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La tutela y la curatela en el sistema jurídico mexicano son instituciones

complementarias de protección patrimonial y personal de menores y


personas declaradas incapaces por sentencia judicial.
En el Derecho Romano, la tutela y la curatela eran dos poderes sobre las
personas que aun siendo sui iuris, (sujetos de derecho), no tenían la
capacidad de entender y de querer necesaria para administrar
convenientemente el propio patrimonio. La falta de tal capacidad podía ser
total o parcial, y fundada en razones de edad, de sexo, de enfermedad
mental o de tendencia a la dilapidación.
La tutela y la curatela romana tenían un fin patrimonial, la protección de la
persona se ejercía por la madre u otro pariente; la prueba es que, tutela y
herencia se muestran en intima conexión, el tutor o el curador solía ser el
pariente más próximo llamado a la herencia, que miraba más a su interés
económico que a la protección del sometido a su guarda, conservando el
patrimonio de este último con la ambición de quien administra las cosas que
van a ser suyas, perdiéndose ese significado económico con la aparición de
la tutela dativa.
¿Cuál es el objetivo de la tutela?
El objeto de la tutela es la guarda de la persona y bienes de los que no
estando sujetos a patria potestad tienen incapacidad natural y legal, o
solamente la segunda, para gobernarse por sí mismos. La tutela puede
también tener por objeto la representación interina del incapaz en los casos
especiales que señale la ley.
En la tutela se cuida preferentemente de la persona de los incapacitados. Su
ejercicio queda sujeto en cuanto a la guarda y educación de los menores.
¿Qué personas son consideradas con incapacidad natural y legal?
Tienen incapacidad natural y legal:
 Los menores de edad.
 Los mayores de edad que por causa de enfermedad reversible o
irreversible, o que, por su estado particular de discapacidad, ya sea de
carácter físico, sensorial, intelectual, emocional, mental o varias de ellas a la
vez, no puedan gobernarse, obligarse o manifestar su voluntad, por sí
mismos o por algún medio que la supla.
¿Cuál es la función principal de un tutor y un curador?
El tutor tiene como funciones principales la guarda y custodia del menor o
incapaz, así como su protección, asistencia, educación, alimentación y
rehabilitación, cuando este no tiene ascendientes o cuando estos no pueden
cumplir con el ejercicio de la patria potestad. El curador por su parte tiene la
obligación de defender los derechos del menor o incapacitado cuando se
encuentren en oposición con los del tutor, además de vigilar la actuación,
proceder y conducta del tutor y cumplir cualquier otra obligación que la
autoridad le señale, dando en todo momento conocimiento al juez de todo
aquello que considere que puede ser dañoso al menor o incapacitado.
¿Pueden también las personas morales ser tutores o curadores?
Sí, la ley señala expresamente que las personas morales podrán
desempeñarse como tutores o curadores, cuando no tengan una finalidad
lucrativa y cuando su fin primordial sea la protección y atención a las
personas menores de edad o incapaces, solo entonces podrán desempeñarse
como tutores del número de personas que su capacidad lo permita.
¿Qué personas no pueden desempeñarse como tutores?
Algunas de las personas que no pueden ejercer el cargo de tutor son:
 Los menores de edad.
 Los mayores de edad que se encuentren bajo tutela.
 Los que hayan sido removidos de otra tutela por haberse conducido
mal, ya respecto de la persona, ya respecto de la administración de los bienes
del incapacitado.
 El que haya sido condenado en sentencia ejecutoriada por delito
doloso.
 Los que no tengan un modo honesto de vivir y demás que señale la ley.

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