importo lo suficiente como para
darle al hombre una segunda mirada. Tiró el dinero de la comida en la mesa y salió con la cabeza bien
alta, fingiendo no oír como todo el mundo se desbocaba en alabanzas que sonaban desde atrás,
sorprendidos por sus habilidades.

—Hey, espera por mí...— Lu Cang solo había caminado hacia adelante, sin esperar al joven, quien lo
había sujetado por detrás, bloqueando su camino —Espérame.— Él jadeaba pesadamente, al parecer,
la persecución había sido agotadora.
—.¿Qué es?— Para ser honesto, Lu Cang todavía estaba muy agradecido. Si no fuera por él, Lu Cang
tendría que andar por las calles con marcas de beso por todo el cuerpo.

El joven señaló la capa fina de color blanco sobre su cuerpo, y luego señaló el manto púrpura sobre
el cuerpo de Lu Cang. Lu Cang entendió inmediatamente. —Ah... ¿vienes conmigo? mi casa no está
lejos—

El joven sonrió también. —Todavía tengo que participar en la segunda ronda de esta tarde. Realmente
no puedo aparecer en el escenario con sólo el interior—

Lu Cang asintió rápidamente. —La Asamblea de los Héroes, ¿verdad? Estoy primera vuelta de esta
tarde—

El joven al instante saltó como un pájaro alegre.

—¡Tu kung-fu es realmente bueno! Esperemos que no me toque estar emparejado contigo— Los dos
hablaron y rieron todo el camino mientras se dirigían hacia el puente Han. El tema común de la
Asamblea les permitió familiarizarse rápidamente con lo demás. De su conversación, Lu Cang se
enteró de que el joven residía en Tongan, se llamaba Xi Zhen, practicaba kung-fu desde una edad
temprana, y quería poner a prueba sus habilidades en la Asamblea de héroes, pero no esperaba tener
que enfrentarse y derrotar a los aprendices de la secta Cheng Hong en las rondas preliminares de
esta mañana y causar tantos problemas.

—Aquí, esta es mi residencia temporal en Tongan— Empujando las puertas del patio de la pequeña
casa, Lu Cang trajo a Xi Zhen al interior. Los ojos de Xi Zhen inmediatamente cayeron en la
elegantemente diseñada y desenfadada casa, con un cierto tipo de lirio de agua en el estanque de
jade verde. Él comenzó a exclamar: —Hermano Mayor Cang, ¡tu amigo debe realmente ser rico! Este
tipo de casa es algo que los plebeyos no pueden pagar, y mucho menos prestar a un amigo—

Lu Cang se detuvo ante las palabras de Xi Zhen. Pero, de nuevo, a partir de la actitud de la proxeneta
en el burdel la última vez, él ya había adivinado que Jing era aristocrática, si no rico, definitivamente
no provenía de la clase plebeya.

—Creo que es muy normal...— Sin embargo, Lu Cang no estaba dispuesto a admitir que alguien con
cualidades monstruosas como Jing era superior a él. —Mi casa en Hangzhou es mucho más grande
que esta—

—Entonces el Hermano Mayor Cang debe ser realmente rico, también—

—Normal— Lu Cang estaba un poco cohibido. No era como si pudiera decir que era un famoso
bandido. A pesar de ello, sin embargo, Xi Zhen tenía un tipo de inocencia que hizo de Lu Cang
realmente incapaz de rechazar su elogio.

Abriendo la puerta a la habitación interior, Lu Cang puso todo su esfuerzo en no mirar la cama interior.
—Mi ropa está aquí. Siéntate, voy a cambiarme—
Xi Zhen se sentó en el banco junto a la mesa, examinando con curiosidad su entorno. Sus ojos se
posaron en la cama extra grande en el centro de la habitación, que inmediatamente captó su atención.
—Qué hermosos bordados...— Caminó hacia la cama como si estuviera bajo un hechizo, y extendió
la mano para acariciar el bordado extravagante y deslumbrante. Un momento después, exclamó: —
¡Ah, este es un bordado real...! es difícil para los plebeyos incluso llegar a verlo, Hermano Mayor Cang,
¡¿Qué clase de Dios es este amigo tuyo?!—

Lu Cang salió de detrás de la pantalla plegable, con una túnica de color azul claro diferente ya en su
cuerpo. Rápidamente regreso su ropa a Xi Zhen, —Pequeño hermano Xi, ¿Sabes mucho, no? Pero
todo esto pertenece a ese amigo mío, realmente no sé de dónde lo sacó—

Xi Zhen estaba obviamente un poco decepcionado, pero de repente se rió tímidamente.

—Hermano Mayor Cang debe estar riéndose de mí. Yo, desde que era pequeño, siempre me han
gustado estas cosas. Algo así como una niña... —Él comenzó a sonrojarse antes de terminar la frase.

Lu Cang pensó para sí mismo, realmente es como una niña... Pero en cambio dijo: —¿Cómo puede
ser eso? Te preocupas demasiado— Los dos charlaron y reposaron un poco, y luego iniciaron su
camino hacia la Asamblea de los Héroes.

[…]

Los partidos de la tarde y los días siguientes fueron sin problemas. Lu Cang apenas tuvo que hacer
algún esfuerzo para pasar a la primera, segunda y tercera ronda. En la cuarta ronda, aunque el
oponente era el reconocido Kunlun de la secta taoísta Xiao Yao, Lu Cang fue capaz de asegurar su
victoria con el movimiento que Jing le enseñó.

Al final de la cuarta ronda, Lu Cang leyó cuidadosamente el boletín. Xi Zhen también había pasado la
ronda, pero fue asignado en un ranking de mil diferente. Es probable que no se reunirián hasta el duelo
por los primeros puestos del centenar. A pesar de que era un nuevo amigo, Lu Cang estaba todavía
dispuesto a ser su rival.

[…]

Hoy era decimocuarto día, pero la luna estaba menos llena que en la decimoquinta noche. Sentado
en el largo y sinuoso pasillo teñido con luz de la luna, Lu Cang miró fijamente al estanque de nenúfares
que parecía aún más encantador que de costumbre bajo la luna. A juzgar por su actuación en estos
últimos días, se encontró con que sus posibilidades de hacer parte del primer centenar eran realmente
altas. Se suponía que debía estar emocionado hasta el punto de morir porque finalmente podía
escapar de las garras del demonio de Jing, pero ¿por qué su corazón estaba lleno de una sensación
indefinible en su lugar?

Antes de que pudiera dar sentido a las preocupaciones y emociones confusas, toda su persona ya
estaba recogida en un abrazo por un par de brazos fuertes.

—Estás aquí— Lu Cang sabía quién era el dueño de ese par de brazos sin volver la cabeza.
Una mano buscó suavemente en las túnicas de Lu Cang. Jing deslizó su boca cerca de su oído y le
dijo: —Mañana es el sexto round... si no vengo hoy y pasas la sexta ronda de mañana, entonces no
tendré otra oportunidad de acercarme a ti en el futuro— Su tono era extrañamente relajado y alegre.
En los oídos de Lu Cang, había una especie indescriptible de coquetería.

—Parece que realmente no tienes ninguna posibilidad en el futuro...— él se dijo eso a sí mismo, 'esta
era última vez, de todos modos’. Lu Cang sonrió e inclinó todo su cuerpo en el abrazo del hombre
detrás de él. Alzó los ojos obedientemente y vio frente a él la demoniaca seducción en el rostro del
hombre tras de sí, quien emitía un resplandor increíblemente impresionante bajo la luna.

Quizás sintiendo que la defensa de Lu Cang se debilitó porque pensaba que su despedida era
inminente, Jing no perdió el tiempo. Antes de Lu Cang pudiera reaccionar, fue arrastrado a los pies de
las bancas del pasillo, y luego fue presionado brutalmente por Jing contra el pilar de madera bien
tallado a un lado.

—No... no seas tan condenadamente apresurado...ah...— Lu Cang frenéticamente trató de protegerse


contra movimientos vulgares de Jing, esa mano que arrancó capa tras capa de ropa en su cuerpo de
una manera completamente poco romántica. La ropa de fino material se aflojó y cayó en un lío confuso.
Junto con las manos vulgares de Jing que serpenteaban dentro de la ropa de Lu Cang, los labios
impacientes de Jing llegaron. Ese morder malicioso quemó las marcas que sólo habían comenzado a
desvanecerse sobre el cuerpo de Lu Cang de nuevo.

Recordando la escena ignominiosa hace unos días en el restaurante, Lu Cang dijo un poco sin poder
hacer nada, —No dejes ninguna marca, ¿de acuerdo? Otras personas las verán...—A pesar de que
sabía muy bien que el hombre que muerde en su cuerpo como una bestia no tomaría en cuenta en
absoluto, Lu Cang era todavía incapaz de detenerse de pronunciar esas palabras superfluas.

[…]

Jing parecía haber decidido prolongar los juegos previos. Su mano se entretuvo y masajeó el cuerpo
de Lu Cang una y otra vez. Las marcas dejadas por aquella mano se mezclaban junto con las marcas
de beso en su cuello, pecho, cintura, incluso un lugar tan privado como el interior de sus muslos... Lu
Cang se redujo a respiraciones incontrolables y pesadas. Los ojos humedecidos por las lágrimas
producidas por aquella mística lujuria miraban hacia abajo en el cuerpo de su dueño, que estaba
pegajoso por los fluidos impuros.

Pero Jing no tenía ninguna intención de poner fin a esta saga de burlas. Su deseo era, obviamente,
tan intenso como el fuego, presionado fuertemente a la cintura de Lu Cang y ligeramente moviéndose
sobre él, pero se obligó a no entrar en esa entrada secreta que él codiciaba.

—Tú... ¿qué estás haciendo? Siendo tan educado...—Lu Cang preguntó, riendo, haciendo más difícil
de contener su deseo. Pero todo su cuerpo temblaba contra su voluntad. El presentimiento de su
despedida le hizo renunciar a su recelo habitual y obedecer su físico anhelo instintivo. Jing no contestó,
pero de repente y bruscamente separó los muslos de Lu Cang, enterrándose a sí mismo directamente
en su interior, en el momento que Lu Cang menos lo esperaba.
—Qué movimiento cruel...— Lu Cang sonrió con amargura. Jing era verdaderamente merecedor del
título de "Demonio maligno". Eligió invadirlo en el momento en que menos lo esperaba, con lo que una
marea sin precedentes de emoción dispersó todos los pensamientos coherentes al olvido.

Pero este tipo de entrada sin preparación infligía mayor daño en sus órganos. Junto con la emoción
inigualable, vino una punzada que era equivalente a la sensación de ser golpeado con un pie duro en
las tripas. Toda la cara de Lu Cang se retorció en agonía, la perturbación en sus entrañas le hizo abrir
mucho la boca, a punto de vomitar al segundo siguiente.

—Muy bien, ¿no?— La hermosa sonrisa de Jing era como la sonrisa de un demonio, por no hablar
que se combinó con un empuje que envió sacudidas a través de todo el cuerpo de Lu Cang. No
queriendo jadear y gemir en humillación, Lu Cang apretó los dientes con fuerza, pensando esta ola
perdurable de ataques. Pero Jing una vez más demostró que frente a él, era muy raro que Lu Cang
lograra cualquier cometido.

Sin esperar que la segunda ola de calor retrocediera, Jing una vez más envió la totalidad de longitud
esporádicamente en el interior del cuerpo de Lu Cang.

El cuerpo de Lu Cang desde hace mucho tiempo se derrumbó, porque sus piernas cedieron, Lu Cang
yacía impotente en el pasillo sobre el montón de ropa en el suelo como una concha de ostra que había
sido abierta. Sus dos piernas abiertas, la luna hacia ver con claridad la parte de Jing que entraba en
su cuerpo. Jing metió y sacó su miembro rápidamente, al ver la expresión de dolor en el rostro de Lu
Cang una fracción de segundo cada vez que llegaba a lo más profundo.

La agonía se ha mezclaba con la emoción del clímax, suficiente como para que con cada intromisión
Lu Cang se sintiera al borde de la locura.

Su mandíbula se apretó con fuerza, como si colgara sin vida, se había aflojado desde hace mucho
tiempo. Los suspiros y jadeos tenues y el aire pesado, todos se reunieron y llenaron este largo pasillo
a principios de otoño.

—Si fueras una mujer, con la cantidad de esta cosa que he puesto en ti, es probable que ya
estuvieras... ya sabes, esto es lo que muchas mujeres quieren y no pueden conseguir…—Limpiando
suavemente los restos de fluidos de amor que se derramaban hacia fuera de esa entrada ardiente,
Jing no se olvidó de torturar el espíritu de Lu Cang en las réplicas de clímax.

—Conseguir que...— Al igual que cada vez después de tener relaciones sexuales, Lu Cang sentía
como si todo su cuerpo se hubiera derrumbado, especialmente en aquella área, que simplemente dolía
como si fuera a romperse por la mitad. Con este tipo de condición miserable y todavía tener que lidiar
con las palabras del bastardo de Jing, Lu Cang pensó que tenía más allá de una enferma fortuna.

—Déjame sentir hasta donde son los límites de un hombre…— Jing rió perversamente. De repente,
llevo la mano al lugar que estaba íntimamente conectado consigo mismo hace tan sólo unos minutos.

No era la primera vez que Lu Cang había sido tocado allí... Su cintura baja se estremeció ligeramente
para mostrar su falta de voluntad, pero no opuso demasiada resistencia. Sin embargo, pronto
descubrió que había algo no está bien.
En el pasado, Jing también introdujo sus dedos con bastante frecuencia, pero en esos tiempos sólo
insertaría, a lo sumo, tres dedos. Pero en este momento, Jing parecía como un niño codicioso e
implacable, negándose a dejar de ir más profundo, yendo tan lejos como para intentar introducir toda
la mano en Lu Cang.

—Estás loco...— Lu Cang quiso zafarse y escapar, pero el moverse una pulgada hizo que una ráfaga
de dolor explosivo estallara en ese lugar, lo que le obligó a detener sus movimientos. —Tú ... tú ...—
Él sufrió grandemente, no era capaz de pronunciar una sola palabra, y sólo podía estar allí, haciendo
todo lo posible para regular su respiración, aunque no pudo evitar que las lágrimas que tenía en sus
ojos se derramaran.

—No uses tu fuerza... no hables...— Hablando como si tratara de persuadir a un niño, Jing era como
un demonio que exigía a los humanos a entregar sus almas. —Yo sólo voy a sentir un poco, nada
más. Si luchas, te vas a hacer daño— Las palabras de Jing podían escucharse como que estaba
pensando en la seguridad de Lu Cang ya que, en realidad no había amenaza oculta en su voz.

El cuerpo de Lu Cang ya había sido abierto mucho de la relación sexual de antemano, pero tragar la
entera mano de Jing era realmente demasiado para pedir. Podía sentir los dedos de Jing tocando el
fondo de sus entrañas, que no se había tocado antes. La membrana mucosa se contrajo y se echó
hacia atrás, compitiendo para repeler el objeto extraño que trataba de invadirla, pero Jing
obstinadamente acarició su interior, e incluso trató de empujar su mano dentro de un poco más... un
poco más...

Lu Cang estaba tan asustado que no se atrevía a respirar. Se mantenía rígido, sin mover una sola
pulgada, en silencio soportando el abuso de este hombre supremamente monstruoso. Sabía que
cualquier lucha sólo traería agonía atroz e incluso lesiones que durarían para toda la vida. Sólo podía
morder duro sus labios, sosteniéndose por su vida como Jing buscaba dentro de él como si fuera un
descubrimiento maravilloso, un nuevo territorio, empujando dentro de poco y un poco más todavía.

—Qué curioso, es como si estuviera tocando tus órganos...— Jing parecía haber encontrado una
especie de inmenso placer de esta búsqueda horrible, sus ojos brillaron con luz radiante, murmurando
en su boca, —Se siente como si pudiera controlar tu todo, se siente como si no puedo estar más cerca
de ti que esto—

Lágrimas de hielo frío se deslizaron por las mejillas de Lu Cang, en silencio cayeron sobre el suelo de
madera del pasillo.

El corazón de Lu Cang estaba lleno de tristeza irredimible: sabía que, incluso si podía pasar a través
de sexta ronda de mañana en la competición, aunque pudiera escapar de este hombre, aunque éste
era su último encuentro... su cuerpo que había sido tocado y sentido tan a fondo como esto... toda su
vida... temía nunca podría olvidar ese par de manos enterrándose lujuria y el dolor tan pesado como
una montaña.

Notas sobre la Traducción


*La palabra “wu” proviene de Wullin, que es la forma china de referirse a las artes marciales, he ahí
por qué al final del párrafo hacen una referencia al uso del nombre de la arena. No estaba segura de
como traducirlo, así que para no hacerme problema lo deje tal cual aparecía en el original.

**Maestros de las artes marciales no conocidos o sin una casa o familia de la cual heredo sus
habilidades. La mayoría de las técnicas de artes marciales eran pasadas de generación en generación
y los secretos de esas técnicas pertenecían a familias en específico. Hay muchas formas de artes
marciales y muchas familias que nombran sus técnicas, pero de igual modo hay personas que pueden
aprender estas técnicas sin estar ligados a un apellido o muchas veces a un maestro que les traspase
aquellas habilidades.
Capítulo 6

Después de unos consecutivos días nublados Tongan finalmente otorgó cielos despejados. La
hermosa luz del sol se extendió hacia todos los rincones de esta antigua ciudad llena de grandes
edificios exorbitantes esparcidos al azar, lo que subrayaba aún más la magnanimidad y la gracia de la
ciudad, y al mismo tiempo vestía más elegante y refinada la pequeña casadel puente Yue Long en la
que Lu Cang temporalmente residía.

—Hermano mayor Lu, ¿terminaste? –Xi Zhen se incorporó en el salón al tiempo que llamaba sonriente
a Lu Cang, que estaba cambiándose en las cámaras interiores.

—Sí, vámonos— Lu Cang respondió enérgicamente caminando fuera de la habitación mientras


apretaba los nudos de su túnica.

Hoy era el día de la sexta ronda de la Asamblea de los Héroes. En otras palabras, mientras pudiera
derrotar a rival de hoy, escaparía de las garras de aquel monstruo mutante llamado Jing y volvería a
su vida libre como rey de los bandidos de las montañas de Hangzhou.

Inesperadamente, el bastante joven muchacho que había conocido ayer, Xi Zhen, llegó temprano en
la mañana y dijo que quería ir a la Asamblea de los Héroes junto con él, lo que hizo que un brote súbito
de deleite subiera por el pecho de Lu Cang. En la víspera del encuentro que determinaría su destino
para sus próximos diez años de vida, estaba inmensamente nervioso. Tener a alguien para
acompañarlo alivió sus nervios un poco.

—Hermano Mayor Lu...— Dándole a Lu Cang una sonrisa atractiva, Xi Zhen pareció
indescriptiblemente inocente y lindo.

Al menos, mucho más adorable que cierto fenómeno. Gruñendo en su mente, Lu Cang y Xi Zhen
salieron de la casa juntos, en dirección a la base del encuentro en el este de Tongan a pasos rápidos.

—Hermano Mayor Lu, voy primero. Buena suerte a usted hoy — A las puertas de la arena, Xi Zhen
saludó a Lu Cang. Sonrió como una flor, y luego caminó hacia la plataforma de su división.

Lu Cang también dio una leve sonrisa y le devolvió el saludo, luego tomó amplias zancadas en
dirección contraria hacia la plataforma de su propia división en el otro extremo. Antes de que pudiera
llegar a la plataforma, oyó el ensordecedor sonido de gongs, tambores, aplausos y vítores que
emanaban como olas. Esta plataforma parecía mucho más viva que cualquier otra.

Apretó su camino hacia el frente de la multitud y miró hacia el escenario. En la plataforma estaba un
hombre de mediana edad que se alzaba majestuosa e imponente en el centro, mientras que un joven
yacía al pie del hombre, sangre corría por la comisura de su boca, obviamente herido recibía la
notificación de la derrota en la última ronda.
—El ganador de esta ronda es Tian Nan de la secta Luo Dong Xia— La voz del oficial era monótona
pero clara. En la esquina de la boca de ese hombre colgaba una sonrisa pomposa; él estaba
claramente muy complacido con su victoria.

Sus ojos buscaron en el público alrededor y a continuación, de forma inesperada, se detuvo y durante
unos segundos sus ojos cayeron con frialdad en el rostro de Lu Cang. Antes de Lu Cang pudiera
reaccionar el hombre ya había retirado su mirada, saltando fuera del escenario como si nada hubiera
ocurrido y dirigiéndose hacia el área designada para el descanso.

Las competiciones procedieron. En poco tiempo, fue el turno de Lu Cang. Su primer rival le causó un
poco de dificultad, pero estaba evidentemente un escalón por debajo de él en habilidad. Después de
su victoria esperada, dio un paso fuera del escenario.

Ya fuera, se limpió el sudor de su frente y pensó para sí mismo, si gano sólo una ronda más voy a ser
capaz de entrar en los cien primeros lugares, y luego escapar del enredo de ese monstruo. Su cuerpo
desgastado pareció recuperar el espíritu de la batalla por ese mismo pensamiento. Apretó los puños,
diciéndose a sí mismo que no importa qué, tenía que ganar esta pelea.

—...La próxima ronda: Tian Nan Luo de la Secta Dong Xia y Shim Lu Cang de la Secta Ying— Al oír
su propio nombre, Lu Cang se puso de pie de inmediato, pero vio al hombre de mediana edad que
saltó a la plataforma a un paso por delante de él.

El hombre escudriñó a Lu Cang de pie en silencio delante de él por un momento, luego de repente
echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír—¿Secta Ying? Bien entonces, el héroe Lu Cang de la
secta Ying jajaja ...— Las personas por debajo también estallaron en carcajadas.

La secta Ying fue originalmente una invención aleatoria de Lu Cang, quien no esperaba convertirse
en el blanco de broma de su oponente. Él estaba, naturalmente, un poco avergonzado. Usando toda
su voluntad para calmarse, levantó sus puños doblados como forma de saludo respetuoso. —Mi
nombre es Lu Cang, por favor guíeme, buen señor—

Sin perder otra palabra, se ubicó en la pose preparatoria tomando con su espada, luego, la luz
enceguecedora de la cuchilla se deslizó. Atacó.

El hombre de mediana edad se rió entre dientes. Con un movimiento rápido, sin esfuerzo esquivó el
ataque de Lu Cang. Su larga espada salió de su vaina, apuntando directamente hacia el punto entre
las cejas de Lu Cang.

Lu Cang frunció su ceño en concentración. La habilidad de este hombre estaba sin duda por encima
de la suya, pero no por mucho.

Evidentemente habría una batalla intensa y amarga hoy. Pero sin importa qué, tenía que derrotar a
este hombre y llegar a ubicarse en el centenar. Puesto que estaba decidido, Lu Cang ya no se contuvo,
y extendió la totalidad de su kung-fu, apostando todo a la posibilidad de la victoria.

—¿Con quién lo emparejaste? — Jing frunció el ceño cuando le preguntó al general Mu Yue a su lado.
—Como su Majestad ordenó, arregle la pelea con alguien cuyo kung-fu estaba solo un poco por
encima de Lu Cang, Luo Dong Xia. Él es de la yarda del Sur, pero nadie en Datong lo conoce, — Mu
Yue respondió respetuosamente. A pesar de que no estaba de acuerdo con Jing en gastar esta
cantidad de atención en su pequeño juguete masculino, no se atrevió a desobedecer al dictatorial Jing.

Jing asintió. Mientras observaba a Lu Cang viéndose gradualmente incapaz de mantener el ritmo ante
los movimientos de Luo Dong Xia, una ligera sonrisa flotó en las comisuras de su boca.

Lu Cang apretó los dientes, estaba decidido a deshacerse de su situación desfavorable, y sin embargo
su oponente controlaba la situación como un gato jugando con un ratón. Lu Cang gruñó en silencio su
propia desgracia. ¡Daba la casualidad de que en el momento más imprescindible, se encontraba con
un rival tan fuerte como este! Estaba tan socavado de esperanza que ni siquiera tenía fuerzas para
llorar.

Si no puedo ganar... si no puedo ganar... ¡¿no quiere decir esto que voy a estar atrapado en esa
pequeña habitación por el resto de mi vida, esperando que ese hijo de puta joda conmigo?!

Lu Cang apretó la mandíbula, el sudor corría por su frente como la lluvia, y sin embargo, se negó a
ceder, defendiéndose contra su competidor con su vida.

Una ráfaga de frialdad abruptamente se dibujó en los ojos del hombre de mediana edad. Su forma de
repente cambió, su figura se elevó por encima hacia el cielo. La espada en su mano se convirtió en
una telaraña de hilos de plata, instantáneamente atrapando a Lu Cang dentro.

Lu Cang dio un grito mental de alarma, era sin duda un exclusivo ataque asesinato de este hombre.
Parecía que el hombre había crecido impaciente y quería acabar con él rápidamente. El pecho de Lu
Cang ardió con ansiedad. Una corriente de fuerza de quien sabe dónde lo llevó a levantar su espada,
saltando fuera de la tierra como si su cuerpo tuviera una conciencia separada...

Volar y girar, empujar la espada, se agita el qi…

Esa tarde en el patio, ese par de manos que se apoderaron de su propio vuelo a través de la mente
de Lu Cang como un rayo. En ese momento, el ejecutó el movimiento que Jing le enseñó sin pensar.

Su espada golpeó, como si una fuerza invencible irrumpiera en la intrincada red, y en ese instante en
que Lu Cang perdió el foco de sus sentidos, su victoria se selló. Luo Dong Xia dejó escapar un grito
de dolor; su brazo derecho había sido apuñalado a través de qi de la espada. Su propia arma cayó al
suelo con un sonido metálico.

La arena estaba en silencio. Nadie podía discernir claramente cómo exactamente Lu Cang volvió su
derrota en victoria, volteando las mesas alrededor cuando todo parecía perdido.

El oficial de la ceremonia y el rostro de Luo Dong Xia estaban más blancos que el papel...
—... Esta ronda... es para... Lu Cang...— La voz del oficial tembló peligrosamente, incapaz de entender
este giro de los acontecimientos. El encuentro de los dos había sido pre-planificado; este tipo de
resultado fue totalmente inesperado.

[…]

Un escalofrío cruzó los hermosos y penetrantes ojos de Jing en ese mismo momento. Sin embargo,
un par de segundos después, de repente se echó a reír. Su risa sonó con fuerza, completamente
desprovista de cualquier decepción o fracaso.

—Su Majestad, su humilde servidor calculó mal y utilizó a una persona impropia. Puede usted por
favor castigarme, su Majestad...— Mu Yue sintió como si su corazón fuera congelado por la risa de
Jing, y rápidamente se arrodilló para pedir su propio castigo. Pero Jing sacudió la cabeza.
—Entonces... ¿Cómo debe ser castigado Luo Dong Xia?— Con la personalidad de Jing, este Luo
Dong Xia probablemente no escaparía con vida.

—Olvídate de él— Otra decisión impactante. Mu Yue levantó la cabeza sorprendido, pero se encontró
con Jing siendo todo sonrisas y luminosidad. —El perder bajo mi movimiento de espada está
justificado—

—Ah...— Mu Yue seguía de pie, aturdido, mientras que Jing ya había flotado hacia el pasillo, dejando
a Mu Yue ver solamente el elegante contorno de su espalda.

Jing salió de la celosamente custodiada torre y se apretó contra la multitud.

A través de una larga distancia, los dos tenían una conexión casi telepática. Dos pares de ojos
iluminados por emociones complejas chocaron en el aire.

En ese instante, Lu Cang se centró en ese par de ojos tan hermosos que ninguna palabra podrían
describir, el orgullo brilló más allá de sus propios ojos.

A partir de ahora, no voy a estar atado a ti nunca más...

Al ver la expresión de orgullo y alivio en Lu Cang, Jing una vez más sonrió. Una sonrisa inquietante.
Su figura de repente se hizo borrosa. Al contar de un aliento, ya había barrido el paso la gente
amontonada junta como abejas en una colmena, y se ubicó frente a Lu Cang.

— ¡Felicitaciones! —Él sonrió sinceramente, nublando el juicio de Lu Cang sobre sus verdaderas
intenciones. —... Espérame en casa...— Jing dijo una vez más, en voz baja, sin esperar la respuesta
de Lu Cang.

Lu Cang estaba a punto de hablar, pero oyó que alguien llamaba su nombre por detrás. Él volvió la
cabeza y vio a Xi Zhen sonriendo brillantemente detrás de él. —Hermano Mayor Lu, ¿usted ganó?
¡Felicidades! — Xi Zhen era adorable, pero Lu Cang no tenía atención que prestarle en estos
momentos.
Cuando se dio la vuelta de nuevo, esa figura delgada y elegante ya había desaparecido. Todo lo que
estaba frente a sus ojos era una marea interminable de gente agitada.

—Hermano mayor, ¿qué estás buscando? — Xi zhen preguntó, perplejo.

—No... Nada...— Lu Cang apresuradamente cubrió su ansiedad y negó con la cabeza, aunque incapaz
de enderezar sus pensamientos en trance y perplejos en su cabeza.

[…]

¿Realmente crees que puedes escaparte de mí fácilmente?

Pasado ola tras ola en el océano de gente, en la calle no muy lejana, una sonrisa con un tinte
demoníaco brilló en los labios de Jing. Se dirigió a la casa del puente Yue Long a un ritmo pausado,
caminando hacia esa pequeña casa que fue manchada por su lujuria hacia Lu Cang en cada esquina.

Finalmente escapando del aferramiento entusiasta de Xi Zhen después de la cena, Lu Cang arrastró
su cuerpo fatigado a su casa temporal. Al segundo en el que entró en el dormitorio, Lu Cang vio a Jing
sentado con la cabeza apoyada en el codo al borde de la cama. El bordado refinado de flores de
ciruela en las cortinas de la cama develaron sus espléndidas características. Era una escena tan
sublime que se llevó su aliento.

—Has Regresado — Al escuchar los pasos detrás de él, Jing se dio la vuelta, se puso de pie y avanzó
hacia Lu Cang.

—Ganaste... eres casi libre...— Jing se había puesto una túnica de color verde claro que, como si
nada, exhibía su inextinguible elegancia aún más. Una sonrisa seductora colgó en su rostro mientras
se acercaba lentamente. Debido a la tensión sin forma que Jing emanaba, y también debido a su
propio agotamiento, Lu Cang involuntariamente cayó en la silla cercana a la ventana.

Lu Cang había pensado que Jing definitivamente maniobraría algún tipo de plan para hacerlo
quedarse. Así que el detuvo su incredulidad, no esperando que Jing mantuviera su palabra, no
sabiendo cómo reaccionar.

—Este Es el antídoto de la noche de Azura— Jing metió la mano en su túnica y sacó una píldora color
carmesí—

Lu Cang sólo podía quedarse allí mirando en silencio la cercanía de su figura, todavía no pudiendo
reunir una respuesta adecuada.

Jing se detuvo frente a él y de repente sonrió, una sonrisa descuidada como la de un mortal flotando
en las nubes, rompiendo en el pecho de Lu Cang como un martillo pesado.

¿El realmente podría irse? ¿Podría realmente dejar de ser el esclavo sexual de este hombre y buscar
su propia felicidad?
Lu Cang no podía creer tener este tipo de buena suerte. Era difícil de creer, y al mismo tiempo, había
una especie de indefinible emoción que arrollaba su pecho, haciendo que las cuerdas de su corazón
vibraran como el romper de mil olas, desconcertante hasta los extremos.

—¿Qué? ¿Estás tan eufórico que olvidaste cómo hablar? — Por otro lado, Jing era tan travieso como
de costumbre, y comenzó a burlarse de Lu Cang de nuevo.

—¿Qué estás balbuceando? Rápido, dame el antídoto— Lu Cang rápidamente apartó el extraño
brebaje de emociones, puso una cara seria, y alargó su mano para tomar el antídoto.

Pero Jing retiró su mano fuera del alcance de Lu Cang de repente. –Qué estas...— Lu Cang se quejó
en descontento. Pero al segundo siguiente, Jing abrió su boca y colocó el antídoto dentro —Tú...— Lu
Cang sabía que Jing no le entregaría el antídoto tan fácilmente, pero este tipo de astucia era
indignante, no obstante.

—Si lo quieres, ven por el tú mismo— Con el antídoto en la boca, las palabras de Jing salían
arrastradas, pero Lu Cang se las arregló para distinguir su significado.

—¡Desvergonzado! — A pesar de que había hecho cualquier cosa posiblemente humillante con Jing,
Lu Cang todavía terminó nervioso y sonrojado ante su descaro.

—Entonces realmente no lo quieres...— Jing pretendió dar la vuelta y salir. Lu Cang lo agarró de
inmediato...

Empujando sus nervios, Lu Cang pensó, Ya he sido tomado por ti, ¿Qué diferencia hacia un beso?

Presionando los hombros de Jing, Lu Cang inclinó sus labios con su mandíbula cerrada.

Sus labios se tocaron. La sensación suave y sutil acompañada de una ráfaga de cálida y suave
fragancia que transmitía Jing a Lu Cang. La conciencia de Lu Cang tambaleó ligeramente. El trató de
controlar su aliento, tratando de no ablandarse tanto.

Jing continuó mirando con esos ojos como gemas, brillantes y abiertos, vagamente sonriendo al
semblante en conflicto de Lu Cang. Sin embargo, él todavía ingeniosamente se negaba a abrir la boca.

Lu Cang apretó sus dientes, luego estiró su lengua, tratando de forzar la apertura de la boca de este
maldito hombre.

Pero Jing todavía tercamente se mantuvo firme, permitiéndole a Lu Cang lamer sus labios en
frustración como si fuera la cosa más natural del mundo.

—No quiero continuar con tu juego— Al tener sus vergonzosos besos voluntarios rechazados por Jing,
Lu Cang, infinitamente irritado, decidió abandonar. Pero Jing abrió de repente los labios y entrelazó la
lengua de Lu Cang con la suya, jugando traviesamente con ese calor resbaladizo, guiando a Lu Cang
más profundamente en su boca...
—Tú...— Incapaz de defenderse ante las expertas burlas de Jing, Lu Cang sintió que sus rodillas se
debilitaron y comenzaron a temblar. La protesta que estaba a punto de salir de su boca desapareció
una vez más dentro de la inflexión agitada de la lengua ágil de Jing. Él se debilitó gradualmente bajo
el imponente vigor de Jing y se presionó sobre la silla. Jing lo empujó aún más y se deslizó entre sus
piernas, manteniendo a Lu Cang retenido mientras ferozmente robaba los fluidos de su boca.

Lu Cang mantuvo la boca abierta en par, con el rostro hinchado rojo debido a la falta de oxígeno,
permitiéndole a Jing manejarlo a su antojo. Un flujo amargo tras otro pasó sobre la boca Lu Cang entre
sus lenguas fusionadas, recordándole el propósito original de este beso. Él sólo quería tomar su
antídoto, eso era todo, y sin embargo, dio lugar a este beso sexualmente cargado y prolongado.
Sintiendo el cuerpo de Jing presionado gradualmente contra el suyo con la profundización del beso,
Lu Cang creció ligeramente alarmado. Trató de zafarse del abrazo de Jing, pero Jing lo apretó de
forma segura, negándose a dejar que se moviera.

—Es La última vez... ¿No sucumbirás a mí sólo por esta vez? — Jing aflojó su agarre un poco y miró
profundamente a los ojos de Lu Cang, su voz tan ligera y ronca que apenas era audible.

Tal vez era una ilusión, pero Lu Cang vio de alguna manera un destello de dolor en los ojos de Jing.
Después de todo, aunque muy retorcida, era una relación íntima que se prolongó durante meses; Lu
Cang se suavizó, y aunque no dijo nada, él dejó de luchar con tanta violencia.

¿Cómo es posible que alguien tan inteligente como Jing no notara el sutil cambio en el comportamiento
de Lu Cang? Presionando sus labios contra Lu Cang de nuevo el introdujo su mano hábilmente dentro
de la ropa de Lu Cang...

—Hng ...— Lu Cang no pudo evitar dejar escapar un gemido, su cuerpo, vulnerable a las manos de
Jing, tembló debajo. Su pecho fue provocado por los dedos ágiles de Jing y otra vez un incontrolable
de calor brotaba directamente desde su abdomen. Un escalofrío involuntario pasó a través de su
cuerpo.

Sintiendo la respuesta de Lu Cang, Jing trabajó aún más duro para estimular los deseos despiertos
de su pareja. Su lengua se enroscó en el techo de la boca de Lu Cang, revoloteando sobre esa sensible
pared delgada. Mientras tanto a un lado, su mano quitó las ropas que habían caído del hombro de Lu
Cang.

Lu Cang había sido besado y acariciado hasta el punto de tener sus sentidos volteados al revés. Su
cuerpo fue drenado de energía cuando se inclinó de nuevo en los brazos de Jing; una vez más, había
perdido por completo la voluntad de resistir.

Las afiladas uñas de Jing cavaron duro en la lisa espalda de Lu Cang en un movimiento descendente.
—Ah...— Lu Cang, intoxicado por la emoción sexual, de repente sintió el dolor y dejó escapar un grito
de sorpresa.

—¿Estás loco? — Él miró con furia al sonriente Jing. Sin embargo, la pasión de un momento antes
trajo lágrimas a los ojos de Lu Cang y enrojeció sus mejillas. A pesar de que ahora tenía una expresión
de ira, eso solo hacia su encanto aún más seductor, para su desventaja.
— ¿Alguien que reacciona así a mi beso todavía se atreve a pretender que quiere dejarme con todo
su corazón? — Una sonrisa sospechosa colgó de los labios de Jing. Con una mano, de repente,
presionó sobre la mitad inferior de Lu Cang, que había crecido firmemente, y le dio un apretón duro.
Como era de esperar, Lu Cang dejó escapar un grito agudo.

Lu Cang también podía adivinar lo que él veía como ahora mismo. Su pelo había sido soltado por Jing
durante la sesión anterior, y los largos mechones caían desorganizados tras él. La parte superior de
su cuerpo había sido despojada de la ropa y su bata colgaba en su cintura, su expuesta parte superior
manchada por las marcas de beso y marcas de dedos de Jing. Lo peor de todo era que los delgados
pantalones no podían ocultar su evidente deseo. Lu Cang era completamente incapaz de fingir que no
quería Jing.

Lu Cang bajó la cabeza. Era cierto. No podía resistirse a Jing cuando se trataba de un juego sexual,
y sin embargo, su corazón obstinadamente se negaba a ahogarse en la vida noble y descuidada que
Jing le ofrecía. Una luz de determinación cruzó el par de ojos nublados por el deseo.

—Es La última vez... sé un poco más dócil, ¿de acuerdo? — Jing se inclinó y le susurró al oído, como
si hubiera visto a través de sus pensamientos.

Lu Cang también tenía los mismos rasgos masculinos compartidos por todos los hombres: una
vulnerabilidad a las palabras tranquilas y la persuasión. Suavizado, empezó a dejarse llevar de nuevo.
No era como si no se sintiera atraído por Jing, y con la inminente despedida, Lu Cang estaba mucho
menos resistente a todo el predicamento de ir a la cama con Jing.

Por supuesto, Jing también sabía cómo tomar ventaja de la situación. Con un solo levantamiento, hizo
a Lu Cang levantarse de la silla y en un acarreo nupcial completo se dirigió en grandes zancadas hacia
la cama.

Y, por supuesto, Lu Cang sabía lo que iba a hacer. Apoyado en los brazos de Jing, con el corazón
afligido, debatiéndose si debía o no seguir adelante con esta despedida de hacer el amor con Jing.
Pero con todo ello, él no era consciente de la forma íntima en la que los dos se encontraban en ese
mismo momento.

Ubicando cuidadosamente a Lu Cang en la cama que era una amplia extensión de bordado de seda,
Jing no se lanzó a sí mismo, como de costumbre, a Lu Cang de inmediato. En su lugar, se sentó junto
a la cama, en silencio, observando a Lu Cang por unos momentos.

Lu Cang se quedó allí en silencio, volviendo la mirada de Jing. Bajo el parpadeo de la luz de las velas,
el cabello de Jing lucia como la seda y sus ojos centellantes como agua, por este embrujo Lu Cang
no podía apartar su mirada.

—...— Jing suspiró en silencio, y luego se inclinó de forma espontánea. Lu Cang pensó que iba a
besar sus labios y rápidamente volvió la cabeza hacia un lado, pero en cambio recibió unos suaves
labios que cayeron tersos sobre su cuello.
Los labios húmedos se arrastraron hasta su pecho y merodearon, sin rumbo fijo por un largo tiempo.
Lu Cang apretó la cabeza de Jing enterrada en su pecho, mirando directamente hacia el exquisito
bordado en las cortinas de la cama.

—Ah...— Lengua de Jing se encrespó ágilmente sobre su pezón, de vez en cuando dándole un pellizco
con sus dientes. Era como si hubiera una antorcha encendida dentro del cuerpo de Lu Cang. Él se
movió con impaciencia, un gemido incontrolable se derramó sobre sus labios.

Jing parecía estar empeñado en profundizar la tortura. Se negó a tocar con sus dedos el lugar que Lu
Cang más deseaba, sus manos frotándose errantes en sus brazos, abdomen y la cara interna de sus
muslos. De alguna manera completamente desnudo desde quién sabe cuándo, se tumbó encima de
Lu Cang y se movió ligeramente, frotándose contra el deseo desencadenado de Lu Cang.

Este tipo de tortura consistente en caricias y besos se extendió por lo que pareció una eternidad. El
había casi besado cada pulgada de la piel de Lu Cang, y aun así fingió no darse cuenta de su erección,
solamente quería continuar con este agonizante juego previo hasta el infinito.

—Cuánto Tiempo, exactamente vas a arrastrar esto...— Lu Cang sintió como si todo su cuerpo
estuviera en llamas. Toda su sangre estaba amontonada en su mareada cabeza. No sabía cómo
pensar más, y sólo sabía que su deseo estaba bullendo hasta la más alta de las extremidades.

—¿No puedes soportarlo más? — Jing comenzó a sonreír, sin embargo no le hizo caso, aun cuando
su propio deseo también estaba de pie entre sus piernas, frotándose ligeramente contra Lu Cang.

—Eres un cerdo malvado— Aferrándose al cuerpo con músculos que no eran evidentes a la vista, Lu
Cang sintió el sudor rodar por sus costados, filtrándose en las sábanas de seda pura.

Jing estaba también a punto de derretirse en sudor. Hizo grandes esfuerzos para controlar su propia
respiración, tratando de prolongar el juego previo hasta su punto más lejano. En el momento en que
ya no podía soportarlo, abruptamente mordió con fuerza en el hombro de Lu Cang. Lu Cang, quien
resoplaba en respiraciones inestables, ni siquiera tenía la energía para reclamarle, dejando escapar
sólo un débil —hnng—

—Levanta y abre las piernas...— El sonido de la voz de Jing tenía cierto tenue aire erótico. El cuerpo
de Lu Cang tembló ligeramente y obedientemente abrió sus piernas—... Ponlas alrededor de mi
cintura...— Jing exigió con avidez mientras observaba el oleaje de carmesí en el rostro de Lu Cang.

—Es La últi...— Sabiendo que Jing estaba a punto de decir esa excusa de nuevo, Lu Cang lo detuvo
con una mirada, y aun así levantó sus dos piernas y las enroscó alrededor de la cintura de Jing a pesar
de la vergüenza que le causaba.

Es la última vez. Tales acciones vergonzosas parecían estar justificados bajo la cobertura de esa frase.

—Hngh...— Cuando Jing entró en él, Lu Cang todavía se estremecía de dolor. Jing estaba
prolongando el juego previo a propósito; aunque la entrada era más lenta de lo habitual. Esa gruesa
erección fue empujada en el cuerpo de Lu Cang poco a poco, e incluso Jing estaba más grande y
más caliente que de costumbre.
Era difícil de soportar para Lu Cang, sus uñas cavaban profundo en la espalda de Jing al tiempo que
sus entrañas sufrían la invasión más allá de su capacidad. Las piernas envueltas alrededor de Jing
temblaban incontrolablemente. Esta agonía era realmente infinita. Lu Cang no podía controlar las
ganas de vomitar mientras permitía a Jing entrar lentamente su cuerpo.

Sintiendo la punta caliente enterrarse en la parte más profunda de su cuerpo, Lu Cang tenía
demasiado miedo de respirar profundamente. Su profundo interior era sensible y suave, no podía
competir con la fuerza del miembro de Jing. Incluso cuando Jing no se movía, sus paredes temblaban,
con ataques de dolor mezclados con emoción indescriptible.

—Tus interior es tan caliente... tan apretado...ngh— Jing también llevaba una expresión de agonía al
sentir el interior de Lu Cang pulsar violentamente. Incluso si él no se movía, todavía había una
constante estimulación que viajaba a través de sus nervios.

—Tu... Mereces morir...— Lu Cang sólo pudo exprimir un sonido de su garganta, sin saber realmente
qué tontería fue escupió en primer lugar. –Rápido, termina con esto…— Cerró los ojos, una vez más
al borde de las lágrimas. Él las detuvo en el último momento y evitar humillarse más a sí mismo de
nuevo.

Jing de repente sintió que su corazón dolía un poco al ver a Lu Cang sudando en el dolor, pero por
supuesto, no iba a renunciar a esta oportunidad única, con Lu Cang siendo tan obediente y todo.
Después de reconsiderarlo un tanto afligido, él comenzó a moverse sin hacer ruido.

—Ah... Ah...— Con su despedida a la mano, Lu Cang se dejó volver loco, ya no ocultando su deseo
sino siguiendo el de Jing con cada empuje, dejando salir su voz. Su cuerpo, empapado en sudor,
parecía estar subiendo y bajando intensamente en la cresta de una ola.

La resistencia de ataque de Jing era aterradora. El canal interno de Lu Cang no podía tomar la
constante retracción y contracción del pene de Jing. Pero era completamente incapaz de expulsar ese
enorme y grueso objeto hacia afuera y ráfagas tras ráfaga de ardientes y dolorosas, convulsiones lo
atacaron.

Jing no le hizo caso, haciéndole el amor de la forma que a él le gustaba. Esta vez estaban usando la
posición mirando hacia abajo, que era especialmente humillante para Lu Cang. No era de extrañar
porque protestaba en voz tan alta.

Lu Cang estaba furioso, pero estaba atrapado y no podía moverse. Los brazos que soportaban su
cuerpo temblaban peligrosamente, por lo que decidió sostenerse hundiendo su cabeza contra la cama.
Se tapó los oídos, con la esperanza de bloquear los sonidos húmedos pervertidos de los movimientos
de Jing en contra de su propio trasero.

El agujero en su parte posterior se había entumecido por el dolor y los músculos en el interior hacía
tiempo se habían aflojado lo suficiente como para sostener la tosquedad de Jing. Sin la agonía física,
la estimulación era como un reguero de pólvora en una sábana seca. Ya había perdido la cuenta de
cuántas veces llegó a su clímax, solamente sabiendo que rayaba en la locura.
—¿Me extrañaras en el futuro? — Lu Cang ya había sido jodido con tanta fuerza que no tenía energías
para hablar, pero Jing no tenía piedad de él. En cambio, le hizo algunas preguntas muy provocativas.

—Te extra... Te extrañaré, ¡Tanto como extrañaría el infierno! — Lu Cang recogió toda la fuerza de su
cuerpo para reunir una respuesta. Estaba jadeando tan fuerte que apenas podía aguantar.

—¿Ya estas agotado? — Jing continuó burlarse de él.

Por alguna razón, Lu Cang repentinamente enumeró. –Lo estoy...— Se esforzó por dar la vuelta, pero
Jing estaba encima de él, por lo que sólo tuvo éxito en moverse torpemente sobre su costado. Sólo
podía sostenerse a sí mismo con sus brazos y arrastrarse lejos, tratando de romper de algún modo la
penetración de Jing.

¿Cómo podría Jing permitirle escapar? Un brazo fuerte le cogió por la cintura. Una mano se retorció
su erección, y Lu Cang se mantuvo flácido e impotente a la vez. Jing se aprovechó de esto y se empujó
a sí mismo a entrando agresivamente.

La posición lateral de su cuerpo colocó a Lu Cang en tanto dolor a su vista se ennegreció. Jing aún
continuaba empujando y saliendo sin ningún atisbo de compasión o misericordia. La excitación
incesante acompañada de dolor agudo se lanzó y cayó hacia arriba. Los ojos de Lu Cang se
desvanecieron, su energía física fue drenada por fin seca y se desmayó en el acto...

Quien sabe cuánto tiempo después, Lu Cang finalmente recuperó la conciencia.

La única luz en la habitación era del tamaño de un frijol. Lo único que quedaba era un cuerpo cubierto
de hematomas, espantoso a la mirada. Las sábanas se amasaron en un lío desordenado. Toda la
habitación estaba envuelta en un pastoso y húmedo olor de demasiado sexo, aun cuando Jing se
había ido desde hace mucho tiempo a algún lugar desconocido para él...

Jing vino sin ninguna explicación y se fue sin explicación. Aunque su desaparición era lo que él había
estado orando por día y noche, Lu Cang tenía una sensación de vacío, de que algo había sido arrojado
lejos. La melancolía inundó su corazón y espíritu...
Capítulo 7

Peonías bordadas superficialmente en seda sobre una alfombra de color rojo, dragones realistas se
cerraban codiciosamente alrededor de pilares de oro y piedras preciosas, estas eran meras fracciones
del lujo de la Ciudad Prohibida de la dinastía de Datong. Aunque sólo era un pasillo lateral, era
suficiente para dar cabida a una gran multitud de plebeyos y sus señores por igual, todos los cuales
no podían dejar de mirar boquiabiertos y asombrados, la grandeza de todo.

Lu Cang, sin embargo no tenía ni el ánimo ni el deseo de admirar esta rara visión de la casa del
emperador como el resto de los plebeyos. Se arrodilló con la cabeza baja entre los cien campeones
de la Asamblea de los héroes, al mismo tiempo debatiéndose sobre si se debía volver a Hangzhou
por tierra o por agua.

Un eunuco bien vestido había ordenado a la multitud en la sala antes de dar un largo discurso, que
sólo sirvió para dar más y más problemas a Lu Cang a medida que se prolongaba.

Debido a las demandas excesivas de Jing en su cuerpo de la noche anterior, así como la incómoda
posición de rodillas, todo su cuerpo dolía y sabía que sus rodillas definitivamente no eran suficientes
para soportar su peso. Lu Cang bajó disimuladamente sus caderas a descansar en su tobillo, por fin
aliviándose a sí mismo de algo de malestar.

El eunuco estaba detrás de una cortina delgada que llegaba hasta el piso y detrás de él se sentó el
bien conocido y todavía misterioso emperador de Datong. La cortina era lo suficientemente gruesa
como para que la multitud pudiera ver solo la vaga silueta de su gobernante.

¿Tal vez él era tan reservado sobre sus apariciones porque era más feo que un fantasma? Lu Cang
pensó.

Al ser un bandido de montaña, él nunca le guardaba a los emperadores alta estima, pero mirando la
tranquilidad de este emperador de alguna manera que Lu Cang sintiera el triple de asco.

El eunuco finalmente terminó su discurso innecesariamente florido, del cual la gran mayoría de los no
muy altamente educados artistas marciales no pudieron entender de todos modos.

—Gracias, infinitas gracias— la multitud cantó. Lu Cang no tuvo más remedio que seguir a las masas
y del mismo modo que ellos inclinarse ampliamente.

Gracias mi trasero. Lu Cang articuló en silencio vulgaridades al bajar la cabeza, pero volvió a una
mirada sumisa mientras enderezaba su espalda.

Suspiró, esto finalmente había terminado. Lu Cang respiró hondo: esta debía ser la última parte de la
ceremonia y luego por fin podría volver a su viejo Lu Cang, bandido de la montaña. El pensamiento le
dio un repentino impulso de reír a carcajadas.
El eunuco dio un paso atrás, pero frustrantemente, un funcionario con túnicas moradas ridículamente
lo reemplazó. Lu Cang miró a su alrededor, pero encontró que todo el mundo estaba sonriendo como
si estuvieran a punto de hacerse ricos.

¡¿Había un premio monetario?!

El Lu Cang que no había prestado una onza de atención antes de repente se llenó de entusiasmo y
enderezó su casi rota espalda con mucho esfuerzo.

—En primer lugar, Lu Xuanting de Chanyae.—

Un hombre de la barba larga tropezó hacia fuera de la primera fila y se arrodilló delante de la multitud
como si tuviera miedo de algo.

—Lu Xuanting de Chanyae, una recompensa de un millón de liangs—

—Gracias es un honor, gracias...— La multitud miraba con ojos de admiración, mientras que Lu
Xuanting se movía hasta el punto de no saber qué hacer, excepto profesar en repetidas ocasiones su
gratitud. Desde que los tiempos eran pacíficos, los espadachines tenían una muy baja posición en la
jerarquía social. Ahora que había recibido una gran cantidad de dinero, él se conmovió hasta el punto
de derramar lágrimas de alegría.

—Traigan el vino— hermosas damas sacaban vino, y Lu Xuanting tragó, con una sonrisa de orgullo
apareciendo lentamente en su rostro.

—En segundo lugar, Haowei de Shandong—

[…]

Los funcionarios llamaron a los campeones en el orden de ubicación, pero a pesar de que el ranking
iba decreciendo, el dinero del premio era todavía una cantidad considerable, por lo que todo el mundo
estaba de buen ánimo, agradeciendo a los funcionarios y bebiendo el vino.

Debido a que Lu Cang sólo quería llegar a ubicarse entre los cien primeros, no se molestó en luchar
por una mejor clasificación y terminó en la posición 90 y algo, por lo que todavía tenía mucho tiempo
para esperar antes de su turno. Estimaba que tendría que esperar aproximadamente hasta que sus
rodillas se rompieran. Lu Cang no dejaba de mirar las piezas de plata que pronto caerían en su palma
y eso hacia calmar su impaciencia.

—En 56to lugar, Xi Zhen de Tongan.—

Lu Cang se animó al oír el nombre de un conocido. Estiró el cuello un poco para ver que al buenmozo
joven Xi Zhen que estaba vestido en rojo y púrpura y apenas se veía como un héroe de artes
marciales, pero después de haber derrotado a miles de opositores para obtener su clasificación,
definitivamente tenía bastante talento.
—Pago mis respetos a su majestad.— Xi Zhen dijo en un tono delicado cuando se arrodilló, tomando
a los funcionarios por sorpresa. Después de dos toses torpes, el funcionario dio lectura a la lista en
sus manos, —el premio…—

— ¡Espera un minuto!— Una voz masculina sonó clara y abruptamente. Era el emperador, que no
había dicho una palabra en todo este tiempo.
Los funcionarios se estremecieron con sorpresa antes de inclinarse profundamente, —¿Cuál es su
orden, majestad? —

—Xi Zhen, sube las escaleras, para poder verte más claramente— La voz del emperador era neutral,
pero tenía en su trasfondo algún tipo de infelicidad tumultuosa.

Pero Xi Zhen, totalmente imperturbable, llevaba una sonrisa mientras subía los escalones y se
arrodillaba delante de delgada cortina entre él y el emperador. —Su Majestad—Lentamente levantó la
cabeza para mirar al emperador a través del velo. Lu Cang bien podría apostar su vida a que vio un
destello de frialdad a través del velo.

—¿Cómo te atreves? ¡impertinente!— Jing miró furiosamente a Xi Zhen través del velo y se puso de
pie levantando la mano para atacar a Xi Zhen.

—¡Su majestad! — Apresuró el oficial de rodillas. —Su Majestad, ¿desea que la ceremonia se
detenga? —

Como si de pronto recordara donde se encontraba, Jing lentamente se sentó, —Recompensa a Xi


Zhen después, continua llamando a los otros héroes.— Movió su muñeca detrás del velo,
ordenándoles a los funcionarios continuar.

—En el Lugar 57, Suzhou...—

Mientras la ceremonia se prolongaba, Lu Cang se había concentrado en adivinar la verdadera


identidad de Xi Zhen. Sin dejar de sonreír, Xi Zhen estaba arrodillado delante de la cortina, ni un poco
afectado por expresión de miedo del emperador. Pero viendo de la cara enojada del emperador, era
como si Xi Zhen no tuviera derecho alguno a participar en la Asamblea de los Héroes.

¿Cuál era la historia detrás de todo esto? ¿Era Xi Zhen un noble? ¿Era por eso por lo que no le estaba
permitido participar?

Pero no había restricciones a la participación.

Lu Cang presionó su cerebro, pero no podía pensar en las posibles razones. Pero viendo a Xi Zhen
aun arrodillado allí y sonriente, él parpadeó ante sí mismo y dejó escapar una pequeña risa a pesar
de la situación.

—En el lugar 97, Lu Cang de Hangzhou—


Finalmente, su turno. Lu Cang se precipitó al frente a arrodillarse, colocando su mirada más sumisa.
El funcionario tomó un desconcertantemente largo tiempo examinando su recompensa, pero a Lu
Cang no le importaba el tiempo mientras hubiera un premio.

—Recompensa… has sido ordenado para servir como guardia en la corte interior de palacio en primera
clase… recompensa de… cien mil liangs—

Una vez aquello fue dicho, la sala estalló en exclamaciones de sorpresa. Era sabido que esos puestos
estaban reservados únicamente para la súper elite, y el ascenso de Lu Cang era completamente
inesperado.

Lu Cang mismo estaba sorprendido, aunque no halagado. La recompensa sabía a hierbas amargas
para él. De esta forma no sólo tenía que quedarse en la capital sino también quedarse muy cerca del
emperador como un guardia de la corte interna.

Estar cerca de un monarca es como estar al lado de un tigre; estar a los pies del emperador no era
realmente una buena cosa, no había libertad en absoluto.

¡Maldición con este viejo emperador senil! Lu Cang estaba tan emocionado por escapar de las garras
del demonio de Jing, pero nunca hubiera esperado este resultado. Se quedó congelado en estado de
shock.

—Por Favor, da tus agradecimientos— Al parecer, el funcionario se impacientaba con su prolongado


silencio.

—Gracias, Majestad —Bajo el escrutinio de una gran multitud, Lu Cang no tuvo más remedio que
inclinarse en su totalidad, pero no había nada dulce en sus palabras.

—Traigan el vino— La voz del oficial fue un borrón a los oídos de Lu Cang y su corazón se llenó de
odio indescriptible. Él sólo quería que todo terminara. Rápidamente se tragó el extraño líquido verde
con un raro sabor que le fue servido. ¿Quién quería guardar el culo de alguien más cuando podía
hacer lo que le viniera en gana?, Lu Cang sin duda alguna iba a fugarse.

—En 98vo lugar...— El molesto programa siguió su paso, pero ninguno de los otros campeones tuvo
la suerte fantástica de Lu Cang de ser galardonado con una posición tan alta.

Un rato más tarde, después de que todos los cien héroes habían sido llamados, el funcionario puso la
larga lista de nombres a un lado y se volvió hacia el emperador, Inclinándose —Su majestad, todos
los cien héroes han sido recompensados, por favor, de su orden—

—Levanten las cortinas— El emperador no anunció esto como una orden, sino instruyó a sus
silenciosas asistentes femeninas a su lado para que enrollaran la fina cortina delante de él.

El funcionario se sorprendió; él siempre había pensado que al emperador le gustaba mantener su


apariencia como un misterio, y ¿ahora quería revelarse a sí mismo delante de tanta gente?
Uf, ¡¿Quién querría mirar su fea cara?! Después de escuchar la orden del estúpido emperador, Lu
Cang creció muy impaciente, sus piernas dolían como el infierno y él quería nada más que volver a su
montaña y ver a sus hermanos. Cada segundo más en esa magnífica sala era como un tipo especial
de tortura en sí mismo. Él no se molestó en levantar la cabeza, incluso cuando escuchó que las
cortinas fueron retiradas, o los jadeos colectivos de las personas que llenaron el aire a su alrededor.

¿Podría ser que el emperador era tan feo que incluso los héroes de artes marciales estaban
sorprendidos?

Lu Cang finalmente levantó la cabeza, pero se encontró que el emperador ya había bajado los
escalones y no se encontraba más encima del pabellón. En su lugar, el emperador estaba de pie
apenas a tres pasos de Lu Cang. Inevitablemente, dos pares de ojos chocaron.

—¡AH!—

En ese momento, Lu Cang no pudo detener el grito que dejó escapar, era como ver un fantasma.
Sinceramente esperaba que fuera una broma, pero justo en frente de él estaba la única persona de la
que estaba realmente aterrado:

Piel extremadamente blanca, elegantemente vestido con túnicas de seda bordada. Un hombre
enloquecedoramente hermoso.

Esos ojos que Lu Cang reconoció tan claramente se curvaron en una suave sonrisa, una sonrisa de
odio, odio que colgaba de sus labios perfectos como la peor pesadilla de Lu Cang. Además de ser un
pervertido total, éste era el hombre que había vuelto del revés la vida de Lu Cang durante los últimos
meses. ¿Quién más podría posiblemente ser otro que Jing, el demonio?

—T—Tú…. ¡TU!— señalado con un dedo tembloroso violentamente hacia Jing, “tú” fue la única sílaba
qué salió de los labios petrificados de Lu Cang durante mucho tiempo. La sangre fue drenada de su
rostro haciéndolo palidecer rápidamente. Su primera reacción fue dar media vuelta y correr con toda
su alma hacia las enormes puertas de la sala.

Pero una vez más, Jing demostró que sus habilidades de artes marciales eran superiores. Con una
velocidad demasiada rápido para el ojo, cruzó varios pies y alcanzó a Lu Cang que estaba tratando
desesperadamente de escapar.

—Eres un mentiroso... embustero... ¡bastardo hijo de perra!— Jing duramente cubrió a un Lu Cang
que luchaba desesperadamente en el suelo. Insultos fluían sin cesar de la boca de Lu Cang,
maldiciendo a unas dieciocho generaciones de antepasados de Jing una y otra vez.

—Eres todo un luchador, ¿no es cierto? — Jing se rió silenciosamente, sin una pizca de enojo en su
voz. Jing seriamente había subestimado a Lu Cang. Con toda honestidad, esperaba que Lu Cang
colapsara por shock después de haber revelado su identidad. En vista de que la primera parte de su
plan ya había fracasado, Jing tomó medidas más drásticas para someter al canalla agitándose por
debajo de él. Utilizó rápidamente el material de su túnica externa para encubrir su pequeña conmoción
y con valentía, delante de la multitud, introdujo la mano por la parte delantera de los pantalones de Lu
Cang, pellizcando despiadadamente su centro sensible.
—Tu…. Tu…— Aunque sentía el agarre feroz de Jing en su zona más vulnerable, Lu Cang no detuvo
su lucha, pero dolía tanto que su resistencia se debilitó considerablemente y sus maldiciones en voz
alta se desvanecieron hasta convertirse en suaves sollozos.

Todas las personas se sorprendieron al ver el drama desenvolverse, nadie podía adivinar cuál era la
relación entre el joven y hermoso emperador y el joven que luchaba desesperadamente debajo de él.
Los gritos y pataleos violentos de Lu Cang eran testimonio del trato brutal de Jing. Sólo Xi Zhen se
quedó en silencio a un lado y se rió como si hubiera sabido lo que estaba pasando todo el tiempo.

—Váyanse, rápidamente muevan a los huéspedes a otra sala de descanso— Jing, obviamente, no
quería llevar a cabo su "procedimiento de refinación” delante de tantos otros hombres al azar. Él utilizó
una mano para aplastar contra el suelo a Lu Cang quien se resistía como si no hubiera mañana,
liberando su otra mano para hacer el gesto a los funcionarios para vaciar el pasillo.

A pesar de la confusión, los funcionarios, siendo figuras oficiales, les pidieron a todos desalojar con
voces firmes y fuertes.

Incluso aunque los héroes estaban terriblemente curiosos, después de todo, este tipo de asuntos
privados eran propios del emperador. Incluso si tuvieran que comer tripas de animales de más, todavía
no reunirían el coraje para meter la nariz. Como todo el mundo en la multitud, ellos también siguieron
las instrucciones de los funcionarios y rápidamente abandonaron la sala.

Jing volvió un poco la cabeza y se dio cuenta que Xi Zhen seguía de pie a un lado. Jing no pudo evitar
fruncir el ceño, —Vuelve al palacio también. Cuando termine mis asuntos aquí te recompensaré —Él
lanzó una mirada feroz a ese idiota que no podía medir la gravedad de su amenaza.

—¿No puedo quedarme y ver? — Xi Zhen murmuró mientras se movía para salir. —Claramente va a
ser muy divertido...—

Escuchando el raro intercambio entre los dos, Lu Cang estaba aún más ansioso por saber lo que
tenían que ver entre sí. Pero él seguía obstinadamente clavado en el suelo y la parte inferior de su
cuerpo dolía como el infierno, así que no tenía energía para pensar en nada.

Después de la salida deliberadamente prolongada de Xi Zhen, Jing soltó lentamente su agarre de


muerte a Lu Cang, quien aprovechó la oportunidad para tratar de gatear por debajo de Jing y ponerse
de pie, sólo para que Jing lo levantara entre sus brazos—

—¡¿Qué estás haciendo?! — Gritó en estado de shock y miedo. Jing no le hizo caso y firmemente lo
llevó hacia las escaleras de oro.

—No...— Al tiempo que su trasero rozaba un sofá de brocado suave, Lu Cang, a pesar de la neblina
en su mente, sabía lo que Jing pensaba hacer con él. Nunca se compadecía. Usando sus manos para
resistir y tensando su cuerpo, se negó a dejarse presionar debajo Jing de nuevo.
—¿Que estás tratando de hacer? ¿Tanto quieres que te sostenga? — Jing bromeó, pero su tono
pronto volvió amenazante, —El vino que te dieron ahora contenía algunos ingredientes especiales...
Si todavía no obedeces lo que digo, voy a irme y estarás solo mientras vives el infierno—

Eso hizo a Lu Cang enojarse tanto, la libertad por la que había luchado no había sido más que un
complot de Jing todo el tiempo, como si el drogarlo fuera insuficiente, él también utilizó su posición
como emperador de Datong para cambiar la ley y atar las manos de Lu Cang. Nombrándolo como
guardaespaldas de alta clasificación hacia que fuera aún más difícil para Lu Cang para escapar de
sus garras.

—Eres tan cruel...— Lu Cang se resignó a hacer lo que la mayoría de la gente hubiera hecho desde
hace mucho tiempo y se volvió calmo y servil; esta era una guerra que no se atrevía a luchar. Al ser
un bandido, Lu Cang nunca se había sentido intimidado por cualquier forma de ley o autoridad, incluso
se había atrevido a hablar y maldecir delante de las personas más poderosas del mundo. —Tú...Tú...tú
— Pero ahora, él estaba tan enojado que no podía siquiera articular.

Jing sonrió a pesar de la disposición de Lu Cang, esa brillante sonrisa que era como un millón de flores
que florecen, era una terrible ilusión. Lu Cang vaciló durante una fracción de segundo, y Jing se
aprovechó de la apertura para presionar con dureza sus labios.

—Nnnh...— Lu Cang abrió los labios para dejar salir un grito suave y al hombre por encima de él utilizó
esa ligera vacilación para morder su lengua. Jing implacablemente removió frenéticamente la lengua
de Lu Cang, fluidos fluyendo de la boca de Jing hasta su propia, desde la lengua hasta el fondo de su
garganta. Lu Cang, quien estaba completamente sin experiencia con este tipo de juego, sólo podía
mantener sus ojos bien abiertos, atreviéndose a no mover el cuello para no tragar nada. De repente,
Jing tiró su pelo hacia atrás para forzar su cabeza, obligando al líquido caliente a bajar por su garganta,
hasta las profundidades de su cuerpo.

—Ah... Guh...— Aquello provocó en Lu Cang arcadas casi sofocantes, y no pudo evitar abrir la boca
para tragar el embarazoso líquido. Jing utilizó esa apertura para levantar las capas externas de la ropa
de Lu Cang, sus dedos se engancharon en las protuberancias sensibles de su pecho. En la intensidad
del momento, presionó al aturdido y abrumado Lu Cang en el amplio sofá de brocado.

—Aléjate...— consiguiendo finalmente un respiro, Lu Cang trató de maldecir, pero la lengua diestra de
Jing una vez más aprovechó la oportunidad para trazar el interior de la boca de Lu Cang, atrapando
sus abusos verbales en sus cuerdas vocales.

Lu Cang frenéticamente negó con la cabeza, todavía tratando de alejar la mano de Jing fuera de sus
regiones sensibles – el trozo de carne en su pecho estaba siendo firmemente pellizcado entre el dedo
índice de Jing y el pulgar, mientras que la otra mano de ese hombre odioso vagó hacia abajo en sus
pantalones, acariciando, amasando...

Lu Cang no podía hacer un sonido. El placer y la humillación fueron llenándolo como el vapor. Se
sentía como colapsando.

—Bien... Eres tan obediente...—Las manos de Jing estaban aterradoramente calientes y su voz estaba
entrecortada, evidencia de su deseo. Él chupó los labios hinchados de Lu Cang, mientras
ansiosamente acarició el dobladillo de la túnica del hombre. Después de luchar para desatar las ropas
interiores de Lu Cang, se rindió y con ansiedad rasgó ese pedazo de costosa tela.

El sofá de brocado era suave, y siendo presionado desde arriba por Jing este obligó a que Lu Cang
mirara como la mitad de su cuerpo se hundía en él. Lu Cang utilizó sus manos y pies para reanudar
la lucha, pero sólo sirvió para hacerlo ver horriblemente lamentable.

—Tú eres… un mentiroso...— Después de que Jing aflojara su boca con mucha dificultad, Lu Cang
no fue lo suficientemente rápido como para borrar una hilo de plata de la saliva que colgaba de sus
labios. Quería gritar y gritar, pero todas las maldiciones que conocía ya las había gastado. Incluso la
expresión de enojo y odio en su rostro por Jing hacia nada para detener las manos escurridizas de
Jing. La parte interna de su túnica fue forzada a abrirse, su ropa interior reducida a trozos. El Lucia
totalmente obsceno.

—No te muevas. Si haces lo que te digo no sufrirás tanto— el constante desafío de Lu Cang impulsaba
sus deseos de dominarlo aún más alto y su respiración se hacía más y más pesada. La mano de Jing
se centró en acariciar el área reservada del bandido, actuando según las palabras que utilizó para
intimidar a Lu Cang.

Lu Cang apretó sus músculos hasta que estuvieron tan tensos que dolían. El lugar Jing frotaba
despiadadamente estaba caliente como fuego ardiente. Poco a poco, empezó a gritar y maldecir para
evitar así gemir. Las gotas de sudor frío cayeron desde el nacimiento de su pelo, descendiendo a la
superficie de seda del sofá de brocado antes de evaporarse rápidamente y dejando manchas de agua,
como evidencias de su amorío.

Todas las habilidades de artes marciales que había aprendido inundaron su mente, pero Lu Cang no
podía por su vida pensar en quien podría enseñarle como tratar con un violador de otros hombres.
Cuanto más se resistía y luchaba, más emocionado estaba Jing. Este pensamiento le hacía sentir
miserable e impotente pero aun así, se negaba a dejar de luchar. Para él, ésta era la única manera en
la que podía minimizar la degradación y humillación que estaba seguro sufriría bajo las manos del
emperador.

—Tú… atrévete a decir una palabra más…— Jing aumentó la fuerza de su agarre. Las maldiciones
de Lu Cang pronto de convirtieron en gemidos de dolor. Al oír la respuesta agradable del cuerpo debajo
de él, una sonrisa se extendió cruelmente en el rostro de Jing y sin previo aviso, con saña, arrancó los
pantalones ya desgarrados de Lu Cang.

Lu Cang instintivamente trató de encogerse sobre sí mismo, lejos de ese hombre odioso. Pero Jing
tiró con fuerza de sus piernas abiertas, su frágil cuerpo se abrió lascivamente y sin obstáculos a los
ojos del emperador. Sus genitales estaban inflamados del dolor pero el hombre encima de él no hizo
caso a la gravedad de su malestar. Jing comenzó a presionar los dactilares de sus dedos hacia abajo,
dejando marcas en la piel del muslo del bandido, piel que estaba pálida luego de no volver a ver la luz
del sol, y la piel de la cara interna de su muslo que estaba claramente marcada con el sello que Jing
había quemado en su carne la noche en que todo había comenzado.

Jing usó ambas manos para sostener con fuerza en las muñecas de Lu Cang, mientras miraba
fijamente a la zona entre muslos abiertos como si fuera una especie de joya rara. Los muslos
expuestos temblaron de vergüenza. Jing era un hombre noble de nacimiento, pero sin embargo,
abusaba tan lascivamente de Lu Cang. Lu Cang lo odiaba. Deseó incontables muertes sobre Jing.

Lu Cang vio con horror como Jing, sin decir una palabra, lentamente bajó la cabeza...

—¡¿Qué Estás haciendo?! ¡No eres más que un violador! ¿Qué quieres de mí ahora? — Lu Cang
ladró desesperadamente. Después de un breve momento de silencio, no se escuchaba nada más que
el eco inquietante de sus propios gritos en el gran palacio vacío.

El hombre sobre él era el dirigente de un imperio próspero, él tenía todo el oro y las riquezas que nadie
podría desear en su poder, y sin embargo, saqueaba y devastaba el sexo de Lu Cang tan fácil como
tomar un bocado de comida. Nadie se atrevía a decir que estaba enfermo. Todavía era un emperador
de oro. Sin embargo, Lu Cang sabía el innumerable número de personas que mirarían su cuerpo con
disgusto en sus ojos, y que estaría en la historia como el hombre cubierto de agua sucia: como todos
los demás hombres que cualquier emperador favorecieron, estaría marcado como un malhechor,
mientras que el emperador no tenía nada que perder más que unos pocos minutos de su tiempo.
Cuando era más joven, había leído acerca de las desgracias de los compañero masculinos de
cualquier emperador, y él también se había reído de ellos. Nunca habría pensado que una tragedia
así caería sobre su cuerpo un día.

El mundo era grande, pero él era como un pequeño pájaro atrapado en las garras de un águila. A
pesar de que una vez tuvo su libertad, ahora tenía que jugar a los dados con el diablo.

—Hnng— Jing mordió con saña la raíz del muslo izquierdo de Lu Cang, perforando la suave carne y
enviando una ráfaga de dolor insoportable por su columna vertebral. Lu Cang bruscamente mordió
con fuerza sobre su labio inferior en un intento apenas posible de tragar sus propios gritos. Se quedó
sin aliento miserablemente respirando por la nariz —Incluso si gritas, nadie va a salvarte. Nadie puede
salvarte ahora— Desesperadamente consciente, Lu Cang palideció y tembló aún más violentamente,
sus piernas se contrajeron en espasmos, sintiendo el dolor intenso de esos dientes afilados irrumpir
en la intimidad de su cuerpo.

El tiempo pasó. Jing finalmente levantó la vista, sus dientes blancos cubiertos de sangre. Parecía un
hermoso de lobo. El lobo abrió la boca y sonrió feliz, —Esta es la segunda marca que te he dado, tal
como se debe.—

Lu Cang usó sus manos para cubrirse los ojos. La nueva lesión en el interior de su muslo ardía como
el fuego, pero él tenía más miedo que sus ojos traicionarían el fondo de su alma, dejando al descubierto
su fragilidad y vulnerabilidad. Lu Cang encrespó inconscientemente sus piernas, sólo para descubrir
que estaba totalmente frio del dolor y la desesperación. Se estremeció incontrolablemente.

—¿Qué? ¿Por qué estás tan desanimado? La diversión apenas comienza...— Jing deslizó
suavemente sus manos sobre el cuerpo desnudo de Lu Cang, levantando lentamente las piernas
débiles...

Los dedos de Jing se deslizaron suavemente hacia arriba los muslos de Lu Cang y a lo largo de la
delgada línea entre sus nalgas, dedos fríos trataron de entrar en aquella temblante entrada.
—¿Qué de… ¿por qué estás tan apretado? — Después de varios intentos fallidos en la inserción de
un dedo, una Jing irritado golpeó salvajemente el cuerpo tenso de Lu Cang, en un intento para
conseguir que se relaje.

Lu Cang temblaba sin restricciones, y el dolor físico hizo que sus músculos se contrajeran
involuntariamente más. Sabía que esto iba a enfadar a Jing aún más y causar más destrucción, pero
no era capaz de relajar su cuerpo. Aun así, él consiguió algo de alegría producto de la creciente
molestia de Jing.

—¿de verdad crees que te dejaré tan fácilmente? — Diciendo esto, el emperador empezó a demostrar
su dominio completo.

La totalidad de la crueldad de Jing descendió sobre el cuerpo de Lu Cang, un cruel dedo forzó con
dureza el camino en su entrada trasera secreta. A pesar de que era sólo un dedo, Lu Cang ya estaba
temblando violentamente por el dolor, todo su cuerpo chorreaba sudor frío. Su cuerpo se negó
obstinadamente a relajarse, tratando desesperadamente de resistir la intrusión. Ese anillo de músculos
firmemente reprimió el dedo de Jing en un intento de prevenir nuevas agresiones.

—Si sigues así, te lastimaré otra vez— Las palabras de Jing parecían consejos muy útiles, pero tenía
un trasfondo de sus crueles intenciones. Jing casi incrustó su larga uña en la delgada pared interna
de Lu Cang. Lu Cang acurrucado en el dolor, se inclinó hacia atrás involuntariamente permitiendo a
su agujero abrirse ligeramente. El emperador comenzó a apretar un segundo dedo rígidamente, con
más fuerza hasta el fondo, en las profundidades del área más sensible de Lu Cang.

Lu Cang acunó parte inferior del abdomen a los lados bruscamente, haciéndose daño en sus manos,
apenas tenía la energía para utilizar su voz. —¿Tuviste suficiente?...Te lo ruego... no vayas más
allá...—, los dedos de Jing presionaron firmemente contra sus entrañas, y Lu Cang comenzó a temer
que algo dentro de él ya se ha roto por culpa de este hombre.

—¡Que Broma! ¿Crees que simplemente voy a parar aquí? Eres demasiado ingenuo— rodando los
ojos por todo el cuerpo lánguido de Lu Cang debajo de él, Jing no estaba dispuesto a darle ningún
respiro. Pero al ver a la persona debajo de él mordiéndose los labios y temblando tan violentamente,
una ola inexplicable de compasión y afecto brotó dentro de Jing, haciendo que su corazón latiera
temblorosamente. Se inclinó para besar esos labios carnosos, mientras que su otra mano traicionera
continuó tentando cuerpo de Lu Cang.

—Ah... Ah... nnnh...— El interior de su cuerpo ardía, y Lu Cang no tenía ni idea de cómo manejar la
situación. Intercalado entre las capas de dolor había un ligero picor y ese sentimiento hacia que cada
nervio de su cuerpo temblara. Su cuerpo involuntariamente convulsionó, el sólo podía dejar escapar
un gemido tortuoso.

Jing trató de presionar más, pero se detuvo sólo porque su dedo no pudo traspasar más allá una vez
los músculos de Lu Cang apretaron su nudillo. Él ferozmente sacó sus dedos que estaban calientes
como si hubieran sido manchados con fuego. Lu Cang, sintiendo la repentina retirada, dejó salir un
ligero quejido.
—¿Huh? ¿Todavía no estás dispuesto a relajarte? No importa, te llenaré tal como estás— Jing se
esforzó por controlar su deseo, usando su cinturón de tela para atar las manos de Lu Cang juntas,
mientras que sus piernas no se habían detenido en el apasionante ataque en el área entre los muslos
del bandido.

Jing estaba plenamente consciente de que esta iba a ser la primera vez que tomaría a Lu Cang
después de revelar su identidad, y era un hito importante en la guerra entre ellos, pero aun así intentó
con mucho esfuerzo profundizar y prolongar el placer de Lu Cang durante su copulación.

Lu Cang apretó los puños con impotencia al ver a Jing levantar y separar sus piernas, la sensación
caliente deseo en sus nalgas al tener a Jing frotándose contra él.

Si pierdo mi conciencia ahora, ¿esto puede hacer algo para detenerlo? Lu Cang se preguntó en
silencio, tratando desesperadamente de conseguir que sus músculos se relajen y aliviar el dolor de la
intrusión inminente.

La invasión lentamente desligó sus tensos anillos, lo que obligó a sus músculos calientes abrirse
permitiéndole sentir la penetración hasta la médula. Lu Cang trató de no gritar, y aunque la agonía era
ligeramente inferior a la de la primera noche o a aquella vez en el burdel, no podía controlar las
lágrimas que caían de sus ojos.

—¿Cómo es que aun estas tan apretado?— Jing se quejó con el rostro contorsionado por el dolor.

—Entonces no deberías... no deberías tratar de entrar…—

—¡Oh! Pero todavía tienes fuerzas para hablar—

Jing usó sus dedos para separar las nalgas de Lu Cang y así continuar envolviéndose en su carne
temblorosa. Al llegar a la parte más profunda del cuerpo de Lu Cang Jing sintió como si no hubiera
forma de poder salir de allí, como si sus cuerpos estuvieran completamente agarrados y conectados,
totalmente fundidos, esa conexión íntima provocó en él un extraño estado de euforia.

—Lu Cang, Quédate a mi lado, ¿de acuerdo? — Jing comenzó a empujarse mínimamente, sintiendo
el placer intenso, mientras que al mismo tiempo no olvidaba al bribón débilmente luchando debajo de
él.

—Detente… — Aunque en grave desventaja, la boca de Lu Cang seguía siendo terca, negándose a
admitir la derrota. –Tú... tú tienes un sinnúmero de mujeres... ¿por qué todavía quieres tener a alguien
como yo? —

Jing se rió utilizando sus manos para sostener la cintura de Lu Cang, tirando de él hacia arriba y más
cerca, al tiempo que aceleraba el ritmo de su ataque, empujó su eje dentro y fuera del pálido capullo
de Lu Cang. —Porque eres mucho más estrecho que cualquiera de ellas— Obviamente él se estaba
burlando de Lu Cang.
—Estrecho... Como si...— Lu Cang quiso patear Jing, pero se olvidó momentáneamente de la horrible
posición en la que se encontraba, el movimiento al tratar de levantar su pierna lucia como un gesto
provocado, haciendo que ambos gruñeran de dolor.

—¿Qué? ¿No es lo suficientemente profundo para ti? Bien...— Jing utilizó su eje para avanzar media
pulgada. Lu Cang apenas tuvo fuerzas para quejarse. El dolor inicial se desvaneció poco a poco, y el
extraño placer que lo acompañaba se disparó directamente. Lu Cang obstinadamente mordió sus
gemidos, él no tenía ningún deseo de dejar a este maldito Jing recoger cualquier indicio de su placer.

Respirando lentamente y viéndose a sí mismo apareciendo y desapareciendo en el cuerpo de Lu Cang


en repetidas ocasiones, Jing no dejó de moverse. Se inclinó y pasó sus manos sobre el pecho de Lu
Cang, con impaciencia buscando sus labios de nuevo.

Lu Cang se había reducido a un estado de semi conciencia, y bajo el poderoso ataque de Jing, sólo
podía seguir sus instintos y arquear su cuerpo, sin querer tentar a ese demonio para que devorara su
boca...

—Estas duro aquí...— Jing rió entre las sorbidas a la boca de Lu Cang, pero deliberadamente mantuvo
sus manos viajando más bajo. Lu Cang se retorció con impaciencia, cualquier noción de repugnancia
y vergüenza había sido arrojada por la ventana. Él de todo corazón quería que su deseo se disipara,
pero sus manos estaban atadas, por lo que se quedó allí sin poder hacer nada, solamente
dependiendo de la fricción de Jing...

[…]

Dos cuerpos sudorosos pegados, el aire contaminado de sexo. Lu Cang ya había llegado al clímax
varias veces, mientras que Jing mostró su resistencia sobrehumana, tercamente reinsertándose a sí
mismo en varias ocasiones y negándose a eyacular.

—Ah... Ah ...— La sensación pegajosa de la parte inferior de su cuerpo hizo a la conciencia de Lu


Cang agotarse, él gimió con abandono cuando Jing se empujó hacia él. Su expresión era frenética en
el contexto de que su pelo oscuro estaba derramado al azar sobre las almohadas. Cuando Jing
finalmente se corrió, fue completamente incapaz de moverse, con una expresión contradictoria a la de
satisfacción que recordaba haber visto en Jing antes. Los músculos de sus paredes internas se habían
suavizado considerablemente, y no podían contener la mayor parte del líquido espeso y caliente que
Jing había disparado contra él. La sustancia blanquecina fluía lentamente de su agujero, por el interior
de los muslos y en el sofá. Como si viera Lu Cang a través de un fino velo, la imagen obscena casi
tiró Jing en un frenesí, y él estaba excitado de nuevo.

Después de un tiempo, las muñecas de Lu Cang fueron desatadas, y se dio cuenta de que las manos
de Jing estaban una vez más sobre él. —Yo... No puedo... no más...— Incluso después de usar toda
la fuerza que quedaba en su frágil cuerpo, él podía sólo débilmente sacar esas palabras de su boca.

—¿Sólo esto y no puedes manejarlo más? — Jing frunció el ceño. Él había querido inicialmente
tomarse su tiempo para amar lentamente su bandido de montaña...
—No Importa... Te llevaré a un lugar agradable — Jing parecía emocionado. Cogió el abrigo que había
caído previamente al suelo y lo envolvió alrededor del cuerpo desnudo de Lu Cang. Vestido con sólo
las prendas más básicas, El emperador Xuan Yuan Jing llevaba el cuerpo inerte de su amante
masculino y corrió por un pasillo del harém. Un corredor que convenientemente no tenía a ningún
hombre en guardia, lo que le ahorró a Lu Cang la extrema humillación de ser expuesto a otras
personas.

—Estamos aquí — Jing sonrió a Lu Cang, quien estaba totalmente desagradecido y se estremeció
ante el gesto. ¿Estaba esta malvada persona todavía pensando en nuevas formas de torturarlo?

Al entrar en el edificio de singular arquitectura, Jing liberó una de sus manos para empujar la puerta
de jade tallado.

—Ah...— Lu Cang casi gritó. Frente a él estaba una impresionante fuente de aguas termales decorada
con flores de loto blancas que flotaban, y el vapor espeso hacia parecer como una especie de
misterioso país de las maravillas.

Jing retiró la capa que cubría a Lu Cang ante sí mismo y quitándose sus ropas, los dos se sumergieron
en el agua.

—¿Cómodo? —

Aunque Lu Cang quiso volcar agua fría en la cara de Jing, él no era rival para el encanto del agua
caliente relajante y, finalmente, decidió guardar silencio.

Un par de brazos fuertes lo sostuvieron, firmemente atrapándolo. Jing deliberadamente había elegido
hablar contra de su oreja, haciéndole sentir un hormigueo. El sensible Lu Cang intentó rizar su cuerpo,
pero Jing lo abrazó con más fuerza.

—¿Te gusta? Mientras te quedes aquí... todos esto es solo tuyo, para tu disfrute.— En ese momento,
Jing parecía inesperadamente amable. Abrazó a Lu Cang y caminó unos pasos, a través del vapor,
Lu Cang se dio cuenta de que había un cálido altiplano de jade en el medio de la piscina.

Jing lo levantó y lo depositó en la superficie horizontal de la piedra, y luego recogió un puñado de agua
y en broma roció sobre el área sensible de Lu Cang.

—...— Antes de que Lu Cang pudiera hacer ruido, una mano cálida amasó suavemente sus genitales
magullados. Este gesto cariñoso le hizo preguntarse si esta persona era el mismo vulgar Jing.

—¿No es genial? — Comenzó lentamente, estimulando gradualmente una erección, sin olvidar a
hablar en suave y tierna voz a Lu Cang.

Tan cómodo... Aunque sus sentimientos estaban controlados, Lu Cang se corrió silenciosamente en
las manos de Jing, y la visión del líquido lechoso mezclarse con el agua le daba ganas de suicidarse.
¡Maldita Sea! Mientras este hijo de puta sea suave, de alguna manera termino haciendo lo que el
quiera como una especie de tonto. Lu Cang maldijo en silencio su falta de resistencia, pero no tenía
la energía para reaccionar a las cosas obscenas Jing había planeado hacer a continuación...

Mañana...este asunto... terminará, después de todo, yo soy un hombre... Lu Cang se sostenía en


esos fragmentos rotos de pensamiento, y no se resistió cuando Jing lo empujó hacia abajo y entró en
él de nuevo.

[…]

Lo hicieron tres veces... En realidad, él había perdido la cuenta hace mucho tiempo.

Lu Cang trató de contar el número de veces que él y Jing culminaron, pero su cerebro estaba revuelto,
por lo que se dio por vencido.

Su último recuerdo era de Jing empujándose a sí mismo por quinta vez, antes de que su conciencia
fallara.

Estoy cansado. Duele como el infierno... Lu Cang volvió su cuerpo y el dolor se disparó por su columna
vertebral, causando que su extraño sueño se desvaneciera y sus ojos lentamente se abrieran.

Todo se sentía extraño. Este hermoso lugar era uno que nunca había visto antes. Las cortinas que
colgaban del techo tenían unas pocas capas, y eran ligeramente translúcidas. Tenían intrincados
bordados, adornados con brocados de oro y joyas. A través de la hendidura en la capa superior estaba
una seda blanca que caía con satén azul pálido por debajo. El pabellón estaba pintado
extravagantemente con patrones exquisitos de un dragón y fénix, y la ropa de cama en sí eran igual
de magnífico color. Pero lo más bello era el hombre que estaba abrazando el cuerpo desnudo de Lu
Cang en su sueño, Xuan Yuan Jing.

¡Ah! Se despertó sobresaltado y trató de alejarse, pero un fuerte par de brazos se aferraron a él con
fuerza, anulando cualquier movimiento. Los sucesos de ayer parpadearon ante él como una especie
de visión. Recordaba vagamente quedarse dormido — o desmayarse — tener relaciones en exceso.
Después de eso... ¿Después de eso...?

—Por supuesto, yo te traje hasta aquí.— Jing abrió los ojos, como si leyera las preguntas de Lu Cang
directo de su corazón. Había fingido dormir durante mucho tiempo para poder disfrutar de la mezcla
de miedo, pánico, y arrepentimiento en el rostro de Lu Cang cuando despertara.

Muy sorprendido por Jing, el rostro de Lu Cang palidecido rápidamente. A pesar de que había tenido
relaciones sexuales con el hombre un buen número de veces, ayer era la primera vez que Jing, como
emperador, lo había sostenido.

... ¿Eso significaba que la posibilidad de escapar de su demonio se había hecho aún más pequeña?

Lu Cang miró a Jing, horrorizado. Seguía estando sereno, aunque estaban recostados tan cerca uno
del otro que sus caras casi se tocaban.
Jing de repente cerró la distancia y besó a Lu Cang. Lu Cang torpemente trató de luchar, su intento
fue inútil Jing profundizó poco a poco el beso, lo que le hizo derretir, a pesar de que aquellas traviesas
manos comenzaron a tocarlo por todas partes.

—¡Vámonos! — Esta vez, Jing no trató de empujarlo demasiado lejos, en su lugar se levantó de la
cama y se vistió con ropas hermosas. Después de que ambos se lavaron y se vistieron, Jing lo llevó
a las puertas del palacio.

—¿A dónde Vamos? — Todo el cuerpo de Lu Cang dolía, y cada paso que daba dolía como si Jing
estuviera penetrándolo otra vez, pero cuando pudo, trató de no pensar en ello o decir cualquier cosa
sobre el asunto, no sea que alguien se diera cuenta.

—A ver a Xi Zhen— las pocas palabras de Jing hicieron que Lu Cang no se negara, realmente quería
saber quién era ese extraño niño bonito.

¿Quién es él realmente? Mientras Lu Cang era arrastrado por Jing, no podía dejar de preguntarse
sobre la identidad de Xi Zhen.

—Deja de pensar al respecto, lo sabrás cuando lo veas— Jing disparó a Lu Cang con una misteriosa
sonrisa mientras abría la puerta del patio.
Capítulo 8

En comparación con el Palacio Imperial y sus extensos jardines, el lugar de residencia de Xi Zhen
tenía un ambiente más similar al lugar temporal de Lu Cang cercano al puente Yue Long, los jardines
eran preciosos y tranquilos, y una brisa fresca suave marcaba la llegada de la primavera.

Jing arrastró a Lu Cang a través de un puente sobre un estanque artificial. Xi Zhen los recibió desde
la distancia, riendo, —Su majestad... y Hermano Mayor Cang ¿Que les llevó a dos tanto tiempo? El té
que preparé está casi frío. —

Este palacio estaba construido sobre un lago... ¿Cuánto trabajo no habrán puesto en él? Lu Cang
pensó ociosamente y juzgando el aspecto del mismo, Xi Zhen no era cualquier noble regular.

Xi Zhen sonrió con gracia e hizo pasar a los dos dentro, haciendo caso omiso de la expresión un tanto
irritable de Jing.

—Esta es mi joven prima Xuan Yuan Xi Zhen. Conocida como la princesa Xi Zhen, antes de casarse.

Lu Cang no pudo responder a la parte de “prima” y se quedó mirando fijamente a Jing. La situación
era muy incómoda, por lo que Xi Zhen se hizo cargo de explicar. —... Después de casarme, mi título
es Zhen Guifei*. Yo soy la figura madre del Imperio de Datong. —

— ¿Qué?— La taza de porcelana en manos de Lu Cang cayó al suelo, y él se levantó de su asiento.


Jing estaba bastante frustrado, ya que no había planeado revelar su relación con Xi Zhen por el
momento, pero no negó las palabras de Xi Zhen tampoco.

Lu Cang se quedó inmóvil con mil palabras atoradas en su garganta, mirando estúpidamente al
espacio hasta que finalmente cayó de nuevo en la silla después de algún tiempo. Teniendo en cuenta
la edad y el estatus de Jing, era imposible que no estuviera casado, pero nunca esperó que la
Emperatriz se mostrara a sí misma tan pronto. Por otra parte, era Xi Zhen, a quien conocía desde hace
algo de tiempo.

—Hmmp— Jing se aclaró la garganta, llamando la atención de Lu Cang de nuevo a él. —Xiao Zhen y
yo estábamos prometidos antes de nacer por razones políticas. Ahora, ella es quien ocupa el lugar
más alto en el harem de Datong—

Xi Zhen sonrió ampliamente. Su ropa masculina no podía ocultar el hecho de que ella era una mujer,
y Lu Cang se reprendió por no darse cuenta antes. No sólo fue incapaz de reconocer a Jing como un
hombre en ropa de mujer, también fue incapaz de darse cuenta que Xi Zhen era una mujer aun cuando
llevaba un atuendo masculino.
Enojado y algo herido por su propia estupidez, Lu Cang comenzó a elevar la voz, — ¿Por qué me
estás diciendo esto? ¡No tiene nada que ver conmigo!— Él se levantó y se dirigió hacia la puerta, pero
como de costumbre, Jing lo asió de nuevo.

Jing presionó firmemente a Lu Cang en la silla y se volvió hacia Xi Zhen. —Xiao Zhen Lu Cang ha
recibido mi favor. Él ahora es considerado mi concubina, por lo que tienes que enseñarle y corregirlo
a partir de hoy, estrictamente —

Lu Cang quiso explotar de la ira. — ¡Tú pedazo de mierda! ¡Saco de mierda de perro! ¡¿Recibir tu
favor?! Pila de basura, ¡Qué tontería de concubina de harem! ¡Bastardo! Suéltame... ¡déjame ir! —
Gritó y se sacudió, tratando de liberarse de las garras de Jing.

Xi Zhen fingió no oír todo aquel lenguaje soez. Ella se inclinó un poco, — Entendido—

—Lu Cang es un testarudo... Estaré ocupado con todo el asunto de la expedición Yujia de nuevo, así
que no me puedo quedar a velar por él. Te lo dejo para que le enseñes un poco de disciplina, esperaré
que sea más obediente cuando vuelva...— Él envió una sonrisa ladina a Lu Cang, dando a entender
que con Xi Zhen no se jugaba.

— ¿La Expedición Yujia?... Su majestad, ¿qué área estás conquistando? — Como si no lo hubiera
oído la primera vez, Xi Zhen se centró en el hecho de que habría una batalla. Aunque ella seguía
sonriendo, parecía una persona totalmente diferente, nerviosa esperando la respuesta de su
emperador.

Jing se burló, — ¿Dónde más tendría que ir personalmente a conquistar? —

Al ver la cara de Xi Zhen pálida, él cedió. —De todos modos, no tienes que molestarte con este
asunto, ayuda a cuidar de Lu Cang—

Él agarró a Lu Cang y lo empujó hacia Xi Zhen, y rápidamente se dio la vuelta y se fue.

— ¡Hey! ¡¡TÚ!! — Un medio ajeno Lu Cang quiso perseguirlo, pero Xi Zhen agarró su mano,
negándose a dejarlo ir. Para una chica, ella era realmente muy fuerte.

—Hermano Jing—

Así que esta es la forma en la que se dirigía a él... Lu Cang no pudo evitar sentirse un poco celoso.

Al oír su nombre, Jing dudó por un momento, pero finalmente se detuvo. — ¿Qué es? —

Xi Zhen dudó por un momento, luego de repente se puso de rodillas, arrastrando a Lu Cang hasta un
medio arco torpe. —Yo... Yo sé que la traición es un delito de suma gravedad, pero por favor... por
favor... después de tantos años de apoyo, perdona... ¡perdonarle la vida! —

A pesar de su tono desesperado, Lu Cang no simpatizaba mucho. Estaba demasiado ocupado


preguntándose quién era 'ese hombre'. ¿Por qué se Xi Zhen estaba pidiéndole a Jing perdonarle la
vida? Aunque su propia relación con Jing estaba en bastante mal estado, no podía dejar de
preocuparse por la otra persona.

Jing no respondió, sólo movió la muñeca una vez y siguió caminando, dejando tras de sí la fragancia
de los lotos del estanque y la cara triste de la princesa Xi Zhen.

—Tú le preguntaste sobre preservar la vida de ¿Quién?… — Viendo como Xi Zhen había olvidado
que había alguien alrededor, Lu Cang no pudo evitar hacer la pregunta.

Sorprendida, Xi Zhen miró a la cara de Lu Cang antes de dejar que la mirada de tristeza se
desvaneciera.

—El Hermano Jing te ha dejado a mi cuidado, ¿qué quieres aprender primero? Modales, etiqueta del
palacio… así sabrás servir a Hermano Jing y a mí la próxima vez...— Ella se cubrió la boca con la
larga de seda blanca de su túnica y no podía dejar de reír, su expresión era alegre.

Al oírla burlarse de su relación con Jing, Lu Cang inconscientemente se sonrojó. Tanto su relación
como la de Xi Zhen con Jing era extraña. Sabía que no tenía derecho a hurgar en sus asuntos. Son
esposos desde jóvenes, y primos. Por supuesto que eran cercanos. Entonces, ¿qué era él
exactamente?

¿Algún tipo de juguete inusual?

Lu Cang se rió de sí mismo, y sin rodeos se dejó caer en una silla frente a Xi Zhen, tomando un gran
sorbo de té.

—Hermano Jing se prepara para abandonar el país...— Sin él tener que preguntar otra vez, Xi Zhen
comenzó a hablar.

—Sí —Lu Cang asintió.

—El imperio de Datong es una gran potencia militar, pero este otro país pícaro ha estado alrededor
por algunos años. Todo el mundo sabe que el hermano menor del ex emperador, el tío de Jing, Xuan
Yuan Yongyi había desertado y formó su propio pequeño país llamado Luo, pero nunca quedó claro
por qué Datong no había enviado a su ejército para aplastar a Luo, que era gobernado por un rebelde.
El Gobernador de Luo... es mi padre...—, Xi Zhen confesó.

Lu Cang asintió con la cabeza. Ah… así que esto no era tan complicado.

Pero de repente pensó en algo, —Ah, pero ¿no eres tú prima materna de Jing? —

—Soy su prima paterna, pero mi madre era prima materna de su madre

—Ah...—, Era bastante complicado. Lu Cang, sin saber qué decir, se quedó mirando.

Xi Zhen miró a la cara apedreada y soltó una carcajada, pero rápidamente volvió a su expresión
neutral, — ¿Sabes? Te pareces a mi padre cuando haces esa expresión... — Antes de Lu Cang
pudiera reaccionar, Xi Zhen lo golpeó. — No hablemos de esas cosas deprimentes. ¡Tenemos que
hablar de tu futuro en el palacio! —

— ¿Qué? — Lu Cang de repente saltó— ¡¿Quién dice que yo quiero vivir en el palacio?! —

Xi Zhen pacientemente lo miró. — ¿No entiendes lo que significa ser un guardia de la corte interna?

¡Dios mío! ¡Alguien venga a salvarme!

Después de escuchar la descripción de trabajo, Lu Cang quería colapsar. Su responsabilidad era


garantizar la seguridad del emperador durante todo el día. Un título impresionante, pero el trabajo era
duro. Estar de pie por el emperador en la corte, durante sus viajes, inspecciones, aun cuando el
emperador visitara a sus concubinas. En pocas palabras, una guardia de la corte interna era como un
sirviente personal del emperador.

—No quiero ser su guardia de... lo que sea...Yo quiero volver a Hangzhou—

—Quieres, ¿pero puedes?—Xi Zhen se burló y levantó una ceja, recordándole su situación actual.

Recordando la droga que Jing forzó en él, así como las consecuencias para sus hermanos si se
escapaba, Lu Cang se calmó.

Pero...

—Pero ¿No estas casada con Jing? ¿Por qué lo estás ayudando a vigilar... vigilar...?—, Lu Cang no
sabía cómo hacer referencia a sí mismo, por lo que volvió a sonrojarse.

—... Ayudar a cuidar de su mascota masculina es raro, ¿no? — Un cierto tipo de tristeza flotaba en el
rostro de Xi Zhen. Se levantó y se acercó a la ventana abierta, — Desde joven, sabía que iba a ser la
esposa de Jing, y mi madre me enseñó a ser una buena emperatriz. Lo más importante era saber
cómo cuidar a personas como tú— Xi Zhen bromeó, pero envió escalofríos por la espalda de Lu Cang.

Las mujeres del harem vivían entre cuentas de esmeralda, pero debajo de toda la seda, sus corazones
solo podían llenarse de melancolía.

¿Tendría él que sufrir la misma suerte que ellas? Los recuerdos de él jugando feliz y disfrutando de
su libertad de nuevo en la montaña hacían mella en su interior.

Como si hubiera leído sus pensamientos, Xi Zhen no pudo evitar reírse. —No tienes que preocuparte
tanto, Jing… él— Hizo una pausa por un momento, —él es un hombre voluble. Después de que haya
jugado contigo lo suficiente, serás capaz de obtener tu libertad de nuevo—.

— ¿De verdad? — Parecía una buena noticia, pero Lu Cang no era exactamente feliz ¿Quién querría
ser un simple juguete del cual podían deshacerse? Él estaba luchando para encontrar excusas para
el descontento en su corazón.
—Pero, si me sigues obedientemente, tal vez Jing cambie su mente cuando vuelva y te deje ir. No
podemos decirlo con certeza—.Ella vio algo ligero en los ojos de Lu Cang, pero aun así se mantuvo
ajena a las consecuencias de sus palabras. —Aiya, A partir de hoy en adelante, sólo haz lo que yo te
diga, vas a estar bien. Estoy cansada. Sirviente, por favor toma al maestro Lu Cang a la corte
Wangsong para que descanse— Una asistente femenina apareció desde detrás de la puerta para dar
paso a Lu Cang. Aunque su cabeza se llenó de un millón de preguntas y él seguía sin entender
plenamente las palabras de Xi Zhen, en silencio siguió a la sirviente para evitar involuntariamente
ofender a alguien en el palacio.

[…]

Los días en el palacio eran aburridos y pasaban rápidamente. Jing pronto abandonó la ciudad
prohibida con el ejército imperial para conquistar Luoguo. En el día que fueron a ver al ejército salir,
Lu Cang recordó sentir sus pupilas temblar cuando vio a Jing en su armadura de oro, cabalgando
como una especie de Dios, y cuando Xi Zhen se rió y le preguntó acerca de su relación, él miró hacia
abajo y tercamente se negó a admitir que era incluso amigo de ese hermoso hombre.

Los informes llegaban con frecuencia desde el campo de batalla, pero Lu Cang se dio cuenta que Xi
Zhen estaba muy callada, y aunque todavía trataba de aparentar fortaleza frente a él, siempre se
sentaba en soledad en la ventana, mirando tranquilamente al lejano horizonte .

Después de todo, su padre... Lu Cang nunca había conocido a su propio padre, y sabiendo que Xi
Zhen era miserable bajo su superficie animada y cariñosa, no podía evitar sentir simpatía por ella.

Mientras Jing estuviera lejos, todo estaría bien.

Aunque él sentía algún tipo de vínculo emocional con Jing, después de todo el dolor y el sufrimiento
que había pasado por su culpa, Lu Cang todavía tenía miedo de su regreso inminente.

Mientras él estaba aterrorizado de la manera que Jing utilizaba su cuerpo, no estaba dispuesto a
admitir que también odiaba ver a Xi Zhen tan deprimida. Las personas que pasan mucho tiempo juntas,
inevitablemente, desarrollan sentimientos, y aunque Xi Zhen lo obligaba a estudiar las reglas del
palacio cada vez que lo veía, pensaba en ella como una de sus muy extrañados hermanos de la
montaña, una buena amiga en esta lujosamente solitaria existencia, y él no tenía ningún deseo de
verla soportar el destino de su padre y esposo siempre en guerra.

Lu Cang oraba diariamente por que Jing no regresara para poder seguir viviendo libremente y sin
preocupaciones en el palacio, pero su suerte pronto se secó y un mensajero se le acercó una mañana
soleada para decirle del retorno victorioso del ejército imperial.

Maldición, ¿por qué tenía que volver? Lu Cang aspiró cuando casualmente escaneó a la multitud y las
concubinas juntándose.

Después de numerosas filas de tropas, finalmente alcanzó a ver a Jing — el emperador cuyo rostro
parecía de alguna manera poco familiar, vestía con ropas de la corte, rodeado de ocho abanderados
regiamente desplazados más allá de él.
¿Puede verme?... ¿el me mirará?

Lu Cang mismo estaba arrodillado entre un equipo de guardaespaldas, y aunque él todavía estaba
resentido por el regreso de Jing, aun así sacó esas palabras desde su corazón, un poco esperanzado
de que Jing lo echaría de menos.

Pero ese día fue decepcionante. Jing ni siquiera se permitió echarles a los guardaespaldas un vistazo,
y más tarde, cuando Lu Cang lo siguió detrás de Xi Zhen para saludarlo en el harem, Jing ni siquiera
les dio una sonrisa, como si se hubiera olvidado por completo de su emocionante nuevo juguete.

— ¡Lo siento! Pero tengo que decirte algo...—, Jing miró fijamente a una esperanzada Xi Zhen, —
Xuan Yuan Yongyi ha sido capturado vivo por el ejército imperial...—

Jing no continuó porque Xi Zhen de repente gritó y se tambaleó hacia atrás en el suelo, con las manos
sobre los ojos al tiempo que las sirvientas del palacio se apresuraron a recogerla.

Jing sacudió sus muñecas para señalar a las criadas que la asistieran, y fríamente dio la vuelta
haciendo un gesto para que el conductor de la silla de sedan** lo siguiera, dejando atrás a los extraños
en la habitación. Lu Cang estaba clavado en el suelo, odio creciente en su interior. Se quedó mudo,
pero clavo una mirada asesina a la espalda de Jing mientras salía.

¡Ah! ¿Es este hombre era una persona? ¡¿Es incluso humano?! Después de que Jing lo había
devastado, lo arrojó a un lado tan descuidadamente como si fuera transparente.

[…]

—Xi Zhen, ¿estás ahí? —

—Xi...— Después de regresar a sus habitaciones, pensamientos plagaron la mente de Lu Cang hasta
que no pudo dejar de pensar en buscar a Xi Zhen y pedirle que le dijera la verdad y dejara salir su
miseria, pero el sonido de la voz de Jing desde el interior le hizo tragar con fuerza el resto de su
llamado.

Él apretó su mandíbula con fuerza. Aunque el espionaje era realmente desvergonzado, él todavía
estaba lleno de rabia e ignoró su moral, haciendo un pequeño agujero en la ventana. Lo que vió le
hizo sacudir con sorpresa.

Él había esperado ver Jing y Xi Zhen enfrentarse entre sí, pero en la habitación estaba Jing, de
espaldas, frente a un hombre desconocido que estaba atado a un pilar. Por lo que este era el hombre
que estaba escondido en la silla de sedan, Lu Cang había pensado inicialmente que la persona en la
silla era una belleza tomada del harem Luoguo como botín de guerra.

Por la expresión del desconocido, estaba resignado y débil, completamente diferente a la hermosa
mujer que él había esperado. Era alto y corpulento, incluso más grande que él y Jing, y su rostro era
muy masculino. Sorprendentemente, se veía envejecido, totalmente opuesto a lo que muchos
esperaban.
El desconocido parecía cansado, como si acabara de despertar, y como prisionero de guerra, sus ojos
no tenían ninguna hostilidad, simplemente un agotamiento indescriptible.

—Estás de regreso, ¿cómo te sientes al respecto? — La voz de Jing sonaba extraña, llenando a Lu
Cang con una emoción que no podía describir.

—...Pensé que nunca había tendría la oportunidad de volver, nunca hubiera pensado que me
encontraría a mí mismo aquí...—, Aunque débil, su voz sonaba como la de un héroe, o lo que quedaba
de uno, esto hizo que Lu Cang se sintiera triste por él.

Lu Cang estaba confundido. Esta era la residencia de Xi Zhen, ¿por qué se había convertido en la
prisión de este hombre?

—¿Realmente? Me subestimas — Jing se agachó frente al hombre, y Lu Cang vio claramente que sus
manos fueron debajo de su ropa, apretando poco a poco su agarre...

El rostro del hombre se contrajo levemente, tratando de ocultar su malestar, pero, finalmente, sus ojos
se debilitaron y mostró el caos en su mente.

—Al final deje que regresaras, debes querer quedarte aquí por el resto de tu vida... —, una sonrisa
de satisfacción derivó en el rostro de Jing mientras se inclinaba para frotar sus labios, sus manos
comenzaron a frotar el cuerpo del hombre, y un ambiente lascivo lleno la sala.

Lu Cang alejó su cabeza de inmediato pero, no pudo evitar volverla una vez más para ver las dos
figuras entrelazadas. Lentamente bajó la cabeza, a pesar de que estaba de pie en un jardín de flores
en plena floración, todo su cuerpo se sentía fríamente rígido e incapaz de moverse.

Jing se alejó cuando el beso terminó, —Yongyi, sólo han pasado unos pocos años, tu auto control se
ha desvanecido —

Los labios del hombre estaban rojos e hinchados y su respiración era pesada. Luchó con sus palabras
por bastante tiempo, — Si recuerdas como era nuestra relación, aunque sea un poco, déjame ir,
déjame vivir y valerme por mí mismo...—

Emociones complejas barrieron los ojos de Jing. Tanto Yongyi como Lu Cang estaban a la espera de
su respuesta, pero de repente se dio la vuelta y dijo con frialdad— Lu Cang, has oído suficiente, ven
aquí—

Lu Cang respiró fuerte, sin atreverse a moverse. Jing rápidamente se acercó, y agresivamente lo
arrastró hasta la habitación. Aunque el desconocido estaba atado e inmovilizado al pilar, la chispa en
sus ojos no disminuyó cuando Lu Cang los encontró.

Jing empujó a Lu Cang y con rudeza torció su brazo contra su pecho. —Adivina, supongo que debes
saber lo que hago con este chico—
Yongyi miró Lu Cang quien estaba siendo fuertemente sujetado por Jing, de alguna manera, su cara
se puso roja y el color se propagó a su cuello, así, para ocultar su vergüenza, él resueltamente negó
con la cabeza, —¡No lo sé! —

Sabiendo que el hombre podía fácilmente indagar la situación entre él y Jing, Lu Cang comenzó a
temblar de vergüenza.

Jing soltó a Lu Cang y lo empujó, decidiendose ahora a agacharse frente al otro hombre. Levantó la
barbilla de este hasta que sus ojos se encontraron, y luego comenzó a rasgar con locura a su ropa.

—¡¿Qué estás haciendo?! — El hombre rugió, pero no pudo detener las acciones de Jing — el sonido
de la tela desgarrándose se mezclaba con su voz, y pronto estaba desnudo. Las cuerdas destacaron
sus fuertes músculos, y los restos que quedaban en su cuerpo de tela le hacía parecer aún más
erótico.

—Tío*** Yongyi, toma un buen vistazo a lo que voy a hacer ahora—

Lu Cang no pudo procesar la parte de “tío” antes de que Jing se acercara y se dejara caer sobre su
cuerpo como un lobo... La gradualmente alta temperatura de su cuerpo y sus dedos deslizándose
revelaron sus intenciones, que hablaban sin palabras.

—¡No! —

La aparición de Yongyi lo había arrojado todo al caos y la confusión. Incluso después de su


reencuentro, Jing no mostró indicios de calidez, sólo deseos de sexo desde el principio.

Aunque esta no era la primera vez que Jing utilizaba la violencia para obligarlo, Lu Cang nunca había
visto a un Jing tan aterrador antes. Su carácter tranquilo se había ido, el aire se llenó de furia y sus
ásperos y violentos dedos estaban por todo el lugar, dejando numerosas estelas de marcas rojas, feas
y embarazosas.

—¡NO! ¡Estás loco! ¡Déjame ir! —, Puro terror se apoderó de su corazón. Él sabía que si Jing estaba
asolando su cuerpo en este estado, nunca vería el sol de mañana. —¡Aléjate! —, casi petrificado, Lu
Cang se olvidó que había alguien más en la habitación. Gritó con todas sus fuerzas, sus temblores se
filtraron en sus palabras mientras intentaba golpear a Jing, por lo que mordió su hombro tan fuerte
como pudo cuando lo alcanzó. Jing estuvo completamente inmóvil un segundo, y continuó ferozmente
desgarrando su ropa.

Ropas esparcidas por el suelo, el hombre al lado ya no podía soportar el ver tales tormentos crueles,
—¡Detén esto, Xuan Yuan Jing! déjalo ir ahora, ¡¿qué estás haciendo?! ¡¿No conoces la vergüenza?!

Los ojos de Jing se hicieron más fríos, por lo que Lu Cang se estremeció. Los dedos por encima de él
con fuerza entraron en su piel desnuda, el dolor ahogo por completo el placer, por lo que Lu Cang
jadeo en miseria.
—Ah...—, El dolor hizo que su cuerpo se contrajera y apretara contra los dedos intrusos. Lu Cang gritó
involuntariamente.

—Yongyi, ¿Puedes oírlo? ¿Te acuerdas de aquella noche que gemiste y gritaste debajo de mí,
llorando mientras yo te ayudaba a venir?—, Jing miró el cuerpo sin vida de Lu Cang, sus dedos
empujando y saliendo rápidamente a la espera de una respuesta del tercer hombre.

Lu Cang estaba tan adolorido que ni siquiera podía gritar, y la deliberada ignorancia de Jing a su
silencio, hizo que su corazón convulsionara dolorosamente. Él era más un objeto que una persona,
un objeto para que otros lo utilizaran cuando quisiesen, un objeto que Jing tomó cuando su verdadero
amante se escapó.

Su cuerpo fue violentado sin comparación, manos frías lo sostuvieron y violentamente lo empujaron a
las partes más profundas del infierno, el dolor en su corazón le causó un sollozo incontrolable.

Lágrimas rodaron por sus mejillas como gotas de lluvia, derramándose sobre el suelo como jadeos
tranquilos, sus manos apoyadas en el suelo en una posición humillante, acomodándose a la
destrucción de Jing. La conciencia de Lu Cang comenzó a desdibujarse.

—¡Tu eres una bestia! ¡Yo estaba ciego! ¡Yo estaba ciego por aconsejarle a mi hermano cederte el
trono!— El hombre al parecer no podía soportar ver la escena que se desplegaba por más tiempo, el
ambiente de la habitación y la vista delante de él, sus genitales mostraron signos de emoción.
Vergüenza se convirtió en rabia, y las palabras que pronunció fueron más duras que cualquier otra
palabra que hubiera pronunciado nunca.

Jing tomó aquellas palabras duras, y bruscamente salió de Lu Cang. Lu Cang gritó en estrés y dolor,
totalmente flácido. Al retiro Jing, una sensación de pánico se deslizó en su conciencia. Su canal anal
estaba gravemente desgarrado, una gran cantidad de sangre fresca salía de su entrada, y corría lo
largo de los muslos y directamente sobre el suelo.

Jing apenas le echó un vistazo, y se giró para mirar al otro hombre: el príncipe desertado, el padre de
Xi Zhen, Xuan Yuan Yongyi. Fríamente miro hacia él durante algún tiempo antes darle una bofetada
en la cara con saña.

—¡Bastardo! ¡¿Quién te pidió que convencieras a mi padre para pasarme el trono a mí?! ¡¿Quién te
pidió fingir que nada pasó cuando me obligaste a casarme con tu hija?! ¿Quién te pidió evitarme como
la peste? ¿Quién te pidió elegir la traición sobre permanecer a mi lado?... ¡Claramente sabias que no
quería nada de eso! —

Impresionado por los gritos de Jing, Xuan Yuan Yongyi miró hacia arriba, de inmediato sus labios
fueron tomados.

—Nnh —el apenas tuvo tiempo de gritar antes de que Jing empujara su eje contra su garganta, con
su mano presionando la cabeza del Yongyi, sus caderas moviéndose vigorosamente, la misma parte
que había sido sacada de Lu Cang fue velozmente forzada en la boca de este hombre.
Un Lu Cang desnudo y completamente incapaz de hablar miró la escena delante de él: este hombre
de la realeza, tío de Jing, sufría con los ojos cerrados, el objeto en su boca le impedía hacer cualquier
sonido. Lágrimas de dolor caían de sus ojos , su fuerte cuerpo ligeramente tembloroso.

A pesar de la miseria de todo, un poco obtuso, incluso Lu Cang podía ver las chispas entre los dos.

Entonces... No había espacio para su existencia.

Lu Cang no supo cómo recobró la compostura, tranquilamente recogió sus ropas dispersas y rotas,
vistiéndose con cuidado, se puso en pie y con calma salió, dejando la confusión y el olor de la sangre,
las lágrimas y el sexo detrás en esa habitación.

Mientras caminaba a las puertas del pequeño patio, descuidadamente se topó con una figura
apresurada.

—¡Dios! ¡Hermano Mayor Cang! ¿Qué pasó? —

Era Xuan Yuan Xi Zhen, sus doncellas jadeantes se arrastraban detrás de ella, había una pesada
tapicería en sus manos, claramente apenas había despertado y se precipitó a ir allí.

—¿Qué? —Lu Cang se esforzó para hacer calmo el sonido de su voz, pero se encontró con que estaba
temblando incontrolablemente—

—¿Por qué... por qué lloras? —

Xi Zhen se quedó mirando el rostro de Lu Cang, y aunque ella lo pedía, podía ver las respuestas en
sus ojos.

—Ah... Un poco de arena, probablemente se metió en mi…—, levantó las manos en un intento de
borrar las lágrimas de su rostro, forzando una sonrisa.

—Vamos… vamos a buscar un lugar para hablar correctamente, — Él extendió la mano y la arrastró
a otro lado del patio en la dirección opuesta.

—¡Yah! ¿Qué estás haciendo? ¡Estoy aquí para encontrar a Jing! —

A pesar de su lucha, Lu Cang la arrastró lejos desesperadamente.

Una repentina ráfaga de viento se levantó y elevó la arena por todo el patio. Lu Cang tiró de Xi Zhen
y caminó con ella sin rumbo, su mente sin dirección, como el viento. Sin importa qué, no podía explicar
el confuso dolor en su pecho

No me enamoré de él…

¡Yo no…Yo no lo amo!


Negando frenéticamente los sentimientos en su corazón, sus emociones eran más turbulentas que los
pétalos que volaban temblorosos en el viento. Lo más horroroso era que, sin importar que, no podía
quitarse de encima la imagen de aquellos dos hombres enredados en su mente.

—¡No! —, Por fin gritó en voz alta, impotente, desplomándose en el suelo.

Notas sobre la Traducción

*Guifei = Concubina de alto rango.

**las sillas de sedan o los silletes de sedan eran estos pequeños compartimientos que eran cargados
por dos o cuatro personas como medio de transporte entre la nobleza. Por acá les dejo una foto:
http://orichinese.com/wp-content/uploads/2013/03/u6i9zl8wN3g-_alektssoaeWF-600x450.jpg

Nota adicional: Tanto cuando Jing dice “Prima” y “Tio” lo hace de una forma rara, como un título y en
un lenguaje antiguo, que es la razón por la cual de primera mano Lu Cang no le entiende.
Capítulo 9

Los árboles de sombra dormitaban en el aire quieto de la primavera, la falta de viento hacía del calor
casi incómodo. Un oscuro silencio cubría el palacio de Datong en las horas antes del amanecer, la luz
de la luna suave encadenaba su camino hacia una pequeña habitación en el patio interior e iluminaba
una cama y el rostro cubierto de sudor de la persona en ella.

Aunque en sueños, la cara de Lu Cang se contorsionaba en una expresión desagradable mientras


estaba acostado en una cama claramente cómoda.

—Jing... no...— Por último, al despertar de su pesadilla, él se enderezó desorientado, con cara de
pánico puro, sólo para descubrir que había llamado un cierto nombre en su desorientación, un nombre
al que nunca debería llamar.

Agradecido de que era sólo un sueño, Lu Cang tomó bocanadas de aire fresco y trató de calmarse, y
luego se vistió lentamente antes de colocarse de pie junto a la ventana.

La luz de la luna era tenue, y el paisaje que era vibrante en el día era ahora era una sombra monótona,
y ante el pensamiento de todo el caos del último medio mes, no podía dejar de suspirar.

El padre de la Emperatriz, y al mismo tiempo el tío del emperador, Xuan Yuan Yongyi, había estado
en prisión bajo la acusación de traición por las últimas dos semanas. El emperador Jing utilizaba los
interrogatorios como una cubierta para quedarse con él día y noche y los rumores iban alrededor del
palacio, pero todavía nadie se atrevía a desafiar al emperador. Lu Cang había sido testigo de sus
intimidades y él mismo sabía lo que realmente eran esos “interrogatorios”.

Abrazos, besos, y luego había también... Susurros obscenos, toques, clímax traído por una mezcla de
placer y dolor — aunque estos recuerdos estaban bastante lejanos, el hormigueo persistente de los
toques de Jing siempre alzaban la temperatura corporal de Lu Cang.

Pero no, él nunca lo admitiría que el caos y la emoción del pasado habían causado todos estos.

Lu Cang pensó en aquel momento en que aún se amaba solo a sí mismo, el tiempo antes de caer
embriagado por Jing. La vergüenza lo consumía desde el fondo de su corazón, y él no quería nada
más que extraer todo este episodio de terror lleno de realidad, incluyendo su propia ignorancia y sus
emociones no correspondidas.

Incluso si él era el pasivo desde el comienzo de su relación y sufrió el dolor y la humillación debajo
Jing, aquel hombre era tan hermoso como un hada y pronto, su rostro quedó impreso en el corazón
de Lu Cang y sus caricias ocasionalmente suaves hicieron que Lu Cang finalmente cayera en su
abrazo agraciado pero firme. Lu Cang comenzó a hacer esfuerzos para atraer a Jing como una
especie de mujer, e incluso bajo el acoso constante de Jing, finalmente desarrolló algunos
sentimientos y perdió completamente la pista del rey bandido y orgulloso que una vez fue, su aura una
vez arrogante y dominante a fuego lento quedo reducida a un polvoriento residuo.
En este punto, Lu Cang sentía que debía estar agradecido con Xuan Yuan Yongyi. A pesar de que los
sentimientos ardientes de Jing por ese hombre empujaron a Lu Cang de un hermoso sueño a las
profundidades de la desesperación, al mismo tiempo también ahogó a Lu Cang en una profunda
adicción. El permitió que Lu Cang mirara todo, desde un extremo al otro con una mente clara, y lo llevo
a darse cuenta de que sus emociones eran autosuficientes, un mecanismo de defensa para la
vergüenza que había pasado después de que su majestad el emperador le hubiera traído como una
especie de bufón para entretenerse a sí mismo para después volver con su antiguo amante y pisotear
toda su dignidad, desgarrando cada onza de auto-respeto en Lu Cang.

Así Lu Cang, perdido sobre qué hacer, vergonzosamente se preguntó qué tipo de orgullo tenía el ser
el juguete masculino del emperador.

Apretando fuertemente los puños, el rostro de Lu Cang se torció en una mirada de vergüenza y dolor.
En las últimas dos semanas, Jing había olvidado por completo su existencia. Había abandonado todos
los asuntos estatales y entregado solo a Xuan Yuan Yongyi, disfrutando de la emoción de la conquista,
y si no fuera por su hermano menor llenando su lugar, los ministros sin miedo y sin vergüenza ya
habrían llegado al trono trepando.

La luna que colgaba sobre el horizonte tenia forma de media luna, lo que hizo inundar la mente de Lu
Cang con ira. La noche de luna llena se acercaba, y él dudaba seriamente que Jing hiciera algo para
aliviar los síntomas de la noche de Azura. Si no fuera por esa droga maldita, hacía mucho estaría en
camino de regreso a Hangzhou. La única manera de hacerlo era buscar Jing y persuadirle para darle
el antídoto y dejarlo ir, entonces Lu Cang podría realmente acabar con todo este lío. De todos modos,
ahora que Jing tenía la cosa real, un pésimo sustituto como Lu Cang ya no tendría ningún uso.

Lu Cang se dijo desesperadamente a sí mismo que debía permanecer tranquilo, mantener la calma,
pero su corazón seguía dolorosamente torcido por el hecho de haberse convertido en algo para ser
utilizado, roto, y tirar a la basura.

Debía tomarlo como una lección. Nunca poner su corazón en las manos de otra persona, y nunca
subestimar la posición en su corazón. Lu Cang sabía si fuera a ser puesto en una situación tan
peligrosa una vez más, sería el final para él.

En silencio haciendo su resolución, decidió que iba a encontrar Jing y a obtener el antídoto mañana.

Él no quería en su vida de volver a ver nunca a Jing de nuevo, pero era necesario detener su dolor, y
si no llevaba a cabo sus planes estaría atrapado sin remedio en esta situación para siempre.

Él tomó una decisión y relajado en la cama, cerró suavemente sus ojos aunque sabía que el sueño
nunca llegaría. Él sabía que a nadie le importaba, pero esperaba poder mantener la compostura frente
a Jing al día siguiente.

[…]
El tiempo corría dolorosamente lento, los primeros rayos del sol entraron en la pequeña habitación y
Lu Cang se esforzó por abrir sus cansados ojos inyectados en sangre. La noche la pasó de hecho sin
dormir y todo por culpa de ese hombre que hace mucho tiempo se había olvidado de su existencia.

Después de lavarse, Lu Cang especialmente vistió ropas de un color brillante con la esperanza de
verse menos deprimido.

Él distraídamente tomó algo de desayuno en la boca antes de arrastre lentamente hacia la residencia
de Xi Zhen, que ahora se había convertido en el lugar donde Jing se encerró a sí mismo.

Era el lugar que Lu Cang había evitado a toda costa las últimas dos semanas. Los jardines eran
hermosos como siempre y el arco del puente contrastaba elegantemente con el cielo de primavera.
Unas cuantas docenas de guardias rodeaban la residencia, protegiendo el secreto que el emperador
escondía adentro.

Lu Cang se detuvo frente a la primera línea de guardias y sintió que su cuerpo se tornaba frío. Si era
porque estaba asustado o herido que no lo sabía.

Tratando de hacer calmado el sonido de su voz, se dirigió a un guardia. —Lu Cang solicita una
audiencia con su majestad. Hermano mayor, por favor retransmite el mensaje...—

El guardia le lanzó una fría mirada y Lu Cang sintió como si hubiera sido apuñalado una y mil veces y
luego pisoteado violentamente.

—Oh, le diré a un eunuco que pase el mensaje, por favor espera aquí.—

Después de que Lu Cang había reflexionado sobre suicidarse diez mil veces, el mensajero regresó
finalmente.

—Hay una emergencia en la frontera militar, su majestad se ha ido desde el ocaso.— Su voz aguda
perforó sobre la fachada tranquila de Lu Cang, y sus siguientes palabras sacudieron a Lu Cang de
nuevo en una enorme nube de confusión, —pero el príncipe Yongyi solicita su presencia, él tiene
algunas preguntas para ti.—

—... Hah — Un dolor sin nombre inundó los sistemas de Lu Cang, él realmente no quería ver la cara
de esa persona. Sin embargo, los guardias se trasladaron a pie a cada lado de él y lo miraron de arriba
abajo amenazadoramente, así que no tenía más remedio que respetar y seguir al eunuco a través del
puente en el patio.

Si no podía mendigarle a Jing, él podría también pedirle al príncipe que se lo pidiera. Yongyi
probablemente quería que él se fuera, y él prefería que Yongyi le dijera a Jing acerca de su salida que
hablar con Jing el mismo.

Sin más vacilación, siguió al eunuco al edificio donde Jing y Yongyi habían hecho cosas justo en frente
de él.
Las salas estaban llenas de indescriptible espléndidas esculturas y columnas imponentes. El lugar que
había sido testigo de la pasión ardiente entre Jing y Xuan Yuan Yongyi. Ese fuego también carbonizó
el corazón de Lu Cang.

La vida es un sueño. El siguió al eunuco al subir un tramo de escaleras hasta el dormitorio en el


segundo piso, ola tras ola de malestar rompiendo contra su corazón.

—Príncipe Yongyi, el guardia imperial Lu Cang ha llegado— El eunuco se inclinó ante la cortina de
brocado de la habitación, su humildad hablaba del respeto demostrado por este misterioso príncipe.

—Vamos, entra— la voz de Yongyi, aunque rasposa en gran medida por el cansancio, sonaba mejor
que la última vez que Lu Cang lo escuchó.

El eunuco parecía un poco indeciso. Xuan Yuan Yongyi alzó la voz—Deja al guardia imperial aquí, tu
vete primero—

—Pero, — El eunuco estaba reacio a desafiar las órdenes de Jing y se negó a salir.

—Te dije que vuelvas, ¿me oyes? —Xuan Yuan Yongyi era de la realeza en sí mismo, su intimidación
era de un tipo especial. El eunuco entró en pánico y rápidamente se retiró.

Lu Cang tiró de la pesada cortina a un lado y dio un paso hacia adelante. A pesar de que estaba
preparado psicológicamente, el verlo le hizo sentir como si una olla de agua fría hubiera sido vaciada
por encima de su cabeza, lo escalofriante de todo el camino a sus pies.

Xuan Yuan Yongyi ya no se veía nada como un héroe, pero no se parecía en nada a la mascota
masculina típica que Lu Cang había esperado. Su pelo estaba esparcido desordenadamente sobre
unas cuantas almohadas de satén, y una capa delgada cubría partes de su cuerpo al azar, haciendo
poco para ocultar las marcas rojas marcadas por todo él. Lu Cang ladeó la cabeza hacia un lado.
Sabía de esas marcas muy bien.

El rostro de Xuan Yuan Yongyi estaba demacrado y pálido mientras miraba Lu Cang.

Lu Cang forzó una sonrisa y una reverencia, —Lu Cang saluda a su alteza—

Él hizo un gesto para que el bandido se acercarse y se sentara al borde de la cama.

El aire de la habitación estaba lleno de evidencias de lo que había ocurrido e hizo sentir claustrofobia
a Lu Cang. Él se esforzó por mirar a Xuan Yuan Yongyi, su rostro palidecía mientras más tiempo se
sentaba inmóvil, respirando aquel aire sucio.

—Creo que sabes quién soy, yo también sé quién eres tú. — Xuan Yuan Yongyi era claramente mucho
mayor que él, y la brecha entre los dos hizo a Lu Cang sentirse aún más torpe ahora que había
planteado este tema de conversación.

—Simplemente sé porque estás buscando a Jing ahora—


—Como lo sa…—, Lu Cang se detuvo a mitad de la frase, de repente pensó en las cosas que Jing
hizo con él y que a Jing no le gustaría ocultarle nada a Yongyi. El cerró su boca y sintió deseos de
morder su propia lengua.

Xuan Yuan Yongyi rió profundamente, —No tengo mucho que decir. Muy simple, puedo darte el
antídoto a la droga Noche de Azura si me traes algo a cambio—

—¿Qué necesita? — ¿Qué había dejado él en el mundo, que necesitaba y Lu Cang tenía? Lu Cang
se rió fríamente de sí mismo, pero preguntó de todos modos.

—Muy sencillo, ayúdame a encontrar un veneno sin antídoto... preferiblemente uno que no cause
demasiado dolor...—

—Tú...— Lu Cang se levantó de un salto de la cama, lo primero que pensó fue en que Yongyi quería
envenenar a Jing.

—No, has entendido mal, — Xuan Yuan Yongyi vio claramente a través de él, y se ocupó de negar la
acusación, —Yo no me atrevería a hacer un movimiento contra Jing, el veneno es para mí mismo.—

—Ah...— Lu Cang se sorprendió. Yongyi parecía totalmente tranquilo, completamente diferente a


cualquier persona que quisiera suicidarse.

—Esto es lo mejor para nosotros dos, tu puedes conseguir la cura para el veneno en tu cuerpo,
deshacerte de la persona que odias y vengarte de esa ingrato de Jing...—

—¿Qué ingrato…? — Él quería tratar de salvar algo, pero recordó que la amargura en su corazón y
se tragó su defensa. —Pero ¿Por qué quieres suicidarte? — Él estaba desconcertado y cambió el
rumbo de la conversación, cuestionando Xuan Yuan Yongyi en su lugar.

Antes de conocer a Jing, él era una persona sencilla y feliz, pero incluso después de todo lo que
atravesó, la idea del suicidio era todavía inconcebible y no podía entender la petición de Xuan Yuan
Yongyi. —¿A qué te… quieres decir con eso que no te queda ni siquiera un poquito de coraje?— Lu
Cang se sentía extraño. Él no tenía ningún buen recuerdo en particular con el hombre, pero sabía que
Xuan Yuan Yongyi hizo mucho por la dinastía de Datong y trajo prosperidad al imperio e incluso en su
situación actual, Lu Cang no podía empezar a pensar en algo digno para un intento de suicidio.

Xuan Yuan Yongyi lo oyó y dudó por un momento, y luego señaló la colcha delgada que cubría su
cuerpo, —Ayúdame a levantarme—

Lu Cang, lleno de dudas, se adelantó con aprensión y no pudo evitar jadear. Las partes del cuerpo de
Xuan Yuan Yongyi que estaban ocultas anteriormente estaban cubiertas de moretones oscuros,
desconcertante en muchos niveles, pero él no tenía tiempo para revolcarse en la autocompasión y se
empujó a sí mismo fuera de la cama, —Tú…—

Xuan Yuan Yongi amargamente sonrió, una expresión indescriptible en su cara. Tenía las manos
atadas detrás de él por fuertes cuerdas a la cama, sus pies también asegurados en ambas direcciones.
Sus ropas interiores finas apenas añadían decencia a su imagen extremadamente obscena.
Lu Cang no era ajeno a este tipo de situaciones, pero aun así encontró la vista totalmente difícil de
digerir.

—¿De verdad crees Jing sabe simplemente como amarme?— la cara de Xuan Yuan Yongyi se
derrumbó, dejándolo sin rastros de la imagen del Príncipe Yongyi que luchó con valentía en el campo
de batalla y mató a los enemigos—

Lu Cang tranquilamente puso la colcha en su lugar, su corazón como un océano turbulento. Ya no


podía permanecer de pie por su cuenta y se dejó caer en una silla junto a la cama.

—Yo debería mejor morir... No puedo enfrentarme a mis ancestros si vivo de este modo, no puedo
enfrentarme a mi hermano el emperador, no puedo enfrentarme a mi esposa y mi hija, — las lágrimas
temblaron en el borde de los ojos de Yongyi, —Jing-er había sido cariñoso conmigo desde joven y se
quedó cerca de mí hasta que creció, pero en realidad nunca supe la verdadera razón detrás de ello,
hasta el punto que mi hermano me pidió que desposara a Xiao Zhen a él y Yo accedí
despreocupadamente ... Nunca sospeché que... sospeché...—, Xuan Yuan Yongyi no podía encontrar
las palabras para describir los enfermos sentimientos de Jing hacia él, y se quedó en silencio.
—El día que Xiao Zhen regresó, bebí demasiado vino y Jing-er seguía molestándome sobre ir a la
cama con él, entonces... entonces...—se calló de nuevo— Después de esa noche, pensé por muchos
días en ello y quería romper todas las conexiones con él, pero todavía tenía que pensar en Xiao Zhen
que tenía que permanecer a su lado, y yo no tenía intenciones de renunciar. La única manera era
escapar, pero quien podría llegar a imaginarse que el sería tan persistente, ha… ahora que estoy en
esta situación, Xiao Zhen debe ser tan avergonzada...—

Aunque Lu Cang no era él mismo un padre, más o menos entendía los sentimientos de Xuan Yuan
Yongyi hacia su hija.

—Entonces, tú esposa...—

Xuan Yuan Yongyi palideció aún más, —El clima puede ser duro, Xiaolan... su cuerpo estaba débil y
no pasó mucho tiempo para que la enfermedad se hiciera cargo...—, él se atragantó con sus palabras,
con voz casi rota—

—Joven Lu Cang, tu todavía estás en una buena posición — Sus ojos se iluminaron como una llama
tranquila en medio de una noche oscura y miraban con determinación en el rostro de Lu Cang. Lu
Cang sintió un poco de frío bajar por su intensa mirada y no se atrevió a decir nada.

No importa lo mucho que pensara en ello, nunca hubiera considerado que la relación entre Jing y Xuan
Yuan Yongyi fuera tan profunda. Incluso sin decirlo, Lu Cang podía adivinar que “esa noche” que Xuan
Yuan Yongyi mencionó se refería al horror de verse sodomizado por Jing. Eso era evidente, y era
claramente la única cosa que podría hacer Xuan Yuan Yongyi, quien era el líder de diez mil personas:
renunciar a su condición de príncipe y huir a través de la frontera.

Lu Cang lo pensó, con darle una píldora de veneno a cambio del antídoto, había poco riesgo para él.
Él podía deshacerse de Yongyi de quien Jing estaba enamorado, y al mismo tiempo liberarse de las
garras de Jing y para siempre olvidar el daño que ha sufrido.
Todo parecía perfecto.

Xuan Yuan Yongyi esperaba su respuesta, pero el corazón de Lu Cang estaba en un lío y él era
incapaz de pronunciar una palabra.

—Joven Lu Cang…— agitado por el silencio de Lu Cang, Xuan Yuan Yongyi no podía dejar de hablar
primero.

El silencio continuó.

Por último, Lu Cang asintió suavemente su cabeza, —Voy a volver a mi habitación y lo conseguiré
para ti.—

Como si nunca hubiera esperado que Lu Cang estuviera de acuerdo, Xuan Yuan Yongyi sonrió —
Gracias... gracias... No tienes idea de lo mucho que aprecio que...—

Lu Cang inconscientemente sonrió de vuelta— existía alguien en verdad tan ansioso por acabar con
su propia vida, y estaba tan agradecido a todos los que quisieran ayudarle. Al salir del edificio, Lu
Cang sentía como si estuviera en medio de una pesadilla ineludible. Nunca esperó que los
sentimientos de Jing hacia Xuan Yuan Yongyi fueran nada más que su propia ilusión.

En una reflexión extraña de su propia situación, la persona Jing amaba no lo amaba.

Lu Cang tuvo ganas de reír, pero no había nada de qué reírse, y unos momentos después estaba en
su habitación algo confundido.

En silencio tomó su bolsa de medicina de un cuadro a su lado y sujetó una pequeña píldora roja —
era un veneno muy potente, y poca gente llevaba esas cosas. Se sentó en silencio por un rato, y luego
tomó una decisión. Sostuvo la pequeña bolsa de brocado en su pecho y lleno algunas otras cosas con
él, entonces se preparó para regresar con Xuan Yuan Yongyi.

Los guardias ya lo habían reconocido y además, nadie se atrevía a interceptar a los invitados del
príncipe Yongyi, por lo que se las arregló para volver a sumergirse en el dormitorio con relativa
facilidad. Xuan Yuan Yongyi lo vio venir y su rostro sin brillo se iluminó. Lu Cang le deslizó la pequeña
píldora roja y una sonrisa pasó por sus labios.

—¿El Antídoto para la Noche de Azura? — Preguntó Lu Cang.

Xuan Yuan Yongyi señaló un armario en la esquina de la habitación, — Está en una caja de jade, la
verás una vez que la abras.—

—Ese hombre realmente te lo dice todo...—, Lu Cang ni siquiera supo por qué dijo eso.

Xuan Yuan Yongyi sonrió comprensivamente.

Lu Cang bajó levemente la cabeza.


—Voy a darte el veneno ahora, hará efecto en aproximadamente una hora, así tendré tiempo para
escapar, — Lu Cang dijo simplemente, administrando el veneno en la boca de Xuan Yuan Yongyi.

Una hora era más que suficiente para conseguir estar lejos de la capital, pero no podía volver a la
montaña por lo que tenía que notificar rápidamente a sus hermanos para trasladarse a otro lugar.

Después que el trato estaba hecho, Lu Cang salió del edificio y se fue a un rincón apartado de la
Ciudad Prohibida. Se aseguró de que nadie lo viera, saltó a la cima de un árbol y sobre los muros del
palacio, en silencio aterrizó en una calle vacía el otro lado de la pared. Escapar del palacio era bastante
fácil para él, pero todavía se sentía inquieto.

Con agilidad, utilizó su kung—fu de aire para acelerar la salida hacia la puerta de la ciudad. Una hora,
tenía la ventaja de una hora antes de Xuan Yuan Yongyi lo averiguara...

Lo que le dio a Xuan Yuan Yongyi no era veneno, él no estaba en contra de matar a un hombre que
inicialmente realmente tenía la intención de hacerlo por sí mismo. Pero el ambiente de la habitación,
cargado de locura y deseo, lo dejó incapaz de hacerlo de verdad. Ese hombre era la persona que Jing
amaba con todo su corazón. Él no quería volver a involucrarse nunca con Jing de nuevo, por lo que
también salvó a su amante.

No había nada que lo conectara a Jing por más tiempo. Lu Cang se sentía más vivo ahora que tenía
un tiempo muy largo por vivir, y en un increíble despliegue de agilidad, voló hacia la puerta con la
velocidad que le confería su título del “águila”.

En los últimos meses estaba tan confuso que se culpaba a si mismo de tener claramente el cuerpo de
un hombre, pero no el aplomo de un hombre. Él se había suavizado y se dejó hacer pedazos frente a
Jing como una especie de doncella enamorada. Las noches de insomnio que soportó hizo todo aún
más divertido, ahora que lo pensaba, era un hombre digno, pero debido a la indiferencia de otro
hombre hacia él, él era incapaz de dormir. Durante mucho tiempo, había sido sólo una enorme broma
de mal gusto.

Tenía que agradecer a Xuan Yuan Yongyi por aparecer y cortar sus sueños floridos. A pesar de que
fue cruel, le ayudó a abrir los ojos y lo detuvo de ahogarse lentamente en ese suave abrazo cálido.

Las puertas del imperio Datong aparecieron ante sus ojos. Mientras él pudiera conseguir ir más allá
de esas puertas, volaria fuera del alcance de Jing y no volver a verlo nunca más.

Él se ralentizó y se dirigió hacia la puerta, para no despertar sospechas. ¿De qué hay que
preocuparse?, Lu Cang se rió de su propia conciencia culpable. Lo que dio Xuan Yuan Yongyi no era
venenoso en absoluto, nada podía salir mal.

Pero nada es seguro.

Lu Cang estaba solo a la mitad de una milla de la puerta antes de que fuera tiempo de disfrutar de su
separación de Jing, cuando el ruido sordo de los cascos golpeando el suelo resonó por las tranquilas
calles. El sonido de un millar de soldados y caballos se acercaban, y los rostros de los soldados en la
torre de reloj cambiaron abruptamente, el pánico tomó el control.

Lu Cang volvió la cabeza y vio a docenas de tropas montadas a toda velocidad desde un extremo de
la calle hacia él, y el líder de todos ellos era una figura envuelta en seda con los ojos envueltos en
furia aterradora, ojos que lo miraban fijamente: Jing.

Sin pensarlo, el cuerpo de Lu Cang se movió por sí solo y voló hacia las puertas.

Sólo debía correr, simplemente correr. Aunque Lu Cang no sabía exactamente a lo que estaba
huyéndole, sabía que sin duda tenía algo que ver con lo que los soldados perseguían.

Jing frunció el ceño y se elevó en el aire, así, volando hacia adelante como un meteoro. Mientras
perseguía a Lu Cang, le gritó a los guardias a las afueras de la ciudad, —¡Cierren las puertas ahora!

A pesar de que ninguno de los guardias reconoció al propio emperador, reconocieron la ropa de los
guardias reales que cabalgaban detrás de él y se apresuraron a empujar la puerta de ambos lados.

Lu Cang sintió que su corazón se quemaba y empujó desesperadamente hacia adelante, acercándose
a la brecha de las puertas. Sabía que podía deslizarse más allá, justo a tiempo, justo a tiempo.

Jing se acercó a Lu Cang, sus largas uñas como garras, con dureza, agarraron sus hombros y le
dieron un tirón violento, haciéndolo sangrar.

Las puertas de la ciudad retumbaron cerradas y Lu Cang, sangrando profusamente, se desplomó en


el suelo. Vio el cielo girar violentamente sobre él antes de finalmente colapsar a los pies de Jing.

Antes de que tuviera la oportunidad de abrir los ojos y tener acceso a la situación, Jing, como una
tormenta violenta, vertió todo su enojo en el cuerpo de Lu Cang.

Lu Cang se retorcía y golpeaba de lado a lado en un intento de escapar de los golpes salvajes de Jing,
pero después de que Jing pateara la zona más vulnerable en la parte inferior de su cuerpo, él fue
incapaz de resistir y termino lánguido contra el piso. Agachó la cabeza para proteger su brazo derecho
dislocado y apretó los dientes, soportando la crueldad de Jing.

Después de que el salvajismo barrió con él, Jing lo miró con una repentina compostura escalofriante.
Lu Cang no había dicho nada, pero el ataque se detuvo, no obstante la tortura estaba lejos de terminar.

Él tiró el pelo largo y despeinado de Lu Cang, lo que le obligó a mirar hacia arriba.

—¿Por Qué? ¿Por qué? –

—Dime, ¿Por qué lo envenenaste?... ¿Por qué mataste a Yongyi? — Su hermoso rostro se retorció
de ira. Todo el mundo salió de un radio de diez metros entre ellos dos, temerosos de que la ira del
emperador barriera contra ellos.
Lu Cang trató de abrir los ojos, pero su frente fue recubierta por una gruesa capa de sangre, el goteo
pasó a sus párpados lo que le impidió hacerlo.

—No... No, yo no...—, Apenas podía oírse a sí mismo, la inquietud inundando su mente y dejándolo
incapaz de pensar.

El rostro de Jing era como una capa de hielo.

Al ver a Lu Cang incapaz de soportar otra ronda de violencia, el jefe de los guardias dio un paso
adelante, —Su majestad, por favor, cálmese. Él va a morir si continúa, y no habrá más “ofrendas vivas”
cuando el príncipe Yongyi haya sido enterrado—

Lu Cang ganó un poco de conciencia y escuchó las palabras del guardia. Cielos, ¿Xuan Yuan Yongyi
estaba realmente muerto a causa de alguna píldora inofensiva que le dio?

Al escuchar las palabras del guardia, Jing no pudo evitar golpear brutalmente las vulnerables partes
inferiores del cuerpo de Lu Cang, luego rápidamente volvió a caminar de vuelta a su caballo. —
Pónganlo en la cárcel, lo sacarán como sacrificio a los cielos cuando el tío sea enterrado.—

Lu Cang estaba acurrucado en el suelo por el dolor severo, e incluso el guardia no podía imaginar
como tan mala suerte podría caer sobre un joven hombre. No era posible mantenerlo más, grandes
cantidades de sangre fluían desde la carne en sus pulmones, gotas coaguladas copiosas salían de su
boca y finalmente cedió, desmayándose debajo del sol abrasador.

Pasaron las horas.

Lu Cang levantó la cabeza con gran dificultad y encontró que estaba en una celda humilde. La única
luz era tenue y del tamaño de un grano, y temía que fuera de noche. Lu Cang se mordió el labio,
tratando de recuperar la sobriedad, su cuerpo ardía como un fuego, pero desde hacía mucho tiempo
era insensible al dolor.

Reuniendo su fuerza, se volvió a evaluar los daños: tres marcas profundas de dedos en la carne de
su hombro que estaban rodeadas de sangre, todo en todo era un cuadro horrible. Él suavemente trató
de mover las piernas, pero un terrible dolor entre ellas causó que jadeara de dolor. Sólo podía estar
allí con las piernas ligeramente separadas, luchando como una especie de bestia moribunda acostado
en una pila de hierba podrida.

El techo estaba en mal estado, decaído en rayas feas de color amarillo y negro, el aire sofocante hizo
que Lu Cang luchara con la respiración y sintiera como si estuviera a punto de ahogarse.

Sentía que se había despertado en una horrible pesadilla o caído en un terrible infierno ineludible.
Pero él sabía lo suficiente: que era inocente.

Lu Cang se atragantó con el aire, ni siquiera podía llorar correctamente, y esa idea le hizo
amargamente reírse de sí mismo. Pensó en aquellos días en que era libre como para vagar por las
montañas sin preocupaciones y cómo aterrizó en la capital y en el lecho del hombre más poderoso
bajo el sol. El único mal que cometió fue caer enamorado de una hermosa dama aquella fatídica noche
y sin embargo, aquí estaba, en una celda oscura y húmeda, con un montón de cargos criminales
injustos pesando sobre él.

Sus manos y pies estaban atados por cadenas, la única libertad que tenía en su corazón es que no
quería quejarse, estaba incluso un poco agradecido por la crueldad de Jing; llenar los últimos días de
su existencia con la violencia inimaginable y la locura de ese hombre, de ese modo, poder apartar
lejos todas esas hermosas ideas delirantes.

Una vez más, se recordó a sí mismo que sus sentimientos no eran correspondidos. Nadie podría tratar
a una persona por la que guardara al menos el mínimo aprecio de este modo, despojarlos de hasta la
última pizca de dignidad y tirar su cuerpo ensangrentado a un lado como una especie de broma
enferma.

Ese pensamiento se había quedado en el fondo de su mente desde hacía algún tiempo, pero nunca
le había hecho tanto daño antes. Lu Cang comenzó a temblar e incluso cuando alguien abrió la puerta
y entró en su celda de la prisión, no podía forzarse a dejar de hacerlo, aguda desesperación en su
corazón.

Jing entró en la pequeña celda y se sentó en la única pieza de mobiliario de la habitación: una pequeña
cama de piedra. Él se quedó observando el cuerpo ensangrentado de Lu Cang en el suelo con una
mirada insondable.

—Voy a preguntarte una vez más, ¿por qué-mataste-al-tio -Yongyi?—Él puso tanto énfasis en cada
sílaba que Lu Cang sintió como si una helada de mil años hubiera cubierto las paredes de la habitación.

Lu Cang le oyó con claridad. Él parpadeó, luego tragó. No tenía sentido decir la verdad, tanto como él
quería. No había nada más que decirle a Jing.

—Hm, Incluso si no lo dices, lo sé muy bien. Tú, puta estúpida. Estabas celoso de que le prestara
mucha más atención a Yongyi y que te arrojara a un lado—

Sin mirar a Jing, Lu Cang todavía sabia la expresión fría que tenía al hacer esos comentarios.

Una sonrisa fea se arrastró sobre el rostro de Lu Cang. Si tenía la energía para hacer un último deseo,
sería enfrentar Jing sin una pizca de miedo en su rostro. Al parecer, esto enfureció a Jing hasta que
quería explotar, pero Lu Cang se veía como si fuera a desmoronarse con el más mínimo contacto, por
lo que Jing refrenó su ira.

—Siempre me ha gustado hacer las cosas con claridad. Sé que te sientes agraviado ahora porque no
sabes cómo tus acciones salieron a la luz. Muy bien, considerando que fuimos amigos, voy a dejar
que lo sepas claramente. Llámenlo—

Desde que iba a morir de todos modos, Lu Cang también quería saber cómo una simple píldora tónica
podría haber matado al Príncipe Yongyi. Pronto, un hombre entró a la celda de la prisión, y aunque su
visión era borrosa, esa persona le parecía vagamente familiar a Lu Cang. Como si fuera una especie
de ceremonia, en silencio se trasladó a arrodillarse en una esquina.
—Tú, enfréntalo y dile lo que viste en el día.— Jing estaba calmado y Lu Cang quiso burlarse—¿Cómo
puede este testigo idiota decir algo que nunca sucedió?

—Obedezco, majestad— El hombre miró a Lu Cang, — Temprano en la mañana de hoy, el guardia


imperial Lu Cang llegó al templo a buscar a su majestad, pero su majestad ya se había ido, sin
embargo, el príncipe Yongyi me ordenó dejar al guardia imperial verlo, pero no me permitió entrar. No
pude escuchar claramente de qué hablaron. —

Lu Cang pronto recordó. Este hombre era el eunuco que lo había llevado a ver a Xuan Yuan Yongyi,
él nunca pensó que el daría un paso adelante para implicar que él mató a Xuan Yuan Yongyi.

—Después de un tiempo, el guardia imperial Lu Cang volvió al templo, esta vez deliberadamente
sospechoso, como si estuviera ocultando algo. El Príncipe Yongyi dijo algo acerca de darle al guardia
imperial algún tipo de antídoto y el guardia imperial le habló al príncipe Yongyi sobre algún tipo de
medicina, y que algo iba a suceder después de una hora...— En este punto, el eunuco miró el rostro
de Lu Cang. Viéndolo inexpresivo, el eunuco continuó. —Sólo Un momento después de que el guardia
imperial se fue, un momento después, el príncipe Yongyi... él... él...—, el eunuco estaba temblando
tan mal que su voz se rompía, lo que le hacía difícil continuar.

Jing hizo un gesto con la mano para el eunuco dejara de hablar. El eunuco dejó escapar un suspiro
de alivio, luego fue a pararse a un lado.

Jing desvió la mirada hacia Lu Cang y se burló, —¿Crees que nadie sabría lo que hiciste? La justicia
tiene brazos largos. La droga hizo efecto media hora antes, y no tuviste tiempo de escapar de la capital.
Te atrape. Si quieres culpar a alguien, culpa tu mala suerte. Incluso el cielo no quiere ayudarte—

No queriendo explicarse a sabiendas de que la explicación no le haría ningún bien, la naturaleza de


Lu Cang todavía le prohibió permanecer en silencio, —Desde ya he cometido un gran crimen, no
sufriré más por mis propias palabras.— el forzó esas palabras de su boca y vio la cara revuelta de
Jing en un claro gesto severo.

—Salgan, todos.— Todos los guardias reconocieron la orden y despejaron la zona.

La voz de Jing era fría, pero Lu Cang no tenía miedo; ¿A que había que temer? No quedaba nada
sino una vida podrida. Abrió los ojos y vio a Jing acercarse a su lado, su visión aún no se había
despejado.

—¿Oh? Intentaste escapar, pero no tienes miedo de mi más — Jing se agachó a su lado y le dio Lu
Cang una mirada divertida.

Si el tiempo no fuera otra cosa que el presente, Lu Cang se habría asustado al punto de temblar, pero
ahora, a la cara de la muerte, una repentina ola de coraje se hizo cargo de él. Lu Cang lo miró a los
ojos sin una pizca de miedo en sus ojos.

—¿Sabes? — Jing sonrió con una noble sonrisa, tomó un pañuelo de seda desde el interior de su
túnica y comenzó delicadamente a limpiar la sangre de Lu Cang, —¿Sabes lo que el Lingchi es?
Mañana van a empezar de aquí...— el pasó las yemas de su dedo pulgar a través de la piel translúcida
de los párpados de Lu Cang, —entonces aquí...— Jing retorció brutalmente ese lugar que dolía, hasta
que no podía doler más, por lo que Lu Cang gritó de dolor.

—Van a rebanarte, desgarrar tu cuerpo, y te dejaran como un montón de sangre, carne y huesos, pero
no morirás. Veras como te disuelves en una bola de carne y vísceras...— Jing habló lentamente
mientras sus palmas maliciosamente presionaban sobre cada parte del cuerpo de Lu Cang mientras
describía su muerte lenta.

Las manos de Jing estaban frías como el hielo y cada lugar que tocaba se sentía como si hubiera sido
congelado. Lu Cang no podía creer que estas mismas manos le hubieran tocado con la calidez y
pasión antes. Las palabras de Jing eran como el ácido, pero Lu Cang estaba imperturbable: morir era
mejor que seguir viviendo con la suciedad que Jing había untado en todo su cuerpo; desaparecer en
la nada era lo mejor que podía desear.

Al no ver ningún signo de miedo en el rostro de Lu Cang, Jing estaba un poco decepcionado. El dolor
de perder a Yongyi quien tenía su corazón desde hace mucho tiempo le hizo volver loco, no había
noción de pensamiento que no fuera matar de la manera más dolorosa a la persona que había
envenenado a su tío.

Lu Cang no se vio afectado, parecía que tenía que cambiar de táctica también.

Jing extendió sus brazos y utilizó un poco de fuerza, llevando en sus brazos a Lu Cang mientras lo
levantaba en cuclillas.

—¿Qué Estás haciendo...?— Al ver deslizarse la máscara calma en la cara de Lu Cang, Jing sintió
que había escogido el enfoque correcto.

—¿No me amas como un loco? Tú me amas tanto que si no me puedes tener, matarías a cualquiera
para atraer mi atención — Jing fríamente insultó a Lu Cang, y obtuvo un gran placer de la sensación
del cuerpo ligeramente temblando en sus brazos.

—¡NO! ¡No puedes hacer esto! – Cuando Jing dejó a Lu Cang en la cama de piedra fría, finalmente
él se dio cuenta de qué tipo de tortura Jing destinaba para él. Esto sería romper su corazón más que
la muerte más lenta, herir a su cuerpo más que cualquier otro tipo de tortura y despertar todos esos
recuerdos humillantes. Sabía que su cuerpo estaba demasiado débil para resistir algo de esto; se
rompería en pedazos si Jing fuera a...—No...—, Él gritó con voz aguda.

Pero Jing era tan brutal, sus ojos fríos y sin rastro de emoción. Como si la manipulación de un objeto
sin vida fuera placentera, con saña arrancó la ropa fuera del cuerpo de Lu Cang, una vez más
exponiendo su piel color miel tentadora para aquel aire frío.

—No...—, El último gramo de la autoestima de Lu Cang finalmente fue cortada por un torrente de
lágrimas frías rodando por sus mejillas. Él había sufrido esto durante mucho tiempo, hasta que pensó
que no tenía más lágrimas para derramar por Jing. Pero, el entender que Jing no tenía sentimientos
por él en absoluto le hizo sentirse indescriptiblemente deprimido.
Contemplando el pálido rostro de Jing a través de una gruesa capa de lágrimas, calmó su corazón con
gran dificultad, finalmente entendió las verdaderas intenciones de Jing para dormir con él, esta horrible
situación estaba finalmente llegando a su fin.

Tanto había sido ya tomado de él que no tenía la fuerza para arrepentirse un poco más.

Lu Cang dejó que sus emociones se mostraran en sus ojos, despejado por las lágrimas, pero Jing no
le prestó ninguna atención. La sed de venganza había cegado su corazón. Retiró la horquilla de su
pelo y barrió con su mirada a través de la parte filosa de la horquilla bellamente ornamentada. Lu Cang
siguió tranquilamente su mirada, con calma a la espera de su próximo movimiento.

—¿Crees que voy a matarte? — Jing se rió ligeramente, — No, ¿cómo podría hacerlo? Es demasiado
barato para ti.—

Jing apretó aquella parte filosa de la horquilla en el pecho de Lu Cang, lentamente arrastrándola hacia
abajo por su abdomen desnudo.

—Eres tan sucio.— Sintiendo la nitidez fría empujando en su carne, Lu Cang sintió náuseas y se
retorció en malestar.

Sin decir una palabra, Jing utilizó repente una gran cantidad de fuerza para empujar la horquilla en la
uretra de Lu Cang, perforando y rompiendo a su músculo suave. En ese instante, Lu Cang sintió
claramente el flujo de sangre fresca en su cuerpo.

—Ah...— Aunque escuchar el sonido de su voz sólo excitaba más a Jing, Lu Cang no podía controlar
el arrebato del dolor de la intrusión. Jing estaba loco.

Como un pez en tierra, Lu Cang se retorció desesperadamente cuando Jing sacó la horquilla y apuñaló
de nuevo en su eje una vez más, repitiendo el movimiento de cuatro o cinco veces. La gran cantidad
de sangre se esparcía rápidamente por su abdomen, dejando líneas rojas horribles a su paso.

Terriblemente tranquilo, Jing desató su cinturón, dio su pene unos cuantos golpes ásperos y sin
ninguna preparación, entró con fuerza en Lu Cang.

Respirando profundamente, Jing utilizó su fuerza para aumentar la potencia de su empuje, con la
intención de violar las partes más profundas del ano sangrante de Lu Cang.

—¿Sabes? La forma en que sangras te hace parecer un virgen.—Aunque es obvio que no sabes
cuántas veces has sido jodido por mí — Deliberadamente burlándose Lu Cang, la visión de la sangre
hacía a Jing cada vez más incapaz de mostrar ninguna restricción y la intención inicial de castigo y
humillación se transformó en la propia necesidad de Jing por encontrar la liberación.

Obligado a dar cabida a Jing en ese lugar que nunca había sido tocado antes, además de tener heridas
frescas siendo viciosamente frotadas por el órgano sexual de Jing causaron un dolor que hacían que
Lu Cang sintiera escalofríos y luchara por respirar, sus gemidos apenas eran audibles, el mundo era
una hoja de color rojo. Él sentía claramente la sangre saliendo de su cuerpo mientras Jing lo
inmovilizaba, haciéndole sentir extremadamente débil, y, combinado con el dolor de sufrir la violencia
de Jing y el pequeño toque de placer, su sensación de morir incrementó.

El sufrimiento de Lu Cang hizo incrementar la libido de Jing. Él se empujó desesperadamente en la


estrecha entrada de la persona debajo de él, violentando y disparando sus fluidos corporales en la
profundidad del cuerpo de Lu Cang una y otra y otra vez. El líquido blanco mezclado con la sangre en
el interior de Lu Cang, picaba sus heridas, causando un dolor indescriptible, arrojando su mente a un
caos total.

[…]

El calabozo estaba en penumbra y el aire olía a sexo. Oscuro, húmedo y espeso, el ambiente era
infernal. Había dos hombres, uno finamente vestido y absolutamente hermoso aun en su locura, por
encima del otro hombre, desnudo y vulnerable. El ímpetu de Jing empujándose contra un totalmente
subyugado Lu Cang, haciendo que sus caderas tiraran como si hubiera roto su cintura.

Lu Cang se sintió en las partes más oscuras del infierno. Jing salió bruscamente, sacudiéndose su
estupor y Lu Cang se encontró con que sus manos estaban agarrando desesperadamente a la espalda
de Jing. A pesar de que el deshizo su agarre lo más rápido que pudo, la risa de Jing se incrustó como
una daga en su corazón: —¡Así que lo disfrutaste! Me tomaste con tanta fuerza y gritaste con tan poca
moderación, realmente naciste para ser una puta—

Lu Cang abrió la boca, pero se dio cuenta que no tenía nada que decir. Tal vez no podía evitarlo.
Hasta este punto, que había sido tratado con tanta crueldad, pero aún seguía tan descaradamente
aferrándose y amando a Jing.

Jing le lanzó una mirada de disgusto y se levantó, pasando sus ojos a través de la destrucción en el
cuerpo de Lu Cang, desordenado, desnudo y herido. Dejó escapar una risa escalofriante y se burló,
—Tu puta, dejar que un perro te joda seria aún más excitante—

Lu Cang yacía de espaldas como si toda la vida hubiera sido succionada de él, con las piernas
ligeramente separadas y sus débiles ojos desenfocados. Jing limpió la sangre y los fluidos corporales
del área sucia entre las piernas de Lu Cang antes de tomar un poco de polvo medicinal de una bolsa
de brocado con su túnica y el rellenar con el la parte inferior del cuerpo de Lu Cang.

—No te dejaré sangrar hasta la muerte, todavía estoy esperando que seas cortado como un montón
de carne barata—

Sonriendo maliciosamente, Jing dio la vuelta y se fue.

Lu Cang estuvo solo por un tiempo muy largo y, finalmente, con el último vestigio de fuerza,
dolorosamente alcanzó unos trozos de tela para cubrir su desnudez, moviendo lentamente su brazo
ileso hasta su pecho.

Sus uñas afiladas perforaron la piel por encima de su corazón, yendo más y más, hasta que estaba
apenas a un centímetro de su corazón latiente. La sangre brotó libremente, creando feos caminos de
sangre que corrían desde su pecho.
Sólo un poco más, y podía acabar con ello.

Incluso después de llegar al clímax tantas veces, Jing no se dio cuenta que el cuerpo de Lu Cang
estaba en malestar todo el tiempo, totalmente insensible al coito. Sensible como podría haber sido
antes, el pene de Lu Cang había olvidado por completo cómo funcionar correctamente después de
Jing le dio una patada en ese lugar.

Sus dedos se hundieron aún más profundos, y el podía sentirse desvaneciendose en el purgatorio.

Badump, Badump

Aun con todo el dolor en el que Lu Cang estaba, sin embargo, ahora, al final de todo, nada importaba
más.

Temblando violentamente, Lu Cang cerró los ojos y esperó a que la muerte se lo llevara, la sangre
fluía libremente de los cinco agujeros en su pecho.

—Hermano mayor Cang…—una voz familiar vino acompañada del sonido de la puerta abriéndose e
hizo que Lu Cang hiciera una pausa en su auto mutilación. Lu Cang abrió lentamente los ojos. Una
sombra se precipitó hacia él y un aroma llenó su nariz, su mano fue arrancada de su pecho y un paño
de seda cubrió las cinco heridas profundas allí.

—Hermano mayor Cang…— Una lágrima caliente cayó sobre su rostro, era Xuan Yuan Xi Zhen.

Lu Cang sonrió amargamente. Quería mover sus manos, pero estaba tan herido que apenas podía
moverse. Abrió la boca— Xi Zhen, ¿por qué estás aquí? Yo maté a tu padre, debes odiarme…—

Xi Zhen parecía miserable. Ella vaciló por unos momentos antes de hablar, su voz temblaba. —Xi
Zhen sabe que es un malentendido... pero... pero...—

—¿Cómo lo sabes? — Lu Cang estaba lleno de dudas, sus ojos clavados en el rostro plagado de dolor
de Xi Zhen. Xi Zhen estaba hablando así, ¿Cómo podría Lu Cang no preguntar?

—¿Cómo puedes saber... lo que realmente pasó?... Xi Zhen, por favor dime... dime, ¡ah!— En el
momento en que él se emocionó, las heridas en su pecho se hincharon de inmediato, la sangre corrió
más rápida que antes.

Xi Zhen repetidamente negó con la cabeza, —Hermano mayor Cang, no preguntes más. Solo tienes
que venir conmigo—

—No... No voy a salir si no me dices...—

Xi Zhen negó con la cabeza otra vez, una línea de lágrimas sin cesar se derramaron sobre sus ojos.
—Hermano mayor Cang, por favor no preguntes más, ven conmigo. Si Jing regresa, ambos estaremos
en problemas— Sin decir una palabra, ella sacó una daga de su cinturón, cortó los grilletes de Lu
Cang y lo ayudó a levantarse.
—Xi Zhen... que...— Lu Cang tenía demasiado dolor como para luchar, por lo que sólo se dejó llevar
fuera de la prisión.

Los guardias de la prisión habían sido sobornados por Xi Zhen y seguían riendo y bebiendo en otra
habitación mientras la emperatriz llevaba a un sangrante Lu Cang por la puerta de atrás y lo acostó
en un carruaje con gruesas y pesadas cortinas.

Xi Zhen se metió en el carro y dirigió al conductor para que se moviera antes de usar un trozo de tela
para limpiar la sangre, suciedad y semen en el cuerpo de Lu Cang.

—Xi Zhen, te lo ruego. Por favor, dime lo que realmente sucedió...— Lu Cang se apoderó de las manos
de Xi Zhen, sus ojos brillantes como el fuego.

Xi Zhen negó con la cabeza, sollozando, — Lu Cang Hermano mayor, no puedo darte la cara. Lo
siento...—

—¿Qué pasó realmente? — Su disculpa revolvió todos sus pensamientos.

—Mi Padre... Yo fui quien lo mató...—

—¿Qué? — Lu Cang se sorprendió, —Tú en realidad...— Él se quedó sin habla, mirando perdido a Xi
Zhen, totalmente sin habla.

—Ese Día... Fui a ver a mi padre, pero los guardias no me dejaron. Me escabullí y vi a mi padre...
él...— Ella claramente recordó al imponente Xuan Yuan Yongyi, atrapado en esa incómoda posición.

—Mi Padre me dijo que te pidió que le dieras un veneno, pero él sabía que no lo harías... así que me
pidió que yo lo hiciera en su lugar. Él... morir era mejor que vivir en su situación, no podía soportar ver
como las torturas continuaban, por lo que estuve de acuerdo...— La voz de Xi Zhen se desvaneció,
apenas audible hacia el final de la frase.

—Pero... Pero ¡¡él es tu padre!! — Lu Cang no podía entender cómo alguien podria ayudar a su propio
padre a suicidarse.

—Jing es mi marido, pero él... él insultó a mi padre, — La voz de Xi Zhen estaba temblando, — La
casa real está en un lío sucio. ¿Cómo puedo yo, como la emperatriz, permitir que esto continúe?—

Lu Cang negó con la cabeza. La familia real realmente no tenía la decencia, primos casándose con
primos e hijas matando padres.

—Yo te culpé de la muerte de mi padre y soborné a los testigos... pero... no podía dormir por la noche,
pensando en ti, ensangrentado y mirándome con desprecio... yo... tuve miedo. ..—

—Por eso... ¿me salvaste? — Lu Cang estaba descorazonado. Era el tipo más profundo de decepción
en la naturaleza humana. Las lágrimas de Xi Zhen cayeron como lluvia. Ella mató a su propio padre,
con el que su marido estaba involucrado, ella era sólo una adolescente, y por miedo encontró un chivo
expiatorio, y luego por la culpa, rescató al chivo expiatorio. Ella sabía que no tenía ninguna esperanza
de restaurar su relación con Jing .

—¿Tienes miedo de que Jing lo descubra? —

Xi Zhen sacudió Cabeza. —Les dije a los guardias de la prisión que dijeran que tus hermanos te
liberaron—.

Lu Cang sonrió con amargura. Finalmente todo quedaba claro, no había ni una sola buena persona
en esta situación: Xuan Yuan Yongyi quería suicidarse y evitar la culpa en su hija, por lo que lo usó,
al juguete de Jing, para que Xi Zhen pudiera mantener su posición como la emperatriz, dejando a Lu
Cang en... basta... ¡basta!

Todo era como un mal juego, cada personaje en esta satírica obra mostraba la parte más inmunda de
su humanidad, y al final del espectáculo, todo el mundo con mucho gusto arrojaron a un lado, al
personaje que no tenía la fuerza para levantarse o defenderse.

—Yo te enviaré fuera de la ciudad, el conductor te llevará a cualquier lugar que desees— Xi Zhen
estaba tratando de complacer a Lu Cang; la mirada culpable en su cara daba miedo.

Las ruedas del carruaje se giraban y giraban, y nadie se atrevió a detener el carro que llevaba el
escudo real al pasar las puertas de la capital.

Diez millas fuera de la capital, Xi Zhen se bajó, dejando a Lu Cang solo para que continuara su viaje.

Polvo rojo siendo levantado por el viento, la carretera era estrecha y larga. Saliendo de la ciudad donde
había derramado mucha sangre y lágrimas, Lu Cang pensó en el lugar al cual debía dirigirse. Cerrando
los ojos, él tomó una decisión y perdió la conciencia de nuevo.
Capítulo 9

Era principios de otoño. Sin embargo, Jiangnan continuaba con el hechizo del persistente clima
caliente después del comienzo del otoño, el motivo era el asfixiante y ardiente aire caliente que aún
permanecía. Lu Cang, con los hermanos, aunque residía en la profundidad de la montaña, todavía no
podía romper ni reducir la molestia de este tiempo caliente y cargado.

El sol ya se inclinaba un poco, todo el mundo se dirigió al arroyo de la montaña que nacía en la ladera
para jugar y bañarse, como un intento de lavar el calor del verano, y convertir y refrescar la temperatura
de sus cuerpos enteros.

Lu Cang había regresado a Jiangnan hace ya varios meses. Con la ayuda de un vínculo oculto en la
ciudad de Hangzhou, se las arregló para estar en contacto con sus hermanos de la montaña. Ya que
tenía miedo de que Jing lo persiguiera para matarlo como venganza, no le quedó más camino que
renunciar a los muchos años de dolor que le costó construir su fortaleza y la propiedad en la montaña.
Traer a todos los miembros desde la fortaleza para buscar otro lugar apartado en una montaña remota,
reclamar un páramo y establecer una nueva residencia. Podría ser considerado como el
establecimiento de un nuevo refugio.

Desde la distancia, y no muy lejos de la gente riendo y jugando, Lu Cang encontró una piedra para
sentarse. Se quitó los zapatos y sumergió sus pies cansados en el pequeño arroyo de curso de agua.
Sintiendo la sensación fría y refrescante pasando a través de la parte inferior de sus pies, de inmediato,
todo su cuerpo se relajó. Su mente estaba tan clara, poco a poco, numerosos pensamientos
empezaron a flotar de su mente.

Xuan Yuan Jing.

El nombre surgió de nuevo en su mente. Aunque aquella memoria era suficiente para diluir la agonía,
la amargura que quedaba era como el disoluble gusto de un fuerte té amargo, ahogado en su mente
y corazón. Cada vez que pensaba en todo su sufrimiento con el trato injusto y el tormento físico, no
podía dejar de tener este sentimiento profundamente desgraciado.

Hace un mes, Lu Cang se apoyó en su creciente indignación y dolor, concentrándose a sí mismo en


reunir su fuerza de voluntad e hizo un esfuerzo para moverse aun con todo su cuerpo malherido y
aparecer delante de sus hermanos. Naturalmente todo el mundo se conmocionó y asusto. Sin
embargo, cuando le preguntaron la causa de sus heridas, él colocó una expresión muy dolorosa, por
lo tanto sus hermanos no tuvieron el descaro de hacer una investigación detallada.

Su condición mejoró a un ritmo muy lento, el estado de ánimo de Lu Cang, por cada día que pasaba,
se hundía aún más. Los hermanos, infinitamente preocupados, tomaron la iniciativa para encontrar
para él un cierto disfrute y desviarlo del aburrimiento: la rumoreaba por ser hermosa y conmovedora y
también tan tierna como la nieve, famosa cortesana de Hangzhou, Lu Chuan.
Lástima que, frente a esta belleza hábil e ingeniosa, Lu Cang no sólo no le brindó una noche poética
y romántica como cualquier pareja cariñosa tendría, en su lugar, él explotó en cólera. La asustada a
muerte Chuan y todos sus hermanos sólo pudieron jadear, con asombro en sus ojos mientras se
miraban fijamente, absolutamente sin tener idea de que fue lo que causó su ataque de furia.

Sólo Lu Cang mismo sabía qué disparó su ira sin sentido hacia sus hermanos en esa medida. El dolor
que provenía de la parte inferior de su cuerpo casi todas las noches lo atormentaba. Temblando por
el calor generado por sus sentimientos encontrados, solo podía limitarse a apretar sus dientes y
retorcerse de dolor en la cama.

Ese tipo de sentimiento aterrador sólo podía conducir a una conclusión. Él, que era conocido como el
“águila”, a partir de ahora no era más que un hombre discapacitado, era inútil hasta el punto que ni
siquiera poder ser considerado como un hombre nunca más. La única cosa que lo consolaba es que
no había nadie que supiera de este secreto más que sí mismo.

Jing.

Todo porque Jing lo arrastró. Por estar involucrado con Jing, lo que quedaba de él no era más que un
cuerpo en ruinas, así como sus sentimientos de amor quedaron convertidos en cenizas. Incluso sin su
cuerpo deforme, tenía miedo de ser incapaz de amar de nuevo por el resto de su vida. No había
manera para él de ser capaz de aceptar a nadie nuevo.

El comienzo de todo y cada uno de sus problemas se originó a partir de una visión que cambió su
destino. Jing el gran emperador se disfrazó de mujer, sorprendió a Lu Cang y le quitó el aliento hasta
que fue incapaz de mantener la compostura. Además, utilizó tontamente la excusa de su venganza
para ocultar su entusiasmo de ver a Jing de nuevo. Siendo perseguido después por el comienzo de
todas sus tragedias.

Si el karma realmente existía, Jing definitivamente era —la mayor calamidad en lo que quedaba de su
vida— Inconscientemente, utilizó la tela en su mano para limpiar su cuerpo ligeramente empapado en
sudor. Lu Cang estaba mirando sus múltiples y profundas cicatrices que se vislumbraban de entre su
ropa, reflejadas por el agua. La herida en su hombro se había desvanecido. Cada vez que sus ojos se
encontraban en su pecho con la cicatriz rosada perpetrada por sus propias manos, el agonizaba hasta
que sus huesos tiritaban de vergüenza. La vergüenza de su rotundo fracaso en el amor en conjunto
con la vergüenza de su intento de acabar con su propia vida.

Ahogado en su propio tren de pensamientos, Lu Cang abruptamente volvió a sus sentidos por los
gritos de sus subordinados.

—¡¿Quién es?! Anuncie su nombre...— Los bandidos de montaña siempre serían bandidos de
montaña, llegado a este lugar desconocido y aun así bloqueando el paso.

Este pensamiento hizo levemente sonreír a Lu Cang. Volvió la cabeza para mirar a sus espaldas, en
la dirección que sus subordinados gritaban, la sonrisa se desvaneció en un instante de su rostro.
La distancia era de aproximadamente cuatro metros desde su lugar, en un puente de piedra, una
persona vestida en blanco de pie. Su vestidura blanca revoloteaba en el aire. La brisa de la montaña
que soplaba trajo el sonido de sus mangas. Perfectamente a juego con su apariencia celestial.

Sin embargo, aquel par de ojos fríos estaban clavados directamente en él, calmadamente fijos.

Las profundas pupilas negras no mostraban nada de hostilidad, ni aura asesina o ese tipo de
sentimiento. Esa persona era Jing.

El corazón de Lu Cang de repente se contrajo. Su mano reaccionó antes de que su cerebro, sacó su
espada, la cual puso a su lado. Saltó a la mitad de la corriente, situándose a sí mismo entre Jing y sus
hermanos para mantenerlos fuera.

—Todo el mundo, ¡¡¡corran!!! Rápido, corran, tan lejos como puedan— Frente a los ojos de Lu Cang,
la vista era bastante borrosa. Se dio la vuelta y usó su máxima fuerza para gritar a sus hermanos.

Mientras todo el mundo vestía caras atónitas, se mantuvieron en su lugar y sin ninguna intención de
moverse, Lu Cang casi arrancó sus pulmones al rugirles: —¡Apresúrense! ¡Piérdanse ahora! ¡Fuera!—

Probablemente fue a causa de la expresión inusual de Lu Cang que les hizo dieron cuenta de que algo
estaba mal, después de un período de vacilación, por fin empezaron a caer de nuevo. Mientras que la
retirada, que en repetidas ocasiones dirigieron su cabeza, una y otra vez hasta que finalmente
desaparecieron de su línea de visión.

Lu Cang volvió la cabeza hacia atrás y levantó su espada al nivel de su pecho. Nunca había sido lo
suficientemente valiente como para subestimar la capacidad de Jing, sólo que nunca esperó que Jing
lo encontraría tan rápido. Contando con su propio poder, dando el máximo y arriesgando su vida, él
podría detener a Jing durante aproximadamente un cuarto de hora. Suficiente para crear una apertura
para que sus hermanos se dispersaran lejos del desastre fatal que se vendría por su causa.

¡Simplemente ven!

En su corazón, pensamientos pasaban, en lugar de permanecer en esta condición, empeorando


constantemente, él estaría mejor con una muerte directa. Estaba firmemente considerado como el
asesino que mató al amante del emperador. Tal parece que este impresionante paisaje del hermoso
arroyo de montaña estaba condenado a ser su lugar de entierro.

Lu Cang aumentó la presión sobre su espada. Él se había aventurado en el mundo de las artes
marciales, y morir bajo esta espada de arte marcial era algo de esperar, ya hace mucho tiempo. Sólo
deseaba, por el derramamiento de su sangre, ser capaz de lavar todo su sufrimiento y humillación de
la época en que aún estaba atado a Jing.

Aspiró una bocanada de aire, —¡Vamos! — Dijo, tranquilamente enfrentando a quien todavía estaba
en pie, alto y erguido por sí mismo, Jing. Lu Cang vio una silueta blanca ligeramente vacilante.

El movimiento de Jing cuando bajó rompió completamente todo lo que Lu Cang podría haber
imaginado que iba a hacer. Jing ni siquiera hizo un buen uso de su kung fu de aire. Más bien, se inclinó
con gracia, se quitó los zapatos y los puso a un lado. Luego, saltó para entrar en el pequeño arroyo y
se metió en el agua hacia la dirección de Lu Cang.

Lu Cang apretó los dientes, trató desesperadamente de olvidar el sonido de su corazón latiendo sin
control. Aunque Jing se acercó de forma despreocupada y sin prisa, sin embargo, precisamente por
eso su miedo había aumentado. Sin saber qué tipo de mala suerte le esperaba.

El agua se gorgoteaba, la atmósfera llena de un aire tenso que podía estallar en cualquier momento.
Jing había conseguido acercarse a 3,3 metros de distancia.

—Aaaa... — Lu Cang dejó salir un fiero sonido, llevando su espada y todo su ser por completo en
contra de Jing. Su figura voló en círculos. Lanzándose en un desordenado ataque. Ejerció el
movimiento que Jing le enseñó, básicamente, estaba completamente desesperado.

Apuntó su espada directamente al pecho de Jing, con la intención de hacerle daño. Su único objetivo
era golpear a la figura de blanco. Lu Cang sólo pudo ver un patrón borroso, de repente, perdió su
objetivo de ataque.

Ni siquiera tuvo tiempo para recomponerse, con un golpe en la cintura, Lu Cang fue tumbado al agua.

Cuando estaba a punto de levantar la espada de nuevo, un pie descalzo blanco como la nieve piso su
mano derecha —duele...— No pudo reprimir su gemido, él podía escuchar claramente los huesos
desintegrándose en un sonido distintivo.

Sin ningún ánimo de levantar la cabeza y mirar el rostro familiar que conocía tan bien, Lu Cang
silenciosamente cerró los ojos, esperando la espada larga que perforaría a través de su pecho en un
instante.

La espera duró un largo tiempo, Jing no hizo ningún movimiento.

Finalmente, no pudo soportar la espera y levantó la cabeza, a la vista un par de ojos hermosos
recónditos. Dos pares de ojos se cruzaron, mirando el uno al otro. El rostro de Jing estaba
completamente desprovisto de cualquier perturbación, mientras que Lu Cang no podía evitar su visible
emoción y cambió su semblante. Después de todo, esta era la belleza de la que él estaba
profundamente enamorado.

—Lu Cang, ¿crees que ocultándote aquí no iba a ser capaz de encontrarte? — La voz de Jing no era
severa ni austera, ciertamente, no amable tampoco. Él se inclinó para tomar la mano izquierda de Lu
Cang, y por la fuerza atrajo a Lu Cang fuera del agua.

—Mi Habilidad no está a tu nivel, no tengo nada más que decir. Sólo dame uno directo y contundente
— Ambas manos de Lu Cang estaban retorcidas en su espalda, pero él todavía hacia su mejor
esfuerzo para mantener la cabeza en alto.

Jing ignoró sus palabras como haciendo oídos sordos. Violentamente, lo empujó de nuevo. Sacó el
fajín de Lu Cang y lo usó para atar sus manos a sus espaldas.
Su cuello fue tirado por Jing, Lu Cang luchando, caminó sobre las rocas resbaladizas. Debido al
empuje de Jing, él casi se desplomó varias veces, además, estaba siendo sostenido con fuerza. Jing,
obviamente estaba luchando con él. Tan pronto como llegaron a la orilla del río, sin piedad empujó a
Lu Cang. Tomándolo por sorpresa, Lu Cang se resbaló y cayó en el césped de la orilla del río en una
posición difícil a la vez.

El dolor en su mano rota era como una quemadura. Lu Cang luchó por un tiempo sólo para descubrir
que no había nada que pudiera hacer para ponerse de pie. Podía sentir los ojos fríos y
despreocupados detrás de su espalda. Inconscientemente, él apretó los dientes. Desesperadamente
diciéndose a sí mismo que no podía parecer débil frente a este demonio.

—¿Qué? ¿No más fuerza? — Viendo que Lu Cang ya no estaba luchando, Jing, desde detrás de su
espalda, se puso en cuclillas sobre sus talones. Su mano se deslizó suavemente por la brecha en la
ropa superior de Lu Cang que se abrió ampliamente. Ambiguamente acariciando la piel suave de su
sólida espalda.

—¡Tu!— La intimidad repentina causo que Lu Cang gritara en alarma. Su corazón no escuchaba su
mando, a causa de aquel ligero toque, comenzó a flaquear.

La mano de Jing se deslizó poco a poco, se estiró hacia delante al lugar debajo de su cintura. Desde
que su faja había sido desatada, sus endebles pantalones fácilmente estaban siendo tirados hacia
abajo. Lu Cang tomó una bocanada de aire frío. El musculo de sus nalgas quedo expuesto al aire libre,
tenso y rígido. Esto hizo que Jing no pudiera contener su naturaleza malvada y con saña extendió su
mano para amasarlo.

—Ah, no me hagas esto...— Lu Cang finalmente aflojó sus labios apretados. Dejando un jadeo libre
sin poder hacer nada. La parte suya que estaba patéticamente atada, debido a este tipo de voz sólo
fue lanzada a la pasividad.

Jing se emocionó. Él usó su fuerza para apoderarse de la mano fracturada de Lu Cang y le dio la
vuelta. Ahora, su posición se había convertido en dos personas que miraban el uno al otro. Jing se
retiró ligeramente, se puso de pie en el agua, desde su lugar, tenía una vista completa de Lu Cang.

Sin una faja para sostener su ropa, la ropa de Lu Cang estaba abierta a ambos lados de su cuerpo.
Lu Cang estaba plenamente consciente de que la parte superior e inferior de su cuerpo estaba cubierta
de moretones y cicatrices ligeras, todas ellas, expuestas en la línea de visión limitada de Jing. El no
podía hacer más que rizar su cuerpo en realización. No tenía miedo de la muerte en absoluto, en
cambio, estaba profundamente asustado de perder por completo su dignidad mientras Jing llevaba a
cabo la ejecución su muerte.

Jing aún permanecía en silencio. Usó sus manos como tenazas de hierro y agarró los tobillos de Lu
Cang. Un momento después, él tiró con fuerza de ellos hasta abrirlos a ambos lados. Luego se
posicionó entre los muslos de Lu Cang.

Ambos muslos se extendieron hasta el máximo ángulo, no podían extenderse más allá. Sin embargo,
Jing todavía no tenía ninguna intención de detener su acción. El área entre los muslos sintió el dolor
del desgarramiento. Sus partes privadas, debido a la acción de tracción excesiva, se tiñeron de un
color rosa pálido a los ojos de Jing.

Tan doloroso.

Al sentir este dolor, Lu Cang de repente se dio cuenta de lo que Jing tenía en mente. La intención de
Jing era romperlo en dos pedazos mientras se mantenía con vida.

Una forma de muerte bastante sangrienta. Pero hablando de Jing, este método podría ya ser
considerado como misericordioso. Lu Cang cerró los ojos con fuerza. En silencio, esperando que el
desastre llegara.

Su par de muslos se habían dividido al máximo límite. Lo que sucedió después no era para nada lo
que Lu Cang había imaginado, la escena horrible de sangre y carne volando en todas direcciones.
Jing presionó firmemente hacia abajo en Lu Cang. La dura, erecta y firme cosa como una espada
rápidamente se insertó en el cuerpo de Lu Cang.

—Ahh...— La parte interna ya gravemente herida, fue apuñalada mientras no estaba preparada. Lu
Cang podía sentir el dolor intenso y violento de su entrada desgarrada al límite de su cintura. Estaba
atrapado en una ilusión debido a esta cruda intromisión. Durante un período de tiempo, se ahogó en
un estado semiconsciente. Todo se volvió un borrón.

Estallando con un grito de dolor, Lu Cang sintió claramente la vieja herida en su cuerpo agrietado
abierta de nuevo. La sangre fresca estaba derramándose desde su ano. Debido al órgano sexual de
Jing bloqueando el camino de salida, la sangre fluyó hacia el recto. El dolor era demasiado doloroso
para ser soportado por un hombre.

Lu Cang retorció su cuerpo, la parte inferior de su cuerpo era como un pez fuera del agua,
balanceándose y se tambaleándose por su vida, en un intento de deshacerse de la supresión de Jing
que lo oprimía.

—No... No...— los movimientos de empuje brutales de Jing redujeron a Lu Cang a un grito casi
histérico.

¿Cómo podría el muy emocionado Jing soportar su urgencia?, entre sus hechizantes respiraciones
irregulares, dijo: —¡No me eches la culpa! Te moviste de ese modo al azar ¿cómo podría posiblemente
controlarme a mí mismo? —Él se inclinó sobre su cuerpo, usando su mano para detener la espalda
de Lu Cang y poniendo su peso corporal para empujarlo hacia abajo, no dejando que tuviera la
oportunidad para luchar y escaparse.

Él movió su cintura en un frenesí de movimientos irregulares. Jing hizo uso de la sangre como
sustancia de lubricación y así retorcerse espasmódicamente dentro del cuerpo de Lu Cang.

—Duele… duele mucho… ¡DUELE!...Solo mátame… ¡Mátame!— Sus intestinos dolían tanto como si
estuvieran siendo acariciados por un cuchillo, por lo que Lu Cang estaba al borde de la locura. A pesar
de que trató de retraer su cuerpo, debido a la presión de Jing no podía moverse. Su rostro
distorsionado y gritando su deseo de que su muerte llegara. Pero todo lo que podía sentir era el dolor
de la agitación en la profundidad de su cuerpo.

—Ahh… Ahh… Ahhhhhhh. — Como una llama de fuego ardiendo, ante los ojos de Lu Cang estaba
una capa roja de sangre. Este era el castigo más horrible. Ni siquiera podía pensar en tener una muerte
pacífica, por tener que soportar esta horrible angustia.

El emocionado Jing aún no había alcanzado completamente la mayor medida de su deseo. Su deseo
bestial estaba encendido. Eligió apretar su presión tanto en la cabeza y el cuerpo de Lu Cang. Sus
partes privadas continuamente hundiéndose contra Lu Cang. Él buscó hasta que encontró la cumbre
del placer que nunca había experimentado antes.

—Fuu — Después de soltar todo dentro de Lu Cang, él todavía no había sacado su deseo.

Regresando de su mundo feliz, se dio cuenta de que Lu Cang se mantuvo en su espasmo sostenido.
El rostro de Lu Cang era un caos total. Era como si no se diera cuenta de que su etapa de furia ya
había terminado.

Jing frunció el ceño, apretó su agarre en el brazo de Lu Cang, lo atrajo desde el suelo y lo levantó alto
en el aire, envolviendo sus brazos a su alrededor. Pudo sentir el ligero temblor de Lu Cang en su
abrazo. Desde el interior de su corazón, una explosión de calidez familiar burbujeo sucesivamente. En
silencio esperó a que Lu Cang se recuperara y despertar de su dolor.

—D—Duele — Al oír el gemido en su pecho, Jing disminuyó rápidamente la fuerza en el brazo de Lu


Cang. Lu Cang levantó la cabeza. Dos personas que eran como extraños, mirándose el uno al otro,
cara a cara por un rato.

Al final, Lu Cang bajó la cabeza: —Ya deberías estar satisfecho. ¡Acaba conmigo ahora!— Su voz era
sólo un susurro, como si estuviera dudando, dando innumerables vueltas en su corazón sólo para ser
capaz de escupir esas palabra.

El vacío en su corazón, el dolor dentro de su cuerpo herido como si hubiera sido atravesado por un
cuchillo. Lu Cang sentía que no tenía más fuerza para enfrentar a Jing. Desde el fondo de su corazón,
él había admitido desde hace mucho tiempo su propia incapacidad para enfrentarse a este hombre. N
o solo era su falta de fuerza en su capacidad de resistencia, además, era la impotencia de no poder
darle frente al hombre que tanto amaba.

Jing hizo un movimiento inesperado. Él sacó con fuerza el miembro que todavía estaba dentro del
cuerpo de Lu Cang. El dolor abrupto hizo que todo el cuerpo de Lu Cang se debilitara, una vez más.
El podía solo débilmente mantenerse lánguido sobre el piso.

—Con acabarte te estas refiriendo a matarte ¿no? ¿Me puedes decir la razón por la cual debería
matarte? — Jing se puso de pie, se acomodó la ropa desaliñada de su parte inferior. Mirando hacia
abajo en Lu Cang quien estaba entre sus pies, le preguntó con una voz ligera y relajada.
—¡No necesitas jugar este tipo de broma! —Lu Cang por fin no pudo contener su dolor y gritó: —Yo
admito, no puedo ser tú oponente ¡simplemente hazlo! ¿Qué sentido tiene atormentarme de nuevo?
No soy más que un oponente derrotado. Yo solo deseo un poco de honor, ¡¿puedo?! ¡¿Majestad?!—

Sus ojos se estremecieron un poco, Lu Cang desesperadamente derramó sus lágrimas. Para ocultarlo,
miró al suelo junto a él. Trabajando duro para suprimir el vigor de su corazón, que estaba a punto de
brotar: —Maté a tu amado tío real, Yongyi, ¿no? Sangre por sangre. Así, sólo mátame ahora para
vengarlo. Nuestra habilidad no es igual, aun cuando muera, no puedo quejarme.

Jing miró a Lu Cang por un rato. De repente, desde la comisura de los labios, sacó una sonrisa extraña.

—¿Por qué? ¿Ya no puedes soportarme? ¡Honor! ¿De qué manera debería honrarte? Dime. —Jing
Levantó su pie todavía desnudo y pisoteó ferozmente la parte inferior del abdomen de Lu Cang.

Lu Cang apretó los dientes, firmemente cerrado sus dos manos, soportando la presión abrumadora
de su bajo vientre. La sangre de su muslo mezclada con semen, debido a la fuerza de la presión, poco
a poco fue expulsada, acumulándose bajo el desnudo Lu Cang.

Jing no estaba usando la misma fuerza que antes. Él deslizó su pie descalzo hacia abajo, suavemente
frotó el órgano sexual de Lu Cang.

—Parece que aparentemente no estás satisfecho con mis servicio…— Usando su pie para masturbar
el órgano sexual lánguido de Lu Cang, Jing se burló de él: —El increíble yo que todavía sinceramente
está tratando de complacerte.—

Complacerme. Lu Cang se burló en su corazón. ¿El prácticamente podía dejar que mis intestinos
salieran expulsados como una forma de hacer el amor?

—Está bien, vamos a satisfacerte— Jing movió suavemente el pie. Sintiendo la cosa suave y
encendida bajo su pie.

Lu Cang sostuvo rápidamente sus rodillas para cubrirse, sus manos agarraron el tobillo que intentaba
avanzar. Pero no importaba la fuerza que ejerciera, él todavía no podía quitar ese pie que se movía
en un patrón continuo.

Absolutamente no se sentía emocionado. El movimiento de Jing no era áspero, podría ser considerado
incluso delicado. Si Lu Cang no estuviera tan herido, probablemente hubiera saltado excitado en un
segundo.

Sin embargo, esto no era más que una mera muestra de su mortificación. Su corazón estaba muy
lastimado por la pesadumbre. Lu Cang no podía decir nada para detener Jing.

Estaba muy consciente de que Jing no se preocupaba por el o por prestarle algún interés. El propósito
de Jing no era otro que, antes de su muerte, hacerle sufrir por más tiempo, para hacer de su muerte
mucho más miserable. Si Jing descubriera que, después de haber sido maliciosamente destrozado y
brutalmente pisoteado en ese momento, sólo podía vivir la vida de un eunuco*, Jing seguramente se
burlaría de él.
El pie de Jing se movía en una manera extremadamente estimulante. Lu Cang no sabía qué tipo de
expresión debía hacer en su cara. Sólo podía mirar con torpeza al cielo, resignado a Jing mientras
continuaba con su tortura salvaje.
Frente a la rigidez muerta de Lu Cang, Jing finalmente perdió su entusiasmo. Él dudosamente cesó
su movimiento, mirando a esa cosa que no respondía por un tiempo. Deteniéndose sobre sus talones,
el comenzó a acariciarla suavemente con su mano. Movimientos firmes hasta la parte inferior de Lu
Cang poco a poco comenzó a ponerse roja, pero aún no mostraba ningún signo de erección.

Por fin, Jing se dio cuenta de su condición inusual. Detuvo el movimiento de su mano, volvió su mirada
hacia Lu Cang: —¿Qué está mal? — Él arrugó el ceño —¿Estás discapacitado? — Él utilizó su pulgar
para levantarlo y arrastrarlo hasta una forma de campana. A causa de esta imagen extremadamente
obscena, Lu Cang tembló un poco. Al final, él asintió con la cabeza débilmente, admitiendo este hecho
humillante.

—¡Por favor, mátame! Considérame como…como un… un conocido… un familiar y por favor acaba
con esto— rápidamente el esquivo el usar el término para referirse a su antigua relación.

Él sabía claramente cómo de antiestético su aspecto actual era. La parte superior de su cuerpo sólo
tenía un pedazo de tela hecha jirones, dejando al descubierto las cicatrices de su pecho y hombro que
no se habían desvanecido. Desvergonzadas mordeduras de amor de Jing se podían encontrar por
todas partes en su cuerpo. También había restos del fluido corporal de Jing que corrían por sus muslos.
Estando así, tal vez, estar muerto era una mejor opción en su lugar.

—¿Qué te hace pensar que yo debería matarte? ¿Ya cansado de vivir? — En comparación con el
dolor de Lu Cang como para desear estar muerto, Jing estaba completamente calmo y con actitud
despreocupada. Él se sentó elegantemente al lado de Lu Cang y preguntó con un tono claro e
indiferente.

—¿No quieres eliminarme? En puertas de la ciudad de Tongan, casi pudiste cumplir tu deseo— Lu
Cang se esforzó por mover su cuerpo y solo mostrar un costado a Jing—

Jing volvió la cabeza en su dirección, un poco incapaz de contener el aleteo de su corazón. Lu Cang
tenía una hermosa línea corporal, además, estos días, había conseguido verse más delgado así la
curva de su cintura en comparación a su forma anterior se había hecho más notable. La mezcla roja
y blanca que se deslizaba entre los muslos de Lu Cang hizo a Jing un poco incapaz de controlarse a
sí mismo.

—¿Es así…? — Respondiendo de una manera vaga, Jing extendió su mano para tirar de Lu Cang en
sus brazos, permitiéndole apoyarse en su pecho en su abrazo. Él con atención desató su fajín y
suavemente frotó los moretones en sus muñecas. Incluso él estaba asombrado de sí mismo, ¿de
dónde venía este montón de tierno afecto?

Lu Cang seguía inmerso en su línea de pensamiento, distraídamente se acurrucó en el pecho de Jing.


Sólo hasta Jing comenzó a acariciar una y otra vez su cuerpo el volvió a sus sentidos y se dio cuenta
de las extrañas circunstancias en ese momento.
Lu Cang se asustó y trató de sentarse derecho, pero Jing lo sostuvo cerca: —No Tengas miedo, no te
voy a matar. Acerca de la verdad, la he escuchado de Xi Zhen—

—¡¿Qué?! ¡¿Qué has dicho?! — Lu Cang se asombró y olvidó la idea de escapar. Se esforzó por girar
su cuerpo y luego preguntó a Jing: —¡¿La verdad?! ¡¿Qué verdad?! —

Ahora su posición había cambiado a un abrazo mientras sus rostros se encontraban. Jing se quedó
tranquilo y sereno, endureciendo sus brazos, dijo: —El asunto relacionado con la píldora que envenenó
y mató a Yong Yi, que de hecho le fue dada por Xi Zhen.—

—Ahhh... — El corazón de Lu Cang de repente vibró. Por un momento, fue incapaz de hablar, solo
podía contemplar fijamente a Jing.

—¿No lo entiendes? — Jing movió su cabeza más cerca, acercándose a la oreja de Lu Cang. El vapor
caliente de su aliento viajó a través del rostro de Lu Cang, provocando en él un cosquilleo: —Yo sé
que la muerte de Yong Yi no tuvo nada que ver contigo, tu injusticia ha sido limpiada—

Lu Cang podía sentir en la boca de su estómago una corriente de aire caliente corriendo a toda
velocidad por su pecho. Él todavía no había dicho una palabra. Todas las heridas de su increíblemente
lastimado cuerpo se sintieron como ser desgarrado por completo a la vez. Tan doloroso que lo hacían
querer acurrucarse a sí mismo.

Desde el fondo de su corazón, el calor como el agua hirviendo se elevó hacia arriba. Sin embargo,
Jing usó sus labios calientes y húmedos para besarlo ligeramente y humedecer los suyos.

El no supo de donde aquel poder vino, pero Lu Cang ferozmente empujó a Jing hasta que cayó a una
gran distancia. Luchó por ponerse de pie y se levantó. Envolvió su cuerpo con la túnica en ruinas. Sus
pasos eran vacilantes cuando intentó dirigirse hacia el otro lado de la corriente.

Jing fue tomado por sorpresa, torpemente lo persiguió, ejerciendo su fuerza para arrastrar de nuevo
al Lu Cang que ya estaba del otro lado de la corriente: —Tú eres incomprensible, ¡¿por qué te enojas?!
¡Obviamente, deberías estar feliz!—

Lu Cang firmemente mordió su labio, pero ni siquiera volvió la cabeza para mirarlo. Después de un
largo rato, escupió varias palabras: —¿Feliz? ¿Por qué debería estar feliz? —el hizo una pausa—
¿Qué hay de la princesa Xi Zhen? ¿Permanece como su señora la Emperatriz? —

—¿Cómo puede ser eso posible? — Jing pareció como si repentinamente entendiera lo que sucedía
—Ustedes estuvieron juntos por algo de tiempo y aun así tuviste que sufrir la amargura que ella
ocasionó…— El estiró sus brazos, desde su espalda, el estrechó cerca el cuerpo de Lu Cang en un
abrazo —Ella se arrepintió por su crimen. Cortó su cabello y entró a un templo budista—

Lu Cang estaba temblando de pies a cabeza ante esa respuesta. —¡Ah!—

Recordó el rostro encantador de aquella joven. No importa cómo, Lu Cang no podía vislumbrar que Xi
Zhen, la princesa, quien tenía un alto estatus y vivió siempre en la comodidad, como un monje,
haciendo todo por su cuenta y completamente sola. El recordó la remanecía de su inteligente
expresión facial cuando miraba a Jing. Una vez más, trató de asociar esa expresión al actual corazón
roto de la joven. Su corazón no pudo evitar que retorcerse.

El calor del cuerpo de Jing estaba pasando continuamente a través de su espalda, a pesar de eso, Lu
Cang sentía que estaban separados por una gran y fría montaña. El egoísmo de Jing junto con su
incapacidad para sentir aprecio realmente infligió su desprecio. Y, sin embargo, el hecho de que
amaba y anhelaba a este hombre heló su corazón aún más.

—El punto es... ¿soy el único que queda? — Su voz era apenas audible, pero Jing le oyó con claridad.

—¿Qué quieres decir? — La rara ternura de Jing desapareció. Él volvió con fuerza el cuerpo de Lu
Cang para enfrentarlo. Clavando sus severos y rígidos ojos en él, exigió una explicación acerca de lo
que Lu Cang había dicho.

—Yong Yi está muerto. Xi Zhen también se ha convertido en una monja. ¿Es por eso que piensas en
mí? — Lu Cang fijó sus ojos carentes de temor en Jing. Palabra a palabra, él ventiló el asunto que
provocaba su corazón roto.

Las pupilas de Jing se contrajeron y oscurecieron. Lu Cang sabía que estaba haciendo todo lo posible
para controlar su ira. Al mismo tiempo, podía sentir los dedos de Jing que se apoderaron de su cuerpo
se contraerse gradualmente, la ropa de Lu Cang se abrió aún más amplia, dejando al descubierto su
hombro y las cicatrices en su pecho.

—Tu puedes sin ningún titubeo acusarme de asesino, con todas tus fuerzas querer matarme,
entonces, tan casualmente, me dices que me has tratado injustamente. ¿Y qué? ¿Quieres que grite y
salte de alegría, me arrodille a tus pies y te pida que me regreses a tu harem de nuevo? — Lu Cang
era incapaz de detener su cuerpo que temblaba mientras condenaba a Jing. —¿Por quién me tomas
en realidad? ¿Tu juguete? ¿Tu mascota? ¿O simplemente tú prostituto? —

Su voz se incontrolablemente se hizo severa. Tenía la intención de quitarse las manos de Jing de
encima, pero Jing le sujetó fuertemente para que no pudiera moverse.

Jing se acercó aún más para presionar sus labios sobre los de Lu Cang, con el objetivo de usar la
fuerza bruta para reprimir su propia ira. La punta de una lengua con fuerza inquebrantable separó los
labios de Lu Cang, Jing mezcló su ira salvaje con la pasión del beso, barriendo toda la cavidad oral
de Lu Cang. También apretó sus dedos salvajemente contra el muslo de Lu Cang.

¡¡¡Plak!!!

Un ruido claro y melodioso condensó el aire. Jing tenía una expresión de incredulidad, clavando sus
ojos en Lu Cang. Sin embargo, mientras que Jing estaba en un estado de confusión mental, Lu Cang,
quien tuvo problemas para liberar su mano también se sorprendió: el de alguna forma acababa de
golpear a Jing.

—¡Te pedí que me soltaras! ¿Quién te dijo no que no escucharas? — Lu Cang puso su corazón en
orden, simplemente volviendo en su mente al asunto de vida o muerte, no preocupándose por el hecho
de que le había dado al gran, todopoderoso y arrogante Jing una sonora bofetada.
Jing se quedó quieto en su lugar sin hacer ruido. En sus 25 años de vida, nunca hubo nadie que se
atreviera a golpearlo. Dada su condición honorable y posición, sin duda, la gente no tenía las agallas
para acercarse a él siquiera. Sus excelentes habilidades en artes marciales también le aseguraban
que no sufriría ningún daño mientras viajaba de incógnito.

Lu Cang dio un paso atrás mientras tambaleaba. El cuerpo de Jing emitía un aura viscosa que le hizo
dar miedo. Sin embargo, su orgullo no podía tolerar el retirarse de nuevo. Se puso de pie firmemente
en su lugar, levantó ligeramente la cabeza, esperando el castigo horrible que estaba a punto de venir.

—¡Tienes los malditos nervios de un perro! — Jing rechinó los dientes en odio, mientras lo miraba.
Palabra por palabra fue pronunciada desde el espacio entre sus dientes. Paso a paso, cerró a Lu
Cang. Sus ojos enviaron un destello de rabia.

La concubina Yi, mujer erudita, hermosa y de múltiples talentos, por accidentalmente pisar la corona
real de Jing, que cayó al suelo, se suicidó por orden imperial; La señorita Lian, la mujer más bella del
imperio, porque al estar en su momento de júbilo con Jing, su uña aruñó el hombro del emperador,
también se suicidó. No sabía por qué, todos le decían estas historias horribles sobre Jing cuando fue
anunciado como un guardaespalda imperial. El cruel trato a sus concubinas imperiales flotó en la
mente de Lu Cang en ese momento.

—¡Aaaa! — Esa imagen aterradora hizo que Lu Cang, que seguía agarrado por Jing, chillara al cabo
de un momento. —¡Aaaaa! ¡No! ¡Aaaaa!— El estaba abrumado al momento que Jing lo empujó hacia
el suelo. Por su temor arraigado, el no pudo evitar que su garganta, dejara escapar un grito.

—¡Tu definitivamente tienes agallas! ¡Parece que, si no te doy una buena muestra de mi
temperamento, nunca lo entenderás! —

Jing con furia comenzó a morder y pinchar en la piel de Lu Cang. Sus manos también frotaron y
amasaron el cuerpo de Lu Cang, desgarrando la última pieza superior que cubría su cuerpo. Al quitarse
túnica exterior en una rabia, él se bajó los pantalones en conjunto con su ropa interior. Apretó con
dureza erecta en la parte más vulnerable de Lu Cang.

—No hagas esto, te lo ruego… no seas así— Mejor que ser violando una vez más por Jing, Lu Cang
preferiría que se le fuera otorgada generosamente la muerte en su lugar. Su cuerpo se estaba
rompiendo a pedazos. A pesar de que había perdido su sensibilidad, sin embargo, debido a la fricción
de la carne de Jing, le resultaba difícil frenar sus jadeos y el sonido de su aliento.

Su mano fracturada impotentemente cayó a su lado. La otra era detenida por el agarre mortal de Jing.
Observó impotente cuando Jing ansiosamente mordió su pecho. El ardiente y adolorido pezón
estimulaba sus sentidos constantemente. Lu Cang una vez más quedó atrapado en un estado
histérico.

Los dedos de Jing hicieron el intento de entrar en el cuerpo de Lu Cang. Lu Cang llegó a su realización:
Su cuerpo ya lesionado no sería capaz de soportar otra violación. Jing intentaba hacerlo morir preso
de su frenético deseo. Una vez más, sin duda caería muerto. Él mismo estaba consciente de su propia
condición física, a sabiendas de que sus órganos internos absolutamente no podían manejar otro
empuje contundente.

Los labios y la lengua de Jing estaban mojados y calientes, lamiendo a Lu Cang todo el camino hacia
su vientre, dirigiéndose directamente a la parte inferior de su cuerpo. Sus dedos también se empujaron
más profundos en su parte interna.

—Cielos...— En ese momento, cuando la lengua húmeda y caliente de Jing envolvió a su alrededor,
el mentalmente preparado Lu Cang no pudo evitar gritar en alarma. En un principio pensó que lo
próximo a venir era el empuje implacable, desde luego, nunca esperó lo que Jing haría.

Cabe decir, Jing usando su boca no era la primera vez, pero en este tipo de circunstancias Después
de que Lu Cang lo abofeteó…

Lu Cang estaba desconcertado, sin embargo, esa cosa viviente que se retorcía a su alrededor lo hacía
con trémula habilidad. El órgano sexual entero que bailaba en esa boca se hizo caliente. Podía sentir
cada detalle dentro de la boca suave y resbaladiza de Jing. Jing hizo todo lo posible para acercar más
a Lu Cang, para que sintiera como su órgano sexual rápidamente golpeaba el pasaje entre su faringe
y laringe.

En medio de la confusión, Jing había liberado su mano y la movió para presionar suavemente hacia
abajo sobre la base del órgano sexual de Lu Cang, lo que permitió que la carne suave y flexible colgara
de nuevo en su cavidad oral húmeda y caliente. Su cabeza en un vaivén lentamente un movimiento
hacia adelante y hacia atrás. Esto hizo casi dudar a Lu Cang de sí mismo, si estaba en una ilusión.

Mientras estaba en el proceso de dar a Lu Cang sexo oral, los largos dedos de Jing nunca dejaron de
explorar el interior de Lu Cang. A veces contundente pero otras veces presionando suavemente, gesto
que hacía a Lu Cang casi volverse loco. También, en una fracción de segundo, cuando ese dedo
apretó un poco más profundo en su cuerpo, Lu Cang, a causa de esa sensación agradable, como si
fuera golpeado por una descarga estática, no pudo evitar gritar en voz alta.

—Ahh — Como un milagro, Lu Cang sintió que el órgano sexual en la boca de Jing se agitó un poco.
Lento pero seguro de que estaba floreciendo de pie y rígido. –Ahh… No…No... —

Jing como si hubiera encontrado un juguete que lo hacía feliz, con todas sus fuerzas siguió
presionando ese lugar frágil. Lu Cang tuvo dificultades para contener sus gemidos y gritos, sin lugar a
dudas sentía el estímulo que no había experimentar durante mucho tiempo venir de su parte trasera
directamente a su parte frontal. Él claramente sintió esa cosa lentamente excitándose, de tanto que
alcanzaba la garganta de Jing.

Jing aparentemente fue a por todas en hacer todo lo posible para provocar a Lu Cang. Sujetando este
gradualmente grueso y voluminoso órgano sexual en su boca, sin cesar, frotándolo dentro y fuera,
sorbiéndolo en sus labios y con su lengua con todas sus fuerzas. En el momento en el que añadió otro
dedo, aplicó toda su fuerza ansiosamente presionando, haciendo a Lu Cang perder todos sus sentidos
por un segundo.

Finalmente.
Lu Cang quien contuvo aquella energía acumulada por largo tiempo, de repente deseaba estallar hacia
fuera todo de una vez. Afanosamente quería terminar, pero estaba firmemente sujeto por Jing en su
boca, no pudo hacer nada para refrenarse. En un abrir y cerrar de ojos, el líquido espeso, caliente y
crudo estalló con fuerza, a borbotones en la boca de Jing y fluyó hacia fuera por cada esquina de su
boca. Lu Cang se sorprendió de la momentáneamente extraordinaria vista. Se inclinó en dirección a
Jing, pero ya era demasiado como para evitar ver a Jing de levantar la cabeza y tragar todo fluido
corporal.

Lu Cang miró inexpresivamente a Jing sin poder creerlo, las esquinas de los labios de Jing estaba
manchadas con su semen. Esta extraña apariencia, sin importa qué, no encajaba perfectamente con
su nobleza.

—Tú estás completamente demente— En realidad no sabía que era lo mejor para decir en una
situación como esa, sólo después de apretar con fuerza durante mucho tiempo pudo exprimir esas
palabras.

Jing utilizó la esquina de su manga para limpiarse la boca, luego casualmente mencionó el tema —
Me llegué a creer que realmente eras impotente, sin embargo ¡no pudiste soportar mi provocación en
absoluto! —

—Simplemente porque eres tú— Lu Cang sinceramente no se atrevía a creer que esto realmente
había pasado. Bajo su estado sorprendido, él distraídamente vomito aquellas palabras.

Sólo después de que las palabras escaparon de su boca, se hizo consciente de lo que había dicho.
Desesperadamente cubrió su boca con la mano, sin embargo, los ojos de Jing ya habían capturado
todo, y estaban fijos en él. Él no pudo evitar inclinar torpemente la cabeza.

—¿Los demás no son buenos?— Un extremadamente brillante Jing por supuesto no entendería mal
la implicación de las palabras de Lu Cang. Estaba encantado de presionar a Lu Cang, y de obligarlo
a escupir la respuesta que quería oír.

El Lu Cang que había cavado su propia tumba estaba muriéndose por morder su propia lengua. De
hecho, no podía resistirse a Jing. De hecho, no podía soportar el hecho de que Jing le hubiera dado
sexo oral. Asimismo, el órgano sexual inútil precisamente siendo atormentado por Jing había
disparado su esencia. Pero pronunciar tontamente sus sentimientos por Jing en voz alta era tan bueno
como cavar su propia tumba.

—Yo te gusto, ¿verdad? — Jing no dejaría que Lu Cang se escapara, él hizo todo lo posible para
presionarlo a confesar sus verdaderos sentimientos.

—Sólo digo que me gustas, así que ¿qué? — Sin ninguna razón, sintió un ataque de dolor. Lu Cang
recordó el destino de los innumerables corazones que fueron confiados a esta persona. Sólo podía
tener este inconfundible sentimiento de miedo. —¿No le gustabas a Xi Zhen también? ¿Qué tipo de
final feliz tuvo ella?—
La tez de Jing se oscureció. Él no dijo nada, se limitó a tomar a Lu Cang en un abrazo e hizo que sus
piernas lo rodearan. Poco a poco, acarició el brazo de Lu Cang.

—Antes…— Justo cuando Lu Cang pensó que tenía la intención de permanecer en silencio al igual
que él, Jing abrió la boca, —Yo estaba locamente enamorado del Tío Yongyi. No me importaba que
estuviera casado o incluso que tuviera una hija. Confiaba en mi condición de emperador, en la fuerza
que poseía. Pero el tío Yongyi, hacia mí, desde el principio, nunca sintió más que el afecto entre tío y
sobrino. No importa lo mucho que me impuse contra él, él nunca cedió a mí. Por último, él llegó tan
lejos como para elegir a huir. Sin dudarlo, sacrificando su alto rango y ganando la reputación de traidor,
se levantó por su propio pie y se proclamó a sí mismo como un rey en un intento de oponerse— Su
voz sonaba abatida. Sus dedos inconscientemente se detuvieron en el pecho de Lu Cang, presionando
el pulso de su corazón. —¡Ese asunto me enfurecía y me volvía loco! En este mundo, ¡no existía una
persona que no cediera ante mí! Sin embargo, no mucho después, ascendí al trono. Enviar mis tropas
en una expedición tan pronto, obviamente, habría sido muy perjudicial para mí. Por lo tanto, bailé
alrededor en todas las direcciones, busque hombres que se parecieran a Yong Yi entonces utilicé la
fuerza bruta para conquistarlos, después, a sangre fría los maté. Usándolos como un medio para
aliviar mi deseo de venganza. Siguió de ese modo por los últimos años, hasta que, por casualidad me
encontré contigo. Inicialmente, pensé que eras un hombre de la misma categoría que Yongyi, así, sin
importar qué te tomé. Pero luego me di cuenta: tú y Yong Yi definitivamente no se parecen. Tú no
tienes su destacada masculinidad. Tu exterior es fuerte, pero en el fondo de tu corazón, tú eres débil.
Yo ejercí la violencia en ti, en tu corazón, es obvio que me odias, pero nunca en te rebelaste en contra
de mí— Lu Cang quiso refutar, pero Jing cubrió su boca y continuó: —Sabía que solo te gustaba mi
apariencia y no podías resistirte a mí. Sin embargo, todavía no podía soportar la tentación de dormir
contigo, una y otra vez, con tanta frecuencia que me sorprendí a mi mismo.

La mano de Jing se deslizó lentamente volviendo a bajar por el cuerpo de Lu Cang. Lu Cang quería
luchar, pero Jing lo ató fuertemente contra su pecho, por lo que no podía hacer un movimiento.

—Honestamente hablando, empecé a tener un poco de miedo. Miedo de olvidarme de Yong Yi y


empezar a gustar a una persona como tú, que, básicamente, ¡no podía satisfacer mi apetito! ¡No podía
soportarlo! No podía soportar la posibilidad de liberarme de mi obstinado sentimiento hacia Yong Yi.
Me decidí a recuperar la sensación de que una vez perforo un agujero y dolía en mi corazón. Para
preservar lo que yo consideraba como perfecto— Jing sin ningún significado acarició a Lu Cang
suavemente, continuando con su autoproclamación, —Pero después de apoderarme de Yong Yi, no
importa cómo lo maltraté, no importa qué, no pude recuperar mi sensación enloquecedora de esa
época… Me negaba a creer que el tiempo podía diluir mis sentimientos. ¡No lo podía creer!
¡Absolutamente no! Yo obstinadamente me aferré a él día y noche, decidido a recuperar mi sentimiento
perdido. Luego me enteré que mataste a Yong Yi, ¡me enfurecí hasta el punto de la locura! Yo
inconscientemente sentía que eras la fuente que interrumpía mi afecto hacia Yong Yi. Esta misma
preocupación profundizó aún más mi determinación de eliminarte. Por lo tanto, en ese momento, en
la puerta de la ciudad, a pesar del dolor quería matarte, de todo corazón quería deshacerme de ti. Tú,
la pieza de dolor en mi vida… entonces… entonces… —Lo demás, tú claramente lo sabes…—

El ambiente volvió a su tranquilidad. Lu Cang absolutamente no tenía idea de qué tipo de expresión
debía colocar frente a Jing. Este hombre egocéntrico, a causa de su propio sentimiento, demolió la
familia de otra gente. Además, no dudaba en lo más mínimo en eliminar a las personas que él
consideraba basura. Simplemente porque tenía miedo, el enamorarse de una persona buena no era
suficiente, la posibilidad de que su loco amor que él consideraba perfecto fuera interrumpido lo
enfurecía.

Lu Cang impotente cerró los ojos, —¿Y entonces? – él podía oír su propia voz indiferente a esas
palabras.

Jing sorprendentemente levantó la cabeza. Él nunca se había analizado seriamente a sí mismo ante
otras personas, la persona con la que por primera vez lo hizo no se sentía agradecido en absoluto.
Inesperadamente, él no consideraba su embarazoso movimiento como algo de lo que sentirse
orgulloso. De hecho le sorprendió bastante.

—Por supuesto que volverás conmigo a la capital. Yong Yi ya murió, Xi Zhen se ha convertido en una
monja... Desde que tengo mis ojos puestos en una cosa inútil como tú, me limitaré a tener que
conformarme —Él extendió su mano para tirar de Lu Cang, y así buscar sus labios.

—¡Suéltame! ¡Suel…tame! ¡SUELTAME! — Ser descrito por Jing como una cosa completamente
inútil, Lu Cang absolutamente no cedería ante esa basura de palabras. Se tambaleó
desesperadamente, pero su pie se resbaló, arrastrándose junto a Jing en la corriente.

Jing, por supuesto, siempre sería Jing. Luego de admitir y justificar sus sentimientos, el absolutamente
no aceptaría un rechazo. El tiró del pelo de Lu Cang, enfrentándolo directamente a los ojos, aplicando
un tono amenazante —¿Has olvidado que tú también has admitido que yo y sólo yo puedo
satisfacerte? — Viciosamente apoderándose y provocando la parte inferior de Lu Cang, Jing le recordó
sobre el placer que acababa de darle hace solo un momento.

—¡Yo preferiría ser un eunuco para toda mi vida!— Su espalda estaba empapada en el agua de la
corriente fría, Lu Cang se mantuvo inflexible y se negó a mostrar debilidad.

—¿Realmente? ¡Eso es lo que dices! Me gustaría ver cuánto dura esa terquedad—

Lu Cang sinceramente no podía adivinar qué tipo de truco tenía bajo la manga. Sus fríos ojos miraron
a Lu Cang mientras sacaba una bolsa de brocado de su pecho. Jing continuó con su gesto apremiante,
desató la bolsa de brocado, sacando algo del interior de la misma. Utilizó su boca para morder la parte
trasera de esa cosa, y luego la arrojó con fuerza hacia el cielo, junto con el sonido de un zumbido que
atravesó la tranquilidad. Ese era el sonido del silbato utilizado por las tropas militares. Aprovechando
la fuerza del viento, el ruido silbido revelaría su ubicación.

En su corazón Lu Cang sabía que esto estaba lejos de ser bueno. Su oído pudo captar un sonoro
silbido. Desde el lado oeste de la espesura del bosque, había un ruido de roce, aproximadamente de
un poco más de 100 metros de distancia.

Las tropas prolijamente vestidas salieron del espeso bosque en parejas. Rodeando y llenado la orilla
del río en una fracción de segundo. Lu Cang no pudo evitar gritar en alarma. Aquellos que estaban
corriendo frente a las tropas, eran precisamente sus compañeros de alegrías y penurias, su apoyo en
tiempos de necesidad, sus hermanos de juramento. Estaban siendo llevados por una cuerda gruesa
del mismo modo. Ellos colocaron expresiones muy asombradas al mirarlo.
—Tú... En realidad...— Lu Cang no podía detener su propio temblor. Él amargamente se detestaba a
sí mismo por convertirse en el anzuelo. Para el honorable Emperador, mover una tropa o dos era
simplemente tan fácil como levantar una mano. Sin embargo, él tontamente dejó que sus hermanos
se dispersaran en todas direcciones para escapar, sólo para caminar en línea recta hacia las trampas.

—¡¡Hermano mayor!! — Cao Xin finalmente no pudo soportarlo, tenía la intención de seguir adelante,
pero el soldado detrás de él con fuerza tensó la cuerda en su cuerpo— Hermano mayor ¿qué te ha
pasado? ¿Quiénes son estas personas? ...y...Eso... ¿Por qué estás desnudo debajo de otro hombre?

¡Oh, cielos!

Lu Cang sintió que algún tipo de cosa explotó en su pecho. En realidad se olvidó de su propia condición
ante sus ojos.

Ni siquiera tenía una costura en su cuerpo, se hallaba desnudo reclinada bajo el cuerpo de Jing. Por
no hablar de que todas y cada parte de su cuerpo estaban también pegadas a ese hombre detestable.

¡Por todos los cielos! Su imagen como el jefe de los bandidos estaba acabada.

Hubo oscuridad ante sus ojos, al final, él con gracia perdió su conciencia.

Nota de la traducción:

*Los eunucos son los sirvientes encargados de cuidar al harem del emperador, por este motivo todos
y cada uno de ellos estaban castrados, para evitar que pudieran tener encuentros con las mujeres del
emperador.
Epílogo

Como de costumbre, después del toque de la campana a las 5:00 am, el adicto al trabajo, Xiao Guizi,
entró en la alcoba imperial para ayudar al emperador en su rutina matutina de cepillado, lavado y
vestimenta.

Sin embargo, después de entrar en la magnífica alcoba del emperador, Xiao Guizi se dio cuenta de
que la cama del emperador estaba vacía. No había rastro de que había dormido previamente sobre
ella

—¡¡¡Mi Dios!!! ¡¡El emperador ha desaparecido!!

Inmediatamente, en toda la alcoba imperial resonaron sus gritos de lobo en pánico. Xiao Guizi,
continuó haciendo un gran alboroto mientras frenéticamente corría todo el camino hacia la sala de la
administración central.

—¡Deja de hacer una gran cosa de esto! ¡Sólo tienes que ir rápidamente a la casa del marqués! –El
administrador, que fue despertado por el ruido, bostezó con irritación.

—Sí, sí, sí...— Xiao Guizi tartamudeó en su respuesta y se apresuró hacia el exterior.

[…]

Al oír la conmoción desde el exterior, Jing volvió su cuerpo con molestia. A su lado, Lu Cang, estaba
durmiendo profundamente. Ayer por la noche, ambos se entrelazaron continuamente entre sí y
liberaron sus deseos incontrolables hasta altas horas de la noche, hasta que Lu Cang llegó a un punto
de agotamiento antiestético y se desmayó. No era extrañar el porque estaba en esta condición
desgastada.

—Su Majestad, ¿Asistirá a la corte la mañana?— Frente a la puerta cerrada, Xiao Guizi habló con
cautela y en un tono servil.

También Cao Xin habló con su voz fuerte, —Su Majestad, Hermano mayor...aah...no, el lord ¿ha
despertado? Ayer él y yo acordamos reunirnos temprano en la mañana para idear un plan sobre cazar
en las afueras—

Jing se llenó de irritación, infelizmente se puso su túnica de dormir. Dejo un pequeño beso en el
hombro desnudo y se levantó con desgano. Ligeramente, abrió la puerta.

Xiao Guizi rápidamente se adelantó a saludarlo. Jing hizo un gesto con un movimiento de su mano
para insinuar que el saludo se podría posponer hasta que llegaran al exterior. Cao Xin, tan denso
como de costumbre, se acercó imprudentemente intentando entrar en el dormitorio y se quedó sin
aliento al ver… —Lord...—
— ¿Qué... con el “lord”…”lord”...?—Jing lo agarró y lo arrastró fuera— ¡Aquí!— Molesto, Jing
apresuradamente sacó una pieza de oro de su bolsillo y lo arrojo a las manos de Cao Xin. —Hoy el
lord no se encuentra bien. Toma a uno o dos de tus hermanos para que te acompañen y ¡diviértete en
la Casa Tongua! No molestes a mi… mmm, ¡A Lu Cang!—

Colocando una expresión como si estuviera asustado de esas tres palabras: ‘La casa Tongua',
claramente él no estaba dispuesto a ir, él intentó de acercarse un poco más. — ¿Ah? ¡¿El Lord está
enfermo?! ¡¿Qué tipo de enfermedad?!—

— ¡Aiya, Cao Xin!— Incluso Xiao Guizi pudo ver que el color de la cara de Jing se había vuelto
malévolo y el aura a su alrededor se había oscurecido. Rápidamente arrastró a Cao Xin hacia afuera.

Mientras caminaba, Cao Xin, murmuró en voz alta: — ¿Qué es todo esto? Si él es un Lord, solo debería
decir que es un Lord ¿Qué pasa con el ‘título real’ de Lord? ¡¿No es lo mismo que decir que es tu
emperatriz?! También, ponernos a nosotros, sus hermanos, en una oficina gubernamental era tu
propósito ¿no? Tú, aun como emperador, ¡no tienes miedo alguno de que todo el mundo sepa que
nuestro increíble Hermano mayor está siendo manejado por ti!

Jing con su fiero pálido rostro, fingió que no escuchó la charla sin sentido. Se fue directamente a la
silla de sedan que Xiao Guizi había preparado.

Ante sus ojos, el cielo se había iluminado un poco. Era sólo el comienzo de otro nuevo día en Tongan.

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