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Unidad
de
Neonatología
Función
materna
y
sus
implicancias
al
interior
de
la
Unidad
de
Neonatología
de
Clínica
Santa
María
Cristian
Bahamondes
Jeria
Psicólogo
Clínico
cbahamondesj@gmail.com
Resumen.
El
presente
trabajó
realizado
en
la
Unidad
de
Neonatología
tiene
por
objetivo
el
realizar
una
investigación
observacional
del
vínculo
que
establecen
las
distintas
asistentes
con
los
recién
nacidos
y
sus
padres,
haciendo
alusión
principalmente
a
la
importancia
de
la
función
materna
que
reproducen
las
asistentes
en
el
cuidado
de
los
bebés
prematuros,
como
también,
en
la
disposición
a
apoyar
y
contener
emocionalmente
a
los
padres.
Para
efectos
de
análisis
de
los
resultados
observados,
se
recorren
conceptos
de
la
teoría
psicoanalítica
que
tiene
que
ver
principalmente
con
la
función
materna
y
los
cuidados
del
bebé
en
sus
primeros
momentos
de
vida.
Estos
conceptos
se
ligan
a
los
aportes
acerca
de
la
regulación
afectiva
y
rol
materno
producidos
por
los
investigadores
de
infantes.
La
investigación
en
la
Unidad
de
Neonatología
tuvo
una
duración
de
dos
meses
de
observación.
Se
obtuvieron
experiencias
y
relatos
que
en
el
análisis
se
argumentar
con
citas
extraídas
de
los
diálogos
de
las
distintas
asistentes
en
momentos
de
trabajo.
Se
estudió
la
función
materna
que
aparece
en
las
asistentes
en
el
contacto
con
los
bebés
y
la
asistencia
que
brindan
hacia
los
padres.
Se
presentan
los
resultados
obtenidos
a
cerca
de
los
vínculos
que
se
establecen,
destacando
la
relevancia
de
la
entrega
y
disposición
de
las
asistentes.
Palabras
claves:
Función
materna,
asistentes,
interpretación,
entrega
de
vida.
Abstract.
This
work
in
the
Neonatal
Unit
is
aim
to
make
observational
research
about
according
to
the
maternal
relationship
that
provide
assistants
with
different
babies
and
their
parents,
alluding
to
the
importance
of
the
maternal
role
that
reproduce
assistants
in
the
care
of
premature
babies,
as
well
as
the
willingness
to
support
and
emotional
content
to
parents.
For
purposes
of
analysis
of
the
observed
results,
you
drive
concepts
of
psychoanalytic
theory
that
has
to
do
mainly
with
the
maternal
role
and
care
of
the
baby
in
its
first
moments.
These
concepts
are
linked
to
contributions
on
affect
regulation
and
maternal
role
produced
by
infant
researchers.
Research
in
Neonatology
lasted
two
months
of
observation.
Experiences
and
stories
were
obtained
in
the
analysis
to
argue
with
quotes
from
the
dialogue
of
different
participants
in
times
of
work.
The
maternal
function
was
studied
that
appears
in
the
assistants
into
contact
with
babies
and
the
support
provided
to
parents.
Results
are
presented
about
according
to
the
maternal
relationship,
highlighting
the
importance
of
delivery
and
available
to
attendees.
Key
words:
Maternal
function,
assistants,
interpretation,
lifegiving.
1
INTRODUCCIÓN
Cuando
el
médico
confirma
que
un
bebé
va
a
nacer
prematuro,
o
de
término
pero
con
alguna
patología
que
amerita
la
hospitalización,
pone
una
alerta
importante
en
los
padres,
quienes
deben
cambiar
su
esquema
frente
a
este
nuevo
hijo
que
viene
al
mundo.
Éstos,
suelen
preocuparse
por
las
posibles
complicaciones
que
esto
pueda
ocasionarle
al
bebé
y
los
costos
emocionales
que
implica
tener
un
hijo
bajo
los
cuidados
especiales
en
un
servicio
de
neonatología.
En
estos
caso,
el
anhelo
de
los
padres,
es
por
lo
general,
que
el
bebé
permanezca
al
lado
de
su
madre
en
su
hogar
los
primeros
días
de
su
vida.
En
estas
instancias,
el
anhelo
es
lo
decible
del
deseo
inconsciente
de
los
padres,
lo
que
implica
ser
el
motor
del
psiquismo
del
bebé
en
estos
primeros
momentos
de
su
vida.
Las
cifras
expuestas
en
el
año
2011
respecto
a
la
baja
taza
de
mortalidad
de
bebés
prematuros
en
los
últimos
diez
años
en
la
Unidad
de
Neonatología
de
Clínica
Santa
María,
han
motivado
el
investigar
las
causas
de
estos
notables
resultados.
Es
por
esto
que
se
solicitó
a
la
Unidad
realizar
un
trabajo
investigativo
cualitativo
observacional
que
tiene
por
objetivo
poder
analizar
el
espacio
de
interacción
que
existe
entre
las
diversas
asistentes
mujeres
(auxiliares,
matronas,
enfermeras
y
doctoras)
y
los
neonatos,
teniendo
en
cuenta
las
visitas
que
realizan
los
padres
esporádicamente
durante
el
día.
La
tesis
central
del
presente
trabajo,
tiene
por
objetivo,
el
dar
cuenta
que
la
función
materna
de
las
diversas
asistentes,
cumple
un
rol
fundamental
en
los
cuidados
de
recién
nacido
(RN),
lo
que
posibilita
a
su
vez,
el
poder
reflexionar
de
manera
teórico‐descriptiva
lo
que
sucede
al
interior
de
un
lugar
donde
se
suplen
los
cuidados
de
la
madre
por
la
alternancia
de
los
cuidados
de
las
asistentes
sobre
el
cuerpo
del
bebé
prematuro.
El
desarrollo
teórico
que
se
encuentra
a
la
base
del
análisis
de
lo
observado,
tiene
relación
con
el
campo
teórico
psicoanalítico,
el
cual
identifica
en
estos
primeros
momentos
la
existencia
de
una
parte
inconsciente
de
la
mente
que
se
estructura
bajo
el
contacto
con
un
otro
que
regula,
y
a
su
vez,
priva
espontáneamente
de
las
necesidades
de
sostén
tan
importantes
para
el
desarrollo
de
la
mente
humana.
Lo
relevante
de
este
estudio
descriptivo,
es
dar
cuenta
del
comportamiento
de
las
asistentes
que
prestan
disposición
técnica,
como
también
humana,
frente
a
cuerpo
indefenso
y
completamente
dependiente
de
un
otro
que
debe
interpretar
lo
que
le
sucede
de
manera
coordinada
según
sus
propias
vivencias,
como
también
sus
propios
conocimientos
teóricos
técnicos
sobre
los
cuidados
de
un
RN.
Como
se
mencionó
en
un
comienzo,
un
RN
prematuro
o
con
problemas
significa
no
tanto
una
sorpresa
para
la
madre
como
una
decepción
por
su
falta
de
éxito
en
todo
el
esfuerzo
que
ha
realizado
durante
el
embarazo.
La
madre
ya
ha
movilizado
fuerzas
que
le
obligan
a
luchar
contra
el
problema,
pero
debe
afrontar
el
dolor
de
perder
al
bebé
perfecto
con
el
que
soñó
como
recompensa
de
su
trabajo.
En
el
quinto
mes
del
embarazo,
al
empezar
a
moverse
el
bebé,
se
inicia
el
vínculo
más
temprano,
puesto
que
ahora
hay
un
ser
separado
y,
por
tanto,
la
posibilidad
de
una
relación.
En
este
período
la
madre
tiene
aprensiones
de
tener
un
niño
que
no
sea
perfecto
y
se
preocupa
por
todos
los
problemas
que
pueda
tener.
Al
llegar
el
momento
del
parto,
la
madre
debe
estar
lista
para
crear
un
nuevo
vínculo
y
también
dispuesta
a
ingresar
en
esa
condición
que
el
Dr.
Donald
Winnicott
describió
como
una
forma
de
“enfermedad
normal”.
2
FUNCIÓN
MATERNA
El
ser
humano,
de
por
sí,
es
el
único
animal
que
viene
a
ser
prematuro
entre
uno
y
dos
años.
El
resto
de
los
animales,
una
vez
que
nacen,
pueden,
luego
de
un
tiempo,
levantarse,
recuperarse
y
buscar
su
alimentación
y
protección.
En
los
seres
humanos,
desde
el
comienzo
de
nuestras
vida,
somos
cien
por
ciento
dependientes
de
un
otro
que
nos
alimenta
y
nos
protege
de
los
peligros
externos,
como
tambien,
de
la
interpretación
de
lo
que
nos
sucede
a
nivel
interno,
es
decir,
todo
en
relación
a
nuestro
cuerpo.
En
este
apartado,
se
pretende
teorizar
sobre
la
función
materna
para
lograr
hacer
un
contraste
que
permita
entender
lo
que
las
asistentes
en
la
Unidad
de
Neonatología
brindan
en
gran
medida
como
sustitución
de
los
cuidados
que
debería
obtener
el
bebé
los
primeros
momentos
de
su
vida
al
lado
de
su
madre.
Un
vez
que
los
padres
se
enteran
de
la
venida
de
un
nuevo
miembro
en
la
familia,
comienzan
a
crear
un
vínculo
con
un
RN
que
se
construye
ya
desde
el
embarazo
y
“forma
parte
de
las
relaciones
previas
con
un
hijo
imaginario
y
con
el
feto
en
desarrollo
que
va
a
formar
parte
del
mundo
de
los
padres
durante
nueve
meses.
Las
fuerzas
biológicas
y
ambientales
que
llevan
a
hombres
y
mujeres
a
desear
tener
hijos
y
las
fantasías
que
estos
deseos
suscitan,
pueden
considerarse
como
la
prehistoria
del
vínculo1”
(Cramer,
1990).
Es
por
ello,
que
en
esta
etapa
temprana,
en
los
vínculos
más
primitivos
para
el
bebé,
el
objeto
materno
es
indistinguible
de
su
propio
ser,
es
decir,
para
la
rudimentaria
mente
del
bebé,
él
y
su
madre
están
fusionados.
Esto
brinda
al
bebé
un
“sentimiento
de
existencia,
lo
que
ocurre
gracias
a
la
capacidad
de
la
madre
de
ser
alguien
“que
es”
y
no
alguien
“que
hace”,
hasta
que
el
bebé
esté
preparado
para
el
hacer”
(Winnicott,
1967)
.
En
esta
fase
temprana
el
Dr
Donald
Winnicott
(1975)
considera
que
el
bebé
no
conoce
el
cuidado
materno,
no
sabe
lo
que
es
bueno
o
malo.
El
“yo
auxiliar”
del
cuidado
materno
le
permite
vivir
y
desarrollarse
a
pesar
de
no
ser
aún
capaz
de
controlar
o
sentirse
responsable
por
lo
bueno
y
malo
del
ambiente
(ambiente
facilitador).
Tanto
el
establecimiento
de
la
integración,
como
el
“apoyo
yoico”
se
apoyan
en
la
existencia
de
un
sostén
lo
bastante
bueno.
Cuando
fisiología
y
psicología
aun
no
se
distinguen,
el
sostén
incluye
particularmente
lo
físico.
En
esta
misma
línea,
la
asistencia
corporal
adaptativa,
es
un
aspecto
importante
del
ambiente
de
sostén
que
provee
la
madre,
el
cual
supone
que
ella
posee
la
capacidad
de
conducir
al
bebé
y
a
su
cuerpo
como
si
fuesen
una
totalidad,
el
infante
llega
a
sentir
que
el
propio
ser
habita
todo
el
cuerpo.
“Una
adecuada
asistencia
corporal
forma
parte
de
la
técnica
natural
de
la
madre,
el
bebé
no
necesita
saber
que
esta
hecho
de
un
conjunto
de
partes,
mientras
todas
estas
partes
sean
reunidas
por
la
madre
que
ampara
al
niño
y
en
las
manos
de
ella
se
suman
en
unidad,
lo
cual
es
la
base
para
una
integración
yoica2”
(Wnnicott,
D.
1965).
Piera
Aulagnier
(1977),
sobre
la
díada
madre‐bebé,
plantea
que
la
“psique
y
el
mundo
externo
surgen
como
efecto
del
estado
de
encuentro.
Se
encuentran
y
surgen
uno
con
el
otro.
Uno
a
través
del
otro
y
viceversa.
El
mundo
será
todo
aquello
que
se
presenta
ante
la
psique
y
estará
marcado
por
un
doble
encuentro:
el
del
cuerpo
de
la
madre
y
el
cuerpo
del
bebé
o
bien
el
encuentro
entre
el
inconciente
de
la
madre
y
el
cuerpo
del
bebé3”.
Cuando
suceden
alteraciones
en
el
vínculo
con
la
madre
en
los
primeros
momentos
de
su
vida,
éstos
son
agudamente
revelados
por
el
cuerpo
y
los
1
Cramer,
B.
G.
(1989).
La
relación
más
temprana.
Padres,
bebés
y
el
drama
del
apego
inicial.
2
Winnicott,
D.
(1965).
Los
procesos
de
maduración
y
el
ambiente
facilitador.
3
Aulagnier,
P
(1977).
La
violencia
de
la
interpretación.
3
gestos
del
RN,
ya
que
desde
la
visión
psicoanalítica,
el
primer
yo
que
logramos
integrar
es
el
corporal
en
el
vínculo
con
otro.
Este
yo
corporal,
regula,
y
a
su
vez
cuida
y
protege
de
lo
externo
de
manera
inconsciente,
como
un
patrón
que
se
va
a
repetir
por
el
resto
de
la
vida
del
individuo.
Lo
que
ocurre,
en
términos
de
regulación
con
un
otro
y
el
cuerpo
del
bebé
entonces,
es
que
la
representación
que
tiene
el
cuidador
sobre
el
afecto
del
infante
es
representada
por
el
bebé,
y
mapeada
sobre
su
sí
mismo
físico.
Para
que
el
bebé
logre
la
capacidad
de
representar
simbólicamente
sus
afectos,
la
madre
debe
indicarle
que
no
le
esta
mostrando
sus
propios
supuestos,
sino
más
bien
su
conducta
sobre
su
estado.
“La
diferencia
entre
la
experiencia
original
del
niño
y
la
internalización
de
la
representación
que
el
cuidador
especularía
de
su
afecto
(el
del
infante),
le
permite
al
niño
convertir
su
experiencia
original
en
una
simbólica,
ya
que
le
provee
una
especial
fuente
de
información
acerca
de
sus
estados
internos4”
(Winnicott,
D.
1965).
La
progresiva
regulación
en
estas
etapas
tempranas
lleva
a
la
repetición
de
experiencias
secuenciadas,
que
a
la
base
tendría,
lo
que
Freud
llamaría
en
su
momento
“principio
de
constancia”5
en
la
regulación
afectiva
en
el
vínculo
madre‐bebé
(Laplange,
1983).
Freud
llama
principio
de
constancia
a
la
tendencia
a
evitar
el
aumento
de
displacer
proveniente
de
la
excitación.
“El
precario
yo
en
constitución
rechaza
aquello
que
pueda
devenir
fuente
de
displacer,
lo
arroja
hacia
fuera.
El
yo
proyectando
la
hostilidad
hacia
el
exterior”
(Freud,
S.
1925).
En
este
sentido,
la
cantidad
de
afecto
negativo
que
pueda
surgir
en
el
vínculo
madre
bebé
es
potencialmente
traumática
para
éste.
Por
ende,
lo
que
sucede
es
que
el
yo
no
logra
constituirse
como
conjunto
de
representaciones
investidas
libidinalmente
e
inhibir
las
excitaciones
displacenteras
generadas
en
el
vínculo,
dice
Freud.
Estas
experiencias
secuenciadas
son
las
que
“originan
las
expectativas,
trasformándose
en
la
base
del
conocimiento
relacional
implícito”
(Winnicott,
D.
1965).
Estos
procesos
demandan
lucha,
negociación,
pérdida,
reparación
y
construcción
constante,
lo
que
requiere
tolerancia
a
los
fracasos
y
persistencia
de
ambas
partes;
madre
e
hijo.
El
Dr
Winnicott
denomina
este
proceso
“ir
hacia
adelante”,
el
cual
esta
dirigido
a
dos
metas
simultaneas:
física
y/o
fisiológicas;
y
la
experiencia
de
reconocimiento
mutuo
de
las
motivaciones
y
deseos
de
cada
miembro
de
la
díada,
ésta
es
la
meta
intersubjetiva.
Gran
parte
de
éste
ir
hacia
delante
se
da
de
manera
improvisada,
inclusive
en
las
interacciones
que
se
repiten,
ya
que
nunca
se
dan
de
igual
manera.
El
encuentro
depende
de
la
especificidad
del
reconocimiento.
Los
procesos
de
intersubjetividad
referente
a
lo
afectivo
implican
“entonamiento
de
afectos”.
“Se
refiere
a
como
la
madre
y
el
bebé
se
compenetran
en
sus
subjetividades.
La
madre
le
hace
saber
al
bebé
que
está
entendiendo
sus
procesos
mentales
sin
utilizar
las
palabras.
El
entonamiento
afectivo
implica
ejecutar
conductas
que
expresan
la
calidad
de
un
estado
emocional
compartido,
no
imitando
la
expresión
de
la
conducta
exacta
de
ese
estado
interno6”
(Winnicott,
1979).
Piera
Aulagnier
(1977)
sostiene
que
“la
madre
posee
el
privilegio
de
ser
para
el
infans
el
enunciante
y
el
mediador
privilegiado
de
un
discurso
ambiental
que
le
transmite,
bajo
una
forma
predirigida
y
premoldeada
por
su
propia
psique,
proporcionando
los
límites
de
lo
posible
y
de
lo
lícito”7.
René
Spitz
(1965)
por
su
parte,
considera
el
“diálogo”
un
factor
fundamental
para
capacitar
al
niño
a
construir
gradualmente
una
consistente
imagen
ideativa
de
su
mundo.
“El
diálogo
es
el
ciclo
de
la
secuencia
acción‐reacción‐acción,
dentro
del
marco
de
las
relaciones
recíprocas
madre‐hijo.
Esta
forma
muy
especial
de
interacción
crea
para
el
infante
un
4
Winnicott,
D.
W.
(1965).
Los
procesos
de
maduración
y
el
ambiente
facilitador.
5
Laplanche,
J
(1983).
Diccionario
de
psicoanálisis
6
Winnicott,
D.
(1979)
.Escritos
de
pediatría
y
psicoanálisis.
7
Aulagnier,
P
(1977).
La
violencia
de
la
interpretación.
4
mundo
singular
propio,
con
un
clima
emocionalmente
reciproco,
transformando
los
estímulos
sin
significado
en
señales”8.
Sintetizando,
tanto
desde
el
psicoanálisis,
como
desde
los
investigadores
de
infantes,
el
ambiente
cuidador
tiene
una
función
crítica
en
el
logro
de
la
regulación
afectiva
en
el
infante.
Frente
a
esto,
lo
que
moviliza
al
bebé
entonces,
es
la
búsqueda
de
una
manera
de
manejar
su
malestar,
y
lo
hace
identificando
en
su
cuidador,
una
respuesta
que
represente
su
estado
mental,
la
cual
internalizará
y
usará
como
estrategia
de
regulación
afectiva
posteriormente.
Pero
por
otra
parte,
hay
que
tener
en
cuenta
que
en
este
intercambio,
el
bebé
se
convierte
en
una
especie
de
detector,
de
agente
revelador
de
los
conflictos
de
la
madre.
“El
lactante
se
convierte
como
en
una
señal
de
alarma
o
un
mecanismo
de
control
que
indica
las
discrepancias
existentes
en
el
seno
de
las
máquinas
que
está
encargado
de
transcribir”9.
En
este
sentido
entonces,
“existe
la
lucha
de
la
madre
contra
sus
propias
angustias
que
privan
al
bebé”10.
Existe
la
posibilidad
de
que
la
respuesta
materna
en
este
contexto
sea
desorganizante:
el
bebé
percibe
como
contradictorias
la
actitud
general
de
la
madre:
el
movimiento
positivo
proveniente
del
instinto
materno
es
equivalente
a
un
movimiento
negativo
generado
por
las
tendencias
negativas
de
la
madre
según
su
estado
posterior
al
parto
y
el
contexto
sociofamiliar
en
que
se
encuentre11.
“La
madre
percibe
el
desvalimiento
y
el
displacer,
instalando
la
primera
vivencia
de
satisfacción
(Freud,
S.
1895).
Los
padres
en
el
vínculo
con
el
bebé,
van
transformando
el
desvalimiento
originario
en
yo
placer,
constituyéndose
en
primeros
objeto
de
la
libido”12.
André
Green
(1993)
refuerza
este
punto
planteando
que
este
“yo
de
placer
purificado,
núcleo
de
experiencias
placenteras,
es
indispensable
para
adquirir
una
organización
mínima
que
permitirá
al
sujeto
tolerar
posteriormente
lo
desagradable.
Es
por
eso
que
tanto
los
estímulos
pulsionales
provenientes
del
mundo
interno,
como
los
estímulos
externos
permanentemente
novedosos
constituyen
una
potencialidad
disruptiva
durante
toda
la
vida
que
requiere
una
organización
y
reorganización
del
yo,
capaz
de
metabolizarla13”.
Recapitulando,
los
procesos
de
regulación
afectiva
son
un
principio
rector
de
las
relaciones
vinculares
tempranas,
específicamente
en
la
función
materna
desde
un
comienzo.
Los
padres
son
un
“otro
regulador
del
sí
mismo
del
infante”,
ya
que
en
la
interacción
afectiva
estos
regulan
y
modulan
repetidamente
la
excitación
del
infante,
lo
que
sienta
las
bases
para
su
posterior
capacidad
de
autorregulación.
Beebe
y
Lachman
(1988)
hablan
de
“regulación
mutua
y
bidireccionalidad,
no
sólo
la
madre
regula
la
homeostasis
del
infans,
sino
que
éste
colabora
en
la
regulación
de
procesos
fisiológicos
en
la
madre;
por
ejemplo,
la
lactopoyesis
(producción
láctea)14”.
En
síntesis,
es
así
como
la
mayor
parte
de
la
infancia
de
un
sujeto,
está
dedicada
a
esforzarse
por
conseguir
el
cariño,
el
amor
y
la
protección
de
otro
significativo,
siendo
indispensables
para
sobrevivir
y
elaborar
mecanismos
de
adaptación.
Todo
aquello
que
carece
el
niño,
lo
compensa
y
proporciona
la
madre,
la
cual
atiende
a
todas
sus
necesidades,
dando
como
resultado
una
relación
complementaria,
una
díada.
8
Spitz,
R.
(1965),
The
first
year
of
life.
9
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
10
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
11
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
12
Freud,
S
(1985).
Freud,
S
(1895).
Primeras
publicaciones
psicoanalíticas.
13
Green,
A.
(1993):
El
trabajo
de
lo
negativo.
14
Beebe,
B.,
Lachmann,
F.M.
(1988).
The
contribution
of
mother‐infant
mutual
influence
to
the
origins
of
self
and
object representation.
5
OBSERVACIÓN
Y
ANÁLISIS
En
dos
meses
de
observación,
lo
que
aparece
en
el
trabajo
realizado,
tiene
relación
con
poder
dar
cuenta
de
la
manera
en
como
se
vinculan
las
distintas
asistentes
con
los
RN.
Si
bien
en
un
comienzo,
fue
difícil
poder
dar
cuenta
de
lo
que
sucede
debido
al
nivel
de
tecnicismo
y
funcionamiento
automático
al
cual
acceden
cada
una
de
las
asistentes,
con
el
paso
de
las
semanas,
se
pudo
evidenciar
que
existen
momentos
esporádicos
importantes
donde
las
asistentes
brindan
contención
con
gestos
espontáneos
hacia
los
bebés.
En
el
aproximarse,
aparece
una
disposición
importante
de
la
asistente,
que
muchas
veces
va
acompañado
con
la
interrogación
hacia
el
bebé:
“¿qué
le
paso?,
¿qué
le
sucede?”,
lo
cual
activa
el
cuerpo
del
RN
reaccionando
a
un
gesto
importante
del
ambiente.
Lo
que
aparece
en
el
discurso
al
interrogar
al
RN
sobre
lo
que
le
podría
suceder,
puede
sostener
una
proyección
frente
al
desconocimiento
sobre
lo
que
pueda
ocurrirle
al
bebé
prematuro,
lo
que
a
su
vez
implica
que
la
asistente
haga
uso
de
su
propio
cuerpo,
específicamente
sus
manos
y
brazos,
para
poder
contener
la
angustia
del
RN.
Pareciera
que
al
aproximarse
con
una
interrogación
hacia
el
bebé,
como
por
ejemplo:
“¿cómo
está
mi
princesa?,
impone
un
nivel
de
angustia
de
la
asistente
que
permite
activar
y
coordinar
la
interpretación
hacia
lo
que
le
sucede
al
bebé
en
una
regulación
bidireccional.
Es
decir,
el
bebé
pareciera
que
activara
la
función
maternizante
que
posee
la
asistente
una
vez
que
se
aproxima
al
bebé
Frente
a
este
fenómeno,
se
puede
apreciar
claramente
que
cuando
esto
sucede,
la
asistente
omite
todo
tipo
de
estimulo
que
pueda
haber
a
su
alrededor,
ya
sean
sonidos
de
los
instrumentos,
otros
bebes
llorando,
etc,
prestándole
atención
absoluta
y
exclusiva
al
RN
en
su
vulnerabilidad
y
dependencia.
El
RN
por
lo
general
se
calma
una
vez
que
la
asistente
hace
el
gesto
de
tocarlo
con
las
manos,
y
más
aun,
cuando
accede
a
poder
llevárselo
al
pecho
para
que
pueda
tranquilizarse
con
la
coordinación
de
la
respiración
y
los
latidos
del
corazón
de
la
asistente.
De
la
misma
manera,
el
rol
que
cumplen
los
brazos,
parecen
ser
fundamentales
a
la
hora
de
pensarlos
como
el
límite
que
integra,
abriga
y
sostiene
frente
a
la
angustia
más
desorganizante
que
puede
estar
viviendo
el
bebé
en
esos
momento.
Cuando
el
sí
mimo
físico
(yo
corporal)
del
RN
se
encuentra
excitado
muestra
una
serie
de
señales
como
expresiones
no
verbales,
vocales
y
faciales.
Lo
que
aparece
en
las
asistentes
en
los
momentos
de
encuentro,
es
la
capacidad
y
disposición
a
identificar
estas
señales,
lo
que
refleja
que
su
experiencia
interna,
teñida
por
los
conocimientos
médicos,
genera
una
expresión
adecuada
como
respuesta
hacia
el
bebé
en
la
mayoría
de
las
ocasiones.
La
asistentes
no
sólo
se
encuentran
a
diposición
de
los
cuidados
del
RN,
de
la
misma
manera,
también
acuden
con
la
misma
disposición
a
contener
a
las
madres
y
padres
que
ingresan
a
ver
a
su
bebé
prematuro.
Ellas
(asistentes)
crean
el
espacio
para
poder
escucharlos
cuando
se
encuentran
emocionalmente
removidos
según
las
complicaciones
del
RN.
En
paralelo
a
ésto,
las
asistentes
interrogan
a
las
madres
principalmente
por
sus
cuidados
y
asistencias
en
estos
primeros
momentos
luego
de
haber
dado
a
luz.
Puede
parecer
una
constante
por
la
preocupación
del
cuerpo
y
su
buena
salud
que
debe
tener
una
madre
una
vez
que
sea
dada
de
alta
con
su
bebé.
Una
vez
que
se
debe
entregar
información
a
los
padres
sobre
los
cuidados
del
RN
en
la
Unidad,
las
asistentes
hacen
la
entrega
de
ésta
con
un
nivel
de
contención
que
tranquiliza
la
mayoria
de
las
veces
a
los
padres,
acudiendo
a
una
manera
especial
de
vincularse
que
involucra
el
contener
con
la
palabra,
el
tono
de
voz
y
el
cuerpo.
Esta
situación
también
se
puede
apreciar
cuando
se
suele
contener
a
los
padres
una
vez
que
llaman
por
teléfono
y
se
les
debe
entregar
información
sobre
los
cuidados
del
RN.
Lo
que
se
puede
apreciar
en
el
discurso,
es
siempre
la
6
entrega
de
esperanza,
sean
buenos
o
malos
los
avances.
Ésta
pareciera
ser
una
constante
por
entregar
vida
en
el
díalogo,
teniendo
por
objetivo,
sostener
la
angustia
de
muerte
manifestada
por
los
padres.
Otra
experiencia
importante
observada
como
un
momento
substancial
en
el
análisis
de
la
función
materna
en
este
espacio,
tiene
que
ver
con
la
alimentación
de
los
RN.
Existe
una
diferencia
importante
cuando
las
asistentes
alimentan
a
un
RN
por
sonda,
a
ser
alimentado
por
mamadera.
Se
puede
apreciar
una
menor
sintonía
con
el
bebé
en
la
primera,
ya
que
éste
se
encuentra
acostado
y
por
lo
general
la
asistente
se
encuentra
sentada
a
un
costado
de
la
cuna
o
la
incubadora.
En
el
discurso
de
las
asistente,
aparece
el
priorizar
la
función
materna
para
el
RN,
en
el
palabra
generalizada
como
ejemplo
aparece:
“hay
que
pensar
en
la
pechuga
primero”
.
Esta
afirmación
que
aparece
en
un
momento
de
espontaneidad
entre
las
asistente,
da
luces
de
un
fenómeno
que
involucra
el
cuerpo
de
la
madre
en
toda
su
humanidad.
El
dar
relleno
o
leche
materna
en
mamadera,
considera
el
gesto
de
la
madre
en
sintonía
con
el
bebé.
Es
por
eso
que
la
mirada,
el
contacto,
el
olor
y
la
palabra
de
la
asistente
hace
una
distinción
importante
cuando
se
involucra
en
un
momento
tan
relevante
de
todo
ser
humano:
su
alimentación,
que
en
la
practica
misma,
el
pecho
es
vida.
En
el
vinculo
que
se
establece
con
los
recién
nacidos
en
cada
turno,
es
posible
apreciar
en
las
asistentes
un
nivel
de
hiperatención
que
les
permite
estar
atenta
a
varios
estímulos
a
la
vez.
No
es
menor
estos
niveles
de
atención
a
los
que
pueden
acceder,
teniendo
en
cuenta
el
nivel
de
preocupación
al
cual
pueden
llegar.
Si
bien
el
estrés
las
moviliza
a
un
tipo
de
funcionamiento
que
puede
extremar
muchas
veces
sus
capacidades,
las
asistentes
funcionan
atomaticamente
sobre
el
conocimiento
de
que
el
error
en
un
momento
determinado,
puede
ocacionar
la
muerte
de
un
RN.
En
última
instancia,
es
preciso
hacer
mención
de
lo
que
sucede
cuando
un
paciente
abandona
la
Unidad,
ya
sea
por
ser
dado
de
alta
o
por
haber
fallecido.
Estas
dos
instancias
de
duelo
implican
que
las
asistentes
deban
funcionar
bajo
la
alteración
de
un
vínculo
que
se
rompe
de
manera
abrupta
en
la
mayoría
de
las
ocasiones.
Estos
duelos
en
el
caso
de
las
altas,
son
canalizados
por
la
vía
de
suplir
con
trabajo
la
perdida
anterior,
es
decir,
el
abandono
se
suple
con
una
nueva
vida
que
ingresa
a
la
Unidad.
En
el
caso
de
los
pacientes
que
fallecen,
la
situación
es
bien
compleja
para
las
asistentes.
Cuando
existe
un
paciente
critico
en
la
Unidad,
las
asistentes
suelen
evitar
de
manera
inconsciente
que
se
muera
en
el
turno
que
realizan.
Este
tipo
de
imposiciones
personales
tiene
relación
con
no
tolerar
la
angustia
de
muerte
en
un
espacio
donde
se
trabaja
con
ella
de
manera
continua.
Ésto
innegablemente
moviliza
una
manera
particular
de
funcionamiento
en
cada
asistente
que
no
tiene
que
ver
con
uso
de
la
tecnología
ni
los
conocimientos
médicos.
Finalmente,
frente
a
los
diversos
fenómenos
observados,
y
que
claramente
existen
muchos
más
por
observar,
en
el
discurso
implícito
y
que
en
una
oportunidad
hace
explicito
una
de
las
asistentes
como
vocera
de
un
denominador
común
en
un
espacio
donde
se
lucha
contra
la
vulnerabilidad
del
cuerpo,
manifiesta:
“¿que
vienen
a
hacer
estos
bebés
aquí?,
vienen
a
puro
sufrir”.
Esta
afirmación
aparece
posiblemente
como
una
proyección
aclaradora
de
que
las
que
omiten
el
sufrimiento
son
ellas
mismas,
con
el
fin
de
poder
entregar
vida
en
un
lugar
donde
la
muerte
aparece
como
la
amenaza
más
evidente.
7
RESULTADOS
Los
resultados
obtenidos
en
lo
observado,
tienen
relación
con
el
poder
dar
cuenta
de
una
entrega
de
vida
en
la
disposición
y
la
palabra
por
parte
de
las
asistentes.
Esta
particular
manera
de
trabajar,
se
desarrolla
en
un
espacios
de
cuidados
especiales
que
contraponen
a
la
naturaleza,
debido
a
la
vulnerabilidad
orgánica
a
la
que
están
sujetos
los
RN.
Lo
que
aparece
en
términos
concretos,
es
que
al
igual
que
en
la
díadas
madre‐
bebé,
estos
RN
son
seres
humanos
que
con
los
recursos
de
otros
pueden
salir
adelante.
Esto
que
aparece
de
manera
espontánea
en
las
asistentes,
función
materna
más
explícitamente,
no
es
cuestionable
a
la
hora
de
hacer
discrepancias
con
los
conocimientos
médicos,
ya
que
al
parecer
funciona
como
un
código
interno
entre
cada
una
de
ellas
sin
hacer
jerarquía
alguna.
Si
bien
pueden
cuestionarse
los
diversos
tecnicismos
en
términos
de
la
experiencia
profesional
de
cada
una
de
las
asistentes,
las
emociones
y
el
involucrarse
no
parecen
ser
un
factor
que
haga
ruido
en
el
ambiente
de
trabajo.
Esto
queda
claramente
vivenciado
en
el
compañerismo
y
protección
que
surge
entre
ellas,
como
si
hicieran
uso
de
la
misma
función
materna
para
contenerse
y
coordinarse
en
un
trabajo
específico.
Es
posible
entender
entonces,
que
los
resultados
de
esta
observación
concuerdan
y
avalan
la
tesis
de
la
importancia
de
la
disposición
de
las
asistentes
en
el
despliegue
de
su
rol
materno.
Indudablemente
que
la
indumentaria
y
las
habilidades
profesionales
no
son
cuestionables,
ya
que
son
de
un
estándar
para
seguir
pensando
en
buenos
resultados.
Pero
es
preciso
tener
en
cuenta
que
lo
que
se
pone
en
juego
en
la
relación
con
cada
paciente,
es
de
un
nivel
importante
de
entrega
humana
que
involucra
todas
las
vivencias
tempranas
de
cada
una
asistente,
lo
que
hace
aún
más
difícil
pesquisar
en
la
observación,
ya
que
cada
vínculo
con
un
RN
es
único.
Más
específicamente,
entendemos
que
lo
que
sucede
con
las
distintas
asistentes
en
la
continuidad
de
los
cuidados
del
cuerpo
del
bebé,
es
que
las
interpretaciones
que
hacen
son
elementos
que
son
absorbidos
y
metabolizados
en
términos
del
cuidado
del
cuerpo
del
bebé,
como
un
dispositivo
importante
de
información.
A
diferencia
de
lo
que
podría
suceder
con
la
disposición
de
las
distintas
asistentes
en
el
vínculo
con
el
RN,
el
bebé
en
el
escaso
vínculo
con
su
madre
está
en
contacto
directo
con
el
inconsciente
de
ella,
debido
al
nivel
neurofisiológico
en
que
se
encuentra
en
conexión
con
el
estado
afectivo
de
la
madre.
“Freud
señaló
en
los
“Tres
ensayos
sobre
la
teoría
sexual”,
que
la
manera
cuasi‐amorosa
con
que
la
madre
cuida
el
cuerpo
de
su
hijo
cumple
un
papel
destacado
en
la
sexualidad
futura
del
niño.
Esta
afirmación
da
a
entender
que
el
estado
psíquico
de
la
madre
es
más
importante
que
el
cuidado
en
sí
mismo”15.
Por
eso
que
es
de
suma
importancia
que
cada
asistente
pueda
contactarse
con
experiencia
de
vínculo,
con
el
fin
de
trabajar
la
transparencia
en
la
entrega
y
disposición
de
su
función
materna
al
servició
del
RN.
La
intuición
de
la
madre,
que
en
este
caso
es
relevada
por
las
asistentes,
“compensa
la
insuficiencia
psíquica
del
niño”16.
Sobre
estos
estados
de
tensión,
se
pueden
asimilar
los
cuidados
asistidos
de
manera
continua
por
las
asistentes,
sin
embargo,
se
debe
tomar
en
cuenta
que
la
información
en
términos
de
interpretación
sobre
el
cuerpo
del
bebé,
tiene
un
valor
técnico‐médico
que
dirige
su
atención
a
los
indicadores
específicos
que
hacen
los
monitores
a
los
cuales
están
conectados
los
bebés,
como
también
al
ojo
clínico
que
considera
patrones
por
igual
a
cada
uno
de
los
pacientes.
15
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
16
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
8
Respecto
a
la
función
de
contención
materna,
en
los
instantes
en
que
un
bebé
es
asistido
por
su
madre
en
ayuda
de
las
asistentes,
el
primer
momento
en
que
la
boca
encuentra
el
pecho,
“encuentra
y
traga
un
primer
sorbo
del
mundo.
Afecto,
sentido,
cultura
están
co‐presente
y
son
responsables
del
gusto
de
estas
primeras
moléculas
de
leche
que
toma
el
infans:
el
aporte
alimenticio
se
acompaña
siempre
con
la
absorción
de
un
alimento
psíquico
que
la
madre
interpretará
como
absorción
de
una
oferta
de
sentido.
Se
asiste
a
la
pasmosa
metamorfosis
que
le
hará
vivir
la
actividad
de
lo
originario”17.
En
estos
breves
encuentros
con
las
asistentes,
el
bebé
se
encuentra
con
el
mundo,
el
cuerpo
y
el
espacio
psíquico
materno.
En
este
sentido,
se
vuelve
a
dar
importancia
a
el
rol
de
la
función
materna
puesta
en
las
madres
que
asisten
a
dar
pecho
a
sus
bebés,
ya
que
en
este
sentido,
las
asistentes
sustituyen
la
función
que
posiblemente
podría
realizar
la
madre
de
la
madre,
es
decir,
la
abuela
del
RN.
En
esta
línea,
es
posible
entender
que
lo
que
sucede
en
terminología
psicoanalítica,
es
que
las
madres
en
el
vínculo
con
las
asistentes,
transfieren
sus
propias
madres
internas,
es
decir,
que
las
madres
depositan
y
activan
el
rol
materno
de
las
asistentes
acudiendo
de
manera
evidente
para
sostener
el
espacio
vincular.
Sobre
este
comportamiento
espontáneo
de
las
asistentes,
se
debe
tener
en
cuenta
que
una
mujer
desde
que
nace,
existe
una
suerte
de
entrenamiento
para
ser
madre,
sin
dejar
de
lado,
que
aparece
sus
propias
vivencias
tempranas
el
hecho
de
haber
sido
bebé
reproduciendo
lo
experimentado
con
su
propia
madre.
La
mujer
ensaya
posteriormente
en
su
desarrollo
cuando
se
enfrenta
a
la
necesidad
de
proyectar
sus
propios
cuidados
en
el
juego,
principalmente
en
el
cuidado
de
muñecas
jugando
al
rol
de
madre.
Ésto
ubica
a
la
mujer
en
un
lugar
de
constante
desarrollo
de
su
función
materna.
En
conclusión,
lo
importante
de
estas
dos
asistencias
que
experiencia
el
bebé,
las
de
su
madre
y
asistentes,
es
tener
en
cuenta
que
independiente
de
los
cuidados
técnicos
y
sistemáticos
hacia
éste,
la
entrega
de
vida
que
brindan
ambos
roles
maternos,
pretenden
establecer
un
vínculo
que
intenta
ajustarse
de
manera
casi
perfecta
a
lo
que
realmente
le
sucede
al
bebé
en
un
lugar
donde
existe
una
lucha
constante
hacia
la
muerte
según
las
vulnerabilidades
del
cuerpo
prematuro.
DISCUSIÓN
Lo
relevante
de
este
estudio,
es
poder
dar
cuenta
de
la
importante
función
que
ejercen
las
asistentes
al
desarrollo
del
psiquismo
de
un
ser
humano
que
lucha
por
vivir.
Cualidad
y
cantidad
en
la
presentación
de
estímulos
en
momentos
de
constitución
psíquica,
preservarán
los
intercambios
del
bebé
con
las
asistentes
bajo
el
dominio
del
principio
del
placer,
o
satisfacción
de
sus
necesidades
primarias,
que
permitirán
mantener
el
equilibrio
homeostático,
que
tiene
por
consecuencia,
la
organización
del
cuerpo
del
RN.
Estos
datos
pueden
constituirse
en
evidencias
empíricas
acerca
de
los
enigmáticos
y
determinantes
primeros
momentos
de
la
estructuración
psíquica.
En
este
lugar,
donde
existe
el
rigor
en
los
cuidados
específicos
para
el
RN,
y
donde
el
“psiquismo
del
lactante
es
embrionario,
sería
automáticamente
un
enfermo
psicosomático,
dada
su
incapacidad
evidente
de
integrar
a
un
nivel
psicológico
los
estados
de
tensión
a
que
puede
estar
sometido”18.
Ahora
bien,
en
el
vínculo
que
se
establece
con
las
asistentes
esto
no
suele
17
Aulagnier,
P
(1977).
La
violencia
de
la
interpretación.
18
Kreisler,
L,
Fain,
M,
Soulé,
M
(1977).
El
niño
y
su
cuerpo.
9
ocurrir,
sencillamente
por
que
ellas
están
allí
para
impedir
que
el
niño
sufra,
siendo
constantemente
ayudado
a
organizar
sistemas
mentales
precoses.
La
posibilidad
de
poder
dar
cuenta
de
lo
diversos
fenómenos
que
se
pueden
apreciar
en
un
lugar
de
cuidados
intensivos,
abre
la
posibilidad
de
poder
investigar
sobre
diversas
variables
que
están
puestas
en
las
relaciones
humanas
desde
los
vínculos
más
tempranos
con
los
pacientes.
Es
por
ello,
que
es
posible
ampliar
el
campo
de
observación
e
investigación
en
esta
área,
ya
que
es
fundamental
el
compromiso
que
debe
existir
entre
ambas
posturas:
lo
orgánico
y
lo
psíquico,
tanto
en
el
cuidado
de
los
pacientes,
como
en
los
funcionarios
de
nuestra
clínica.
En
síntesis,
debido
a
la
baja
taza
de
mortalidad
en
neonatología,
los
pacientes
que
nacen
en
Clínica
Santa
María
se
proyectan
en
atenciones
médicas,
debido
a
la
calidad
y
los
excelentes
resultados
en
el
campo
clínico,
como
también,
la
calidad
en
la
relación
que
se
establece
entre
el
personal
y
los
nuevos
pacientes
que
llegan
al
mundo.
10
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11