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ABRAHAN MASLOW en su teoría sobre la motivación humana, plantea una jerarquía de necesidades; el punto más
alto refiere a la necesidad de auto-desarrollo y autonomía. Además, su teoría encierra una visión evolutiva: la idea
de desarrollo de las necesidades: desde un orden de inmediatez a un orden de abstracción mayor con saltos
cualitativos más que cuantitativos. Introduce la idea de andamiaje holístico de dichas necesidades: lo que determina
EL SUJETO SE que esa pirámide no es plana sino que posee por lo menos una estructura tridimensional, de forma que el sujeto no
DESARROLLA permanece estanco en un peldaño para recién tomar nota de sus necesidades más elevadas. Desde esta
POR perspectiva, las necesidades superiores forman parte de los motivadores propios del hacer humano.
NECESIDAD La relación entre motivación y desarrollo es directa: el sujeto no se desarrolla por prescripción organizacional, el ser
humano se desarrolla por la necesidad de constituirse como sujeto.
BLEGER: analiza esta conducta y propone la necesidad de mantener un equilibrio homeostático operativo en función
de las variaciones del medio; en esta creación y regulación de la tensión, van paulatinamente apareciendo nuevas
formas de reacción y nuevas integraciones, resultando un aprendizaje. No se trata de una finalidad mecánica, sino
que tiene lugar un verdadero proceso de aprendizaje y de adaptación, con creaciones nuevas.
Podemos comprender el desarrollo como subproducto de la adaptación del sujeto a una realidad que le requiere y
EL demanda procesos de asimilación y acomodación. Al trabajar, al vérselas con el mundo externo, el sujeto se
DESARROLLO enfrenta no solo con las limitaciones y posibilidades de acción de ese mundo circundante (la materia) sino que se
COMO enfrenta con lo que es y puede llegar a ser y hacer, con sus propias potencialidades y limitaciones. El
SUBPRODUCTO entrecruzamiento entre las dimensiones subjetivas e intersubjetivas de los elementos constitutivos de la relación
DEL TRABAJO hombre-trabajo, produce desarrollo: la experiencia de si en el hacer, la experiencia de sí que requiere de otro que la
corrobore en un sentido de confirmación del ser.
En su dimensión psicológica, el trabajo es fuente de oportunidad de desarrollo de habilidades, destrezas, puesto que
requiere de un “saber hacer” que pone en juego el desarrollo de lo que el sujeto es capaz de hacer.
APRENDERÁS GOHETE: Podemos comprender el desarrollo como un subproducto del hacer, como el despliegue de lo que “hay”
LO HEREDADO en el sujeto: que el sujeto despliega su potencialidad y en ese despliegue “aprende a aprender”, produciendo una
apropiación de lo que hay en él para encontrar mejores respuestas en su interacción con el medio físico y social.
DESARROLLO
DE LAS
COMPETENCIA
S-
COMPETENCIA
S LABORALES
Son el resultado
de la
experiencia,
producto
directo del
desarrollo
Representan la
síntesis lograda
por el sujeto
con relación a
las actitudes
(como
expresiones de
valores y
creencias), los
conocimientos,
las habilidades
(motoras y
cognitivas) y la
coordinada de
dichos factores,
que se
requieren para
la resolución de
una tarea.
Se observan en
el repertorio de
comportamient
os (que expresa
la síntesis) que
una persona
despliega al
afrontar una
tarea
determinada.
No se es
competente en
un sentido
abstracto y
generalizado;
“Se es
competente-par
a”.
SER
COMPETENTE
representa la
síntesis entre:
lo que ´se hacer
(conocimientos)
, lo que puedo
hacer
(aptitudes),
cómo lo hago
(habilidades),
mi estilo de
hacer
(personalidad),
lo que quiero
hacer
(motivaciones).
CLAUDE LEVY
LEBOYER:
Las
competencias
representan un
trazo de unión
entre las
características
individuales y
las cualidades
requeridas para
llevar a cabo
tareas precisas.
Tienen un
carácter de
localía: una
persona puede
ser competente
dentro de una
organización,
incluso en un
mismo puesto,
y no serlo con
idénticas tareas
pero en otra
organización.
La adquisición
de
competencias
es en términos
de desarrollo:
es en la
experiencia, y
por tanto en el
trabajo, donde
el sujeto logra
“adquirir”,
desarrollar,
nuevas
competencias.
Se trata de
saber sacar
partido de las
propias
experiencias,
adoptando una
actitud crítica
en relación con
la manera como
se perciben y
resuelven los
problemas y
siendo capaz de
analizar el
propio
comportamient
o, identificar las
fuentes de
posibles
problemas y
saber
aprovechar
activamente
esa
observación.
La acción de
desarrollarse
implica una
“reflexión en la
acción”: una
mirada analítica
sobre el propio
repertorio de
comportamient
o.
No todas las
experiencias
son
susceptibles de
producir el
desarrollo de la
competencia;
son las
experiencias
que enfrentan
al sujeto con
grados de
complejidad
mayores las que
favorecen la
ampliación o
desarrollo del
repertorio de
competencias.
Para Leboyer, la
experiencia es
condición
necesaria pero
no suficiente: se
requiere un
experiencia
buscada y
explotada
activamente
por aquel que
participa en
ella, experiencia
que permite la
integración con
éxito de los
conocimientos
y del
saber-hacer
para construir
competencias
inéditas. Las
situaciones que
enfrentan a
dificultades
suponen una
salida de una
zona de confort
donde el
repertorio
habitual de
comportamient
os no es
suficiente para
resolverla.
El desarrollo
implica
aprendizaje
toda vez que
por éste
aprendamos.
Un proceso de
cambio
adaptativo en
los modelos
mentales de las
personas se
expresa a través
de la conducta,
tiende a
perdurar en el
tiempo y se
produce como
resultado de su
interacción
equilibrada con
el medio físico y
social.
El desarrollo de
competencias
implica un tipo
diferencial de
formación para
el puesto de
trabajo, pues
justamente no
lo precede sino
que lo
acompaña. Son
las experiencias
que el sujeto
afronta en el
trabajo, con
grados de
dificultad
mayores a los
habituales, las
que requieren
nuevos
repertorios que
encierran
nuevas
competencias o
combinaciones
novedosas.
Propone entender los cambios estructurales en las organizaciones del trabajo, las modificaciones sustanciales en
las reglas de juego de los intercambios entre las organizaciones y las personas que trabajan en ellas.
Entiende el desarrollo del capital humano como una política organizacional determinada por el tipo de Gestión
Motivacional que el sistema de liderazgo de una organización dada realice.
ALONZO La necesidad de desarrollar sus recursos humanos (entendidos éstos como el verdadero diferencial de cara al
mercado) supone el desafío de hacerse cargo de la gente a cargo, que impacta directamente sobre el rol del
Mando Medio: al igual que la motivación, el desarrollo de los recursos humanos requiere un tipo de liderazgo
con capacidad de inspirar, accionar, negociar y visualizar las necesidades de desarrollo de las personas a su
cargo.
Definir la misión y visión de las organizaciones, determinar su decálogo de valores, es requisito pero no
suficiente para alinear la capacidad de desarrollo de los sujetos con lo que la organización requiere.
Las capacidades asociadas a las cualidades humanas (capacidad de diagnóstico, capacidad sistémica, capacidad
adaptativa, capacidad de visión, de previsión, de crear confianza, de establecer el contrato psicológico y
capacidad emocional) son las que traccionan el desarrollo y posibilitan u obturan la aportación de dichas
capacidades a la consecución de objetivos organizacionales.
Sostiene que una organización es inteligente si es capaz de promover reflexiones de sus integrantes sobre la
SCHVARSTEIN adecuación de sus acciones a los requerimientos de cada situación, y generar acciones flexibles y creativas en
respuesta a dichos requerimientos.
El arte de la buena sociedad y de la buena organización (organización requerida) es asegurar que toda su gente
JAQUES tenga la oportunidad de utilizar a pleno su potencial; esto, y no los empeños por arruinar a la competencia o la
re-ingeniería de la empresas, es el mejor estímulo a la innovación, la creatividad y un sano espíritu de grupo.