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SUSTANTIVOS

Un sustantivo es una categoría gramatical o clase de palabra que se utiliza para

nombrar un objeto, sujeto, lugar, concepto. Por ejemplo: Juan, auto, casa, Buenos

Aires.

Tipos de sustantivos

El sustantivo puede clasificarse según lo que nombra en:

Sustantivos propios. Nombran a un objeto o sujeto de forma concreta y de manera

particular y siempre se escriben con mayúscula. Se utilizan para nombrar: personas

(María, Juan), países, ciudades y continentes (Colombia, Montevideo, Asia), marcas

(Bimbo, Sony), organizaciones o instituciones (Universidad Autónoma de Barcelona,

Greenpeace), festividades (Navidad, Pesaj), grupos musicales (Nirvana, The Beatles),

obras literarias (El Quijote de la Mancha, La Gioconda).

Sustantivos comunes. Designan una persona, animal o cosa de manera general. Por

ejemplo: mesa, silla, vaca, perro, montaña, amor. Los sustantivos comunes siempre se

escriben con minúscula y se clasifican de diferentes maneras.

Los sustantivos comunes se clasifican en:

Sustantivos abstractos. Designan ideas, conceptos y sentimientos que no pueden ser

percibidos por los sentidos. Por ejemplo: libertad, felicidad, odio, compasión.

Sustantivos concretos. Nombran cosas y objetos que sí pueden ser percibidas por los

sentidos. Por ejemplo: casa, gato, árbol, pelota.

Los sustantivos concretos se clasifican en:

Sustantivos contables. Pueden numerarse. Por ejemplo: manzana, mesa, amigo.

Sustantivos no contables. No se pueden numerar, pero sí medir. Por ejemplo: agua,


azúcar. En este último caso, no se puede decir dos azúcares, pero

sí un kilo de azúcar. Los sustantivos no contables no tienen plural.

Los sustantivos contables se pueden clasificar en:

Sustantivos individuales. Nombran un ser en particular en singular. Por ejemplo: pez,

perro.

Sustantivos colectivos. Nombran de manera global o grupal a un conjunto de

personas, animales, objetos. Por ejemplo: “pez” es individual y “cardumen” es

colectivo, ya que hace referencia a un conjunto de peces.

Otra clasificación que se puede emplear dentro de los sustantivos comunes es la

de dividir entre sustantivos primitivos y derivados (derivan de otro sustantivo, como

por ejemplo “zapatería”, “heladería”, “panadería”). También es posible indicar si un

sustantivo es simple o compuesto (en el caso de “lavarropas”, “paraguas” por

ejemplo).

Los sustantivos tienen:

Género: femenino o masculino. La mayoría de los sustantivos femeninos terminan

con la vocal -a mientras que los masculinos con la vocal -o. Por eso es que podemos,

por ejemplo, decir gato y gata, perro y perra. Sin embargo, en algunos casos, el

significado se modifica, como por ejemplo canasto y canasta (cambia el tamaño del

objeto).

Número: singular o plural. Algunos sustantivos se escriben igual en singular y plural

como: tórax, clímax, caries.

La mayoría de los sustantivos pueden modificarse de masculino a femenino y

viceversa, así como de singular a plural y viceversa.  Algunos femeninos son

completamente diferentes a su masculino, tal es el caso de: caballo y yegua o actor y


actriz. -

ADJETIVOS

El adjetivo es una clase de palabra o parte de la oración que califica al sustantivo, y

que aporta información adicional o complementa su significado. El adjetivo se coloca

delante o después del sustantivo concordando en género y número.

Tipos de adjetivos

Existen diferentes tipos o categorías de adjetivos que se emplean a diario a fin de

destacar las características o determinar los sustantivos a los que nos referimos. A

continuación se presentan los tipos de adjetivos más utilizados.

Adjetivos calificativos

Los adjetivos calificativos son aquellos que describen o califican al sustantivo o

sujeto de la oración al resaltar una o más cualidades. Algunos de los más utilizados

son: lindo, feo, alto, bajo, simpático, amable, lento, rápido, atento, pequeño, grande,

gordo, delgado, curioso, feliz, triste, nuevo, viejo, amarillo, azul, rojo, verde, simple,

sucio, limpio, fuerte, frágil, cruel, ancho, delgado, alegre, afectuoso, entre otros.

Adjetivos demostrativos

Determinan una relación de proximidad que existe en relación al sustantivo del que se

habla. Son: este, ese, eso, esa, aquel, aquella, estos, esos, esas, aquellos, aquellas.

Adjetivos posesivos

Los adjetivos posesivos se caracterizan por atribuir al sustantivo una idea de

pertenencia o posesión. Estos adjetivos pueden ir antes o después del sustantivo y


son: mi, tu, su, nuestro/nuestra, vuestro/vuestra, mis, tus, sus, nuestros/nuestras,

vuestros/vuestras.

Adjetivos determinativos o determinantes

Son los adjetivos que introducen o identifican el sustantivo en la oración, por lo que

no lo describe sino que lo específica y limita su alcance. Son adjetivos ampliamente

utilizados y que concuerdan en género y número con el sustantivo.

Adjetivos indefinidos

Son los adjetivos que se identifican por no precisar ficiente información en relación al

sustantivo. Los más utilizados son: algún, algunos, tantos, bastante, cierto, cada,

cualquier, cualquiera, demasiados, escasos, demás, mucho, poco, ningún, ninguno,

más, mismo, otro, todos, varios, sendos, tal, cierto, cada.

Adjetivos numerales

Expresa la cantidad numérica del sustantivo al que acompañan, estos pueden ser

cardinales (uno, dos, tres, siete, nueve, etc.), ordinales (primero, segundo, tercero,

quinto, último), múltiplos (doble, triple, cuádruple) o partitivos (medio, tercio, quinto,

etc.).

Adjetivo gentilicio

Identifican el origen de las personas u objetos, el cual puede referirse a un continente

(América, África, Europa, Oceanía o Asia), un país, una región, provincia o ciudad.

Sin embargo, el gentilicio más empleado hace referencia a los países.

Grados del adjetivo

Los grados del adjetivo expresan la intensidad con que caracteriza al sustantivo.

Grado comparativo

Se utiliza para confrontar las cualidades. Son: más y menos. Estos adjetivos están
acompañados de un adjetivo, sustantivo o adverbio, seguidos de la palabra ‘que’ o

‘como’.

Grado superlativo

Expresa la cualidad de un sustantivo respecto a otro de su clase. Se divide en relativo

y absoluto.

Superlativo relativo: se forman de la siguiente manera: (el, la, los, las) + ‘más’ o

‘menos’ + un adjetivo + la preposición ‘de’ o ‘del’. Por ejemplo: ‘María es la

estudiante más aplicada de la clase’, ʽEs el libro más antiguo de la bibliotecaʼ.

Superlativo absoluto: se hace uso de un adjetivo y se agrega el sufijo -ísismo, -ísima,

-ísimos, -ísimas. Por ejemplo: ‘El árbol es altísimo’, ‘La prueba estuvo facilísima’,

‘Los zapatos están carísimos’.

ARTICULOS

En gramática, un artículo es una clase de palabra que acompaña al sustantivo dentro

de una oración. Artículo y sustantivo se expresan en igual género (masculino o

femenino) y número (singular o plural), y la función del artículo es especificar si el

sustantivo es conocido (definido) o desconocido (indefinido).

Existen dos tipos de artículos gramaticales:

Los artículos definidos (el, la, los, las), por ejemplo: La mayoría de los espectadores

aplaudieron con entusiasmo el número que montaron las bailarinas.

Los artículos indefinidos (un, una, unas, unos), por ejemplo: Una noche escuché un

ruido que provenía de unas cabañas en las que se hospedaban unos ciclistas.

También existe un artículo neutro: “lo”, que refiere a aquello abstracto y no señala
género. Por ejemplo: Lo malo de todo esto es

Artículos definidos

Los artículos definidos son aquellos que refieren a algo que se conoce o se puede

identificar. Son:

EL. Refiere a un sustantivo masculino en singular. Por ejemplo: No podremos ir en el

coche, pues está averiado.

LA. Refiere a un sustantivo femenino en singular. Por ejemplo: Es tiempo de festejar

la llegada de la:

LOS. Refiere a un sustantivo masculino en plural. Por ejemplo: Los meses del año

son doce.

LAS. Refiere a un sustantivo femenino en plural. Por ejemplo: Las ruinas de San

Ignacio se encuentran en la provincia de Misiones.

Artículos indefinidos

Los artículos indefinidos son aquellos que hacen alusión a algo que no se conoce o no

se puede identificar. Son:

UN. Refiere a un sustantivo indefinido en masculino y singular. Por ejemplo: Creo

que iremos a un bar antes de ir a la fiesta.

UNA. Refiere a un sustantivo indefinido en femenino y singular. Por ejemplo: Ayer

me crucé con una mujer en la calle que me preguntó por ti.

UNOS. Refiere a un sustantivo indefinido en masculino y plural. Por ejemplo: Unos

jóvenes fueron apresados en la esquina de mi casa.

UNAS. Refiere a un sustantivo indefinido en femenino y plural. Por ejemplo:


Debemos conseguir unas pantallas para el acto de fin de año.

Bibliografía.

Equipo editorial, Etecé. (2021b, agosto 26). Sustantivo - Qué es, concepto, tipos, ejemplos,

oraciones. Concepto. https://concepto.de/sustantivo/

S. (2020, 3 noviembre). Significado de Adjetivo. Significados.

https://www.significados.com/adjetivo/

Equipo editorial, Etecé. (2021a, agosto 6). Artículo - Qué es, concepto, funciones, tipos y

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oraciones. Concepto. https://concepto.de/sustantivo/
EL AMOR EN LOS
TIEMPOS DEL CÓLERA
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el


destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde
que entró en la casa todavía en penumbras, a donde había acudido de urgencia a
ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos
años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra,
fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a
salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.
Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre de campaña donde
había dormido siempre, cerca de un taburete con la cubeta que había servido
para vaporizar el veneno. En el suelo, amarrado de la pata del catre, estaba el
cuerpo tendido de un gran danés negro de pecho nevado, y junto a él estaban las
muletas. El cuarto sofocante y abigarrado que hacía al mismo tiempo de alcoba y
laboratorio, empezaba a iluminarse apenas con el resplandor del amanecer en la
ventana abierta, pero era luz bastante para reconocer de inmediato la autoridad
de la muerte. Las otras ventanas, así como cualquier resquicio de la habitación,
estaban amordazadas con trapos o selladas con cartones negros, y eso
aumentaba su densidad opresiva. Había un mesón atiborrado de frascos y pomos
sin rótulos, y dos cubetas de peltre descascarado bajo un foco ordinario cubierto
de papel rojo. La tercera cubeta, la del líquido fijador, era la que estaba junto al
cadáver. Había revistas y periódicos viejos por todas partes, pilas de negativos en
placas de vidrio, muebles rotos, pero todo estaba preservado del polvo por una
mano diligente. Aunque el aire de la ventana había purificado el ámbito, aún
quedaba para quien supiera identificarlo el rescoldo tibio de los amores sin
ventura de las almendras amargas. El doctor Juvenal Urbino había pensado más
de una vez, sin ánimo premonitorio, que aquel no era un lugar propicio para ir en
gracia de Dios. Pero con el tiempo terminó por suponer que su desorden obedecía
tal vez a una determinación cifrada de la Divina Providencia.
Un comisario de policía se había adelantado con un estudiante de medicina
muy joven que hacía su práctica forense en el dispensario municipal, y eran ellos
quienes habían ventilado la habitación y cubierto el cadáver mientras llegaba el
doctor Urbino. Ambos lo saludaron con una solemnidad que esa vez tenía más de
condolencia que de veneración, pues nadie ignoraba el grado de su amistad con
Jeremiah de Saint-Amour. El maestro eminente estrechó la mano de ambos,
como lo hacía desde siempre con cada uno de sus alumnos antes de empezar la
clase diaria de clínica general, y luego agarró el borde de la manta con las yemas
del índice y el pulgar, como si fuera una flor, y descubrió el cadáver palmo a
palmo con una parsimonia sacramental. Estaba desnudo por completo, tieso y
torcido, con los ojos abiertos y el cuerpo azul, y como cincuenta años más viejo
que la noche anterior. Tenía las pupilas diáfanas, la barba y los cabellos
amarillentos, y el vientre atravesado por una cicatriz antigua cosida con nudos de
enfardelar. Su torso y sus brazos tenían una envergadura de galeote por el
trabajo de las muletas, pero sus piernas inermes parecían de huérfano. El doctor
Juvenal Urbino lo contempló un instante con el corazón adolorido como muy
pocas veces en los largos años de su contienda estéril contra la muerte.
-Pendejo -le dijo-. Ya lo peor había pasado.

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