Habilidades que puede

desarrollar una persona: lista y

ejemplos
Todos hemos escuchado el término “habilidad” en uno u otro contexto,
pero, ¿qué significa en el plano psicológico? En este artículo hablaremos
de aquellas que podemos desarrollar. ¡Quédate y descúbrelo!

Los seres humanos aprendemos en interacción con nuestro medio;

además, no hay día que no lo hagamos. Gracias a estos aprendizajes,

vamos desarrollando diferentes habilidades que nos ayudan a afrontar

diversas situaciones con éxito.

Las habilidades se refieren al desarrollo eficaz, efectivo y eficiente de alguna

tarea. Cuando hablamos de habilidad, básicamente, nos referimos a la

capacidad que tiene una persona de lograr el éxito en la tarea que se

está realizando. La persona habilidosa tiene la capacidad de hacer

aquello para lo que es hábil de manera correcta y con facilidad.

Las habilidades podemos categorizarlas en cuatro grandes grupos: las

cognitivas, las sociales, las físicas y las habilidades para la vida.

Cognitivas
Son aquellas que están relacionadas con el procesamiento de la
información y con su posterior uso. Las habilidades cognitivas nos

permiten comprender el mundo y procesar los estímulos que recogen

nuestros sentidos.

Algunos ejemplos serían los siguientes:

• Memoria: habilidad cognitiva que nos permite codificar, consolidar

y recuperar información.
• Percepción: es el proceso mediante el que se organiza y procesa la
información de nuestros sentidos.
• Atención: es la habilidad de dirigir nuestros recursos mentales
sobre algunos aspectos del medio.
• Comprensión: es la habilidad de entender lo percibido y generar
ideas a través de la observación del medio.
 • Metacognición: habilidad cognitiva que nos permite darnos cuenta
de nuestros propios procesos cognitivos. Es el pensar sobre nuestro
pensamiento.

Sociales
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas emitidas en un
contexto interpersonal que nos ayudan a expresar los sentimientos, las

actitudes, los deseos, las opiniones o los derechos de un modo adecuado a la

situación, respetando esas conductas en los demás (Caballo, 2007). Por

ejemplo:
• Empatía: en el plano emocional, ponerse en el lugar del otro.
• Asertividad: habilidad de expresar respetuosamente las propias
opiniones y defender los propios derechos.
• Respeto: habilidad de considerar y valorar a alguien o algo.
 • Escucha activa: se trata de escuchar a los demás, demostrándoles
que están siendo escuchados.
• Negociación: habilidad de buscar una solución que resulte
satisfactoria para todos los involucrados.

Físicas
Son aquellas que permiten realizar una acción de manera efectiva. Como

su nombre lo indica, están asociadas a la dimensión física o corporal de

nuestra vida. Como ejemplos de ellas encontramos las siguientes:

• Fuerza: habilidad de superar la resistencia por medio de un esfuerzo
muscular.
• Velocidad: es la habilidad de efectuar un movimiento o de
desplazarse de un lugar a otro en el menor tiempo posible.
• Resistencia: habilidad de realizar un esfuerzo o actividad durante el
mayor tiempo posible.
• Flexibilidad: mover el cuerpo con fluidez sin causar una lesión.

Habilidades para la vida

Estas habilidades facilitan a las personas afrontar en forma efectiva las
exigencias y desafíos de la vida diaria, es decir, son destrezas

psicosociales para aprender a vivir (Gómez y Suárez, s.f.). Entre ellas

encontramos las siguientes:

• Conocimiento de sí mismo: implica reconocer lo que uno es, así
como su carácter, fortalezas, debilidades, gustos y disgustos.
• Empatía: es ponerse en el lugar del otro e imaginar cómo es la vida
para esa persona.
• Comunicación asertiva: capacidad de expresarse, tanto verbal
como no verbalmente, en forma apropiada a la cultura o situación.
• Relaciones interpersonales: habilidad para relacionarse en manera
positiva con las demás personas.
• Tomar decisiones: tomar de manera constructiva las decisiones
respecto a la propia vida y la de los demás.
• Resolver problemas y conflictos: afrontar de modo constructivo
los problemas en la vida, evitando malestares físicos, mentales y
problemas psicosociales.
• Pensamiento creativo: habilidad que contribuye a la toma de
decisiones y a la resolución de problemas, permitiendo explorar las
alternativas disponibles y las diferentes consecuencias.
• Pensamiento crítico: es la habilidad para analizar la información y
experiencias de manera objetiva.
• Manejo de las emociones: habilidad de reconocer los sentimientos
y emociones propios y ajenos.
• Manejo del estrés: habilidad de reconocer las fuentes de estrés, así
como sus efectos en la vida y de efectuar cambios para reducirlas.
¿Las habilidades y las cualidades son lo
mismo?
En el lenguaje coloquial, los dos conceptos se utilizan como sinónimos. Sin

embargo, cada uno de ellos posee características que lo diferencian del

otro.

Por un lado, las cualidades son las características o rasgos que posee

una persona que la diferencia de otra y que la hace ser tal cual como es.

Por otro lado, la habilidad es la capacidad que se tiene para hacer algo

de manera correcta y con facilidad.

Podemos decir que la diferencia fundamental es que una alude a lo que

somos (cualidad), mientras que la otra se refiere a lo que sabemos hacer

bien y con destreza (habilidad). La presencia de una no descarta a la otra,
y tampoco la hace una condición necesaria para su manifestación.

Pueden estar o no presentes al mismo tiempo. No son mutuamente

dependientes ni excluyentes.

Para concluir, las habilidades pueden hacernos ver lo bueno que somos en

un campo. Sentir que tenemos una habilidad nos motiva a explotarla, a

sacarle partido y a disfrutar de actividades en las que podemos hacerla

valer. Nos hacen sentir confianza en nosotros mismos y nos ayudan a

cumplir el objetivo que nos hemos propuesto ante aquello para lo que

resultamos ser hábiles.

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