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CUADERNILLO – GEOGRAFIA DE AMÉRICA- 1ER AÑO

UNIDAD N°1:El espacio geográfico americano


La posición geográfica del continente
En un planisferio podés observar que América tiene una posición particular en el conjunto de las
tierras emergidas, ya que está separada de los demás continentes por extensas masas oceánicas.
Los océanos Atlántico y Pacífico separan a América por el este y el oeste, respectivamente, del
resto de las tierras emergidas.
Esta peculiaridad tuvo una gran significación en el
proceso de poblamiento del continente y en las
vinculaciones que se establecieron entre las
poblaciones americanas y la de las otras regiones
continentales.
Las zonas de América que más se aproximan a los
otros continentes son: por el oeste, Alaska, que
enfrenta el extremo de Asia(a 85 km del punto más
cercano), y por el este, la isla de Groenlandia, la más
grande del mundo, ubicada muy próxima a
Islandia(que define el extremo occidental de Europa).
América presenta un gran desarrollo en sentido norte-
sur, ya que abarca más de 149 grados de latitud:
entre el cabo Barrow(norte de Alaska) a 71°23’ Norte
y el Cabo de Hornos (al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego) a 55°58’ Sur hay una distancia
de 14.000 kilómetros.
Las tierras más septentrionales se encuentran desplazadas más allá del Círculo Polar Ártico y
están bañadas por el océano Glaciar Ártico, por eso podemos hablar de la zona ártica del
continente americano. Además, una serie de islas están próximas al Polo Norte.
En el extremo meridional de América del
Sur, en cambio, la confluencia de los
océanos Pacífico y Atlántico separa a
América de la Antártida. Allí se encuentra
la isla Diego Ramirez (56°27’), la última
tierra emergida del continente, en el pasaje
Drake que dista 34° del Polo Sur.
La extensa distribución latitudinal de
América entre las dos áreas polares y que.
Además, atraviesa los dos trópicos, influye
en el desarrollo de distintas regiones
climáticas, en las características que
presentan la flora y la fauna y en los
asentamientos y las actividades que
realizan las sociedades.

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La percepción del espacio americano
La proyección creada por Ptlomeo en el año 150 d.C., redescubierta en el s. XV y difundida
mediante imprenta, pone en marcha la experiencia moderna del viaje, con instrumentos y
cartografía cada vez más precisos, transformando la terraeincognitae, aquel espacio desconocido al
que se le temía, en territorios que debían ser explorados para de esta manera incluirlos en el
mundo conocido.
Por lo general, las fuentes escritas que hacen referencia a las sociedades americanas
prehispánicas corresponden a viajeros o cronistas europeos. Muchos de ellos han incurrido en
errores de interpretación causados por
la búsqueda de explicaciones para una
cultura sumamente diferente.
En efecto, los aborígenes no
compartían los mismos intereses que
los europeos y, por ende, los hechos
que ellos recordaban no coincidían
necesariamente con las
preocupaciones que traían los
conquistadores. Para los Incas, por

CÓDICE BOTURINI
ejemplo, no existía un sentido
cronológico y preciso de los relatos históricos, sino que CÓDICE COLOMBINO
intencionalmente se omitían de todo registro aquellos
sucesos que desagradaban al gobernante de turno.
Estas diferencias culturales se perciben claramente en la cartografía prehispánica, es decir, en
las primeras representaciones del espacio americano. En ella se refleja una cosmovisión muy
diferente a la europea, aunque también eran marcadas las diferencias entre los pueblos distintos
que habitaban la América prehispánica.
Las primeras representaciones europeas
El objetivo principal de la expedición de Cristobal Colón fue hallar una nueva ruta que partiera
desde occidente y llegara a Oriente. Cuando los españoles arribaron al actual territorio americano
creyeron haber llegado a las Indias orientales. Convencido de esto, Colón afirmó hasta su muerte
haber hallado la ruta transoceánica al continente asiático. Sin embargo, nuevos viajes y
exploraciones fortalecieron la teoría del nuevo continente. A medida que la observación práctica
chocaba con las ideas antiguas sobre la forma del mundo y las áreas que lo comprendían, se
fueron produciendo cambios profundos en los conceptos geográficos arraigados desde hacía
mucho tiempo. Las expediciones continentales continuaron hasta entrado el s. XVIII, cuando la
mayor parte de América, de Canadá hasta Tierra del Fuego, había sido estudiada y visitada por
varios exploradores.
En la Europa del s. XV,
el conociemiento de la
geografía de América
estaba basado

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primordialmente en las observaciones de exploradores y delineadas por cosmógrafos oficiales de
las respectivas coronas.
En 1507, Martin Waldseemuller publicó un atlas en el que adjudicaba el nombre de América, en
honor a Américo Vespucio, para las nuevas tierras. El cartógrafo representó un territorio americano
angosto y desproporcionado, aunque ya podían distinguirse tanto su extensión longitudinal como
las islas de lo que hoy denominamos América Central.

La cartografía prehispánica
Aunque están poco difundidos, las comunidades originarias de América también representaron su
territorio confeccionando numerosos mapas.
La cartografía aborigen tenía distintas intenciones: señalar barrios noble, ubicar ríos, montes y
poblados, indicar caminos, etc. Los materiales en los que se plasmaban eran también diversos,
como por ejemplo, piedras, fibras vegetales y pieles de animales.
Los cartógrafos prehispánicos desconocían proyecciones y escalas, realizaban sus
representaciones como si la tierra fuera plana y no cuidaban que las distancias entre los puntos
representados correspondieran a la realidad. Se distiguen los mapas que reproducen caminos o
trayectos y aquellos que corresponden a zonas claramente determinadas como ciudades, templos,
fortalezas, entre otros. En los primeros, la representación es simbólica, principalmente; en los
segundos, hay un mayor reflejo de la realidad.
La representación se hacia
por medio de símbolos fáciles de
comprender y los mapas eran
coloridos ya que se procuraba
imitar los tonos naturales. Por
ejemplo, las costas aparecían
como líneas paralelas onduladas
de color azul, y si en sus orilas
existía vegetación acuática, el
perímetro se formaba con líneas
verdes y amarillas. Los ríos se

DE LOS GLIFOS A LA CARTOGRAFÍA. LOS TLACUILOS


representaban empleando dos líneas paralelas, y cuando tenían abundante pesca, se dibujaban
peces entre las paralelas; las montañas se señalaban como vasijas llenas de agua, que
simbolizaban la existencia de manantiales o vertientes. Una fila de huellas solía representar un
camino o sendero; algunos autores suponen que cada espacio entre huellas corresponde a una
distancia convencional adoptada.
La cartografía y la conquista
Los cronistas de la época de la Conquista hacen numerosas referencias a los mapas que los
aborígenes les mostraron;sin embargo la mayoría de esos documentos cartográficos se perdieron y
solamente han quedado algunos que permiten dar una idea general de los conocimientos que
tenían los habitabtes originarios de América y las técnicas utilizadas.
Gracias a estas representaciones y a la información que proporcionaban los mercaderes, los
españoles llegaron a conocer en detalle la geografía del territirio que pretendían conquistar.
Los mapas del mundo moderno
La caída del Imperio romano de Oriente en 1453 y la llegada de Cristobal Colón a América en
1492 son considerados por los historiadores como los hechos que dan inicio a la Edad Moderna.

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Los cambios sociales, políticos, económicos y culturales que implicaron la ruptura con la Edad
Media también se reflejaron en la cartografía. Abraham Ortelius y Gerhardus Mercator, los “padres
de la cartografía moderna”, representaron en sus obras nuevas formas de registrar la experiencia
sw los viajes. Ortelius, matemático y cartógrafo flamenco, publicó en 1570 el primer atlas moderno,
cuya estructura y forma de clasificar la información continúa utilizándose en la actualidad.
Por su parte, Mercator, geógrafo y cartógrafo de origen germano-holandés, confeccionó en 1569
un mapamundi a partir de una proyección cilíndrica, diferente de la cónica ptolomaica utilizada
hasta el momento. Se trata de una representación basada en el eje cartesiano, de manera que los
paralelos son rectas paralelas al eje de las abscisas, estando el Ecuador representado por dicho
eje; y los meridianos son rectas paralelas al eje de las ordenadas, estando el meridiano de origen, o
sea el Greenwich (0°), representado por dicho eje.
Actualmente se sigue considerando a Mercator como uno de los mayores cartógrafos de la
época de los descubrimientos; la proyección que concibió para su mapa del mundo resultó de un
valor incalculable para todos los navegantes. Con el paso del tiempo la precisión de los mapas
aumentó mucho debido a las determinaciones mas exactas sobre latitud y longitud, y a los cálculos
sobre el tamaño y forma de la tierra.
La cartografía, la conquista y la dominación
Las formas en que la sociedad representa un territorio, o una porción de este, están influidas por
el conjunto de conocimientos, concepciones y valoraciones que ese grupo social construye sobre la
naturaleza y sobre otras sociedades ajenas a ella.
Cuando las potencias europeas conquistaron el territorio americano impusieron sus propias
representaciones sobre el mundo conocido y desconocido. “La nueva cartografía” sobre el “nuevo”
continente constituyeron elementos claves durante la conquista ya que desestimaron la cultura de
los pueblos originarios y consolidaron los valores europeos por sobre los nativos. De igual manera,
la naturaleza fue valorizada y explotada en función de las necesidades de la sociedad europea,
llegando a considerarse a los propios pueblos originarios como un recurso natural más.
Los mapas no solo son herramientas que representan el espacio real y localizan elementos del
territorio, sino que también son poderosos instrumentos de dominación y legitimación. La elección
de una proyección determinada denota relaciones de poder. Por ejemplo, la proyección Mercator
representa con exactitud la franja central del planisferio, pero los territorios alejados del Ecuador
presentan grandes transformaciones,a la vez que el hemisferio norte aparece más grande que el
sur. Los mapas con esta proyección se difuncieron desde Europa y se utilizaron en la época de
expansión colonial con gran éxito. Como los países europeos eran las potencias dominantes que
viajaban hacia el nuevo mundo por la zona central, no se comprobó la deformación que sufrían
hasta mediados del siglo XIX.
La toponimia como elemento de dominación
Se denomina toponimia al estudio de los topónimos, es decir, de los nombres propios de los
lugares. El objetivo de esta sección es analizar el significado y el origen de las denominaciones, y
las sucesivas transformaciones que los mismos han experimientado a través de la historia.
Los nombres de los lugares pueden cambiar como consecuencia de acontecimientos históricos,
políticos o culturales. La dsominación de una sociedad sobre otra conlleva la imposición de la
cultura dominante y la destrucción o negación de la cultura de los dominados.
De esta forma, muchos lugares americanos que ya poseían denominaciones aborígenes fueron
“rebautizados” por los colonizadores. En Latinoamérica, las intenciones evangelizadoras de los
conquistadores orientaron la asignación de nombres ligados a la religión católica, como por ejemplo
Asunción o Santa Rosa. Procesos posteriores, relacionados con el avance de expediciones
militares hacia el interior y occidente del continente junto con la consecuente expulsión de los

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aborígenes, practicamente eliminaron la toponimia indígena. En algunos países como Bolivia,
México o Perú las denominaciones indígenas aún subsisten.

Division del Continente Americano según los distintos criterios aplicados.


¿Cómo mirar y entender América?
El estudio de América lleva a descubrir una gran diversidad de situaciones: diferentes paisajes y
recursos naturales, mezcla de culturas y profundos contrastes económicos.
El mapa político actuales el resultado de múltiples cambios que se registraron a través de
complejos procesos históricos.Hoy en América conviven la riqueza y la pobreza; por un lado,
existen áreas de gran desarrollo industrial y tecnológico, y, por otro, algunas áreas basan sus
economías en produccciones agrícolas y ganaderas de subsistencia. Existen centros urbanos y
ámbitos rurales dinámicos y modernos, y también, asentamientos precarios carentes de servicios
básicos, tanto en el campo como en la ciudad.
Por otra parte, este terriotrio está poblado por personas de los más diversos orígenes. Muchas
comunidades aborígenes conviven con los descendientes de los inmigrantes europeos que llegaron
en diferentes momentos desde el siglo XVI.
Puede decirse enonces que, América encierra una diversidad de historias y de espacios
geográficos que vuelven difícil reducirla a una única imagen.
Definir una región
Regionalizar significa recortar el espacio geográfico en unidades de anáñisis denominadas
“regiones o éreas geográficas”, que presentan características afines según un criterio establecido
previamente. Por ejemplo, si el criterio es densidad demográfica, pueden distinguirse regiones con
densidades bajas, medias o altas; si el criterio es el tipo de clima, se diferencian las áreas cálidas
de las templadas y las frías; si el criterio es el tipo de actividad económica, se obtendrán regiones
industriales, agropecuarias y comerciales. Estas regiones NO EXISTEN EN EL TERRITORIO, ni
son definitivas ni únicas. Por el contrario, es posible pensar tantas regiones como criterios y
enfoques se presenten.
La regionalización del continente americano
La regionalización de un continente tan heterogéneo como América no es un proceso sencillo. Al
igual que en los mapas y la toponimia, en las regionalizaciones también se ponen de manifiesto las
ideas, los valores, las acciones y las intenciones de aquellos que deciden el criterio a adoptar. Las
regionalizaciones de América más utilizadas son:

 America del Norte, América Central y America del Sur: el agrupamiento de países está
determinado por la forma misma del continente, es decir, los dos grandes bloques de América
del Norte y del sur, unido por un territorio central angosto y con numerosas islas. Esta
organización predomina en los atlas o anuarios estadísticos, pero no refleja las dimensiones
socieconómicas o culturales de los países.
 América desarrollada y subdesarrollada: este recorte territorial agrupa los países según su
situación económica y su calidad de vida. Así, se distingue una América desarrollada ( Estados
Unidos y Canadá) y una América subdesarrollada, que reúne al resto de los países del
continente.
Los países desarrollados se caracteizan por tener economías muy industrializadas, adelantos
tecnológicos, modernos centros urbanos y buena calidad de vida, una elevada esperanza de
vida y una reducida mortalidad de la población. En cambio, los países subdesarrollados serían
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aquellos donde la mayor parte de la población viven en condiciones de pobreza, las economías
son escasamente industrialiadas y dependen de la exportación de productos agrarios y mineros.
Esta clasificación resulta errónea si se piensa que los países siguen una trayectoria única, en la
que se pasa por distintas etapas desde una situación de subdesarrollo hasta alcanzar el
desarrollo. Si se analizan los procesos sociales y económicos desde una perspectiva histórica,
puede observarse que la realidad es más compleja, que los países realizan distintos recorridos
y que sus condiciones de vida también dependen de sus vínculos con el resto del mundo. Por
ello, algunos especialistas señalan que es necesario ver al desarrollo y subdesarrollo como dos
caras del mismo proceso. De esta forma, para que existan países desarrollados deben existir
países subdesarrollados. Además, al interior de los países, pueden distinguirse zonas
desarrolladas y otras menos desarrolladas.
 América Latina y América anglosajona: este agrupamiento descansa en el criterio histórico-
cultural del pasado colonial y la lengua oficial. De esta forma, se diferencian los territorios de
pasado anglosajón y los de herencia latina.

América anglosajona y América Latina


América anglosajona corresponde a los territorios en donde Gran Bretaña ejerció un fuerte
dominio colonial. Por eso, en esta región, se habla la lengua inglesa y se comparten otras marcas
culturales y religiosas.
En los procesos de colonización en general, uno de los elementos que cobran mayor importancia
es la lengua y, precisamente por esa razón, se emplea el calificativo “anglosajon” como forma de
denominar la región. Sin embargo, la América anglosajona, conformada por los Estados Unidos y
Canadá, no encierra una población exclusivamente angloparlante. En el Canadá, una parte de la
población es francoparlante, descendiente de los colonos franceses asentados en la provincia de
Quebec. Del mismo modo, no todos los países angloparlantes de América se consideran parte de
América anglosajona. Por ejemplo Jamica, donde la mayorís de la población es descendiente de
esclavos negros, valora las raíces africanas de su cultura.
América Latina se extiende desde río Grande (méxico) hacia el extremo sur del continente,
incluyendo algunas islas del Caribe. Se utiliza esta clasificación para hacer referencia a la
colonización de parte de países de origen latino: España, Portugal y, posteriormente, Frencia. Las
lenguas romances o latinas se impusieron a las lenguas orígenes de las comunidades que fueron
sometidas y reducidas desde el siglo XVI.
Los países que integran Latinoamérica comparten similitudes culturaes no idiomáticas por haber
sido territorios coloniales. Sin embargo, entre ellos se observan también grandes variaciones
étnicas, sociales, políticas y económicas, por lo que no se puede hablar de un bloque uniforme.
Iberoamérica e Hispanoamérica
Muchas veces se utilizan los términos Latinoamérica, Iberoamérica e Hispanoamérica como
sinónimos pero se trata de conceptos con significados muy diferentes.
El término Iberoamérica, se emplea para hacer referencia a los países americanos de habla
española y portuguesa, descendiente de los territorios coloniales de los Estados de la penínsuila
ibérica( España y Portugal) incluyendo a éstos. Iberoamérica está conformada por 21 países:
España, Portugal y 19 de sus antiguas colonias en el continente americano que en conjunto,
representan 550 millones de habitantes (9% de la población mundial). Esta denominación es
rechazada por americanistas e indigenistas por considerar que la herencia cultural conlleva un
pasado de sometimiento y un presente en el que España y Portugal continúan ejerciendo su
influencia.
No obstante, la denominación Hispanoamérica, es tal vez la que mejor conserva los anhelos
imperiales de España sobre sus ex colonias, agrupando países americanos de lengua hispana, o
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sea territorios dominados en el pasado por el reino de España. Su gentilicio, hispanoamericano, se
refiere estrictamente a lo perteneciente o relativo a España. Cabe señalar que el término hispano
también se utiliza actualmente para referirse a la población de origen latinoamericano que reside en
los Estados Unidos.

LA FORMACIÓN DE LOS TERRITORIOS AMERICANOS


La geografía de América es el resultado de los procesos sociales que dejan su huella a través del
tiempo en distintos lugares del continente. El poblamiento de los pueblos originarios,la ocupación
colonial europea y la formación de los Esatados nacionales americanos son tres grandes etapas
en la conformación del espacio americano y sus sociedades.
El poblamiento original
¿Cuándo se pobló América?¿De dónde provenían los primeros pueblos? Dar respuestas a estas
preguntas acerca de la antigüedad y procedencia de los antiguos americanos es una ardua tarea, y
como resultado de ella hoy existen varias teorías y opiniones.
Aunque existen varias teorías sobre el poblamiento de América, el concenso actual señala que
los primeros habitantes americanos cinieron de Asia, durante la última glaciación en el Pleistoceno,
a través del Estrecho de Bering, hace 12.500 años. Otra tesis sostiene que los primeros
americanos, además de provenir de Asia, llegaron desde Oceanía mediante balsas.
A partir se esas teoría se han elaborado explicaciones sobre las rutas que siguieron los primeros
habitantes del continente.

 La ruta del puente de tierra plantea que el hombre llegó a América al cruzar el Estrecho de
Bering, que en esa época era un itsmo: la Beringia. Este itsmo formaba un puente de tierra de
unos 1500 km de ancho que unía Asia con América. Los animales fueron los primeros en

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cruzarlo. Un tiempo después, las primeras oleadas humanas llegaron y poblaron América del
Norte.
 La ruta costera sostiene que el hombre llegó al continente utilizando botes para bordear las
costas del océano Pacífico e ir asentándose desde Alaska hasta Sudamérica.
 La ruta del Pacífico postula que hubo oleadas migratorias que salieron de las islas de Oceania
y de australia y cruzaron el Pacífico usando pequeñas embarcaciones. Otros estudiosos afirman
que algunos grupos pudieron cruzar el océano a través de la Antártida. En ambos casos, su
punto de llegada fueron las costas sudamericanas.
 La ruta del Atlántico propone que el hombre habría cruzado el océano Atlántico tras partir
desde Europa. Quienes postulan esta ruta se basan en las similitudes que existen entre las
herramientas de piedrahalladas en América del Norte y en Europa.
En términos generales, estas teorías no se excluyen mutuamente; por el contrario, permiten
concluir que el poblamiento de América no fue producto de la migración de un solo grupo
humano sino de la lenta colonización realizada por varias comunidades a través de diferentes
rutas.
Los primeros habitantes
Hoy sabemos que hace al menos 8000 años, diversos pueblos originarios se encontraban
distribuidos a lo largo del continente americano. Caracterizar a estos grupos, sin embargo, no es
tarea sencilla. Las evidencias disponibles son parciales y muestran importantes diferencias entre
ellas, probablemente porque estos grupos fueron cambiando a través del tiempo. En general,
conocemos más sobre aquellos grupos que tuvieron mayor desarrollo y, por lo tanto, dejaron
vestigios que nos permiten estudiarlos: construcciones, depósitos de materiales, restos de
instrumentos, etc. También se sabe bastante más sobre los pueblos que tuvieron contacto con los
colonizadores, quienes dejaron registros escritos, dibujos y pinturas sobre ellos.
Si tenemos en cuenta su organización social, sus actividades productivas, la forma en la que se
establecieron y transformaron el territorio y las consecuencias de los contactos con los europeos,
las comunidades indígenas pueden agruparse en dos grandes conjuntos.

 Comunidades de cazadores y recolectores. Este grupo estaba compuesto por un gran


número de comunidades indígenas, más bien pequeñas, cuya subsistencia dependía de los
productos que podían obtener directamente de la naturaleza a través de la recolección, la caza
y la pesca. Esto los obligaba a recorrer grandes distancias, por lo que tenían hábitos nómades y
ocupaban un amplio territorio por el que se desplazaban.
La llegada de los colonizadores europeos, y más tarde, la ocupación de territorios por los
Estados que iban formándose afectaron profundamente a estos indígenas. La base del conflicto
era, sin lugar a duda, la competencia por la ocupación de la tierra, pugna en la cual los pueblos
originarios salieron desfavorecidos. El confinamiento a territorios marginales, de difícil acceso y
con escasos recursos para asegurar su subsistencia, y la transmisión de enfermedades
desconocidas con efectos arrasadores sobre su salud fueron las principales causas de la
desaparición de muchas de estas comunidades y de la disminución del número de integrantes
de otras.
Todavía existen algunas comunidades indígenas de este tipo en lugares como el Amazonas.
 Comunidades agrícolas. Varias comunidades indígenas se caracterizaron por practicar la
agricultura, y po lo tanto, por ser sedentarias. El hecho de tener un asentamiento estable
produjo mayores transformaciones de las condiciones naturales. Algunos combinaron la
agricultura con la caza, la pesca y la recolección. Pertenecen a este grupo los tupíes-guaraníes,
que ocuparon, de manera bastante dispersa, extensas áreas del centro y este de América del
Sur.
La colonización también afectó a estas comunidades agrícolas.En este caso porque fueron
incorporadas como mano de obra en las nuevas actividades o exterminadas en conflictos
bélicos o a causa de enfermedades.

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Mayas,aztecas,incas
Entre los pueblos originarios de América suelen destacarse los
mayas, incas y aztecas porque alcanzaron una organización social y
una producción cultural que motivó la admiración, así como la
codicia, de los conquistadores europeos. A su llegada en el siglo XV
los españoles se interesaron especialmente por conocer y conquistar
estos pueblos que habían concentrado mayor poder y bienes, en
especial, oro y plata. Tambien se los conoce, desde una perspectiva
europea, como grandes civilizaciones de América. Entre sus técnicas
se destacan las que les permitían desarrollar cultivos para abastecer
de alimentos a toda la población.

 Los mayas habitaron en el ambiente selvático de la península de Yucatán ( sur de México y


norte de Guatemala). Contaron con grandes ciudades rodeadas de campos donde una
importante cantidad de campesinos realizaban actividades agrícolas aplicando latécnica de roza
y quema.Los principales cultivos eran el maíz y la papa. Se considera que los conquistadores
españoles no conocierona este pueblo en su esplendor, del que se reconoce un gran legado
científico y astronómico.

 Los aztecas ocuparon la meseta central mexicana. Su capital, Tenochtitlán, había sido
construida en una isla de tierras pantanosas sobre el lago Texcoco, donde la principal actividad
económica practicada era la agricultura. El crecimiento de la población, la necesidad de
mayores cantidades de alimentos y la escasez de tierras aptas para el cultivo llevaron a los
aztecas a desarrollar el cultivo en chinampas. La técnica concistía en formar, con estacas,
franjas rectangulares y angostas de tierra;entre ellas se dejaban canles para la circulación de
canoas. El paso siguiente era agregar varias capas de vegetación acuática ybarro para formar
el suelo. Se plantaban árboles alrededor de las franjas para que sus raíces fijaran el suelo. Allí
se cultivaba principalmente el maíz.
 Los incas ocuparon los Andes centrales de América del Sur, donde crearon un vasto imperio
que dominó a muchos otros grupos indígenas. Aprovecharon el relieve montañosos para
realizar distintas actividades y técnicas de produccion en ambientes muy diferentes. En las
sierras, los incas superaron las dificultades que tenían para cultivar debido a la inclinación del
relieve y a la
falta de agua. Para ello, cortaban y rellenaban con tierra y abono el terreno, formando así
amplios escalones o terrazas; también modificaron el recorridode los ríos por medio de una red
de canales de riego que llevaba agua a las terrazas.

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Cuando llegaron los conquistadores, estas civilizaciones concentraban la mayor parte de la
población. Todas ellas sufrieron un impacto negativo muy fuerte. A pesar de esto, sus
descendientes y la influencia de sus culturas perduraron a través del tiempo y están muy presentes
especialmente en países latinoamericanos como México, Perú y Bolivia.
América después de 1492
En 1492, tras la llegada de Colón a las Antillas, comenzó un nuevo período que se caracterizó
port la conquista y colonización del continente americano. Para comprender la importancia de este
período, es necesario entender algunas cuestiones claves:

 La apropiación real y simbólica de los territorios indígenas por parte de los reinos europeos. En
aquella época, los monarcas competían por incrementar sus dominios, porque era la forma de
tener mayor poder. Esto hizo que españoles, portugueses, británicos, franceses y holandeses
se apropiaran de cada centímetro de América. Sin embargo, no todo el espacio fue ocupado de
forma efectiva o material, es decir que en algunas zonas, por mas que figuraran en los papeles
como apropiadas, no se asentó población o alguna autoridad política europea.
España y Portugal se repartieron los territorios descubiertos en América Central y del Sur
practicamente en su totalidad, excepto algunas áreas pequeñas, aunque muy importantes, que
serían dominadas por otras potencias como Gran Bretaña o Francia. Estas últimas, por su
parte, tendrían más presencia en América del Norte.
 Además de objetivos políticos, la colonización tuvo objetivos económicos. La ocupación de
territorios indígenas se organizó en función de la explotación y exportación de las riquezas que
había en cada región. En cambio, los territorios deonde no había recursos o no podían
producirse riquezas, no fueron ocupados efectivamente.
 La obtención de riquezas y recursos solo fue posible cuando se contó con mano de obra. Para
los colonizadores fue fundamental dominar a la población indígena ya que representó una parte
muy importante de los trabajadores empleados en las tareas más duras, como la minería.
Cuando la población originaria no era suficiente, se recurria al trabajo de los esclavos traídos de
Africa.
Estas caracterísitcas fueron comunes a todas las colonias, pero la forma en la que se
implementaron variaron mucho según el tipo de actividades o los diversos colonizadores.

 Desde mediados del siglo XV, los europeos buscaron nuevas rutas comerciales que les
permitieran llegar a Asia oriental; así “descubrieron” América, sin proponérselo. Un encuentro
entre el “nuevo” y el “viejo” mundo, que cambia la historia de ambos.
Con la conquista europea, América se insertó en el mercado mundial, y sus productos que
dieron mayor impulso al intercambio comercial, fueron una de las principales fuentes de
ganancias y de riquezas de algunos sectores de la sociedad europea. La apropiación de
territorios y riquezas, incrementó el poder político de los reinos que poseían colonias,
disminuyendo el poder de aquellos que no las tenían.
América según los europeos
El descubrimiento y colonización de América
significó tambien una profunda conmoción en las
formas de imaginar y representar el mundo. La
imaginación geográfica, es decir, las ideas y
creencias respecto de los distintos lugares, que
tenían los europeos, debió adaptarse para tratar
de comprender el nuevo mundo.
Esto fue así porque la América que los
europeos descubrieron no solo contradecía lo
que en aquel momento se creía sobre la forma y
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las dimensiones de la Tierra, sino porque tambien mostró una realidad muy distinta de la que, por
entonces, se aceptaba. Una de las cuestiones más importantes y difíceles de resolver fue el hecho
de que América estuviese habitada, hasta llegaron a preguntarse si esos habitantes eran humanos.
Conocer como eran esas culturas diferentes y cuáles eran sus costumbres y sus formas de vida fue
motivo de gran interés por mucho tiempo.
Comprender lo que veían no resultó una tarea sencilla
para quienes llegaron a América y comenzaron a
explorarla. En principio recurrieron a la comparación con
sus lugares de origen; por eso varios lugares de América
Latina recibieron nombres inspirados en lugares
europeos: Nueva España, Nueva Granada; Córdoba,
Valencia.
También se vió a la naturaleza como una fuente
inagotable de recursos. Muchos mapas representaban
los recursos que resultaban de interés para su
aprovechamiento, como si la geografía del continente que se acababa de descubrir se limitara a
coincidir con lo que se esperaba obtener en sus distintos lugares.
Vemos así como la imaginación geográfica también desempeñó un papel muy importante en la
apropiación y conquista del continente y en su incorporación al mundo conocido y recorrido.
América en la etapa colonial
A partir del siglo XVI, América se convirtió en un gran espacio colonial. España, Portugal, Gran
Bretaña, Francia, los Países Bajos (Holanda) y Dinamarca se fueron apropiando de diferentes
porciones del territorio, donde ejercieron el dominio político, económico y cultural sobre las
poblaciones originarias.
Las bases naturales de América constituían una extraordinaria oferta, que se imaginaba como
practicamente ilimitada o inagotable. A partir de entonces, las formas de asentamiento y de
transformación de los medios naturales fueron muy distintas de las que practicaban los pueblos
originarios.
Las actividades dejaban de tener como fin principal cubrir las necesidades directas de las
comunidaddes y, al igual que los territorios donde se llevaban a cabo, se organizaron para extraer o
producir bienes, tales como minerales y cultivos tropicales, especialmente para el mercado y la
exportación. Más allá del interés económico de las metrópolis coloniales, el período colonial
representó también una nueva etapa del poblamiento para América. Una gran cantidad de persona
migraron desde el viejo hacia el nuevo mundo y se establecieron en numerosos asentamientos
rurales y urbanos.
No siempre los límites formales de un territorio colonial coincidieron con el área ocupada y
poblada en forma efectiva. Es decir, gran parte del espacio americano estaba apropiada pero no
ocupada por los colonizadores; seguía ocupada parcialmente por pueblos originarios que no habían
caído bajo el sometimiento colonial. Se trataba de territorios indígenas considerados por los
colonizadores, como áreas de frontera.
El territorio colonial español
El territorio que reivindicaron a partir de 1492 fue el de mayor extensión. Sus primeras grandes
conquistas fueron los imperios azteca e inca, que tenían tesoros de plata y oro. El descubrimiento
de los yacimientos mineros en la zona montañosa del oeste dio gran impulso a la colonización
española; luego se desarrollaron la producción agrícola y ganadera, y la exportación de alguno de
sus productos, como el azúcar, el cacao y los cueros.
Las áreas que los españoles ocuparon no solo contaban con recursos de interés para ellos, sino
que eran también las más densamente pobladas por los indígenas, lo que les permitió contar con
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una abundante mano de obra. En los lugares donde ésta no era suficiente, trajeron esclavos de
África
La sociedad colonial se formó con una gran mezcla de grupos étnicos que tenían diferentes
derechos, obligaciones y prestigio social; en el escalón más alto estaban los españoles, que
monopolizaban el dominio político.
A lo largo de la etapa colonial se organizaron los siguientes tipos de asentamientos:

 La áreas mineras. La extracción de metales preciosos, especialmente de plata, originó la


formación de asentamiento en los lugares de los yacimientos. Los más importantes se
desarrollaron en los actuales territorios de México y Bolivia. Esta proiducción requería bundante
mano de obra, infraestructura, equipamiento, maquinarias, alimento para los trabajadores y
habitantes en general del asentamiento, entre otras cosas. Los yacimientos se encontraban en
zonas montañosas y áridas, por eso estos poblados establecieron vínculos con otros núcleos
urabnos y rurales que podían proveer los bienes necesarios. Las áreas rurales proporcionaban
los alimentos y la mano de obra; las ciudades, a través de sus puertos, la tecnología y los
capitales; además, fueron la salida de los productos hacia la metrópoli. A fines del siglo XVII, la
ciudad minera de Potosí era un importante mercado de consumo( con una población de más de
100.000 personas), abastecido en parte por la producción proveniente de las regiones de Cuyo,
Tucumán y el Río de la Plata.
 Las áreas agrícola – ganaderas. Los pobladores españoles obtuvieron de la corona no solo
grandes extensiones de tierra sino también a los indígenas que habitaban en ellas.
A estas posesiones se las llamó encomiendas, dado que el rey encomendaba a los indios al
cuidado de los españoles, con el fin de que también los evangelizaran. Con estos recursos
organizaron áreas de producción de alimentos cuyos principales centros de consumo eran las
ciudades y los centros mineros.
Cuando la explotación de la plata decayó y disminuyó el número de indígenas, estos
asentamientos rurales se transformaron en haciendas, grandes establecimientos agrícola-
ganaderos que producían alimentos, tejidos, animales de carga y otros objetos de uso cotidiano.
Las familias campesinas, en general de ascendencia indígenas, solo tuvieron acceso a
pequeñas extensiones de tierra y fueron las principal mano de obra de las haciendas. Con el
tiempo, las grandes propiedades agrarias se multiplicaron y las áreas rurales se caracterizaron
por presentar una gran concentración de tierras en poder de pocas familias, frente a numerosos
pobladores campesinos que ocupaban parcelas muy pequeñas.
 Las ciudades. Los españoles organizaron su territorio colonial a partir de la fundación de
ciudades.Estos núcleos de población cumplían distintas funcines: constituían el asentamiento
de las autoridades que representaban el poder de la corona (centro administrativo), de los
comerciantes que dominaban los intercambios de bienes ( centro económico) y, en general, de
la población europea y criolla, entre la que se incluían los propietarios de haciendas (centro
social y cultural). Las ciudades puertos adquirieron mayor importancia por su función de
intermediarias con las metrópolis. Muchas de las ciudades de Hispanoamérica fueron fundadas
en la etapa colonial.
El territorio colonial portugués
Esta colonización se originó a partir del tratado
de Tordesillas, celebrado entre las monarquías de
España y Portugal, por el cual se dividían el mundo
para colonizarlo. Portugal obtuvo derechos de
exploración y conquista sobre una porción de
America del Sur. Este proceso se efectivizó en 1549,
cuando el Estado portugués instaló la capital de sus
posesiones en San Salvador de Bahía, en la costa
atlántica del actual Brasil. Allí los colonizadores
lusitanos explotaron el palo Brasil, una especie autóctona del bosque subtropical del lugar (del que
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se obtiene una tinta roja), pero sus existencias pronto se agotaron. En una segunda etapa se
expandió el cultivo de la caña de azúcar en grandes plantaciones o engenhos (ingenios), propiedad
de unas pocas familias adineradas que pudieron invertir en la compra de maquinarias y de esclavos
provenientes de África. Los propietarios de las tierras, de los esclavos y de los ingenios donde se
refinaba el azúcar, eran conocidos como fazendeiros o señores del ingenio. Además en la zona se
cultivó tabaco y se crio ganado.
A medida que los europeos fueron ocupando el territorio del actual Brasil, la población indígena
huyó hacia el interior del continente. Los colonizadores que ocuparon la zona donde hoy se
encuentra la ciudad de San Pablo, se dedicaron a la ganadería y a la agricultura, y, al no contar con
mano de obra suficiente, organizaron expediciones hacia el interior para perseguir y capturar
indígenas con el fin de ocuparlos en el trabajo forzado. Estas expediciones llamadas bandeiras,
fueron un factor que ayudó a que los portuguese pudieran apropiarse de más tierras, más allá de
los límites establecidos por el tratado de Tordesillas.
A comienzos del siglo XVIII se inició la explotación de oro en el actual Estado brasileño de Minas
Gerais. Este nuevo ciclo productivo significó un avance más de los portugueses hacia el interior y
una intensificación en el tráfico de esclavos traídos de África. A fines del siglo XVIII, la
expansión del cultivo del café fue el motor que dio un nuevo impulso al poblamiento del espacio
brasilero. Respecto de la mano de obra esclava, se estima que entre el siglo XVI y el XIX más de 5
millones de africanos llegaron a Brasil como esclavos. Este tráfico fue uno de los negocios más
lucrativos de la economía colonial portuguesa y del imperio brasileño.
Los territorios coloniales británicos
Los británicos avanzaron sobre América en el siglo XVII, compitiendo, en principio, con
holandeses y franceses en la ocupación de América del Norte(actuales territorios de EEUU y
Canadá). Se establecieron en la costa atlántica, donde organizaron colonias en las que predominó
la población europea, como las de Boston o Filadelfia. Desde allí comenzaron a avanzar hacia el
interior hasta alcanzar los montes Apalaches. También se dirigieron al norte de los Grandes Lagos,
en el sur de Canada, donde, si bien lograron imponerse los franceses, se mantuvo una pequeña
área ocupada por estos.
La colonización británica fue, más que una empresa de la monarquía, como las de España y
Portugal, un proceso protagonizado en especial por empresas comerciales en procura de
ganancias, grupos religiosos que buscaban practicar sus creencias en libertad y familias con
deseos de habitar otras tierras y empezar una nueva vida. Las colonias gozaron de cierta
autonomía politica porque, en un principio, la colonia británica no se preocupó mucho por
monopolizar el dominio político.
En las colonias del sur, donde el clima es más cálido y permite el cultivo de plantas tropicales,
adquiieron poder alginos propietarios de grandes extensiones de tierra, que organizaron
plantaciones de tabaco y de arroz con mano de obra esclava proveniente de África.
En el Caribe, Gran Bretaña fundó colonias en varias islas y en un sector costero de la región de
las Guayanas, donde estableció plantaciones, especialmente azucareras. En estos territorios su
dominio se asemejó a la colonización española o portuguesa, pues el gobierno colonial ejerció un
mayor control político sobre una sociedad formada por varios grupos étnicos y marcada por las
grandes diferencias sociales.
Otros territorios coloniales
En el siglo XVII, los franceses se instalaron en América del Norte compitiendo con los británicos y
los españoles, pero sus asentamientos más importantes se limitaron a los del valle del río San
Lorenzo en Canadá y otros a lo largo del río Mississippi ( Nueva Orleans y Luisiana), aunque
finalemente perdieron estos últimos dominios. Otras colonias francesas se formaron en algunas
islas del Caribe y en parte de la costa de las Guayanas, donde predominaron las plantaciones
azucareras.
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Los holandeses intentaron establecer colonias en algunos lugares de la costa atlántica
americana, pero parte de sus dominios pasaron en poco tiempo a manos de otras potencia
europeas; es el caso de Nueva Amsterdam ( actual Nueva York) y de las posesiones del nordeste
de Brasil, apropiadas por los portugeses. En cambio, formaron colonias duraderas en algunas islas
del Caribe y en la costa de Guayanas, donde instalaron plantaciones de azúcar.
Los daneses ocuparon las isla de Groenlandia a partir del siglo XVIII y establecieron sus
asentamientos a lo largo de la costa de esta región helada.
De colonias a países
Así como las colonias americanas fueron muy difrentes entre si, también lo fueron los procesos que
desembocaron en su disolución y en la formación de nuevos Estados independientes. Entre fines
del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, la mayoría de las sociedades americanas se
independizaron y constituyeron Estados nacionales. Para sintetizar estos procesos, conviene
distinguir los procesos correspondientes a América Latina y a América Anglosajona.
La formación de los países de América Latina
El fin del período colonial respondió a distintas causas; entre ellas, las transformaciones en las
sociedades coloniales y también el contexto internacional. Europa atravesaba las guerras
napoleónicas, y España y Portugal se encontraban debilitados.
Cuando se independizaron los virreinatos españoles, las luchas internas y los intereses
contrapuestos (internos y externos) contribuyeron a que sus territorios se fragmentaran y surgieran
varios países distintos. En el caso de los dominios portugueses, en cambio, la unidad se mantuvo y
la independencia dio lugar a la formación de un único Estado, Brasil ( bajo una monarquía).
Los años (a veces, décadas) que transcurrieron desde los primeros movimientos
independencistas hasta que los Estados quedaron plenamente constituídos fueron, en la mayoría
de los casos, muy difíceles para sus habitantes. Las guerras provocaron la muerte de miles de
personas y la desorganización de las actividades productivas. Su reorganización requirió grandes
esfuerzos que terminaron transformando profundamente a las sociedades y sus territorios.
Los nuevos Estados independientes de América Latina se fueron consolidando, en su mayoría,
durante la segunda mitad del siglo XIX. Este fue un proceso que incluyó la organización de sus
gobiernos, el dictado de las respectivas constituciones y otras leyes, la reconstrucción de sus
economías y la obtención de reconocimiento por parte de los demás países. También debieron
lograr el control de la población, reordenar sus sociedades y desarrollar la identidad nacional.
La organización de cada nuevo Estado, además, exigió la definición de los territorios bajo su
dominio exclusivo. Algunos Estados, como el de México, no lograron retener todos los territorios de
los antiguos virreinatos de los que sucedían;otros, como la Argentina, incorporaron territorios
indígenas, también llamados de frontera, porque eran los espacios no ocupados efectivamente por
la colonia.
A su vez, los nuevos países debieron reorganizarse internamente,es decir, asegurar la presencia
del Estado en todo el territorio. Estas tareas se llevarona cabo de muy diversas formas y a lo largo
de mucho tiempo, pero siempre implicaron transformaciones territoriales.
En las zonas pobladas continuó el proceso de concentración de la propiedad de la tierra y
predominaron los latifundios y, al concentrarse en pocas manos, en zonas de alta densidad de
población, constituyen un privilegio.Las comunidades indígenas y los campesinos tuvieron, en
general, cada vez meos tierra.
Las economías de todos los nuevos Estados se reorganizaron de acuerdo con el modelo
agrominero-exportador, es decir que la acción del gobierno se orientaba principalmente a
favorecer las eportaciones de determinados productos que proveían amplias ganancias a grandes
empresas. Los países de América Latina exportaban materias primas y recursos naturales a los
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países desarrollados e importaban las manufacturas que ellos producían. La puesta en producción
de los nuevos espacios incorporado por los Estados nacionales significó una gran inversión en
infraestructura y equipamiento, y la incorporación de inmigrantes que, desde fines del siglo XIX a
principios del XX, provinieron sobre todo de Europa.
La formación de los países de América anglosajona
Las 13 colonias británicas de la costa atlántica de América del Norte fueron las primeras en
declarar su independencia, en julio de 1776, formando los Estados Unidos de América. La
organización política que se dio al nuevo país fue considerada por muchos como ejemplo de
democracia política; y la organización económica que este fue adquirendo se vio como ejemplo de
capitalismo.
El nuevo país inició un lento proceso de organización social y territorial, que tuvo como uno de
sus hechos distintivos la denominada marcha hacia el oeste, es decir, el avance de la apropiación
y el poblamiento de los territorios en ese rumbo, en detrimento de la población indígena, que fue
siendo desplazada y confinada en lugares impropios, lo que también contribuyó a su disminución.
Otro hecho importante fue la guerra civil (1861-1865) entre los Estados del norte y los del sur, que
tuvo como consecuencia el fin de la esclavitud en el sur del país. La expansión hacia el oeste, la
ocupación de California como consecuencia de la “fiebre del oro” de mediados del siglo XIX y la
ampliación del territorio por distintos medios, fueron el impulso para la consolidación del Estado
nacional, quee stuvo acompañada de la llegada de un gran número de inmigrantes y por un fuerte
impulso a la industrialización y a las actividades agropecuarias. La inversión en infraestructura y
medios de comunicación terrestre ( principalmente ferroviarios) y la organización de grandes
empresas que abastecían un mercado interno cada vez mayor y ávido de proiductos, contribuyeron
a que, ya hacia fines del siglo XIX, cuando los países de América Latina recién se consolidaban, los
Estados Unidos fueran una potencia económica y, especialmente, industrial.
La independencia de Canadá siguió un camino diferente del precedente, ya que no implicó una
ruptura brusca ni violenta con la metrópoli colonial. Habiéndose mantenido durante más tiempo bajo
dominio británico, recién en 1867 las colonias de ese origen y las de origen francés acordaron
formar la confederación de Canadá, un nuevo Estado que fue obteniendo gradualmente su plena
autonomía política, manteniendo estrechos lazos con la metrópoli británica como integrante de la
Comunidad de Naciones ( Commonwealth)

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