Está en la página 1de 11

Emily Dickinson: instantáneas del abismo

Magda Consuelo Pinilla Monroy

Emily Dickinson:
instantáneas del abismo*
Fecha de recepción: 2 de octubre de 2014
Fecha de aprobación: 2 de noviembre de 2014

Resumen:
Capturar a la poeta en instantáneas hechas de palabras Magda Consuelo Pinilla
es el objetivo de este texto. El presente artículo corresponde al Monroy
primer capítulo del proyecto en investigación-creación “Emily Universidad Pedagógica y
o la invención del abismo”. Esta colección intenta asir a Emily Tecnológica de Colombia.
Dickinson a partir de la lectura de su obra, y en diálogo con las magdapi133@yahoo.es
versiones que de ella han observado algunos de sus biógrafos o
lectores. Recolectar las migajas de pan, reconstruir, moldear cada Licenciada en Idiomas modernos Es-
pañol- Inglés. Docente. Estudiante de
fotograma de Emily, y dotar de vida a pequeños fragmentos de Maestría en Literatura UPTC.
su existencia nos ayuda comprender el misterio palpitante, el
abismo sin fondo en el que nunca terminamos de caer.

Palabras clave: Emily Dickinson; instantáneas; escritura


femenina; ermitaña; insurrecta; actriz; sociedad patriarcal.

* Artículo de reflexión para optar por el título de Magister en Literatura, enmar-


cado dentro del proyecto de grado “Emily: o la invención del abismo”, inscrito
en el grupo de investigación Senderos del Lenguaje.

Citar: Pinilla Monroy, M.C. (enero-junio de 2015). Emily Dickinson: in-


stantáneas del abismo. La Palabra (26). Páginas 139-149

139 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149
Emily Dickinson: instant snapshots of the abyss
Abstract:
The objective of this text is to capture the poet’s snapshots made in words. This article is the
first chapter of the creative research project “Emily or the invention of the abyss”. This collection
is intended to grasp Emily Dickinson starting from the reading of her work and in dialogue
with the views of some of her biographers and critics. Collecting bread crumbs, reconstructing
and molding each of Emily’s photograms, giving life to small pieces of existence, help us to
comprehend the beating mystery, the bottomless abyss where we never finish falling.

Key words: Emily Dickinson; snapshots; writing-in-the-feminine; hermit; rebel; actress;


patriarchal society.

Emily Dickinson: instantanées de l’abîme


Résumé:
L’objectif de ce texte et celui de capturer le poète en instantanées faites des mots. Cet article
correspond au premier chapitre du projet de recherche-création “Emily ou l’invention de l’abîme”.
Cette collection essaye de saisir Emily Dickinson à partir de la lecture de son œuvre, et en
dialogue avec les versions observées par quelques-uns de ses biographes ou lecteurs. Ramasser les
miettes, reconstruire, modeler chaque photogramme d’Emily, et doter de vie les petits fragments
de son existence, nous aide à comprendre le mystère palpitant, l’abîme sans fond dans lequel on
ne termine jamais de tomber.

Mots clés: Emily Dickinson ; instantanées ; écriture féminine; ermite; insurgée; actrice; société
patriarcale.

la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149 140
Emily Dickinson: instantáneas del abismo
Magda Consuelo Pinilla Monroy

Introducción su figura un halo inalcanzable. una toma de posición frente


Emily nos dice en uno de sus al fenómeno de la escritura
Mucha tela se ha cortado versos “el acertijo que adivina- femenina, los mecanismos
sobre la obra de Emily Dick- mos rápidamente lo desdeña- de su defensa y los disfraces
inson. Mucho se ha creado y mos”. Ella misma y su obra se que muchas veces se deben
se seguirá creando al tomarla constituyen en un acertijo que adoptar para salvar al arte, la
como punto de referencia: li- aún pertenece al territorio de poesía. Se recolectan aquí las
bros, reseñas, críticas, obras lo inconmensurable. Este es cenizas para recomponer a
de arte, composiciones musi- un nuevo intento por aferrar ese sujeto disperso (Barthes,
cales, programas de televisión, lo inasible, entrar en el espacio 1989, p. 9). Cada fragmento
concursos de comida, mara- vital de su existencia, mirar a será nuestro papel fotográfico
tones de lectura, videos y la los ojos a la medusa hecha de en donde revelar el espectro.
romería no termina. Además flores y petirrojos, y hacer un La toma dibuja una mirada,
de la religión creciente, Em- camino hacia la comprensión un puerto de avistamiento
ily no ha escapado a la era de su obra. desde donde contemplarla.
digital: todos los manuscritos Emily es muchos rostros, no
han sido digitalizados; existen Instantáneas es ninguno y es todos. Cada
archivos de las envolturas de uno impreso sobre el suyo ha
chocolate que reutilizó para A continuación se presen- ayudado a develar u ocultar
escribir sus poemas; podemos ta una colección de instan- la verdad sesgada que pedía la
admirar su herbario o los orig- táneas logradas a partir de la poeta entre susurros.
inales de sus cartas. Es posible oposición de luces y sombras
además observar su cuarto en entre el discurso propio y el Oruga en labios de
vista de trecientos sesenta gra- discurso de otros lectores. Es- ermitaña
dos, la mesa donde escribía, tos fotogramas estarán revela-
su cama en forma de trineo; dos con los textos de la propia Alas atacan el cristal.
todo puede ser explorado. Se poeta. El método guía es una El ojo presiente
supondría que con la intimi- adaptación de la anamnesia la caída del lirio blanco
dad revelada, estaríamos más descrita por Barthes: una mix-
cerca de comprender todo tura de deleite y de esfuerzo En la versión mítica1 Emily
sobre esta solitaria mujer que en la que intentamos recuper- Dickinson es presentada como
cambió con su poesía el cami- ar un recuerdo, como sucede una ermitaña, una especie de
no de la literatura. Entonces, en el haiku (1978, p. 67). monja retraída, apartada del
¿por qué seguir hablando de
mundo, rechazada por él. Su
Emily Dickinson? Pero además de reencon- vida ha sido dibujada por el
trarnos con el recuerdo de rasgo del encierro, a veces,
Aún no termina de deve- Emily Dickinson se busca más destacado para algunos
larse el misterio que guardaba reconstruir una imagen de la críticos que su propia obra.
la bella de Amherst en esos 1775 poeta que escapa, a veces, por Emily ha sido conocida como
poemas, agrupados en mano- la predilección humana al la eterna solterona virgen del
jos de hojas y guardados en el morbo o las lecturas patriar- pueblo de Amherst. El crítico
baúl de su cuarto. Todavía se cales que reducen el campo de John Crowe Ransom decía que
sigue erigiendo alrededor de visión de su obra. Este texto es
1 En mi caso personal (y en el de la mayoría de sus lectores) el mito fue lo que me acercó a la lectura de la poesía de Emily
Dickinson. Me resultaba atrayente el hecho de que una escritora tomara el encierro como opción para desarrollar su vocación
poética. Pero la idea de encierro, en Dickinson, ha sido ampliada ya que más que abandono del mundo ella logró crear un
territorio paralelo, un universo personal desde donde poder dirigir su carta al mundo.

141 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149
esa “personita” que se hacía La instantánea de esta ha- cartas, que fueron su medio
cargo de las labores de su casa bitante, la ermitaña de blan- de contacto con el exterior y
era “una monotonía de escasa co, podría hacernos pensar, unas pocas pero significativas
distinción” y agregaba que “en en primera instancia, en una amistades; sus rituales cotidi-
su comunidad protestante las poeta alejada del mundanal anos, como cocinar, cuidar de
solteronas dulces tenían su ruido, una especie de monja sus plantas, bordar, el cuidado
lugar asegurado y útil en el compungida. Nos hemos acos- de su casa y su familia, accio-
círculo familiar” (1998, citado tumbrado a ver en la soledad nes que le dieron prácticas
en Gilbert y Gubar, p. 532- un factor oscuro y desprovisto donde combinar lo habitual
533). Es tal vez el hecho de de riqueza. Y Emily está muy con lo transcendente, donde
ser mujer o la incertidumbre lejos de ser uno de estos este- lo cotidiano y lo poético son
sobre sus verdaderos amores2 reotipos. En Emily hay encier- uno mismo.
lo que ha puesto el reflector ro pero también hay grandeza
sobre este punto. Y aunque el como lo manifiesta Ospina: Esta ermitaña fue libre
encierro ha sido elección de para construir un mundo en
otros grandes como Proust o Nunca se casó, rechazó las donde poder cultivar su arte.
Salinger, en Emily parece ser iglesias, los preceptos litera- Organizó su vida en función
rios, las ideas heredadas, se
una marca ineludible y reitera- fue encerrando en su con-
de la escritura; renunció a una
da en los estudios de su obra. dado, en su pueblo, en su parte del mundo y encontró
calle, en su casa, en el silen- en sí misma un rincón desde
Borges nos presenta en cio, en el color blanco de donde observar el infinito,
el prólogo realizado para una los trajes, en la vastedad de formarse, y florecer.
selección de poemas de Em- su espíritu. (Ospina, 1994,
p. 70-71)
ily Dickinson el semblante de Al agazaparse en sí misma,
esta Emily ermitaña: como en una crisálida, se des-
Y he aquí que para Emily
pliega como poeta:
No hay, que yo sepa, una Dickinson el encierro es, seña-
vida más apasionada y más la Ospina, una “vastedad”, un
solitaria que la de esa mu- ilimitado espacio para crear The Waves grew sleepy—Breath—did
not—
jer. Prefirió soñar el amor su propio mundo, un mundo The Winds—like Children—lulled—
y acaso imaginarlo y temer- hecho de palabras. Then Sunrise kissed my Chrysalis—
lo. En su recluida aldea de And I stood up—and lived—
Amherst buscó la reclusión (Dickinson, The complete poems of
de su casa y, en su casa, la Emily era consciente de su Emily Dickinson, 1961, p. 294)
reclusión del color blanco poder y eligió huir del ruido,
y la de no dejarse ver por de la sociedad que le corre- la Olas se adormecieron—la respira-
los pocos amigos que reci- spondió en suerte y concen- ción—no—
bía. (Borges en Dickinson, trarse en lo que era impor- los vientos—como niños— arrullaron—
2006, p. 11). luego el sol naciente besó mi crisálida—
tante para su vocación, la vo- y me puse de pie —y renací—
racidad lectora, la escritura de (Dickinson, Poemas, 2006, p. 187)

2 La última palabra sobre los amores de Emily Dickinson sigue estando bajo las aguas de lo desconocido. En Emily Dickinson:
una biografía interpretativa, Johnson, biógrafo y editor de Dickinson, afirma que de sus dos grandes amores Charles Wadswor-
th y Otis Lord sólo unas pocas cartas o borradores han llegado hasta nosotros y los interrogantes acerca de si correspondie-
ron o no al amor que se supone Emily les profesaba siguen siendo un misterio. Richard Sewall, otro biógrafo de Dickinson,
asegura que tan sólo se conserva una décima parte de las epístolas de Emily, lo que ha acrecentado aún más la especulación
por la falta de documentación, principalmente, en el aspecto amoroso. Sewall incluso abre la posibilidad de la atracción que
Dickinson sentía por las mujeres (Rich, 1983, p. 191). Desde la teoría feminista se sostiene que la relación amorosa entre
Emily y su cuñada Susan Huntington es también probable.

la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149 142
Emily Dickinson: instantáneas del abismo
Magda Consuelo Pinilla Monroy

Insurrecta: el temblor en pecular es necesaria en nuestra The Bible is an antique Volume—


una mujer que susurra condición de criaturas de ilusión Written by faded Men,
At the suggestion of Holy Spec-
como nos dice Virginia Woolf: tres—
El sueño de ser brizna agitada “Hace siglos que las mujeres Subjects—Bethlehem—
siempre llega con la oscuridad. han servido de espejos dota- Eden—the ancient Homestead—
El cuerpo aguarda con ojos dos de la virtud mágica y de- Satan—the Brigadier—
cerrados. Judas—the great Defaulter—
liciosa de reflejar la figura del
hombre, dos veces agrandada” David—the Troubadour—
La subversión de Emily Dic- Sin—a distinguished Precipice
(1991, p. 58). Others must resist—
kinson se da en varios frentes.
Emily fue rebelde en su socie- Boys that “believe” Are very lo-
En estos territorios de espe- nesome—
dad, en la religión y en su escri- jos y de lugares dominados por Other Boys are “lost”—
tura. Su lucha es una forma de lo masculino, Emily Dickin- Had but the tale a warbling Te-
defender su oficio; una postura son inscribió su nombre, y nos ller—
de la mujer artista y de las for- dejó, además, un modelo de re- All the boys would come—
mas de combatir la adversidad Orpheus’ sermon captivated—
sistencia a través del cual logró It did not condemn—( Dickin-
en beneficio de su arte. modificar su entorno y abor- son, 1961, p. 644)
dar su realidad desde la poesía.
Matar al patriarca El acto solitario en el que cose La biblia es un antiguo libro
a mano cada fascículo con los escrito por hombres desteñidos,
En primer lugar tenemos manuscritos de sus poemas y bajo la sugerencia de los espectros
una poeta del siglo XIX inmer- sagrados—
lo guarda en un baúl es una los temas —Belén—
sa en una sociedad patriarcal. imagen tan poderosa como la el Edén —el antiguo hogar—
Su lucha fue mantener su lib- imagen de Juana de Arco esca- Satanás —el oficial—
ertad y poder hacerse un espa- lando las murallas en la batalla Judas—el gran traidor—
cio para crear. Su condición de Jargeau. Las dos libran sus David —el rapsoda—
de mujer suscita un rechazo guerras, las dos luchan contra
El pecado —un distinguido preci-
cuando esta no sigue la línea picio—
la corriente. Que otros deben resistir.
que le ha sido establecida
Los muchachos que creen están
como única e inviolable. En Amarás a la poesía por muy solos
el sistema patriarcal sólo hay sobre todas las cosas Los otros, muy perdidos
un camino, sólo una fe, sólo De tener un narrador susurrante
la mirada masculina. Todos los muchachos vendrían.
Por el camino de la religión
El sermón de Orfeo cautivaba,
Emily Dickinson llegó a con- No condenaba.
El patriarcalismo como
ocer los himnos religiosos que
sistema de relaciones domi-
nante que coloca un solo fueron modelo para la elabo- Nunca hizo profesión de
punto de vista, en el caso ración de sus poemas: “bási- fe. Fue rechazada al no sen-
que nos ocupa, el masculi- camente empleó en todos sus tir el llamado de Dios como
no, blanco, propietario, y poemas metros derivados de
ciudadano como patrón oro
era lo habitual entre sus co-
los himnarios ingleses” (John- terráneos y esto se constituyó
de lo universal (Stark citada
en Herrera, 2005, p. 26).
son, 1967, p. 86). También, le en una lucha constante entre
llegó la biblia que fue un libro su espiritualidad (que estaba
La mujer está sometida. Su tutelar y gran fuente de inspi- más lejos de las imposiciones
función en la sociedad patriar- ración. Ella bebió de la biblia, de la iglesia) y el mandato re-
cal es servir de espejo a la figu- tomó personajes y frases, las re- ligioso: “ya me tachan como
ra del hombre, esta imagen es- sinificó, y les insufló un aire de uno de esos baldones raros y
libertad y de crítica:

143 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149
la dureza de mi corazón hace jor. Aventurarse en la poesía mos las palabras y ganamos el
que muchos recen por mí”. de Dickinson, es para Bloom, complejo laberinto de signifi-
(Dickinson en Johnson, 1967, un exigente combate cogni- caciones y matices tras cada
p. 11). tivo que nos invita a pensar una; jugamos nuestro rostro
con cuidado, a dejar de lado de lectores de poesía y descu-
Emily creía en algo con fe lo ya establecido, a pensar una brimos que nosotros estamos
absoluta. Tenía su propia re- vez más (Bloom, 2000, p. 115). entretejidos con ella. Somos
ligión. Esta era la poesía; no Con una alta dosis de ingenio material, su sangre.
sólo por el hecho de escribirla e ironía el coctel poético está
sino de ver todo a través de su listo para surtir su efecto tal Sabemos que algo potente
lente. Una especie de toque como podemos apreciarlo en nos ha golpeado. No se ven
para encontrar en su medio lo este corto poema: venir las heridas. La “tími-
transcendente, lo inmortal: en da” bella de Amherst nos ha
la naturaleza, en la palabra, en La “fe” es toda invención contagiado de inmortalidad.
el hogar, todos los anteriores Para el hombre con cons- Creer conocerla por un texto
ciencia—
como parte de una misma es- Los microscopios son bue-
es una afirmación arriesgada.
encia. Sus rituales cotidianos nos Intentar reducirla y definirla
son una especie de método En un caso de emergencia con un poema o incluso unos
panteísta donde la presencia (Dickinson, 2011, p. 10) cuantos es, en palabras de
de lo divino no radica en la Rich, imposible:
alabanza a un ser poderoso, La ciencia y la religión
sino en observar con deten- tienen en la mente humana su “No existe una selección
imiento aquello que nos acerca lugar. La fe es una ilusión que de sus poemas que la repre-
sente en su gama total. La
a lo verdaderamente poético. ayuda a vivir. Cuando ésta fal- grandeza de Dickinson no
La poesía auténtica no reposa la, la ciencia aparece. Este poe- puede ser medida en tér-
en los libros. La poesía está en ma es una muestra de la ironía minos de veinticinco poe-
el acto mismo de existir. e inteligencia que nos mencio- mas o cincuenta poemas,
naba Bloom: “tan original que ni siquiera de quinientos
Un ejemplo de ello lo en- categorizarla con precisión es poemas líricos perfectos; su
obra tiene que verse como
contramos en el poema 1472: casi tan difícil como catego- la acumulación que es.”
Observar el cielo estival es poe- rizar a Shakespeare” (Bloom, (Rich, 1983, p. 197)
sía, aunque no repose en un 2000, p. 115).
libro.
Los poemas auténticos, se desva- Entrar a sus dominios es
necen. (Dickinson, 2007 , p. 50) Camaleónica (Alicia-No- más seguro si se penetra su
ra-Ofelia-Judith) fortaleza: su obra como to-
Ser o no ser- o el agua que talidad. Este es un reto para
ondula Es fácil inventarse una Vida— cualquier lector o cualquier
Dios lo hace —a Diario— escritor de poesía. También
El crítico norteamericano La Creación —no es más es posible que con sólo una
Harold Bloom la considera que el Juego probada, con un solo poema,
como uno de los veintiséis De Su Autoridad— se pueda inocular parte de su
autores incluidos en el canon E. Dickinson poder. Mientras tanto cada
occidental. Una poeta esencial poema sigue librando batallas
como lo fueron Blake o Shake- Leer cada poema de Em- por Emily. Sigue resistiéndose
speare pues reinventó lo ya ex- ily Dickinson es una apuesta a los moldes y los signos de
istente, lo creó de nuevo y me- contra lo innombrable: juga- dominación. La lectura de su

la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149 144
Emily Dickinson: instantáneas del abismo
Magda Consuelo Pinilla Monroy

obra es una experiencia que varios disfraces para sortear escribe desde una sensibilidad
nos lleva inevitablemente a las barreras que enfrentaba su desbordante de quien puede
preguntarnos por la persona arte; y si miramos con atención jugar a ser los otros sin ser
que escribe o la voz que nos sus poemas podremos ver que juzgado. Alicia se encoge para
habla. Es posible que lleg- nos hablan voces distintas, que traspasar umbrales, Emily se
uemos a pensar, incluso, que habitan una misma poeta, en hace pequeña para evitar que
la misma persona no pudo este caso la dulce doncellita: el mundo mutile su poesía.
escribir todos los versos o po- ‘Tis Sunrise—Little Maid—Hast
emas, ¿pero cómo podría esto Thou La niña Emilie permanece
No Station in the Day?
ser posible?, ¿Es una Emily?, ‘Twas not thy wont, to hinder
en su cuarto y no está
¿varias Emilies? so— obligada a cumplir las
Retrieve thine industry— labores de los adultos. Esta
En una carta enviada al ‘Tis Noon—My little Maid— máscara dickinsoniana
Coronel Higginson3 Emily ex- Alas—and art thou sleeping yet? además le otorgó ciertas
plica el recurso que le permite (Dickinson, 1961) licencias poéticas como
hablar desde otra persona: Sale el sol - doncellita - ¿No validar sus faltas ortográficas
“Cuando me designo como la tienes o gramaticales o incluir en
Representante del verso—esto Labor para el día? sus borradores signos como
no quiere decir —yo—sino una No era tu costumbre, quedarte el más (+) de las operaciones
así - matemáticas para dar opción
persona imaginaria”. (Dickin- Vuelve a tu trabajo –
son, 1999, p. 37) Su “yo” lírico en la selección de palabras
Es mediodía – mi doncellita -
puede adoptar diversas más- Ay- ¿y todavía durmiendo? para los versos: “Le permitió
caras y construir personajes no sólo escribir gran cantidad
que van sosteniendo la novela Cuando la Alicia de Carroll de poesía, sino escribir
creada por ella misma, sobre arriba al país de las maravillas gran cantidad de poesía
su obra y su vida. La muñeca se da cuenta que debe adaptarse asombrosamente innovadora,
rusa se despliega y nos deja ver a ese nuevo mundo como su poesía llena de “errores”
a la actriz y sus personajes. única opción de sobrevivir. gramaticales y excentricidades
Emily también debe adaptarse estilísticas que solo una niña
Alicia al mundo que la rodea y loca podría escribir”. (Gilbert
para poder desarrollar su & Gubar, 1998, p. 579).
-Temo que no puedo aclarar arte; encuentra una forma de
nada conmigo misma, proseguir y esta es haciéndose Nora
Señora-dijo Alicia-, porque no a sí misma una niña. Esta
soy yo misma, ya lo ve. voz le da libertades: la niña En otro rol encontramos
L. Carroll es libre de soñar, de escribir y también el de la esposa. Esta
así escapar de las obligaciones máscara es ambivalente pues
Desde la teoría feminista se sociales o familiares. Incluso contiene ideas diversas sobre
sugiere que Emily Dickinson le da un nuevo nombre: su papel: algunas veces es sumi-
hizo de sí misma un personaje Emilie. La niña habla y sa y frágil ante el poder de un
de ficción: Emily se construyó “Él” que representa la autori-

3 Thomas Higginson fue un intelectual, escritor, activista y defensor de los derechos de los esclavos, las mujeres y las clases me-
nos favorecidas. Participó en el movimiento abolicionista donde ostentó el grado de coronel. Fue, en vida de Emily, su lector,
amigo, maestro y consejero y tras la muerte de la poeta contribuyó con la edición de su obra. La correspondencia que mantuvo
la poeta con Higginson fue un estímulo constante que le permitió autoafirmarse como poeta, a pesar de que Higginson no fue
siempre acertado en sus apreciaciones (pues la poesía de Dickinson le causaba extrañeza debido a que no encajaba en el canon
de la época por su trasgresión y singularidad). Emily se sobrepuso a la crítica y no decayó en su vocación.

145 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149
dad, lo oscuro, el opresor. La Emily parodia la relación tomado en serio. Dickinson
novia, la esposa o la prometi- de la esposa y su amado. explora la posibilidad de la
da pierden su condición de Como Nora, personaje central locura para decir cosas que
niñas y sus nuevas labores no de Casa de muñecas, la esposa cuerda no estarían bien, la
dejan espacio para imaginar o asume una posición que ex- condenarían a un rechazo ma-
crear pues son subordinadas pone su papel de subordinada yor. Emily puede decir una
de la figura patriarcal y su tra- y compara el título de esposa “verdad que el hombre común
bajo es obedecer. Pero esta es- con el de “emperatriz del cal- no podía expresar” (Foucault,
posa también nos ofrece una vario”. Nora no quiere bailar 1998).
mirada mordaz sobre las pér- más al compás que le dicta su My Brain—begun to laugh—
didas que implica casarse para marido; la esposa, en la poe- I mumbled—like a fool—
And tho’ ‘tis Years ago—that
una mujer. La ironía aparece sía de Emily pregunta en tono Day—
para cuestionar ese aparente sarcástico: “Is this –the way?”. My Brain keeps giggling—still.
halo de perfección de la espo- And Something’s odd—within—
sa que cumple con sus sagra- Ofelia That person that I was—
das obligaciones; la fragilidad And this One—do not feel the
y la pose inocente se rompen: La locura ha pasado por same—
Could it be Madness—this?
la mujer toma conciencia y se varias apreciaciones en la his- (Dickinson, 1961, p. 195)
rebela ante el “suave eclipse” toria humana. Ha sido vista
del matrimonio: como enfermedad, como mar- mi cerebro —se echó a reír—
ginalidad, como crimen; loco y a balbucear —como un idiota
Empress of Calvary! es aquel que no se ajusta a las —
Royal – all but the Crown! y aunque pasaron años —desde
reglas, que va en contravía, el
Betrothed – without the swoon aquel día—
God sends us Women –
rebelde. la risita perdura—
When you - hold - Garnet to y algo extraño —dentro—
Garnet – Igualmente, la mujer que de la persona que yo era—
Gold – to Gold – no obedece, en una sociedad y ésta —que no siente lo mismo—
Born – Bridalled – Shrouded – patriarcal es una loca. A veces ¿Podrá ser locura?
In a Day – (Dickinson, 2006, págs. 119,120)
un monstruo, a veces una bru-
Tri Victory
“My Husband” – women say – ja. La loca debe ser encerrada
pues puede inocular en otros El quiebre se da adentro.
Stroking the Melody –
el deseo de rebelión. No es ex- “La persona que yo era” no
Is this – the way? (Dickinson,
1961, p. 487) traño que muchos lectores de está más. Muta en algo com-
Emily hayan visto en ella pro- plejo. Un nuevo “yo” ocupa
¡Emperatriz del Calvario! blemas mentales como conse- ahora el habitáculo del ser.
¡Real —en todo menos la corona!
cuencia del rechazo amoroso Reconocerse diferente le cau-
Desposada —sin desmayo sa duda, la hace consciente, le
Dios nos envía Mujeres— o incluso para justificar su
encierro. permite ver.
Cuando — te sostienes —Rubí
con Rubí—
Oro —con Oro— Así como la máscara de la Los poetas, como los locos,
Nacida —Casada —Amortajada—
niña, que pasa desapercibida, son trasgresores de las nor-
En un Día— mas. Al poeta se le da cierto
Victoria Triple la máscara de loca le otorga
un discurso que es vedado a estatus para decir cosas que sa-
«Esposo mío» —dicen las muje-
res— los demás. El loco es un mar- len de lo ordinario. Al loco se
Tocando la Melodía— ginal, nadie le presta atención. le sepulta en hospitales menta-
¿Es éste —el camino? Aunque diga la verdad no es les. El poeta es aceptado pero
también es juzgado por sus

la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149 146
Emily Dickinson: instantáneas del abismo
Magda Consuelo Pinilla Monroy

palabras, y a veces es tildado queda. Nos hace entrar en su de sus maniobras por sobre-
de loco. El loco, en cambio no juego. El aleteo nos va llevan- vivir están incrustadas en sus
es responsable de su discurso. do hacia una espiral de la cual poemas. Estos retratos nos sir-
A veces es poeta. ya no podemos volver. Pero ven como guía para entender
esta muerte le permite seguir la puesta en escena del teatro
Judith viendo, es decir, no es un es- llamado Emily Dickinson.
tado vacío sino que, por el
Emily usó una máscara contrario, encuentra en el la La poeta recrea su dra-
para lidiar con la inmortali- posibilidad de experimentar y ma (escrito en su propia piel),
dad. Esta voz serena y observa- describir lo que sigue después crea el escenario y los person-
dora nos entrega descripcio- de la vida; un desprenderse ajes necesarios para presentar-
nes que distan de ser escatoló- de sí mismo. Emily logra ca- nos su ficción, su obra maes-
gicas y presentan una mirada nalizar su lugar exterior para tra, su propia existencia:
distinta acerca de la muerte. casi convertirse en una muerta la poeta privada que in-
No hay terror en ese más allá, más con la capacidad de perci- venta cuidadosamente
una multitud de rostros
el terror casi siempre está en bir lo que le rodea. ficticios diferentes para su
seguir viviendo. Un estado en- “mujer- de blanco”, todos
tre el ver y la ceguera: Virginia Woolf nos dice: creados para enredar y de-
“Imaginemos, ya que los he- vorar la atención del futuro
I willed my Keepsakes –Signed chos son tan difíciles de atra- (…) un tapiz en el que cada
away par, qué hubiera sucedido si poema era en cierto sentido
What portion of me be un rostro preparado para
Assignable –and then it was Shakespeare hubiera tenido encontrarse con los rostros
There interposed a Fly – una hermana, maravillosa- que imaginaba se iba a en-
mente dotada, llamada Judith, contrar (Gilbert & Gubar,
With Blue –uncertain stum- supongamos” (Woolf, 1991, 1998, p. 623).
bling Buzz –
Between the light –and me – p. 71). Podríamos contestarle
And then the Windows failed que esa hermana nació dosci- Los múltiples “yo” de Em-
–and then entos catorce años después en ily Dickinson son armas para
I could not see to see – (Dick- el cuerpo de una mujer de apa- luchar contra la sociedad pa-
inson, 1961, págs. 223,224) triarcal. Los fotogramas no
riencia frágil que escondía un
yo había legado mis recuerdos monstruo. Emily Dickinson son fijos como en la fotografía
–legado es una retaliación de las po- tradicional. Van mutando con
todo lo que podía transferir etas nacidas y no nacidas. Em- la poeta que habla. Emily es
de mí ily o Judith, la hermana poeta la ironía, el humor, nuevas
fue en ese momento
cuando se interpuso una mos- de Shakespeare, ha arrasado el posturas, discurso propio, la
ca – suelo en que fue enterrada y libertad. Muy similar al arti-
es capaz de hablarnos desde la ficio de Miguel de Cervantes
con azul zumbaba indecisa tumba. Saavedra, quien inventa a un
tropezaba – tal Cide Hamete Benengeli
entre la luz –y yo –
y luego las ventanas declina- A manera de conclusión como autor del Quijote, Em-
ron –y luego reconocemos la versatilidad ily utiliza diferentes rostros
no pude ver para ver – (Dick- que logró Emily a través de sus para ver a través de los ojos
inson, 2006, págs. 136,137) diferentes instantáneas. Logró del otro: la ermitaña, la insur-
construir su complejo univer- recta, la actriz y sus person-
El zumbido de las mos-
so poético dejándonos rostros ajes (niña, loca, esposa, muer-
ca nos persigue en el cuarto
y máscaras de lucha. Las pistas ta). Estas versiones posibles de
de nuestra mente. Persiste, se

147 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149
sí misma son nuestros rostros Ordenamos según su elemento, y dices
en el espejo anhelante, la sin- Los materiales de nuestro hogar -No los necesitas-
gularidad que universaliza. La Sin bases, sin subsidio, y en tus manos reposa una copa de
las maquetas serán de nuevo un jerez,
roca en la mano a punto de asunto sin importancia. que bebes mientras dura el aleteo
quebrar el cristal. En la arquitectura del sueño de la abeja
Todo producto es intuición. y dices
E S P A C I O S (Has notado que cuando lees tus pulmo- -No tengo tribunal-
nes recogen más aire, como si te estuvi- cae la copa
What mystery pervades a well!
eras preparando para cantar o nadar y te abrazas a la palabra abismo
That water lives so far- por debajo del agua y sientes) creas el hueco donde cabe mi ojo
E. Dickinson -Todo vendrá por añadidura -diría abierto
la abuela y decido saltar del risco más alto
Pienso mi escritura como Como sólo suceden los milagros he regresado, he vuelto a ti
una caja de Cornell. Cajitas cotidianos a desaprenderte
En el ir y venir de las manos dili- a quemar los libros de tu casa
que contienen objetos colec- gentes tus cajas de invenciones
cionados, recuerdos, relojes En el perfumado hogar, en el teji- y lavar cualquier indicio de tu vuelo
descompuestos, hojas secas, do, en la zanja del jardín borrar el contorno que dibuja el ramito
caracoles pintados con crayo- Vamos haciendo que el ritual nos de jazmines
nes, cartas sin remitente, imá- elabore perpetuamente, y la foto de tus padres abrazados al dios
ficciones de nosotros, de lo que fui- mutilado
genes de otros tiempos, siem- mos y pudimos ser
pre más felices. Todos com- hacer acrobacias para evitar a las
Aprendemos a enredar los pies en muertes
ponen artesanías personales. las zarzas o a la vida líquida
Todos guardan entre sí una y luego a llamar a gritos -nos han engañado a todos-
lógica intangible y aunque para que nos liberen. mientras me desplomo pienso
hacen parte de un todo, tam- Tarde recordamos que estamos so- en el color de la tierra que te camu-
los
bién pueden verse de forma fla de los merodeadores
no hay salvadores ni plebeyos,
independiente. Cada compar- el azul que cruza tu cuello como
sólo nuestras piedras titilantes -pa-
una horca, pero te deja respirar una
timento, un verso, una fic- labras-
nos salvan. hora más
ción, una mancha, una huella el rojo ¡ay! el rojo en tu cabeza, la
de lo imposible -los sueños Vamos a clavar en árboles y rocas,
indicaciones para llegar hasta ti lava de tu pecho
y las pesadillas- y también la o para perderse tu sangre girando tras el olmo
muerte. repasar el rumor del suelo ardiente eres la cruz en la frente
-destruir, recomponer, cavar, enter- la estrella en la solapa
el mito en la pantalla, ellas, todas,
SWEET HOME rar e imaginar su estructura-
nadie
El lugar de la noche cuando el muro empieza a revelarse
-Las raíces enjugan el sudor de mi eres ese punto lleno de la nada
donde más se escuche el ruido de donde me confundo
los grillos sofocados piel-
no quiero escapar de su fuego ni la sal sepultando tu puerta
es el lugar preciso para edificar
pero es tiempo de huir o la inundación de tu laberinto
nuestro reino.
seguir el rastro del pastel en la ven- los muros cubiertos de moho,
Antes que el temblor nos asuste
debemos atar las naves tana imperceptibles caminos hechos por
y avanzar sigilosos. tus mensajes a la oscuridad el viaje al jardín
Si hay fuego fatuo, las llaves hechas de hormigas (ese extraño latido en tu pecho, esos ojos
O inundación Y dices que aguardan tras la puerta)
O Nube -Aquí está la libertad - bellos crímenes, cintas, pan recién
Lo mejor es desvanecer entre los y me encierras en una jaula de roca horneado,
lirios no hay barrotes, cada piedra, cada palabra.
Todas las evidencias de la caída. se han llevado la comida. encubriendo el borde de un Enig-
Andamos y a cada paso devoramos los vigilantes aguardan con sus lin- ma
El exquisito plato del ojo, ternas siempre listas

la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149 148
Emily Dickinson: instantáneas del abismo
Magda Consuelo Pinilla Monroy

Referencias
Barthes, R. (1978). Roland Barthes por Roland Barthes. Barcelona: Editorial Kairos.
Barthes, R. (1989). Sade, Fourier, Loyola. Los Angeles: University of California Press.
Bloom, H. (2000). Cómo leer y por qué. Santa Fe de Bogotá: Norma.
Dickinson, E. (1961). The complete poems of Emily Dickinson. (T. Johnson, Ed.).
New York: Little Brown and Company.
Dickinson, E. (1994). En mi flor me he escondido. (Primera ed.). (J. M. Arango, Trad.). Medellín:
Intergraf Editores.
Blanco, A. (1982). Emily Dickinson: Breve antología. Material de lectura Num. 98, Serie Poesía
Moderna. México: UNAM.
Dickinson, E. (1999). Cartas a T.W. Higginson. (P. Derrick, & C. Blanco, trads.). León, España:
Universidad de León.
Dickinson, E. (2006). Poemas (Primera ed.). (S. Ocampo, trad.).Barcelona: Tusquets Editores.
Dickinson, E. (2007). ¿Quién mora en estas oscuridades? Santa Marta: Ediciones Exilio-Mesosaurus.
Foucault, M. (1998). Madness and Society. Recuperado de http://research.uvu.edu/albrecht-crane/
HONR%202100/Madness%20%20Society.pdf
Gilbert, S. M., & Gubar, S. (1998). La loca del desván: La escritora y la imaginación literaria del siglo
XIX. Madrid: Ediciones Cátedra.
Johnson, T. H. (1967). Emily Dickinson, una biografía interpretativa. México D.F: Pax-México.
Puc, L. (Diciembre 2008). Emily Dickinson, poeta de las esencias. Cuadernos de Trabajo. Instituto
De Investigación Histórico-Sociales, (33), 67-73.
Rich, A. (1983). El Vesubio en casa: el poder de Emily Dickinson. En A. Rich, Sobre mentiras, secretos y
silencios. Barcelona: Icaria Antrazyt. 185-219.
Woolf, V. (1991). Un cuarto propio. Madrid: Ediciones Jucár.

149 la palabra No. 26 Tunja, Enero - Junio de 2015, ISSN 0121-8530 pp. 139-149

También podría gustarte