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EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 47 > n◦ 2 > mayo 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(18)89285-2
E – 20-265-A-10 Anatomía de las cavidades nasosinusales
frontonasal [2–4] . Las placodas nasales se invaginan para consta de una parte ascendente vertical y una parte des-
formar las fosas nasales primitivas, que se denominan cendente horizontal. La parte descendente de la primera
surcos olfatorios primitivos. Inicialmente, la membrana cresta da origen a la apófisis unciforme y su parte ascen-
oronasal separa las fosas nasales de la cavidad oral primi- dente al agger nasi. El primer surco da origen al meato
tiva (Fig. 2A). Se rompe en la 7.a semana, lo que provoca medio, el infundíbulo y el receso frontal. La parte ascen-
una comunicación entre la cavidad oral primitiva y la fosa dente de la segunda cresta da origen a la raíz tabicante de
nasal (Fig. 2B, C). El tabique nasal se desarrolla a par- la bulla. Las crestas 3.a , 4.a y 5.a dan origen, respectiva-
tir de la prominencia frontonasal. En la 9.a semana, la mente, al cornete medio, el cornete superior y el cornete
coana está en su posición definitiva, la cavidad nasal está supremo. Los meatos superiores y supremos provienen de
separada de la cavidad bucal gracias a la maduración de los surcos correspondientes [2–4] .
los paladares primario y secundario (Fig. 2D) y los senos
paranasales se desarrollan a partir de divertículos de la
pared lateral de la cavidad nasal. Existen dos divertícu-
Seno maxilar
los principales, uno que da origen a los senos anteriores y El seno maxilar es el primer seno que se desarrolla.
otro del que derivan los senos paranasales posteriores [2–4] . Hacia el 70.◦ día de gestación, aparece, justo por encima
Desde el punto de vista morfológico, la pared de la cavidad del cornete inferior, una pequeña cresta que se con-
nasal embrionaria presenta cinco crestas que formarán los vertirá en la unciforme. Poco tiempo después, el canal
cornetes etmoidales (Fig. 3). Estas crestas están separadas
por surcos de los que se originan los meatos. Cada cresta
Figura 1. Vista frontal de la cara de un embrión de 5 semanas. Figura 3. Pared lateral de una cavidad nasal embrionaria dere-
1. Ojo; 2. prominencia maxilar; 3. prominencia mandibular; 4. cha en vista axial. Las crestas cartilaginosas se numeran en rojo
prominencia frontonasal; 5. prominencia nasal medial; 6. promi- de 1 a 5. 1. Agger nasi; 2. bulla etmoidal; 3. etmoides anterior;
nencia nasal lateral; 7. placoda nasal. 4. etmoides posterior; 5. seno esfenoidal.
Figura 2. Corte sagital que pasa por la fosa nasal en el embrión. 1. Cavidad oral; 2.
lengua; 3. base del cráneo; 4. fosa nasal; 5. prominencia nasal medial; 6. membrana
oronasal; 7. ruptura de la membrana nasal; 8. coana primitiva; 9. lámina cribosa; 10.
cavidad nasal; 11. paladar primario; 12. coana definitiva; 13. paladar secundario; 14.
mandíbula; 15. maxilar; 16. labio superior; 17. labio inferior.
A. Corte sagital que pasa por la fosa nasal en un embrión de 6 semanas.
B. Corte idéntico que muestra la ruptura de la membrana oronasal.
C. Corte idéntico que muestra, en un embrión de 7 semanas, la comunicación entre la
cavidad oral primitiva y la fosa nasal.
D. Conformación definitiva en un embrión de 9 semanas.
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Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
Seno frontal
Figura 4. Esquema de un seno maxilar derecho en corte
Los senos frontales se desarrollan a partir de una o de
coronal que ilustra el crecimiento del seno maxilar desde el naci-
varias excrecencias óseas de la región del receso frontal [7] .
miento a la edad adulta.
En menos ocasiones, los senos frontales provienen de una
En negro: seno maxilar durante el período fetal. En naranja: con-
celdilla etmoidal anterior que se desarrolla entre las dos
torno de la cavidad sinusal maxilar al nacer. En azul: contorno de
tablas del frontal. En la mayoría de los casos, esta celdi-
la cavidad sinusal maxilar a los 12 años. En rojo: contorno de la
lla es el infundíbulo, situado en el extremo superior del
cavidad sinusal maxilar en la edad adulta. 1. Órbita; 2. cavidad
canal uncibular. Sin embargo, todas las celdillas etmoida-
sinusal maxilar derecha; 3. tabique nasal; 4. cornete medio; 5.
les anteriores pueden dar origen al seno frontal. Los senos
cornete inferior.
frontales están ausentes al nacer. Aunque es variable, su
desarrollo comienza en promedio hacia los 2 años. A los
uncibular se forma por evaginación y se extiende lateral-
4 años, el seno frontal alcanza la mitad de la altura de la
mente a la fosa nasal. Se trata del sitio de origen del esbozo
órbita y se extiende justo por encima de la parte superior
del seno maxilar. Al nacer, el seno maxilar es pequeño y
de las celdillas etmoidales más anteriores. A los 8 años, la
mide, en promedio, 7 × 4 × 4 mm (el eje anteroposterior es
parte superior de los senos frontales está al mismo nivel
el mayor) [5] . En este estadio, el seno maxilar está en posi-
que el techo de la órbita y, a los 10 años, los senos fronta-
ción medial respecto a la órbita. Al final del primer año,
les alcanzan la porción vertical del hueso frontal [7] . Sólo
su porción más lateral no sobrepasa la región medial de la
son visibles radiológicamente a partir de los 7 años [8] . El
órbita. El seno maxilar es visible radiológicamente a partir
tamaño definitivo se alcanza después de la pubertad, hacia
del año de edad [5] . La neumatización maxilar alcanza el
los 20 años [9] .
conducto supraorbitario durante el segundo año de vida
y lo sobrepasa durante el 3.er y 4.◦ años para alcanzar el
hueso malar hacia los 9 años. El crecimiento lateral del
seno maxilar se continúa hasta los 15 años. En los lac- Seno esfenoidal
tantes, el piso del seno maxilar está situado al nivel del
El desarrollo del hueso esfenoides es complejo y en él
meato medio. Entre los 8 y los 9 años, el piso del seno
intervienen varios centros de osificación. Los dos centros
maxilar [6] está a la altura del piso de las fosas nasales
implicados en el desarrollo del seno esfenoidal son los
(Fig. 4). El seno continúa extendiéndose hacia abajo hasta
centros de los osículos de Bertin y los centros basiprees-
la erupción de los terceros molares. La altura definitiva del
fenoidales. En primer lugar, el centro basipreesfenoidal
piso del seno maxilar es muy variable dependiendo de los
medial se fusiona con los otros centros basipreesfenoida-
individuos [7] .
les para formar el futuro pico esfenoidal. Por último, los
osículos de Bertin se forman entre el 4.◦ y el 6.◦ mes de vida
intrauterina y corresponden a dos elementos osificados
Seno etmoidal de la parte más posterior de la cápsula nasal embrionaria
que se sitúan a cada lado del pico y constituyen aparen-
El seno etmoidal es el primer seno que se neumatiza temente una parte de la pared frontal del esfenoides [10] .
en los niños, lo que explica la frecuencia de las etmoidi- A los 3-4 años, el osículo de Bertin se incorpora al esfe-
tis en esta población [2–6] . Este seno comienza a formarse noides [8, 10] , y el seno aparece como una invaginación de
entre el 3.er y el 5.◦ mes de vida intrauterina a partir de la pared anterior del esfenoides (Fig. 3). El seno esfenoi-
la evaginación de la cavidad nasal. Las celdillas etmoi- dal es visible radiológicamente a los 4 años (Fig. 5). A los
dales anteriores son las primeras que aparecen a partir 5 años, el seno tiene el volumen de un guisante [8] . A los
de evaginaciones de la pared lateral de la cavidad nasal 7 años, el seno suele alcanzar la pared anterior de la silla
situadas al nivel del meato medio. Las celdillas etmoida- turca [7] . A los 10-12 años, el seno esfenoidal ha alcanzado
les posteriores se desarrollan a continuación a partir de su conformación adulta [8] .
evaginaciones situadas al nivel de la región del meato Algunos autores cuestionan actualmente el desarro-
superior (Fig. 3). Estas celdillas se expanden a continua- llo de los senos paranasales tal y como se ha descrito
ción entre la órbita y la lámina de los cornetes y pueden previamente. La teoría según la cual los senos maxilar,
colonizar otras regiones (cf «Variantes anatómicas») [2–6] . esfenoidal y frontal procederían de la colonización de
Al nacer, el etmoides anterior mide 5 mm de alto, 2 mm estos huesos por celdillas etmoidales no permitiría expli-
de largo y 2 mm de ancho. El etmoides posterior mide car ciertas características anatómicas como el drenaje del
5 mm de alto, 4 mm de largo y 2 mm de ancho. Estos seno esfenoidal en el receso esfenoetmoidal y no en una
senos alcanzan su tamaño definitivo alrededor de los celdilla etmoidal posterior. Un trabajo reciente, basado
12 años [2–6] . en el estudio mediante resonancia magnética (RM) de las
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Figura 6.
A. Corte coronal del macizo facial que
pasa por el seno maxilar izquierdo y el
cornete anterior izquierdo. 1. Crista galli;
2. lámina cribosa; 3. lámina perpendicular
del etmoides; 4. cornete medio; 5. apófisis
unciforme; 6. vómer; 7. cornete inferior;
8. fosa nasal; 9. etmoides; 10. hueso fron-
tal; 11. lámina papirácea; 12; órbita; 13.
hueso cigomático; 14. conducto infraorbi-
tario; 15. seno maxilar; 16. hueso maxilar.
B. Corte coronal del macizo facial que pasa
por el seno maxilar derecho y el cornete
anterior derecho. 1. Receso cigomático; 2.
receso alveolar; 3. receso palatino.
“ Punto importante
• La cavidad nasal embrionaria presenta cinco
crestas cartilaginosas que forman los cornetes
etmoidales. Los surcos que separan estas crestas
dan origen a los meatos.
• El seno etmoidal es el primero que se neumatiza
en el niño.
• Al nacer, el seno maxilar tiene una posición Figura 7. Corte transversal de la fosa infratemporal (lado
izquierdo). Obsérvese que el nervio maxilar (V2) no es visible
medial respecto a la órbita y su crecimiento lateral
en este corte. 1. Pared posterior del seno maxilar; 2. cuerpo adi-
se continúa hasta los 15 años.
poso de la mejilla; 3. músculo masetero; 4. músculo temporal; 5.
• El seno esfenoidal es visible radiológicamente a
pterigoideo lateral; 6. nervio mandibular V3 (troncos anterior y
los 4 años y alcanza su conformación adulta hacia posterior); 7. cuello del cóndilo mandibular; 8. arteria temporal
los 10 años. superficial; 9. arteria alveolar posterosuperior; 10. hueso palatino;
• Los senos frontales son visibles radiológica- 11. fondo de la fosa pterigopalatina; 12. arteria maxilar interna;
mente a partir de los 7 años y alcanzan su 13. lámina lateral de la apófisis pterigoides; 14. trompa de Eus-
conformación adulta a los 20 años. taquio; 15. tensor del velo del paladar; 16. elevador del velo del
paladar; 17. pared faríngea; 18. ligamento esfenomandibular;
19. arteria carótida externa.
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Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
“ Punto importante
• La prueba de imagen sinusal de referencia es
la TC del macizo facial en ventana ósea y cortes
coronales, sagitales y axiales.
• La TCHC está indicada desde 2009 como
prueba de imagen sinusal preoperatoria y la
navegación quirúrgica con prueba de imagen
peroperatoria.
Seno etmoidal
Anatomía descriptiva
Anatomía clásica
El seno etmoidal, o laberinto etmoidal, tiene forma de
un paralelepípedo rectangular irregular y ocupa toda la
masa lateral del etmoides. Es más grande en su parte pos-
teroinferior que en la anterosuperior [8] .
La masa lateral del etmoides está unida a la parte Figura 12. Sistematización etmoidal derecha en corte axial
externa de la lámina vertical del etmoides (o lámina cri- (de Terrier). 1. Celdillas meáticas, 2. celdillas de la unciforme; 3.
bosa). Está dividida en muchas celdillas (entre 5 y 14 según bulla etmoidal; 4. celdilla posterior avanzada; 5. celdilla posterior
los individuos). Estas celdillas están separadas entre sí centrada; 6. celdilla posterior retrasada (Onodi).
por las raíces tabicantes pertenecientes a los tres cornetes
principales (huesos primarios): cornetes medio, superior y una es constante: el agger nasi. La sistematización de
supremo (inconstante), y a los dos cornetes rudimentarios Terrier propone cuatro celdillas de la unciforme: termi-
(o secundarios): la bulla y la unciforme (Fig. 11). nal, anterior (agger nasi), posterior e inferior (o celdilla
El etmoides anterior consta de tres sistemas de celdillas de Haller). Estas cuatro celdillas son fáciles de recordar,
(Fig. 12): pues forman el acrónimo TAPI. Desembocan en la parte
• el sistema de la bulla, que se relaciona con la raíz más superior del canal uncibular [2, 10, 15] ;
tabicante de la bulla por delante, la raíz tabicante del • el sistema prebullar del meato medio (celdillas meá-
cornete medio detrás, la lámina de los cornetes en la ticas), que se relaciona con la raíz tabicante de la
parte medial y la lámina papirácea en la lateral. Este unciforme por delante y lateralmente, la raíz tabicante
complejo está constituido por 1-3 celdillas: la bulla, de la bulla detrás y lateralmente, así como el cornete
una celdilla suprabullar y una celdilla etmoidomaxilar. medio en la parte medial. Está constituido por tres cel-
Todas drenan en la parte posterior del canal uncibu- dillas: la celdilla premeática, la celdilla meática anterior
lar [2, 10, 15] ; (que da origen al conducto nasofrontal) y la celdilla
• el sistema prebullar de la unciforme (celdillas de la unci- meática posterior. Estas celdillas drenan en la parte baja
forme), que se relaciona con la rama ascendente del de la porción vertical de la unciforme [2, 10, 15] .
maxilar (apófisis ascendente del maxilar) por delante, Bent et al proponen una división del sistema frontoet-
la raíz de la bulla detrás, la raíz tabicante de la unci- moidal en seis grupos de celdillas distintos. En esta nueva
forme en la parte medial y el hueso lagrimal (unguis) nomenclatura, el etmoides anterior consta de las celdi-
y después la lámina papirácea en la parte lateral. Este llas del agger nasi, denominadas antiguamente celdillas
complejo está constituido por varias celdillas, de las que de la unciforme, las celdillas etmoidales suprabullares,
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“ Punto importante
• El etmoides anterior se divide en tres sistemas
de celdillas: el sistema de la bulla, el sistema pre-
bullar de la unciforme (celdillas de la unciforme)
y el sistema prebullar del meato medio (celdillas
meáticas).
• El etmoides posterior consta de: la celdilla pos-
terior adelantada, la celdilla posterior centrada y
la celdilla posterior retrasada o celdilla de Onodi.
Variantes anatómicas
Una celdilla etmoidal posterior puede colonizar el cor-
nete medio y constituir así una concha bullosa (Fig. 13).
Es una variante anatómica que se observa en el 30% de la Figura 15. Dehiscencia de la lámina papirácea. Tomografía
población [14] . Una celdilla etmoidal anterior (del grupo computarizada del macizo facial en corte axial pasando por el
de las celdillas de la unciforme) coloniza la apófisis frontal laberinto etmoidal. La lámina papirácea derecha está respetada.
del maxilar y se convierte en el agger nasi. Tiene una posi- La flecha indica la dehiscencia de la lámina papirácea izquierda.
ción justo medial a la inserción anterior del cornete medio
y presenta relaciones muy íntimas con el hueso lagrimal. Una celdilla etmoidal anterior puede colonizar el techo
Puede repercutir sobre el drenaje del seno frontal [2, 7] . de la órbita y convertirse en una celdilla etmoidal supraor-
bitaria. Cuando no se identifica en la etapa preoperatoria
una celdilla supraorbitaria, la cirugía del seno frontal
puede culminar en fracaso [18] .
Una celdilla etmoidal puede colonizar también el piso
orbitario y convertirse en una celdilla de Haller, deno-
minada también celdilla etmoidal infraorbitaria (Fig. 9).
En algunos casos, las celdillas de Haller pueden compro-
meter el drenaje del seno maxilar [2, 14, 15] . Una celdilla
etmoidal posterior puede colonizar el esfenoides y con-
tactar con el nervio óptico. En tal caso, se habla de
celdilla de Onodi. Si la celdilla de Onodi está muy des-
arrollada, la carótida interna puede protruir en su pared
posterior. Por tanto, su identificación radiológica es esen-
cial [18] . Una celdilla etmoidal posterior puede colonizar
el seno maxilar y dar un aspecto de doble antro. En el
10% de la población, se observa una diferencia de altura
de 2 mm entre la parte derecha y la parte izquierda del
techo etmoidal. Esta asimetría se localiza en la mayoría
de los casos en la parte anterior del techo etmoidal y
debe identificarse sistemáticamente en las pruebas de ima-
gen preoperatorias [14] . El techo etmoidal también puede
Figura 13. Concha bullosa. Tomografía computarizada del estar dehiscente y representar un riesgo de lesión menin-
macizo facial en corte coronal. La flecha indica una concha goencefálica peroperatoria (Fig. 14). En ocasiones, existe
bullosa desarrollada a partir del cornete medio izquierdo. una dehiscencia de la lámina papirácea [14] que puede
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Abertura de la bulla
La abertura de la pared anterior de la bulla da acceso
al sistema bullar (celdillas bullar y suprabullares). El
techo etmoidal se visualiza después de la abertura de
las celdillas suprabullares. La arteria etmoidal anterior
se sitúa al nivel del techo en la parte más superior de
la raíz tabicante de la bulla. En ocasiones es dehiscente
a este nivel y puede causar hemorragias peroperatorias
importantes.
Abertura de la raíz tabicante del cornete medio
Este procedimiento da acceso al etmoides posterior.
Esta región es más amplia que el etmoides posterior. La
última celdilla etmoidal posterior se encuentra en la ver-
tical de la pared posterior del seno maxilar. Se trata de
una referencia esencial para evitar entrar lateralmente
en el seno esfenoidal. La arteria etmoidal posterior dis-
curre sobre el techo etmoidal, pero es más fina que la
Figura 18. Vista endoscópica de una fosa nasal izquierda. anterior.
Meato medio izquierdo - Marco del opérculo; 1. Cornete nasal
medio; 2. prominencia lagrimal; 3. apófisis unciforme; 4. bulla Anatomía radiológica
etmoidal; 5. tabique nasal; 6. hendidura olfatoria.
La TC en corte axial, coronal y sagital sin inyección de
variaciones de altura observadas en la unión entre la contraste permite apreciar todo el laberinto etmoidal y sus
lámina cribosa y el techo etmoidofrontal [8] . Las prin- relaciones importantes [21] .
cipales relaciones de esta cara son el lóbulo frontal y
Cortes coronales
las bandeletas olfatorias en el canal olfatorio situado
medialmente. Las arterias etmoidales anterior y poste- En los cortes coronales [2, 15, 16] , se puede apreciar la con-
rior discurren por el techo del laberinto etmoidal; figuración general del laberinto etmoidal. Se identifica
• relaciones mediales: lámina cribosa. La lámina de la lámina orbitaria y la unión de la lámina cribosa del
los cornetes constituye el límite medial del laberinto etmoides con el hueso frontal, para detectar una posible
etmoidal y lo separa de la hendidura olfatoria. Esta asimetría de altura de los techos etmoidofrontales. Tam-
lámina de los cornetes se articula con el hueso frontal. bién hay que buscar una dehiscencia del techo etmoidal
Existen muchas variaciones de altura, con extremos de (Fig. 14).
1 a 16 mm [8, 20] ; Se visualizan la región del meato medio y sus relaciones
• relaciones posteriores: fosa craneal anterior y esfenoi- con el piso orbitario [16] .
des. La relación entre la cara posterior del laberinto La apófisis unciforme es fácil de identificar. Se inserta
etmoidal y el esfenoides es muy variable. No es infre- por delante en el hueso lagrimal y en la pared anterior de la
cuente observar la presencia de una celdilla etmoidal bulla mediante su raíz tabicante [14, 18] . Puede insertarse en
por encima y lateralmente al esfenoides. Por tanto, el la lámina orbitaria y conllevar un riesgo de lesión orbitaria
nervio óptico puede estar muy cerca de las celdillas pos- durante la unciformectomía (Fig. 16).
teriores. La parte libre de la cara anterior del esfenoides El cornete medio se identifica al nivel de su zona de
situada entre el tabique nasal y la lámina de los corne- inserción superior y de su raíz tabicante, que separa el
tes corresponde al receso etmoidoesfenoidal. El ostium etmoides anterior y el etmoides posterior. Su parte ante-
del seno esfenoidal se encuentra en esta zona (Fig. 17); rior, que es vertical, no es bien visible en los cortes
• relaciones inferiores: cavidad nasal. La porción infe- coronales, al contrario que su porción posterior horizon-
rior del laberinto es visible en la cavidad nasal con (de tal. El canal meático uncinoturbinal, que es el lugar de
delante hacia atrás) la parte baja del canal uncibular, drenaje de las celdillas meáticas (celdillas suprabullares de
la parte inferior de la bulla etmoidal y la parte inferior Kuhn) se identifica entre el cornete medio medialmente
horizontal de la raíz tabicante del cornete medio; y la apófisis unciforme lateralmente. El canal uncibular se
• relaciones del laberinto con las otras cavidades sinusa- sitúa entre la bulla etmoidal detrás y la apófisis unciforme
les: el laberinto etmoidal entra en contacto con todas por delante. El ostium maxilar se localiza en su porción
las otras cavidades sinusales: arriba y por delante con posterior. El canal retrobullar, lugar de drenaje de las cel-
el seno frontal, abajo con el seno maxilar, detrás con el dillas bullares se sitúa entre la bulla etmoidal y el cornete
seno esfenoidal [9] . medio [15, 18] . Se puede identificar la presencia de una cel-
dilla del agger nasi, de una celdilla de Haller o de una
celdilla supraorbitaria (Fig. 9).
Anatomía endoscópica Por último, estos cortes permiten analizar las relacio-
La anatomía endoscópica del etmoides sólo puede nes sinusales con el endocráneo y la órbita en caso de
apreciarse cuando se realiza una etmoidectomía, que lesión [16] .
corresponde a la abertura de todas las celdillas etmoida- Se visualiza el etmoides posterior, pero su sistematiza-
les. La vía endoscópica es actualmente la vía de referencia ción se estudia en los cortes axiales.
para la realización de este procedimiento [15] . En este artí- Cortes axiales
culo, se describe la etmoidectomía total de delante hacia Estos cortes permiten visualizar de forma completa la
atrás. sistematización etmoidal, así como analizar las relaciones
Unciformectomía con la órbita, el nervio óptico y el esfenoides. Hay que
La unciformectomía vertical es el primer tiempo de la identificar las posibles variaciones asociadas a un riesgo
etmoidectomía total (Fig. 18). Permite la exposición de quirúrgico, como una dehiscencia de la lámina orbitaria
las celdillas prebullares. La resección de la parte medial de (Fig. 15).
la apófisis unciforme expone las celdillas de la unciforme Reconstrucciones sagitales
(celdillas del agger nasi en la clasificación de Kuhn) [15, 18] . Son indispensables y permiten visualizar las relaciones
La resección de la raíz tabicante de la unciforme expone del etmoides con el seno frontal, el esfenoides y la base
las celdillas meáticas [15] . Estas celdillas se denominan cel- del cráneo [16] . Los cortes sagitales son particularmente
dillas suprabullares en la clasificación de Kuhn [18] . útiles en patología tumoral y traumática para estudiar
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Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
Figura 19. Corte coronal del hueso frontal que pasa por los
senos frontales. 1. Prolongación supraorbitaria; 2. bulla frontal;
3. tabique interfrontal; 4. seno frontal de tamaño intermedio;
5. conducto nasofrontal izquierdo. Las flechas azules indican el Figura 20. Corte sagital de un conducto nasofrontal
trayecto del drenaje del conducto nasofrontal en el meato medio izquierdo. 1. Celdillas suprabullares (en rojo); 2. celdillas del
homolateral. etmoides posterior (en azul); 3. seno esfenoidal; 4. cola del cor-
nete medio; 5. cornete nasal inferior; 6. seno frontal; 7. conducto
las estructuras óseas de la base del cráneo. Permiten un nasofrontal; 8. agger nasi; 9. canal uncibular; 10. bulla etmoidal;
análisis adecuado del techo etmoidofrontal en el estudio 11. ostium natural del seno maxilar.
preoperatorio (Fig. 14).
EMC - Otorrinolaringología 11
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◦ el tipo 4 es una celdilla única, aislada e independiente mismo sucede con la hiperneumatización de las celdillas
del agger nasi que se sitúa en el seno frontal; del agger nasi y las celdillas suprabullares [14, 18] .
• las bullas frontales (Fig. 19): se trata de celdillas etmoi- Por último, la identificación preoperatoria de los dis-
dales que protruyen bajo el piso del seno frontal. Su tintos grupos de celdillas, en particular la existencia de
localización y tamaño son variables. Cuando están una celdilla supraorbitaria, permite evitar un fracaso de la
presentes, se desarrollan preferentemente entre el orifi- cirugía funcional [7, 14] .
cio del conducto nasofrontal y el segmento orbitario
del seno, o incluso por delante del conducto naso- Vascularización
frontal, rechazando hacia detrás su orificio superior. La vascularización arterial proviene de la arteria etmoi-
En menos ocasiones, pueden desarrollarse hacia atrás, dal anterior y de las arterias del meato medio [8] . El drenaje
separando el orificio del conducto nasofrontal de la venoso corresponde a las venas que atraviesan las pare-
lámina cribosa [8] . Pueden comprometer el drenaje del des óseas del seno para unirse por delante a las venas
seno frontal estrechando el calibre de su orificio de dre- subcutáneas, debajo a las venas orbitarias y detrás a las
naje y causar sinusitis crónicas [24] ; venas intracraneales que confluyen hacia el seno sagital
• las celdillas del tabique interseptal del seno frontal (cf superior.
supra). El drenaje linfático se realiza por una red poco densa
que drena en los sistemas linfáticos de las fosas nasales y
de las meninges.
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Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
Anatomía radiológica
Cortes coronales
Permiten visualizar las relaciones del seno frontal con
la órbita y el etmoides anterior, visualizar el conducto
nasofrontal y mostrar las posibles variaciones anatómi-
cas causantes de sinusitis crónica (hiperneumatización
del agger nasi, bullas frontales) o de fracaso de la cirugía
funcional (tabicaciones múltiples de senos hiperneumati-
zados, presencia de una celdilla supraorbitaria). El tabique
intersinusal también se visualiza [2, 16] .
Cortes axiales
Los cortes axiales permiten apreciar las relaciones de
la cara posterior del seno frontal con el endocráneo. Las Figura 23. Hueso esfenoides en vista superior. 1. Surco quias-
relaciones con la órbita también se estudian [2, 9, 16] . mático; 2. ala menor; 3. ala mayor; 4. agujero redondo; 5.
agujero oval; 6. agujero espinoso; 7. yugo esfenoidal; 8. con-
Cortes sagitales ducto óptico; 9. apófisis clinoides anterior; 10. silla turca; 11.
Las reconstrucciones sagitales son indispensables y per- dorso de la silla.
miten apreciar las relaciones anteriores y posteriores del
seno frontal, así como sus relaciones con el etmoides un canal transversal en continuidad con el conducto
anterior. El conducto nasofrontal y sus relaciones con las óptico, y la región hipofisaria, que corresponde a la silla
estructuras contiguas se estudian en estas reconstruccio- turca. La pared superior [10] se relaciona con las menin-
nes [2] . ges, las cintillas olfatorias, el quiasma óptico, que se
apoya en la tienda de la hipófisis a 1 cm por detrás del
canal óptico y la hipófisis (Fig. 23);
Seno esfenoidal • pared posterior: es una lámina ósea de 15-20 mm de
grosor. Se relaciona con la lámina cuadrilátera del esfe-
Anatomía descriptiva
noides (arriba), el canal basilar del hueso occipital
Anatomía clásica (abajo) y el vértice de los peñascos (lateralmente) [8] .
Los senos esfenoidales son dos cavidades neumáticas Esta pared presenta relaciones con las meninges (la
asimétricas, situadas en el centro del macizo facial y des- duramadre contiene el seno occipital transverso), los
arrolladas en el cuerpo del hueso esfenoides. Ambas están elementos vasculonerviosos subaracnoideos (tronco
separadas entre sí por un tabique delgado. Cada seno se basilar y los dos nervios abducens) y el puente;
abre en la parte posterosuperior de la fosa nasal corres- • pared lateral o pared oftalmológica: es una pared fina
pondiente. Existen numerosas variaciones de tamaño y, que se relaciona, de detrás hacia delante [8] , con la celda
en este artículo, sólo se describe el seno esfenoidal de tipo del seno cavernoso, el conducto óptico, el extremo
medio, que es el más frecuente. medial de la tienda esfenoidal y el extremo posterior
Los senos esfenoidales tienen una forma irregular, pero de la pared medial de la órbita. En su cara medial, se
que se puede equiparar aproximadamente a un cubo de pueden observar varios relieves importantes (Fig. 24);
seis paredes [8] : • tabique intersinusal: es una pared delgada, en ocasiones
• pared anterior o nasal: es una pared muy delgada, que se dehiscente, que separa ambos senos esfenoidales. En la
engruesa en la línea media. Constituye la vía de acceso mayoría de los casos, sólo es vertical y medial en su
quirúrgico del seno por vía endonasal. Está excavada parte más anterior. Detrás, puede desviarse en todos los
por el ostium esfenoidal, que se abre en el receso etmoi- planos del espacio. Este tabique presenta a menudo una
doesfenoidal (Figs. 8 y 22); inserción en el conducto carotídeo u óptico, por lo que
• pared inferior o piso: se relaciona con el cavum. Tiene el acceso quirúrgico del esfenoides conlleva un riesgo
un grosor de 3-10 mm (Fig. 8); muy elevado [14, 15, 18] .
• pared superior o techo; es la pared del seno que se rela-
ciona con las fosas craneales anterior y media. Su cara Variantes anatómicas
endocraneal puede dividirse en tres regiones que son, Existen variaciones importantes de la neumatización de
de delante hacia atrás: la región olfatoria, que corres- los senos esfenoidales. La neumatización del seno esfe-
ponde al pico esfenoidal, la región óptica, que forma noidal durante el desarrollo se produce de delante hacia
EMC - Otorrinolaringología 13
E – 20-265-A-10 Anatomía de las cavidades nasosinusales
14 EMC - Otorrinolaringología
Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
Vascularización
“ Punto importante
La cavidad sinusal esfenoidal está revestida por una Las tres referencias anatómicas que delimitan el
mucosa delgada de tipo respiratorio que está poco vas-
área de esfenoidotomía endoscópica son:
cularizada y contiene algunas glándulas cerca del ostium.
• cola del cornete superior;
La vascularización arterial procede de dos sistemas [8] :
• el sistema carotídeo externo a través de la arteria del
• tabique nasal;
conducto pterigoideo y de la arteria pterigopalatina, • coana.
que son ambas ramas de la arteria maxilar interna;
• el sistema carotídeo interno a través de la arteria etmoi-
dal posterior.
Anatomía radiológica
Las venas que drenan el seno esfenoidal llegan a la fosa
pterigomaxilar y se anastomosan con las venas maxilares Cortes coronales
internas. Muchos ramos venosos perforan directamente la Permiten apreciar el grado de neumatización, en par-
pared lateral para drenar en el seno cavernoso o en el seno ticular lateralmente hacia el nervio óptico, la carótida
coronario de la silla turca. Este segundo elemento es par- interna y las apófisis pterigoides [2, 15, 16] . La neumatización
ticularmente importante para explicar las complicaciones de las apófisis pterigoides no aumenta el riesgo quirúrgico.
venosas de las sinusitis esfenoidales [8] . Se pueden analizar las relaciones con la base del cráneo
Los linfáticos drenan en los ganglios retrofaríngeos [8] . (Fig. 26).
Cortes axiales
Inervación
En los cortes axiales [2, 15, 16] , se estudian la neumatiza-
La inervación del seno esfenoidal depende esencial-
ción del seno y las variantes anatómicas derivadas de ésta.
mente del sistema trigémino-simpático de las fosas nasales
Se pueden observar las relaciones con el etmoides poste-
y del nervio etmoidal posterior [8] .
rior, el conducto óptico y la carótida interna. El ostium
esfenoidal también puede identificarse, así como el tabi-
Anatomía endoscópica que interesfenoidal y su inserción posterior (Figs. 25 y 27).
La endoscopia del seno esfenoidal se realiza después Cortes sagitales
de efectuar una esfenoidotomía, es decir, la abertura de Las reconstrucciones sagitales permiten visualizar las
su pared anterior. En este artículo, se presenta la esfe- relaciones anteriores e inferiores. Se estudian las relacio-
noidotomía por vía transnasal, por acceso del receso nes superiores del seno con la hipófisis y la base del cráneo.
etmoidoesfenoidal (Figs. 22 y 29). Las tres referencias ana- Se evalúan la neumatización de la cavidad y las variantes
tómicas que marcan el área de la esfenoidotomía son el anatómicas derivadas de ésta [2, 15, 16] .
cornete superior, el tabique nasal y la coana [15] . Para tener
una visualización adecuada del receso etmoidoesfenoidal,
la óptica se sitúa en posición medial respecto a la raíz tabi- Cavidades nasales
cante del cornete medio. Si éste es voluminoso, su cola
Anatomía descriptiva
se puede resecar para facilitar la exposición. A continua-
ción, se identifica el ostium del seno esfenoidal, que está Anatomía clásica
situado al nivel de la cola del cornete nasal superior. Suele Ambas cavidades nasales están separadas por un tabique
describirse que la parte posteroinferior de la cola del cor- medial, el tabique nasal. En la mayoría de los casos, son
nete superior se sitúa encima y medialmente al ostium asimétricas y presentan cuatro paredes: una pared medial
esfenoidal [18] . A continuación, se realiza la esfenoidoto- que corresponde al tabique nasal, una pared lateral, una
mía introduciendo parcialmente el extremo de una pinza pared inferior o piso, y una pared superior que pertenecen
recta, con las puntas cerradas, en el ostium. Después de a la base del cráneo [12] .
progresar 3-4 mm, esta pinza se abre imprimiéndola un Pared superior de las cavidades nasales (Fig. 30), que
movimiento lento de rotación. El orificio ampliado de este constituye el techo de dichas cavidades. Puede dividirse
modo permite la introducción de una pinza de Citelli para en tres porciones que son, de delante hacia atrás [8] :
ampliar la abertura en sentido medial e inferior [15] . Una • la zona frontonasal: es gruesa y está constituida por la
vez abierta la pared anterior, se puede efectuar la sinusco- cara posterior de los huesos nasales y el hueso frontal al
pia, que permite identificar: nivel de la espina y de la parte medial del seno frontal;
• el techo del seno esfenoidal, que suele estar en conti- • la zona olfatoria (denominada también «etmoidal»):
nuidad con el techo etmoidal. La parte posteromedial es frágil y está constituida por la lámina cribosa del
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16 EMC - Otorrinolaringología
Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
EMC - Otorrinolaringología 17
E – 20-265-A-10 Anatomía de las cavidades nasosinusales
“ Punto importante
La vascularización arterial de las fosas nasales
depende en un 75% del sistema carotídeo externo
y en un 25% del sistema carotídeo interno.
Figura 33. Vascularización de las cavidades nasales (de [27] ). 1.
Rama del tabique nasal; 2. tabique nasal levantado; 3. rama nasal
externa de la arteria etmoidal anterior; 4. ramas alares de la arte-
ria nasal; 5. anastomosis entre la rama septal inferior de la arteria Anatomía endoscópica
esfenopalatina y la arteria palatina mayor en el conducto incisivo;
6. anastomosis entre la rama septal de la arteria esfenopalatina En un primer tiempo, se visualiza el vestíbulo, que
y la arteria palatina mayor en el conducto incisivo; 7. rama sep- corresponde a la entrada de la cavidad nasal. Es un con-
tal y nasal lateral de la arteria etmoidal posterior; 8. rama septal ducto tapizado por un revestimiento interno cutáneo en
posterior de la arteria esfenopalatina; 9. arteria esfenopalatina; el que se implantan las vibrisas. A través de su orifi-
10. agujero esfenopalatino; 11. ramas nasales posterolaterales de cio inferior o superficial, la cavidad nasal se comunica
la arteria esfenopalatina; 12. arteria maxilar; 13. arteria palatina con el exterior. Su orificio superior o profundo marca el
mayor. inicio de la cavidad nasal [9] . El orificio profundo tiene
una sección 1,4-1,6 veces mayor que el orificio superfi-
vascularización de las cavidades nasales, y el sistema caro- cial. El orificio profundo corresponde a la zona de unión
tídeo interno, del que depende el otro 25%. entre el revestimiento cutáneo y mucoso. Es piriforme,
Las arterias procedentes del sistema carotídeo son: más amplio en su parte inferior. La parte superior y afi-
• la arteria esfenopalatina, que proviene de la arteria lada de este orificio profundo constituye la válvula nasal.
maxilar interna y se divide en una rama externa y una Esta última está formada por el borde caudal del cartí-
rama interna: lago lateral superior lateralmente (limen nasi) y por la
◦ la arteria de los cornetes (rama externa), destinada parte superior del cartílago cuadrangular medialmente,
a la vascularización de la pared lateral de la cavidad que forma un ángulo diedro. La parte inferior de este ori-
nasal a través de las arterias del cornete medio y del ficio se denomina región infra o subvalvular; la cabeza
cornete inferior, del cornete inferior se proyecta en ella. La región valvular
◦ la arteria nasopalatina (rama interna), que da origen asocia la válvula propiamente dicha y la región infraval-
a la arteria del cornete superior, y se anastomosa con vular. Controla la dirección de las corrientes de aire. La
la arteria palatina descendente en el conducto pala- válvula septoturbinal, más posterior, es una unidad anato-
tino anterior. Participa en la formación de la mancha mofisiológica limitada medialmente por el tabique nasal
vascular. La arteria del cornete superior vasculariza y lateralmente por la mucosa del cornete inferior. El papel
el cornete superior, el meato correspondiente y las de la válvula septoturbinal consiste en regular la resisten-
celdillas etmoidales posteriores; cia nasal [28] . A continuación, se explora el tabique nasal.
• la arteria facial, que da dos colaterales, la arteria labial El borde posterior del tabique marca el límite interno de
superior y la arteria del ala nasal, así como una rama la coana [15] .
terminal denominada «arteria angular». En la pared lateral de la cavidad nasal, se visualizan los
Las arterias procedentes del sistema carotídeo interno cornetes y los meatos:
provienen de la arteria oftálmica y son la arteria etmoidal • el cornete inferior es el primer relieve visible cuando
anterior y la arteria etmoidal posterior (Fig. 17). se introduce el endoscopio. Su cabeza, engrosada, se
Las ramas arteriales procedentes de los dos sistemas sitúa a alrededor de 1 cm de la abertura piriforme. Su
carotídeos se anastomosan entre sí, en particular en cola, afilada y libre, forma parte de la pared lateral de la
la región anteroinferior del tabique nasal, donde for- coana y se encuentra a alrededor de 10 mm del orificio
man una profusa red anastomótica denominada «mancha tubárico [15] ;
vascular» o «zona vascular de Kiesselbach». Esta zona se • el meato inferior [15] está situado bajo el cornete inferior,
sitúa a alrededor de 1 cm del orificio nasal a ambos lados cuya cabeza marca el límite anterior. Se explora con más
del tabique. facilidad, de detrás hacia delante. El orificio inferior del
Drenaje venoso. El drenaje venoso se realiza por conducto lagrimal se identifica en su cuadrante antero-
venas anteriores que confluyen en la vena facial, venas superior, alrededor de 1 cm por detrás de la cabeza del
posteriores que desembocan en el plexo maxilar interno cornete inferior (Fig. 34);
y venas superiores que drenan en la vena oftálmica [8, 12] . • el cornete medio se identifica por encima y por detrás
Drenaje linfático. Las redes intramucosas están dis- del cornete inferior, mide 40 mm de largo y presenta
puestas en una capa superficial subepitelial y una capa una concavidad medial. Su cola forma la pared late-
profunda yuxtaperióstica. Drenan hacia los ganglios ral del receso etmoidoesfenoidal. Su cabeza está situada
parotídeos, los ganglios subdigástricos y los ganglios retro- en el marco del opérculo formado por la arista septal
faríngeos laterales [8, 12] . superior medialmente y el pliegue preturbinal de Terrier
lateralmente. El pliegue preturbinal es una zona que
Inervación une la inserción superior de la cabeza del cornete medio
La inervación de las fosas nasales es de tres tipos: iner- con el dorso del cornete inferior; corresponde al relieve
vación de las sensibilidades general y vegetativa, que se del agger nasi (Fig. 35). Por fuera de la cara lateral del
18 EMC - Otorrinolaringología
Anatomía de las cavidades nasosinusales E – 20-265-A-10
Conclusión
La anatomía de las cavidades nasosinusales es com-
pleja. Sin embargo, su conocimiento y su dominio son
esenciales para el clínico, con el fin de comprender la fisio-
patología de las afecciones nasosinusales, pero también
para el cirujano con el fin de realizar un tratamiento qui-
Figura 35. Pliegue preturbinal de una fosa nasal derecha rúrgico eficaz sin lesionar las estructuras nobles situadas
(de [9] ). 1. Agger nasi; 2. cornete medio; 3. dorso del cornete en la periferia de los senos. Las pruebas de imagen sinusa-
inferior; 4. ostium del seno maxilar; 5. tabique nasal. les, representadas esencialmente por la TC sin contraste,
que tiende a sustituirse por la TCHC, es una herramienta
muy útil para estudiar la anatomía, comprender la pato-
cornete medio, se encuentra el meato medio, del que
logía y planificar mejor el tratamiento quirúrgico.
constituye la pared medial. Su cola es una referencia
importante, pues el agujero esfenopalatino está exca-
vado en la lámina vertical del palatino, a 1 cm por detrás
de la cola del cornete medio [9, 15] ;
Bibliografía
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forme y la bulla etmoidal (Fig. 18). neurologique – maxillofaciale 2014;9(3):1–21 [30-830-A-
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llar, que es superomedial. En el extremo inferior del canal [4] Naidich TP, Zimmerman RA, Bauer BS, Altman NR, Bila-
uncibular, se encuentra el ostium maxilar. El meato medio niuk LT. Midface: embryology and congenital lesions. En:
presenta en su porción más posterior una zona depresi- Som PS, Curtin HD, editores. Head and neck imaging. St
ble que corresponde a la zona de las fontanelas en la que Louis: CV Mosby; 1996. p. 4–13.
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El cornete superior puede visualizarse si el endoscopio
[7] Naidich TP, Zimmerman RA, Bauer BS, Altman NR, Bila-
se dirige hacia arriba [15] . La parte posterior de su borde niuk LT. Anatomy and physiology. En: Som PS, Curtin HD,
libre está situada unos milímetros por fuera del ostium editores. Head and neck imaging. St Louis: CV Mosby; 1996.
esfenoidal. Su pared lateral constituye la pared medial del p. 3–60.
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EMC - Otorrinolaringología 19
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Service de radiologie, CHU La Conception, 147, boulevard Baille, 13385 Marseille cedex 5, France.
J.-M. Thomassin, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
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J. Michel, MD-PhD, Praticien hospitalo-universitaire (Justin.MICHEL@ap-hm.fr).
Service d’ORL et chirurgie cervico-faciale, CHU La Conception, 147, boulevard Baille, 13385 Marseille cedex 5, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Delmas J, Radulesco T, Varoquaux A, Thomassin JM, Dessi P, Michel
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Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico
20 EMC - Otorrinolaringología