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Retrospectiva epistemológica del “objeto a”

P.9/10 de la conferencia: “Les voy a proponer una lectura de cómo opera el “objeto a” en la
fórmula del fantasma.

Grafico 1

1. El sujeto barrado interpretado como “falta-en-ser”


2. Para operar con esta 'falta-en-ser' hace falta un objeto.
3. Resultado: un nuevo sujeto (que es el sujeto de la ciencia).
4. El sujeto sale a la búsqueda de un nuevo objeto de deseo.

Lacan no creo la noción de sujeto, sin embargo lo modifico al caracterízalo en relación a una
falta en tanto “falta-en-ser”. Esta última deriva lógicamente de poner al individuo en relación
al Otro (inmisión de Otredad).

Grafico 2

Para caracterizar este $, en tanto S tachado, tenemos que remitirnos necesariamente a la


noción de “sujeto de la ciencia” desarrollada por Lacan como un antecedente lógico para
pensar la estructura del fantasma.

Mascherino propone que el “sujeto de la ciencia” resulta de la confluencia del cogito


cartesiano y el advenimiento de la ciencia. Ambos hechos proponen un cambio en el estatuto
del saber en relación a la verdad. Recordemos que en “Acerca de la causalidad psíquica” Lacan
va a proponer en 1946 un trabajo sobre la noción de lo verdadero, tabú filosófico de la
epistemología científica (Grafico 3)

En este sentido es imprescindible que pensemos como el nihilismo ha influido en la


epistemología. Tal vez el “nihilismo epistemológico” también llamado por Bachelard
“epistemología discursiva”, entre otras aserciones fueron la base para que Lacan pueda llegar
a la formulación del concepto de “objeto a”.

Desde la formulación del cogito cartesiano en tanto descubrimiento científico-matemático


acerca del cosmos se puso en duda la relación al saber en el medioevo: el mundo que estaba
sostenido en una verdad que bajaba del cielo ahora sufría los efectos de un nuevo modo de
maniobrar con el saber que paradójicamente se conoce como la geometriaciòn de los “cuerpos
celestes”. De este modo se produce una ruptura en la que la realidad humana la relación al
saber se establece por la vía de la razón, dejando la verdad del ser en el infinito: saber y verdad
quedan escindidos, el ser ya no es dado ni por Dios ni como causa de si mismo, sino que se
concibe su adviniendo como efecto de la cogitación y el pensamiento. Siendo esto un
antecedente lógico de ideas como el “incosnciente preontologico” y de la “ex-sistencia”. En la
medida en que el pensamiento y las ideas crean existencia (Las teorías creacionistas son
¿Teoría en acto?). Con esto entiendo porque Lacan agrega a la Poética (considerada desde la
estética del lenguaje) como disciplina afín a su enseñanza; ya que de allí surgen las creaciones
ex-nhilo. Los objetos que se investigan son creados por el lenguaje.
El cogito cartesiano modifica entonces el modo de proceder con el saber en el mundo
occidental. Volviendo al pensamiento moderno un modo de operar entre el saber y la verdad
por media de la hiancia de un saber no sabido.

A partir de esta premisa el sujeto del psicoanálisis, también sujeto de la ciencia, queda situado
como un problema lógico, no de origen sino como un problema de estructura. “Cogito ergo
sum” implica que el pensamiento pasa a ser la causa de la existencia: el SER se hace presente
en tanto se piensa y evanescente en la medida en que se deja de pensar. Posteriormente surge
el “yo soy” como resolución de esa evanescencia. Lo que Mascheroni plantea como “amarre al
ser” en la que se enlazan los pensamientos a la conciencia.

Inaugurada esta falta de garantías derivada del cogito cartesiano posteriormente han surgido
muchas propuestas intelectuales desde la individualización que brinda consistencia material al
ser (típica del biologismo) hasta el “nihilismo europeo” formalizado por Nietzsche y atribuido
a èl.

Probablemente la pregunta ¿Quién soy? ¿Qué quiero? Funda las bases para la existencia del
psicoanálisis. La cuestión es dilucidar como ha respondido (y como va a seguir respondiendo)
el psicoanálisis a dicha pregunta (Grafico 4).

Lacan propone que a partir del momento en que se funda el significante sausiriano y
posteriormente el orden significante se hace evidente este agujero estructural que acontece
en el pensamiento moderno. Ya que se pone en jaque el nominalismo y la hermenéutica.

Entonces, “el concepto de sujeto de Lacan solo funciona a partir de la ciencia, a partir de que
hubo una transformación del concepto de ser en relación a la escisión entre saber y verdad.
Esa división es la estructura del sujeto. En este sentido, el psicoanálisis que propone Lacan
intenta hacer una operación sobre esa verdad que queda en el infinito (calculo infinitesimal)
para reintroducir una relación posible a la verdad por medio del objeto a”.

P. 101 seminario 10. La lógica del “no sin”.

También la introducción, incluso


(Miller)
lingüística, del término "sin", sine ...
“NON HAUD SINE”
y profundamente correlativo de esta

“SINE QUA NON” aposición del haud: haud sine, "no sin"
(Alfredo) ... un cierto tipo de vínculo condicional, por
así decirlo, que vincula el ser a tener una
especie de alternancia:
no está allí sin tenerlo, pero en otro lugar,
donde está, no se nota.
Pag. 98

-Este objeto, lo designamos con una letra. Tal notación algebraica tiene su función. Es como un
hilo destinado a permitirnos reconocer la identidad del objeto en las diversas incidencias en las
que se nos manifiesta.

-Designar este 'a' minúscula con el termino objeto es hacer uso metaforico de dicha palabra,
porque está tomada de la relación sujeto-objeto, a partir de la cual el termino objeto se
constituye.

…“Pero de lo que tenemos que hablar haciendo uso del término 'a' es precisamente de un
objeto externo a toda definición posible de la objetividad.

Pag. 48.

Conviene, con todo, no confundir este objeto del deseo con el objeto definido por la
epistemología. El advenimiento del objeto de nuestra ciencia está muy específicamente
definido por cierto descubrimiento de la eficacia de la operación significante en cuanto tal.
Esto significa que lo propio de nuestra ciencia, digo de la ciencia que existe desde hace dos
siglos entre nosotros, deja abierta la pregunta por lo que acabo de llamar lo cósmico del
objeto. No es seguro que haya un cosmos, porque nuestra ciencia avanza en la medida,
precisamente, en que se ha renunciado a preservar toda presuposición cósmica: Kant y
Descartes (Sostienen el amarre al ser).

Pag. 50.

Por otra parte, el 'a', que es ese resto, ese residuo, ese objeto cuyo estatuto escapa al estatuto
del objeto derivado de la imagen especular, es decir, a las leyes de la estética trascendental.

Pag. 100

El pequeño esquema (de la división) que les he puesto en la pizarra les da algunas de esas
representaciones correctas que permiten hacer de la llamada a la intuición y a la experiencia,
algo transparente. Dicho de otra manera, reconstruir para nosotros la estética trascendental
que conviene a nuestra experiencia.

P. 48.

Entre el retorno a un cosmismo tranquilizador (Freud) y el mantenimiento de un patetismo


histórico que ya no tenemos muy en cuenta, aunque conserve toda su función, hay un
sendero, una vía de paso. Hay que abrirla…”.

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