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Carlson et al. (2000) presentan tres estudios que desarrollaron y validaron inicialmente una escala multidimensional para medir el conflicto entre el trabajo y la familia. La escala final consta de 18 ítems que miden seis dimensiones de conflicto: la interferencia del trabajo con la familia, la interferencia de la familia con el trabajo, y las formas de conflicto (tiempo, tensión y comportamiento) en ambas direcciones. Los análisis mostraron validez de contenido, consistencia interna y validez discriminante de las subescalas. La
Carlson et al. (2000) presentan tres estudios que desarrollaron y validaron inicialmente una escala multidimensional para medir el conflicto entre el trabajo y la familia. La escala final consta de 18 ítems que miden seis dimensiones de conflicto: la interferencia del trabajo con la familia, la interferencia de la familia con el trabajo, y las formas de conflicto (tiempo, tensión y comportamiento) en ambas direcciones. Los análisis mostraron validez de contenido, consistencia interna y validez discriminante de las subescalas. La
Carlson et al. (2000) presentan tres estudios que desarrollaron y validaron inicialmente una escala multidimensional para medir el conflicto entre el trabajo y la familia. La escala final consta de 18 ítems que miden seis dimensiones de conflicto: la interferencia del trabajo con la familia, la interferencia de la familia con el trabajo, y las formas de conflicto (tiempo, tensión y comportamiento) en ambas direcciones. Los análisis mostraron validez de contenido, consistencia interna y validez discriminante de las subescalas. La
conflicto traba-familia, Carlson et al. (2000), en el manuscrito “construcción y validación inicial de
una multidimensional medida de conflicto trabajo-familia" presentan información sobre tres estudios que usaron cinco muestras diferentes y que midieron seis dimensiones de conflicto que incluyeron: la combinación de tres formas de conflicto trabajo-familia (tiempo, tensión y comportamiento) y dos direcciones de conflicto trabajo-familia (interferencia del trabajo con la familia y la interferencia de la familia con el trabajo). Los tres estudios evaluaron la adecuación del contenido, dimensionalidad, confiabilidad, invariancia de la estructura factorial y constructo de la validez de la escala. El diseño de la escala final proporciona a los futuros investigadores la flexibilidad de medir individualmente cualquiera de las seis dimensiones del conflicto trabajo-familia. Es importante enfatizar como se mencionó anteriormente que se realizaron 3 estudios: Estudio 1: Escalas existentes de conflictos entre el trabajo y la familia, donde se recopilaron elementos existentes de la literatura y se utilizaron como fundación inicial de la escala. Estudio 2: Aumentar las escalas existentes. Desarrollando un nuevo conflicto trabajo-familia elementos para aumentar cada una de las seis dimensiones y calificarlos por contenido y adecuación. Estudio 3: validación de escala. Diseñado para validar la escala desarrollada en los Estudios 1 y 2. Carlson et al. (2000), establecen que esta investigación construyó y validó inicialmente una escala integral del conflicto trabajo-familia, incorporando las múltiples dimensiones del constructo. Los elementos que componen la escala son una combinación de elementos de trabajo anteriores y nuevos, desarrollados específicamente para este estudio: Adecuación del contenido, análisis de contenido, análisis factorial exploratorio y confirmatorio y correlación se realizaron análisis sobre estos elementos. El resultado final fue una escala de 18 ítems con seis subescalas diferentes que midieron las seis dimensiones de conflicto trabajo-familia. Cada una de las escalas en el modelo de seis dimensiones mostró validez discriminante, consistencia interna e invarianza de la estructura factorial entre muestras. También plantean que existen otras escalas que miden el conflicto trabajo-familia (Frone et al., 1992; Gutek et al., 1991), y algunas que han sido sometidos a una validación sustancial (Netemeyer et al., 1996; Stephens & Sommer, 1996). Pero ninguna de estas escalas existentes proporciona una forma de medir cada una de las seis dimensiones de conflicto. De hecho, Netemeyer et al. (1996) afirmó que su escala "no era tan útil como escalas que utilizan un enfoque multidimensional” (Carlson et al. 2000, p.408). Para medir el conflicto trabajo-familia, Carlson et al. (2000) plantean que la escala desarrollada en el presente estudio supera tanto limitaciones de los esfuerzos de desarrollo de escala anteriores y responde a la medida que considera la importancia tanto de la naturaleza como de la dirección del conflicto (Kossek y Ozeki, 1998). La medida multidimensional del concepto del conflicto trabajo-familia desarrollado en el presente estudio es una descripción precisa del constructo, que examina cada una de las seis dimensiones. El uso futuro de esta escala proporcionara “una mayor comprensión de cómo las dimensiones separadas del conflicto entre el trabajo y la familia se relacionan con las actitudes y los comportamientos de interés” (Carlson, et al. 2000, p.269) Carlson, et al. (2000), al analizar esta investigación concluyeron que hay fortalezas, limitaciones e investigación futura. Fortalezas como, basarse en tres estudios diferentes que juntos proporcionan un esfuerzo de desarrollo a escala muy completo, donde la escala resultante se sometió a rigurosos procedimientos de desarrollo y validación. Incorporó cinco muestras diferentes; donde el potencial de sesgo específico de la muestra se redujo mediante el uso de datos únicos e independientes para cada fase del proyecto. También permitió examinar la invariancia de la escala final entre muestras. La nueva escala incluye cada una de las seis dimensiones del conflicto trabajo-familia, algunos de los cuales han estado ausentes en medidas anteriores. Finalmente, la escala mide todas las dimensiones del conflicto trabajo-familia utilizando solo 18 ítems. En cuanto a las limitaciones, la escala fue validada en solo dos muestras, requiriéndose una validación adicional entre todas las organizaciones y ocupaciones para establecer aún más la escala y proporcionar posibilidad de generalización. Tampoco se incorporaron todos los elementos de Netemeyer et al. (1996), ya que esta escala no se publicó mientras la investigación actual estaba en curso. “Las investigaciones futuras deben incorporar constructos que se cree que están relacionados de forma única con las diferentes dimensiones del trabajo y la familia” (Carlson et al., 2000, p.270), y se requiere investigar sobre conflictos basados en la conducta y sobre los antecedentes y resultados únicos para cada una de las dimensiones del conflicto trabajo-familia, medidas por esta escala. Según Carlson et al. (2000), se deben plantear diferentes preguntas, de las direcciones del conflicto trabajo-familia. La mayoría de las investigaciones sugieren que el conflicto WIF es mayor que el conflicto FIW (Gutek et al., 1991; Judge, Boudreau, Y Bretz, 1994; Netemeyer y col., 1996). Pero poco se sabe de cuándo las formas de conflicto trabajo-familia se combinan con las direcciones. “¿Es decir, son todos formas de conflicto (tiempo, tensión, comportamiento) mayor desde la dirección WIF que desde la dirección FIW?” Estas preguntas y más piden ser respondidas por los investigadores que exploren estos temas a futuro” (Carlson et al., 2000, p.269).