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15 de abril de 1997

A LOS CUERPOS DE ANCIANOS

Asunto: Comités de mantenimiento de los Salones del Reino

Estimados hermanos:

1. Todos agradecemos mucho la ayuda de los hermanos que sirven en los comités de
mantenimiento de los Salones del Reino, pues prestan una estupenda colaboración en el cuidado de
los Salones del Reino, que son edificios dedicados a Jehová. Les escribimos para comunicarles
algunas aclaraciones sobre los deberes de los cuerpos de ancianos y los comités de mantenimiento.
Esta carta complementa la del 2 de noviembre de 1995.

2. Campos de responsabilidad. Los cuerpos de ancianos son responsables de supervisar el

mantenimiento del Salón del Reino. Cuando dos o más congregaciones utilizan el mismo salón, los
cuerpos de ancianos nombran un comité de mantenimiento compuesto de ancianos o siervos
ministeriales capaces, para que les ayuden organizando esta labor (om-S 61, 62). Este comité trabaja
totalmente bajo la dirección de los cuerpos de ancianos, no funciona independientemente. Su
responsabilidad es supervisar el uso cotidiano del Salón del Reino, asegurándose de que esté limpio,
bien cuidado y en un buen estado, y hacen fundamentalmente el mismo trabajo que haría un único
anciano o siervo ministerial si se reuniera solo una congregación en el salón.

3. Son los ancianos, no el comité de mantenimiento, quienes deciden cómo se utilizará el

Salón del Reino, cuándo se celebrarán las reuniones, si se va a utilizar para bodas o funerales, etc.
Los ancianos también tienen la obligación de asegurarse de que los fondos de la congregación se
gasten adecuadamente, y no deben limitarse a delegar el gasto de los fondos de mantenimiento o
construcción al comité de mantenimiento o al comité de construcción local.

4. Los hermanos escogidos para servir en el comité de mantenimiento deben ser 1) hombres
espirituales y 2) estar disponibles (Hech. 6:3, 4; w92-S 15/10 pág. 23, párr. 5). Han de llevar la
delantera en cuidar del Salón del Reino, asegurarse de que haya suficientes existencias de productos
necesarios y de que las condiciones del Salón y de los terrenos no presenten ningún peligro. Todos
los años inspeccionan completamente el Salón del Reino y avisan a los ancianos en caso de que se
necesiten reparaciones grandes. Los ancianos elaboran juntos un acuerdo escrito, una copia del cual
guardarán en el archivo de cada congregación. Vamos a pedir al superintendente de circuito que en la
próxima visita a las congregaciones, revise el acuerdo escrito y las disposiciones locales para el
comité de mantenimiento.

5. En los casos en que sea posible, es mejor que se abra una cuenta de ahorro aparte, a
nombre de tres hermanos. Se debe convenir desde el comienzo con la entidad bancaria en que para
todos los retiros se requiera la firma de dos miembros del comité. Los gastos extraordinarios solo se
harán cuando lo aprueben todas las congregaciones que utilizan el Salón del Reino. No se emplearán
fondos de las congregaciones para hacer regalos monetarios a determinadas personas. Los cuerpos de
ancianos deben asegurarse de que cada tres meses se haga una intervención de la cuenta,
A LOS CUERPOS DE ANCIANOS DE ESTADOS UNIDOS
15 de abril de 1997
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coincidiendo con la revisión de las cuentas de las congregaciones. También nombran a un nuevo
presidente del comité de mantenimiento cuando es necesario hacer una sustitución.

6. Cuestiones legales. Cuando sea posible, es mejor que los trabajos de mantenimiento del
Salón del Reino y los terrenos de este los realicen voluntarios sin paga de las congregaciones locales
(Sal. 110:3; Mal. 1:10; w89-S 1/7 pág. 30; w87-S 1/12 pág. 19, párrs. 13, 14; compárese con los
párrafos 6 y 7 de la página 4 del Ministerio del Reino de agosto de 1995 y con el primer párrafo de la
página 4 de La Atalaya del 15 de octubre de 1980). Si contratan a otras personas para hacer algún
trabajo, consigan un presupuesto por escrito y firmen acuerdos escritos. No deben darse a conocer
los detalles de las ofertas a otras personas interesadas en conseguir el trabajo. Si alguien cobra por
sus servicios, llega a ser responsable legalmente, tanto si forma parte de la congregación como si no
es Testigo. En estos casos, deben verificar que el contratista tenga asegurados a los obreros que
trabajen con él; este un aspecto muy importante, puesto que pudiera ocurrir un accidente de trabajo;
además, es un requisito del gobierno.
7. Cooperación. Se necesita unidad y estrecha colaboración al cuidar los Salones del Reino.
Es fundamental la buena comunicación. En tanto que al comité de mantenimiento se le asigna para
ayudar a los ancianos, estos deben confiar en la capacidad del comité para cumplir con sus deberes a
conciencia. Debe existir un espíritu de unidad y cooperación para que este sistema funcione bien.
Cuando es así, los beneficios se traducen en un Salón del Reino en buen estado, lo que dará honra y
alabanza a nuestro Padre, Jehová. Les enviamos nuestro afectuoso amor cristiano, mientras todos
juntos seguimos siendo ‘enseñados a hacer la voluntad de Jehová’ (Sal. 143:10).

Sus hermanos,

Los Testigos de Jehová

copias: Comités Regionales de Construcción

Superintendentes viajantes