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»Número de Referencia: 111-CAS-2005

»Origen: SALAS

»Nombre del Tribunal: SALA DE LO PENAL

»Tipo de Proceso:

»Tipo de Resolución: Sentencias Definitivas

»Fecha de Resolución: 13/07/2007

»Hora de Resolución: 11:10:00

111-CAS-2005

SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA; San Salvador, a las once horas diez
minutos del día trece de julio de dos mil siete.

            La Sala conoce de los recursos de casación interpuestos, el primero por los Licenciados
Manuel Laínez Méndez y Manuel Antonio Romero, en su calidad de apoderados de la Sociedad
Vestuario de Exportación Salvadoreña S.A. de C.V.; y el segundo, por el Doctor Jorge Pineda
Escobar, en calidad de Defensor Particular, contra la sentencia definitiva condenatoria en
responsabilidad civil, pronunciada por el Tribunal Primero de Sentencia de esta ciudad, a las
catorce horas del día veintisiete de enero de dos mil cinco, en el proceso penal instruido contra
LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR, por los delitos de HOMICIDIO CULPOSO, Art. 132 Pn., en
perjuicio de Juan Anthony Castellón Alfaro, Roberto García, Verónica Eunice López y María Angela
Isabel Alfaro; y LESIONES CULPOSAS, Art. 146 Pn., en perjuicio de Douglas Alexander Escalante,
Gracia María Arteaga Hernández y Julia Isabel Hernández.

            Con relación al escrito presentado por el Licenciado Miguel Arturo Girón Flores, en el que
renuncia a seguir ejerciendo como querellante en la presente causa, tiénese por aceptada la
misma.

            Por resolución de esta Sala, pronunciada a las once horas cinco minutos del día quince de
julio de dos mil cinco, se previno a los recurrentes, tanto apoderados como defensor, que
subsanaran las omisiones advertidas en sus escritos de interposición, observaciones que fueron
evacuadas en el término de ley; y habiéndose celebrado la audiencia respectiva para la
fundamentación del recurso interpuesto por el Doctor Jorge Pineda Escobar, este Tribunal procede
a pronunciar sentencia, con base en los Arts. 427 y 428 del Código Procesal Penal.

            RESULTANDO:

            I) Que mediante sentencia relacionada en el preámbulo de la presente se resolvió: "…Con


base a los considerandos antes relacionados y de conformidad al artículo 11, 12, 15, 72 ordinal 1° y
75 ordinal 2°, 181 de la Constitución de la República; artículos 1, 2, 114, 115, 116, 117, 118, 119,
120, 121, 408 del Código Penal y Artículos 1, 2, 3, 4, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 153, 87, 88, 130, 162,
221, 260, 324 al 329, 330, 338, 339, 340, 351, 353, 354, 356 al 359, 361, 441 del Código Procesal
Penal; y demás disposiciones mencionadas en el transcurso de la presente en nombre de la
República de El Salvador, la suscrita Juez FALLA: A) CONDÉNASE A LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS
CANTOR y subsidiariamente a la sociedad VEXSAL S.A. DE C.V. representada legalmente por el
señor JÓSE ROBERTO BONILLA MORALES en concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL al pago por los
daños físicos de DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y DOS PUNTO NOVENTA Y CUATRO DÓLARES y
por los daños morales y psicológicos a la cantidad de VEINTICINCO MIL DÓLARES causados a la
víctima GRACIA MARIA ARTEAGA HERNÁNDEZ cantidades que deberán entregar a la víctima
antes mencionada; B) CONDÉNASE al señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR y
subsidiariamente a la Sociedad VEXSAL S.A. DE C.V. representada legalmente por el señor JOSÉ
ROBERTO BONILLA MORALES en concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL al pago de la cantidad de
MIL SETECIENTOS CATORCE DÓLARES CON VEINTINUEVE CENTAVOS DE DÓLAR por los daños
causados a cada uno de los fallecidos ROBERTO GARCÍA, VERÓNICA EUNICE LÓPEZ GARAY,
MARÍA ANGELA ISABEL ALFARO; cantidades que deberán hacer efectivas a la persona que
demuestre ser legalmente ofendido de conformidad al Art. 12 del Código Penal, a excepción del
menor ************* condénase al pago de la cantidad de CUATRO MIL DÓLARES a fin de que
responda por los daños causados en dicho menor legalmente ofendido de conformidad al Art. 12
del Código Penal; C) CONDÉNASE al señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR y
subsidiariamente a la sociedad VEXSAL S.A. DE C.V. representada legalmente por el señor JOSÉ
ROBERTO BONILLA MORALES en concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL al pago de DOS MIL
QUINIENTOS DÓLARES a fin de que responda por los daños morales causados a la víctima JULIA
ISABEL HERNÁNDEZ cantidad que deberá hacer efectiva a la persona que demuestre ser el
legalmente ofendido de conformidad al Art. 12 del Código Penal; D) ABSUÉLVASE al señor
LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR y subsidiariamente a la sociedad VEXSAL S.A. DE C.V.
representada legalmente por el señor JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES en concepto de
RESPONSABILIDAD CIVIL de las lesiones ocasionadas a las víctimas DOUGLAS ALEXANDER
ESCALANTE Y KENIA SORAYA MORÁN DE MONZÓN…".

            II) Como consecuencia de la decisión judicial recién transcrita, los

Licenciados Manuel Laínez Méndez y Manuel Antonio Romero, formularon su escrito impugnativo
dentro del cual alegaron cuatro motivos de casación, habiendo sido admitidos únicamente el
segundo y el tercero, indicando el segundo la inobservancia del Art. 362 No. 4 Pr. Pn., insuficiente
fundamentación de la sentencia pues en su criterio no se han observado las reglas de la sana
crítica respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo; específicamente al haberle
restado valor probatorio al instrumento público de venta otorgado por la Sociedad Sierra
Internacional S.A. de C.V., a favor del señor Máximo Cáceres Sánchez, teniendo el mismo plena fe,
de conformidad al Art. 1 inc. 2° de la Ley de Notariado y Arts. 258 y 321 del Código Procesal Civil,
en lo pertinente argumenta lo siguiente: "…La Jueza a quo expresa en el romano I literal c) de la
sentencia recurrida en la página 13 lo siguiente: "Previo a entrar a valorar el fondo sobre este
punto (la responsabilidad subsidiaria especial), la suscrita Juez hará la siguiente valoración: "c) …en
cuanto a la prueba documental referente a la escritura de compraventa que consta dentro de la
certificación del expediente físico del vehículo C-63422…por medio de la cual el Licenciado José
Roberto Bonilla Morales le vende el vehículo C-63422 en su calidad de representante legal de la
sociedad Sierra Internacional S.A. de C.V. al señor Máximo Cáceres Sánchez, …y al no contar con
éstos, dicho instrumento por sí solo no le merece fe por las razones siguientes: los representantes
legales de VEXSAL S.A. DE C.V. en ningún momento aportaron otro tipo de prueba que
objetivamente pudiera valorarse y que concatenara a ese y que nos diera parámetros del por qué
el vehículo relacionado, no obstante su venta se realizara en el año de dos mil uno casi seis meses
antes de que ocurriera el accidente de tránsito motivo de este proceso en el cual se vio involucrado,
permanecía en sede de la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V. y era utilizado por empleados de la misma,
ni tampoco se ha dicho el por qué es hasta en el mes de agosto que se registrara a nombre del
señor Máximo Cáceres Sánchez en el registro de vehículos; cabe preguntarse ¿Por qué VEXSAL, S.A.
DE C.V. utilizaba el vehículo que no era de su propiedad?. En ese orden de ideas la suscrita es del
criterio que si ese vehículo era utilizado por la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V. el día quince de junio
del año dos mil uno, fecha en que suceden los hechos, que era conducido por el empleado
LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR, ejerciendo las funciones de motorista de la referida
empresa y por haber sido asignado el mismo por el Licenciado José Roberto Bonilla Morales, quien
es Vicepresidente y Tesorero de la referida sociedad Vexsal, S.A. de C.V., situación que ha quedado
plenamente demostrada con la prueba de carácter documental anteriormente relacionada (sic) en
relación a la indagatoria rendida por el señor RAMOS CANTOR y la que ha sido también
relacionada y a la que no se le puede restar credibilidad ya que esta confesión es válida por haber
cumplido los requisitos exigidos en el Art. 221 Pr. Pn. y además se cumplieron las exigencias
impuestas en el principio de legalidad; así como también el hecho confesado es posible, verosímil,
coherente y concatenante con los otros medios de prueba como lo son constancia de trabajo y
demás prueba relacionada en este apartado ya que la confesión no es posible valorarla
aisladamente.---Por todo lo anterior la suscrita sostiene que si las partes no desvincularon la
relación laboral entre el señor RAMOS CANTOR con la sociedad VEXSAL, S.A. DE C.V., así como
también es de aclarar que tampoco se demostró que el vehículo placas C-63422 y demás
características que están relacionadas en la presente resolución no tuviera con dicha sociedad es
por ello que esta juzgadora es del criterio que la sociedad VEXSAL, S.A. DE C.V. tiene
responsabilidad civil subsidiaria especial con base al Art. 121 número uno del Código Penal y
pronunciarse en su momento juntamente con el señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR para
que responda por los daños materiales, psicológicos y morales ocasionados a las víctimas que se
relacionan al inicio de la presente resolución y así debe de pronunciarse en el fallo de ésta".---La
jueza hace distinción para la valoración de la prueba en sede penal y del derecho civil declarando
que no le merece fe el testimonio de escritura de compraventa celebrado entre SIERRA
INTERNACIONAL S.A. DE C.V. y el señor MÁXIMO CÁCERES SÁNCHEZ. La fe notarial no requiere de
prueba complementaria; hace plena prueba de acuerdo al inciso segundo del artículo 1 de la Ley de
Notariado que expresa: "La fe pública concedida al notario es plena respecto a los hechos que, en
las actuaciones notariales, personalmente ejecuta o comprueba. En los actos, contratos y
declaraciones que autorice, esta fe será también plena tocante al hecho de haber sido otorgados
en la forma, lugar, día y hora que el mismo se expresa". Con lo anterior se demuestra que de
acuerdo a la ley, el testimonio extendido por el notario no requiere de prueba complementaria
para hacer plena prueba; es por sí solo que constituye prueba que se discute, por lo que ningún
juzgador debe atreverse a afirmar que el instrumento público no merece fe, esta afirmación
además de temeraria es desconocer el sistema probatorio en nuestra legislación. Además el
artículo 258 del Código de Procedimientos Civiles expresa que las Escrituras Públicas hacen plena
prueba; el artículo 1,571 del Código Civil expresa que el instrumento público hace plena fe en
cuanto al hecho de haberse otorgado y su fecha. Su valor probatorio no está a discreción de ningún
juzgador sino que lo otorga la ley y lo tendrá mientras no haya sido declarada su nulidad, mediante
juicio civil ordinario que así lo declare.---La jueza requiere que los representantes de VEXSAL
presentaran prueba que explicara por qué el vehículo permanecía en la empresa VEXSAL, S.A. DE
C.V. Es conveniente recordar y afirmar que la carga de la prueba corresponde a los acusadores y no
como dice la jueza a los representantes de la empresa; si la prueba ofrecida e incorporada no
establece que el vehículo permanecía en las instalaciones de VEXSAL, S.A. DE C.V., no puede hacer
la Jueza tal afirmación en la sentencia y por lo tanto carece de sustentación probatoria y por lo
tanto se ha violado la Ley de Derivación o Razón Suficiente, insistimos que la carga de la prueba
corresponde a los acusadores en el juicio; no se probó que al momento de ocurrir el accidente el
motorista del vehículo era utilizado por la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V.; no se probó el hecho de
haber sido asignado por el Licenciado José Roberto Bonilla Morales el vehículo causante del
accidente al conductor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR.---Nuestra poderdante la empresa
VEXSAL, S.A. DE C.V. comparece al proceso hasta en la audiencia especial celebrada a las catorce
horas del día veintisiete de dos mil cinco para establecer la responsabilidad civil a cargo del
imputado y del responsable civil subsidiario con lo que se establece que no tuvo oportunidad de
contradecir la prueba aportada, aunque prueba idónea y legalmente incorporada no existe contra
nuestra representada, puesto que para ofrecer la prueba debió hacerse en la audiencia preliminar
y para su incorporación debió hacerse en el juicio, lo que no sucedió. Como cuando estos actos
procesales se produjeron nuestra representada no era parte en el proceso, no pudo aportar la
prueba que requiere la Jueza a quo de por qué el vehículo permanecía en las instalaciones de
VEXSAL, S.A. DE C.V.; la permanencia de un vehículo en uno u otro lugar no determina
responsabilidad alguna en contra del propietario de las instalaciones.---La Jueza a quo se pregunta
¿por qué VEXSAL, S.A. DE C.V. utilizaba el vehículo que no era de su propiedad? Esta interrogante
denota que la Jueza tiene duda si VEXSAL, S.A. DE C.V. utilizaba el vehículo, con lo que se concluye
que ella misma no tiene certeza de que el vehículo causante del accidente haya sido utilizado por
VEXSAL, S.A. DE C.V. Hace afirmaciones que son producto de su imaginación sin que tengan
sustentación probatoria puesto que la prueba no fue ofrecida en la audiencia preliminar ni
incorporada legalmente en el juicio. Es a los acusadores a quienes correspondía probar los hechos
que la jueza a quo afirma, puesto que ofrecimiento e incorporación de prueba corresponde a
quienes acusan de acuerdo al artículo 4 parte final del Código Procesal Penal, es a estos a quienes
corresponde probar, cosa que no ha sucedido. Lo que hace con su afirmación la Jueza es expresar
dudas y no certeza sobre los hechos que afirma por lo que debió aplicar el artículo 5 del Código
Procesal Penal que en caso de duda el juez considerará lo más favorable al imputado.---La jueza al
dictar el fallo se fundamentó en la declaración indagatoria del motorista LEOPOLDO DE JESÚS
RAMOS CANTOR en la cual el imputado manifestó que el vehículo causante del accidente era
propiedad del señor ROBERTO BONILLA; constancia de trabajo extendida el día veinte de junio de
dos mil uno firmada y sellada por la señora MARÍA BERTHA DE LÓPEZ, de Recursos Humanos de
VEXSAL, S.A. DE C.V.; certificación de la constitución de la sociedad Vestuario de Exportación
Salvadoreña, S.A. de C.V., que se abrevia VEXSAL, S.A. DE C.V. en la cual consta que el Licenciado
JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES es representante de dicha sociedad, la cual se encuentra
debidamente inscrita en el Registro de Comercio; certificación del expediente físico del vehículo
(sic) causante del accidente del Registro Público de Vehículos Automotores de la Dirección General
de Tránsito en la cual consta que el vehículo causante del accidente fue vendido por el señor
MAURICIO ALBERTO RODRÍGUEZ y adquirido por la SOCIEDAD SIERRA INTERNACIONAL, S.A. DE
C.V. representada por el señor JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES; consta además que la SOCIEDAD
SIERRA INTERNACIONAL, S.A. DE C.V. representada por el señor JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES
vendió el camión causante del accidente en el mes de enero del año dos mil uno al señor MÁXIMO
CÁCERES SÁNCHEZ. La valoración de la prueba antes relacionada por la Jueza a quo está
contemplada a folio doce y trece, Romano I literales a y b de la sentencia pronunciada por la Juez a
quo, a las catorce horas del día veintisiete de enero de dos mil cinco.---La Jueza a quo
erróneamente fundamenta la valoración de la prueba en la indagatoria rendida por el imputado
señor LEOPOLDO DE JESUS RAMOS CANTOR la cual en ningún momento le puede servir al juzgador
para valorar su contenido salvo en el caso que a éste se le haya dado criterio de oportunidad para
que su dicho pueda servir de prueba testimonial en contra de tercera persona, para comprobar
participación en hechos delictivos pero no para comprobar responsabilidad civil; el razonamiento
que la Jueza a quo ha usado para fundamentar la sana crítica a la luz de las pruebas vertidas en el
proceso se basa en la declaración indagatoria del imputado señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS
CANTOR la cual de conformidad a nuestra Legislación Penal no puede usarse en contra de terceras
personas como prueba válida, si previamente el imputado no goza del beneficio del criterio de
oportunidad, mediante el cual el imputado deja de serlo para convertirse en testigo, cuyo
testimonio puede tener valor probatorio de acuerdo a lo establecido en la ley---Si excluimos el
razonamiento viciado de la Jueza a quo tendremos que el mismo eximiría de toda responsabilidad
civil a nuestra representada por cuanto no se ha establecido de conformidad con las pruebas que
existen en el proceso la titularidad o propiedad del vehículo causante del accidente a nombre de
nuestra mandante ni tampoco que al momento de ocurrir éste, el imputado haya estado
realizando labores de nuestra representada. Ha llegado la Jueza a quo al colmo de inferir en que el
señor JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES por el hecho de ser representante legal de las sociedades
SIERRA INTERNACIONAL, S.A. DE C.V. esta última es responsable civil del accidente (presupuesto
que recaerá en su representante legal, según la Jueza sentenciadora), provocado por el camión
conducido por el imputado señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR. Por consiguiente deberá
casarse la sentencia de mérito en el sentido de desestimar como prueba la declaración indagatoria
del imputado que ha sido la base del razonamiento de la Jueza a quo para fundamentar su fallo
basándose en el principio de la sana crítica, para hacer la valoración de la prueba que consta en el
proceso y que hemos identificado en el párrafo respectivo de dicha sentencia y darle el valor
probatorio de plena prueba al testimonio de compraventa celebrada por SIERRA INTERNACIONAL,
S.A. DE C.V. con el señor MÁXIMO CACERES SANCHEZ. La Jueza debió concluir que en el juicio no se
estableció por ningún medio probatorio que el vehículo era utilizado por la empresa VEXSAL, S.A.
DE C.V., no se estableció que al momento de ocurrir el accidente el motorista desempeñaba
funciones para la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V. ni tampoco se estableció que el vehículo haya sido
asignado por el Licenciado José Roberto Bonilla Morales con lo que se está violentando el principio
de inocencia establecido en el artículo 11 de la Constitución…". Como tercer motivo los
reclamantes alegaron la causal de casación No.3 del Art. 362 Pr. Pn., por considerar que la
sentencia se basa en medios probatorios admitidos e incorporados ilegalmente al juicio, por
cuanto no fueron ofrecidos como prueba en el momento procesal oportuno, y argumentan lo
siguiente: "…Al respecto expresamos que se violó el artículo 15 del Código Procesal Penal que
dispone que los elementos de prueba sólo tendrán valor si han sido obtenidos por un medio lícito e
incorporados al procedimiento conforme a las disposiciones de este código.---Asimismo, se ha
violado el inciso tercero del Código Procesal que dispone: que para que las pruebas tengan validez
deben ser incorporadas al proceso conforme a las disposiciones de este código y en su defecto, de
la manera que esté prevista la incorporación de pruebas similares. Lo anterior, significa que toda
prueba que haya tenido en cuenta sin haber sido incorporada al proceso de la manera que el
código indica carece de calidez y en consecuencia no puede ser tomada en cuenta para pronunciar
el fallo que contiene la sentencia.---La Jueza sentenciadora en la parte final de la página nueve
hasta la página once de la sentencia expresa que el imputado "debe pagar" a cada una de las que
demuestren ser víctimas u ofendidos de los fallecidos conforme al artículo 12 del Código Penal la
cantidad de MIL SETECIENTOS CATORCE DÓLARES CON VEINTINUEVE CENTAVOS DE DÓLAR por
cada una de los fallecidos a excepción del menor **************** debiendo condenársele al
pago de la cantidad de CUATRO MIL DÓLARES en vista de que éste era un niño a quien se le truncó
su vida a muy corta edad y en cuanto a la víctima GRACIA MARÍA ARTEAGA HERNÁNDEZ,
habiéndose presentado facturas de gastos médicos como también facturas sobre medicamentos y
servicios y otras que reflejan los gastos médicos en que ha incurrido la víctima GRACIA MARÍA
ARTEAGA HERNÁNDEZ, las cuales corren agregadas a fs. 114 al 180; Constancia Clínica de
procedimiento Reconstructivo de la víctima GRACIA MARIA ARTEAGA HERNÁNDEZ agregada a fs.
203 y 204 y Constancia por el oftalmólogo RICARDO CEA ROUANET, sobre traumatismo del ojo
derecho de la víctima antes mencionada agregada a fs. 263 y 264; aún y cuando algunas facturas a
nombre de un tercero FERNANDO JOSÉ ARTEAGA es obvio que una persona que se encuentra
delicada de salud no podrá valerse por sí misma para hacer las compras de medicinas o pagos de
médicos, además es de considerar que al momento en que sufre el accidente la joven GRACIA
MARÍA ARTEAGA HERNÁNDEZ tenía dieciocho años de edad lo cual es obvio que a esa edad
todavía se depende de los padres y aún cuando fuera una persona que tuviera que responder por sí
misma por las condiciones de salud en que se encontraba no se le podía exigir una conducta
diferente y tenía que apoyarse de su familia, amigos y otras personas y siendo que la sumatoria de
los gastos médicos que según las facturas agregadas con anterioridad a la audiencia especial y que
merecen fe a la suscrita, ya que algunas facturas no es posible valorarlas en virtud de que unas son
en fotocopias, las cuales en el tráfico jurídico no merecen credibilidad, y otras no dice a nombre de
quien fueron extendidos, ascienden a la cantidad de UN MIL CUARENTA Y OCHO PUNTO NOVENTA
Y SEIS DÓLARES y habiendo presentado otras facturas en la audiencia especial las cuales suman la
cantidad de UN MIL DOSCIENTOS TREINTA Y TRES PUNTO NOVENTA Y OCHO DÓLARES; sumando
ambas en total la cantidad de DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y DOS PUNTO NOVENTA Y CUATRO
DOLARES y las cuales la suscrita las ha admitido como prueba no obstante existen plazos
procesales para aportar prueba, esta Juzgadora excepcionalmente permite en casos como éste la
aportación de prueba, ya que es una de las maneras de determinar parámetros para poder estimar
un monto de ahí que al analizar la referida prueba arroja que efectivamente se han generado
daños materiales como psicológicos, es lógico que con las secuelas que le produjeron la lesión a la
joven GRACIA MARÍA ARTEAGA HERNÁNDEZ, al perder totalmente su ojo derecho secuela que ha
quedado demostrada con el reconocimiento de sangre que se le practicó en su momento a dicho
joven; para el caso la suscrita nota que se practicó reconocimiento de sanidad por negligencia de la
fiscalía y de la querella; el cual era de suma importancia a efecto de tener parámetros diferentes y
establecer si la víctima ha quedado con otro tipo de secuelas físicas y además es de considerar la
edad con que contaba al momento de sufrir (18 años) (sic) utilizando el sentido común y la
experiencia, nos arroja que a esa edad se tiene ilusiones, metas y proyectos los cuales les fueron
truncados al tipo de lesión que recibió, prueba de ello es que se encuentra recibiendo tratamiento
psicológico a fin de poder superar esas frustraciones que como ser humano, como estudiante,
como mujer ha tenido que soportar; es innegable que la situación que ha pasado la joven GRACIA
MARÍA ARTEAGA HERNÁNDEZ le ha causado grandes perjuicios en la salud que se vio deteriorada y
quebrantada, la secuela que le ha dejado la pérdida del ojo derecho, le ha causado también daño
físico y moral el cual no es otra cosa que pena, tristeza, incertidumbre, temor a la muerte,
inquietudes, etc. Además, no solamente ha causado un perjuicio directo a la integridad física de la
joven referida sino también existe un daño reflejo el cual según la doctrina es el perjuicio indirecto
por una persona como consecuencia del daño causado a la víctima y que conlleva para el caso a los
padres de la referida joven GRACIA MARÍA ARTEAGA HERNÁNDEZ, ya que son ellos los que han
incurrido en todos los gastos que le ha generado el deterioro en la salud de la víctima a que nos
estamos refiriendo y no solamente a la familia le ha tocado el desembolso económico, sino,
también han sufrido la pena moral de ver a su hija sufrir las consecuencias del deterioro de su
salud. Por lo que para este caso la suscrita es del criterio que se debe condenar al señor LEOPOLDO
DE JESÚS RAMOS CANTOR por los daños físicos en responsabilidad civil al pago de DOS MIL
DOSCIENTOS OCHENTA Y DOS PUNTO NOVENTA Y CUATRO DÓLARES y por los daños morales o
psicológicos la cantidad de VEINTICINCO MIL DÓLARES causados a la víctima GRACIA MARÍA
ARTEAGA HERNÁNDEZ.---En cuanto a la señora JULIA ISABEL HERNÁNDEZ no obstante que no se
ha recibido ningún documento que pueda valorarse de forma objetiva a efecto de cuantificar
gastos en que incurrió por las lesiones sufridas en su cuerpo la suscrita considera que habiéndose
entablado formalmente la acción civil resarcitoria, y no obstante la fiscalía omitió indicar la prueba
necesaria para comprobar las consecuencias civiles del delito, eso no exime a la suscrita de la
obligación de pronunciarse en forma concreta y objetiva sobre el monto de la responsabilidad civil,
para lo cual debe tomarse en consideración la naturaleza del hecho, sus consecuencias y además
elementos del juicio recogidos en el proceso tal como lo preceptúa el Art. 361 inciso tercero Pr. Pn.
y al analizar el reconocimiento de sangre que se le practicó por medio de medicina legal el día
veinte de junio de dos mil uno, en el que se describen las lesiones sufridas, así como que las mismas
curarían en un término de sesenta días con tratamiento médico y salvo complicaciones, a partir del
día en que sucedieron los hechos, de lo anterior se colige que efectivamente la víctima señora JULIA
ISABEL HERNÁNDEZ, sufrió un menoscabo en su salud lo que la incapacitó durante sesenta días,
incapacidad que según el sentido común conlleva a gastos médicos, medicamentos y además de
una y otra manera este tipo de lesiones causa daños morales, por lo que es procedente dadas esas
circunstancias que se condene al señor LEOPOLDO DE JESÚS RAMOS CANTOR, al pago de DOS MIL
QUINIENTOS DÓLARES, a fin de que responda por los daños morales causados a la víctima JULIA
ISABEL HERNÁNDEZ.---RESPONSABILIDAD CIVIL SUBSIDIARIA. Doctrinariamente y con carácter
general podemos decir que en los supuestos de responsabilidad civil subsidiaria no es preciso que la
relación entre el responsable penal y el civil llamado de esta forma esté revestida por un
determinado carácter jurídico, sino que basta un mero vínculo de hecho por el cual, o bien el
responsable civil, o bien aquél obra con su consentimiento, sin que sea imprescindible que la
actuación del responsable penal suponga un beneficio para el responsable civil subsidiario, sino
que basta que la misma esté potencialmente sometida a una cierta intervención del mismo; pero
siempre con el límite de que la conducta delictiva generadora de la responsabilidad se circunscriba
al ejercicio de las funciones o tareas confiadas al infractor por el responsable civil subsidiario o las
que ambos les ligan en la forma descrita.---La base de la responsabilidad subsidiaria especial no es
más que la relación que se da en función a la actividad laboral que desempeñaba para
establecimiento o empresa la responsabilidad corresponde a la persona jurídica (presupuesto que
recaerá en su representante legal) en razón a actos penalmente relevantes llevados a cabo por los
gestores o trabajadores del servicio de la empresa". (Fin de la trascripción).---Lo anterior, es una
trascripción de parte de la sentencia y que demuestra que la jueza sentenciadora recibió y aceptó
prueba, en la audiencia especial a fin de establecer responsabilidad civil valorándola para
sentenciar violando con ello las disposiciones que indican que la prueba deberá ser ofrecida para
que se produzca en la vista pública antes de la audiencia preliminar de acuerdo al artículo 316
número trece Pr. Pn. Asimismo se violó el artículo 317 Pr. Pn., puesto que en la audiencia especial
de cuantificación de la indemnización por la responsabilidad civil no se indicó el lugar donde se
hallaban; tampoco se dijo qué hechos o circunstancias se pretendían probar con esa prueba
ilegalmente presentada en la audiencia especial de cuantificación de la responsabilidad civil.
También se violó el artículo 318 inciso primero del Código Procesal Penal puesto que al no haber
sido ofrecida antes de la celebración de la audiencia preliminar dejó sin facultad al Juez de
admitirla o rechazarla de acuerdo a la pertinencia o impertinencia de la misma.---Además, como
podrá notarse en la trascripción del párrafo de la sentencia la jueza no hizo uso para valorarla de
las reglas de la sana crítica sino más bien hace una serie de conjeturas y lucubraciones carentes de
lógica y sentido común por cuanto la condición sicológica de una persona no puede establecerse de
acuerdo a la experiencia común o sentido común sino que requiere de estudio y de valoración de un
especialista en la rama. No hay prueba idónea para poder hacer la valoración de la condición
psicológica a la que se refiere, tampoco existe peritaje psicológico que determine su estado.---
Como podrá notarse la sentencia ha sido dictada fundamentándose en medios o elementos
probatorios que no han sido incorporados legalmente al juicio, porque al haber admitido la Jueza
sentenciadora dicha prueba la sentencia carece de fundamentación puesto que en la audiencia
especial se admitió prueba que no estaba legalmente incorporada al juicio. Se violentó el derecho
de defensa del imputado y de la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V. por cuanto de manera sorpresiva se
incorporó nueva prueba la cual no se discutió en la audiencia preliminar sobre su pertinencia y
admisibilidad así como tampoco se discutió sobre su incorporación…".

El Doctor Jorge Pineda Escobar, formuló su escrito impugnativo dentro del cual alegó dos motivos
de casación, habiendo sido admitido únicamente el primero indicando la inobservancia del Art. 1
del Código Procesal Penal, es decir, del Principio de la Integración de Leyes, el cual dice: "Nadie
podrá ser condenado o sometido a una medida de seguridad sino mediante una sentencia firme,
dictada luego de probar los hechos en un juicio oral y público, llevado, a cabo conforme a los
principios establecidos en la Constitución de la República, en este Código y demás leyes, con
observancia estricta de las garantías previstas para las personas." Fundamentándolo así: "…El
referido principio ha sido violentado por cuanto la Juez A quo, no aplicó, no utilizó para el dictamen
de su sentencia aquellos principios contenidos en las diversas disposiciones contenidas en las leyes
que rigen los juicios civiles, en especial aquel cuerpo de leyes especiales vigente que regula la
materia civil como consecuencia de un accidente de tránsito que como ya lo he expresado se
encuentra del artículo 35 al 72 de la Ley de Procedimientos Especiales sobre Accidentes de
Tránsito, concretamente aquellos artículos que se refieren al tipo de responsabilidad solidaria,
llamada también, responsabilidad objetiva en la cual se ha quitado el elemento subjetivo de la
responsabilidad , respondiendo aquel que sin haber participado en el hecho, responde por el simple
hecho de ser destinado por el dueño a actividades industriales, comerciales o de servicio.---En dicho
cuerpo de leyes también se contempla la exclusión de la responsabilidad civil del conductor cuando
el accidente se debe a desperfectos mecánicos en cuyo caso aún ni siquiera se permita que el
propietario pueda resarcirse del conductor mediante la figura de la subrogación pues es de su
exclusiva responsabilidad la indemnización de los daños.--- Pero tal responsabilidad no es de pleno
derecho, no es una presunción de derecho, recuérdese incluso que la ley de Procedimientos
Especiales sobre Accidentes de Tránsito, en el caso de inasistencia del demandado civilmente como
responsable solidario a la audiencia de aportación de pruebas, contempla la figura de tenerse por
ciertos los HECHOS vertidos en la demanda, mas no los DERECHOS, lo cual es necesario probar aún
en el caso de su inasistencia.---La Juez A quo aplicando aquel principio de integración se hubiera
sustraído del campo penal común y se hubiera radicado en los otros cuerpos de leyes para la
solución de su caso, como decir la ya mencionada Ley de Procedimientos Especiales sobre
Accidentes de Tránsito, en su parte civil vigente y los principios que regulan la ley penal, porque
ésta ya estaba fuera con la absolución penal de que había sido objeto el imputado. Esa Honorable
Sala, señaló una audiencia especial para ventilar la acción civil, pero lo que sucedió que se
interpretó mal lo dicho por la referida Sala y se interpretó que la Sala ya previamente había
condenado a las partes demandadas civilmente y solamente se debía fijar los montos, cuando ello
como todos sabemos es improcedente, puesto que se había decretado la absolución penal al
imputado, debía de nacer por parte de los ofendidos la acción civil, bajo las reglas civiles, en cuyo
caso se debía aportar la prueba correspondiente primero para establecer la responsabilidad en el
accidente, mediante prueba para ser evaluada por los principios de la prueba tasada que rigen las
acciones civiles…".
            III) Al contestar el emplazamiento los apoderados de la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V.,
Licenciados Miguel Arturo Girón Flores y Martín Francisco Jiménez Moreno, sostuvieron en síntesis
lo siguiente: "…No queremos pasar por alto el hecho de que el abogado del acusado LEOPOLDO DE
JESÚS RAMOS CANTOR fundamenta en su escrito de casación DOS MOTIVOS, pero propone
CUATRO SOLUCIONES, lo que estimamos riñe con lo que dispone el art. 423 Pr. Pn., que señala que
para CADA MOTIVO –cuando hay más de uno- haya su fundamentación y su solución SEPARADA, lo
que no es congruente con el hecho de que no sea coincidente el número de motivos propuestos con
el número de soluciones que se pretenden por motivo…".

            De igual forma los Licenciados Julio César Larrama Barahona y Hellen Marisel Quintanilla
Alarcón, en su calidad de Agentes Auxiliares del Fiscal General de la República, se pronunciaron
respecto de los recursos interpuestos de la siguiente manera: "…la representación fiscal considera
de que el Art. 32 de la Ley Especial sobre Accidentes de Tránsito, en el caso concreto que nos
ocupa, no tiene ninguna aplicación porque esta disposición, se refiere a que únicamente lo tendrá
en aquellos casos en donde de un accidente de tránsito resultaren daños materiales, sobre ese
punto. Por lo que en relación a esto, considera esta representación aplicación de preceptos legales
(sic) y que por lo tanto la sentencia pronunciada por el Tribunal Primero de Sentencia está
debidamente fundamentada sobre la base del precepto legal que debe aplicarse en estos casos. En
relación al segundo motivo aduce la defensa que la inobservancia legal aduciendo insuficiencia de
la fundamentación en la sentencia y por ello a criterio muy particular de la defensa se reúne el
presupuesto establecido en el Art. 362 numeral 4 C.P.P. Es decir, la sana crítica era llegar a la
conclusión que VEXSAL, S.A. DE C.V., es responsable civil subsidiario, hacer una serie de
consideraciones que rigen con la lógica, la experiencia y la ley, sobre este punto la representación
fiscal se pronuncia en este sentido, en primer lugar es de aclarar que en la normativa penal y
procesal penal vigente se habla de responsabilidad civil de carácter subsidiario y no de solidario,
precisamente sobre la base de ello es que el tribunal condenó a la empresa VEXSAL, S.A. DE C.V.,
aunado a lo anterior quedó totalmente vinculada la relación laboral del señor Ramos Cantor con la
empresa VEXSAL, S.A. DE C.V., lo cual no fue desvirtuado en ningún momento por la defensa,
tampoco se demostró que el vehículo C-63-422, no tuviera ninguna relación con la sociedad
VEXSAL, S.A. DE C.V. Así como también no se demostró que el Licenciado José Roberto Bonilla
Morales no tuviera ningún vínculo con dicha sociedad, es por ello que el fallo pronunciado por el
Tribunal Primero de Sentencia al condenar civilmente al señor Leopoldo de Jesús Ramos Cantor y
subsidiariamente a la Sociedad VEXSAL S.A. DE C.V. está apegada a derecho…".

            En cuanto al escrito presentado por los Licenciados Miguel Arturo Girón Flores y Martín
Francisco Jiménez Moreno, en su calidad de querellantes, en vista de lo dicho en otro apartado,
estos renunciaron de su cargo, perdiendo validez las expresiones plasmadas en tal documento.

            IV) CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL DE CASACIÓN.

            Los Licenciados Manuel Laínez Méndez y Manuel Antonio Romero, señalan en el segundo
de los motivos admitidos, la falta de fundamentación de la sentencia Art. 362 numeral 4° Pr. Pn.,
pues consideran que el A quo inobservó las reglas de la sana crítica al momento de valorar
elementos probatorios de carácter decisivo, subdividiéndose el reclamo en los siguientes puntos:

1. El valor probatorio que pudo tener la declaración indagatoria del indiciado Leopoldo de
Jesús Ramos Cantor.

2. La relación del vehículo que produjo el accidente con VEXSAL S.A. DE C.V.

3. El valor que el A quo le otorgó al testimonio de compraventa celebrada por SIERRA


INTERNACIONAL S.A. DE C.V. con el señor Máximo Cáceres Sánchez.

4. El vínculo entre el representante legal de VEXSAL S.A. DE C.V., señor José Roberto Bonilla
Morales y el imputado.

5. Si el imputado al momento del accidente trabajaba para VEXSAL S.A. DE C.V.

Por su orden de logicidad los puntos transcritos supra serán tratados de la manera siguiente: se
dará prioridad a determinar si la declaración indagatoria del imputado puede tener o no, valor
probatorio; al respecto la Sala considera oportuno señalar que si bien la declaración indagatoria
del imputado constituye un medio de defensa, ello no es obstáculo para sustentar en esa
deposición los hechos acreditados, cuando el resultado eventual de dicha declaración es el
reconocimiento de culpabilidad, luego de valorarla de conformidad con las reglas de la sana crítica
racional, pues la misma -entendida como el reconocimiento formulado el imputado de forma libre
y voluntaria, con respeto de las garantías que le favorecen, ante la autoridad judicial, acerca de su
participación en el hecho en que se funda la pretensión represiva deducida en su contra- es una
prueba, Arts. 259-264, y 340 del Código Procesal Penal. En este mismo sentido, véase la resolución
de este Tribunal, correspondiente al expediente clasificado bajo el número 115-01 de las 08:00
horas del día dos de abril de 2003: "…Las reglas contenidas en los Arts. 259-264 Pr. Pn., que rigen
la declaración indagatoria del imputado, y específicamente lo que se refiere al derecho del
imputado de requerir la práctica de medios probatorios de descargo que considere convenientes
para su defensa material, son aplicables en cualquier momento que el imputado rinda su
declaración indagatoria, ya que el legislador en el Art. 264 Pr. Pn., expresamente dispone que
dichas reglas no sólo regirán para la declaración indagatoria durante la instrucción, sino
también para toda otra declaración del imputado, de ahí entonces que éste tiene derecho a
ofrecer prueba de descargo en cualquier momento del proceso, inclusive durante el desarrollo de
la vista pública, por cuanto es precisamente en la audiencia del juicio que su derecho a ser oído
alcanza su expresión real, pues es el momento en que éste tiene la máxima oportunidad y
efectivo conocimiento de los hechos acusados, los preceptos penales en que puedan ser
subsumidos éstos, las posibles penas a imponer en caso de resultar culpable, así como también
en qué consiste la prueba existente en su contra; información que constituye el presupuesto
básico para que el imputado se encuentre en óptimas condiciones para desvirtuar las
imputaciones hechas en su contra, o introducir circunstancias que neutralicen o aminoren la
acusación, por lo tanto la facultad del imputado de ofrecer prueba de descargo ha de ejercerla
con ocasión de su declaración indagatoria durante la vista pública, elementos probatorios cuya
admisibilidad estará sujeta al establecimiento de nuevas circunstancias que no hayan sido
discutidas en la etapa de la instrucción su pertinencia y trascendencia…". En conclusión, sobre
este punto planteado por el gestionante, la Sala estima que el mismo no es atendible, por cuanto
resulta válido de acuerdo a lo plasmado en párrafos anteriores, la valoración hecha por el A quo de
la declaración del imputado, en armonía con otros elementos probatorios, es decir, de
conformidad a las reglas de la sana crítica.

            Con relación a los reclamos números 2), 3) y 4), por estar concatenados en un mismo hilo
conductor, se procede ha examinar su existencia de forma conjunta; en tal contexto resulta
imprescindible transcribir el apartado de la resolución recurrida que es tachada de viciada,
haciendo las modificaciones siguientes: a) se colocará el número correspondiente al vicio
denunciado, adecuado a la parte de la sentencia en que constan las afirmaciones hechos por la
juzgadora que son producto del reclamo específico; y b) a continuación se subrayará lo atinente a
cada uno de los reclamos, todo ello, para que sea de mayor facilidad la corroboración de la
existencia o no de las denuncias: "…en consecuencia, para hacer un análisis sobre la anterior
prueba la suscrita advierte que la hará bajo lo dispuesto en el Art. 262 del Código Procesal Penal,
que se refiere a la libertad probatoria y utilizando las reglas de la sana crítica; ya que no
obstante se está pronunciando sobre la responsabilidad civil, no hay que dejar desapercibido
que la misma deriva de una acción penal, por lo que consecuentemente no es prueba tasada la
que prevalece, ya que ésta es exclusiva para los juicios civiles propiamente dichos; para el caso
se hará uso exclusivamente a la libertad probatoria, en ese orden de ideas es necesario aseverar
lo siguiente: (4°).. a) Que en cuanto al representante legal de la sociedad VEXSAL S.A. DE C.V., ha
quedado plenamente demostrado que es el Licenciado JOSÉ ROBERTO BONILLA MORALES lo cual
se establece con la certificación de la constitución de la Sociedad antes referida y su respectiva
credencial y que se relaciona en este mismo apartado y lo cual no ha sido desvirtuado
objetivamente por ningún medio de prueba legal.--- c) Por otra parte se debe señalar, que la
prueba documental en sede penal posee una menor formalidad y una mayor amplitud que la
que asigna el derecho civil precisamente porque debe valorarse con base a la lógica y la
experiencia es por ello que ( 3°)… en cuanto a la prueba documental referente a la escritura de
compraventa que consta dentro de la certificación del expediente físico del vehículo C-63422
emitida por el registro público de vehículos automotores de la dirección general de tránsito, por
medio de la cual el Licenciado José Roberto Bonilla Morales le vende el vehículo C-63422 en su
calidad de representante legal de la sociedad Sierra Internacional S.A. de C.V. al señor Máximo
Cáceres Sánchez, la suscrita utilizando esas máximas de la experiencia considera que no
obstante este instrumento público, no entrará ha hacerle una valoración ya que para poder
hacerlo necesita tener otros elementos que en forma lógica y coherente pueda concatenar con
éste y al no contar con éstos dicho instrumento por sí solo no le merece fe por las razones
siguientes: (2°) los representantes legales de Vexsal S.A. de C.V. en ningún momento aportaron
otro tipo de de prueba que objetivamente pudiera valorarse y que concatenara a ese y que nos
diera parámetros de por qué el vehículo relacionado, no obstante su venta se realizara en el año
dos mil uno casi seis meses antes de que ocurriera el accidente de tránsito motivo de este
proceso en el cual se vio involucrado, permanecía en sede de la empresa Vexsal S.A. de C.V. y era
utilizado por empleados de la misma, ni tampoco se ha dicho el por qué es hasta en el mes de
agosto que se registrara a nombre del señor Máximo Cáceres Sánchez en el registro de
vehículos; cabe preguntarse ¿Por qué Vexsal S.A. de C.V. utilizaba el vehículo que no era de su
propiedad?. En ese orden de ideas la suscrita es del criterio que si ese vehículo era utilizado por
la empresa Vexsal S.A. de C.V. el día quince de junio del año dos mil uno, fecha en que suceden
los hechos, vehículo que era conducido por el empleado LEOPOLDO DE JESUS RAMOS CANTOR,
ejerciendo las funciones de motorista de la referida empresa y por haber sido asignado el mismo
por el Licenciado José Roberto Bonilla Morales, quien es Vicepresidente y Tesorero de la referida
sociedad Vexsal S.A. de C.V., situación que ha quedado plenamente demostrada con la prueba
de carácter documental anteriormente relacionada, en relación (sic) a la indagatoria rendida por
el señor RAMOS CANTOR y la que ha sido también relacionada y a la que no se le puede restar
credibilidad ya que esta confesión es válida por haber cumplido con los requisitos en el Artículo
221 P.P. y además se cumplieron las exigencias impuestas en el principio de legalidad; así como
también el hecho confesado es posible, verosimil, coherente y concatenante con los otros medios
de prueba relacionados en este apartado ya que la confesión no es posible valorarla
aisladamente…". En conclusión, tales reclamos son a todas luces inexistentes.

            Respecto al cuarto punto alegado, referente a si el imputado trabajaba al momento del
accidente para la empresa Vexsal S.A. de C.V., la sentenciadora derivó tal conclusión del hecho que
a continuación se transcribe: "…b) Constancia de trabajo que le extendió el departamento de
personal de Vexsal S.A. de C.V., el día 20 de junio de 2001 firmada y sellada por la señora MARIA
BERTHA DE LÓPEZ, jefe de recursos humanos de dicha empresa; si hacemos una relación
concatenada entre la prueba antes relacionada podemos notar que ambas son lógicas y
coherentes y que fehacientemente nos establecen esa relación laboral que mantenía LEOPOLDO
DE JESÚS RAMOS CANTOR, con la empresa VEXSAL al momento en que ocurrió el accidente…".
En consecuencia, de lo expuesto se colige que, la Juez Sentenciadora sí tenía razón suficiente para
sostener tal afirmación, pues de dicho elemento probatorio extrajo que el imputado sí trabajaba
para dicha empresa al momento de ocurrir los hechos.

            El otro motivo alegado por los apoderados de Vexsal S.A. de C.V., y legalmente admitido por
el Ad quem, está basado en el Art. 362 numeral 3° del Código Procesal Penal. En cuanto a este
reclamo, esta Sala estima luego de analizar tanto el escrito donde identifican las probanzas que
fueron admitidas en la audiencia especial de responsabilidad civil, así como el proveído objeto de
estudio, que las pruebas referidas son: facturas de gastos médicos, de medicamentos en que
incurrió la víctima Gracia María Arteaga Hernández, constancia clínica de procedimiento
reconstructivo de la víctima, y constancia de oftalmólogo. Por lo que podemos concluir que su
reclamo estriba exclusivamente en cuanto a la condena en razón de los daños a la integridad física
de la víctima, por cuanto la sentenciadora utilizó para ese fin las probanzas objetadas por los
recurrentes. De suyo, al no haber sido impugnada la condena en responsabilidad civil por daños
morales y psicológicos esta pasa de pleno derecho a quedar firme. Habiéndose delimitado el
campo de verificación, corresponde ahora examinar el razonamiento del A quo en cuanto al punto
cuestionado, siendo el siguiente: "…y siendo que la sumatoria de los gastos médicos que según
las facturas agregadas con anterioridad a la audiencia especial y que merecen fe a la suscrita, ya
que algunas facturas no es posible valorarlas en virtud de que unas son en fotocopias, las cuales
en el tráfico jurídico no merecen credibilidad, y otras no dice a nombre de quien fueron
extendidas, ascienden a la cantidad de UN MIL CUARENTA Y OCHO PUNTO NOVENTA Y SEIS
DÓLARES, y habiendo presentado otras facturas en la audiencia especial las cuales suman la
cantidad de UN MIL DOSCIENTOS TREINTA Y TRES PUNTO NOVENTA Y OCHO DÓLARES; sumando
ambas en total la cantidad de DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y DOS PUNTO NOVENTA Y
CUATRO DÓLARES y las cuales la suscrita las ha admitido como prueba no obstante existen
plazos procesales para aportar prueba, esta Juzgadora excepcionalmente permite en casos como
éste la aportación de prueba, ya que es una de las maneras de determinar parámetros para
poder estimar un monto de ahí que al analizar la referida prueba arroja que efectivamente se ha
generado daños materiales como psicológicos…".

            De lo plasmado supra, la Sala considera en primer término que como es sabido la resolución
casacional deja circunscrito el margen de actuación del juicio de reenvío (por ello es que en
puridad no se habla de un nuevo juicio). En el caso de autos, en la sentencia de casación de fecha
ocho de junio de dos mil cuatro, en la página trece, considerando III, sí limitó el examen a
realizarse en la nueva audiencia el cual consiste en: "…En el considerando I de la sentencia en
donde se relaciona la prueba que desfiló en el juicio, en el párrafo final del considerando se hace
mención de la prueba documental siguiente: …" 8) Facturas sobre medicinas y servicios y otras
que reflejan los gastos médicos en que ha incurrido la víctima GRACIA MARÍA ARTEAGA
HERNÁNDEZ, de fs. 141 al 180; 9) Constancia clínica de procedimientos reconstructivos de la
víctima GRACIA MARÍA ARTEAGA de fs. 203 y 204; 10) Constancia por el oftalmólogo RICARDO
CEA ROUNET, sobre traumatismo severo del ojo derecho de la víctima antes mencionada de fs.
263 y 264"…". Al contrastar esto con la valoración que realizó la juzgadora, resulta que incorpora
sendas probanzas, y que se transcribieron en el párrafo anterior, que no son propias del juicio de
reenvío encomendado y que además, la juzgadora no ha justificado tal incorporación. Por lo que
es procedente expulsarlas de la masa probatoria como se hace a continuación.

            Consta en el proveído cuestionado que la imposición en responsabilidad por daños físicos
fue de DOS MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y DOS PUNTO NOVENTA Y CUATRO DÓLARES, y que los
elementos probatorios allegados en el juicio de reenvío como lo son las facturas de gastos
médicos, de medicamentos en que incurrió la víctima Arteaga Hernández, le suman un total de UN
MIL DOSCIENTOS TREINTA Y TRES PUNTO NOVENTA Y OCHO DÓLARES, que al restárselas al primer
monto, da un igual de UN MIL CUARENTA Y OCHO PUNTO NOVENTA Y SEIS DÓLARES, siendo esta
última el monto real a pagar en concepto de daños físicos a la víctima Gracia María Arteaga
Hernández.

            En consecuencia, estimase la pretensión invocada por los gestionantes, modificase el fallo
cuestionado en el sentido en que el monto de la responsabilidad civil por daños físicos asciende a
un total de UN MIL CUARENTA Y OCHO PUNTO NOVENTA Y SEIS DÓLARES. Déjase expedito el
derecho a la víctima de hacer valer su pretensión en cuanto a la ampliación de responsabilidad
física.
            Para finalizar, se hará referencia al escrito interpuesto por el Doctor Jorge Pineda Escobar, y
su único motivo admitido por este Tribunal, inobservancia del Art. 1 del Código Procesal Penal,
que en su criterio consiste en el Principio de Integración de las Leyes, considerando que el
reproche no es atendible, pues se han constatado las razones por las cuales el Tribunal
Sentenciador no aplicó la Ley de Procedimientos Especiales sobre Accidentes de Tránsito, siendo
las siguientes: "…Que efectivamente la Ley de Procedimientos Especiales sobre Accidentes de
Tránsito es una ley especial, que prevalece sobre cualquier otra ley y que es una ley vigente más
sin embargo el Art. 408 del Código Penal establece en su epígrafe DEROGATORIA el cual dice
"Derogase el Código Penal vigente…" así como las leyes y demás preceptos legales contenidos en
otros ordenamientos que en alguna forma contradigan o se opongan a lo dispuesto en el
presente Código", como podemos observar de esta disposición se puede concluir que esas
disposiciones referentes a las reglas especiales relativas a la acción civil contenidas en el título IV
de la Ley de Procedimientos Especiales sobre Accidentes de Tránsito no obstante considera la
suscrita que las mismas deben ser aplicables única y exclusivamente en aquellos accidentes de
tránsito en donde solo se ocasionan daños materiales, no daños físicos tal como lo prescribe el
Art. 9 de la referida ley, como lo son los homicidios culposos y las lesiones culposas ya para estos
últimos es aplicable los preceptos del Código Penal; ahora bien si aplicáramos lo dispuesto en la
referida ley especial en lo que a la acción civil se refiere es notable que está contrariando lo
relativo a la acción civil a la cual hace referencia el Artículo 114 y siguientes del Código Penal por
ende con base en el Artículo 408 al cual nos hemos referido en este apartado quedarían
derogadas esas disposiciones…". En conclusión el alegato del recurrente es infundado y las
premisas hechas por el A quo se mantienen inalterables.

            POR TANTO: Con base en las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 153,
357, 421, 422 427 del Código Procesal Penal. En nombre de la República de El Salvador, esta Sala
RESUELVE:

            A) HA LUGAR a casar la sentencia de mérito, por el tercer motivo invocado en el libelo
presentado por los Licenciados Manuel Antonio Romero y Manuel Laínez Méndez, como
apoderados de Vexsal S.A. de C.V., exclusivamente lo referente a la imposición de la
responsabilidad en cuanto a los daños físicos ocasionados, rectificase el fallo respecto al monto
real a pagar el cual es de UN MIL CUARENTA Y OCHO PUNTO NOVENTA Y SEIS DÓLARES, pasando
lo restante a ser firme.

            B) Devuélvanse las actuaciones al tribunal de origen, para los efectos legales pertinentes.

            NOTIFÍQUESE.-

GUZMAN U. D. C.-------------------R. M. FORTIN H.----------------------M. TREJO------------


PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---------------
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