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UNIDAD DIDACTICA 1

Lecturas del tema 1:

1. LA PROTECCION JURIDICA DE LAS PERSONAS MAYORES EN ESPAÑA

Reflexión sobre el contenido del artículo “La protección Jurídica de las personas

mayores en España”.

En España son cada vez más las personas de edad avanzada, debido

fundamentalmente al aumento de la esperanza de vida de la población .Las personas

no pierden con la edad los derechos inviolables que les son propios. Por ello, ¿está

nuestro ordenamiento jurídico preparado para dar respuesta a este tipo de

situaciones?

Las novedades legislativas introducidas en el derecho español en los últimos años,

brindan la posibilidad de que uno mismo, en previsión de su propia discapacidad o

dependencia, pueda valerse de distintos instrumentos jurídicos para planificar su

futuro, incorporando la autonomía de la voluntad.

Las áreas del derecho interesadas en la protección de las personas mayores son:

-Protección Constitucional, entre los principios rectores se contempla la protección

de las personas mayores y las personas con discapacidad.

-Protección Penal, principal reto protección de gran número de personas mayores

muy frágiles.

-Protección Seguridad Social, garantizar el poder adquisitivo de las pensiones

actuales y las pensiones de las generaciones venideras mediante acuerdos (pactos

Toledo).
-Protección Salud, Las personas mayores tiene derecho a la salud y, sin

discriminación, a un amplio catálogo de derechos sanitarios y bioéticos

(Consentimiento Informado, Instrucciones Previas…)

-Protección desde los Servicios Sociales, nueva Ley de promoción de la autonomía

personal y atención a las personas en situación de dependencia potenciando el

avance del modelo de Estado social que consagra la Constitución Española.

-Protección Jurídico Privada, a continuación se clasifican, según su finalidad, las

instituciones reformadas o creadas al calor de la Constitución.

– Reforma de la Tutela (judicializada, familiar o institucional)

– Creación de la Curatela como órgano de apoyo a los levemente incapacitados

– Incapacitación (judicializada y gradual)

– Regulación de los ingresos en residencias de personas carentes de voluntad.

Para finalizar destacar algunas conclusiones en lo expuesto en este artículo:

1. En base a la dignidad que toda persona tiene, y que nos atribuye a los españoles la

Constitución vigente, hay que reafirmarse en que la persona es tal con independencia

de su estado psicofísico y tiene unos derechos que le son inherentes, son derechos

personales que acompañan a la persona durante toda su vida y de cuyo ejercicio no

puede ser privado.

2. Hay que prestar atención especial a los temas jurídicos derivados de relaciones

sociosanitarias, por la capital importancia que están teniendo.

3. El tema de la dependencia es sin duda el eje clave y primordial de la política social

con los mayores. Con independencia de otros contenidos, tiene también un contenido

legal, que no podemos obviar y que es necesario considerar como objetivo


fundamental para su puesta en marcha en el momento que exista la voluntad política

de hacerlo.

2. CAMBIO DE EPOCA EN EL TERCER SECTOR

El artículo de Pau Vidal sobre el cambio de época en la Revista Española del Tercer

Sector, trata del cambio de época que afronta el tercer sector en España, debido a la

confluencia de dos factores: el agotamiento del modelo de crecimiento del sector de

las dos últimas décadas basado en las aportaciones de recursos públicos, y el actual

período de crisis que estamos viviendo que ha provocado el aumento de necesidades

sociales, en un momento de limitación de recursos. En estas circunstancias, el tercer

sector debe ser capaz de mostrar evidencias de su aportación de valor a la sociedad y

afrontar una profunda transformación. Los factores de transformación estratégicos son

la potenciación de la complicidad social (más allá de la captación de fondos),

desarrollar nuevas competencias a los equipos, construir unas nuevas bases de

relación con la Administración Pública, mejorar la eficiencia ganando dimensión

organizativa y mostrar la el impacto social de su actividad.

El Tercer Sector ya vivió un cambio de época hace una treintena de años con la

llegada de la democracia a nuestro país y la emergencia de una administración pública

“moderna” que comenzó a contar con el incipiente Tercer Sector como un aliado. En el

cambio de época que estamos viviendo ahora se está redefiniendo el rol de la

Administración Pública en nuestros proyectos de acción. Todavía no sabemos el

resultado del nuevo escenario, pero hay elementos que se van dibujando: el apoyo de

la Administración Pública no desaparecerá pero dejará de ser un apoyo casi único

para pasar a ser complementario en proyectos de apoyo y utilidad social contrastada.


Es decir, la complicidad social es un elemento clave para la entidad del tercer sector

de los próximos años.

Reestructurar la organización en este cambio requiere que las personas implicadas en

los proyectos, esenciales para las organizaciones, deberán realizar un esfuerzo para

adaptarse al cambio, adquiriendo las competencias necesarias para afrontar los retos

que se presentan.

Esta situación ha propiciado que las entidades tomen conciencia de la necesidad de

mejorar su funcionamiento y gestión. Pero hay que disponer de unas entidades

preparadas para afrontar estratégicamente el cambio de época que estamos viviendo,

propiciado por la confluencia de la crisis económica con la finalización del modelo de

desarrollo sectorial existente desde los inicios de la democracia.

En definitiva el tercer sector, más que en una época de cambios, vive un cambio de

época y diariamente las entidades del tercer sector intentan dar respuestas adecuadas

a estas situaciones cambiantes. *Un verdadero cambio cultural organizacional que

afecta a nuevas capacidades, nuevas competencias y nuevas formas estructurales,

para conseguir organizaciones que permitan complicidad social, necesaria para

aportar valor social sostenido*

Afortunadamente, en estos momentos tenemos el mejor tercer sector de la historia de

nuestro país para intentar afrontar estos cambios estratégicos y seguir trabajando por

la transformación social. Y las organizaciones del siglo XXI han de saber explicar a la

sociedad el valor social y económico de lo que aportan.

En mi opinión, creo que es necesaria la complicidad entre los tres sectores para

afrontar conjuntamente los retos que tiene nuestra sociedad. Así tendremos una

respuesta mejor aprovechando los recursos y los esfuerzos realizados para evitar la

duplicidad de servicio.
3. EL DISCAPACITADO Y SU PATRIMONIO PROTEGIDO

La Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con

discapacidad y de modificación del Código Civil, de la Ley de Enjuiciamiento Civil y de

la Normativa tributaria con esta finalidad pretende ofrecer mecanismos de protección

del discapacitado y de las personas que puedan llegar a estarlo, especialmente en su

ámbito patrimonial. Por ello, adopta una serie de medidas que llegan a afectar, incluso,

a nuestros Derechos sucesorio y tributario.

Finalmente, se dedica atención a las cuestiones eminentemente patrimoniales, a los

caracteres de este patrimonio (de destino, sin personalidad jurídica, protegido

legalmente y separado), para finalmente concluir si estamos ante un auténtico

patrimonio desde el punto de vista jurídico-civil, y las consecuencias que ello tendría.

En conclusión, de esa masa de bienes, como conjunto, sólo cabe predicar aquello que

la Ley creadora de la misma expresamente establezca, pues no cabe acudir al

concepto de patrimonio y argumentar plenamente sobre él a cualquier efecto.

A continuación, expondré algunas de las reflexiones que se han hecho a la figura del

patrimonio protegido:

- En primer lugar, la LPPPD establece la posibilidad de crear un patrimonio protegido

solo en favor de las personas con discapacidad en los grados que indica, olvidándose

de los sujetos incapacitados.

-El régimen de responsabilidad de este patrimonio resulta bastante controvertido.

-Por otro lado, en el capítulo de la administración, hablábamos de la posibilidad de que

existan varios sujetos administradores, es decir, los padres o tutores como

administradores del patrimonio personal, y un sujeto administrador del patrimonio

protegido.
- En la práctica notarial no se ha incrementado mucho hasta la actualidad.

Principalmente la doctrina indica que esto se debe a las escasas ventajas fiscales que

tienen.

- Junto con la satisfacción de las necesidades vitales, el patrimonio protegido tiene la

finalidad de fomentar la autonomía del discapacitado, y la gestión de sus recursos. Por

esto se entiende que las aportaciones es mejor que se hagan en dinero, y que se

quiten todas las trabas a estas.

- En última instancia, no hay que olvidar que el patrimonio protegido no es la solución

definitiva para la protección patrimonial de las personas con discapacidad, sino que es

una medida complementaria destinada a favorecerla.

Conviene recordar, finalmente, que la Ley no se limitó a regular el patrimonio protegido

de las personas con discapacidad, sino que además incorporó distintas modificaciones

de la legislación vigente con el objeto de mejorar la protección patrimonial de estas

personas, aumentando las posibilidades jurídicas de afectar medios económicos a la

satisfacción de las necesidades de estas personas y, en general, promoviendo un

mejor tratamiento jurídico de las personas con discapacidad.

Estas modificaciones afectaron, por una parte, a la regulación civil en materia de

incapacitación y de sucesiones, fundamentalmente, y, por otra, a diferente normativa

de índole fiscal, buscando, básicamente, favorecer las aportaciones a título gratuito a

los patrimonios protegidos, reforzando así los importantes beneficios fiscales que, a

favor de las personas con discapacidad, ya se venían introduciendo en las

disposiciones reguladoras de los distintos impuestos.


Documentos audiovisuales del tema 1:

1.“Lo incorrecto. Una nueva mirada hacia la discapacidad”.

Este vídeo nos muestra la realidad de las personas con discapacidad, a veces,

pensamos en ayudarlos, pero no sabemos realmente como se sienten ellos,

cuando exageramos la ayuda. Es tanto nuestro deseo de servirles que puede

ser abrumador y molesto para las personas con discapacidad. Sin embargo,

tenemos que preguntar primero antes de actuar.

Tenemos que valorar la vida y darles a esas personas un trato humano, ellos

son iguales que nosotros, tienen sentimientos igual que todos, solo debemos

apoyarlos cuando ellos lo necesiten y darles un buen trato sin hacerlos sentir

mal.

2. Conferencia: “Repercusiones económicas del Tercer Sector”.

La crisis ha llegado después de unos años en los que hubo una gran expansión del

Tercer Sector de Acción Social desde el punto de vista cuantitativo, y aunque parece

que estamos en los albores del final de la crisis a nivel macroeconómico, las

consecuencias sociales de la misma se van a mantener durante bastante tiempo, y es

en este preciso momento en el que el Tercer Sector está notando de forma más cruda

las consecuencias de los recortes en Política Social. Esta política de recortes, si se

mantiene en el tiempo, llevará aparejado una reducción del estado de bienestar y un

cambio del modelo de sociedad que tenderá a excluir del mismo a un gran número de
personas a las que habría que sumar a las personas ya excluidas en los “buenos

tiempos”.

Por tanto, la crisis económica y social a la que nos estamos enfrentando ha provocado

un aumento de las necesidades sociales y la generación de nuevos perfiles de

exclusión, casi siempre asociados a la situación más preocupante entre la sociedad

española, como es el desempleo.

Esta crisis afecta de una manera o de otra a todas la personas, entidades, etc. pero

para el Tercer Sector de Acción Social se puede hablar en concreto de algunas

amenazas específicas que se unen a las debilidades intrínsecas al sector que existían

con antelación, como la excesiva atomización, diversificación y dispersión de la

actividad; la dependencia financiera de la Administración Pública o la dificultad de

consensuar un discurso fuerte como sector. De las amenazas específicas a las que

me he referido con anterioridad, quizá la más importante es la drástica reducción de

los ingresos provenientes de las administraciones públicas, a lo que hay que sumar

una disminución general de otro tipo de aportaciones. Esta reducción de ingresos lleva

asociadas otras problemáticas como la dificultad de acceso al crédito o el aumento de

la competencia por los recursos económicos entre las entidades del propio sector e

incluso con la iniciativa lucrativa privada. Y mientras esto ocurre hay un crecimiento de

la demanda de los servicios que el Tercer Sector viene prestando.

Esta reducción de los ingresos se ve, en parte, compensada por una parte con el

aumento de la solidaridad de la ciudadanía, que se manifiesta en sus aportaciones a

ONG que destacan por su labor hacia los colectivos más vulnerables, y por otra parte

por la firme determinación del Tercer Sector para la garantía y defensa de las

derechos sociales en el escenario actual.

 
El TSAS debe asumir este crecimiento de la demanda de servicios derivado de la

situación actual, pero para poder asumir este coste social debe contar con nuevas

propuestas para la acción y la organización que se adecuen al escenario actual, se

debe generar una cultura de sector basada en la colaboración y la cooperación, definir

un marco claro de participación, propiciar experiencias de trabajo en red, gestionar las

entidades de manera coherente con sus principios y objetivos, generar reflexión e

innovación metodológica y aumentar la eficacia de la acción.

Para poder ser un actor principal debemos mejorar la calidad de la gestión interna de

las organizaciones, renovando e innovando procesos y procedimientos. También debe

existir una mejora de la formación del las personas profesionales y voluntarias, un

aumento de la profesionalización de las entidades y un incremento de la transparencia

en la gestión de los recursos, en la metodología y en los proceso de intervención. El

Tercer Sector al asumir que debe garantizar la asistencia y el trabajo con las personas

y colectivos más vulnerables, debe evitar dar un paso atrás en lo que se refiere a la

garantía y defensa de los derechos sociales.

Además, el sector debe hacer frente al reto de consolidarse como un agente de

comunicación social, elaborando y defendiendo un discurso sobre los problemas y

necesidades sociales, y que además muestre de manera clara la identidad del sector

al conjunto de la sociedad.

La crisis a la que nos estamos enfrentando nos ha dado la oportunidad de mostrar a la

sociedad algunas fortalezas como sector. Es cierto que el escenario actual, económico

y social, ha supuesto para el Tercer Sector de Acción Social un aumento de

dificultades y de situaciones de vulnerabilidad hasta el punto de que algunas

organizaciones han desaparecido, pero al mismo tiempo está saliendo fortalecido por

la labor  de sus voluntarios y voluntarias, y por haber dado una respuesta cercana,

además de eficaz, a las necesidades sociales que se están generando, respuesta a


unas necesidades que, en el contexto actual, si no fuese dada por el Tercer sector no

se realizaría.

Las fortalezas que ha mostrado el sector en estos momentos pueden ser la reinversión

de los “beneficios” en la misión de la organización, no perder de vista la calidad de los

servicios, una respuesta próxima, cercana y cálida a las personas, factor sumamente

importante sobre todo para las personas que se aproximan a la exclusión social por

primera vez; el sentido de confianza generada, la flexibilidad y la capacidad de

anticipación que le otorga la cercanía a la realidad cotidiana, y sobre todo, la

promoción de la participación de las personas.

A esto hay que sumar que el Tercer Sector de Acción Social no solo ha multiplicado

los esfuerzos de responder a las necesidades crecientes de la sociedad, sino que ha

denunciado los desequilibrios que han aumentado al amparo de la crisis económica,

intentando ofrecer algunas alternativas viables y sostenibles.

Así pues, el Tercer Sector tiene la oportunidad de visibilizar la eficacia con la que en

ocasiones esta actuando incluso por delante de los propios sistemas de bienestar del

Estado, poniendo de manifiesto “nuevos nichos” de pobreza. Además, debe desarrollar

su rol  de manera responsable y activa y consolidar sus funciones como agente de

cambio político y de denuncia de la vulneración de los derechos sociales.

Esto se podrá llevar a cabo tejiendo redes de alianzas y colaboración fuertes y

consolidadas, impulsar la innovación y la flexibilidad, para poder generar nuevas

respuestas que puedan llegar a ser una ventaja competitiva y sobre todo una

respuesta adecuada a las necesidades sociales emergentes.

Y sobre todo, el Tercer Sector de Acción Social debe recuperar su papel como agente

de fomento de la participación reforzando sus vínculos con sus bases sociales y con la

sociedad en general.
Por último, comentar que para un correcto desarrollo de lo anteriormente citado, el

Tercer Sector de Acción Social debe crear o actualizar nuevas articulaciones o marcos

(jurídicos, financieros) que puedan sentar las bases para el desarrollo, crecimiento y

sostenibilidad del Tercer Sector.

De manera tradicional las administraciones públicas vienen financiando a las 

entidades del TSAS, la normalidad es que financien programas y actividades por la vía

de la subvención, tras las preceptiva convocatoria. Asimismo, también se financian

programas de mantenimiento general de las entidades y ciertas inversiones,

especialmente para las entidades de ámbito nacional, y de segundo o tercer nivel.

Este sistema de financiación ha favorecido la cohesión y desarrollo del sector así

como su estructuración a través de federaciones, confederaciones, coordinadoras y

redes que han contribuido a la puesta en marcha de herramientas de trabajo comunes.

La percepción es que en la actualidad este sistema de financiación público se presenta

como obsoleto para el TSAS, con unas formulas inadecuadas e insuficientes, una

normativa reguladora, como la ley de subvenciones, deficiente y perjudicial con una

interpretación restrictiva de la norma: se prima el control administrativo sobre la

evolución de los resultados; una fiscalidad perjudicial, como por ejemplo el IVA

soportado no deducible; una contratación pública que no valora objetivamente la

especificidad del sector y la obsolescencia de los instrumentos de la Administración,

unidos a otros factores externos como los mecanismos de acceso al crédito

insuficientes.

Todo ello se ha visto agravado por la crisis económica que ha evidenciado estos

problemas preexistentes y ha agudizado los problemas de financiación del TSAS,

incluso se han creado nuevas problemáticas como la tardanza de las administraciones

públicas en los pagos, a los que se ha unido el endurecimiento del acceso al crédito, el

recorte generalizado de las partidas de gasto social, y la práctica desaparición de la

financiación de las obras sociales de Cajas de Ahorros, con algunas notables


excepciones. Además, las entidades que operan en el mercado pierden sostenibilidad

por la reducción de la demanda y el incremento de la competencia.

Para finalizar, el Tercer Sector necesita de manera urgente: en primer lugar, la

resolución del litigio ya histórico para un desarrollo adaptado al TSAS de la Ley de

Subvenciones;  una contracción pública más equitativa con el TSAS, quizá poniendo

en valor el retorno de la inversión del TSAS a la Administración; garantizar la

asignación del IRPF a proyectos sociales de ámbito generalizado con la adecuación

de esta asignación a las últimas sentencias del Tribunal Constitucional; encontrar una

solución a los agravios al TSAS en el tema del IVA soportado no deducible, conseguir

un fácil acceso al crédito para actividades e  inversión; incentivar las donaciones de

particulares y estudiar detenidamente las nuevas posibilidades que se abren en

materia de financiación como el fundraising, crowdfunding, colaboraciones con

empresas o bonos sociales.

Gran parte de la problemática descrita con anterioridad se vería paliada, al menos en

su mayor parte, con la consecución final de la Ley del Tercer Sector, a la que se ha

comprometido la actual Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Además,

esta Ley, sentaría las bases para una mejor defensa y garantía de los derechos

sociales.

3. Cortometraje: “Cuerdas”.

Es una historia muy hermosa donde María con su inspiración, dedicación y

amor ayudo a el niño con discapacidad a ser feliz el tiempo que le quedaba.

Maria es la única que empatiza con el e intenta promover su integración en la

escuela. Gracias a él, María encuentra su vocación y crece para convertirse en

una profesora de un centro de Educación Especial.


Lecturas del tema 2:

1. AGOTAMIENTO DE TRABAJADORES DE TRABAJADORES QUE

EJERCEN SU ACTIVIDAD LABORAL CON O PARA PERSONAS

TRABAJADORAS DE SERVICIOS HUMANOS SINDROME DE

BURNOUT DE LOS CUIDADORES.

El Síndrome de Burnout o del trabajador quemado es un estado de la personalidad

que se desarrolla secuencialmente, en lo referente al surgimiento de rasgos y

síntomas globales; un proceso de respuesta a la experiencia cotidiana de ciertos

acontecimientos. Aplicado en los comienzos sólo a trabajadores del ámbito social y

sanitario, el síndrome del “quemado” se ha generalizado en la actualidad. Todo ese

proceso que engloba el Síndrome de Burnout, varía de una persona a otra,

encontrándose desde estados leves hasta severos.

Este artículo nos hace reflexionar sobre la complejidad del síndrome de burnout, es

enfocado desde una perspectiva amplia, el objetivo de la autora es aclarar el concepto,

comparar definiciones, exponer sistemas evaluativos, en definitiva, establecer un

primer nivel crítico en el ámbito de las aportaciones bibliográficas, nacionales y

extranjeras, que permita continuar con seguridad la investigación de las hipótesis de

trabajo que interesan a la Psicología Social: el diagnóstico específico, la prevención

diferencial y el tratamiento del síndrome con métodos propios.

El trabajo recoge múltiples modelos explicativos. Una de las clasificaciones más

utilizada y actualizada es la de Gil-Monte y Peiró (1997). Estos categorizan los

modelos etiológicos en cuatro tipos de líneas de investigación: Teoría Sociocognitiva

del Yo, Teoría del Intercambio Social, Teoría Organizacional y Teoría Estructural.

Gil-Monte y cols. apoyan la tridimensionalidad del Burnout, pero sugieren otra relación

entre los mismos. Estos autores proponen que los profesionales experimentan una
falta de "realización personal" y el incremento del "cansancio emocional". De ambos se

deriva el manejo de estrategia denominada "despersonalización". Existe un consenso

básico sobre la importancia de diagnosticar el síndrome y de promover programas de

actuación.

Como bien se recoge para la evaluación del síndrome de Burnout se han utilizado

distintas técnicas. Los autoinfomes son los instrumentos más utilizados para la

evaluación del Burnout, y de éstos los preferidos por los investigadores son el Maslach

Burnout Inventory (MBI; MAslach y Jackson, 1981, 1986) y el Burnout Measure (BM,

Pines y Aronson, 1988).

El tipo de afrontamiento dirigido al problema engloba un conjunto de estrategias que

se pueden diferenciar en dos grupos: las que se refieren al entorno y las que se

refieren al sujeto Las estrategias de afrontamiento dirigidas a las emociones tienen

mayor probabilidad de aparecer cuando, según la evaluación del sujeto, no se puede

modificar las condiciones amenazantes del ambiente; y cuando el sujeto evalúa que sí

se pueden cambiar, entonces, hay más probabilidad que aparezcan las dirigidas al

problema.

Como reflexión final ante el síndrome de Burnout, se busca equipar a los sujetos con

estrategias de afrontamiento que les permitan mejorar su salud, calidad de vida laboral

y comodidad personal. En la actualidad estamos inmersos en una "sociedad de la

información" que ha cambiado su modelo y requiere de profesionales que se adapten

a los constantes cambios tecnológicos, sociales y culturales. No estamos preparado lo

suficiente para afrontar esa realidad de crisis. Por ello se requiere una formación

fresca y continuada que permita hacerle frente a la vida laboral, en la que sean

prioritarios otros conocimientos y valores diferentes a los técnicos, para los que sí

hemos sido preparados. Nos referimos a programas de formación que contemplen el

desarrollo de competencias personales, emocionales y profesionales que nos faciliten

comunicarnos con eficacia, manejar nuestras emociones. En el momento actual no


existen medidas paliativas ni terapéuticas efectivas para hacer frente al estrés y el

burnout en los trabajadores de servicios humanos. Tenemos el convencimiento de que

en el futuro, no sólo la puesta en marcha y el desarrollo de programas preventivos,

sino también su evaluación, se realizarán mediante un riguroso seguimiento. No

obstante, con este artículo nos hemos acercado más al conocimiento de este

síndrome. El trabajador, adquiere un mayor grado de conciencia sobre su situación

para de esa manera poder afrontar los estresores. Este mayor grado de conciencia

sensibiliza al sujeto, ya que los clientes con síndrome de Burnout no reconocen su

situación antes del tratamiento.

2. “ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE RSC DE LAS EMPRESAS MINISTERIO

DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL ESTRATEGIA 2014 2020

Se trata de un documento que pretende constituirse como un marco de referencia en

todo el territorio en materia de responsabilidad social y que incluye 60 medidas

dirigidas a impulsar el desarrollo de prácticas responsables en las organizaciones

públicas y privadas con el fin de que se constituyan en un motor significativo de la

competitividad del país y de su transformación hacia una sociedad y una economía

más productiva, sostenible e integradora.

En relación a su estructura, la Estrategia parte de seis principios, marca cuatro

objetivos estratégicos y 10 líneas de actuación con sus correspondientes medidas que

confluyen en una visión: apoyar el desarrollo de las prácticas responsables de las

organizaciones públicas y privadas con el fin de que se constituyan en un motor


significativo de la competitividad del país y de su transformación hacia una sociedad y

una economía más productiva, sostenible e integradora.

Los seis principios, tal y como se recogen en el borrador, son: la competitividad, la

cohesión social, la creación de valor compartido, la sostenibilidad, transparencia y

voluntariedad. Y las 10 líneas de actuación en las que se enmarcan las 60 medidas

concretas son:

1. Promoción de la RSE como elemento impulsor de organizaciones más sostenibles.

2. Integración de la RSE en la educación, la formación y en la investigación.

3. Buen Gobierno y transparencia como instrumentos para el aumento de la confianza.

4. Gestión responsable de los recursos humanos y fomento del empleo.

5. Inversión socialmente responsable e I+D+i.

6. Relación con los proveedores.

7. Consumo responsable.

8. Respeto al medio ambiente.

9. Cooperación al desarrollo

10. Coordinación y participación.

El documento incluye, además, una clasificación de las 60 medidas que contempla

según su prioridad.

Como reflexión decir que actualmente creo que la responsabilidad social de las

empresas Españolas está altamente acreditada en Europa, la posición que ocupan las

empresas españolas es un reflejo del esfuerzo que ha hecho nuestro país en materia

de responsabilidad social corporativa. Y la Estrategia Española de Responsabilidad

de las Empresas 2014-2020 (EERSE), ha contribuido a dicha consideración

internacional, ya que impulsa acciones que persiguen entre otros objetivos, el


reforzamiento de los compromisos de las empresas y de las Administraciones Públicas

con las necesidades de la sociedad y la generación de empleo. Es preciso provocar

una mejora en el cambio de mentalidad para hacer empresas más generosas con el

entorno en el que se desenvuelven, redundando en beneficio de todos.

3. EL PAPEL DE LA FAMILIA EN EL PROCESO DE ATENCION A

PERSONAS MAYORES EN CENTROS SOCIOSANITARIOS

En este artículo se analiza la implicación de las familias y el papel de la intervención

con familiares en el proceso de atención residencial y en centros de día, y se relata la

experiencia de su implantación en la Fundación Matía de San Sebastián.

El primer plan estratégico (1998-2000) de la actual época de la Fundación se enfocó

desde una perspectiva fundamental basada en la calidad y la implantación de los

modelos psicosocial y sociosanitario. En el siguiente (2001-2003), se incorporó un

enfoque bastante claro hacia el desarrollo y expansión del conocimiento, y se ha

avanzado mucho en la creación de unas bases sobre las que desarrollar de forma

sólida un ambicioso proyecto de futuro, habiendo nacido para ello el Instituto

Gerontológico Matía (INGEMA), en diciembre 2001.

Frente a la opinión, de que las familias no ofrecen el apoyo y la ayuda instrumental

necesaria a las personas mayores, es constatable que la familia sigue siendo el marco

en el que se encuentra la mayoría de la población mayor en nuestro país.

Incluso en el caso de las personas mayores que viven solas, en muchas ocasiones

reciben apoyo en mayor o menor medida de sus familiares, así como de sus vecinos y

otros apoyos informales. Dentro de los cambios sociales, cabe destacar el papel de la

mujer en la sociedad, la mayor fluidez en la planificación de los acontecimientos


vitales, la revolución tecnológica, y la disminución de la mortalidad y el

correspondiente aumento de la longevidad.

En el caso de que la intervención provenga de uno o más profesionales de diferentes

disciplinas, estamos hablando del apoyo formal.

A través del documento, se han intentado abordar algunas de las áreas y técnicas de

intervención para y con las familias de las personas mayores. Las diferentes técnicas y

áreas de intervención deben ser complementarias entre sí, recalcando la importancia

de los planes individuales de intervención.

Conclusiones:

-El cuidado familiar no cesa con la institucionalización del anciano, aunque

evidentemente hay un cambio de circunstancias y el tipo de cuidados no va a ser el

mismo. El rol de la familia va a ser diferente, no significa una ruptura con el pasado del

residente ni tampoco con su familia. Cuando una persona ingresa en un centro,

ingresa ella, su historia y su familia. El apoyo afectivo que da la familia no es

sustituible.

- Es necesario realizar un cambio de enfoque en los centros residenciales, desde

modelos clásicos centrados en los cuidados básicos de salud del residente a un

modelo de atención biopsicosocial que opte de forma explícita por la integración de la

familia en el equipo de cuidados.

-La integración de la familia, se desarrollará partiendo de un equipo de trabajo

interdisciplinar donde intervengan los diferentes profesionales que trabajan en el

centro. Principalmente, su método estará basado en una valoración integral del

residente, a partir del cual se marcarán diferentes objetivos e intervenciones que serán

desarrolladas por cada profesional.


-En el cuidado de la persona institucionalizada repercute positivamente en todas las

figuras implicadas en el cuidado, pero existen todavía muchas barreras que dificultan

esta integración.

-Las nuevas tecnologías van a proporcionarnos herramientas de comunicación y

desarrollo, y ayudas a la dependencia hoy en día insospechadas. Esta innovación

requiere transformar las ideas en realidad mediante nuevas propuestas en la atención

con sistemas avanzados de mejora continua que permitan planificar adecuadamente,

evaluar su eficacia e introducir las mejoras necesarias.

Documentos audiovisuales del tema 2:

1. Documental: “Cuidar al que cuidador”.

Los familiares de pacientes con Alzheimer y enfermedades degenerativas,

realizan reuniones para hablar, sin ser juzgados, de sus miedos,sus

experiencias, sus emociones. Es una práctica necesaria.Unos encuentros

donde poder desahogarse y al mismo tiempo ser escuchados. Estas reuniones

de grupo se han convertido en el lugar seguro de esta gran familia de

supervivientes, un lugar, donde aprenden a relativizar la dura realidad que

viven día tras día.

Se trata de un documental que coloca en primer plano a los cuidadores. Esas

personas anónimas que de forma desinteresada y gratuita dedican su vida a

atender a sus seres queridos que, por culpa del Alzheimer, ya no pueden velar

por sí mismos. 'Cuidadores' muestra los sentimientos de esos héroes anónimos

de la forma más humana. Unos héroes que están bajo la sombra de tan temible

enfermedad.

2. “¿Qué es la Responsabilidad Social Corporativa?” Entrevista a

Fernando Navarro García


La Responsabilidad social corporativa (RSC) es la responsabilidad que cada

organización tiene con el medio ambiente en que se desenvuelve y con la

sociedad de la que hace parte, se define como la contribución activa y

voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las

empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva,

valorativa y su valor añadido. El sistema de evaluación de desempeño conjunto

de la organización en estas áreas es conocido como el triple resultado.

4. Reportaje “Tabú de Jon Sistiaga: Y al final, la muerte... Fin”.

El reportaje nos hace cuestionarnos y valorar la importancia de la vida.

Un símil con el modo de ver la vida de Antonio sería que la vida es como

una canción, hermosa, valiosa, pero con un final, el que su autor decida, y

más importante, cuando él lo decida.

La muerte es parte esencial de la vida, la única certeza de un futuro

indeterminado al que todo ser humano tendrá que hacer frente

inevitablemente. Y, sin embargo, la sociedad ha terminado escondiéndola e

ignorándola hasta convertirla en un gran tabú, el más doloroso y grave de

todos los que ha creado. Sistiaga nos sitúa frente al hecho de morir y de

cómo se muere, y lo hace en una serie documental en la que se abordará

en profundidad el tema de la muerte. De la mano de expertos conoceremos

los diferentes puntos de vista de cómo nos enfrentarnos a la muerte en

España.

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