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Año 2021

TEMA: AGUAS DE CONSUMO.

1- Introducción
2- Composición del agua natural. Clasificación.
3- Legislación. Criterios de Potabilidad según normas nacionales e
internacionales.
4- Índices químicos y biológicos de contaminación.
5- Agua potable. Aguas minerales y mineralizadas. Aguas gasificadas (soda).

1- Introducción

La química del agua

El agua es un compuesto (H2O) que en condiciones normales (20°C y 1 atm) se


encuentra en estado líquido. Su estructura molecular es simple: contiene dos átomos de
hidrógeno (H) y uno de oxígeno (O). Cada átomo de hidrógeno está unido al oxígeno por
medio de un par de electrones de enlace. El oxígeno tiene además, dos pares de electrones
no enlazantes. De esta manera existen cuatro pares de electrones rodeando al átomo de
oxígeno: dos pares formando parte de los enlaces covalentes con los átomos de hidrógeno
y dos pares no compartidos en el lado opuesto.

El agua en el medio ambiente

El agua químicamente pura no existe en la naturaleza, ya que tiene “gran


facilidad” para solubilizar compuestos minerales. Por ello se le denomina “solvente
universal”. En la medida que toma contacto con el suelo y con las distintas formaciones
geológicas adquiere sustancias minerales que pasan a estar “en solución”. Además,
debido a que se encuentra en contacto con la atmósfera, posee gases disueltos, entre ellos
O2 (vital para la vida acuática), N2 y CO2. Como consecuencia de la vida que se desarrolla
en el agua (a lo que se suma el contacto con microorganismos que se encuentran en el
suelo y en el aire) también posee constituyentes biológicos. Entonces, la composición del
agua que encontramos en la naturaleza está estrechamente ligada con el ambiente que la
rodea. Para entender esto es importante recordar el ciclo del agua o ciclo hidrológico y
las cinco partes fundamentales que lo componen. No podemos definir una única
composición para el agua en estado natural, ya que ésta se relaciona con la forma en que
se encuentra en la naturaleza y el entorno con el que está en contacto. Cada arroyo y río
que se origina en la cordillera (como consecuencia del derretimiento de la nieve), los
glaciares, o bien una vertiente que emerge desde el subsuelo, están expuestos a una serie
de interacciones con el medio físico y biológico que dan como resultado aguas con una
determinada calidad.

Fuentes de agua

La mayor parte de la superficie terrestre, 70,8 % está cubierta por agua. Pero el
98% es salina, provenientes en su mayor parte de los océanos y una pequeña parte de
lagos salinos. Esto significa que sólo el 2 % del volumen de agua en el mundo es dulce o
no salina. Sin embargo, no toda esta disponible para el consumo humano. Alrededor del
75 % esta inmovilizada en los casquetes polares y en los glaciares. Un 24 % está localiza
da en el subsuelo como agua subterránea y 1 % en lagos y ríos.
El ciclo del agua

El agua está constantemente reciclándose: ciclo del agua o ciclo hidrológico. El sol
provoca la evaporación de los océanos, ríos, lagos y suelo húmedo, lo cual forma las
nubes y las precipitaciones (agua de lluvia). La precipitación tiene tres destinos
principalmente: 1) Puede permanecer en el suelo como humedad de superficie y
finalmente retornara a la atmósfera por evaporación. 2) Discurre por la superficie hasta
llegar a lagos, ríos y finalmente al mar. 3) Se infiltra en el suelo y percola dentro de la
tierra para convertirse en agua subterránea. Por lo tanto, podemos dividir las fuentes de
agua en:

a) Aguas meteóricas: En forma de nieve o lluvia, serán originalmente, las aguas más
puras de la naturaleza. Sin embargo, se producen disoluciones de gases atmosféricos,
arrastre de partículas de polvo, microorganismos, que hacen que no puedan
considerarse como agua destilada, o químicamente puras.

b) Aguas superficiales: Es un término general que describe cualquier tipo de agua que
se encuentra discurriendo o estancada. Dentro de las mismas se encuentran las aguas
en movimiento (ríos, arroyos); líquidas estancadas (lagos, mares en movimiento:
glaciares); líquidas estancadas, o sólidas estancadas (nieves, hielos)
El agua en la vida cotidiana

El agua es esencial para la vida. Forma parte de la estructura y el metabolismo de


los seres vivos. Ejerce además un importante papel en la mayor parte de las actividades
del hombre: agricultura, ganadería, industria. La primera necesidad del agua es para
mantener la Vida. El tenor de agua del organismo humano (58-67% del peso corporal en
el adulto), contrariamente al de ciertos vegetales y animales inferiores, es notablemente
constante. Una pérdida del 10 % cuando se realiza rápidamente, puede tener
consecuencias graves y la vida es incompatible con una disminución del 20 %.

El requerimiento diario mínimo se estima en 20-25 litros/día.hombre que incluye


además de la bebida, la higiene personal, preparación de alimentos, lavado de vajilla. Esta
seria para Una comunidad rural. Pero para zonas urbanas las necesidades son mayores
desde un mínimo de 100- 120 litros/día.hombre hasta valores cercanos a 1000. Por
ejemplo: Una ducha puede consumir 20 litros y una lavadora automática hasta 110 litros
cada vez que se usan. Los aspersores de los jardines consumen alrededor de 1000 L/h.
Cada vez que se acciona el agua para los inodoros, 9 a 6 litros de agua van para el desagüe.
Como se demuestra, solamente un porcentaje muy pequeño del consumo diario se usa
para cocinar y beber. La buena limpieza en la preparación de los alimentos es tan
importante que no se deben tomar, para esta actividad, medidas de ahorro.
Consumos de agua diarios
Requerimiento diario mínimo 100-120 litros/día

Ducha 20

lavarropas 110

Aspersor de jardín 1000 litros/hora

Inodoro 6a9

El ser humano puede estar entre 4 y 6


semanas sin comer, pero sólo entre
3 y 5 días sin tomar agua.

Ingesta de agua y bebidas


El primer estudio encuestal que determinó la ingesta del universo de agua y bebidas en la población
fue el proyecto HidratAr (CESNI, 2009) (Según ese trabajo, en cuatro grandes conglomerados
urbanos argentinos, la ingesta promedio resultó 2,05 lt, siendo lo escolares y adolescentes los grupos
etareos cuyos consumos (1,4 y 1,7 lt respectivamente) se hallaban más alejados de las
recomendaciones, tanto las del Instituto de Medicina de Estados Unidos (IOM) como de la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Algunos de los hallazgos más importantes del estudio
fueron la escasa proporción de agua (común, potable) en la ingesta total (solo 21%); por otra parte el
hecho de que la mitad de los líquidos ingeridos fueron bebidas e infusiones con azúcar agregado, lo
que convierte un hábito saludable como es la hidratación en vehículo de un nutriente crítico; y lo
tercero, que en las comidas principales, en las que se consume el 70% del total de líquidos, la
proporción de agua común es significativamente más baja que en el resto del día. Consumir pocos
líquidos (escolares y adolescentes) y convertir la mitad de lo que se consume en vehículo de azúcar
(en un reciente estudio aún no publicado sobre alimentación en escolares se encontró que no menos de
250 kcal provienen de bebidas e infusiones azucaradas) conforma un tema que merece un análisis
estratégico acerca de las intervenciones posibles para mejorar un hábito que incide en por lo menos un
16% de la energía total que ingieren los escolares. Por otra parte, la recomendación de una hidratación
saludable o consumo de agua es un tema que habitualmente forma parte de los mensajes primarios de
las Guías Alimentarias, por lo que es necesario identificar y valorar las distintas alternativas que
dispone la población para cumplir con esa recomendación.
2- Composición de aguas naturales.
El agua químicamente pura no existe en la naturaleza, ya que tiene “gran
facilidad” para solubilizar compuestos minerales. Por ello se le denomina “solvente
universal”. En la medida que toma contacto con el suelo y con las distintas
formaciones geológicas adquiere sustancias minerales que pasan a estar “en
solución”. Además, debido a que se encuentra en contacto con la atmósfera, posee
gases disueltos, entre ellos O2 (vital para la vida acuática), N2 y CO2. Como
consecuencia de la vida que se desarrolla en el agua (a lo que se suma el contacto con
microorganismos que se encuentran en el suelo y en el aire) también posee
constituyentes biológicos. Entonces, la composición del agua que encontramos en la
naturaleza está estrechamente ligada con el ambiente que la rodea. Para entender esto
es importante recordar el ciclo del agua.

No podemos definir una única composición para el agua en estado natural, ya que
ésta se relaciona con la forma en que se encuentra en la naturaleza y el entorno con el
que está en contacto. Cada arroyo y río que se origina en la cordillera (como
consecuencia del derretimiento de la nieve), los glaciares, o bien una vertiente que
emerge desde el subsuelo, están expuestos a una serie de interacciones con el medio
físico y biológico que dan como resultado aguas con una determinada calidad.

Tipos de constituyentes presentes en aguas naturales

El agua se somete contínuamente a análisis. Son múltiples las finalidades con que se
efectúa un análisis químico de agua. De acuerdo al uso que se le va a dar a la misma, ya
sea para consumo humano, uso agrícola, uso industrial (variando según la industria),
control de marcha o calidad en una planta de potabilización, etc..
Hay que tener siempre en cuenta que, en una muestra de agua son infinitas las variables
que nos puede ofrecer, en cuanto a su contenido salino. Así, tenemos desde aguas casi
"químicamente puras" como son las que se originan en los deshielos hasta aguas marinas
con un elevadísimo contenido de sales disueltas. Si tenemos en cuenta que el agua es
prácticamente el solvente universal y el mejor solubilizante de compuestos inorgánicos,
evidentemente, de las características de los terrenos por las cuales discurre la corriente de
agua, ya sea superficial o subterránea, dependerá el tipo y grado de salinidad de la misma.
Aparte de los requisitos químicos y bacteriológicos que se exigen para aguas
destinadas al consumo humano, la industria alimentaria necesita de ciertas "calidades" en
la composición química del agua, para que el producto con ella elaborado posea óptimas
condiciones de degustación. Los métodos para análisis de agua se realizan según el
Standard Methods.
De acuerdo a su composición química, podemos clasificar a las aguas naturales en
AMARGAS: Elevada concentración de sulfatos.
SALADAS: Elevada concentración de cloruros.
DULCES: Elevada concentración de materias orgánicas.
DURAS: Elevada concentración de metales alcalinos-térreos, fundamentalmente Ca y
Mg.
METALICAS: Elevada concentración de metales.
CORROSIVAS: Muy baja alcalinidad y pH, contienen CO2 disuelto.
INCRUSTANTES: Inversas a las anteriores. Elevada alcalinidad y pH.
TOXICAS: Tienen elevada concentración de metales o metaloides tóxicos, como
arsénico, flúor, etc.

3- Legislación. Criterios de Potabilidad según normas nacionales e


internacionales.

Las normas de calidad de agua potable y de consumo responden a guías


internacionales (OMS), leyes y documentos emitidos por organizaciones nacionales
como el Anmat (Código Alimentario Argentino) y el Consejo Federal de Entidades de
Servicios Sanitarios; y provinciales (en la provincia de Santa Fe la ley N° 11220 es la que
se encarga de la regulación del agua potable).
Con el fin de proteger la salud pública se han establecido normas de calidad de agua,
tanto a nivel nacional como provincial. La Organización Mundial de la Salud, ha
establecido valores guías, que pueden servir de base para establecer las normas que rigen
en cada país. Los valores guías representan las concentraciones de componentes del agua
que no suponen un riesgo para la salud del consumidor, si este bebe el agua durante toda
su vida. Se pueden tolerar exposiciones breves a concentraciones más elevadas de
componentes químicos, coma podría ocurrir por contaminación artificial. La proporción
en que pueda sobrepasarse un valor guía y el periodo durante el cual pueda prolongarse
esta situación sin que ello repercuta en la salud pública dependerán de la sustancia de que
se trate. De todos modos, cuando se sobrepase un valor guía, se recomienda que se
consulte a las autoridades responsables de la salud pública, para que aconseje la medida
adecuada, teniendo en cuenta la toxicidad de la sustancia, las posibilidades prácticas de
adoptar acciones correctivas y otros factores similares.

4- Índices químicos y biológicos de contaminación.

Las fuentes de agua se deben proteger de la contaminación de desechos de origen


humano o animal, que pueden contener una multiplicidad de bacterias, virus y parásitos
protozoarios patógenos. Si no se consigue proteger y tratar eficazmente el agua, la
comunidad corre el riesgo de sufrir brotes de afecciones intestinales y otras enfermedades
infecciosas. Es tal la gravedad de las posibles consecuencias de la contaminación
microbiana que su control deberá ser siempre de primordial importancia y jamás habrá de
verse comprometido.
Medidas a tomar para lograrlo:
• Protección de las fuentes de captación de agua para su potabilización
• Eficacia del tratamiento
• Protección de la red de distribución
La primera medida es la prioritaria, ya que si la "materia prima", es decir el agua
que se utiliza como fuente, posee una calidad indeseable, el proceso de potabilización no
es suficiente muchas veces para enmendar y eliminar los elementos indeseables a fin de
hacerla apta para el consumo. Cuando se advierta la existencia de una situación
potencialmente peligrosa, deben tomarse en consideración el riesgo para la salud, la
disponibilidad de otras fluentes y la posibilidad de aplicar medidas correctivas apropiadas
antes de decidir si es o no aceptable el abastecimiento utilizado.
Los efectos de la contaminación microbiana son agudos, inmediatos y muy difundidos.
El riesgo que representan para la salud las sustancias químicas toxicas que se
encuentran en el agua de bebida es distinto del que suponen los contaminantes
microbiológicos. Son pocas las sustancias químicas tóxicas que se encuentran en el agua
de bebida.
En general de los casos de contaminación química son crónicos y acumulativos
(como los metales pesados y las sustancias carcinógenas), salvo por la contaminación
accidental masiva del abastecimiento. Además, la experiencia demuestra que, cuando se
producen accidentes de este tipo, por lo común es imposible beber el agua debido a su
sabor, olor y apariencia inaceptable.

Calidad microbiológica
Las enfermedades infecciosas se transmiten principalmente a través de las
excretas de seres humanos y animales, en particular de las heces. Si hay casos activos o
portadores en la comunidad, la contaminación fecal de las fuentes de agua hará que los
organismos causantes estén presentes en ésta. El uso de esa agua para beber o preparar
alimentos, el contacto con ella durante el baño o el lavado de ropa e incluso la inhalación
de vapor de agua pueden producir infección. Ya en el pasado, la diseminación de
enfermedades gastrointestinales, tales como fiebre tifoidea, cólera, disenterías
bacterianas, hepatitis infecciosas, poliomielitis, enfermedades debidas a parásitos
protozoarios, etc., podía alcanzar proporciones catastróficas. El empleo de desinfectantes,
particularmente el cloro, permitió obtener agua de calidad segura para distribución
pública en gran escala.
El proceso usual de potabilización del agua superficial se logra a través de
floculación, decantación, filtración y cloración.
En las aguas de origen subterráneo, debido a que por el proceso natural de
filtración a través del suelo permanecen límpidas, sólo es necesario el tratamiento de
desinfección, para asegurar la ausencia de organismos patógenos.

Valores guías: Debido a la naturaleza y características de los patógenos, no hay


un límite inferior tolerable, por lo que el agua destinada al consumo, a la preparación de
alimentos y bebidas o a la higiene personal, no debe contener ningún agente patógeno
para los seres humanos.

Bacterias indicadoras
El reconocimiento del hecho de que el agua contaminada por materia fecal puede
ocasionar la difusión de infecciones microbianas ha dado lugar al desarrollo de métodos
sensibles de examen sistemático, que permiten demostrar que el agua destinada al
consumo humano esté libre de contaminación fecal. Aunque actualmente es posible
detectar la presencia de numerosos agentes patógenos en el agua, los métodos de
aislamiento y recuento a menudo son complejos y consumen demasiado tiempo. Por ello,
no es factible localizar en el agua de bebida todos y cada uno de las patógenos
microbianos posibles. Un método muy lógico es detectar organismos normalmente
presentes en las heces de los seres humanos y otros animales de sangre caliente, que se
utilizarán como indicadores de la contaminación fecal y de la eficacia del tratamiento y
la desinfección del agua. La detección de esos organismos indica la presencia de materia
fecal y por lo tanto, la posible presencia de patógenos intestinales. Su ausencia, por el
contrario, indica que probablemente el agua tampoco contiene organismos patógenos.
Las condiciones generales que debe cumplir un organismo indicador de
contaminación fecal comprenden:
• No estar presentes en agua puras
• Aumentar su concentración en forma proporcional al grado de contaminación
• Ser inocua para el hombre
• Tener más sobrevida que los patógenos en los procesos de autopurificación de los
cursos de agua y en el tratamiento de potabilización.
• Desaparecer rápidamente cuando mueren los patógenos.
• Ser fáciles de identificar y enumerar.
Los organismos que más se acercan a estas condiciones son las bacterias coliformes
totales y dentro de estas las coliformes termotolerantes o termorresistentes.
En estos grupos de bacterias están incluidas varias especies. Algunas pueden ser no
solamente de origen fecal sino también estar en el ambiente, como el suelo, materias
vegetales en descomposición, efluentes ricos en nutrientes, etc. La bacteria, dentro de
los coliformes, que es de origen únicamente fecal es Escherichia coli.

Calidad Físico-química
Sustancias químicas de importancia para la salud presentes en el agua potable:
Se consignan solamente las más importantes, por su toxicidad y por la frecuencia con
que pueden hallarse en las aguas naturales.

Componentes inorgánicos
Arsénico: Se halla en la naturaleza en algunos minerales, en efluentes industriales. Es
sumamente tóxico para los humanos, teniendo efecto acumulativo, de modo que pequeñas
dosis pueden hacerse fatales con el tiempo. Está demostrado que el arsénico inorgánico
es carcinógeno para los seres humanos. En poblaciones que consumen agua con altas
concentraciones de arsénico, se ha observado una incidencia relativamente elevada de
cáncer de la piel y posiblemente de otros tipos, que aumenta con la dosis y con la edad.
Durante una exposición crónica se acumula en huesos, músculo y piel. Puede acumularse
también en hígado y riñón. En nuestro país el arsénico es un elemento de presencia
constante en las aguas de origen pampeano, constituyendo lo que se denomina
"hidroarsenicismo crónico regional endémico" (HACRE).
Fluoruro: Existe en la naturaleza en diversos minerales. Debido a la actividad industrial
que involucra el uso de tantas sustancias que contienen fluor (ladrillos, cerámicas,
dentífricos, fertilizantes), la contaminación de las aguas por fluoruros puede existir.
Además, en muchas plantas de tratamiento de potabilización de agua se lo agrega por
acción protectora contra las caries, ya que reduce la solubilidad del esmalte dental bajo
condiciones de acidez. Pero concentraciones elevadas de fluoruro pueden provocar
primero decoloración y luego moteado de dientes (fluorosis dental) y además fluorosis
esquelética. Algunos aducen a que debido a su cada vez más usual adición de flúor a las
pastas dentales, no se recomendaría además agregárselo al agua de bebida, debido a que
los individuos especialmente susceptibles (como niños y ancianos) pueden desarrollar
estas patologías.
Nitratos: su presencia en el agua se debe sobre todo a su uso como fertilizante, de modo
que por percolación puede penetrar a los acuíferos. Además puede provenir de la materia
orgánica (fecal) que al degradarse por los microorganismos producen nitratos. Los niveles
más altos de nitratos se encuentran mayormente en las aguas subterráneas.
Si se bebe agua con elevadas concentraciones de nitratos, la acción de determinados
microorganismos en el estómago pueden transformar los nitratos en nitritos, que al ser
absorbido en la sangre transforma la hemoglobina en metahemoglobina, pigmento
incapaz de actuar como portador de oxígeno. Los niños son los más vulnerables a esta
patología (síndrome del bebe azul: causa cianosis, y asfixia a altas concentraciones).
Plomo: el plomo es un componente natural de la corteza terrestre y se lo encuentra en
diversos minerales, principalmente en la galena. Puede introducirse en el agua por
efluentes industriales (fundición, acumuladores, gasolinas, pigmentos).
Las aguas pueden tener una acción corrosiva sobre cañerías de plomo. Este es uno de los
motivos más frecuentes de su presencia en el agua; porque si bien actualmente se están
usando cañerías de conducción plásticas, muchas casas tienen aún cañerías de plomo.
Ajeno al cuerpo, el plomo es un veneno metabólico. Su efecto es acumulativo. Algunos
signos de envenenamiento por plomo son: cansancio, trastornos abdominales, anemia. En
general, los niveles de plomo en sangre atribuibles al agua no son altos. Pero dado que
puede entrar al cuerpo a través de tantas fuentes es esencial establecer límites bajos para
el plomo en agua potable.
Otros tóxicos inorgánicos: Mercurio, cromo, cianuros.

Componentes orgánicos
Se han hallado cientos de contaminantes químicos en el agua potable, la gran
mayoría de los cuales son sustancias orgánicas, varias de ellas reconocidas como
carcinogénicas y algunas mutagénicas. La mayor parte de estos compuestos representan
un desafío para su análisis.
Podemos dividirlas de manera general en:
1) Proveniente de contaminación de las fuentes: alcanos clorados, hidrocarburos, fenoles,
detergentes, plaguicidas, bencenos clorados.
2) Introducidos durante el tratamiento de potabilización: trihalometanos, tetracloruro de
carbono, acrilamida.
Muchos de esos compuestos son cancerígenos, pero en varios casos, le confieren
al agua características organolépticas indeseables (sabor, olor) antes que alcancen
concentraciones que puedan ser peligrosas para la salud.
Los más comunes:
Hidrocarburos: provenientes del petróleo, confieren al agua mal gusto y olor. Los
hidrocarburos aromáticos son tóxicos: benceno, tolueno, xilenos, estireno.
Plaguicidas:
• Organoclorados: Dieldrin, Endrin, DDT, Lindano, Hexaclorobenceno. Tienen alta
persistencia en el medio ambiente. En muchos, si bien no está demostrada
suficientemente su carcinogenicidad en los humanos, sí se ha comprobado en los
animales de experimentación aparición de tumores hepáticos en ratas y ratones
expuestos a ellos.
• Organofosforados: Malatión, Paratión. Tienen acción sobre algunas enzimas
(colinesterasa) inhibiendo la transmisión nerviosa (neurotóxicos). Tienen menos
persistencia en el ambiente que los organoclorados.

Trihalometanos: Se producen debido a la desinfecci6n con cloro de aguas que contienen


sustancias orgánicas. Se ha comprobado su acción carcinogénica en animales de
experimentación.

Sustancias y parámetros que pueden provocar quejas en los consumidores: Alteran


la apariencia y las características organolépticas (sabor, color, olor) del agua de consumo.
Es común que en el agua potable existan sustancias que afectan su calidad de apariencia
y organoléptica. Si bien es raro que alcancen concentraciones tóxicas, no se deben
subestimar la importancia de estas características, ya que el agua de aspecto o sabor
desagradable puede incitar al consumidor a recurrir a otra fuente menos segura. Se debe
recordar que el usuario posee únicamente los órganos de sus sentidos para evaluar la
calidad del agua que bebe. Por otra parte, sabor, olor y color pueden ser los primeros
indicios de un riesgo potencial para la salud o de alguna manera indican que el tratamiento
al que se está sometiendo el agua presenta alguna dificultad.
Color: El color de las aguas naturales se debe principalmente a la presencia de materias
orgánicas coloreadas (sobre todo ácidos húmicos y fúlvicos) relacionadas con el humus
del suelo. El hierro y el manganeso pueden dan lugar a aguas de color amarillentas rojizas
y de color negro, respectivamente. El color puede ser consecuencia de la contaminación
de la fuente del agua por efluentes industriales y constituir el primer indicio de una
situación peligrosa.
Olor: Las aguas negras domesticas son prácticamente inodoras pero cuando empiezan a
descomponerse huelen fuertemente por el acido sulfhídrico, indol, escatol, putrescina.
Algunos olores y sabores se desarrollan o intensifican por el empleo del cloro, al formarse
por ejemplo clorofenoles. En cambio, el cloro elimina el olor a sulfuros, terpenos.
Olores muy desagradables pueden ser causados por esencias liberadas en pequeñísimas
cantidades por organismos vivos (algas, bongos, bacterias).
Sabor: Desde el punto de vista fisiológico, los sentidos del gusto y del olfato están
íntimamente relacionados. El sentido del olfato responderá generalmente a
concentraciones más bajas de una sustancia que el sentido del gusto. Un sabor o un olor
extraño puede ser indicio de la presencia de sustancias potencialmente peligrosas, como
ya se señaló.
Turbiedad: La causa de la turbiedad del agua de bebida es la presencia de partículas que
pueden deberse a que el tratamiento ha sido insuficiente. Elevados niveles de turbiedad
pueden proteger a los microorganismos de los efectos de la desinfección y estimular la
proliferación de bacterias. Por lo tanto, cuando el agua ha de desinfectarse, la turbiedad
debe ser baja para que la desinfección resulte eficaz.
Las actuales normas de calidad de agua potable, son cada vez más exigentes en cuanto a
los valores bajos de turbiedad.
pH: Aunque el pH no tiene por lo general un efecto directo sobre los consumidores, es
uno de los principales parámetros operativos de la calidad de agua al que se debe prestar
gran atención en todas las fases del tratamiento, a fin de que el agua se clarifique y
desinfecte satisfactoriamente. Además, se debe controlar el pH que llega al sistema de
distribución, a fin de disminuir al mínimo la corrosión de las tuberías maestras y
domésticas.
Sólidos disueltos totales: Los sólidos disueltos pueden tener importantes efectos en el
sabor del agua potable. La presencia de altos valores puede provocar quejas a los
consumidores, ya que causa excesivas incrustaciones en tuberías, calentadores, calderas
y aparatos domésticos.
Cloruros: Se hallan muy distribuidos en la naturaleza. Pueden deberse a infiltración de
aguas marinas en áreas costeras, descarga de aguas industriales (salazón de carnes,
industrias químicas); contaminación con desechos cloacales.
Prácticamente su efecto nocivo sobre la salud es nulo, y la fijación de límites en las
normas de agua es debido al sabor que le confiere a las mismas.
Sulfatos: Le confieren un gusto amargo al agua si están en exceso.
Hierro: Las aguas subterráneas pueden tener hierro en concentraciones altas de modo
que cuando se bombea el pozo, el agua esta coloreada o turbia. La presencia de hierro en
los abastecimientos de agua es objetable debido a razones que no guardan relación con la
salud. Un agua con altos contenidos de hierro mancha la ropa lavada y los artefactos
sanitarios.
Sodio: Puede tener efectos nocivos sobre individuos con hipertensión. Pero por lo
general, el aporte de sodio por el agua es muy pequeño en relación al de la dieta
alimenticia. Debido a ello y por el gasto que significa su reducción por el tratamiento de
potabilización, es que el valor de las normas de calidad se basa en problemas de sabor y
no en consideraciones de salud.
Amoníaco: La presencia de amoniaco en el agua es un indicador de una posible
contaminación por bacterias, aguas residuales o desechos de origen animal. Puede
conferirle al agua sabor y olor desagradables.

5- Clasificación de aguas: Agua potable, Aguas minerales y


mineralizadas, Aguas gasificadas (soda).
AGUA POTABLE: Un agua es potable cuando no contiene organismos patógenos,
sustancias toxicas y es aceptada por el consumidor por sus características organolépticas.
Podemos agregar además que es conveniente que no provoque deterioro en el sistema de
distribución para no introducir a la misma elementos indeseables: plomo, hierro, etc.

AGUA MINERAL: se entiende por agua mineral, al agua apta para la bebida, de
propiedades y características procedentes de acuíferos, surgentes, semisurgentes, que
emerge o se hace emerger, captada y envasada en el lugar de origen en envases
bromatológicamente aptos de una capacidad máxima de 2 litros.
El agua mineral natural, debe diferenciarse del agua potable por el contenido de
determinadas sales minerales y sus propiedades relativas, así como la presencia de
oligoelementos y otros constituyentes.
Su contenido de sales totales y su composición química se diferenciarán en no menos de
un 20 % de las aguas potables normales de la zona.

Definiciones del CAA

CAPÍTULO XII
BEBIDAS HÍDRICAS, AGUA Y AGUA GASIFICADA

Artículo 982 - (Resolución Conjunta SPRyRS y SAGPyA N° 68/2007 y N° 196/2007)


“Con las denominaciones de Agua potable de suministro público y Agua potable de uso
domiciliario, se entiende la que es apta para la alimentación y uso doméstico: no deberá
contener substancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o
radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud. Deberá presentar sabor
agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente. El agua potable
de uso domiciliario es el agua proveniente de un suministro público, de un pozo o de otra
fuente, ubicada en los reservorios o depósitos domiciliarios. Ambas deberán cumplir con
las características físicas, químicas y microbiológicas reglamentadas.

Artículo 983 - (Resolución Conjunta SPRyRS y SAGPyA N° 68/2007 y N° 196/2007)


“Se entiende por agua de bebida envasada o agua potabilizada envasada a un agua de
origen subterráneo o proveniente de un abastecimiento público, al agua que se
comercialice envasada en botellas, contenedores u otros envases adecuados, provistos de
la rotulación reglamentaria y que cumpla con las exigencias del presente artículo. La
utilización de un agua proveniente de un suministro público queda condicionada a la
aprobación de la autoridad competente, la que se deberá ajustar a las pautas sanitarias
existentes. Podrán ser adicionadas de gas carbónico en cuyo caso la presión del gas no
podrá ser menor de 1,5 atmósferas medidas a 21 °C. Tratamientos permitidos: A fin de
conservar o mejorar sus características físicas, químicas,
microbiológicas o sensoriales se permiten los siguientes tipos de tratamientos:
1. La decantación y/o filtración al solo efecto de eliminar substancias naturales
indeseables
tales como arena, limo, arcilla u otras.
2. La separación de elementos inestables tales como compuestos de hierro y/o azufre,
mediante la decantación y/o filtración eventualmente precedida de aereación y/u
oxigenación.
3. La eliminación de arsénico, vanadio, flúor, manganeso, nitratos u otros elementos o
compuestos que se encuentren presentes en concentraciones que excedan los límites
permitidos.
4. La cloración, aereación, ozonización, radiación ultravioleta, ósmosis inversa, absorción
por carbón, pasaje por resinas de intercambio y filtros de retención microbiana así como
otra operación que autorice la autoridad sanitaria competente.

Las aguas de bebida envasadas deben suministrarse en recipientes destinados


directamente al consumidor, y elaborados sólo con los materiales aprobados por el
presente Código.

Denominaciones: “Agua de bebida embotellada (o envasada)”, “Agua potable


embotellada (o envasada)”, “Agua tratada embotellada (o envasada)”, “Agua potable
embotellada (o envasada)”, “Agua tratada embotellada (o envasada)”, “Agua de Mesa
embotellada (o envasada)”, “Soda en botellas”.
La indicación “Gasificada” cuando se le haya incorporado gas carbónico. Se exceptúa de
esta indicación a los productos rotulados “Soda” o “Soda en botellas”. Los nombres de
fantasía o marcas no serán de fuentes o localidades donde se obtenga o hubiera obtenido
agua mineral natural. No están autorizados en los rótulos o cualquier forma de publicidad
imágenes de fuentes, cascadas u otra forma de representación que puedan sugerir agua
mineral.
Artículo 1017 - (Res MSyAS 494, 7.07.94)
"La soda en sifones deberá estar elaborada con agua potable que responda a las
características físicas, químicas y microbiológicas y a los límites establecidos para
contaminantes orgánicos consignados en el Artículo 983.
Los establecimientos elaboradores de soda en sifones que no cuenten con suministro de
agua potable o que la provisión les resulte insuficiente podrán recurrir a otras fuentes que
autorice la autoridad sanitaria competente.”

AGUAS MINERALES
Artículo 985 - (Res MSyAS N° 209 del 7.03.94):
1) "Definición: Se entiende por Agua mineral natural un agua apta para la bebida, de
origen subterráneo, procedente de un yacimiento o estrato acuífero no sujeto a influencia
de aguas superficiales y proveniente de una fuente explotada mediante una o varias
captaciones en los puntos de surgencias naturales o producidas por perforación.
2) Características: El agua mineral natural debe diferenciarse claramente del agua
potabilizada o agua común para beber en razón de:
a) su naturaleza caracterizada por su tenor en minerales y sus respectivas proporciones
relativas, oligo-elementos y/u otros constituyentes;
b) su pureza microbiológica original;
c) la constancia de su composición y temperatura en la captación las que deberán
permanecer estables en el marco de las fluctuaciones naturales, en particular ante
eventuales variaciones de caudal, aceptándose una variación de sus componentes
mayoritarios de hasta el 20% respecto de los valores registrados en su aprobación, en
tanto no superen los valores máximos admitidos.

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