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Fotografía de Pearl Harbor tomada desde un avión japonés al comienzo del ataque. Se ve la
explosión de un torpedo en el West Virginia.
Consecuencias
Beligerantes
Bandera de Estados Unidos Estados Unidos Bandera del Imperio del Japón Imperio del
Japón
Comandantes
Bandera de Estados Unidos Robert A. Theobald Bandera del Imperio del Japón Chūichi Nagumo
Fuerzas en combate
8 acorazados
8 cruceros
30 destructores
4 submarinos
6 portaaviones
2 acorazados
2 cruceros pesados
1 crucero ligero
9 destructores
23 submarinos
414 aviones
5 minisubmarinos
Bajas
4 acorazados hundidos
3 acorazados dañados
1 acorazado encallado
3 cruceros dañados
3 destructores dañados
2402 muertos
64 muertos
4 minisubmarinos hundidos
1 minisubmarino encallado
1 prisionero
35 heridos
[ocultar]
Pacífico Central
Pearl HarborIslas Marshall y GilbertKIsla de WakeIncursión de DoolittleMar del
CoralMidwayRYGuadalcanalIslas Gilbert y MarshallOperación HailstoneIslas Marianas y
PalaosIslas Los Volcanes y RyūkyūTrukLeyteIwo JimaOkinawa
Pacífico Norte
El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva militar sorpresa efectuada por la Armada Imperial
Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor (Hawái) en la mañana del
domingo 7 de diciembre de 1941. El ataque pretendía ser una acción preventiva destinada a
evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos en las acciones militares
que el Imperio del Japón estaba planeando realizar en el Sureste Asiático contra las posesiones
ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países Bajos y Estados Unidos. Los japoneses hicieron
coincidir esta ofensiva con el ataque a las posesiones del Imperio británico en Hong Kong,
Malasia y Singapur, las cuales estaban ya en su poder a mediados de febrero de 1942.2
El ataque comenzó a las 7:48 a. m. hora local, y fue llevado a cabo por 353 aviones japoneses,3
que incluían cazas de combate, bombarderos y torpederos que despegaron de seis
portaaviones.3 Resultaron dañados los ocho acorazados estadounidenses atracados en el
puerto, y cuatro de ellos se hundieron. De estos ocho, dos fueron reflotados y cuatro
reparados, por lo que seis pudieron volver a entrar en servicio más tarde, durante la guerra. El
ataque japonés también hundió o dañó tres cruceros, tres destructores, un buque escuela y un
minador. Los estadounidenses perdieron 188 aviones, murieron 2403 estadounidenses4 y
otros 1178 resultaron heridos de diversa consideración.5 Sin embargo, los japoneses no
atacaron la central eléctrica, el astillero, las instalaciones de mantenimiento, los depósitos de
combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el edificio del cuartel general y de la
sección de inteligencia. Los nipones perdieron 29 aeronaves y cinco minisubmarinos, además
de sufrir 65 bajas militares entre muertos y heridos. Uno de los tripulantes de los
minisubmarinos, Kazuo Sakamaki, fue capturado.
La inexistencia de una declaración formal por parte nipona mientras se llevaban a cabo
negociaciones que parecían prosperar, llevó al presidente estadounidense Franklin D.
Roosevelt a calificar al 7 de diciembre de 1941 como «una fecha que vivirá en la infamia».
Además, el ataque a Pearl Harbor fue juzgado en los Juicios de Tokio como crimen de guerra.8
9
Índice
1 Antecedentes
2 Plan de ataque
2.1 Objetivos
3 Desarrollo
3.1 Submarinos
3.6 Fotografías
5 Consecuencias
7 Véase también
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
Antecedentes
El ataque a Pearl Harbor buscaba neutralizar la Flota del Pacífico de los Estados Unidos y así
proteger el avance de Japón en la Malasia británica y en las Indias Orientales Neerlandesas,
donde pretendían acceder a recursos naturales como petróleo y caucho. La guerra entre Japón
y los Estados Unidos era una posibilidad de la que ambas naciones eran conscientes desde la
década de 1920 y para la que habían hecho planes, aunque las tensiones no comenzaron a
surgir seriamente hasta la invasión japonesa de Manchuria en 1931. En la década siguiente el
imperio nipón continuó su expansión en China, lo que dio lugar a una guerra que se desató en
1937. Para asegurar su victoria en el continente Japón trató de aislar a China y conseguir ser
autosuficiente en recursos naturales. Con esta finalidad diseñó la «Operación del sur».10 Sin
embargo, desde diciembre de 1937 hechos como el ataque japonés al barco estadounidense
USS Panay y la masacre de Nankín, en la que fueron asesinadas más de 200 000 personas, puso
a toda la opinión pública occidental en contra de Japón e hizo que aumentara el miedo por el
expansionismo nipón. Ello llevó a los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia a proveer
asistencia financiera a la República de China para la compra de armamento.11
En 1940 Japón ocupó la Indochina francesa en un esfuerzo por lograr el control de los
suministros que llegaban a China. Los Estados Unidos cancelaron los envíos de aeronaves,
repuestos, maquinaria y combustible de aviación, algo que los japoneses percibieron como
poco amistoso.12 Sin embargo, la nación norteamericana no detuvo entonces las
exportaciones de petróleo a Japón porque Washington creyó que sería una medida extrema
dada la dependencia nipona del crudo estadounidense y porque ello sería visto como una
provocación por Japón.131415
Los Estados Unidos cesaron la exportación de petróleo a Japón en julio de 1941, una vez que
se produjo la invasión nipona de la Indochina francesa aprovechando la caída de Francia,
aunque en esta decisión también influyeron las nuevas restricciones del gobierno
estadounidense al consumo interno.1915Este giro llevó a los japoneses a poner en marcha los
planes de conquista de las Indias Orientales Neerlandesas, territorio rico en petróleo.20 La
planificación preliminar de los japoneses para atacar en Pearl Harbor y así proteger su
movimiento hacia el «Área de recursos del sur» (el término japonés para todo el sureste
asiático en general) había comenzado a principios de 1941 bajo el auspicio del almirante
Isoroku Yamamoto, entonces comandante de la Flota Combinada japonesa.21 Este consiguió,
tras batallar mucho con el Cuartel General Naval, la autorización del Estado Mayor de la
Armada Imperial Japonesa para desarrollar un plan formal y el entrenamiento necesario,
llegando a amenazar con la renuncia a su puesto.22 La planificación a gran escala fue
desarrollada por el capitán Minoru Genda a comienzos de la primavera de 1941. El equipo de
planificación estudió el intensivo ataque aéreo que los británicos habían desarrollado en 1940
contra la flota italiana en Tarento, ejemplo que fue de gran utilidad para ellos en la
planificación de su bombardeo de las fuerzas navales en Pearl Harbor.2324
A fines de 1941 muchos observadores creían que las hostilidades entre los Estados Unidos y
Japón eran inminentes. Una encuesta llevada a cabo justo antes del ataque arrojó que un 52%
de los estadounidenses esperaba la guerra con Japón, un 27% no la esperaba y un 21% no
tenía opinión.27 Aunque las bases e instalaciones de los Estados Unidos en el Pacífico habían
sido puestas en alerta numerosas veces, los militares estadounidenses dudaban que Pearl
Harbor fuera un objetivo y creían que las Filipinas serían atacadas primero, presunción que se
fundaba en la amenaza que las bases estadounidenses a lo largo del país y la base naval de
Manila suponían para el envío de suministros de Japón hacia el sur.28 Asimismo, estaban
convencidos de que el Imperio del Japón era incapaz de montar más de una gran operación
naval al mismo tiempo.29
Plan de ataque
El plan de ataque a Pearl Harbor fue obra del almirante jefe de la Flota Combinada, Isoroku
Yamamoto, quien paradójicamente no creía que Japón pudiera ganar una guerra con Estados
Unidos y así lo había advertido al Estado Mayor de la Armada —«No se debe librar una guerra
con unas probabilidades tan pequeñas de victoria», había escrito en su informe—. Pero
Yamamoto pensaba que si la guerra finalmente estallaba su obligación era explorar la más
mínima posibilidad que hubiera de ganarla. Así desde la firma del Pacto Tripartito en
septiembre de 1940, al que se había opuesto porque estaba convencido de que conduciría a la
guerra con las potencias occidentales, había comenzado a diseñar la estrategia de la guerra en
el Pacífico, llegando a la conclusión de que la única opción de victoria para Japón era asestar
un golpe decisivo al inicio de la guerra que quizá obligara a Estados Unidos a negociar, y que
ese golpe debía ser el ataque a la flota estadounidense del Pacífico en su propia base de Pearl
Harbor, en las islas Hawái. Una idea descabellada, y así se lo pareció al embajador
estadounidense en Tokio Joseph Grew, cuando a finales de enero de 1941 le llegaron
«rumores de guerra» de que «las fuerzas militares japonesas estaban planeando un ataque
sorpresa masivo en Pearl Harbor».30
Carta del almirante Yamamoto al capitán Genda pidiéndole que estudie la viabilidad de un
ataque aéreo a Pearl Harbor. Febrero de 1941
En febrero de 1941 Yamamoto le envió una carta, por medio del contraalmirante jefe de la
Undécima División Aérea Takijiro Onishi, al capitán Minoru Genda, miembro de la plana mayor
de la Primera División Aérea y el mejor piloto de la Armada Imperial, en la que le pedía que
«investigara pormenorizadamente la viabilidad de un plan de ataque» con aviones a Pearl
Harbor, reconociendo que «no sería fácil llevar a cabo algo así». En la carta le decía que se
trataba de «asestar un golpe a la flota estadounidense en Hawái, de forma que, durante un
tiempo, Estados Unidos no pudiera avanzar hacia el pacífico occidental». Dos meses después
Yamamoto recibió la contestación redactada por el contraalmirante Takijiro Onishi que le
decepcionó porque él y Genda solo hablaban de bombardeos en picado y en altura y habían
descartado el uso de torpedos lanzados desde los aviones debido a la escasa profundidad de
las aguas de Pearl Harbor —los torpedos japoneses necesitaban unos treinta metros para no
incrustarse en el fondo y dirigirse hacia su objetivo, mientras que la profundidad media en
Pearl Harbor era de doce metros—. Pero Yamomoto insistió en que era posible el ataque con
torpedos y respondió que habría que mejorarlos y entrenar a los pilotos en su uso.31
Inicialmente el plan de ataque a Pearl Harbor presentado por Yamamoto fue rechazado por el
Estado Mayor de la Armada Imperial por ser demasiado arriesgado y por emplear demasiados
recursos navales que serían necesarios en otros escenarios bélicos ya que se requerían seis de
los diez portaaviones con que entonces contaba la Armada Imperial. Pero Yamamoto no se
conformó y envió a Tokio a Kuroshima para que defendiera el plan y como último recurso
amenazara con su dimisión y la de todo su equipo si no se aceptaba. El 20 de octubre el Estado
Mayor cedió —no podían perder al marino de más prestigio de la Armada— y lo aprobó, a
pesar de las dudas que seguía suscitando el plan.33
El plan de ataque a Pearl Harbor, junto con el resto del orden de batalla organizado por los
Estados Mayores del Ejército y de la Armada, fue presentado al emperador Hirohito en la tarde
del 2 de noviembre, al día siguiente de la conferencia de enlace en la que se había decidido
fijar el 30 de noviembre como la fecha límite para las negociaciones con Estados Unidos,
después de la cual se desencadenarían las ofensivas previstas en el Pacífico y en el Sudeste de
Asia, simultáneamente al ataque a Pearl Harbor.34 Los objetivos principales de la «campaña
hacia el sur», junto con Pearl Harbor, eran el archipiélago de las Filipinas, posesión
norteamericana, y Malasia, colonia británica que incluía la estratégica base de Singapur.
También sería atacada Tailandia y a continuación la colonia británica de Birmania.35
Operaciones secundarias tendrían como objetivo la colonia británica de Hong Kong, y las islas
de Wake y de Guam, donde la flota estadounidense del Pacífico tenía sus bases de operaciones
avanzadas y donde estaban los submarinos y los aviones de reconocimiento. La conquista de
las Indias Orientales Neerlandesas comenzaría cuando todos esos objetivos se hubieran
alcanzado. La ofensiva tenía que concluir en un plazo máximo de 20 semanas, después de las
cuales ya no quedaría ninguna fuerza aérea, naval o terrestre de Estados Unidos o de Reino
Unido capaz de impedir el dominio japonés sobre el sudeste de Asia y el Pacífico occidental.36
37
Sin embargo, el almirante Yamamoto seguía dudando de las posibilidades de una victoria de
Japón. «Durante los primeros seis o doce meses de guerra contra los Estados Unidos y Reino
Unido, causaré estragos en todos sus flancos y conquistaré una victoria tras otra», pronosticó.
«Después… no tengo esperanzas de ganar».38
Objetivos
Mapa de la bahía de Kinko, en la prefectura de Kagoshima (en verde), donde se realizaron los
ejercicios de simulación bélica por su parecido con la bahía de Pearl Harbor.
El ataque, llamado Operación Hawái u Operación AI 39 por el Cuartel General Imperial japonés
y Operación Z durante su planificación,40 perseguía varios objetivos de importancia. En primer
lugar, intentaba destruir importantes unidades navales norteamericanas para impedir la
interferencia de su Flota del Pacífico en la conquista japonesa de las Indias Orientales
Neerlandesas y Malasia. En segundo lugar, esperaba ganar tiempo para que Japón consolidase
su posición e incrementase su fuerza naval antes de que los estadounidenses aumentaran en
un 70% el número de buques de su flota, de acuerdo a lo aprobado por el Acta Vinson-Walsh, y
que así desapareciera cualquier opción de victoria nipona.4142 Por último, se quería dar un
golpe enorme a la moral norteamericana que disuadiera a los Estados Unidos a sentarse a la
mesa de negociaciones y evitara emprender una larga guerra que se extendería por todo el
océano Pacífico occidental y hasta el lejano Sureste asiático. Para maximizar este efecto moral
se eligieron los acorazados como objetivos prioritarios, pues estos eran entonces el orgullo de
cualquier armada. El objetivo final era permitir a Japón la conquista sin interferencias de todo
el sureste asiático.41
Sin embargo, golpear a la Flota del Pacífico estadounidense que estaba anclada en el puerto
hawaiano tenía dos claras desventajas: los buques a atacar estaban fondeados en aguas muy
poco profundas, con lo que podrían ser reflotados y reparados con relativa facilidad, y la
mayoría de sus tripulantes sobrevivirían al ataque porque se encontrarían de permiso en tierra
o serían rescatados desde el puerto. Otro contratiempo importante, conocido por los
japoneses, fue la ausencia en Pearl Harbor de los tres portaaviones de la Flota del Pacífico
(Enterprise, Lexington y Saratoga). Irónicamente, el alto mando de la armada japonesa estaba
tan imbuido de la doctrina de una «batalla decisiva» del almirante Alfred Mahan, que
aseguraba la victoria para la armada que destruyera más acorazados del enemigo, que
Yamamoto, a pesar de sus preocupaciones, decidió seguir adelante. La confianza de Japón en
su capacidad para lograr la victoria en una guerra que pensaban sería corta, les llevó a ignorar
otros objetivos en el puerto hawaiano, como el astillero, los depósitos de combustible y la base
de los submarinos. Ninguno fue atacado porque los nipones pensaron que la guerra sería tan
breve que estas instalaciones no llegarían a influir en el desarrollo de la misma.43
Desarrollo
Derrota seguida por la flota japonesa para ir y volver del ataque a Pearl Harbor.
Cubierta de vuelo del portaviones japonés Akagi en la bahía de Hitokappu, en la isla de Iturup
del archipiélago de las Kuriles, antes de zarpar para atacar Pearl Harbor.
El 26 de noviembre de 1941 una fuerza de ataque japonesa compuesta por seis portaaviones
(Akagi, Kaga, Sōryū, Hiryū, Shōkaku y Zuikaku) al mando del vicealmirante Chuichi Nagumo
zarpó en secreto de la bahía de Hitokappu, en la isla de Iturup del archipiélago de las Kuriles.
Fue entonces cuando se informó a las tripulaciones y a los pilotos de que el objetivo de la
misión era atacar Pearl Harbor.45
En total se iban a emplear 408 aeronaves: 360 para dos oleadas de ataque y 48 para tareas
defensivas de patrulla aérea de combate. La primera oleada sería el ataque principal, mientras
que la segunda intentaría rematar lo que no hubiera podido destruir la primera. La oleada
inicial portaba el grueso de las armas destinadas a inutilizar los grandes buques,
principalmente los torpedos aéreos Tipo 91 que habían sido diseñados con un mecanismo anti-
giro y una extensión en el timón que les permitirían operar en aguas poco profundas.46
A los pilotos japoneses se les ordenó seleccionar los objetivos más valiosos (acorazados y
portaaviones) o, si estos no estaban presentes, cualquier otro gran buque de guerra (cruceros
y destructores). Los bombarderos en picado atacarían objetivos en tierra y a los cazas se les
encomendó el ametrallamiento y destrucción de todos los aviones estadounidenses en tierra
para intentar asegurar que no despegaban y contratacaban a los bombarderos, especialmente
en la primera oleada. Cuando el combustible de los cazas se estuviera agotando, tendrían que
regresar a los portaaviones a repostar y después reincorporarse al ataque. Antes de comenzar
la ofensiva despegaron desde cruceros dos aeronaves de reconocimiento para explorar sobre
Oahu e informar de la presencia de cualquier flota enemiga y su localización. Otras cuatro
aeronaves de reconocimiento patrullaron el área entre la fuerza de portaaviones japonesa (la
Kido Butai) y Niʻihau con la finalidad de que esta no fuera tomada por sorpresa en un
contraataque.47
Submarinos
Minisubmarino japonés Ha-19 varado en Oahu. A bordo navegaba Kazuo Sakamaki, primer
prisionero de guerra japonés capturado por EE. UU. en la guerra.
Los submarinos de la flota I-16, I-18, I-20, I-22 e I-24 embarcaron cada uno un minisubmarino
Tipo A y lo transportaron a las aguas de la isla de Oahu.48 Los cinco submarinos partieron
desde el Distrito Naval de Kure el 25 de noviembre49 y llegaron a la boca del puerto hawaiano
el 7 de diciembre.5051 A las 03:42 (Tiempo de Hawái)52 el dragaminas USS Condor avistó el
periscopio de uno de los minisubmarinos al suroeste de la bocana de Pearl Harbor y alertó al
destructor USS Ward.53 Este pequeño submarino quizá entró en Pearl Harbor. Sin embargo, el
Ward hundió otro minisubmarino a las 06:37,54 en lo que suponían los primeros disparos
estadounidenses en el Teatro del Pacífico. Al norte de la isla Ford otro minisubmarino estuvo
cerca de torpedear al portahidroaviones Curtiss y tampoco acertó a dañar al destructor
Monaghan con su segundo torpedo antes de que este lo hundiera a las 08:43.53
Un tercer minisubmarino, el Ha-19, encalló en dos ocasiones, una frente a la entrada del
puerto y otra al este de Oahu, lugar en que fue capturado el 8 de diciembre.55 Uno de sus
tripulantes, Kazuo Sakamaki, nadó hasta la orilla y fue capturado, con lo que se convirtió en el
primer prisionero de guerra japonés. Un cuarto minisubmarino resultó dañado por una carga
de profundidad y fue abandonado por su tripulación antes incluso de poder disparar sus
torpedos.56
Un análisis de las fotografías del ataque por parte del Instituto Naval de los Estados Unidos en
1999 llevó a descubrir que uno de los minisubmarinos había conseguido disparar con éxito uno
de sus torpedos contra el acorazado West Virginia. Las fuerzas japonesas recibieron un
mensaje de radio de un minisubmarino a las 00:41 del 8 de diciembre que afirmaba haber
dañado uno o más grandes barcos dentro de Pearl Harbor.57 La posición final de este pequeño
sumergible no se conoce,58 pero nunca regresó al submarino desde el que partió.59 El 7 de
diciembre de 2009 el periódico Los Angeles Times informó que había evidencias de tres partes
de submarino encontradas a unos 5 km al sur de Pearl Harbor, halladas entre 1994 y 2001 y
que podían pertenecer a este minisubmarino desaparecido. También decía que había claras
evidencias de que este sumergible había disparado dos torpedos contra el canal de los
acorazados en el interior del puerto. Los restos habían sido sacados del puerto como parte de
los esfuerzos por ocultar el desastre de West Loch, una explosión de munición que se produjo
en 1944 y que destruyó seis buques de desembarco que se estaban preparando para la
Operación Forager.60
El ataque tuvo lugar antes de que el Imperio del Japón hiciera ninguna declaración de guerra
formal, aunque esta no era la intención del almirante Yamamoto, quien en un principio
estipuló que la ofensiva no debería dar comienzo hasta treinta minutos después de que Japón
hubiera informado a los Estados Unidos de que las negociaciones de paz habían llegado a su
fin.6162 Los japoneses intentaron respetar las convenciones de la guerra al tiempo que
lograban una sorpresa decisiva, pero el ataque comenzó antes de que se pudiera entregar
ningún aviso. Tokio transmitió una notificación de 5000 palabras en dos bloques (comúnmente
llamada el «Mensaje de 14 partes») a la embajada japonesa en Washington, pero la
transcripción del mensaje llevó demasiado tiempo al embajador y no pudo entregarlo a tiempo
(de hecho, los criptógrafos estadounidenses habían descifrado y traducido la mayor parte del
mensaje horas antes).63 La parte final de las 14 que lo componían es descrita a menudo como
una declaración de guerra, pues aunque no la declaraba abiertamente y no rompía relaciones
diplomáticas, numerosos funcionarios y militares del gobierno estadounidense lo
interpretaron como un indicador claro de que las negociaciones se romperían64 y de que la
guerra estallaría en cualquier momento.65 En su edición del 8 de diciembre de 1941 muchos
periódicos japoneses publicaron en su portada una declaración de guerra, pero esta no fue
enviada al gobierno estadounidense hasta un día después del ataque.66
Durante décadas la creencia general ha sido que Japón atacó sin ninguna advertencia oficial de
la ruptura de relaciones por culpa de los incidentes y la torpeza que retrasaron la entrega a
Washington de un documento que hacía alusión a la guerra. Sin embargo, en 1999 Takeo
Iguchi, profesor de derecho y relaciones internacionales de la Universidad Cristiana
Internacional de Tokio, descubrió documentos que apuntaban a un fuerte debate en el
gobierno sobre si informar y de qué forma a Washington de las intenciones de Japón de
romper todas las negociaciones e iniciar una guerra. Un documento del 7 de diciembre hace
alusión a la guerra: «Nuestra diplomacia engañosa conduce al éxito». Sobre esto dijo Iguchi:
«El diario muestra que el ejército y la armada no quisieron entregar una declaración de guerra
o un aviso de la finalización de las negociaciones… y claramente se impusieron».67
Primera oleada
Los japoneses atacaron en dos oleadas. La primera fue detectada por un radar del ejército a
unos 250 km, pero fue erróneamente interpretada como una formación de bombarderos
estadounidenses que regresaban del continente.
Mapa superior:
A. Isla Ford
B. Base Hickam
C. Base Bellows
D. Base Wheeler
E. Kaneohe
F. Ewa MCAS
R-2. Kawailoa RS
R-3. Kaaawa RS
G. Haleiwa
H. Kahuku
I. Wahiawa
J. Kaneohe
K. Honolulu
1-1. Bombarderos
1-2. Torpederos
2-1. Bombarderos
2-1F. Cazas
Mapa inferior:
A. Isla Wake
B. Islas Midway
C. Isla Johnston
D. Hawái
D-1. Oahu
1. USS Lexington
2. USS Enterprise
El primer ataque lo llevaron a cabo 183 aeronaves que partieron desde el norte de Oahu.
Liderada por el comandante Mitsuo Fuchida,68 comprendía:69
50 bombarderos Nakajima B5N Kate armados con bombas perforantes de 800 kg, organizados
en cuatro secciones.
40 bombarderos B5N armados con torpedos Tipo 91, también en cuatro secciones.
50 bombarderos en picado Aichi D3A Val armados con bombas de 249 kg.
3.er Grupo (objetivos: aeronaves de la isla Ford, aeródromos Hickam y Wheeler, Barber’s Point
y Kaneohe):
45 cazas Mitsubishi A6M Zero para control aéreo y ametrallamiento.69
El radar SCR-270 del ejército estadounidense en Punta Opana que detectó a las aeronaves
japonesas.
A medida que la primera oleada se acercaba a Oahu, un radar SCR-270 del Ejército de los
Estados Unidos ubicado en Punta Opana, en el extremo norte de la isla, la detectó y dio la
señal de alarma. El radar había estado en modo de pruebas por el Departamento hawaiano del
Ejército durante un tiempo, pero no estaba completamente operativo. A pesar de que sus
operadores, los soldados George Elliot Jr. y Joseph Lockard,71 informaron del objetivo, el
teniente Kermit A. Tyler supuso que se trataba del regreso de seis bombarderos B-17. Las
aeronaves se encontraban muy cerca (a solo unos pocos grados, divididas en dos grupos)72 y
aunque los operadores nunca habían visto una formación tan grande en el radar,73 olvidaron
decirle a Tyler su tamaño74 y este a su vez no les pudo decir, por razones de seguridad, que
podría tratarse de los B-17 (aunque esto era conocido por todos).74
Los hombres a bordo de los buques estadounidenses se despertaron con el pitido de las
alarmas, las explosiones de las bombas y el tiroteo. Aún somnolientos hubieron de vestirse
rápidamente mientras corrían a las estaciones de zafarrancho de combate (el famoso mensaje
«Ataque aéreo en Pearl Harbor, esto no es un ejercicio» fue emitido por la Segunda Ala de
Patrulla, el primer alto mando de Hawái en responder). Los defensores no estaban preparados:
los almacenes de munición estaban cerrados, los aviones estacionados ala con ala a la
intemperie para evitar su sabotaje77 y casi nadie disparaba las ametralladoras (ningún calibre
5"/38, solo un cuarto de las ametralladoras y 4 de 31 baterías antiaéreas entraron en
acción).77 A pesar de este bajo nivel de alerta, numerosos militares estadounidenses
respondieron con eficacia durante la batalla. El alférez Joe Taussig, Jr., único oficial a bordo del
Nevada, tomó el mando de la nave pero perdió una pierna. El barco acabó varado en el puerto
por el intendente.78 Uno de los destructores, el USS Aylwin, fue puesto en marcha con solo
cuatro oficiales a bordo, todos con el rango de alférez y ninguno con más de un año en el mar.
Este barco permaneció 36 horas en el mar antes de que su comandante en jefe consiguiera
regresar a bordo.79 El capitán Mervyn Bennion, comandante del USS West Virginia, lideró a su
tripulación hasta que resultó herido por los fragmentos de una bomba que impactó en el USS
Tennessee, amarrado justo al lado.80
Segunda oleada
Agua
Edificios
Base de la Armada
Objetivos atacados:
1: USS California
2: USS Maryland
3: USS Oklahoma
4: USS Tennessee
6: USS Arizona
7: USS Nevada
8: USS Pennsylvania
9: Isla Ford
Infraestructuras ignoradas:
A: Tanques de petróleo
C: Base de submarinos
D: Arsenal de la marina
La segunda oleada japonesa comprendía 171 aviones: 54 B5N, 81 D3A y 36 A6M, comandados
por Shigekazu Shimazaki.69 Cuatro aeronaves no pudieron despegar por problemas
técnicos.47 Su composición y objetivos eran los siguientes:69
1.er Grupo: 54 B5N armados con bombas de 249 y 60 kg.70 Divididos en dos grupos de 27
aparatos, uno atacaría los aviones y hangares Kaneohe, la isla Ford y Barbers Point, y el otro la
base Hickam.
3.er Grupo (objetivos: aeronaves de la isla Ford, las bases Hickam y Wheeler, Barber’s Point y
Kaneohe):
La segunda oleada atacó dividida en tres grandes grupos, uno con destino en Kaneohe y los
otros dos en el propio Pearl Harbor, lugares a los que llegaron por distintas direcciones pero
casi al mismo tiempo. Noventa minutos después de su inicio, el ataque aéreo finalizó. Habían
muerto 2386 estadounidenses (55 de ellos civiles, la mayoría víctimas de la artillería antiaérea
norteamericana que cayó en zonas residenciales) y 1139 resultaron heridos. Dieciocho barcos
fueron hundidos o encallados, entre ellos cinco acorazados.8182 De todas las víctimas
estadounidenses, casi la mitad (1177) se produjeron por la explosión de la santabárbara del
acorazado Arizona, que fue penetrada por una bomba de 800 kg (un proyectil modificado de
410 mm).
Panorama de Pearl Harbor durante el ataque, en el que destacan las columnas de humo y el
nutrido fuego antiaéreo.
Dañado por un torpedo y en llamas, el acorazado USS Nevada intentó salir del puerto, pero
acabó siendo blanco de muchos bombarderos japoneses, que le hicieron numerosos impactos
con bombas de 113 kg y lo incendiaron. El barco fue encallado deliberadamente para evitar el
bloqueo de la entrada del puerto. El USS California recibió impactos de dos bombas y dos
torpedos. Su tripulación podría haberlo mantenido a flote, pero recibió la orden de abandonar
la nave justo cuando estaban haciendo funcionar las bombas extractoras a pleno rendimiento.
El aceite en llamas vertido por los acorazados Arizona y USS West Virginia produjo unas
enormes columnas de humo negro que hicieron parecer la situación en el puerto aún peor. El
buque objetivo desarmado Utah resultó horadado por dos torpedos y el West Virginia por
siete, el último de los cuales arrancó su timón. El USS Oklahoma recibió cuatro impactos de
torpedos, los dos últimos por encima de su cinturón blindado, lo que causó su vuelco. El USS
Maryland encajó dos bombas de 800 kg, pero ninguna le provocó daños de seriedad.82
Aunque los japoneses concentraron su fuego en los acorazados, que eran los objetivos más
grandes presentes en el puerto, no ignoraron otros objetivos secundarios. Así, el crucero ligero
USS Helena fue torpedeado y la conmoción de la explosión hundió el USS Oglala, un minador
amarrado a su lado. Dos destructores que estaban en dique seco, el USS Cassin y el USS
Downes, fueron destruidos por bombas que penetraron sus tanques de combustible e
incendiaron todo el combustible. El dique fue inundado para intentar apagar el fuego, pero
solo consiguieron que el combustible en llamas ascendiera y quemara ambos buques. El Cassin
se deslizó sobre los bloques en los que se apoyaba su quilla y rodó sobre el Downes. El crucero
ligero USS Raleigh fue penetrado por un torpedo y el USS Honolulu también recibió daños pero
fue reparado y permaneció en servicio. El buque de reparación Vestal, amarrado junto al
malogrado Arizona, sufrió graves desperfectos y encalló. El portahidroaviones USS Curtiss
también resultó afectado y el destructor USS Shaw quedó en muy mal estado por el impacto
de dos bombas que penetraron su santabárbara.83
De los 402 aviones estadounidenses presentes en Hawái,3 188 fueron destruidos y 159
dañados,3 155 de ellos en tierra. Prácticamente ninguno estaba listo para despegar y defender
la base y solo ocho pilotos del ejército estadounidense lograron despegar durante la batalla.84
Seis de ellos tienen acreditado el derribo de al menos un aparato japonés durante el ataque,
los tenientes Lewis M. Sanders, Philip M. Rasmussen, Kenneth M. Taylor, George S. Welch,
Harry W. Brown y Gordon H. Sterling Jr. Este último fue derribado y murió por fuego amigo
mientras regresaba del combate con los nipones.85 Dicho fuego amigo derribó algunos
aparatos estadounidenses más, incluidos cinco aviones que regresaban del portaaviones USS
Enterprise. De los 33 hidroaviones PBY Catalina que había en Hawái, 24 resultaron destruidos y
otros seis gravemente dañados, por lo que solo se salvaron los tres que estaban de patrulla.
Los ataques japoneses también causaron víctimas en los barracones del personal militar.85
En el ataque murieron 55 pilotos y nueve marinos japoneses, y uno fue hecho prisionero. De
los 414 aviones japoneses que intervinieron,69 fueron derribados 2986 (nueve en la primera
oleada y veinte en la segunda), mientras que otros 74 aparatos recibieron daños de la artillería
antiaérea.86
Varios oficiales japoneses, entre ellos Mitsuo Fuchida y Minoru Genda, arquitecto jefe del plan
de ataque, instaron al vicealmirante Chūichi Nagumo a lanzar una tercera oleada que
destruyera los depósitos de combustible y torpedos de Pearl Harbor, las instalaciones de
mantenimiento y el dique seco.87 Los capitanes de los otros cinco portaaviones de la
formación nipona informaron que estaban dispuestos y preparados para lanzar una tercera
ofensiva.88 Los historiadores militares opinan que la destrucción de todas estas instalaciones y
suministros habrían tocado mucho más profundamente a la Flota del Pacífico estadounidense
que la pérdida de sus acorazados.89 Si todo esto hubiera sido destruido, «las grandes
operaciones norteamericanas en el Pacífico tendrían que haberse pospuesto más de un
año».90 De acuerdo con el almirante estadounidense Chester Nimitz, que llegaría a ser
comandante en jefe de la Flota del Pacífico, «hubiera prolongado la guerra otros dos años».91
Sin embargo, Nagumo decidió retirarse por las siguientes razones:
Una tercera oleada habría necesitado un sustancial tiempo de preparación y respuesta, y quizá
hubiera necesitado que algunos aparatos regresaran de noche. En esa época solo la Marina
Real Británica había desarrollado técnicas para operar de noche con portaaviones, por lo que
ello suponía un riesgo sustancial.94
Nagumo también pensó que la segunda oleada había acabado ya con los objetivos más
importantes de su misión (la neutralización de la Flota del Pacífico) y no quería correr el riesgo
de sufrir mayores pérdidas.96 Por otra parte, era práctica común de la marina japonesa
conservar sus fuerzas antes que destruir totalmente al enemigo.97
En una conferencia a bordo del acorazado Yamato en la mañana siguiente, el almirante Isoroku
Yamamoto apoyó en principio a Nagumo.96 En retrospectiva, dejar intactos los depósitos de
combustible, los astilleros y las instalaciones de mantenimiento de Pearl Harbor significó que
los estadounidenses pudieron responder relativamente pronto a las actividades japonesas en
el Pacífico. Yamamoto lamentaría más tarde la decisión de Nagumo de retirarse y afirmó
categóricamente que había sido un gran error no ordenar una tercera oleada de ataque.98
Fotografías
Las primeras fotografías aéreas del ataque a Pearl Harbor fueron tomadas por Lee Embree,
que volaba en un bombardero Boeing B-17 Flying Fortress en ruta desde la Base Hamilton,
California, a las Filipinas.99 El 38.º Escuadrón de Reconocimiento de Lee había programado
una parada de repostaje en el aeródromo Hickam en el momento del ataque.99
Un caza Mitsubishi A6M2 Zero japonés de la segunda oleada despega del portaaviones Akagi
en la mañana del 7 de diciembre.
Varios cazas Zero de la segunda oleada se preparan para partir desde el Shōkaku hacia Pearl
Harbor.
Varios cazas Zero de la segunda oleada se preparan para partir desde el Shōkaku hacia Pearl
Harbor.
Bombarderos en picado Aichi D3A1 Tipo 99 Val de la segunda oleada se preparan para
despegar. Al fondo se ve el portaaviones Sōryū.
Bombarderos en picado Aichi D3A1 Tipo 99 Val de la segunda oleada se preparan para
despegar. Al fondo se ve el portaaviones Sōryū.
Un Aichi D3A Tipo 99 Val kanbaku (bombardero en picado) parte del portaaviones Akagi para
participar en la segunda oleada.
Un Aichi D3A Tipo 99 Val kanbaku (bombardero en picado) parte del portaaviones Akagi para
participar en la segunda oleada.
El acorazado USS West Virginia recibió impactos de varios torpedos, uno de ellos
probablemente lanzado por un minisubmarino.
El acorazado USS West Virginia recibió impactos de varios torpedos, uno de ellos
probablemente lanzado por un minisubmarino.
El USS West Virginia (gravemente dañado), el USS Tennessee (dañado) y el USS Arizona
(hundido).
El USS West Virginia (gravemente dañado), el USS Tennessee (dañado) y el USS Arizona
(hundido).
El puerto hawaiano tras el ataque. Son visibles los acorazados dañados, los hundidos y los
abundantes restos de combustible vertidos al agua.
El acorazado USS Pennsylvania (al fondo) y los destructores Cassin y Downes tras el ataque.
Acorazados
USS Oklahoma: Volcó, 429 muertos. Reflotado en noviembre de 1943, volcó y se hundió
mientras era remolcado al continente en mayo de 1947.100
USS West Virginia: dos bombas, siete torpedos, hundido; volvió al servicio en julio de 1944.
106 muertos.
USS California: dos bombas, dos torpedos, hundido; volvió al servicio en enero de 1944. 100
muertos.
USS Nevada: seis bombas, un torpedo, encallado; volvió al servicio en octubre de 1942. 60
muertos.
USS Maryland: dos bombas; volvió al servicio en febrero de 1942. 4 muertos (incluido el piloto
de un hidroavión que fue derribado).
USS Pennsylvania (Buque insignia del almirante Kimmel):101 se encontraba en dique seco
junto a los destructores Cassin y Downes, una bomba y metralla de USS Cassin; permaneció en
servicio. 9 muertos.
Cruceros
Destructores
USS Cassin: en dique seco con el Downes y el Pennsylvania, una bomba. Ardió y volvió al
servicio en febrero de 1944.
USS Downes: en dique seco con el Cassin y el Pennsylvania, prendió del fuego del Cassin. Ardió
y volvió al servicio en noviembre de 1943.
USS Oglala (minador): Dañado por un impacto de torpedo en el Helena. Volcó y volvió al
servicio en febrero de 1944.
USS Vestal (barco de apoyo logístico): Dos bombas y la deflagración de la explosión del
Arizona. Encallado, volvió al servicio en agosto de 1942.
USS Curtiss (portahidroaviones): Una bomba y un avión japonés estrellado. Volvió al servicio
en enero de 1942. 19 muertos.
Consecuencias
Reacciones inmediatas
Pocas horas después de que se iniciase el ataque a Pearl Harbor (sin embargo, al día siguiente,
8 de diciembre de 1941, al otro lado de la línea internacional de cambio de fecha), las tropas
japonesas iniciaron un ataque matutino en los Nuevos Territorios de Hong Kong, seguidos de
ataques en las Filipinas, la isla Wake, Malasia, Tailandia así como el hundimiento del HMS
Prince of Wales y del HMS Repulse.102
El presidente Roosevelt firma la Declaración de Guerra contra Japón el día después del ataque.
El 8 de diciembre, el Congreso de los Estados Unidos declaró la guerra al Imperio del Japón,
siendo el único voto en contra el de Jeannette Rankin. Los Estados Unidos estaban iracundos
por el ataque y porque no habían recibido una notificación de ruptura de relaciones previa,
considerando ambas acciones como traicioneras.[cita requerida] Franklin D. Roosevelt firmó la
declaración de guerra el mismo día, refiriéndose al anterior como «una fecha que vivirá en la
infamia» al dirigirse a la sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos. En los Estados
Unidos empezaban a oírse críticas desde algunos sectores por los continuos reveses militares.
El Gobernador del Estado de Virginia empezó a criticar al Gobierno Federal por la nula
capacidad de reacción de sus fuerzas en el Pacífico. Unos días más tarde, los Gobernadores de
Georgia y Carolina del Sur hacían otro tanto. Roosevelt temía una moción de censura, por lo
que decidió una jugada arriesgada: el bombardeo de Tokio por parte del teniente coronel
James H. Doolittle. Los portaaviones de Fletcher: Lexington y Hornet, este último con
bombarderos B-25, bombardearían Tokio, Yokosuka y Nagoya para acallar las críticas. La
operación fue un éxito propagandístico, pero los daños apenas influyeron sobre la producción
bélica japonesa. Otro aspecto que provocó la caída de las bombas en Japón fue la resolución
de Yamamoto de aniquilar los portaaviones estadounidenses. Roosevelt sabía que este gesto a
la galería debía rubricarse con una victoria de armas y presionó directamente a Nimitz para
atacar en el Mar del Coral.103
Continuando la intensificación de la movilización militar, el gobierno de los Estados Unidos
comenzó a adoptar una economía de guerra.
El ataque a Pearl Harbor unió a una nación dividida como casi nada más pudo haberlo hecho.
[cita requerida] De la noche a la mañana unió a los estadounidenses contra Japón y
probablemente hizo posible la posición de rendición incondicional tomada por las Fuerzas
Aliadas.[cita requerida]. Las relaciones entre Estados Unidos y Japón se habían deteriorado
rápidamente durante el último tiempo. Cuando Roosevelt impuso un embargo sobre las
exportaciones de materiales críticos a Japón, se esperaba lo peor. En la medida en que el
embargo se volvió más duro, los japoneses se habían desesperado más, sintiendo que su
merecido lugar en el mundo estaba en juego.104 Por ello, algunos historiadores creen que el
ataque a Pearl Harbor condenó al Imperio del Japón a la derrota puesto que despertó al
«gigante dormido», ya que, independientemente de que los depósitos de combustible o los
astilleros hubieran sido destruidos, o de que los portaaviones hubieran sido sorprendidos en
puerto y hundidos, la capacidad industrial de los Estados Unidos, una vez movilizada, fue capaz
de proveer gran cantidad de recursos en los escenarios tanto del Pacífico como del Atlántico.
La percepción de la naturaleza traicionera del ataque a Pearl Harbor también despertó
temores de sabotaje o espionaje acerca de los estadounidenses de ascendencia japonesa y fue
un factor en el subsiguiente confinamiento de los japoneses en los Estados Unidos.105
La Alemania nazi declaró la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre, cuatro días después
del ataque japonés. Aunque Adolf Hitler no tenía la obligación de hacerlo bajo los acuerdos del
Pacto Tripartito, lo consideró una mera formalidad debido a que la Armada de los Estados
Unidos llevaba meses participando en la batalla del Atlántico.106 Hitler había subestimado la
capacidad industrial y militar estadounidense, y pensaba que la guerra con Japón aliviaría su
situación frente al Reino Unido y la Unión Soviética. Esto indignó doblemente al pueblo
estadounidense, lo que permitió a los Estados Unidos entrar abiertamente al escenario
europeo de la guerra apoyando al Reino Unido, acciones que retardaron por un tiempo una
respuesta completa de los estadounidenses en el Pacífico.
En cuanto a sus objetivos principales, el ataque a Pearl Harbor fue un éxito táctico que superó
las expectativas planeadas. Su ejecución tiene pocos ejemplos semejantes en la historia militar
de cualquier época, al menos a corto y medio plazo. Ni siquiera el ataque sorpresa de los
británicos a la base naval de Tarento fue tan devastador en términos de daño causado (aunque
tuvo mayores implicaciones estratégicas al neutralizar la flota italiana). Debido a las graves
pérdidas en Pearl Harbor y la subsiguiente invasión a las Filipinas, el ejército estadounidense
fue incapaz de llevar a cabo acciones significativas en el Pacífico durante los siguientes seis
meses. Con la flota estadounidense fuera de acción, Japón estuvo temporalmente libre de
preocupaciones sobre la potencia naval de su rival. Se lanzó a conquistar el sureste de Asia, el
Pacífico suroccidental y extendió su alcance al océano Índico.
El ataque inflamó los sentimientos de los Estados Unidos (Vengad Pearl Harbor - Nuestras
balas lo harán).
Una opinión común es que los japoneses fueron víctimas del llamado «mal de la victoria»
debido a la facilidad con que obtuvieron sus primeras victorias. A pesar de la percepción de
esta batalla como un golpe devastador contra los Estados Unidos, solo cinco embarcaciones de
la Armada de los Estados Unidos se perdieron de forma definitiva. Estas cinco embarcaciones
fueron los acorazados Arizona, Oklahoma, el viejo acorazado Utah (el cual era usado como
barco objetivo) y los destructores Cassin y Downes. Además, mucho material útil pudo ser
salvado de la destrucción, incluyendo dos torretas principales del Arizona. Las mayores
pérdidas se debieron a la explosión de la santabárbara del Arizona y al vuelco del Oklahoma.
Cuatro barcos que se hundieron durante la batalla fueron posteriormente reflotados y
devueltos a la actividad, incluyendo los acorazados California, West Virginia y Nevada. El
California y el West Virginia tenían un efectivo sistema de defensa contra torpedos que
aguantó excepcionalmente bien, a pesar de la dureza de los ataques que tuvieron que
soportar, permitiendo que la mayoría de sus respectivas tripulaciones pudiera salvarse.
Muchos de los acorazados que se salvaron fueron reparados y reforzados de nuevo, lo que les
permitió hacer frente a las amenazas japonesas. De los 22 navíos japoneses que tomaron parte
en el ataque, solo uno sobrevivió a la guerra. A fecha de 2005, el único barco de los Estados
Unidos que aún seguía a flote y que estuvo en Pearl Harbor durante el ataque era el
guardacostas Taney.
A largo plazo, el ataque sobre Pearl Harbor fue una estrategia no disimulada que resultó
errónea para Japón. En efecto, el almirante Isoroku Yamamoto, quien concibió el ataque a
Pearl Harbor, había predicho que incluso un ataque exitoso sobre la flota estadounidense no
permitiría ganar una guerra contra los Estados Unidos, ya que la capacidad de producción
estadounidense era demasiado grande. Uno de los principales objetivos japoneses era destruir
los tres portaaviones estadounidenses que se encontraban en el Pacífico, pero estos realmente
no estaban presentes —el Enterprise volvía de una travesía, el Lexington había partido unos
días antes y el Saratoga se encontraba en San Diego siendo reparado en el Puget Sound Naval
Shipyard. El hecho de poner la mayoría de los navíos de guerra de los Estados Unidos fuera de
circulación era considerado, en los dos ejércitos y por la mayoría de los observadores en todo
el mundo, como un rotundo éxito para los japoneses.
La eliminación de los acorazados, casi todos anticuados respecto a los que tenía el Imperio del
Japón, dejó a los Estados Unidos sin otra elección que confiar en sus tres portaaviones y en sus
submarinos, siendo estos la mayor parte de lo que había quedado indemne. También fueron
estas las armas con las que los Estados Unidos frenaron y revirtieron el avance japonés:
solamente la acción del USS Enterprise hundió a un mayor número de naves japonesas y
derribó a un mayor número de aviones que cualquiera de sus pares japoneses. La pérdida de
los acorazados resultó ser realmente menos importante de lo que Japón había pensado antes
del ataque y también menos relevante que lo que tanto los japoneses como los
estadounidenses habían creído justo después del ataque. De hecho, el ataque japonés a Pearl
Harbor dio como resultado el hundimiento del concepto del acorazado como arma principal.
En efecto, el Imperio del Japón tenía en sus modernísimos e impresionantes acorazados su
fortaleza: después de los clase Yamato no se construyeron nunca más acorazados en todo el
mundo.
Una de las proyecciones de la estrategia japonesa fue pensar que la última y decisiva batalla
del Pacífico sería entre acorazados de ambos bandos, un enfrentamiento épico al estilo de la
batalla de Tsushima; de hecho todo el entrenamiento y la construcción misma de la batalla,
comandada por Isoroku Yamamoto, estuvo pensada para esa ocasión, es decir, asestar en una
batalla decisiva, que se predecía en las cercanías de las islas Marshall, un ataque contundente
a la flota estadounidense. Como resultado, Yamamoto construyó, entrenó y puso a punto a sus
acorazados para una batalla decisiva que nunca tuvo lugar.
Importancia histórica
El ataque japonés a Pearl Harbor solo tuvo un pequeño impacto militar debido al fallido
intento de la Marina japonesa por hundir los portaaviones de Estados Unidos, pero aunque los
portaaviones hubieran sido hundidos, no hubiera ayudado significativamente al Imperio del
Japón. Las islas Hawái están situadas en el centro del Pacífico y tenían depósitos de
combustible para la flota norteamericana que no fueron atacados. Haber destruido esos
depósitos habría significado retrasar por bastante tiempo las operaciones militares
norteamericanas en el Pacífico, pues habrían tenido que reconstruir y reponer todo lo perdido
desde California. Un error muy importante, pues no destruyó la logística norteamericana (cita:
Prof. Zelikow, Universidad de Virginia).
El USS Utah fue alcanzado por un torpedo y volcó pronto en la batalla. Los restos permanecen
en Pearl Harbor.
En 1942 Saburo Kurusu, antiguo embajador japonés en Estados Unidos, hizo unas
declaraciones en la que trazó la «inevitabilidad histórica de la guerra en Asia oriental».108 Dijo
que la guerra era una respuesta a la larga agresión de Washington hacia Japón. De acuerdo con
Kurusu, las provocaciones empezaron con el incidente de la San Francisco School y las políticas
racistas de los Estados Unidos hacia los inmigrantes japoneses, y culminaron con el beligerante
asunto del metal de desecho y el boicot petrolero de Estados Unidos y los países aliados. Sobre
el ataque a Pearl Harbor en sí mismo dijo que fue originado en respuesta directa al ultimátum
virtual (Nota de Hull) del gobierno de los Estados Unidos y que el ataque sorpresa no fue a
traición porque cabía haberlo esperado. De hecho, en Pearl Harbor la flota había comenzado a
realizar juegos de guerra y entrenamientos antes del ataque japonés. Sin embargo, los
estadounidenses nunca habían imaginado que el ataque viniera sin ninguna declaración de
guerra, además de que habían infravalorado las capacidades japonesas. Finalmente, Pearl
Harbor y las circunstancias diplomáticas que la rodearon se convertirían en otro de los factores
que impulsarían la decisión del gobierno estadounidense de Harry S. Truman en 1945 de
atacar al Imperio del Japón lanzando bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki para forzar
su rendición incondicional y, después, en la justificación estadounidense frente a las
posteriores recriminaciones por parte del gobierno de posguerra japonés sobre dicho ataque.
USS Arizona hundido en Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, los restos continúan en Pearl
Harbor.
Sesenta años después esas opiniones siguen siendo válidas en Japón. Por ejemplo, el periódico
Japan Times, el primer diario de Japón en lengua inglesa, ha publicado una serie de columnas a
principios del siglo xxi que se hacen eco de los comentarios de Saburo Kurusu en referencia a
Pearl Harbor.109Situando Pearl Harbor en su contexto, los escritores contrastan
repetidamente los miles de soldados estadounidenses muertos en el ataque con los cientos de
miles de civiles japoneses muertos más tarde como resultado de los ataques aéreos de Estados
Unidos.110 Un columnista disculpa el ataque de esta manera:
El ataque de Pearl Harbor no fue una táctica brillante, sino una parte de la estrategia basada
en la creencia de que un espíritu firme como el hierro y hermoso como la flor del cerezo podía
superar a la superioridad material de Estados Unidos. Esta estrategia resultó defectuosa y la
derrota total de Japón la seguiría.111
En 1991 se rumoreaba que Japón iba a presentar una disculpa oficial a Estados Unidos por el
ataque. Por el contrario, la disculpa no vino en la forma que muchos esperaban. El Ministerio
japonés de Asuntos Exteriores hizo unas declaraciones en las que decía que en 1941 Japón
había intentado hacer una declaración de guerra formal a Estados Unidos a la 1 de la tarde,
hora de Washington, 25 minutos antes de la hora en que había sido previsto que comenzaran
los ataques a Pearl Harbor. Parece ser que el gobierno japonés se estaba refiriendo al
«Mensaje de 14 partes» que no rompió siquiera formalmente las negociaciones, permitiendo
declarar la guerra. Sin embargo, debido a los numerosos retrasos, el embajador japonés fue
incapaz de hacer la declaración hasta mucho después de que los ataques hubieran comenzado.
La disculpa del gobierno japonés de 1991 solo hacia referencia a este retraso.
Cine
From Here to Eternity (1953) Se trata de los asuntos sociales dentro del ejército. Tiene lugar en
la ciudad de Honolulú en 1941, y el ataque sale de rol menor.
Tora! Tora! Tora! (1970) Se considera el mejor retrato cinematográfico del ataque de Pearl
Harbor.
The Final Countdown (1980) Es una película de ciencia-ficción en la cual los protagonistas
regresan al pasado al momento del ataque y tienen que decidir si deben intervenir.
Midway (2020) Aunque la película se centra en la batalla del mismo nombre, en los compases
iniciales de la misma se recrea el bombardeo de Pearl Harbor.
Videojuegos
Pearl Harbor: Zero Hour (2001). Juego para PC en el que se tiene una recreación del ataque y
una serie de batallas aeronavales que son (luego del entrenamiento y el primer ataque):
Secuelas de Pearl Harbor, Guadalcanal, Midway, Truk, Islas Solomón, Filipinas, Okinawa, Japón.
Medal of Honor: Rising Sun (2003). El juego recrea desde el principio de manera sorpresiva el
ataque a Pearl Harbor. El jugador inicia de inmediato la acción al despertar el personaje en
medio del bombardeo. Posteriormente, las batallas van desde Guadalcanal hasta Singapur.
Medal of Honor: Pacific Assault (2004). En esta edición se recrea en primera persona a un
soldado de nombre Tom Conlin. La trama trata principalmente el conflicto de Pearl Harbor
hasta la Batalla de Tarawa.
Heroes of the Pacific (2005). El juego permite al jugador asumir el rol de un piloto de combate
llamado William Crowe mientras experimenta las fases de la Guerra del Pacífico con Japón,
comenzando con el ataque a Pearl Harbor.
Azur Lane (2017). Videojuego de disparos de desplazamiento lateral donde algunos de sus
personajes son representaciones de los barcos que estuvieron involucrados en esta contienda.
Véase también
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Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Ataque a Pearl Harbor.
En español
Pearl Harbor
En inglés
U.S. Naval Historical Center — Incursión de Pearl Harbor: descripción y selección de imágenes
especiales.
Guarding The United States And Its Outposts — Historia oficial sobre Pearl Harbor del ejército
de los Estados Unidos.
Pearl Harbor Attack Hearings — 7000 páginas de documentos originales, incluyendo informes
detallados de varios investigadores.
Order of battle
21°22′N 157°57′O
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