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Rampa Lobsang Sabiduria de Los Antepasados
Rampa Lobsang Sabiduria de Los Antepasados
A H A M K A R A : L a m e n t e s e h a l l a d i v i d i d a e n v a r i a s partes,
y Ahamkara es una especie de director del tráfico, que recibe las
impresiones sensoriales y las fija en forma de hechos que
nosotros conocemos y que podemos representar a la mente o a la
voluntad.
A MO R : O tr a p ala b r a ma l c o m p r e n d i da , c o m o l o es s e x o .
Sexo y amor, amor y sexo se hallan mezclados, confundi-
dos el uno con el otro. El vulgo actual se engaña y no dis-
tingue bien su significado.
Amor, en realidad, es una armonía entre dos personas,
o e ntr e dos criatura s de la cla se que sea . No quier e decir que
estén sexualmente interesadas la una por la otra; significa
que cada uno de ellos vibra con una frecuencia que es com-
pletamente compatible con la frecuencia de la persona amada.
El amor no es interesado. Una persona puede, por
amor, hacer cosas que no haría por todo el oro del mundo.
No es nada romántico lo que diremos; pero si las per-
sonas vibran en una manera errónea, esto es causa de
desamor, recelo, incluso miedo físico. Pero si uno de los dos
consigue unas pocas oscilaciones más por segundo, o, mejor a ún,
si uno de e llos pue de aumentar la agitación de s us moléculas
para que vayan menos despacio, entonces desaparece la falta de
armonía; la armonía se impone; el amor, también.
A N A T M A : L a s i g n i f i c a c i ó n d e e s t e v oc a b l o e s : « É s t e e s
el mundo de la ilusión». Sobre este mundo, esta Tierra,
p e n s a m o s q u e s ó l o i m po r t a n l a s c o s a s m a t e r i a l e s . E l p u e b l o
s e r e v u e l v e e n l a ba s u r a , t r a s d e l d i ne r o, y a m o n t o n a m a s a s
de moneda (algunos solamente). Nadie se llevará ni un
c é nt i m o a l a v i d a v e n i d e r a ; p e r o t od o s c or r e n t r a s l a s c o s a s
materiales, que tendremos que abandonar cuando abandone-
mos este mundo.
B O D H A : D o s i s de s a b e r q u e s e p u e d e i m p a r t i r a l a
persona a quien enseñamos. También se refiere a la sabiduría o
entendimiento.
Podemos instruir a otra persona a base de un texto escrito y
de cierta cantidad de conocimientos que pueden ser absorbidos a
la manera de un papagayo; pero el verdadero saber tiene que ser
«extraído» del maestro y asimilado por el discípulo. Es un
conocimiento adquirido copiando al maestro.
B U D D H A : N o e s n i n g ú n D i o s ; e s u n a p e r s o n a h u m a na
q u e h a c o m p l e t a d o v i c t o r i os a m e n t e l a s v i d a s d e u n c i c l o d e
e x i s t e n c i a , y c o n s u v i c t o r i a s o b r e e l Karm a, s e h a p r e parado
para subir a otro plano de existencia.
U n B u d d h a e s u n a p e r s o n a q u e s e h a l l a l i b r e d e l o s l a zos
de la carne. Aquel a quie n fr ecue ntement e nos r e ferimos
l l a m á n d o l e « E l B ud d h a » , f u e h i s t ó r i c a m e n t e S i d d h a r t a G a u -
tama. Fue un príncipe que vivió hace dos mil quinientos
años en la India; renunció a toda posesión material a fin de
h a l l a r l a I l u m i n a c i ó n . D e s c u b r i ó e l Nirva na, q ue s i g n i f i c a ,
como frecuentemente se traduce, la nada de toda cosa. Se
p o dr á h a l l a r e s t e v o c a bl o e n s u l u ga r c or r e s p o n d i e n t e e n l a
letra N.
Cada uno de nosotros puede esforzarse en alcanzar el es-
tado de un Buddha, que es un estado de vida, un exaltado
modo de vivir. No es ningún Dios.
La «Buddheidad» es un estado en la vida. Se puede al-
canzar en cualquier edad del hombre. El príncipe y el ba-
surero pueden ser cada cual de los dos puros y santos. En
este mundo, nosotros somos igual que actores sobre un ta-
b l a d o y s e n o s d e s t i n a n di f e r e n t e s s i t u a c i o n e s s o c i a l e s p a r a
que nos enseñen aquello que debemos aprender. Los Mil
Budas significan, simplemente, que podemos llegar a Bud-
dhas por mil caminos distintos.
Los occidentales muchas veces se ofuscan con esta ex-
presión. ¿Mil Budas? Creen que se trata de otros tantos
Dioses, lo que es fantástico y ridículo.
¿Por qué, precisamente, mil? Bueno, pensemos en el
n i ñ o q u e d i c e : « ¡ M i p a d r e p o s e e m i l l o n es d e . . .! E l m i l l a r ,
pue s, es mera me nte una figur a de dic ción. Buddha es un sím-
bolo y no la estatua de un Dios. Las imágenes de Buddha
s o n e xa cta m e n te l as r e pr es e n tac i o ne s d e l o q ue p o d e m os ser
si queremos ser y trabajamos para ser.
BUDDHI: Palabra que significa sabiduría. Siempre de-
b e m os t e n e r p r e s e nt e l a d i s t i nc i ó n e n t r e s a b i d u r í a y c o n o c i -
miento. La sabiduría arranca de la experiencia; el conoci-
miento, o saber, puede conseguirse sin sabiduría suficiente
para aplicar los conocimientos que hemos adquirido. Debe-
mos alcanzar el Buddhi, antes que pasemos al estado búdico,
que es a la vez sabiduría y conocimientos.
— Intenciones honradas.
— Aspiraciones honradas.
— Conducta honrada.
— Palabra honrada.
— Métodos de vida honrados.
— Esfuerzos honrados.
— Pensamientos honrados.
— Contemplación honrada.
Como sucede en muchas religiones, o caminos de vida,
en el budismo existen distintas ramas. Igual que en la
religión cristiana se dan una multitud de ramas diferentes,
desde los Hermanos de Plymouth hasta la Iglesia Católica
Romana, la escuela budista se divide en dos ramas: la Bre-
ve Senda — Hinayana —; y la Gran Senda — Mahayana —.
La primera es más bien austera, tiene unas estrechas pers-
pectivas y lo reduce todo a la práctica de la santidad per-
sonal a través de la clausura y del ascetismo. Es, ciertamente,
un modo de vida riguroso.
La segunda — Mahayana — prefiere seguir los precep-
tos del Buda Gautama, considerado como una encarnación
divina.
Podemos decir que una de esas ramas se apoya sobre el
esfuerzo del individuo para progresar por sus propios es-
fuerzos, mientras que la otra sostiene que sólo se puede la-
b or ar y pr o gr e sa r s i gu ie n d o l os ej e m pl os y or i e nt ac i on es r ec -
tas de otro individuo.
C
C U R A R : C u a n d o h a bl a m o s de c u r a r , n o n os pr o p o n e m o s
referirnos a lo que despacha nuestro doctor local. Nuestra
referencia a «curaciones» se refiere al proceso llevado a
cabo por el doble etérico durante el sueño del cuerpo ma-
terial.
El cuerpo material hace una serie de malos usos y de
abusos durante el día; de manera que mientras el cuerpo
a st r a l va g a d u r an te la n o c he , e l d o bl e e t ér i c o s e e n car g a d el
t r a b a j o d e r e p a r a r l a p e r s o n a , s e a d e l s e x o q ue s e a y t r á t e s e del
caso de que se trate.
Algunas personas tienen el poder de curar, lo que signi-
f i c a q u e p os ee n u n a s u p er a b u n d a nci a de e n e r g ía e tér i ca , q ue
puede pasar a otra persona que padezca deficiencia del mis-
mo. Sucede lo mismo que lo que pasa en las transfusiones
de sangre, sólo que en el caso del que estamos hablando,
se transmite la energía y la fuerza de voluntad necesarios
para que una persona enferma se restablezca.
CH
DAR: Hay una antigua ley oculta que afirma: «Da, para que
puedas recibir». Si no dais, no podréis recibir nada. Si sois
demasiado débiles para poder dar nada — o demasiado egoístas —,
entonces os encerráis dentro de una concha a vosotros mismos, y no
podéis recibir nada, incluso si una persona, movida por la voluntad de
daros algo, quisiera.
En el cristianismo también se afirma que, si sembráis,
recogeréis. Igualmente: «Tirad vuestro pan sobre las aguas». Y,
todavía más: «Es más afortunado quien da que quien recibe».
Es completamente del todo esencial que, si necesitáis r ec ibir
algo, tenéis que dar pr imerame nte. No neces ariamente dinero;
podéis daros a vosotros mismos; eso es: dar amor, dar amistad,
atención, simpatía, apoyo, comprensión. No es de ninguna utilidad
el repetir: «Lo que es mío, es mío; y lo que es vuestr o, también
lo neces ito para mí». Mientras no estéis dispuestos a dar, nada
podéis recibir. De manera que aquellos que tienen criados a punto de
obedecerles y están bien seguros de que los cordones de su bolsa están
bien apretados, deben recordar que, aunque se arrastrasen so br e
sus r odillas rez ando, es per fec ta ment e i núti l para ellos; es
perder el tiempo rezar pidiendo cosas, cuando nosotros no ofrecemos
nada a los demás.
D H A N U R A S A NA : H a y c ie r t a s pe r s o n as q u e , p or r az o nes a
ellas peculiares, parecen aficionadas a ensayar diversas
posiciones. Aunque yo nunca he visto claro la menor utili-
dad de todas esas posturas, ahí presento al lector una que
se puede escoger por aquellos que gusten dar una buena
o p o r t u n i d a d a l d o c t o r o a l q u i r o pr á c t i c o . A s e g u r a r s e q u e v o -
sotros o vuestros allegados conocen el número del teléfono
de aquellos antes de ensayar dicha posición.
Ese Dhanurasana es una posición yogui que algunos lla-
m a n «l a p os i ci ó n e n ar c o» . Si alg u ie n de s e a pr o bar l a , no ti e n e
más que tenderse en el suelo con la cara mirando hacia
abajo; entonces, levantar las piernas hacia atrás, primero, y
luego hacia el cuello hasta que, con las manos se puedan
agarrar los tobillos. Llegando a este punto, hay que le-
vantar la cabeza y el pecho del suelo.
Tirando con más fuerza, procúrese que las piernas y un
gran trozo de los muslos se levanten del suelo. Entonces,
un o s e ba l a nc e a m á s b ie n a b sur da m e nt e s o bre una par t e, por
decirlo así, vulnerable, de su propia anatomía. Ensáyese unos
po c os i ns ta nt e s , y de s p ué s p r ué be se d e j uz g a r c uá l es e l se n-
t i d o d e t o d o e s t o . P u e d e o bs e r v a r s e , a pr o p ó s i t o d e e s e e j e r -
cicio, que una persona puede ser buena — excelente — sin
nece si dad de toda s esas c ontorsiones gimnás ti cas , que no s on
más que exhibiciones acrobáticas.
E L E M E N T A L E S : M u c h a s p e r s o n a s t i e n e n i d e a s e s p a nt o -
samente c onfusa s acerca de los elementales. En r ealidad, los
elementales son un tipo de formas del pensamiento que po-
s e e n u na e s pe c i e de me d í a - vi d a p or el l os m is m os , un a for m a
de vida que les aportan los seres humanos.
P a r a q u e s e p u e d a e n t e n d e r m á s f á c i l m e nt e , d i r e m o s q u e
nosotros poseemos un imán, y que éste representa lo huma-
no. Si acercamos este imán a un fragmento de hierro, inme-
diatamente este hierro queda magnetizado en un grado me-
nor que el imán; a eso podemos comparar un elemental.
Los elementales están constituidos de sustancia etérica,
que siempre ha sido el origen de todas las formas comple-
jas. Todos los pens amient os erra ntes de las persona s «magne-
tizan» sustancias etéricas, que suscitan a los elementales-seres
elementales.
Hay que aclarar que mucha gente que se cree haber con-
versado en las sesiones espiritistas con el espíritu de su
querida tía Matilde, ha sido en realidad víctima de las bur-
las de a l g ú n e l e me nt a l . L os e l e me n ta le s si e nt e n u n a gr a n a f i -
ción a esas sesiones, porque les dan una ocasión de jugar
alguna burla a los humanos. Los elementales son traviesos como
los monos y quizá con menos sesos que un mono.
Uno de los grandes peligros que se corren frecuentando
las sesiones espiritistas, es el de verse engañado por completo
por esas formas del pensamiento.
Además de los elementales, existen los espíritus de la
Naturaleza, de los que se tratará más adelante.
EN C A N T O S : Al g u n os c o ns i d e r a n l os e nc a nt o s c o m o u n a
vana superstición y los talismanes como pequeños adornos
que los que se dejan engatusar compran, esperando que les
hagan cambiar la suerte. Naturalmente, si una persona va
a una tienda de «souvenirs» y compra un amuleto, es como
si tirase su dinero. Pero si adquiere un talismán preparado
espe ci al ment e por una pers ona exper ta en ellos , el encanto es
efectivo.
Fabricar un amuleto o talismán significa que se ha lo-
gr ado constr uir una for ma de pensa mient o y se ha conse guido
alojarlo en dicho objeto mágico, igual como los antiguos egip
cios protegían a sus faraones embalsamados.
1. ¿Qué vemos?
2. ¿Macho o hembra?
3. ¿Cómo va vestido; de qué época?
4. ¿Qué hace? ¿Ha pasado a través de la pared y
está al lado de nuestra cama?
5. ¿Qué nos ha dicho, o indicado?
6. ¿Cuál ha sido nuestra reacción?
7. ¿ Q u é h a s i d o d e l a a p a r i c i ó n ? ¿ H a d e s a p a r e c i d o
desvaneciéndose, o ha pasado a través de la pared?
8. Después de haber leído todo lo escrito, ¿qué
conclusión hemos formado? ¿Era una persona
que ya conocíamos? ¿Parecía una persona real?
Por la ma ñana léa nse es as notas y entonces se puede añadir
a ellas algo que proceda de nuestro subconsciente en la noche. Hay
que volver a explicarse lo sucedido, pensarlo, puesto que muchas
auténticas apariciones se han perdido para el mundo porque la
persona que las ha recibido se ha escondido bajo las sábanas o
estaba tan asustada que no conservó ningún recuerdo preciso de
lo que le había suced i d o . E x i s t e n a p a r e c i d o s ; p e r o s i u n a
p e r s o n a n o h a c e daño a otra cuando es de carne y hueso, ¿por
qué debería hacérselo cuando ya ha abandonado el cuerpo físico?
F
I S H V A R A K O T I : E s u n t i p o i n f e r i o r d e Ava t ar. L a p e r -
sona que viene a este mundo para hacer el bien de otras
p e r s o n a s y q u e n or m a l m e n t e e s l i b r e d e l o s l a z o s t e r r e n a l e s
ni tiene un Karma terrenal, puede ser un Ishvarakoti. Si
t i e n e q u e r e l a c i o n a r s e — é l o e l l a — c o n i n d i v i d u os d e u n a
categoría espiritual inferior, será un Ishvarakoti.
U n Avatar es c o nsi d era bl e me nt e má s e v ol uc iona do y no
s e v e o bli g a d o a de s c e n de r a es t e m un d o des de s u U n i ver so ,
d e s d e d o n d e s e h a l l e . U n A va tar e s u n s e r q ue n o s i n s t r u ye
y restaura, adaptándolas a las circunstancias actuales antiguas
enseñanzas.
J A G R A T : S e r e f i e r e a l e s t a d o de v i g i l i a , c u a n d o e l c ue r po
se halla despierto, en oposición a cuando se halla dormido.
Significa hallarse en una condición que le permite darse cuenta
de lo que le sucede, y puede ver, oír, hablar, sentir, etc.
Las personas están dispuestas durante el día; saben lo
que les pasa; pueden atender a sus ocupaciones; pero la
mayor parte de los individuos no se dan cuenta de nada
mientras duermen, y es necesario darse cuenta de lo que
les pasa durmiendo para ser capaces de realizar consciente-
mente viajes por el astral, ya que el cuerpo físico necesita
r e p o s o ; pe r o e l a s t r a l no l o n e c e s i t a — a l o m e n o s p o r u n os
cuantos miles de años — y así, si el cuerpo físico reposa
y el astral permanece cautivo, o bien vagando sin guía por
la vaguedad indistinta, se derrochan muchas ocasiones de
progreso interior.
J AP A: Si g ni fi c a «re p e t ic i ó n». No t ie n e na d a q ue ve r c on
la meditación; indica meramente que uno repite una pala-
bra, pensando que puede recibir auxilio de fuentes ajenas.
A veces le es posible.
Én el Tibet se estila murmurar insistentemente «Om,
O m , Om» a v e c e s h a c i e n d o r o d a r u n m o l i ni l l o d e p l e g a r i a s .
En la India, la gente repite «Ram, Ram, Ram» cuando se
encuentr a uno gra vement e pr eoc upado, o nec esita do de al gún
consuelo espiritual. Probablemente, en el segundo caso, ex-
presan a Rama, a quien consideran como un Dios, pidién-
dole que les socorra.
M u y p o r e l e s t i l o , e n m u c h a s p a r t e s d e E u r o p a , s e i n v o ca
a Dios de tanto en tanto. Eso es Japa.
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s e r c o n f u n d i d o c o n n u e s t r o t i p o e s p i r i t u a l . D e b e m o s a ña d i r
q u e, p or d es gr aci a m u y fr e c u e nte m e nt e , q u i e nes s o n l os m á s
ricos en bienes materiales son los más empobrecidos en lo
espiritual.
J N A N I : La p e r s o n a q ue c o n o ce , q u e s i g ue p or l a r u ta d el
c o n oci m i e n t o, q u e i n te n ta al c a nz a r l a R e a li d a d ma y or y e sc a -
par a las trabas y dolores de la vida terrenal. La persona
que llega a e se est adi o de evoluci ón se acerca a la li ber ación
o estado búdico.
K
K L E S H A : E x i s t e n c i n c o Kleshas; a s í s e d e n o m i n a n l a s
cinco principales causas de perturbación de los humanos,
ca us as q ue ha c e n re tr oc e d er a lo s i n d i vi d uos h ac ia la Ti er r a,
en existencias sucesivas hasta que no se tengan ya más
Kleshas.
La Klesha númer o uno es la i gnor ancia. De l a ignora nci a
nace la presunción. Si se es ignorante y presumido, no es
posible que uno se dé cuenta de las faltas suyas y no podrá
eliminarlas.
Los malos deseos son otra de las cosas que deben ser
evitadas. ¿Deseamos algo que no debe desearse? Hay que
apartar la vista de ella, ya que nos impide nuestro progreso.
La aversión es otra perturbación evidente del alma. La
aversión nos dificulta la amistad con otras personas; se es
u n c l a v o c u a d r a d o e n u n a gu j e r o r e d o n d o , o u n c l a v o r e d o n -
do en un agujero cuadrado; en todo caso, un mal asunto.
Hay que adoptar el Camino del Medio, y no amar ni execrar
con demasiada frecuencia a los demás, ni durante un tiem-
po demasiado largo.
La codicia es el quinto defecto. La gente es ruin, mez-
q ui n a , i n s a c i a b l e , a g a r r a da , t u r b a m i s e r a b l e de s d e t o d o s l os
puntos de vista. Pero mientras una persona se deja llevar
por la codicia exclusivamente, esa persona es incapaz de
adquirir ningún bien espiritual ya que, para repetir una
vi eja máxima , nadi e es c apaz de r ecibir nada si es i ncapaz de
dar alguna cosa.
Las Kleshas son aquellas cosas que tenemos que arran-
car de raíz de nuestros corazones, antes de que podamos
escarpamos del ciclo de nacimiento, vida, muerte y nuevo renacer.
LA Y A: El Kundalini, q ue y a he m os vi s t o c ó m o a ve c e s
recibe el nombre de Fuerza de la Serpiente, yace debajo de
la base de la espina dorsal, a punto de ser llamado hacia
arriba y capacita al individuo para que se dé cuenta de las
materias de orden psíquico.
La Laya Yoga es un sistema de Yoga que nos especia-
l i z a e n l a o p e r a c i ó n d e « e l e v a r e l Kundali ni». S e e m p l e a n ,
para ello, varios tantras y mantras, destinados a reforzar las
vibraci ones físic as y de este modo, por así decir lo, a pli car a l
Kundalini d or mi d o u na v i g o r osa sa c u di d a , c a p a z de s a ca r le
de su letargo.
Repetimos de nuevo la advertencia de que no se debe
i n t e n t a r e s t a o p e r a c i ó n s i n t e n e r p l e n a c o n c i e nc i a d e l o q u e
s e h a c e . S i no h a y u n a s u pe r vi s i ó n a d e c u a d a , s e c o r r e e l p e -
li gr o d e ca er en la l oc ura ; p ue de c o n d u c ir n o s, d ic h o i n te n t o , a
cosas terribles al margen de nuestra inteligencia, que nos
harían entrar en un manicomio; pero, peor que esto es que
haríamos antes cosas espeluznantes para entrar en él.
La elevación del Kundalini es la elevación de la potencia
de nuestro Yo. En el presente estado de la evolución de la
Humanidad, el hombre se compone de una décima parte de
conciencia, contra nueve décimas de subsconsciencia; pero al
e l e v a r e l Kundalini e l i n d i v i d u o p u e d e g a n a r u na s d é c i m a s
d e c o ns c i e n c i a y s e p a r e c e a un n i ñ o p e q u e ñ o , a q u i e n s e l e
confía el gobierno de un reactor supersónico, un reactor de
bombardeo completamente cargado y a punto de alzar el
vuelo.
P e r m i t i d m e q u e os h a g a e s t a a d ve r t e n c i a ; s o y u n a p e r s o n a
que ha conocido, que ha visto muchas cosas y que también
ha sufrido y aprendido otras tantas. No queráis elevar
vuestra fuerza vital hasta que no estéis convencidos de sa-
ber lo que estáis haciendo; hasta que no tengáis un compe-
te nte Guru c u ya m e nt e s e a p ur a , y q ui er a v ig il ar y pr ot e g er
vuestra persona del nuevo yo que se le ha despertado. Las
personas tienen una gran cantidad de maldades silenciosas
dentro de su ser, y si alguna de éstas se apodera de vuestro
Kundalini, os afligirán grandes males.
LI L A: Al g u n as se c ta s o r i e n t a les cr e e n q ue D i os , u n gr a n
Ser que nadie puede imaginar ni comprender, creó éste y
otros mundos, y todo lo que en ellos se halla contenido, como
un juguete, y partes de Dios entraron en los títeres que son
los hombres , ani mal es , plantas y minerales. De e st e modo, la
es e n ci a de Di o s p u e de vi v ir c o m o l a s c ri a t ura s vi vi e nt e s , g a -
nando una experiencia a través de la experiencia de todas
sus criaturas.
Según esta creencia, Dios a veces necesita de otra per-
sona para poder ver lo que sucede a determinados títeres su-
yos defectuosos, algunos pequeños animales o pequeños seres
humanos; y no olvidemos que los hombres no dejan de ser
animales.
Di os, necesita ndo a es ta otra pers ona, podr á ll amar ent on-
ces a un ser especi al , un Avatar. Con mucha frecuencia, una
persona no puede ver el bosque por culpa de los árboles;
y es sabido que los espectadores ven mejor el juego que al
j u ga d or , q u e e s t á d e m a s i a d o a t a r e a d o . A s í e s q u e e l Avat ar
viene como un espectador para ver qué es lo que el jugador
tiene dificultad en darse cuenta.
El l e c t or ha ll ar á s o br e l os Avatares má s i nf or ma ci ó n e n
la letra A de este diccionario.
Lila ta mbi én signi fica lo que es relativo; aquell o que s on
el tiempo o el es pacio, etc. En una palabra , a quel lo que t iene
que ver más con lo abstracto que con lo concreto.
LINGA: De hecho, Linga es un signo que representa a
Shiva; pero se emplea el vocablo también para indicar el
símbolo fálico.
En tiempos de un pasado remoto, los pueblos de la Tie-
rra sentían el mayor interés en poblarla tan rápidamente co-
mo les era posible. Por esto los sacerdotes, que veían que
cuanto mayor era la población, mayor era el poder de una
sociedad humana, hicieron una ley, y la llamaron la Ley Di-
v i na . L a l e y m a n d a b a a t o d o s c r e c e r y m u l t i p l i c a r s e . L a s n a -
ciones tenían grandes masas de niños, porque por medio de
ellos se iba fortaleciendo cada tribu, y a medida que iba
creciendo, se hacía más potente. Así es que, obedeciendo a
«instrucciones divinas» de los sacerdotes, los guerreros de
las grandes tribus conquistaban a las pequeñas, matando a
los hombres y capturando a las mujeres, que les darían nue-
v os p e q u e ñ u e l o s p a r a l a t r i b u , q u e a s í c r e c e r í a e n n ú m e r o y
podría ir capturando cada vez más tribus poco numerosas.
A eso también se le llama civilización.
El órgano masculino, o la representación del mismo, de
este modo llegó a ser objeto de grande adoración, y en di-
versas partes del mundo esos pilares de piedra, todavía
actualmente, son mirados con respeto y veneración. Es cho-
cante que las cúpulas y alminares de las mezquitas y tem-
plos y las agujas de las iglesias cristianas proceden de un
origen fálico.
En Irlanda, país antiquísimo, existe lo que se llama «to-
rres redondas». Dichas torres, cilíndricas y muchas veces más
altas que la torre de una iglesia, tienen un capitel redondo.
Fueron sí mbol os fálic os ; s ímbolos de fertilidad; símbol os, en
fin, de que no se puede olvidar que, en la misma medida
en que una nación es numerosa, es también poderosa y pue-
de conquistar naciones con menos habitantes.
Cu a n d o l os ir l a n des e s se c o n vir t ier o n a l cr i s tia n is m o , i n -
ve ntaron un nuevo empleo de sus simbólicas y fálicas «torr es
r e d o n d a s » ; i n s t a l a r o n e n s u i n t e r i o r e s c a l e r a s q ue l e s p e r m i -
tí an tr epar hasta su ci ma y vigi lar la ve nida de inva sore s que
llegaban para saquear las tierras y capturar esclavos. Las «to-
r r e s r e d o n d a s » f u e r o n m u y út i l e s p a r a vi g i l a r a l o s i n g l e s e s
s a q u e a d o r e s , q u e c o n s i d e r a ba n l a c a z a d e l i r l a n d é s c o m o u n
deporte nacional. Como es muy natural, dicho «deporte» no
les hacía ninguna gracia a los irlandeses.
M I T H Y A : L a H u m a n i d a d , e n e s t e m u n d o , e s t á e s c l a vi z a da
por el Mundo de la Ilusión. Las masas humanas son vícti-
mas de falsos valores, falsas creencias y falsos conocimientos.
Lo que i nteresa, acá en el s uelo, es s aber a cuánt o ascie n-
d e n la s c u e nt a s b a nc ar ia s de u n a per s o n a, c uál e s s u c u n a, a
q u é c la se s oc i a l p er te n ec e . El p ue bl o a d or a fa ls os d i os e s , el
más grande de los cuales es la moneda. El vulgo es capaz
d e c o n te m p la r l os vi aj es i nte r es pa c ia le s c o n i gua l da d de á ni-
mo; pero no lo es de reconocer que lo mental es más im-
p o r t a n t e q u e l o m a t e r i a l y q u e l a f o r m a m á s s e n c i l l a d e v i a jar
por el espacio es trasladarse por el astral.
Mithya es a qu el es t a do de f a ls e da d que ti e n e q ue se r e li-
minado de nuestro ser, antes de que podamos alcanzar la
liberación de las cadenas de la carne y de las ilusiones de este
m u n d o , y l o gr e m os la r ea li z aci ó n de n u es t r o S u per - y o a u té n -
tico.
Mithya es una cosa que es bueno superar, ya que hasta
que no s alga mos de nues tro le targo y nos demos cuenta de la
verdad, perdemos nuestro tiempo y regresamos a la Tierra
innecesariamente.
M O H A : E st a d o d e i g n or a n ci a, de e s t u pi d e z , de c o m p l e ta
confusión. Obedece a una falta de apreciación de lo que
hay que hacer y de lo que debe evitarse.
Moha c o n d u c e a l a t r i s t e z a y a l s u f r i m i e n t o . S u p e r a n d o
la Moha también se supera la Mithya, y entonces, solamente
entonces , est amos e n dis pos ic ión de alcanzar los grados supe -
riores.
O C UL TI S M O: C o no ci m ie nt o de c os as q ue e s tá n m ás a ll á
de los ordinarios sentidos mundanos del cuerpo. Sobre la
Tierra nos hallamos limitados a no tener más que unos
cuantos sentidos. Podemos tocar los objetos y conocer si
están lejos o cerca; saber si están fríos o calientes; si nos
causan placer o dolor. Es éste un conocimiento munda-
nal; pero el conocimiento oculto se refiere a cosas que no
pueden ser conocidas con las potencias ordinarias de este
mundo. Eso es, que nosotros, mientras permanecemos en la
carne, no podemos tocarlas; pero podemos solamente estar
enterados de su existencia, y cuando estamos bien entera-
dos, podemos poseerlas.
OJOS: Todo el mundo sabe qué son los ojos; pero nues-
tro propósito, al incluir en este diccionario esta palabra, es
tratar de la relajación de los ojos, ya que éstos son uno de los
órganos peor empleados del cuerpo humano.
E s e s e n c i a l qu e d u r a n t e l a m e d i t a c i ó n l o s o j os no t i e n e n
que ser forzados. Muchas personas enfocan su vista sobre
al g ú n ob je t o i m a gi na r i o, o t al ve z s obre u n o b je t o re a l . Es t o
r e s u l t a a l a l a r g a p e r j u d i c i a l , p or q ue f a t i g a l a vi s t a , p o r e x i -
gi r que los mús culos de los oj os per manezcan conti nuamente
en una posición inmóvil.
Se puede mirar a una gran distancia, al infinito, de for-
ma que no se fuercen los ojos. Se puede, si se quiere, relajar
la vista, dejándolos vagar de aquí a allá; pero, claro, nunca
mientras meditamos. Hay que dejarlos vagar, de manera
que los músculos adopten posiciones variadas; así, cambiando
de posición, se evita que se fatiguen.
Un buen método para dar masaje a los ojos, consiste en
aplicar las palmas de las manos sobre los ojos y entonces,
ahuecar, moviéndolas ligeramente, ambas palmas, procurando
que se forme alrededor de cada ojo un vacío de presión.
Si hacemos presión sobre las órbitas y las cuencas del
ojo, y después se aligera la presión de la palma, percibimos
una ligera tensión de las pupilas, ya que la presión del aire
permite que el líquido de la pupila empuje levemente el
ojo. Cuando se hace presión en sentido opuesto, se consi-
gue un efecto también opuesto y de esta forma se ha rea-
lizado un masaje que distiende los órganos de la vista.
PA N C HA T AP A: L o t e n g o d esc r i t o e n mi li b r o E l T er c e r
Ojo. He hablado de esa ordalía. Tal vez me sea preciso con-
f i r m a r q u e E l T e r c e r O j o e s v e r d a d ; t o d o l o q u e h e e s c r i t o , es
verdad. Pero volvamos al Panchatapa.
Se t ra t a d e u n ejerc i c i o s u m a me nt e s e v er o, en el que ha y
que sentarse en una estricta — muy estricta — posición de
Loto sin moverse, desde la primera luz del día hasta la últi-
m a , c ua nd o el dí a s e ha di si p a d o y ha n s o br e ve ni do la s t i ni e-
bl as de la noche . A uno no le es per mitido r ealizar movimient o
a l g u n o ; n i d e s c r u z a r l a s p i e r n a s , n i d a r u n p a s e o . H a y que
permanecer constantemente sentado.
N o r m a l m e n t e s e a l u m b r a n c u a t r o g r a n d e s f u e g os : N o r t e ,
Este, Sur y Oeste, y dichos fuegos tienen que fundirse peno-
samente en uno solo, de manera que uno acaba siendo como
un c er do as ado. La ide a es demas iado r uda por t an s ever a dis-
ciplina. Ha sido experimentada por una persona que ha me-
ditado de esta forma siete días seguidos, eso es, desde el
alba hasta que se ha hecho oscuro, sentado inmóvil, y du-
rante la noche durmiendo y comiendo los manjares que le
estaban vedados durante la luz del día.
Este ejercicio es muy bueno para desarrollar la potencia
de medi tac ión que pos eemos c ada c ual de nos otr os , ya que si
no se medita, uno se siente oprimido por los deseos corpo-
rales, etc.; pero meditando, nos escapamos de este mundo.
Naturalmente no se recomienda en absoluto a los oc-
c i d e n t a l e s q u e s e d e d i q u e n a s e m e j a n t e s p r á c t i c a s , q u e e x i gen
una ejercitación intensa.
PANDIT: Una mayoría de personas se siente grande-
mente impresionada cuando oye hablar de tal o cual Pandit.
Pandit es el nombre oriental de todo aquel que ha es-
tu d ia d o pr o f u n d a me nt e l as E s c r i t ura s y v ar i os li br os re l ig i o.
sos. Podemos decir que, en la religión cristiana, vendría a
ser un predicador laico, y nada más. En otras palabras: un
p r e d i c a d o r l a i c o e s t á fa c u l t a d o p a r a de s e m p e ñ a r c i e r t o s of i -
cios en la Iglesia; pero, de todos modos, no es un predica-
dor ni un pr edicador que ha rec ibido la s órdene s. Un Pandit
ocupa una situación — o falta de situación — semejante.
P A R A : G e n e r a l m e n t e , e s t a v o z v a pr e c e d i d a d e l a r t í c u l o
« e l » ; d e f o r m a q u e s e d i c e c o m ú n m e n t e « e l para». E x a c t a -
m e nt e , s i g n i f i c a to d o a q uel l o, a aq u el , q u e s e e nc u e ntr a má s
allá de la Octava Senda. Para decirlo más claro, considerémoslo
como una cosa que es suprema, trascendente.
Tenemos Para-bhakti. Significa que uno ofrece su de-
voción al Dios que adora. Quiere decir, una persona devota.
O t r o e m p l e o d e l pa ra l o h a l l a m o s e n Para-vidya. E s t a
combinación significa conocimiento supremo.
S i h a b i t á s e m o s e n l a I n d i a , v e r í a m o s c ó m o l os b r a m a ne s
emplean mucho esta voz; casi tienen el monopolio de ella,
y se lo aplican más que los demás creyentes de su religión,
de bido a que la pal abr a i ndica el gra nde, el puro, el s upr emo
conocimiento que puede poseer un bramán.
P A Z : P a z s i g n i f i c a a u s e nc i a d e c o n f l i c t o s , i n t e r n os o e x -
ternos. Hay paz cuando uno mismo y lo que le rodea están
en armonía, en vez de en estado de conflicto. Muchos de los
q u e s o n l l a m a d os « p ac í fi c o s » d is fr u ta n d e u n i nt er l u di o , e s o
es, un reposo en medio de una serie de vidas. Para ellos
— que simplemente marcan un intervalo de tiempo — las
cosas marchan mansamente como un estanque profundo y
plácido de superficie lisa. Pero no es ningún buen signo, cuand o
nuestra existencia es demasiado pacífica; señala que no
progresamos lo debido. Si se medita con buen éxito, se evitan
los conflictos interiores; pero el Adepto puede meditar fruc-
tuosamente aun en conflicto con las cosas exteriores; un
Adepto puede ciertamente meditar rodeado de los compo-
nentes exaltados de una charanga que se entusiasman en la
noche de un sábado. Un ejercicio semejante al que aca-
bamos de explicar no es recomendable, puesto que puede
convertirse en un proceso agotador.
P RU E B A : Es u n he c h o la m e n ta bl e q ue m uc h a g e nt e p i da
pruebas de todas las cosas. ¿Cómo sabéis que existe un
Dios? La respuesta es que no puede ser probado, en los
términos que entienden por «prueba» los públicos de una
mentalidad materialista. Hay que considerar nuestra creen-
cia en Dios como una creencia; tenéis fe en que Él existe, y
no podéis ir más allá, mientras estéis dentro de la carne.
¿Cómo sabéis que hay una vida futura? ¿Cómo sabéis
que hay un mundo astral donde podemos encontrar amigos
y hacer planes para una vida mejor? A no ser que podáis
efectuar viajes por el astral conscientemente lo tenéis que
c o ns i d e r a r a t r a v é s d e l a fe . L a s p e r s o n a s q u e h a n e s t a d o e n
«el Otro Lado» y recuerdan perfectamente, no tienen fe;
t i e n e n , e n s u l u g a r , c o n o c i m i e n t o ; p e r c i b e n l a c e r t i t u d d e lo
que previamente había sido un artículo de fe solamente.
L a a c t i t ud t i b e t a n a a n t e l a s « p r u e b a s » p u e d e f o r m ul a r s e
del siguiente modo:
T o d o a q u e l l o q u e es, n o r e q u i e r e p r u e b a a l g u n a . L o q u e
no es, no puede ser probado. Por lo tanto, no es correcto ni
pedir, ni dar pruebas.
Una de las cosas más difíciles que existen es el tener
que luchar con ese continuo deseo de pruebas. Pidiendo
continuamente pruebas se hace imposible el realizar pro-
gresos. Aquellos que son capaces de producir manifestaciones
psíquicas, raramente lo hacen dentro de las llamadas nor-
m a s del e xper i m e nt o c i e nt í fi c o, p or q ue l a at m ós fe r a g e n er al
de desconfianza, incredulidad, y hostilidad inhiben las más
altas vibraciones que son necesarias para que las materia-
lizaciones puedan llevarse a cabo.
Los así llamados y estiliz ados «investiga dores », casi nunca
pos een l as cual idades o cali ficaci ones indi spe nsa bles pa ra
i n ve s t i g a r l a s m a t e r i a s o c ul t a s . L a g e n t e n o t i e n e q u e c r e e r ,
n i d e b e d e s c r e e r . T o d o l o q u e s e r e q u i e r e , e s u n a m e n t a l i dad
abierta y un deseo simpático de investigar sin prejuicios.
R E S P I R A C I Ó N : T a m b i é n s e p u e d e l l a m a r Prana yama;
pero como esa palabra no significaría nada para el común
d e l a s p e r s o na s , n o s c o n t e n t a r e m o s c o n e l v o c a b l o « r e s p i r a -
ción».
Hay un apéndice especial, al final de este Diccionario,
que trata de los diversos sistemas de respiración y expo-
ne varios ejercicios respiratorios; de modo que, de mo-
me nto, sólo dire mos que el r es pir ar se r el aciona c on el ritmo
según el cual aspiramos el aire, lo aguantamos en nuestros
pulmones y lo soltamos fuera.
A modo de ejemplo, tomemos la propia unidad de tiem-
p o , y e n t o n c e s t e n e m o s u na u n i d a d p a r a a s p i r a r e l a i r e , c u a -
t r o u n i d a de s ( d e d i c h o t i e m p o ) p a r a r e t e n e r l o y d o s p a r a e x-
pulsarlo de los pulmones. Éste es un ritmo cómodo para
obtener una calma en nuestro espíritu.
Como la unidad de tiempo de una persona puede durar
tres segundos — es decir, que aspiramos el aire durante
tres segundos seguidos — podemos retenerlo cuatro veces tres
— o sea, doce segundos — y exhalarlo tres veces dos — o sea,
seis segundos.
Advertimos seriamente que no hay que practicar los di-
f e r e nt e s s i s t e m a s d e r e s p i r a c i ó n y o g a h a s t a q ue n o s e p a m o s
qué nos hacemos; porque si no sabemos a lo que vamos
y qué pretendemos, podemos estropear nuestra salud. Los
ejercicios que damos al final de este Diccionario son abso-
lutísimamente inofensivos y, en cambio, altamente útiles.
S A M S A R A : L a s p e r s o n a s , e n l a T i e r r a , c o m pl e t a n u n c i -
clo: nacimiento, exis tencia, muert e, s us pensión y re nacimien-
to una y otras veces, en un ciclo interminable, hasta que
cada uno de no sotr os haya progr esado a travé s de cada s igno
del Zodíaco y de cada uno de sus cuadrantes, y haya apren-
dido lo que hay por aprender: que hay que librarse de los
l a z o s de l a c a r n e , y, c o m o c o n s e c u e n c i a , d e l a n e c e s i d a d d e
reencarnarse.
S A TY A Y U GA : Es e l pr i m er o de l os c ua tr o pe r í o d o s d el
m u n d o . V ar ias r eli gi o ne s d i v id e n l os pe r í o d os de l m u n d o s e-
gún un determinado número de años. Satya Yuga, por otro
nombre Krita, los divide por períodos de 1.728.000 años.
C u a n d o s e p r a c t i q u e n c or r e c t a m e n t e t o d a s e s a s c o s a s , e l
individuo se da cuenta de que la vida se le hace muy dura,
porque esto significa que él se encuentra en su última en-
carnación, y en ella se está en un continuo sufrimiento y
prueba, debido a que hay que saldar los residuos y deudas
antes de que nos podamos mover con una clara conciencia y
sin ninguna cuenta pendiente.
S HI V A : Es ta p al a br a c o nt ie n e v ar i os s i g n ifi c a d os . E n l a
trinidad de Dioses de la India, Shiva es el Dios que nos
e l i m i n a d e l a T i e r r a , e l p o d e r l l a m a d o d e s t r u c t o r q u e de s a t a a
l o s h o m b r e s d e s u c u e r p o t e r r e n a l . E s e l D i o s q u e v e n e ran
los Yoguis que buscan desprenderse de la carne.
Todos nosotros tenemos, según el hinduismo, tres formas, a
saber: nacimiento, vida y muerte. Hay un «Dios» que de-
ter mi n a c uá n d o he m o s d e na ce r . Ot r o q ue n os vi g il a d ur a nt e l a
existencia. En tercer lugar, Shiva, que nos desata de la
Tierra bajo la forma de la muerte.
S I D D H A : E s a q u e l q u e h a p r o gr e s a d o a t r a v é s d e v a r i o s
ciclos de encarnaciones, y que ahora es un «Alma Perfec-
ta», uno que todavía no ha llegado al grado de Divinidad;
pero que progresa continuamente y está por consiguiente,
en el grado de semi-Divinidad.
De esta palabra deriva la siguiente.
S U E Ñ O S : E s u n o d e l o s t e m a s m á s i n c o m p r e n d i d os . E s o
e s d e b i d o a q u e e l oc c i d e n t a l q u e c o n d i c i o n a a o t r o o c c i d e n -
tal, raramente cree en los viajes en el astral y cosas por el
estilo; de manera que cuando el cuerpo astral se encuentra
con el cuerpo físico lleno de una serie de memorias intere-
santes, el cuerpo físico rechaza aquellas narraciones y las
altera para que los hechos se adapten a la educación occi-
dental. Así, una persona que se ha encontrado con otra en el
plano astral y han discuti do sobr e varias lí neas de ac ci ón. a l a
ma ñana siguiente dir á: «¡ Es cu rioso! He soñado con Fulano
d e T a l a n o c h e . E s t a b a d e m a l h u m o r . ¿ Q u é d e b e s i g nificar?».
A l g u n o s s u e ñ o s , n a t u r a l m e n t e , p u e d e n t e n e r p o r c a u s a el
haber comido demasiado y demasiado bien antes de acos-
tarse; pero eso es una mera alteración de las funciones cor-
porales y no puede ser tomada en serio. En este caso, la
mente inferior y el elemento emocional, de consuno, dejan
de lado la parte racional de nuestra mente.
H a y q u e e s c r i b i r l o s l l a m a d o s « s ue ñ o s » i n m e d i a t a m e n t e
que despertamos, ya que si hacemos esto conscientemente,
pr o n t o l l e g a r e m o s a u n g r a d o e n e l c u a l s e r e m o s c a p a c e s de
recordar la experiencia del verdadero viaje astral que oca-
sionaba el mal llamado «sueño».
S U S H U M N A : C u a n d o e l Ku ndalini h a d e s p e r t a d o , p a s a
a t r a v é s d e l o s c e n t r o s d e l a c o n s c i e nc i a q u e e s t á n a l oj a d o s
exactamente en el Sushumna.
Éste es un canal situado en nuestro cuerpo sutil coinci-
dente con el interior de la espina dorsal. Parte del extremo
inferior y va hasta su extremo superior. La espina dorsal es,
en efecto, un tubo que en su parte hueca recibe el Sushumna.
En la parte exterior del Sushumna existen otros dos ca-
n a l e s . A l a d e r e c h a e l Pinga la y , a l a i z q u i e r d a , e l I da. S e
enrollan hacia arriba de la columna vertebral y luego se
juntan.
Dichos tres canales dan origen a la Trinidad, que es co-
mún a diversas religiones.
T A N T R A S : S e l l a m a n t a n t ra s t o d a c l a s e d e e s c r i t u r a s o
libros relacionados con la adoración de Shakti.
E l p r o p ó s i t o d e l o s tantras c o n s i s t e e n p r o p o r c i o n a r a l
l e c t or u n a fi l o s of í a o di s c i p l i n a q u e l e p e r m i t a , m e di a n t e l a
correcta práct ica de sus enseñanzas, obte ner la l iber ación de l a
i g n o r a n c i a y l i b e r a c i ó n d e l v o l v e r a n a c e r , l o q u e s e o b tiene
por conocimiento directo.
T A O : E n t i e m p o s a n t e s d e q u e e l c o m u n i s m o t r a s t or n a s e
l o s v a l or e s h u m a n o s , Tao e r a « E l C a m i n o » , e l P r i nc i p i o , l a
Verdad. Tao es todo aquello que nos muestra cómo debe-
mos comportarnos, que nos muestra la senda que debemos
seguir. Nos enseña, en resumen, a escoger «El Camino de
en Medio».
U P A D H I : L a i g no r a n c i a q u e e l S ú p e r - y o i m p o n e a l h o m -
bre carnal. Sería peor que los hombres, desatendiendo a su
progreso, pudiesen recordar sus vidas anteriores. Quienes
han sido príncipes, estarían descontentos si se acordasen de
s u anterior categorí a c uando han vuel to atr ás y s on unos sim-
ples agricultores; y el pobre agricultor experimentaría un
sentimiento de inferioridad cuando se viese reencarnado
como príncipe. Por lo tanto, antes que las personas se reen-
carnen, ellos o ellas, deben beber las Aguas del Olvido, an-
tes que despierten dentro del cuerpo de un recién nacido.
Es una sabia previsión el que los que se encarnen nor-
m a l me n te o l vi d e n ( m ie n tr a s e st á n de n tr o d e la c ar n e m or t al)
lo que fueron en su pasado, aunque el conocimiento de esas
cosas existe para los que pueden visitar el astral y allí con-
sultar los Anales Akáshicos.
A veces Upadhi se emplea en plural y se convierte en
Upadhis. En este caso se refiere al hombre entero sobre la
Ti err a y fuera del c uer po. Se refiere a s us tres cuer pos — sus
tres cuerpos básicos —, que son:
1. El cuerpo causal.
2. El cuerpo sutil.
3. El cuerpo denso.
V A M A C H A R A : E n t i e m p o s m u y p a s a do s , l o s s a c e r d ot e s
e m p l e a b a n « v i n o , m uj e r e s y c a n t o s » e n e l r i t u a l . E n l a s r e l i -
giones de Occidente, las más veces esas atracciones se em-
p l e a b a n p a r a a t r a e r a l os va r o n e s d e v o t o s h a c i a l o s t e m p l os
donde ellos generosamente les daban los consuelos espiri-
tuales y de otras índoles.
En Oriente, el vino, las mujeres y los cantos eran em-
pleados con el propósito de entrenar a los feligreses a li-
brarse de las pasiones. Se entendía que el devoto veía la in-
fluencia de la Madre Santa en todos los objetos y actos; se
entendía que, en toda mujer, no consideraba la atracción
sexual, sino la representación de la Consorte de Dios, la
Madre Sagrada que es común a todas las grandes religiones
del mundo.
En Oriente, cuando se comprobó que demostraciones de
e s t a n a t u r a l e z a de s p e r t a b a n p a s i o n e s c u l p a b l e s , d i c h a s c e r e -
m o ni as r i t ua le s f u er on pr o sc r it as , pr o ba b le m e nt e c o n m u c h o
disgusto de algunos correligionarios.
V I C H A R A : V a r i a s e s c u e l a s d e l o s Vedantas o r d e n a n a
sus adeptos que se entreguen a pensar muy seriamente. Es
indispensable a toda persona ser capaz de pensar sobre un
determinado tema desde todos los puntos de vista.
También se enseña que el pensar no es conocer. El pen-
s a r e s u n o de l o s e s t o r b os d e l c ue r p o h u m a n o , y a q u e d o n d e
hay conocimiento, el pensar no tiene lugar de ser.
V I D Y A : S i g n i fi c a s i m pl e m e n t e « c o n o c i m i e n t o » . N o h a y
nada oculto, nada extraño. Es ni más ni menos una palabra,
en otro idioma, para designar lo que en el nuestro llamamos
corrientemente «conocimiento».
L a X , c o m o l e t r a , n o e s p r o l í f i c a e n e l m un d o d e l o s t é r -
minos metafísicos, y se menciona únicamente para que no
quede incompleto este diccionario."
La X, con todo, tiene un gran significado en el mundo
oculto. Se usa en forma de una cruz, para denotar sufri-
mi e nt o, c o m o v e re m os l u e g o. Ta m b ié n s e e m pl ea p ar a d es i g-
nar algo que irradia a la vez en todas direcciones, direccio-
nes opuestas a un punto o tilde, contenido por sí mismo y
«absorbido».
La X, en el plano terrestre, señala todos los puntos de
la brújula: Norte, Este, Sur y Oeste; mas, cuando se em-
pl ea en s entido e sotéri co, indica que de bemos dar, «e n todas
direcciones», a todos aquellos que sean dignos de nues-
tras dádivas. Podemos enseñar a otros lo que desean apren-
der y que están lo bastante capacitados para entenderlo. Po-
demos ayudarlos y guiarlos; pero sólo cuando se vea claro
que son dignos de este auxilio y guía.
Una forma decorativa y esotérica de la X es conocida
por el nombre de «Swástika». No hay que confundirla
con la cruz ganchuda de los nazis alemanes, que se asocia con
todo lo que es traición, guerras, indecencia e impureza. La
verdadera forma de la Swástika — simple alteración de la
l e t r a X — t i e n e s u s f r a g m e n t os p r o y e c t a d os m i r a n d o a l l a d o
opuesto que la ganchuda Swástika y tanto como ésta es ma-
léfica; la verdadera es pura y benéfica.
La X suele ser empleada, a menudo, para designar un
punto, y asimismo como forma de signatura para aquellos
que no saben escribir.
Hay dos símbolos que pueden ser interesantes. Uno, el
Y I N Y A N G : E s l a f u e r z a e n t e r a d e l u n i v e r s o . E l Yi n e s
p a s i v o , f e m e n i n o y n e g a t i v o , y e l Yang e s m a s c u l i n o y c o n -
tinuamente afirmativo.
Es ridículo preguntar cuál de los dos principios es el
m á s i m p o r t a nt e , e l m a s c u l i n o o e l f e m e n i n o ; l o s d o s s e c o m -
plementan el uno al otro; contrastan el uno con el otro y
dependen el uno del otro.
No puede existir una batería eléctrica si uno de los po-
los no es negativo y el otro positivo; no podríamos utilizar
una que sólo tuviese un polo positivo terminal. Del mismo
modo, una mujer es tan importante como un hombre y un
hombre tanto, en absoluto, como una mujer. La «batalla de
los sexos» es una tontería que resulta insostenible después
de la explicación de que cada uno de ambos depende del otro.
YO GA : La s i g ni fi c ac i ó n ac t u al de es t e voc a bl o e s uni ó n ,
asociación, o subordinación conjunta. Es la unión, enlace o
supeditación de un alma individual con la Fuente de toda
Bondad.
También se usa esta palabra para designar los diferentes
métodos mediante los cuales dichas uniones pueden efec-
tuarse.
Hay que dejar bien sentado que el individuo puede
llegar a ese estado de unión sin saber cómo; aquellos que
rezan, indagan y se agitan, buscan «pruebas» de aquello
que no admite pruebas, retardan sus propios avances y
hasta que no adquieran un poco de seso o una chispa de
iluminación no progresarán gran cosa.
Y O G I : P e r s o n a q u e p r a c t i c a e l Yoga; e s g e n e r a l m e n t e
c o n oci d a p or Yogi o Yogin; per o s i e s u na m u jer , e n t o nc e s
se usa el femenino de Yogin, que es Yogini.
YU WU: Estado de «ser» o «no ser». La condición de
estar en el mundo, ser del mundo, fuera del mundo y no
del mundo.
z
La respiración
E xis te n v ar i as « pr op or ci o n es » q ue n o s per mi te n al ca n za r
ciertos objetivos. Eso es: podemos aspirar el aire durante
un tiempo y luego retenerlo durante un período de tiempo
antes no exhalemos la respiración con una diversa «propor-
ción» entre la duración de ambos.
Veamos, pues, lo que sea esta «proporción».
Las piedras
A Z A B A C H E : E s u n a p i e d r a n e g r a . S u n o m br e v e r d a d e r o
es gaggitis. Es una piedra que tuvo una particular impor-
tancia en tiempo de los druidas de las Islas Británicas. En
lo s s a cr i fic i os dr uí di c os q u e se c el e br a ba n e n St o ne he ng e se
empleaba un cuchillo de azabache.
Como todos los que han vivido, por poco que sea, en
este mundo, habrán descubierto que los hombres tenemos
que comer para vivir, pero no podemos vivir simplemente
para comer. El cuerpo humano puede ser comparado a una
f á br i c a ; l os m a t e r i a l e s e n t r a n e n e l l a y s o n « t r a b a j a d o s » d e
v ar ia s ma n er as . E n la fá bri c a d e n u es tr o c u er p o h u ma n o , l os
materiales son admitidos de forma que nuestro cuerpo pue-
da mantenerse siempre el mismo, reparar los tejidos que
ha n s ido dañados o que enve jec en, y dir igir los múscul os que
n o s s i r v e n p a r a m o v e r n o s . T a m bi é n d e b e n e n t r a r m a t e r i a l e s
suficientes para que el cuerpo pueda crecer mental y física-
mente.
Los hombr es neces i ta n de cuatr o t i po s bás icos d e mat eri a-
les que les permitan que los tejidos crezcan y se regene-
ren, y que los huesos crezcan y puedan soldarse en caso
d e f r a c t u r a . H e a q u í l os c u a t r o e l e m e n t o s e s e n c i a l e s p a r a l a
vida humana:
1. Hidratos de carbono.
2. Hidrocarburos.
3. Minerales.
4. Proteínas.
VI T A MI N A « B 2 » : L a v i t a mi n a Bo es s o l u b le e n e l a g u a.
Es una sustancia indispensable para nuestra visión. Si se
c ar ece de dicha vi tamina siempr e se sufren pe rtur bac iones de
la vista. Muchas de estas molestias pueden ser dominadas
m e d i a n t e e l e x a m e n de l a c a n t i d a d d e e s t a v i t a m i n a q u e c o n -
tiene el cuerpo del paciente.
Esta vitamina regula el buen funcionamiento del canal
digestivo, desde que comienza hasta que se acaba. Propor-
c iona buenas cual idades dige stivas. Nos hace ca paces de «co-
mer como un caballo».
Si f al ta l a vi t a mi n a Bo , no s o m os c a pa c es de a bs or be r e l
hierro. Si la falta se acusa aún más, entonces se producen
s er ias caídas del pel o, y e l cuer po se s ie nte ta n exhaus to que
el individuo se siente aquejado de úlceras, como son las
pequeñas llagas de la boca, etcétera.
Ha b ie n d o tr a ta d o a h or a d e las vit a mi n a s , q u i zá s n os s er á
necesario decir alguna cosa sobre los minerales.
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YODO: El yodo es absolutamente esencial para el buen
f u n c i on a m i e n t o d e n u e s t r o c u e r p o . T o d o e l m u n d o s a be q u e
l a s a l g a s m a r i n a s s o n m u y r i c a s e n y o d o ; o t r a f u e nt e i m p or -
tante son los alimentos procedentes del mar.
Hace un tiempo hubo gente que llevaba sobre su per-
sona medallones conteniendo una pintura de yodo; pero se
trataba sólo de un efecto psicológico, ya que el yodo tiene
que ser absorbido y los alimentos normales contienen una
dosis adecuada.
El y o d o p u e de c ur ar el b oc i o , y a q u e es t a d ol e nc ia n o es
s i n o u na di s f u n c i ó n d e l a g l á n d u l a t i r o i d e s . E l y o d o c o r r i g e
una deficiencia de ésta y contribuye a regular su funciona-
miento.
En var ias tierras leja nas del ma r, sus habitantes son aque-
ja d os d e b o ci o ; p e r o es r a r o e nc ont r ar l os e n l as r i b er a s m ar i-
na s, puesto que incluso la ll uvia contiene una cierta ca ntidad
de yodo hasta un área muy adentro.
Ejercicios