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P.9/10 de la conferencia: “Les voy a proponer una lectura de cómo opera el “objeto a” en la
fórmula del fantasma.
Grafico 1
Lacan no creo la noción de sujeto, sin embargo lo modifico al caracterízalo en relación a una
falta en tanto “falta-en-ser”. Esta última deriva lógicamente de poner al individuo en relación
al Otro (inmisión de Otredad).
Grafico 2
A partir de esta premisa el sujeto del psicoanálisis, también sujeto de la ciencia, queda situado
como un problema lógico, no de origen sino como un problema de estructura. “Cogito ergo
sum” implica que el pensamiento pasa a ser la causa de la existencia: el SER se hace presente
en tanto se piensa y evanescente en la medida en que se deja de pensar. Posteriormente surge
el “yo soy” como resolución de esa evanescencia. Lo que Mascheroni plantea como “amarre al
ser” en la que se enlazan los pensamientos a la conciencia.
Inaugurada esta falta de garantías derivada del cogito cartesiano posteriormente han surgido
muchas propuestas intelectuales desde la individualización que brinda consistencia material al
ser (típica del biologismo) hasta el “nihilismo europeo” formalizado por Nietzsche y atribuido
a èl.
Probablemente la pregunta ¿Quién soy? ¿Qué quiero? Funda las bases para la existencia del
psicoanálisis. La cuestión es dilucidar como ha respondido (y como va a seguir respondiendo)
el psicoanálisis a dicha pregunta (Grafico 4).
Lacan propone que a partir del momento en que se funda el significante sausiriano y
posteriormente el orden significante se hace evidente este agujero estructural que acontece
en el pensamiento moderno. Ya que se pone en jaque el nominalismo y la hermenéutica.
Entonces, “el concepto de sujeto de Lacan solo funciona a partir de la ciencia, a partir de que
hubo una transformación del concepto de ser en relación a la escisión entre saber y verdad.
Esa división es la estructura del sujeto. En este sentido, el psicoanálisis que propone Lacan
intenta hacer una operación sobre esa verdad que queda en el infinito (calculo infinitesimal)
para reintroducir una relación posible a la verdad por medio del objeto a”.
“SINE QUA NON” aposición del haud: haud sine, "no sin"
(Alfredo) ... un cierto tipo de vínculo condicional, por
así decirlo, que vincula el ser a tener una
especie de alternancia:
no está allí sin tenerlo, pero en otro lugar,
donde está, no se nota.
Pag. 98
-Este objeto, lo designamos con una letra. Tal notación algebraica tiene su función. Es como un
hilo destinado a permitirnos reconocer la identidad del objeto en las diversas incidencias en las
que se nos manifiesta.
-Designar este 'a' minúscula con el termino objeto es hacer uso metaforico de dicha palabra,
porque está tomada de la relación sujeto-objeto, a partir de la cual el termino objeto se
constituye.
…“Pero de lo que tenemos que hablar haciendo uso del término 'a' es precisamente de un
objeto externo a toda definición posible de la objetividad.
Pag. 48.
Conviene, con todo, no confundir este objeto del deseo con el objeto definido por la
epistemología. El advenimiento del objeto de nuestra ciencia está muy específicamente
definido por cierto descubrimiento de la eficacia de la operación significante en cuanto tal.
Esto significa que lo propio de nuestra ciencia, digo de la ciencia que existe desde hace dos
siglos entre nosotros, deja abierta la pregunta por lo que acabo de llamar lo cósmico del
objeto. No es seguro que haya un cosmos, porque nuestra ciencia avanza en la medida,
precisamente, en que se ha renunciado a preservar toda presuposición cósmica: Kant y
Descartes (Sostienen el amarre al ser).
Pag. 50.
Por otra parte, el 'a', que es ese resto, ese residuo, ese objeto cuyo estatuto escapa al estatuto
del objeto derivado de la imagen especular, es decir, a las leyes de la estética trascendental.
Pag. 100
El pequeño esquema (de la división) que les he puesto en la pizarra les da algunas de esas
representaciones correctas que permiten hacer de la llamada a la intuición y a la experiencia,
algo transparente. Dicho de otra manera, reconstruir para nosotros la estética trascendental
que conviene a nuestra experiencia.
P. 48.