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1- Introducción
2- Composición del agua natural. Clasificación.
3- Legislación. Criterios de Potabilidad según normas nacionales e
internacionales.
4- Índices químicos y biológicos de contaminación.
5- Agua potable. Aguas minerales y mineralizadas. Aguas gasificadas (soda).
1- Introducción
Fuentes de agua
La mayor parte de la superficie terrestre, 70,8 % está cubierta por agua. Pero el
98% es salina, provenientes en su mayor parte de los océanos y una pequeña parte de
lagos salinos. Esto significa que sólo el 2 % del volumen de agua en el mundo es dulce o
no salina. Sin embargo, no toda esta disponible para el consumo humano. Alrededor del
75 % esta inmovilizada en los casquetes polares y en los glaciares. Un 24 % está localiza
da en el subsuelo como agua subterránea y 1 % en lagos y ríos.
El ciclo del agua
El agua está constantemente reciclándose: ciclo del agua o ciclo hidrológico. El sol
provoca la evaporación de los océanos, ríos, lagos y suelo húmedo, lo cual forma las
nubes y las precipitaciones (agua de lluvia). La precipitación tiene tres destinos
principalmente: 1) Puede permanecer en el suelo como humedad de superficie y
finalmente retornara a la atmósfera por evaporación. 2) Discurre por la superficie hasta
llegar a lagos, ríos y finalmente al mar. 3) Se infiltra en el suelo y percola dentro de la
tierra para convertirse en agua subterránea. Por lo tanto, podemos dividir las fuentes de
agua en:
a) Aguas meteóricas: En forma de nieve o lluvia, serán originalmente, las aguas más
puras de la naturaleza. Sin embargo, se producen disoluciones de gases atmosféricos,
arrastre de partículas de polvo, microorganismos, que hacen que no puedan
considerarse como agua destilada, o químicamente puras.
b) Aguas superficiales: Es un término general que describe cualquier tipo de agua que
se encuentra discurriendo o estancada. Dentro de las mismas se encuentran las aguas
en movimiento (ríos, arroyos); líquidas estancadas (lagos, mares en movimiento:
glaciares); líquidas estancadas, o sólidas estancadas (nieves, hielos)
El agua en la vida cotidiana
Ducha 20
lavarropas 110
Inodoro 6a9
No podemos definir una única composición para el agua en estado natural, ya que
ésta se relaciona con la forma en que se encuentra en la naturaleza y el entorno con el
que está en contacto. Cada arroyo y río que se origina en la cordillera (como
consecuencia del derretimiento de la nieve), los glaciares, o bien una vertiente que
emerge desde el subsuelo, están expuestos a una serie de interacciones con el medio
físico y biológico que dan como resultado aguas con una determinada calidad.
El agua se somete contínuamente a análisis. Son múltiples las finalidades con que se
efectúa un análisis químico de agua. De acuerdo al uso que se le va a dar a la misma, ya
sea para consumo humano, uso agrícola, uso industrial (variando según la industria),
control de marcha o calidad en una planta de potabilización, etc..
Hay que tener siempre en cuenta que, en una muestra de agua son infinitas las variables
que nos puede ofrecer, en cuanto a su contenido salino. Así, tenemos desde aguas casi
"químicamente puras" como son las que se originan en los deshielos hasta aguas marinas
con un elevadísimo contenido de sales disueltas. Si tenemos en cuenta que el agua es
prácticamente el solvente universal y el mejor solubilizante de compuestos inorgánicos,
evidentemente, de las características de los terrenos por las cuales discurre la corriente de
agua, ya sea superficial o subterránea, dependerá el tipo y grado de salinidad de la misma.
Aparte de los requisitos químicos y bacteriológicos que se exigen para aguas
destinadas al consumo humano, la industria alimentaria necesita de ciertas "calidades" en
la composición química del agua, para que el producto con ella elaborado posea óptimas
condiciones de degustación. Los métodos para análisis de agua se realizan según el
Standard Methods.
De acuerdo a su composición química, podemos clasificar a las aguas naturales en
AMARGAS: Elevada concentración de sulfatos.
SALADAS: Elevada concentración de cloruros.
DULCES: Elevada concentración de materias orgánicas.
DURAS: Elevada concentración de metales alcalinos-térreos, fundamentalmente Ca y
Mg.
METALICAS: Elevada concentración de metales.
CORROSIVAS: Muy baja alcalinidad y pH, contienen CO2 disuelto.
INCRUSTANTES: Inversas a las anteriores. Elevada alcalinidad y pH.
TOXICAS: Tienen elevada concentración de metales o metaloides tóxicos, como
arsénico, flúor, etc.
Calidad microbiológica
Las enfermedades infecciosas se transmiten principalmente a través de las
excretas de seres humanos y animales, en particular de las heces. Si hay casos activos o
portadores en la comunidad, la contaminación fecal de las fuentes de agua hará que los
organismos causantes estén presentes en ésta. El uso de esa agua para beber o preparar
alimentos, el contacto con ella durante el baño o el lavado de ropa e incluso la inhalación
de vapor de agua pueden producir infección. Ya en el pasado, la diseminación de
enfermedades gastrointestinales, tales como fiebre tifoidea, cólera, disenterías
bacterianas, hepatitis infecciosas, poliomielitis, enfermedades debidas a parásitos
protozoarios, etc., podía alcanzar proporciones catastróficas. El empleo de desinfectantes,
particularmente el cloro, permitió obtener agua de calidad segura para distribución
pública en gran escala.
El proceso usual de potabilización del agua superficial se logra a través de
floculación, decantación, filtración y cloración.
En las aguas de origen subterráneo, debido a que por el proceso natural de
filtración a través del suelo permanecen límpidas, sólo es necesario el tratamiento de
desinfección, para asegurar la ausencia de organismos patógenos.
Bacterias indicadoras
El reconocimiento del hecho de que el agua contaminada por materia fecal puede
ocasionar la difusión de infecciones microbianas ha dado lugar al desarrollo de métodos
sensibles de examen sistemático, que permiten demostrar que el agua destinada al
consumo humano esté libre de contaminación fecal. Aunque actualmente es posible
detectar la presencia de numerosos agentes patógenos en el agua, los métodos de
aislamiento y recuento a menudo son complejos y consumen demasiado tiempo. Por ello,
no es factible localizar en el agua de bebida todos y cada uno de las patógenos
microbianos posibles. Un método muy lógico es detectar organismos normalmente
presentes en las heces de los seres humanos y otros animales de sangre caliente, que se
utilizarán como indicadores de la contaminación fecal y de la eficacia del tratamiento y
la desinfección del agua. La detección de esos organismos indica la presencia de materia
fecal y por lo tanto, la posible presencia de patógenos intestinales. Su ausencia, por el
contrario, indica que probablemente el agua tampoco contiene organismos patógenos.
Las condiciones generales que debe cumplir un organismo indicador de
contaminación fecal comprenden:
• No estar presentes en agua puras
• Aumentar su concentración en forma proporcional al grado de contaminación
• Ser inocua para el hombre
• Tener más sobrevida que los patógenos en los procesos de autopurificación de los
cursos de agua y en el tratamiento de potabilización.
• Desaparecer rápidamente cuando mueren los patógenos.
• Ser fáciles de identificar y enumerar.
Los organismos que más se acercan a estas condiciones son las bacterias coliformes
totales y dentro de estas las coliformes termotolerantes o termorresistentes.
En estos grupos de bacterias están incluidas varias especies. Algunas pueden ser no
solamente de origen fecal sino también estar en el ambiente, como el suelo, materias
vegetales en descomposición, efluentes ricos en nutrientes, etc. La bacteria, dentro de
los coliformes, que es de origen únicamente fecal es Escherichia coli.
Calidad Físico-química
Sustancias químicas de importancia para la salud presentes en el agua potable:
Se consignan solamente las más importantes, por su toxicidad y por la frecuencia con
que pueden hallarse en las aguas naturales.
Componentes inorgánicos
Arsénico: Se halla en la naturaleza en algunos minerales, en efluentes industriales. Es
sumamente tóxico para los humanos, teniendo efecto acumulativo, de modo que pequeñas
dosis pueden hacerse fatales con el tiempo. Está demostrado que el arsénico inorgánico
es carcinógeno para los seres humanos. En poblaciones que consumen agua con altas
concentraciones de arsénico, se ha observado una incidencia relativamente elevada de
cáncer de la piel y posiblemente de otros tipos, que aumenta con la dosis y con la edad.
Durante una exposición crónica se acumula en huesos, músculo y piel. Puede acumularse
también en hígado y riñón. En nuestro país el arsénico es un elemento de presencia
constante en las aguas de origen pampeano, constituyendo lo que se denomina
"hidroarsenicismo crónico regional endémico" (HACRE).
Fluoruro: Existe en la naturaleza en diversos minerales. Debido a la actividad industrial
que involucra el uso de tantas sustancias que contienen fluor (ladrillos, cerámicas,
dentífricos, fertilizantes), la contaminación de las aguas por fluoruros puede existir.
Además, en muchas plantas de tratamiento de potabilización de agua se lo agrega por
acción protectora contra las caries, ya que reduce la solubilidad del esmalte dental bajo
condiciones de acidez. Pero concentraciones elevadas de fluoruro pueden provocar
primero decoloración y luego moteado de dientes (fluorosis dental) y además fluorosis
esquelética. Algunos aducen a que debido a su cada vez más usual adición de flúor a las
pastas dentales, no se recomendaría además agregárselo al agua de bebida, debido a que
los individuos especialmente susceptibles (como niños y ancianos) pueden desarrollar
estas patologías.
Nitratos: su presencia en el agua se debe sobre todo a su uso como fertilizante, de modo
que por percolación puede penetrar a los acuíferos. Además puede provenir de la materia
orgánica (fecal) que al degradarse por los microorganismos producen nitratos. Los niveles
más altos de nitratos se encuentran mayormente en las aguas subterráneas.
Si se bebe agua con elevadas concentraciones de nitratos, la acción de determinados
microorganismos en el estómago pueden transformar los nitratos en nitritos, que al ser
absorbido en la sangre transforma la hemoglobina en metahemoglobina, pigmento
incapaz de actuar como portador de oxígeno. Los niños son los más vulnerables a esta
patología (síndrome del bebe azul: causa cianosis, y asfixia a altas concentraciones).
Plomo: el plomo es un componente natural de la corteza terrestre y se lo encuentra en
diversos minerales, principalmente en la galena. Puede introducirse en el agua por
efluentes industriales (fundición, acumuladores, gasolinas, pigmentos).
Las aguas pueden tener una acción corrosiva sobre cañerías de plomo. Este es uno de los
motivos más frecuentes de su presencia en el agua; porque si bien actualmente se están
usando cañerías de conducción plásticas, muchas casas tienen aún cañerías de plomo.
Ajeno al cuerpo, el plomo es un veneno metabólico. Su efecto es acumulativo. Algunos
signos de envenenamiento por plomo son: cansancio, trastornos abdominales, anemia. En
general, los niveles de plomo en sangre atribuibles al agua no son altos. Pero dado que
puede entrar al cuerpo a través de tantas fuentes es esencial establecer límites bajos para
el plomo en agua potable.
Otros tóxicos inorgánicos: Mercurio, cromo, cianuros.
Componentes orgánicos
Se han hallado cientos de contaminantes químicos en el agua potable, la gran
mayoría de los cuales son sustancias orgánicas, varias de ellas reconocidas como
carcinogénicas y algunas mutagénicas. La mayor parte de estos compuestos representan
un desafío para su análisis.
Podemos dividirlas de manera general en:
1) Proveniente de contaminación de las fuentes: alcanos clorados, hidrocarburos, fenoles,
detergentes, plaguicidas, bencenos clorados.
2) Introducidos durante el tratamiento de potabilización: trihalometanos, tetracloruro de
carbono, acrilamida.
Muchos de esos compuestos son cancerígenos, pero en varios casos, le confieren
al agua características organolépticas indeseables (sabor, olor) antes que alcancen
concentraciones que puedan ser peligrosas para la salud.
Los más comunes:
Hidrocarburos: provenientes del petróleo, confieren al agua mal gusto y olor. Los
hidrocarburos aromáticos son tóxicos: benceno, tolueno, xilenos, estireno.
Plaguicidas:
• Organoclorados: Dieldrin, Endrin, DDT, Lindano, Hexaclorobenceno. Tienen alta
persistencia en el medio ambiente. En muchos, si bien no está demostrada
suficientemente su carcinogenicidad en los humanos, sí se ha comprobado en los
animales de experimentación aparición de tumores hepáticos en ratas y ratones
expuestos a ellos.
• Organofosforados: Malatión, Paratión. Tienen acción sobre algunas enzimas
(colinesterasa) inhibiendo la transmisión nerviosa (neurotóxicos). Tienen menos
persistencia en el ambiente que los organoclorados.
AGUA MINERAL: se entiende por agua mineral, al agua apta para la bebida, de
propiedades y características procedentes de acuíferos, surgentes, semisurgentes, que
emerge o se hace emerger, captada y envasada en el lugar de origen en envases
bromatológicamente aptos de una capacidad máxima de 2 litros.
El agua mineral natural, debe diferenciarse del agua potable por el contenido de
determinadas sales minerales y sus propiedades relativas, así como la presencia de
oligoelementos y otros constituyentes.
Su contenido de sales totales y su composición química se diferenciarán en no menos de
un 20 % de las aguas potables normales de la zona.
CAPÍTULO XII
BEBIDAS HÍDRICAS, AGUA Y AGUA GASIFICADA
AGUAS MINERALES
Artículo 985 - (Res MSyAS N° 209 del 7.03.94):
1) "Definición: Se entiende por Agua mineral natural un agua apta para la bebida, de
origen subterráneo, procedente de un yacimiento o estrato acuífero no sujeto a influencia
de aguas superficiales y proveniente de una fuente explotada mediante una o varias
captaciones en los puntos de surgencias naturales o producidas por perforación.
2) Características: El agua mineral natural debe diferenciarse claramente del agua
potabilizada o agua común para beber en razón de:
a) su naturaleza caracterizada por su tenor en minerales y sus respectivas proporciones
relativas, oligo-elementos y/u otros constituyentes;
b) su pureza microbiológica original;
c) la constancia de su composición y temperatura en la captación las que deberán
permanecer estables en el marco de las fluctuaciones naturales, en particular ante
eventuales variaciones de caudal, aceptándose una variación de sus componentes
mayoritarios de hasta el 20% respecto de los valores registrados en su aprobación, en
tanto no superen los valores máximos admitidos.