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abreviación tokkōtai (特攻隊 ).5 ?
Origen[editar]
Artículo principal: Invasiones de los mongoles a Japón
El origen del mito kamikaze se origina en el siglo XIII, cuando una flota procedente
de Mongolia, bajo el mando de Kublai Khan, se presentó en dos ocasiones (la primera
en 1274 y la segunda en 1281)6 en costas japonesas con la finalidad de invadir el país. Se
cree que la primera fue tan solo un operación de reconocimiento, ya que los mongoles se
retiraron incluso habiendo demostrado su superioridad, pero con el segundo ataque sin duda
no sucedió lo mismo; el Imperio mongol llevó a cabo una maniobra militar a escala gigantesca
en comparación con la anterior. Afortunadamente para los habitantes, quienes no estaban
preparados para combatir contra un ejército mucho mejor preparado y enfrentar
una invasión de grandes proporciones, un tifón arrasó la flota invasora durante el intento de
invasión de 1281.7 Dicho tifón fue llamado Viento Divino (神風 ) y considerado como una señal
?
Contexto[editar]
Contexto histórico[editar]
Artículo principal: Frente del Sudeste de Asia en la Segunda Guerra Mundial
1. Era sumamente costoso adiestrar a un piloto para que él y su avión tan sólo
hicieran un solo viaje.
2. Los aviones por sí solos no tendrían una fuerza de impacto tal para destruir o
dañar severamente un portaaviones, a menos que se estrellara contra la pista
de aterrizaje cuando ésta tuviera muchos aviones enemigos.
3. Era sumamente difícil analizar los resultados ya que el protagonista resultaría
muerto de la acción.
Unidades especiales suicidas finalmente se implementaron en tierra (como en el caso de la
«carga Banzai») y en el mar (como las lanchas Shin'yō). Finalmente a mediados de 1944,
el primer ministro Hideki Tōjō dio instrucciones para que los Cuerpos de Ataque Aéreo
organizaran una unidad especial,18 lo que daría nacimiento a lo que se conoce comúnmente
como kamikazes.
El desarrollo de la protección antiaérea en los barcos estadounidenses había alcanzado un
nivel tal que resultaba ilusorio pensar que el avión japonés podría sobrevivir al ataque incluso
si esa fuera su intención. En ese momento de la guerra, con toda la experiencia acumulada en
ataques de avión contra barco, la táctica de los kamikazes era una forma realista y racional de
asumir la limitación de que el piloto acabaría muerto igualmente. Así pues, los kamikazes
fueron producto de la intersección entre una tradición cultural de sacrificio suicida con la
realidad táctica evidente de que planear la retirada tras el ataque era ocioso.
Contexto cultural[editar]
Durante los años 1944 y 1945, los japoneses estaban profundamente influenciados por
el sintoísmo estatal, el cual enfatizó profundamente reverenciar al emperador desde que fue
establecido como religión oficial durante la restauración Meiji. Conforme fueron avanzando los
años, se promovieron fuertemente los sentimientos nacionalistas. En 1890 se aprobó
la reestructuración Imperial de la Educación, con la que los estudiantes debían hacer un
juramento de ofrecerse «con coraje» al Estado así como de «proteger a la familia Imperial». El
último ofrecimiento era dar la propia vida. El morir por el país o por el emperador era
considerado como todo un honor. Los autores Axel & Kase apuntan:
El hecho es que innumerables soldados, marineros y pilotos estaban determinados a morir, a
convertirse en Eirei, que significa Espíritus Guardianes del país [...] Muchos japoneses sentían que ser
consagrados al santuario Yasukuni era un honor especial dado que el emperador lo visitaba dos veces
por año para pagar tributo.19 El Yasukuni era el único templo que deificaba hombres comunes,19 el cual
el emperador visitaba.20
Los jóvenes japoneses eran adoctrinados desde una temprana edad con estos ideales.
Además del argumento del santuario Yasukuni, se comenzaron a construir una gran cantidad
de monumentos conmemorativos de guerra desde 1905 después de la guerra Ruso-
Japonesa. Es de hacer notar su construcción cerca de las escuelas y no cerca de templos.19
Después del comienzo de las tácticas suicidas, periódicos y libros distribuyeron avisos,
artículos e historias sobre estos pilotos con la finalidad de ayudar en el reclutamiento. En
octubre de 1944, el Nippon Times citó al comandante Sekio Nishina:
El espíritu de la Unidad de Ataque Especial es el gran espíritu que corre por la sangre de todo japonés
[...] La acción de estrellarse que simultáneamente mata al enemigo y al piloto mismo sin error es
llamado Ataque Especial [...] Cada japonés es capaz de convertirse en un miembro de la Unidad de
Ataque Especial.21
La «bandera del Sol Naciente» era la insignia naval de Japón, la cual portaron muchos pilotos en su
último viaje.
Los publicistas también fomentaron la idea de que los pilotos suicidas eran consagrados al
santuario Yasukuni y distribuyeron historias exageradas de su valentía, incluso distribuyendo
cuentos para niños con pilotos suicidas como tema central.22
Antes de la salida de cada piloto a su misión final se llevaban a cabo ceremonias en las que
se les entregaba la bandera de Japón o la bandera del Sol Naciente (insignia de la flota naval
japonesa) con inscripciones inspiracionales o espirituales, una pistola o una katana y
generalmente se les ofrecía una copa de sake o té antes de despegar. Los pilotos usaban
además una banda con el sol naciente y una senninbari o «cinta de mil puntadas» tejida por
mil mujeres quienes hacían una puntada cada una.23 Los pilotos solían componer y recitar
un jisei no ku (辞世の句 poema compuesto cercano a la muerte), tradición que efectuaban
?
Historia[editar]
Nacimiento de la Unidad Especial[editar]
Fotografía de la ceremonia del primer ataque tokkōtai donde aparecen Yukio Seki recibiendo una taza
de agua y el vicealmirante Takijirō Ōnishi (en primer plano, de espaldas).
Portaaviones 5 13 2 23
Acorazados 1 3 0 5
Cruceros 5 8 0 9
Destructores 3 1 3 23
Destructores Escolta 0 0 0 5
Transportes 23 34 5 12
Otros 0 0 6 10
Total 37 59 16 87
Conjuntamente con las operaciones Kikusui, se desarrollaron sin mucho éxito otro tipo de
artefactos suicidas y explosivos como el caso de los aviones cohete Yokosuka MXY-
7 (llamados por los japoneses Ohka (桜花 flor de cerezo) a las cuales los aliados llamaron
?
Portaaviones 8 11 0 7
Acorazados 12 18 0 10
Cruceros 29 27 0 5
Destructores 18 9 11 61
Dragaminas 3 2 1 22
Otros 27 22 4 80
Total 97 89 16 185
Por lo menos 1450 pilotos suicidas salieron de las bases japonesas, causando la baja de por
lo menos 5000 elementos de las tropas de los aliados, lo que representa las bajas más
numerosas en las fuerzas estadounidenses en una sola batalla.50
Último ataque[editar]
Consecuencias[editar]
Suicidio del creador de la Unidad Especial de Ataque[editar]
El mismo 15 de agosto, fecha en que el Emperador transmitió un mensaje para hacer oficial la
rendición incondicional de Japón, el vicealmirante Ōnishi sostuvo algunas reuniones oficiales
en su cuartel. Entrada la noche decidió cometer el suicidio ritual del seppuku y fue hallado
tendido en el suelo por el personal de la base en la madrugada. Si bien Ōnishi hizo un corte
limpio en la zona abdominal, falló en cortarse la garganta y se rehusó tanto a recibir auxilio
médico como a recibir el «golpe de gracia». Después de más de 16 horas de agonía, murió a
las 6 de la tarde del 16 de agosto de 1945.53 La nota final que escribió decía:53
Deseo expresar mi profundo aprecio a las almas de los valientes atacantes especiales. Ellos lucharon y
murieron valerosamente, con fe en nuestra victoria final. En la muerte, quiero purgar la parte que me
toca en el fracaso de no lograr esa victoria y pido disculpas a las almas de esos aviadores muertos y sus
acongojadas familias.
Deseo que la gente joven de Japón encuentre en mi muerte una moraleja. Ser temerarios solamente
favorecerá al enemigo. Deben inclinarse con la mayor perseverancia ante el espíritu de la decisión del
Emperador[...] Ustedes son el tesoro de la nación. Con todo el fervor de espíritu de los atacantes
especiales, luchen por el bienestar de Japón y por la paz en todo el mundo.
USS St. Lo, USS Ommaney
Portaaviones de escolta 3
Bay, USS Bismark Sea
Destructores 14 USS Callaghan
Petrolero auxiliar 1
Barcos Victory canadienses 3
Barco de carga Liberty 3
Remolcador 1 USS Sonoma56
Cazasubmarinos 1
Lancha PT 2
Total 49
Las pérdidas humanas registradas del bando japonés tanto de soldados como de civiles se contabilizan cerca de 110.000 personas, de los
cuales más de 2500 fueron pilotos suicidas. La Décima armada estadounidense contabilizó 40.000 bajas junto con 9.700 bajas de la Flota
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estadounidense, las cuales fueron en su mayoría debido a ataques tokkōtai.
Entrenamiento y tácticas[editar]
Entrenamiento[editar]
El programa que debían seguir los pilotos con base en Formosa es un buen ejemplo del
entrenamiento que recibían los pilotos tokkōtai, el cual se dividía en breves y diversas fases.
En primer lugar, el adiestramiento de los nuevos pilotos tenía una duración de siete días,
dedicando las primeras dos jornadas únicamente al ejercicio de despegue. Este tipo de
ejercicio cubría el período que iba desde el momento en que se impartía la orden para una
misión hasta el momento en que los aparatos quedaban situados en formación de vuelo. Los
dos días siguientes se dedicaban al vuelo en formación, mientras proseguían
simultáneamente las prácticas de despegue. Los últimos tres días estaban dedicados, de
manera especial, al estudio teórico y a los ejercicios prácticos de aproximación al objetivo y al
ataque; entre tanto, continuaban también los ejercicios de despegue y de vuelo en formación.
Si aún había tiempo, se repetía el proceso por segunda vez.58
Tácticas de ataque[editar]
Para los cazas ligeros y rápidos, como los Zero (nombre en código para los aliados Zeke), y
los bombarderos embarcados tipo Suisei (nombre en código Judy) se adoptaron dos métodos
de aproximación con vista a los ataques especiales:59 a la máxima o mínima altura posible.
Aunque desde el punto de vista de la exactitud de la navegación y de la buena visibilidad
hubiera sido preferible una altura media, se prefería renunciar a estas ventajas en
consideración a otros factores. En efecto, la altura preferida estaba comprendida entre los
5.500 y 6.500 metros de altura y ello por varias razones:
Cuanto mayor es la altura, más difícil se hace la intercepción por parte del
enemigo.
Había que tener en cuenta la maniobrabilidad de un avión cargado con
una bomba de 250 kilogramos.
La máxima velocidad era alcanzada al momento de maniobrar en picada
hacia el objetivo
Obligaba a los artilleros a disparar a la máxima elevación dificultando el
centrado.
El éxito era mayor cuando existía un cielo con bajo techo de nubes...
El Mitsubishi A6M, conocido como Zero, fue el avión más utilizado para los ataques suicidas por
jóvenes kamikazes.