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2 REHABILITACIÓN SÍSMICA DE ESTRUCTURAS


3 APORTICADAS CON DIAGONALES DÚCTILES DE ACERO
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5 Francisco J. Crisafulli1
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8 1 Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Cuyo
9 Mendoza. ARGENTINA
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15 RESUMEN
16
17 Se presenta en este trabajo una propuesta para la rehabilitación sísmica de estructuras
18 aporticadas mediante el uso de diagonales dúctiles de acero. Dichas diagonales se diseñan con una
19 reducción del área resistente en uno de sus extremos. De esta forma se puede lograr que la
20 resistencia axial de la barra en tracción sea similar a la de compresión, eliminando o reduciendo al
21 mínimo la posibilidad de falla por problemas de inestabilidad. Además, el detalle propuesto permite
22 modificar con cierta independencia la rigidez y resistencia axial de las diagonales, de modo de
23 ajustar estos parámetros según los requerimientos del caso. Los criterios de diseño que fundamentan
24 esta propuesta se han formulado considerando la filosofía del diseño por capacidad y utilizando
25 conceptos básicos de análisis estructural.
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28 SUMMARY
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30 This paper summarizes a design criterion for the seismic retrofit of framed structures using
31 steel braces, which present a reduction of the sectional area at one of its ends. In this way it is
32 possible to achieve similar axial capacities of the member in both tension and compression, avoiding
33 or reducing the possibility of buckling failure. Furthermore, the designer is able to adjust, with
34 some freedom, the axial stiffness and the axial resistance of the brace in order to fulfill the
35 requirements of each particular case. The proposed criterion is based on the principles of capacity
36 design and on basic concepts of structural analysis.
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39 INTRODUCCIÓN
40
41 Los pórticos de acero con diagonales centradas han sido utilizados desde el comienzo del
42 siglo XX para resistir cargas de viento. Posteriormente, el mismo sistema estructural se empleó en
43 construcciones sismorresistentes, aprovechando las ventajas que presenta especialmente en términos
44 de rigidez lateral. Sin embargo, la experiencia recogida en terremotos pasados y las investigaciones
45 realizadas demostraron que la respuesta bajo acción sísmica puede ser inadecuada en algunos casos,
46 debido fundamentalmente a problemas de inestabilidad de las diagonales comprimidas. Como
47 resultado de estos inconvenientes se produce degradación de rigidez y resistencia del sistema,
1 acompañado con reducción de la ductilidad disponible. Otro problema asociado a este sistema
2 estructural es la dificultad para asumir en forma clara y definida un mecanismo de deformación
3 plástica, como resultado de la diferencia de la resistencia a tracción y compresión de las diagonales
4 de acero, y a las incertidumbres relacionadas con los problemas de inestabilidad. Esta es la razón
5 por la cual, generalmente, los códigos de diseño castigan a las estructuras con diagonales de
6 rigidización mediante coeficientes sísmicos (o aceleraciones espectrales) mayores (Ref. 1). Debido
7 a los inconvenientes mencionados, el uso de pórticos de acero con diagonales excéntricas presenta
8 ventajas significativas (Ref. 2). Estas estructuras exhiben una adecuada rigidez lateral, para
9 controlar deformaciones, conjuntamente con una buena capacidad de disipación de energía mediante
10 deformaciones plásticas (fluencia por corte y/o flexión), que se concentran en zonas especialmente
11 diseñadas para ello. Las diagonales con conexiones excéntricas, sin embargo, son difíciles de
12 aplicar para la rehabilitación sismorresistente de estructuras de hormigón armado existentes, caso
13 para el cual las diagonales de refuerzo centradas representan una solución válida.
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15 La rehabilitación de edificios existentes constituye uno de los mayores desafíos que enfrenta
16 la ingeniería sismorresistente en la actualidad. Esta problemática afecta a la mayoría de las regiones
17 con actividad sísmica, independientemente de su nivel de desarrollo, dado que es necesario reforzar
18 construcciones dañadas por terremotos o bien conferir un nivel mínimo de seguridad
19 sismorresistente a edificios ya construidos que no se adecuan a las normas vigentes. Otro aspecto
20 importante a tener en cuenta es el relacionado con las expectativas actuales de la sociedad que han
21 producido un cambio sobre el concepto de construcción sismorresistente. Si bien la seguridad de las
22 vidas humanas sigue siendo el principal objeto del diseño, es necesario en muchos casos asegurar
23 niveles adicionales de desempeño, tales como operabilidad de la construcción después de un
24 terremoto moderado, limitación y control de daño en equipamientos, reducción de los costos de
25 reparación, etc. Estos nuevos criterios están siendo incorporados en forma lenta al proceso de
26 diseño y es de esperar que las próximas generaciones de códigos los incluyan en forma explícita.
27 Todas estas razones indican en forma clara la necesidad de formular soluciones adecuadas, desde el
28 punto de vista estructural, arquitectónico y económico, que permitan la rehabilitación
29 sismorresistente de construcciones existentes (con el término “rehabilitación” se engloban en forma
30 genérica la reparación, refuerzo y/o refuncionalización estructural).
31
32
33 CRITERIOS GENERALES PARA EL DISEÑO DE DIAGONALES DE ACERO
34
35 Los pórticos con diagonales centradas representan un sistema estructural de alta rigidez
36 elástica, en el cual las acciones laterales son resistidas principalmente por esfuerzos axiales en sus
37 miembros. Las diagonales pueden disponerse en los vanos del pórtico de acuerdo a varias
38 configuraciones diferentes, dependiendo fundamentalmente de la geometría de la estructura, del
39 nivel y tipo de acciones a resistir y de los requerimientos arquitectónicos. Algunos ejemplos de
40 configuraciones típicas se ilustran en la Figura 1.
41
42 La respuesta de este tipo de estructuras está determinada fundamentalmente por el
43 comportamiento de las diagonales de acero. Es por ello, que el conocimiento de la respuesta
44 inelástica de las diagonales sometidas a esfuerzos axiales cíclicos es de fundamental importancia
45 para lograr un adecuado diseño estructural. Los principales factores que pueden afectar
46 significativamente el comportamiento de las diagonales son: la esbeltez de la barra, λ, (relación
47 entre la longitud de pandeo y el radio de giro de la sección), las condiciones de extremo de las
48 diagonales y la forma de la sección. Las diagonales tipo “tensor”, esto es con una esbeltez muy alta
1 y consecuentemente con resistencia a compresión prácticamente nula, han sido usadas extensamente
2 para resistir acciones laterales debidas a viento, pero no constituyen una solución adecuada para
3 construcciones sismorresistentes dado que la respuesta cíclica exhibe una significativa reducción de
4 los lazos de histéresis (“pinching”). Por esta razón, los códigos y recomendaciones de diseño
5 sismorresistente (Refs. 1 y 3) requieren generalmente que las diagonales tengan una capacidad a
6 compresión como mínimo igual al 50% de la resistencia en tracción. Por lo inconvenientes
7 descriptos se recomienda utilizar diagonales poco esbeltas o intermedias para controlar la
8 degradación de resistencia a compresión luego de que se produce el pandeo de la barra.
9 Especificaciones desarrolladas en Estados Unidos para edificios de acero (Ref. 4) limitan la esbeltez
10 (relación entre la longitud efectiva de la barra y el radio de giro de la sección) de las diagonales a:
11
2620
12 λ≤ (MPa ) (1)
Fy
13
14 para el caso de pórticos especiales con arriostramientos (SCBF, en los cuales se esperan
15 deformaciones inelásticas importantes), mientras que Bruneau et al. (Ref. 3) recomiendan que:
16
2020
17 λ≤ (MPa ) (2)
Fy
18
19 donde Fy es la tensión de fluencia del acero en MPa. Para el caso de aceros con resistencia Fy = 240
20 MPa, las Ecuaciones 1 y 2 indican que la esbeltez máxima está comprendida entre 169 y 130.

21 Figura 1. Configuraciones típicas de pórticos con diagonales centradas.


22
23 Una solución alternativa ha sido utilizada en Estados Unidos y Japón que consiste en utilizar
24 barras diagonales muy esbeltas, formadas por perfiles L, secciones circulares macizas o tubulares,
25 que se colocan dentro de un tubo de acero de sección considerablemente mayor, rellenando el
26 espacio entre ambos con mortero (“unbonded brace”, Ref. 5). La diagonal interior se conecta al
27 resto de la estructura, formando un pórtico con diagonales centradas, mientras que el tubo exterior y
28 el relleno de mortero sirven como elementos confinantes para evitar el pandeo de la diagonal
29 interior. De esta forma se consigue que la diagonal pueda fluir y desarrollar deformaciones plásticas
30 tanto en tracción como en compresión. A los efectos de evitar que se desarrolle adherencia entre la
31 superficie de acero y el mortero de relleno, la diagonal interior se recubre con pinturas especiales.
32 Esta solución ha sido aplicada a la rehabilitación de edificios con resultados satisfactorios, sin
33 embargo existen algunas limitaciones que impiden su uso generalizado. Al respecto debe destacarse
34 que tanto la rigidez como la resistencia axial de la diagonal están determinadas por la sección
1 transversal de las barras interiores, impidiendo al ingeniero estructural elegir estos parámetros con
2 cierta independencia según los requerimientos de cada caso.
3
4 En las secciones siguientes se discuten aspectos fundamentales sobre el análisis y diseño de
5 las diagonales de acero propuestas en este trabajo, las cuales presentan ciertas ventajas que hacen
6 uso interesante para la rehabilitación sismorresistente de edificios.
7
8
9 REHABILITACIÓN SÍSMICA DE EDIFICIOS CON DIAGONALES DE ACERO
10
11 El uso de diagonales de acero para la rehabilitación sismorresistente de edificios de
12 hormigón armado presenta ciertas ventajas comparativas, especialmente desde el punto de vista
13 constructivo, dado que permite “trabajar en seco”, por ejemplo utilizando uniones soldadas o
14 atornilladas conjuntamente con insertos metálicos que se fijan al hormigón con pegamentos tipo
15 epoxi. En el caso de rehabilitación de construcciones existentes, a diferencia de lo que ocurre en
16 edificios nuevos, las diagonales deben diseñarse en forma cuidadosa para que tengan una
17 determinada rigidez axial, para controlar así la distribución de esfuerzos internos en la estructura, y
18 cierta resistencia, para establecer el mecanismo de deformación plástica y asegurar la integridad de
19 los elementos existentes que quieren protegerse. Este proceso puede complicarse por el hecho de
20 que la resistencia de la diagonal y su rigidez axial dependen directamente de la sección transversal
21 de la barra, por lo cual resulta difícil controlar en forma independiente estas dos variables. Las
22 restricciones que normalmente imponen los códigos de diseño para limitar la esbeltez de las
23 diagonales o para controlar la resistencia a compresión complican aún más el proceso de diseño. Es
24 posible obtener distintos valores de rigidez axial modificando la longitud de las diagonales mediante
25 la adopción de distintas configuraciones, sin embargo, estos cambios están muy restringidos por la
26 geometría de la estructura y por requerimientos arquitectónicos.
27
28
29 PROPUESTA DE DISEÑO
30
31 Aspectos generales: La propuesta que se presenta en este trabajo para el diseño de diagonales de
32 acero para la rehabilitación de edificios se basa en los siguiente criterios:
33 ♦ Utilizar secciones tubulares o secciones compuestas con perfiles que aseguren una esbeltez
34 reducida para controlar el problema de pandeo global de la barra.
35 ♦ Definir una zona donde se concentran las deformaciones plásticas inducidas por los
36 esfuerzos axiales de compresión y tracción.
37 ♦ Controlar, en forma relativamente independiente, la rigidez axial y la resistencia de la barra.
38
39 Para lograr estos objetivos se propone el diseño representado en la Figura 2 (a), que
40 consistente en producir en forma deliberada una zona de sección transversal reducida en la cual se
41 concentrarán las deformaciones plásticas. Esta reducción se logra mediante perforaciones o
42 caladuras, dispuestas en forma simétrica vara evitar excentricidades. Además, es importante que la
43 variación de la sección se realice en forma suave para evitar concentraciones de tensiones, y por
44 ende demandas de deformación plástica significativas. En el ejemplo ilustrado en la Figura 2 (a),
45 estos objetivos se lograron mediante una perforación en cada cara del tubo de acero; cada
46 perforación esta formada por un rectángulo central, de longitud L1, y zonas de transición circulares
47 en los extremos (la longitud L1 se determina de modo de limitar las deformaciones específicas del
48 acero en la zona de fluencia de acuerdo a un criterio simple que se detalla posteriormente). Con el
1 detalle propuesto se consigue que la resistencia a tracción y compresión estén determinadas por la
2 sección reducida A1, mientras que la rigidez axial y la esbeltez de la barra dependen
3 fundamentalmente de la sección A2 de la sección sin reducir (esto es válido siempre y cuando la
4 longitud L1 sea significativamente menor que la longitud total de la diagonal L). Es muy importante
5 aclarar que, si bien el criterio propuesto presenta ventajas interesantes que permiten el uso de
6 diagonales de acero en la rehabilitación de construcciones, su aplicabilidad no es general. El
7 ingeniero estructural deberá evaluar en cada caso cuál es la alternativa más conveniente,
8 considerando que normalmente este proceso implica una solución de compromiso entre las distintas
9 requerimientos (estructurales, arquitectónicos y económicos) que condicionan el problema.
10

11 Figura 2. Diseño propuesto para las diagonales de acero y esquema del modelo para el
12 análisis estructural.
13
14 A los efectos de realizar el análisis y diseño de estructuras rehabilitadas con las diagonales
15 propuestas es necesario evaluar adecuadamente la rigidez y resistencia axial, y controlar los
16 requerimientos de ductilidad. Estos aspectos se discuten en las secciones siguientes.
17
18 Rigidez axial: La rigidez axial, Ka, de la diagonal de acero con reducción del área resistente en un
19 extremo puede determinarse en forma simple considerando dos zonas, de longitud L1 y L2 = L–L1
20 (ver Figura 2(b)), con áreas diferentes A1 y A2, y por lo tanto con rigideces distintas, k1 y k2. De
21 modo que la rigidez axial es:
kk
22 k = 1 2 (3)
a k1 + k 2
23
1 donde k1= E A1/L1, k2= E A2/L2 y E es el módulo de elasticidad del acero. En general, la longitud
2 L1 es considerablemente menor que la longitud L2, por lo que la rigidez axial ka es levemente menor
3 que la rigidez axial de la diagonal sin considerar la reducción de sección, E A2/L.
4
5 A los efectos de la implementación de un modelo matemático mediante un programa de
6 análisis estructural puede resultar conveniente representar las diagonales como barras de sección
7 uniforme con un área equivalente, Aeq, de acuerdo a la siguiente expresión:
8
A1 A 2
9 A = L (4)
eq A 1 L 2 + A 2 L1
10
11 donde L es la longitud total de la barra diagonal.
12
13 Debe destacarse que las solicitaciones en la estructura compuesta (pórtico de hormigón
14 armado y diagonales de acero) dependen de la rigidez relativa de los distintos elementos
15 componentes. Es por ello que la adecuada estimación de la rigidez axial de las diagonales es un
16 aspecto importante, no solo para determinar los desplazamientos laterales sino también para estimar
17 el grado de seguridad de la estructura existente ante una determinada acción,.
18
19 Resistencia axial: La resistencia axial de la diagonal queda definida por la sección reducida A1,
20
21 N y = Fy A 1 (5)
22
23 Para asegurar que la resistencia a compresión de la diagonal es similar a la resistencia a
24 tracción debe evitarse el pandeo en la sección reducida, a lo largo de la longitud L1. Los ensayos de
25 laboratorio indican que, si se limita adecuadamente la esbeltez, es posible controlar la inestabilidad
26 de la barra y desarrollar deformaciones plásticas en compresión con una resistencia similar a lo
27 obtenida en tracción. Sin embargo, a medida que se aumentan las deformaciones plásticas de
28 compresión se puede producir degradación de resistencia debido al fenómeno de abollamiento. Por
29 esta razón es necesario asegurar una esbeltez muy reducida, no mayor de 20 o 25, en los elementos
30 que componen la sección reducida A1, como así también controlar la relación ancho/espesor de los
31 elementos comprimidos.
32
33 Los perfiles o tubos que componen la diagonal (sección A2) deben verificar ciertos valores
34 límites para la relación ancho-espesor a los efectos de controlar el abollamiento. De acuerdo al
35 criterio de las normas AISC (Ref. 4) las diagonales de acero para estructuras sismorresistentes deben
36 cumplir con las limitaciones correspondientes a secciones compactas y no-compactas, no
37 pudiéndose utilizar secciones esbeltas. Dado que las secciones tubulares presentan ventajas
38 comparativas y se emplean para la construcción de las diagonales, se recomienda que:
39
8950
40 D/t ≤ para tubos circulares (6)
Fy
290
41 d/t ≤ para tubos cuadrados o rectangulares (7)
Fy
42
1 donde t es el espesor del tubo, D es el diámetro y d es la mayor dimensión del tubo rectangular.
2 Para el caso de un acero con Fy = 240 MPa, las ecuaciones 6 y 7 conducen a valores limites de D/t≤
3 37 y d/t≤19, respectivamente. Estas recomendaciones pueden resultar conservativas para el caso
4 que se discute en este trabajo, dado que en las diagonales propuestas las fluencia sólo se producirá
5 en la sección reducida mientras que el resto de la barra se encuentra en rango elástico. Sin embargo,
6 las relaciones ancho-espesor indicadas resultan de utilidad ante la falta de información experimental
7 específica para el caso de la diagonal propuesta.
8
9 Es importante aclarar que las diagonales con reducción de sección propuestas en este trabajo
10 deben construirse preferentemente con tubos de sección cuadrada, dado que en este caso la sección
11 reducida queda formada por cuatro perfiles ángulos iguales, como se ilustra en la Figura 2 (a) . El
12 uso de tubos de sección circular presenta algunas complicaciones desde el punto de vista
13 constructivo, pues es más complicado realizar las perforaciones, y estructural, porque la sección
14 resistente en la zona reducida queda formada por láminas curvas que presentan un radio de giro
15 reducido en una dirección (y por lo tanto mayor esbeltez).
16
17 Según el método de diseño LRFD (Load and Resistance Factor Design, Ref. 6) indicado por
18 las normas AISC, la resistencia nominal debe afectarse por un factor φ; para el caso de fluencia en
19 tracción es 0.90 y para compresión es 0.85. Sin embargo, para construcciones sismorresistentes de
20 acero el factor de resistencia φ de diagonales comprimidas no debe ser mayor de 0.80 (Ref. 4).
21
22 Requerimientos de ductilidad: Las diagonales de acero diseñadas de acuerdo al criterio propuesto
23 en este trabajo no experimentarán fluencia generalizada a lo largo de toda su longitud ante la acción
24 de un sismo severo, sino que las deformaciones plásticas se concentrarán en la zona de sección
25 reducida (con longitud L1). Es por ello que el diseñador debe tener especial cuidado en verificar que
26 la demanda de ductilidad requerida en la diagonal de acero, como consecuencia de los
27 desplazamientos laterales de la estructura, no exceda la capacidad de deformación del material.
28
29 El desplazamiento axial de la diagonal, ∆d, depende del desplazamiento lateral relativo del
30 piso, ∆l, y de la inclinación α de la diagonal de acero. Mediante consideraciones geométricas
31 simples, puede demostrarse que (ver Figura 3):
32
33 ∆ d = ∆ l cos α (8)
34
35 donde ∆l es el desplazamiento relativo de piso (diferencia entre los desplazamientos laterales
36 absolutos del piso superior e inferior conectados por la diagonal). Dicho desplazamiento relativo
37 debe definirse en estado último y considerando que en el diseño se asume que la estructura
38 incursionará en rango inelástico. Dado que usualmente los resultados obtenidos del análisis
39 estructural permiten conocer los desplazamientos laterales elásticos, ∆le, el desplazamiento relativo
40 en estado último puede estimarse como:
41
42 ∆ l = µ∆ le (9)
43
44 donde µ es la ductilidad de desplazamiento considerada en el diseño para estimar las acciones
45 sísmicas.
46
1 El desplazamiento axial ∆d inducido en las diagonales por los desplazamientos laterales de la
2 estructura esta formado por dos componentes resultantes de la deformación elástica de la barra a lo
3 largo de la longitud L2 y de la deformación plástica en la zona reducida con longitud L1, de modo
4 que:
5 ∆ d = ∆ de + ∆ dp = ε L 2 + ε max L1 (10)
6
7 donde ε es la deformación elástica y εmax es la deformación plástica máxima. La deformación
8 elástica puede calcularse considerando que la tensión desarrollada en la barra es igual a Fy A1/A2 y
9 por lo tanto
10
Fy A 1 A1
11 ε= = εy (11)
E A2 A2
12
13 donde εy = Fy / E es la deformación de fluencia del acero y E es el módulo de elasticidad.
14 Reemplazando la Ecuación 11 en al 10 se tiene que:
15
A1
16 ∆d = εy L 2 + ε max L1 (12)
A2

2 d

17
18 Figura 3. Desplazamientos laterales de la estructura y desplazamiento axial de las
19 diagonales.
20
21 La deformación plástica máxima, εmax, admisible en el acero para que no se produzca la
22 fractura en tracción depende de numerosos factores, entre los que se destacan:
23 ♦ Propiedades del acero: el principal parámetro es la deformación ultima, εsu, correspondiente a
24 la máxima tensión de tracción.
1 ♦ Historia de deformación: el número de ciclos y la máxima deformación desarrollada en
2 compresión pueden afectar significativamente la deformación a la cual se produce la fractura.
3 ♦ Temperatura: a bajas temperaturas la capacidad de deformación del acero puede reducirse
4 significativamente. Sin embargo, este efecto no es significativo para las condiciones
5 climáticas usuales.
6
7 Dodd y Restrepo (Ref. 7) concluyeron que, para un número relativamente bajo de ciclos
8 como los que probablemente ocurrirán en una diagonal sometida a acciones sísmicas, la
9 deformación de fractura es igual a la deformación última del acero, εsu, menos la máxima
10 deformación plástica desarrollada previamente en compresión. De acuerdo a este criterio, y en
11 forma conservativa hasta que se disponga de datos experimentales correspondientes a los aceros del
12 lugar, se recomienda limitar el valor máximo de la deformación axial a:
13
ε su
14 ε max ≤ (13)
2
15
16 Combinando las Ecuaciones 8, 12 y 13 se puede determinar la mínima longitud L1 de la zona de
17 fluencia que asegura que la deformación εmax no exceda el valor recomendado:
18
A1
∆ l cos α − ε y L2
A2
19 L1 ≥ (14)
ε su / 2
20
21 En los cálculos precedentes se ha despreciado el efecto de la zona de transición entre las secciones
22 A1 y A2 considerando que el mismo es poco significativo desde el punto de vista práctico para la
23 aplicaciones usuales de ingeniería sismorresistente.
24
25
26 DISEÑO DE LAS UNIONES
27
28 El diseño de las uniones entre las diagonales y la estructura existente es un aspecto de gran
29 importancia para asegurar un adecuado comportamiento de la construcción rehabilitada. Debe
30 verificarse que tengan la resistencia necesaria para que se desarrolle el mecanismo de deformación
31 plástica considerado, esto es la fluencia por esfuerzos axiales de la diagonales de acero. Para lograr
32 este objetivo es necesario aplicar los criterios fundamentales del diseño por capacidad (Ref. 8),
33 considerando que la máxima fuerza axial probable en la diagonal es igual al resistencia de la barra
34 (ver Ecuación 5) aumentada por un factor de sobrerresistencia. Ante la falta de información
35 experimental más precisa puede, adoptarse un valor comprendido entre 1.25 y 1.4. Para el diseño de
36 las uniones no debe considerarse el factor de reducción φ propio del método LRFD. En este trabajo
37 no se incluyen detalles específicos para las uniones. El ingeniero estructural debe analizar los
38 aspectos estructurales, arquitectónicos y económicos de cada caso para determinar la solución más
39 conveniente. Como criterio general debe considerase la importancia de que la unión de la diagonal
40 con otros elementos estructurales se realice en forma centrada, para no generar esfuerzos adicionales
41 de flexión y corte que pueden alterar en forma significativa el comportamiento de la estructura.
42
43
1 CONCLUSIONES
2
3 La rehabilitación de construcciones existentes representa en la actualidad uno de los grandes
4 desafíos de la ingeniería sismorresistente. Si bien la solución más conveniente depende de
5 numerosos factores, el uso de diagonales de acero para refuerzo estructural presenta ventajas
6 comparativas y por ello esta alternativa ha sido aplicada en forma extensiva.
7
8 Al formular el planteo estructural para la rehabilitación de un edificio con diagonales de
9 acero, la rigidez y resistencia de las diagonales son dos variables fundamentales que pueden
10 controlar el diseño. Es por ello que se propone el uso de diagonales tubulares de acero para
11 refuerzo estructural que presentan en uno de sus extremos una reducción del área resistente. El
12 objetivo de esta reducción es lograr que las barras tenga una resistencia axial en tracción similar a la
13 de compresión, reduciendo al mínimo posible la probabilidad de la ocurrencia de problemas de
14 inestabilidad. Además, el detalle propuesto permite modificar con cierta independencia la rigidez y
15 resistencia axial de las diagonales, de modo de ajustar estos parámetros según los requerimientos del
16 caso. De esta forma se facilita el trabajo del diseñador para seleccionar la solución estructural más
17 conveniente. El criterio general de diseño de la propuesta se basa en los principios del diseño por
18 capacidad y se han aplicado conceptos básicos de análisis estructural para formular ecuaciones
19 simples que permites determinar la rigidez axial de la barra y su rigidez, como así también un
20 procedimiento sencillo para controlar la demanda de ductilidad en la zona de fluencia.
21
22 Es de fundamental importancia completar la propuesta de diseño con ensayos de laboratorio
23 para verificar experimentalmente que la respuesta de las diagonales tubulares de acero concuerda
24 con las predicciones obtenidas analíticamente.
25
26
27 REFERENCIAS
28
29 1. Código de Construcciones Sismorresistentes de Mendoza, 1987, Mendoza, Argentina.
30 2. Popov, E. P., Kasai, K. y Engelhardt, M. D., 1987, “Advances in Design of Eccentrically Braced
31 Frames”, Bulletin of the New Zealand National Society for Earthquake Engineering, Vol. 20,
32 No.1, pp. 22-29.
33 3. Bruneau, M, Chian-Ming Uang y Whittaker, A., Ductile Design of Steel Structures. McGraw-
34 Hill, Inc., 1998, 485 p.
35 4. Seismic Provisions for Structural Steel Buildings, 1997, American Institute of Steel Construction,
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37 5. Hanson, R. D. y Soong T. T., 2001, Seismic Design with Supplemental Energy Dissipation
38 Devices, EERI, MNO-8.
39 6. AISC Load and Resistance Factor Design Specifications for Structural Steel Buildings, 1999,
40 American Institute of Steel Construction, Chicago, USA.
41 7. Dodd, L. L. y Restrepo-Posada, J. I., "Model for Predicting the Cyclic Behaviour of Reinforcing
42 Steel", Proceedings of the American Society of Civil Engineers, Journal of Structural
43 Engineering, Vol. 121, No. 3, 1995: 433-445.
44 8. Paulay, T. y Priestley, M. J. N., 1992, Seismic Design of Reinforced Concrete and Masonry
45 Buildings, John Wiley & Sons Inc., 744 p.

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