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Universidad Nacional Andrés Bello

Facultad de Ciencias Sociales


Trabajo Social
Trabajo Social y Adolescencia

Hombres Adolescentes con trastorno


alimenticio:
¿Mito o realidad?

Fecha:
23 de mayo, 2010

Integrantes:

Anna Lillo
Paula Medina
Tamara Ortega
Claudia Gómez
Leopoldo Luengo
“La Adolescencia como concepto pretende acercarse a la realidad, pero obviamente no la alcanza, puesto
que no es la realidad misma, por lo que los “adolescentes” no tienen por qué comportarse como las
teorías los han definido”
Anamely Monroy1

Es importante definir que entenderemos por adolescencia: “En general se considera que la
adolescencia empieza con la pubertad, proceso que conduce a la madurez sexual, o fertilidad-
capacidad para producir. La adolescencia dura aproximadamente de los 11 o 12 años de edad a
2
los 19 o 21, y entraña cambios importantes interrelacionados en todos los ámbitos de la vida”.
Esta definición se puede entrever demasiado conceptual o técnica, sin embargo resulta de gran
ayuda a la hora de determinar qué persona consideraremos como adolescente.

Es en este momento de la vida donde comienzan a surgir cambios importantes que abarcan
diferentes ámbitos: psicológicos, sociales y físicos. Estos últimos representan uno de los cambios
más difíciles de asimilar entre los adolescentes3. Su cuerpo cambia. Ya no es el mismo que hace
un tiempo atrás. La percepción que poseen de éste se modifica. Esto se ve influenciado no sólo
por lo que ellos estiman o sienten respecto a su cuerpo, sino que también por patrones instalados
de “belleza”. La sociedad, cada cultura, determina estas concepciones. Acá se instala una nueva
“presión” a lo que es ser adolescente. Muchos de ellos se ven desbordados por los medios de
comunicación y por lo que transmiten: cuerpos perfectos. Esa aquí donde surgen, en muchos de
los casos, los trastornos alimenticios.
Los trastornos alimenticios son un problema que afecta a gran parte de los adolescentes,
mayoritariamente a mujeres adolescentes. Sin embargo, en el último tiempo los índices de
trastornos alimenticios en los hombres adolescentes han aumentado considerablemente.
1
Anameliy Monroy en Organización Panamericana de la Salud: La Salud del Adolescente y del Joven, Capítulo I:
Pubertad, adolescencia y cultura Juvenil, Pág. 27. Publicación científica No. 552, 1995.

2
Diane E. Papalia, Sally Wendkos Olds, Ruth Duskin Feldman: Psicología del Desarrollo de la Infancia a la
Adolescencia, Pág. 431, novena edición, 2005.

3
Silvia C.: Trastornos Alimentarios: Como prevenir, detectar y qué hacer si se presentan, México 2007, Pág. 3.

2
En Chile existe una escasa difusión de estos trastornos en varones. Es por este motivo es que
consideramos importante tratar el tema, enfocándonos particularmente en los hombres
adolescentes con este tipo de trastornos. No solamente en Chile existe poca información respecto
al tema, sino que se constituye como un vacío que se da en la mayor parte de los países del
mundo.
Otro punto importante a destacar es que los varones adolescentes tienen más dificultades al
momento de pedir ayuda o tratamiento. Muchos de ellos no lo hacen por temor a ser considerados
homosexuales, ya que esta enfermedad es considerada como un trastorno que afecta
principalmente a mujeres. Las causas que provocan dichos trastornos son desconocidas, existen
diversos factores que se relacionan desencadenando un trastorno alimenticio, como por ejemplo:
El autoestima, factores sociales, factores culturales, factores biológicos, factores sicológicos, la
moda, etc. Los cuales promueven determinados estereotipos de hombres que los muchos
adolescentes adoptan. Entre los trastornos nutricionales más recurrentes podemos encontrar:
Anorexia, Bulimia, Síndrome por atracón, Obesidad y Vigorexia, siendo éste último uno de los
más repetidos entre los hombres. ¿Por qué? ¿Qué es la Vigorexia? “…convierte a quienes lo
padecen en esclavos del deporte, las dietas y los anabolizantes…Al mirarse al espejo, esos
hombres fuertes y robustos solo ven cuerpos débiles y enclenques” 4 La vigorexia se constituye
como un reflejo de lo que impone la sociedad: rostros y cuerpo perfecto. Los adolescentes se ven
atrapados en esta realidad y siguen los patrones que los medios de comunicación les dan. Ahora
bien, es también la obesidad un tema importante dentro de estos trastornos. La población en
Chile, y en el mundo, va cada día más en alza al sobre peso. Los estilos de vida contribuyen a eso.
La vida en sí va más rápido. La apertura del mercado genera nuevos escenarios. Surge así el
concepto de “comida rápida”, comida chatarra.

Para evitar estos diferentes tipos de trastornos, es necesario intervenir en los diferentes sistemas
que tienen los individuos, en este caso, los hombres adolescentes. En primer lugar, se debe crear e
instaurar una cultura de auto aceptación dentro de la sociedad, ya que en este nivel macrosocial es
donde con más frecuencia se imponen o crean los diferentes estereotipos de mujer u hombre. No
sirve de mucho crear campañas en contra de trastornos tan severos como lo son la anorexia,
bulimia, vigorexia, etc. si constantemente en medios de comunicación, los que en la actualidad

4
Ruipérez D. y L. Lobo L.: Mi mente es mi Enemigo: testimonios de personas con trastornos psiquiátricos. Pág. 240.
España, 2008.

3
son la primordial fuente de información y de acceso al mundo que tienen las personas,
“bombardean” con estereotipos tan definidos de personas. Un claro ejemplo de esto, son los
“programas juveniles” que tienen diferentes canales de televisión, tales como “Yingo” o “Calle
7”, los que solo siguen fomentando la creación de estereotipos físicos. También es importante
integrar al macrosistema la concepción de que los trastornos alimenticios no es un problema que
solo afecta a las mujeres, que también existen una gran cantidad de hombres que poseen un
trastorno alimenticio de los mencionados anteriormente, y que es necesario que estos jóvenes
hablen sobre el tema con profesionales y que no por eso, van a adquirir “características”
femeninas.

La no aceptación física propia conlleva una serie de consecuencias, por ejemplo, la baja
autoestima, la timidez, la no integración dentro de un grupo, etc. es por esto que en otro nivel del
sistema ecológico en el que está inserto el joven adolescente que es importante intervenir es en el
mesosistema, tales como colegios, clubes deportivos, iglesias, etc., lugares en los que el joven
esta permanente contacto con sus pares, donde realiza su socialización secundaria y la que influirá
directamente en el futuro del individuo.

El último nivel del sistema ecológico que se puede intervenir es en el microsistema, por ejemplo,
la familia. Es importante educar a los padres sobre los trastornos alimenticios que frecuentemente
afectan a los jóvenes, todas las consecuencias que esto conlleva y que esto puede ocurrir sin
importar su género. Para esto, es importante tener la información necesaria sobre los trastornos
alimenticios, investigar cómo afectan a cada tipo de persona, sin importar el género.

Aparte de tener en cuenta que los trastornos alimenticios puede afectar a todos los jóvenes, sin
importar su género, se debe tener presente que las causas que pueden haber provocado el
trastorno pueden cambiar en cada joven, entendiendo que todos los adolescentes tienen diferentes
realidades y contextos. Duarte plantea que: “…se ha venido planteando la necesidad del
reconocimiento de la heterogeneidad en el mundo juvenil, hemos dicho y se ha dicho, no es lo
mismo ser joven rico que joven empobrecido, no es lo mismo ser mujer joven que hombre
joven..” 5 Por lo tanto, al momento de intervenir con jóvenes con trastornos alimenticios, hay que

5
Duarte Quapper, Klaudio: ¿Juventud o Juventudes? Acerca de cómo mirar y remirar a las juventudes de nuestro
continente. Pag. 61. Chile, 2000.

4
tener en cuenta que el contexto en el que se produce el trastorno no es el mismo para todos, por lo
tanto, la intervención debe variar y adaptarse a las necesidades de cada individuo.

A modo de conclusión y crítica, debería haber un cambio a nivel social para derribar estos
trastornos que afectan a la juventud, en donde se vende una imagen fingida de perfección que
condiciona la forma de actuar, metas, pensamientos y a un nivel más profundo, la
representación social colectiva en sí, de lo que es aceptado. Hay que darle la importancia que
se merece a los trastornos alimenticios en varones, ya que no es tema de discusión, esta suerte
de “tabú” impide realmente lograr cambios de forma asertiva, en donde las víctimas de estos
trastornos puedan reestablecer la autoestima y encontrar una recuperación óptima para estas
enfermedades que van matando poco a poco, no sólo a los enfermos sino también a sus
familiares.

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