Nivel A

Especialización del fútbol

3. Estudio del fútbol y la

estructura de equipo

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 NA C3 Estudio del fútbol y la estructura de equipo

Manual Didáctico
Programa de Formación en Dirección Técnica, Nivel A. Especialización del fútbol.

Autor
Federación Mexicana de Fútbol Asociación A.C. y MBP School of Coaches.

Diseño y edición
Federación Mexicana de Fútbol Asociación A.C.

Queda prohibida la distribución, reproducción, transmisión y/o transformación total o parcial de

este Manual por cualquier medio, por hallarse amparado por la Ley de Derechos de Autor, en
caso de incumplimiento a lo establecido, se aplicarán las sanciones que al efecto correspondan.
Derechos reservados a la Federación Mexicana de Fútbol Asociación A. C.

Este Manual será único y exclusivamente para su uso didáctico en los Estados Unidos Mexicanos.

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Contenido temático

Objetivo
Competencias
Introducción
3.1. El fútbol desde el punto de vista ontológico y epistemológico
3.2. Estructuras de equipo
3.3. Equipo como macrosistema
3.4. Equipo como sistema complejo adaptativo
Conclusiones
Referencias.

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Objetivo
Analizar desde una perspectiva epistemológica el concepto de fútbol y las
relaciones que se establecen en un equipo, entendiéndolo como un
macrosistema.

Competencias
• Fundamenta el concepto de fútbol desde el punto de vista ontológico.
• Argumenta el concepto de fútbol desde el punto de vista epistemológico.
• Explica las estructuras (metajuego, juego, equipo, constelación, futbolista
y entrenador) que determinan a un equipo de fútbol.
• Describe al equipo de fútbol como un macrosistema.
• Fundamenta al equipo de fútbol como sistema complejo adaptativo,
tomando como base lo más representativo del enfoque sistémico.

Introducción
En el presente capítulo se aborda la complejidad del término fútbol desde
perspectivas y prismas más abstractos que el meramente habitual, no centrando
únicamente el foco en el entendimiento del fútbol sino también sobre lo que
ocurre en el terreno de juego. Se identifica cada uno de los elementos que
conforman al fútbol (observarlo), para posteriormente, analizar cómo se
interrelacionan entre sí (estudiarlo).
Se presenta inicialmente la visión tanto ontológica, esto es, el estudio de las
relaciones que se establecen. Así como desde una perspectiva epistemológica
del fútbol, siendo posteriormente cuando ya se expongan diversas ciencias y
teorías del conocimiento, las cuales sirven de apoyo para justificar cada una de
las reflexiones. Antes de constatar y exponer el porqué de este entendimiento
sobre el concepto equipo como macrosistema, se enuncia la conceptualización
de las nueve estructuras que modelan el sistema del fútbol.
Se reconoce que todo es muy complejo y que difícilmente se puede llegar a
controlarlo todo y que el logro de pequeños dominios trasladados al equipo
puede generar potencialidades sobre usted, para manejar esta complejidad y
utilizarla en beneficio propio, parece ser que la gran parte de sus futbolistas
encuentran el espacio de comodidad en las zonas de estabilidad, intentando
escapar instintivamente de las inestabilidades que preceden los procesos de
cambio y complejidad en el entorno.
Y es que la ciencia no es más que el conjunto de conocimientos obtenidos
mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y
de los que se deducen principios y leyes generales. Impulsado por el fenómeno
que supuso el deporte en el siglo XX, el fútbol se ha visto muy influenciado por las

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teorías conductistas. En otro orden de ideas, las influencias derivadas del

mecanicismo, saber si toda realidad natural presenta una estructura
comparable a la de una máquina, determinaron el desarrollo de un
entendimiento. En el fútbol, el proceso de separación de las partes originó la
comprensión de la técnica, la táctica, la preparación física, etc., como
indicadores de rendimiento independientes y cuantificables, que, desde esta
perspectiva, se podían aislar con el objetivo de entenderlos y regularlos por
completo. No es hasta las últimas décadas, sobre todo influenciado por la teoría
de sistemas y otros modelos resultantes de la teoría del caos, que es promovido
un nuevo paradigma para la comprensión del ser humano y su complejidad, lo
que incluye no solo su organización sino también la relación con el entorno y su
desarrollo.
Este capítulo tiene el objetivo de ahondar en el estudio del fútbol y también, con
ello, en el equipo y su funcionamiento, donde juegan sus futbolistas que muestran
una consciencia grupal mucho más avanzada.

Figura 1. Encuadre del capítulo III.

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3.1. El fútbol desde el punto de vista ontológico y epistemológico

Para saber qué es el fútbol, es un buen apoyo la ontología, es decir, la rama de
la filosofía que estudia las relaciones que se establecen entre un acto y sus
participantes, en este caso, el fútbol y sus componentes. Cualquier reflexión que
pretenda ser fructífera y profunda requiere, necesariamente, del análisis de los
conceptos claves involucrados como punto de partida.
Las ontologías definen los tipos de elementos que hay en un ámbito de
conocimiento, permitiendo que los términos y símbolos estén bien definidos y no
sean confusos. La ontología es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio
de la naturaleza del ser y explica de manera sistemática la existencia, en otras
palabras, explica qué es, cómo es y cómo es posible. Entonces, uno de los
objetivos centrales de la creación de ontologías es constituir sistemas de
representación, explicación y análisis, a través de redes de relaciones que
faciliten el razonamiento. En el caso del fútbol, sirve para observarlo y ver qué lo
conforma. Este es el primer paso por realizar para el estudio de cualquier cosa,
ver qué elementos hay en ella.
A continuación, se pretende definir al fútbol mediante la concepción de varios
autores y ver los elementos que lo componen.

En primer lugar, está Mas (2002), quién se basa en distintos autores para definir el
fútbol. De acuerdo con este autor, se trata de una habilidad abierta,
fundamentalmente perceptiva con objetivos cognoscitivos, que requiere el
dominio del propio cuerpo y la relación con los demás, con una gran
incertidumbre sociomotriz implícita en el juego (Parlebas, 2001) que exige un
tercer nivel de dificultad, el cual implica la movilidad constante del objeto y
sujeto, es decir, del balón y de su futbolista. Además, conlleva el dominio de los
desplazamientos y el conocimiento del rival.

De la misma forma, hay autores que lo denominan un juego de cooperación-

oposición o de interacción motriz (Parlebas, 2001; Blázquez, 1995). El fútbol es un
deporte de equipo de colaboración oposición, que se juega en un espacio libre
y común, con participación simultánea. El desarrollo de la acción de juego
depende de las acciones individuales y colectivas realizadas en una situación
de colaboración entre compañeros y de oposición con los rivales, de acuerdo
con un pensamiento táctico individual que debe ser coordinado con el resto de
sus compañeros.
En el fútbol se dan situaciones sociomotrices o procesos de interacción y de
comunicación interpersonal que se desarrollan en el marco estratégico impuesto
por la regla del juego (lógica interna). Siguiendo a estos autores, se define esta

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modalidad deportiva desde los rasgos que caracterizan la lógica interna de la

actividad y que se asienta en sistemas de acción o de interacción. Esta lógica
interna del fútbol está determinada sobre la base de los siguientes aspectos:
duelo colectivo, uso simultáneo del balón, secuencia libre de las posesiones,
espacio polarizado y presencia de marcador indicando el resultado del partido
(Parlebas, 2001).
La lógica interna del juego crea una gran incertidumbre y obliga a ajustar
constantemente las acciones a los cambios que se producen en el juego. En esta
línea también se posiciona al fútbol en los juegos de invasión, caracterizados por
la conquista y defensa de determinados espacios durante el desarrollo del juego.

Con ello, es importante conocer la definición del fútbol, si se observa al fútbol se

puede ver que participan varios elementos y que la mayoría se desprenden de
lo que se ha ido definiendo anteriormente, el juego. En el juego participan
equipos, con un cuerpo técnico que trabajan para una institución, los árbitros
que regulan el reglamento, etc.
Si se sigue, se entra en la concepción del fútbol como algo más que el mero
juego. El fútbol, en sus diferentes manifestaciones, es un fenómeno
profundamente asociado a los aspectos de origen social, ya que se trata de un
hecho institucional que tiene su propia organización, sus reglas, sus infra y
superestructuras, que son de origen cultural, y se considera un proceso de
actualización de los valores culturales, morales y estéticos, los cuales están
basados en una gran popularidad y en su universalidad.

El fútbol puede considerarse como un fenómeno social. Fenómeno es un término

de origen griego, significa tanto lo que aparece y se hace presente a la
percepción como lo que es mera apariencia. Posteriormente, fenómeno pasó a
significar, de un modo más general, cualquier hecho o suceso que pudiera
convertirse en objeto de una descripción científica. En las ciencias empíricas,
fenómeno es el hecho que se toma como objeto de estudio, mientras que, en la
fenomenología de Husserl, fenómeno es el dato de conciencia cuya esencia se
describe.
El fútbol es un fenómeno porque se busca describirlo y conocerlo, está
conformado por muchos elementos que interactúan simultáneamente. Con ello,
el fútbol hoy en día es más que un deporte. Es un fenómeno de masas que
atraviesa a la sociedad desde múltiples aspectos como pueden ser sociales,
culturales, políticos y económicos. Alcaide (2009) también lo categoriza así en su
libro Fútbol: Fenómeno de Fenómenos y explica cómo llegó a la conclusión de
que no hay ningún fenómeno en el mundo con la capacidad de impactar en
tantos ámbitos al mismo tiempo y de manera tan global. Los agentes implicados
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o afectados, que están fuera de los terrenos de juego, la dimensión que adquiere
es de una gran magnitud. Instituciones, agentes, organizadores, patrocinadores,
espectadores, periodistas, lectores, comentaristas, fans, socios, medios de
comunicación, derechos de televisión, páginas web, quinielas, apuestas, etc.,
hacen del fútbol un movimiento de masas.

El fútbol no es solo un juego, está formado por muchos más elementos que se
mueven alrededor de él y que pueden ser externos o internos:

• Entrenadores
• Árbitros
• Futbolistas
• Equipos
• Medios de comunicación
• Aficionados
• Instalaciones deportivas
• Entre otros.
Estos elementos y otros más están presentes simplemente a través de la
observación del juego.

Se define qué es la epistemología y cómo va a ayudar a conocer mejor el fútbol,

se trata de la reflexión misma acerca del método de investigación utilizado, de
las hipótesis planteadas y de las teorías formuladas, así como de las leyes que de
ellas se desprenden. Es la rama de la filosofía que estudia el conocimiento
científico, sus principios básicos, su funcionamiento, sus clases, sus métodos,
contenidos, etc. Por ello, se entiende que la epistemología es la reflexión
científica sobre el conocimiento humano que se ocupa de dar respuesta a toda
la problemática relacionada con la investigación científica. A su vez, es
considerada como una reflexión acerca de los problemas por indagar, de sus
métodos y de su aplicación a la vida de sus futbolistas y de la sociedad. Además,
induce a proponer soluciones claras y viables a los problemas, así como a asumir
posiciones críticas con relación a lo que en cada momento histórico se concibe
como la verdad.
No obstante, el término epistemología ha ido ampliando su significado, y hay
muchos autores que lo vinculan como sinónimo de la teoría del conocimiento.
Las teorías del conocimiento específicas son también epistemología; por
ejemplo, la epistemología científica general, epistemología de las ciencias físicas
o de las ciencias psicológicas.
Por otra parte, para otros muchos autores se trata de una cuestión de relevancia
la distinción entre las expresiones epistemología y teoría del conocimiento, cuya

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utilización es frecuentemente intercambiable, aunque no las consideran

sinónimos. Se busca utilizar esta epistemología como herramienta para
profundizar e indagar, en los elementos que conforman al fútbol y entender su
funcionamiento.

Se puede estudiar al fútbol, aunque se puede considerar que no es del todo una
ciencia, ya que no se puede demostrar con estudios que, si se entrena y se juega
de una determinada manera, se gana. En el caso del fútbol hay que utilizar otras
ciencias ya instauradas para poder palpar qué es el fútbol, utilizando
transferencias y paralelismos que describan funcionamientos y
comportamientos, entre otros. A partir de este momento, aparecen las ciencias
de la complejidad.
El concepto de complejidad recoge aquello que no puede resumirse o
explicarse a través de una palabra, de una regla o de una ley (Morin, 1995).
Etimológicamente significa lo que está entretejido. Si se piensa en cualquier
situación propia del fútbol, se puede comprobar cómo está influido por
numerosos factores de diferente naturaleza. Las ciencias de la complejidad
surgen ante la incapacidad de describir o pronosticar fenómenos de la
naturaleza mediante el pensamiento clásico basado en la relación lineal de
causa-efecto siempre constante. Por ejemplo, no es posible demostrar que
tirando hacia la portería siempre de una determinada manera se consigue
anotar gol, porque hay muchos otros factores que influyen en la ejecución y
resultado de la acción.
Entonces, es necesario el uso de la ciencia para determinar un mayor grado de
conocimiento del fútbol y de su funcionamiento. En este caso, una de las
principales herramientas son las ciencias de la complejidad. El término
complejidad se trata en la literatura actual de manera indistinta y puede
significar teorías de la complejidad, teorías del caos, pensamiento complejo,
entre otras.
Las ciencias de la complejidad no comprenden solamente cantidades de
elementos e interacciones que retan las posibilidades de cálculo, engloban
también incertidumbre, indeterminación, fenómenos aleatorios. En cierta forma,
la complejidad siempre está relacionada con el azar. Aplicadas en el fútbol
consideran que no es posible atribuir el éxito a una única variable ni a la suma
de varias de ellas debido a la dinámica no lineal del juego. Es la interacción entre
los elementos del conjunto lo que influye de manera específica en el
rendimiento. Incluso mismas variables se pueden relacionar de manera diferente
en momentos diferentes, lo que puede provocar cambios en los resultados. No

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sólo se trata de describir lo que ocurre sino de comprender las interacciones

entre los elementos que participan.
Es conveniente decir que las ciencias de la complejidad están asociadas a dos
ideas principales:
• La de sistemas, es decir, un conjunto de partes, aspectos o componentes,
que de algún modo se relacionan entre sí para dar lugar a un todo.
• La que supone a la dificultad para entender algo.

El fútbol es un sistema, ya que es un conjunto de elementos interrelacionados

con un objetivo común. Por lo mencionado, pareciera que el fútbol forma parte
de un sistema complejo con una gran cantidad de elementos (futbolistas, clubes,
aficionados, instituciones, etc.) que interaccionan entre sí para lograr una meta
común. Para entenderlo, es necesario pensar de manera sistémica, de manera
relacional. Comprender lo que significa su futbolista y un equipo de fútbol de
manera sistémica implica conocerlos en términos de conectividad, relaciones y
contexto.
De acuerdo con los trabajos de Balagué y Torrents (2011), la complejidad se
sostiene sobre los siguientes principios:
• La incertidumbre, es la imprevisibilidad de un sistema complejo, cuyo
comportamiento no puede ser previsto a largo plazo.
• La globalidad, hay propiedades macroscópicas en los sistemas complejos
que son iguales para todos, estos son principios comportamentales.
• La interdependencia, el funcionamiento de cada elemento depende del
de los demás y cualquier modificación afecta a todo el conjunto. Los
elementos no están aislados, siempre se relacionan con el nivel que les
precede, con el que les sigue y con su entorno global.
• La emergencia espontánea, de las interacciones múltiples entre
elementos aislados emerge una nueva entidad global que es diferente
que la simple suma de sus elementos.
Transfiriendo esto al fútbol, se trata de un deporte colectivo que destaca por los
muchos factores que intervienen creando el contexto de juego. Todo esto hace
difícil poder explicar los comportamientos que van sucediendo durante el
desarrollo de un partido, por lo que se le atribuye una alta complejidad. Por este
motivo es adecuado el uso de las ciencias de la complejidad para investigar al
fútbol de forma que se entienda el juego como un gran sistema compuesto de
otros sistemas como son los equipos, a su vez compuesto por los grupos de sus
futbolistas. De estas interacciones entre sus futbolistas emergen nuevas
propiedades que caracterizan al sistema de una manera más compleja.

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3.2. Estructuras de equipo

Para saber qué es el fútbol hay que reconocer qué lo forma y estudiar sus partes,
para ello es de mucha ayuda el estructuralismo, una corriente impulsada por
Ferdinand de Saussure, fundador de la Lingüística moderna.

El estructuralismo se refiere a que cuando se quiere explicar algo, la investigación

no debe encaminarse hacia el estudio de sus componentes, sino a la manera
como ellos se ligan entre sí, es decir, a la estructura de las relaciones entre estos
elementos. Por su parte, Castelo (2009) lo lleva al fútbol y afirma que la estructura
no se revela en el posicionamiento de sus futbolistas sino en el sistema de
relaciones entre ellos, el balón, el terreno y las relaciones del código de juego.

El estructuralismo es un método de análisis que estudia los fenómenos de la

realidad, examinándolos a la luz de su articulación interna y de las interrelaciones
entre sus diferentes componentes, que se mantienen funcionalmente
interdependientes. El objetivo principal de esta corriente es descubrir la
estructura de sus objetos de estudio, pero basado en la idea de que la totalidad
es más que la suma de las partes, por lo cual no se quedan en la descripción y
análisis de las diversas partes que forman una estructura, sino que pretenden
conocer, describir y analizar las relaciones que se establecen entre ellas, así
como la forma en que lo hacen. Lo mismo sucede con el objeto de estudio del
fútbol; no interesa solo reconocer las partes, sino darle relación a éstas, que se
encuentran dentro de un todo, el fútbol.

Un autor que apuesta por el estructuralismo es Seirul·lo (2017), y lo hace para

definir al ser humano y con ello, al futbolista. Éste, apoyándose en la teoría de los
sistemas dinámicos o la teoría de la complejidad, desarrolla su propia
metodología de entrenamiento tanto en el fútbol como en los deportes
colectivos, centrándose en el futbolista como una estructura hipercompleja
configurada por interacciones y retroacciones de lo que lo conforma. Su
futbolista es un fenómeno complejo y un sistema conformado por diferentes
partes.

No se pretende dividir al fútbol, sino buscar limitaciones que ayuden a ver mejor
qué tipo de relaciones internas hay. Cada una de las estructuras funcionan de
forma interdependiente con las demás. Sin embargo, tienen más o menos
participación en un determinado momento y se ven afectadas por lo que
ocurra.

A continuación, se mencionan cada una de las estructuras:

• Estructura meta juego

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El meta juego es todo aquello que afecta al juego de forma indirecta y en lo que
usted puede tener incidencia. La prensa, la afición o el equipo arbitral son
algunos de los elementos por considerar.

• Estructura juego
El juego es la expresión más pura del fútbol, espacio donde dos equipos se
enfrentan para conseguir objetivos opuestos en las diferentes dinámicas, fases y
momentos que lo constituyen, todo de forma simultánea, dinámica e
hipercompleja.
• Estructura equipo
El equipo se considera más que la suma de todos sus futbolistas, es decir, es un
macrosistema complejo único.
• Estructura constelación

Son mesosistemas resultantes de la comunicación asertivo motriz entre dos o más

futbolistas que residen en una misma zona de intervención.
• Estructura futbolista

Aunque se trata del microsistema último, su importancia es máxima, ya que

emerge ejecutando respuestas óptimas contextualizadas al equipo y con ello al
juego mismo.

• Estructura entrenador
El entrenador es la piedra angular del fútbol, el encargado de liderar, gestionar
y canalizar la autoorganización de todas las estructuras que lo componen de
una forma eficaz, eficiente, efectiva y harmónica.

• Estructuras: infraentrenador, infraequipo e infrafutbolista

El infra es aquella parte no observable, por lo tanto, se debe inferir, que afecta
directamente al elemento observable, ya sea en el equipo, en su futbolista o en
usted.
Usted tiene que ser consciente de la existencia de todas y cada una de las
estructuras y, además, conocer su comportamiento al máximo posible. Todo está
interrelacionado, con lo que todo lo externo al juego va cobrando cada vez más
fuerza, llegando ya hacia períodos donde se requiriere un rendimiento alto tanto
del equipo como de su futbolista.
La influencia mutua entre las diferentes estructuras que conforman el fútbol
provoca que se produzcan constantes cambios y adaptaciones en éstas. Como

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comentan Balagué y Torrents (2011), ésta es una característica de los sistemas

complejos como el fútbol, y se define como sistemas anidados, ya que son
sistemas formados por sistemas, y por eso están situados unos dentro de otros. En
el caso del fútbol, los sistemas internos son lo que se está denominando
estructuras y eso hace que tengan tanta influencia sobre éste.

El sistema del fútbol tiene una configuración transversal, de arriba hacia abajo.
Empezando por lo más superficial con relación al juego, que es el meta juego, y
acabando por usted. Va de más general a más específico, a continuación, se
muestran las nueve estructuras y sus distancias de relación:

Figura 2. Sistema de fútbol y estructura.

Un ejemplo simple del concepto de sistemas anidados es la afectación de una

lesión de su futbolista durante un partido al equipo o constelación, ya que el
cambio de un futbolista afecta al equipo por las diferentes características de
éste. A su vez, este cambio dentro de la estructura equipo, afecta en el juego
porque el desarrollo de éste se ve modificado en función del comportamiento
del equipo.
Un ejemplo más complejo en la estructura que salta diferentes estructuras dentro
de la escala es la afectación que tiene si usted es expulsado o no durante el
partido, ya que su nivel de participación durante el juego se modifica. Y si bien
es cierto que el segundo entrenador puede tomar el cargo, nunca es igual. La
relación entre estructuras seguro que se ve afectada, sea positiva o
negativamente.

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3.3. Equipo como macrosistema

En la estructura equipo se busca comprender lo que la caracteriza, vista desde
la perspectiva del pensamiento complejo para, posteriormente, ahondar en su
funcionamiento, finalizando con aplicaciones para usted.
El equipo se considera como una unidad integral, que mediante sus sistemas
elementales y parciales (micro y meso) genera el sistema de regulación superior
de las acciones de sus futbolistas. Se entiende que el equipo es una unidad
integral porque regula todo lo que acontece en su interior, transfiriéndose a la
unidad más extensa y siendo ésta la que está en mayor interacción y
transcendencia con el juego, la afición, etc.
El equipo tiene mayor relevancia, en el sentido de que tiene mayor interacción
o interacción directa con la estructura juego y también con usted, quien actúa
para que ésta, en su globalidad, funcione de la mejor forma, mirando de influir
en ella o en las que la conforman para que ésta sea más productiva. Las
estructuras que conviven dentro del macrosistema son los grupos de futbolistas,
llamadas constelaciones, y el futbolista, los infras (infrafutbolista e infraequipo).
Esta estructura constituye el entorno más inclusivo de la acción motriz en el fútbol
y el nivel donde se hace visible la prestación final de un equipo en la
competición.
De acuerdo con Morin (1990), un sistema es un conjunto de elementos o partes
que interaccionan entre sí con el fin de alcanzar un objetivo concreto. De los
vínculos del sistema se crea información adicional no visible, surgiendo nuevas
propiedades que no pueden explicarse a partir de las propiedades de los
elementos aislados, éstas son las que se conocen cómo propiedades
emergentes. Además, un cambio en cualquiera de las partes influye en el resto
de éstas, por lo que al plantear el proceso de entrenamiento se debe valorar
cómo influye la acción sobre alguna de las partes del sistema. El hecho de que
usted realice un cambio durante el partido no solamente afecta a sus dos
futbolistas implicados, sino también al propio equipo y su comportamiento
durante el juego, o en el caso de que su futbolista sea expulsado, implica la figura
externa del árbitro, y afecta directamente no solo a su futbolista sino también al
equipo y a usted, quienes tienen que reajustarse.

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3.4. Equipo como sistema complejo adaptativo

Los sistemas complejos son sistemas que encuentran soluciones eficaces y

eficientes en entornos cambiantes de forma espontánea, sin precisar de
programas ni órdenes externas o internas. Usted no dice qué hay que hacer en
cada momento, sino que el equipo funciona autónomamente.

Con relación a esta visión compleja del fútbol, existen algunos conceptos
representativos del enfoque sistémico que son aplicados al deporte en general
y sobre los que se debe profundizar para entender mejor qué los caracteriza
(Balagué y Torrents, 2011):

• Grados de libertad
La libertad del sistema está determinada por el conjunto de elementos y su
interacción, la cual permite el orden del sistema. Dichos elementos no son
completamente libres ya que conviven condicionados por los demás,
reduciendo su libertad y formando comportamientos colectivos. No obstante,
tienen grados de libertad y cuanto mejor sea la interacción mayor poder de
respuesta tiene un elemento, debido a la coordinación con los demás y al ajuste
que éstos hacen. Por ejemplo, en un equipo, cuantas más relaciones se
establezcan entre futbolistas más posibilidades de acción tienen todos, ya que
entienden mejor al compañero y están más dispuestos para encarar el nuevo
escenario. Es decir, si su futbolista es muy bueno en el 1c1, pero para ayudar a
sus compañeros mantiene muchas relaciones con otros compañeros mediante
el pase, tiene dos opciones, puede pasar o regatear. Esto abre el abanico y por
lo tanto los grados de libertad, aunque su futbolista actúe con condicionamiento
de los demás.
• Autoorganización
Es una capacidad del sistema que consiste en encontrar diferentes formas de
organización. Se trata de evolucionar para recuperar el orden o equilibrio ante
la aparición de perturbaciones. Por ejemplo, cada futbolista en su equipo debe
ejecutar ciertas indicaciones, de acuerdo con su demarcación o rol asignado,
aunque la resultante depende tanto de sus desempeños como de la
interpretación que realice o asuma de las indicaciones que surjan de usted
(habilidades estratégicas). Por otra parte, la realidad es distinta al demostrar que
su conducta debe de poder ser modificada de manera continua a causa de
imprevistos que vayan emergiendo durante el desarrollo del juego (habilidades
interpretativas). La conducta es variable ya que tiene que ajustarse al juego. Lo
mismo pasa con el equipo, que lleva trabajando un plan de partido semanal,
pero en la competición las condiciones cambian.
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• Parámetros de orden (variables colectivas)

Éstos describen el comportamiento coordinado y colectivo de los componentes
del sistema creando un orden colectivo. Los valores más probables del
parámetro de orden se llaman atractores, porque atraen el comportamiento
ordenado al sistema, es decir, existen comportamientos que fomentan el orden
del sistema, o en el caso del fútbol, el orden de una dinámica de juego o
actividad. Por ejemplo, los comportamientos tácticos emergentes son
parámetros de orden, como pueden ser los principios de juego de un equipo.
Éstos condicionan porque llevan al equipo hacía unos comportamientos y a
evitar otros.

• Limitaciones
Una limitación es un elemento que restringe las acciones y las posibilita a la vez.
Es decir, oprime el comportamiento de un sistema dentro de las posibilidades,
pero también favorece que emerjan nuevos comportamientos. Véase como
ejemplo el estado emocional, las reglas, acciones técnico-tácticas, jugar en un
terreno de juego más pequeño y no estar acostumbrado a ello, se trata de una
limitación para el equipo.

• Comportamiento crítico
Caracterizado por un período de inestabilidad en el sistema, el paso de un
estado estable a otro también estable necesita de un factor que los
desestabilice, creando fluctuaciones hasta que emerja el nuevo factor que
facilita la nueva estabilidad. Es por lo que existe una dinámica cambiante en
búsqueda del orden. Por ejemplo, con la intención de aclarar este
comportamiento, se describe el concepto de la competitividad. Cuando un
equipo o futbolista presenta superioridad frente a su rival, el juego no genera
elevado interés. Por el contrario, cuando el juego está equilibrado es cuando los
equipos o futbolistas deben mostrar el límite de sus desempeños. Por lo que es
cuando se intenta darles solución a estas situaciones límite, cuando sus
futbolistas, su equipo y su entorno se deban emplear a fondo y emerja el
aprendizaje. Es decir, la competitividad es el elemento que produce el
comportamiento crítico.

• Intermitencia
Entendida como la alternancia entre comportamientos regulares e irregulares
por parte del sistema. Esta propiedad es aplicable al fútbol por ser un deporte
tan intermitente a todos los niveles. Por ejemplo, el tiempo que dura una fase o
incluso un momento del juego es siempre distinto.

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• Emergencia de nuevas propiedades

En la naturaleza del juego, su futbolista ajusta su comportamiento
continuamente para que resulte adecuado con relación al de sus compañeros
y al de sus rivales, produciéndose de esta manera las interacciones que puedan
crear nuevas situaciones de juego (Ardá y Casal, 2003).
Cada sistema complejo adaptativo está compuesto por la interacción entre sus
partes, lo que da lugar a patrones de conducta emergente.
Consecuentemente, se desprende un comportamiento complejo que surge
como resultado de la interacción entre dichos componentes del sistema y el
medio ambiente. De esta forma, por medio de la interacción y el aprendizaje del
entorno, un sistema complejo puede modificar su comportamiento para
adaptarse a los cambios en su entorno. Esta capacidad de adaptación es la que
define a este tipo de sistemas, que mediante la fluctuación adquieren nuevas
formas de comportarse. Un sistema es adaptativo, ya que no sólo es influido por
el medio ambiente, sino que reacciona y se adapta, en menor o mayor medida,
a él.
En cuanto a su comportamiento, éste es abierto-cerrado ya que intercambia
materia-energía y/o información-organización con su entorno próximo, de forma
parcial y selectiva, lo cual determina su viabilidad dentro de éste. También
intrínsecamente dinámico, dado que su organización no es rígida, sino que
mantiene una armonía flexible con su entorno próximo a lo largo del tiempo.
Asimismo, no es lineal, debido a que su comportamiento es habitualmente
impredecible, una pequeña perturbación puede producir grandes cambios. Por
último, al ser complejo, dado que está compuesto por una gran cantidad de
elementos, cada uno de los cuales interacciona con los demás, es muy difícil
predecir lo que ocurre más allá de un cierto horizonte temporal.
Estos sistemas poseen una serie de características organizacionales y de
funcionamiento que los hace diferentes de otros tipos de sistemas:

• Sistemas de redes organizativamente cerrados

Los sistemas de redes organizativamente cerrados se hacen a sí mismos y no
están programados desde fuera, pero están abiertos a los flujos de energía y
recursos, que produce, da y recibe. De esta forma se habla de sistemas
autoorganizados, ya que su orden y comportamiento no son impuestos desde el
exterior, sino establecidos desde el propio sistema. Esto implica que ninguna de
las partes del sistema ni el agente externo determina de forma casual su
comportamiento. No se puede pensar que usted debe ofrecer a su futbolista o
a su equipo la solución ideal a cada una de las posibles situaciones de juego,

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sino que su objetivo es el de formar equipos o futbolistas potencialmente

adaptables a la evolución de estas situaciones contextuales.
• Sistemas que muestran coadaptación

Por una parte, existen dentro de su entorno y a la vez son parte de él. De esta
forma la situación de juego hace cambiar la actuación de su futbolista y del
equipo, de forma que el primero se adapta para buscar la mayor eficacia y
eficiencia posible, pero esta adaptación modifica a la vez el entorno y la
situación de juego, de forma que existe un constante proceso de coadaptación.
Su futbolista, cuando llega a un equipo, modifica en mayor o menor grado las
características de éste. Sin embargo, el nuevo equipo modifica a su vez las
funciones y posibilidades de su futbolista.
• Totalidades integradas

Sus propiedades no pueden ser reducidas a las de sus partes más pequeñas. Sus
características funcionales emergen de las relaciones organizacionales entre las
partes (futbolistas), de manera que la dinámica global no puede reducirse a la
dinámica de sus unidades constituyentes. Por ejemplo, el comportamiento de un
equipo emerge a partir de interacciones entre sus futbolistas y no es reducible a
las propiedades de uno o varios de ellos. Puede ser fácil intentar recordar algún
equipo que haya constituido su plantilla de futbolistas con base en realizar
fichajes, que posteriormente han fracasado porqué el funcionamiento del
conjunto no era el esperado.

Por mucho que sus partes constituyentes hubiesen tenido un alto rendimiento en
otros clubes, al interactuar, las propiedades que emanan de aquella interacción
no son tan lúcidas como era de esperar. No se puede entender el
funcionamiento de los sistemas como una simple agregación de componentes.
• Tendencia a un comportamiento subóptimo
Los sistemas complejos tienden a ser un poco mejores que sus competidores y
cualquier energía utilizada en ser mejor que esto, es energía pérdida. De esta
forma, para la evolución de su futbolista y del equipo es necesaria la exposición
de éstos a entornos competitivos exigentes, que induzcan al sistema a
reorganizarse para mejorar su capacidad de adaptación. Los sistemas
evolucionan por supervivencia, y desarrollan aquellas capacidades que les son
más necesarias para mantenerse competitivos en su entorno. Por ejemplo, es
probable que Leo Messi no hubiese alcanzado su nivel actual de juego sin la
necesidad de competir contra Cristiano Ronaldo. Por lo tanto, es importante en
la formación de sus futbolistas, mantener elevados los niveles de exigencia para

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 NA C3 Estudio del fútbol y la estructura de equipo

su competitividad en el juego. A otra escala, es probable que el Real Madrid de

la temporada 2011-2012, no hubiese logrado los 100 puntos de no ser por la
influencia ejercida por el FC Barcelona.

• Gran sensibilidad a las condiciones iniciales

Los sistemas complejos muestran gran sensibilidad a las condiciones iniciales, lo
cual significa que trayectorias de éstos inicialmente muy cercanas, por procesos
de interacción, se separan con el tiempo, volviendo imposible una predicción a
largo plazo, lo que se conoce como efecto mariposa. Por lo tanto, la aplicación
de un mismo plan de entrenamiento puede tener resultados significativamente
diferentes en función del futbolista o el equipo con el que se lleva a cabo el
proceso de entrenamiento.
• Los sistemas exhiben una gama muy rica de conductas cuando se
encuentran al borde del caos
Un sistema demasiado ordenado pierde capacidad de adaptación, y un
sistema en el caos total deja de funcionar como tal. Un nivel de orden muy bajo
en el comportamiento del equipo hace que deba considerarse a éste más bien
como una colección de personas aisladas sin muchas posibilidades de
conductas colectivas. Por otra parte, demasiado orden hace que la dinámica
colectiva quede atrapada en un estado demasiado coherente en el que el
comportamiento de sus futbolistas difícilmente puede adaptarse a las exigencias
cambiantes del juego. En el borde del caos sus futbolistas tienen la flexibilidad
suficiente como para verse involucrados en tareas colectivas; pero preservando
al mismo tiempo, la expresión de parte de sus conductas individuales.
Con la integración de esta perspectiva sistémica se empieza a comprender el
rol de usted como un condicionante más que interactúa con su futbolista.

Con base en la propuesta de Balagué y Torrents (2011) sobre esta nueva

perspectiva del entrenador y su relación con su futbolista, se puede decir que:
• El entrenador es considerado como un elemento más del sistema que se
autoorganiza

Como observador, tiene en su poder una posición privilegiada del

comportamiento del sistema, permitiéndole una perspectiva más global, así
como una toma de decisiones a una escala distinta de la que tiene su futbolista.
Por ejemplo, es habitual observar que durante los partidos de competición usted

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 NA C3 Estudio del fútbol y la estructura de equipo

suela pedir serenidad o mayor capacidad de riesgo a su equipo, cuando, por el

contrario, si usted se siente intranquilo o con sus decisiones muestra un
comportamiento más conservador. La mejor manera de conseguir dirigir al
equipo en una dirección determinada es lograr para sí mismo dicha
característica. De forma natural el sistema se autoorganiza sin que sea necesario
imponer ningún comportamiento.
• Entiende a cada futbolista desde su individualidad

Comprendiendo que no hay un único modelo ideal, sino que cada futbolista y
cada equipo debe construir su propio modelo ideal.
• Establece y organiza los parámetros de orden

Estas unidades coordinativas del fútbol actúan a diferentes escalas para poder
planificar su entrenamiento. Por ejemplo, en un primer nivel tiene la posesión o
no posesión del balón. En un segundo nivel, la existencia de superioridad o no
superioridad numérica. En un tercer nivel, si está en zona de ataque o defensa,
etc., y así progresivamente hasta poder llegar a un mayor entendimiento de
cada una de las unidades coordinativas que se dan en el fútbol, trabajando con
base en éstas. Ésta es una necesidad y un reto para entrenar con los nuevos
conceptos. Estos parámetros de orden son, por ejemplo, los diferentes elementos
del modelo de juego y la construcción y aplicación de éstos por parte de usted.
• Debe de aprender de sus futbolistas y del equipo

De acuerdo con los aprendizajes e interacciones debe modificar sus planes

iniciales de entrenamiento.

• Desarrolla la práctica con base en la interacción con sus futbolistas

En lugar de definir detalladamente las acciones que su futbolista debe realizar,
usted dirige las condiciones de la tarea en la dirección deseada permitiendo a
su futbolista resolver de forma autónoma las situaciones variadas que se
presentan. De esta manera, se imita lo que acontece en la competición y cómo
vive su futbolista en ésta.
• Desestabiliza intencionalmente a sus futbolistas y equipo

Para que actúen lejos de su estado de equilibro y puedan así acceder a niveles
superiores de forma, y a su vez, debe ser sensible para observar que este
desequilibrio no influya negativamente en la conducta del equipo.
• Identifica los puntos críticos donde se manifiesta la no linealidad del
sistema

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 NA C3 Estudio del fútbol y la estructura de equipo

Aquellos en los que el sistema se autoorganiza en determinados modos de

acción. Pequeños cambios en un parámetro de control, como distancia o
tiempo, pueden producir cambios drásticos en la configuración del movimiento.
Debe de buscar estos límites, conocerlos y aplicarlos si lo considera necesario
para el funcionamiento del equipo.

• Observar la evolución de sus futbolistas en su proceso de entrenamiento

Debe observar las evoluciones de sus futbolistas, así como evaluarlas para
posteriormente interactuar constantemente con él, pudiendo así modificar su
plan de entrenamiento en función de cómo éste está influyendo en el
rendimiento y en la autoorganización de su futbolista.
Atendiendo a los procesos complejos de aprendizaje y adaptación, usted tiene
en consideración las siguientes instrucciones para la comunicación con el
sistema equipo o partes de éste:
• Las instrucciones, especialmente si son precisas y detalladas, tienden a
provocar dependencia de su futbolista con usted. Esta dependencia
aumenta el grado de inseguridad y ansiedad ante situaciones cambiantes
e imprevisibles como son especialmente las que aparecen durante la
competición. Cuando no se dan instrucciones se confía implícitamente en
las soluciones que emergen de su futbolista y éste aumenta su
autoconfianza.
• Es recomendable plantearlas en términos generales, sin entrar en detalles
sobre la ejecución concreta. Es decir, se especifica el objetivo, pero no
cómo conseguirlo, dejando que la solución emerja en su contexto. Por
ejemplo, al proponer una estrategia táctica se desconocen los posibles
movimientos del rival, de manera que es preferible no imponer consignas
excesivamente rígidas a no ser que el contexto cerrado lo permita.
• Es preferible dirigir principalmente el foco de atención de su futbolista a los
efectos externos de la acción para no interferir con el proceso de
autoorganización. Por ejemplo, usted le dice a su equipo que es preferible
buscar centros al área rival, aunque sin especificar desde qué zona hay
que realizarlos. De esta forma, sus futbolistas se pueden autoorganizar para
hacerlo, aunque escogiendo ellos mismos la forma de hacerlo.

Conclusiones
Se ha podido evidenciar lo esencial de observar el fútbol desde la ontología, es
decir, las relaciones que se establecen en él para, a partir de ahí, poder entender
y conocer detalladamente cada uno de los elementos (entrenadores,

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futbolistas, árbitros, equipos, medios de comunicación, etc.), quienes están

presentes conformando un todo, el fútbol.
Posteriormente, una vez presentados cada uno de sus elementos desde el
enfoque epistemológico, y con base en diversas ciencias, teorías y autores, se
analizó la complejidad, elevando a su vez la capacidad de inferir para con todo
ello tomar consciencia de su relevancia. Con relación a esta complejidad y su
importancia, se entiende al fútbol como un sistema, ya que posee un conjunto
de elementos relacionados entre sí para el logro de un objetivo común.
Razonando por qué conocerlos en términos de conectividad, relaciones y
contexto, le ayuda a comprender los factores que intervienen en el contexto del
juego.
Por otro lado, se describieron las nueve estructuras: meta juego, juego, equipo,
constelación, futbolista, entrenador y los respectivos infraequipo, infrafutbolista e
infraentrenador, en cada uno de sus niveles. Entendiéndolas como estructuras
anidadas por los cambios constantes y adaptaciones que se producen en éstas.
Con la presentación de la estructura equipo, que posee mayor relevancia por su
interacción con otras estructuras como juego y entrenador, se ha buscado
entender lo que la caracteriza desde la perspectiva del pensamiento complejo,
pudiendo así profundizar en sus características y funcionamiento.
Comprendiendo al equipo como un macrosistema por el conjunto de elementos
que interactúan entre sí, llegando a entender por qué no sólo se concibe como
un sistema complejo adaptativo.

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 NA C3 Estudio del fútbol y la estructura de equipo

Referencias
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Castelo, J., (2009). Tratado general de fútbol. Editorial Paidotribo.

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Seirul·lo, F., (2017). El entrenamiento de los Deportes de Equipo. Gráficas MB
(Pallejá).

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