Está en la página 1de 9

TEMA 4.

AMOR OBLATIVO
Objetivo: Aprender a diferenciar el amor
emotivo y oblativo, así como el amor de amistad
y fraternidad, para poder una vez aceptada mi
propia historia amar a mis hermanos a
semejanza del amor de Dios.
Desarrollo del tema:
1. DAR LA VIDA. La Fuente primera del amor es
Dios mismo, San Juan a través de su Evangelio y
sus cartas nos demuestra que es el hombre más
sensible respecto al amor, identifica que las
palabras Dios y Amor van unidas y al no existir
una de ellas se trata de una mentira: “Aquel que
dice: yo amo a Dios, y se desentiende de su
hermano, es un mentiroso. ¿Cómo será posible
amar a Dios, a quien no se ve, sí no se ama al
hermano a quien si ve? El mismo Señor nos
ordenó: el que ama a Dios, ame también a su
hermano”. (I Jn 4,20)

El amor tiene 2 fases: la implosiva (primero explota para dentro) que nos
habla del misterio de la Santa Trinidad antes de la existencia de todo lo
creado. Una corriente vital envolvía y penetraba, y de tal manera
unificaba a las tres personas que todo era común entre ellas: poder,
sabiduría, amor, los tres eran UNO. El amor fue un incendio que se
consumió para adentro, acumulando una infinita carga implosiva.
Y cuando fue tanta la acumulación, no pudo contenerse y Dios comenzó
MUY IMPORTANTE a abrirse hacia fuera: es decir, vino la fase explosiva. Siempre sucede lo
mismo: la potencia expansiva del amor es de la misma medida que su
potencia implosiva. Y Dios se salió de sus "fronteras" y se derramó en
diferentes tiempos y maneras. Cuando los tiempos llegaron a su
madurez, rebasó toda imaginación, entregándonos lo que más quería:
su Hijo.
Dios envió a su Hijo único a este mundo para darnos vida eterna por
medio de Él.
No somos, pues, nosotros, los que hemos amado a Dios.
Fue Él, el primero en amarnos (I Jn 4, 10-19).
El amor, brotando del corazón del Padre, se derramó entre los hombres, mediante
Jesucristo, verdadero canalizador. La lógica es que, si Dios nos ha amado, nosotros lo
amemos a Él, pero esto no es así, Juan en lugar de seguir esa línea vertical, Juan se sale por
la tangente:
Si Dios nos ha amado de esta manera, nosotros debemos amarnos,
unos a otros, de la misma manera (I Jn 4,11).
Queridos míos: tomen nota de esto:
como saben, ningún mortal vio ni
verá un segmento del fulgor de Dios.
Pero sepan que, si nos amamos unos
a otros. Él mismo, personalmente,
habitará en nosotros, y nosotros nos
convertiremos en brillantes espejos,
y Dios se hará visible para todos los
hombres. Nosotros hemos creído en
el amor porque hemos sentido, en
nuestra propia carne, el amor original
del Padre. Sí; nosotros sabemos
experimentalmente que Dios es
Amor. Y, si nos amamos unos a otros,
Padre Santo, Creador maravilloso, Fuente de Misericordia,
nuestras raíces permanecerán
Todo Bien, Sumo Bien, Dador de todo lo bueno, santo y
hermoso. Tú eres el Eterno, a quien toda adoración y plantadas en el corazón del Padre, y
atención debemos, pues Tú eres nuestro mayor gozo. su amor crecerá en nuestro corazón
(1 Jn 4, 17-17). Juan les previene para
no dejarse engañar, ya que, en esto del amor, la verdad y la mentira cantan al mismo
compás. Si alguien, en este mundo, nadando en riqueza, y, al ver a su hermano hambriento,
queda impasible, ¿cómo podemos decir que el amor de Dios reside en ese corazón?
Cuidado queridos míos: en esto del amor es fácil emocionarse
y decir palabras lindas. Pero lo que importan son los hechos (I Jn 3,17).
Entonces, ¿cómo amar? ¿Cuál es el criterio para distinguir las emociones de los hechos?
Juan responde:
El dio su vida por nosotros. Y así, ahora, nosotros
debemos DAR LA VIDA por nuestros hermanos (I Jn 3,16).
En otras palabras, no un amor emotivo sino oblativo. Amar oblativamente consiste en dar
la vida. ¿Qué significa dar la vida, en el contexto de los escritos de Juan? Hay que tener

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 2


presente que no se trata de dar algo (material), se trata de darse. Ahora bien, para darnos,
tenemos que desprendernos, y todo desprendimiento es doloroso y envuelve un sentido
de muerte. Antes de darme necesito desligarme de una adherencia, y ese desprenderse de
algo vivo es morir un poco. Amar oblativamente es morir un poco.
Por gusto no se perdona, tampoco por una idea. Para darme en forma de perdón a aquel
sujeto que me desprestigió, tendré que llevar la muerte a los impulsos de represalia, morir
a algo mío, muy vivo que es el resentimiento, olvidar viejas heridas, y darme en forma de
perdón. Esto no causa ninguna emoción: no es un amor emotivo. Más bien, produce dolor,
por eso es un amor oblativo. Sin oración y sin fe, es imposible el amor oblativo. Y sin amor
oblativo no es posible la vida en fraternidad.

Oremos:
Padre Divino, dulce esperanza de nuestras almas…
¡Qué Tú seas conocido, alabado y amado por todos
los hombres!
Padre Divino, ¡bondad infinita que se infunde sobre
todos los pueblos!...
¡Qué Tú seas conocido, alabado y amado por todos
los hombres!
Padre Divino, rocío beneficioso de la humanidad…
¡Qué Tú seas conocido, alabado y amado por todos
los hombres!... Amén

Amistad y fraternidad
Es fácil entender que la amistad nace de la afinidad (…me cae bien y no sé porque). La
amistad no es otra cosa que el cultivo de esa simpatía preexistente. El amor de la amistad
es natural, espontáneo. No se necesita cultivarlo: brota naturalmente. El amor de la amistad
es, por su propia naturaleza, particular o restrictivo. Nace y crece tan sólo entre aquellos
que están constituidos de los mismos gustos.
El amor de la fraternidad no es espontáneo, sino fruto de una convicción. El motivo del
amor, en este caso, no es un impulso vital sino los criterios de fe. El amor de la fraternidad
pasa por encima de las reacciones impulsivas (me gusta; no me gusta; me ofendió; no me
acepta...), y descubre en el otro, al hermano, porque su Padre es mi Padre, y mi Dios es su
Dios. El amor de la fraternidad es universal. El amor fraterno se caracteriza por su falta de
exclusividad. Cualesquiera y como quiera sean las peculiaridades personales que nos
diferencian, son las raíces las que nos unen y nos mantienen en la identidad.
En toda fraternidad hay bastante dosis de amistad, y en la amistad puede haber algunos
grados de fraternidad. Todo está combinado. Es bueno que las comunidades se pregunten
con frecuencia: ¿qué es lo que prima en nuestras relaciones: la amistad o la fraternidad?

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 3


Tenemos que tomar conciencia de que, en una fraternidad, por su naturaleza, deben
separarse las relaciones interpersonales entre todos los miembros, en una convivencia
común, y en un relacionamiento universal. Sin renunciar a la noble amistad deben de
recordar que antes que amigos, son hermanos. En si la amistad no es mala porque es un
don de Dios, vivida en la sociedad no tiene por qué tener reservas. Sería plenamente
positiva. En una comunidad puede haber verdadera fraternidad sin que exista eso que
llamo feliz armonía. Con otras palabras: la presencia de dificultades no significa,
necesariamente, ausencia de vida fraterna. Pueden coexistir tensiones y fraternidad.

Oremos:
Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres
fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente,
tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno,
Señor Dios de dioses, tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien,
Señor Dios vivo y verdadero. Tú eres amor, caridad; tú eres
sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres belleza, tú
eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres
gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres
templanza, tú eres toda nuestra riqueza a saciedad.
De las Alabanzas al Dios Altísimo,
de San Francisco de Asís

2. ACEPTAR, AMAR SU PROPIA PERSONA


Oh Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
la valentía para cambiar las cosas que puedo; y la sabiduría para discernir la diferencia
entre ambas. (Dr. Reinhold Niebuhr)
Gran parte de las personas que tienen dificultad para aceptar a los demás, es porque no
consiguen aceptarse a sí mismas. ¿Es lo mismo amor a sí mismo que egoísmo? No podemos
confundir amarse a uno mismo con egoísmo, el egoísta piensa solo en el sin importar la vida
de los demás. En la Biblia se dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Tratándose del
amor, las mismas obligaciones existen para el prójimo que para mí: respetarme, aceptarme,
acogerme… Si es virtud amar al prójimo como un ser humano, yo también soy un ser
humano, y amar esta persona que soy yo, es, también, virtud.
Gustar ¿es amor? mucha gente confunde “gustar” con “amar”. Creen que todo lo que les
gusta, lo aman. Así como sucede con la sociedad, sucede con nuestra persona,
normalmente no existe amor ni odio, rechazo ni acogida de mi persona, sino de las partes
de mi persona. Usted no va a tener problemas en aceptar y amar lo que hay de agradable
en su persona. Sus problemas comenzarán cuando usted se encuentre con aquellos
aspectos de su persona que no le gustan. Ahí comienzan los rechazos.
ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 4
Si usted encuentra en su
constitución personal tendencias
o componentes que no le agradan,
no se irrite. Eso sería como
castigarse a sí mismo. No sienta
vergüenza de las ramas poco
esbeltas de su personalidad. Ya
sabe que avergonzarse es resistir,
y resistir es declararse enemigo de
sí mismo. Y si no está en guerra
consigo mismo, probablemente lo
estará con partes de su persona.
Las repulsas comienzan por la periferia. Hay quienes sienten, ridículamente, aversión por
partes determinadas de su anatomía, por su carácter, por sus fronteras intelectuales, por
sus enfermedades, NO se entristezca por eso. Tome en sus manos, manos de cariño, su
estructura personal y deposítela, como ofrenda oblativa de amor, en los brazos del Padre,
diciendo: acepto y amo ésta mi
persona, porque ella es expresión
de tu voluntad, y yo amo tu
voluntad porque Tú eres mi Padre.
En esta guerra, usted es víctima y
verdugo, al mismo tiempo. Si sus
complejos se refieren a aspectos
personales que no los pueden
cambiar, su resistencia, además de
nociva, es absurda. ¡Basta de
guerras!, haya reconciliación y
amanezca el día del perdón y la paz.
Viva como una flor ¡feliz en el jardín del Padre!
3. ASUMIR LA PROPIA HISTORIA
Todos los sucesos de mi vida, por muy dolorosos que sean, y por mucho que yo los resista
recordándolos con ira obstinada, esos hechos no se alterarán ni un milímetro. Llegó la hora
de la reconciliación universal: con su propia historia, con los personajes que pasan por sus
páginas, con el cielo y la tierra. Mire al pasado con mirada complaciente. Contémplelo todo
sin hostilidad. Aquello que sucedió en la primavera de su infancia, en los años procelosos
de su juventud, los primeros desengaños que le dolieron tanto, aquel fracaso, aquella
decisión injusta y arbitraria que tomaron sobre su vida, aquella crisis, aquel hecho que
nunca quisiera recordar, aquellas personas que influyeron negativamente, aquella
equivocación… ¡Todo está consumado! Acéptelo todo, agradecido. Asuma su historia, con

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 5


las manos emocionadas, para depositarla en los brazos queridos del Padre, como una
ofrenda oblativa de amor.
Resumen: La fuente del amor es Dios mismo, podemos hablar de 2 facetas del amor de Dios
una implosiva (hacia adentro) y una explosiva (hacia afuera) que ha alcanzado diversos
tiempos y momentos hasta entregarnos a su Hijo Único, quien a través de Él se ha
derramado el amor del Padre, es lógico que, si Dios nos ama, lo amemos a Él, pero Dios
quiere que le demostremos nuestro amor en nuestros hermanos, de forma oblativa (dar la
vida, darse uno mismo) y no solo emotiva llena de palabras bonita pero falta de hechos, sin
oración y sin fe, es imposible el amor oblativo. Y sin amor oblativo no es posible la vida en
fraternidad.
En toda fraternidad debe hacer dosis de amistad, solo que debemos de recordar que antes
de ser amigos, somos hermanos, la presencia de dificultades no significa, necesariamente,
ausencia de vida fraterna. Para aceptar a los demás tengo que aceptarme a mismo, con las
mismas obligaciones que para el prójimo: respetarme, aceptarme, acogerme, con mis
cualidades y defectos, con mis características físicas, tengo que asumir mi propia historia,
con las etapas difíciles, tristes, alegres, entregándolo a Dios como una ofrenda oblativa, una
reconciliación personal primeramente y posteriormente universal.
Frase para memorizar:

“No somos, pues, nosotros, los que hemos


amado a Dios. Fue Él, el primero en amarnos”
(I Jn 4, 10-19)

Cuestionario:
1. ¿Cuál es la diferencia entre amor emotivo y oblativo?
2. ¿Cómo debemos demostrar nuestro amor a Dios?
3. ¿Cómo debe ser el amor de fraternidad?
4. De forma personal: ¿te has dejado llevar por el amor de amistad dejando de lado el
amor de fraternidad?
5. ¿Cómo diferenciamos el amor a uno mismo del egoísmo?
Dinámica:
Que cada hermano exprese de forma verbal si así lo desea: ¿Cómo ha experimentado el
amor de Dios y que frutos lo ha llevado a realizar? Se recomienda entonar algún canto que
hable del amor de Dios, por ejemplo:
t Nadie te ama como yo
t El amor de Dios es maravilloso
t Dios es amor la Biblia lo dice
t Dios es amor, es amor, ¡Aleluya!
t Amar es entregarse

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 6


El Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre Nuestro, es el gran olvidado de nuestra fe.
San Francisco instruido por el Espíritu del Señor, recibió el “culto perfecto”, por eso,
profesaba al Padre Celestial tal devoción, que escribió no menos de SIETE oraciones
dedicadas al Padre, ¡a su adoración! Porque Cristo nos instruye en su Santo Evangelio:

“Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los


verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu
y en verdad, porque esos son los adoradores que
quiere el Padre.”.
(Juan 4, 23)

Como franciscanos seglares, herederos de la Escuela del Seráfico Patriarca San Francisco y,
sobre todo, en OBEDIENCIA A CRISTO, también hemos de profesar el “culto perfecto”.
Leamos con atención y hagámonos las siguientes preguntas: ¿Estoy cumpliendo este
mandato de Cristo para mi salvación y salud? ¿Atiendo a mi Padre, fuente de todo bien,
como a mi Abba -Papá? ¿O hago otras oraciones pensando que son mejores que lo que
Jesucristo me ha enseñado y dejo a mi Padre para cuando me acuerde y tenga tiempo para
Él?

“Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta


y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará”. (Mateo 6, 6)
Para alcanzar ese “culto perfecto” al que nos llama Jesús, nos podemos auxiliar con su
oración a nuestro Padre Celestial conocida como la: Paráfrasis del Padrenuestro [=ParPN].
Recordemos: Todo se pide… pues que el Señor nos conceda la gracia del verdadero amor
hacia Él, y el don de aprender a adorarle; pidamos que seamos hijos e hijas nobles y
agradecidos con aquel que, en medio del silencio, es la Fuente de todo lo bueno, todo lo
bello y toda verdad… En alabanza de Jesucristo. Amén

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 7


¡A ESTUDIAR
NUESTRA REGLA!

Continuamos con el CAPITULO I. LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR


Artículo 2. En el seno de dicha familia, tiene un puesto peculiar la Orden
Franciscana Seglar, la cual se configura como una unión orgánica de todas las
fraternidades católicas, esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo
grupo de fieles, en las cuales los hermanos y las hermanas, impulsados por
el Espíritu, a alcanzar la perfección de la caridad en su estado seglar, se
comprometen con la profesión a vivir el Evangelio a la manera de San
Francisco, con la ayuda de la presente Regla, confirmada por la Iglesia.5
Cita al calce: (5) Can. 314.
Canon 314
“Los estatutos de toda asociación pública, así como su revisión o cambio, necesitan la
aprobación de la autoridad eclesiástica a quien compete su erección, conforme a la norma
del canon 312, §1.”
NOTA: Como vemos, este canon nos remite al 312 §1, veamos qué dice:
Capítulo II. De las asociaciones públicas de fieles.
Canon 312
§1. Es autoridad competente para erigir asociaciones públicas:
1. La Santa Sede para las asociaciones universales e internacionales;
2. La Conferencia Episcopal, dentro de su territorio, para las asociaciones
nacionales, es decir, que por la misma erección, miran a ejercer su actividad
en toda la nación.
3. El Obispo Diocesano, dentro de su propio territorio, pero no el Administrador
diocesano, para las asociaciones diocesanas, se exceptúan, sin embargo,
aquellas asociaciones cuyo derecho de erección está reservado, por privilegio
apostólico, a otras personas.)
Para saber más pueden consultar el Código de Derecho Canónico en su TÍTULO V dedicado
al tema: DE LAS ASOCIACIONES DE FIELES, desde los Cánones 298 al 329. (En este vínculo:
http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_P10.HTM )

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 8


HERMANOS Y HERMANAS DE PENITENCIA, después de haber leído con detenimiento tanto
La Exhortación del Patriarca San Francisco como el Artículo primero de nuestra Regla,
discutamos en fraternidad las siguientes preguntas:

t ¿Qué le ha parecido lo estudiado?


t ¿Sabe usted que nuestra OFS tiene presencia en 117 países?
t ¿Tenemos conciencia del compromiso de ser una Orden mundial?
t ¿Por qué la Orden está abierta a toda clase de fieles?
t ¿Quién impulsa a la OFS?
t ¿Cómo alcanzaremos la perfección de la caridad?
t ¿Qué compromiso implica el vivir el Evangelio a la manera de San Francisco?
t ¿Se da cuenta que la Orden tiene naturaleza jurídica?
t ¿Por qué la Orden es una Asociación pública de fieles?

En caridad, compartan este material, que no quede alguien de sus fraternidades sin
enterarse de estas buenas noticias.

…en alabanza de Jesucristo, amén.

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR – JUNTA EJECUTIVA NACIONAL – SUBSIDIO DE FORMACIÓN 9

También podría gustarte