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Suiza durante las guerras mundiales

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Militares suizos vigilando un puesto fronterizo durante la primera guerra mundial.


En ambas guerras Suiza se mantuvo neutral y rodeada por países beligerantes.
Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, Suiza logró mantener su política de
neutralidad perpetua en ambos conflictos armados y no participó militarmente. Fue,
sin embargo, precisamente por su condición de país neutral, de gran interés para
todas las partes implicadas, como la escena de diplomacia, espionaje, comercio, y
como un lugar seguro para los refugiados.

Índice
1 Primera Guerra Mundial
1.1 Movilización y cruces de frontera
1.2 Suiza como refugio
2 Periodo de entreguerras
3 Segunda Guerra Mundial
3.1 Plan de defensa contra invasiones
3.2 Violaciones del espacio aéreo suizo
3.3 Política ante los refugiados
4 Controversia sobre los negocios con la Alemania nazi
5 Referencias
6 Otras lecturas
7 Enlaces externos
Primera Guerra Mundial

Alianzas en Europa en 1915. Suiza (en color amarillo) está rodeada por ambos bandos
contendientes
Suiza mantuvo un estado de "neutralidad armada" durante la Gran Guerra. Sin
embargo, con las Potencias Centrales del Imperio Alemán y el Imperio Austrohúngaro
y las potencias de la Entente de Francia y el Reino de Italia, países que tienen
fronteras (y poblaciones) comunes con Suiza, esto no fue fácil de lograr. Desde
diciembre de 1914 hasta la primavera de 1918, tropas suizas estuvieron desplegadas
en el cantón de Jura a lo largo de la frontera con Francia, para evitar que la
guerra de trincheras pudiera extenderse a Suiza. Aunque la frontera con Italia se
consideraba de menor importancia, también se desplegaron tropas en la región de
Baja Engadina de los Grisones en cuanto el gobierno italiano entró en la guerra.1

Si bien la mayoría de la población de habla alemana apoyaba en general a las


potencias centrales, los habitantes de lengua francesa, y más tarde la población de
habla italiana, se posicionaron del lado de las potencias aliadas. Esto provocaría
un conflicto político en 1918, aunque se logró que el país permaneciera fuera de la
guerra. Durante la contienda, Suiza estuvo bloqueada por los aliados, por lo que
sufrió algunas dificultades materiales. Sin embargo, debido a que Suiza era un país
neutral y con una economía desarrollada, además de situarse en el centro de los
Alpes, punto casi equidistante de los grandes centros económicos europeos, la
guerra permitió el crecimiento de la industria bancaria suiza.1 Por las mismas
razones, Suiza se convirtió en un escondite para refugiados y revolucionarios.

Tras la organización del ejército en 1907 y la expansión en 1911, el ejército suizo


contaba con unos 250.000 efectivos y otros 200.000 hombres en papeles secundarios
hacia julio de 1914.2 El tamaño del ejército suizo fue tenido en cuenta por ambas
partes en los años anteriores a la guerra, especialmente en el Plan Schlieffen.
Tras una impresionante demostración durante las maniobras de 1912, tanto Francia
como Alemania estaban convencidas de la profesionalidad del ejército suizo.

A raíz de las declaraciones de guerra en julio de 1914, el 1 de agosto de 1914, el


ejército suizo se movilizó y el 7 de agosto el recién nombrado general Ulrich Wille
contaba con unos 220.000 hombres bajo su mando. Para el 11 de agosto, gran parte
del ejército se había desplegado a lo largo de la frontera del Cantón de Jura con
Francia, con pequeñas unidades distribuidas en las fronteras oriental y meridional
para evitar intrusiones de fuerzas extranjeras. Esta situación se mantuvo sin
cambios hasta mayo de 1915, cuando Italia entró en guerra al lado de la Entente. En
este momento, las tropas se desplegaron en el valle Unterengadin, Val Müstair y a
lo largo de la frontera meridional.

Réplica de un globo de observación del Ejército suizo en la primera guerra mundial


Movilización y cruces de frontera
Una vez que quedó claro que los Aliados y las potencias centrales respetarían la
neutralidad de Suiza, el número de tropas desplegadas en las fronteras helvéticas
comenzó a descender. Después de septiembre de 1914, a algunos soldados se les
permitió regresar a sus casas y las industrias vitales. En noviembre de 1916, tras
la Batalla de Verdún, los suizos solo tenían 38.000 hombres movilizados
permanentemente en el ejército. Esta cantidad aumentó durante el invierno de 1916-
17 a más de 100.000 como consecuencia de haberse recibido informes sobre un
presunto ataque francés para alcanzar territorio alemán atravesando Suiza. Cuando
quedó confirmado que este ataque no se produciría, el ejército suizo comenzó a
reducirse de nuevo. A causa de las huelgas generalizadas de los trabajadores en
1918, al final de la Gran Guerra el ejército suizo disponía solo de 12.500 hombres
en "movilización permanente".3

Durante la guerra, la frontera suiza fue cruzada unas 1000 veces por soldados de
países beligerantes;3 algunos de estos incidentes ocurrieron en toda la
Dreisprachen Piz o la Cima de las Tres Lenguas (cerca del paso Stelvio al sureste
del país), llamada así porque cerca de este punto había poblaciones que hablaban
italiano, romanche y alemán), al situarse en la "triple frontera" italo-suizo-
austriaca. Suiza tenía en la Dreisprachen Piz un puesto de avanzada y un hotel (que
fue destruido, puesto que fue utilizado por los austriacos) en la cima. Durante la
guerra, se libraron feroces batallas en el hielo y la nieve de la zona alpina, con
fuego de artillería pesada, incluso a veces cruzando territorio suizo. Las tres
naciones concluyeron un acuerdo para no disparar sobre el territorio suizo que
sobresalía entre Austria (al norte) e Italia (al sur).

Suiza como refugio


Tras el estallido de la guerra, la neutral Suiza llegó a ser un refugio para muchos
políticos, artistas, pacifistas y pensadores.4 Berna, Zúrich y Ginebra se
convirtieron en centros de discusión y debate, así como de espionaje internacional.
En Zúrich tuvieron su base dos grupos antibelicistas muy diferentes entre sí: los
bolcheviques y los dadaistas.

Placa en la casa de Lenin en Spiegelgasse 14 en Zúrich


Los bolcheviques eran una facción de socialistas del Imperio Ruso que se reunían en
torno al liderazgo de Lenin. Tras estallar la guerra, Lenin se sorprendió cuando
los grandes partidos socialdemócratas de Europa (en esa época se describen a sí
mismos como marxistas[cita requerida]) apoyaron los esfuerzos de guerra de sus
respectivos países. Por el contrario, Lenin se opuso a la guerra en su creencia de
que los campesinos y los trabajadores participaban en la lucha solo para favorecer
a la burguesía, y condenó la participación del proletariado en una "guerra
imperialista" que debería ser convertida en una guerra civil entre las clases.
Temiendo ser arrestado por su condición de súbdito ruso, Lenin salió de Austria
hacia la Suiza neutral en agosto de 1914 tras haber estallado la guerra y estuvo
activo en Suiza hasta inicios de 1917. Tras la Revolución de febrero de 1917 en
Rusia y la abdicación del zar Nicolás II, Lenin y sus seguidores más importantes
dejaron Suiza y entraron al Imperio Alemán, que esperaba utilizar a Lenin como
herramienta para debilitar al gobierno provisional pro-aliado instalado en Rusia,
para lo cual Lenin y sus principales seguidores partieron a Petrogrado en un "tren
sellado" especial a través de Dinamarca, Suecia y Finlandia. Pocos meses después,
Lenin empezaría la Revolución de Octubre en Rusia.

Cabaret Voltaire en Zúrich, tal y como aparece hoy


Si bien el movimiento de arte Dadá era también una organización contra la guerra,
sus miembros utilizaron el arte para oponerse a todas las guerras. Los fundadores
del movimiento habían salido de Alemania y Rumania para escapar de las
consecuencias de la contienda. En el Cabaret Voltaire en Zúrich, los dadaístas,
liderados por Hugo Ball y Tristán Tzara, montaron obras que expresan su disgusto
con la guerra y los intereses que la inspiran. Según algunas versiones, los Dadá'
se unieron el 6 de octubre de 1916 en el cabaré para formular su primer manifiesto
artístico. Los artistas usarían la abstracción a la lucha contra las consecuencias
sociales, políticas, culturales e ideas de la época que consideraban como causantes
de la guerra. La abstracción se consideró como el resultado de una falta de
planificación y procesos de pensamiento lógico.5 Cuando terminó la Primera Guerra
Mundial en 1918, la mayoría de los dadaístas de Zúrich regresó a sus países de
origen, y algunos comenzaron las actividades Dadá en otras ciudades.

En 1917 la neutralidad de Suiza se vio seriamente cuestionada cuando surgió el


Incidente Grimm-Hoffmann. El suizo Robert Grimm, un político socialista, viajó a
Rusia como un activista para negociar una paz separada entre Rusia y Alemania que
pusiera fin a la guerra en el Frente Oriental, en aras del socialismo y pacifismo.
Presentándose como un diplomático y un representante efectivo del gobierno suizo,
Robert Grimm hizo progresos en sus gestiones, pero se vio obligado a admitir que
carecía de todo respaldo oficial de su gobierno; Grimm debió así volver a su patria
cuando los aliados se enteraron del acuerdo de paz propuesto. La neutralidad fue
restaurada por la dimisión de Arthur Hoffmann, Presidente del Consejo Federal Suizo
que había apoyado a Grimm, pero que no había consultado a sus demás colegas del
Consejo sobre la iniciativa.

Periodo de entreguerras
Una posible consecuencia de la Primera Guerra Mundial fue la expansión de Suiza
durante el periodo de entreguerras. En un referéndum celebrado en el estado
austriaco de Vorarlberg el 11 de mayo de 1919, más del 80% de los votantes apoyaron
la propuesta de que tal estado debía unirse a la Confederación Suiza. Sin embargo,
esto fue impedido por la oposición del gobierno austríaco, los Aliados, los suizos
liberales, los italo-suizos y los franco-suizos.6

En 1920, Suiza entró en la Sociedad de Naciones.

Segunda Guerra Mundial

Suiza estuvo rodeada por territorio controlado por las Potencias del Eje desde 1940
hasta 1944.
Plan de defensa contra invasiones
Al estallar la Segunda Guerra Mundial en septiembre 1939, Suiza comenzó de
inmediato a prepararse para una posible invasión. El país entero se movilizó
totalmente mientras se empezaba a fortificar posiciones en todas las fronteras. La
fuerza total del ejército y las milicias crecieron a más de 500 000 a inicios de
1940.

En el curso de la guerra, el mando militar alemán elaboró planes detallados para la


invasión,7 tales como la Operación Tannenbaum, pero Suiza nunca fue atacada, en
tanto que fue capaz de permanecer independiente a través de una combinación de
concesiones económicas a Alemania, la disuasión militar y la buena fortuna como
grandes eventos durante la guerra que retrasaron una invasión. Los intentos de los
pequeños partidos nazis suizos para efectuar una Anschluss con Alemania fracasaron,
en gran parte como resultado de la herencia multicultural de Suiza, un fuerte
sentido de identidad nacional suiza. De hecho, gran parte de la prensa suiza
cuestionaba fuertemente las políticas del Tercer Reich, a menudo exasperando al
gobierno alemán.

Línea defensiva línea Limmat creada por los militares suizos ante el peligro de ser
invadida Suiza durante la Segunda Guerra Mundial.
Bajo las órdenes del general Henri Guisan, se ordenó una movilización masiva de
fuerzas de la milicia nacional suiza, pues el país carecía (como hasta hoy) de un
ejército permanente. La estrategia militar suiza había pasado de una "defensa
estática" en las fronteras, a una estrategia de "desgaste organizado" a largo
plazo, combinada con la retirada a una serie de fuertes concebidos como posiciones
bien almacenadas en los Alpes, conocidas como el Réduit (reducto). Esta estrategia
controversial era esencialmente una disuasión contra los atacantes tratando de
dejar claro al Tercer Reich que el costo en vidas de una invasión sería muy
elevado. La táctica suiza consistía en fijar la defensa en las zonas montañosas,
dificultar la penetración enemiga en los valles y, como recurso final, organizar
una retirada ordenada hacia el Réduit en caso de no ser posible defender todo el
territorio. El mando militar suizo aceptaba en último extremo que sería preciso
ceder a los invasores el control de los principales centros de población, pero se
mantendría el dominio de los enlaces ferroviarios y pasos cruciales en el Réduit.

Gracias a la neutralidad, Suiza fue una importante base para el espionaje por ambas
partes en el conflicto y sirvió también como "puente" de las comunicaciones entre
el Eje y los Aliados. Debido a que desde junio de 1940 el principal riesgo de
invasión provenía de Alemania, a los fascistas suizos se les dieron puestos de
trabajo normalmente muy pobres, como guardias de prisiones y otros tipos de puestos
de rehabilitación, evitando que accedieran a cargos de mayor responsabilidad. A
pesar de la presión pública y política, algunos oficiales de alta graduación en el
ejército suizo simpatizaban con los nazis, en particular, los coroneles Arthur
Fonjallaz y Eugen Bircher, quien dirigía la Schweizerischer Vaterländischer
Verband.

Retrato de Henri Guisan en una moneda conmemorativa


Violaciones del espacio aéreo suizo
La Alemania nazi violó el espacio aéreo suizo en repetidas ocasiones durante la
invasión de Francia, al punto que se detectaron aviones alemanes en el espacio
aéreo suizo no menos de 197 veces.8 En varios incidentes aéreos, los suizos (usando
10 aviones de combate Bf-109 D, 80 Bf-109 E comprados a Alemania y algunos Morane-
Saulnier M.S.406s fabricados bajo licencia en Suiza), derribaron 11 aviones de la
Luftwaffe entre el 10 de mayo y el 17 de junio de 1940.8 Alemania protestó
diplomáticamente el 5 de junio de 1940, y con una segunda nota el 19 de junio de
1940, que contenía amenazas claras. Hitler estaba sobre todo furioso al advertir
que aviones de fabricación alemana habían sido usados por los suizos para derribar
aparatos de la Luftwaffe y amenazó responder a Suiza "de otra manera".8 El 20 de
junio de 1940, a la fuerza aérea suiza se le ordenó que dejara de interceptar
aviones que violaban el espacio aéreo suizo. Los cazas suizos comenzaron a forzar a
los aviones intrusos a aterrizar en aeródromos suizos, donde aún funcionaban
unidades antiaéreas. Más tarde, Hitler envió saboteadores para destruir las pistas
de aterrizaje, pero sin éxito.9

Los aviones aliados también penetraron en el espacio aéreo suizo durante la guerra;
en su mayoría eran aparatos retornando de los ataques sobre Italia y Alemania, que
habían sido dañados, y cuyas tripulaciones preferían ser internadas por los suizos
que ser prisioneros de guerra. Más de cien aviones aliados y sus tripulaciones
fueron internados por Suiza.10
Suiza, rodeada por territorio controlado por el Eje, también sufrió bombardeos
aliados durante la guerra; en particular el bombardeo accidental de la localidad de
Schaffhausen por aviones estadounidenses el 1 de abril de 1944. Schaffhausen se
halla cerca de la frontera con Alemania y esto causó confusión al ser considerada
un objetivo en suelo alemán: 40 personas murieron y más de 50 edificios resultaron
destruidos, entre ellos un grupo de pequeñas fábricas productoras de proyectiles
antiaéreos, rodamientos de bolas y partes de Me-109 alemanes.10111213

El bombardeo de Schaffhausen redujo la tolerancia suiza hacia las violaciones del


espacio aéreo por los Aliados, quienes trataron de justificarse. Finalmente, el
problema llegó a ser tan álgido que los suizos autorizaron ataques de aviones de
combate contra aviones beligerantes de los EE. UU.14 Las víctimas de estos ataques
errados no se limitaban a la población civil suiza, sino que incluían las
tripulaciones aéreas estadounidenses que fueron derribadas por los cazas suizos,
así como varios aviadores suizos derribados por estadounidenses. En febrero de
1945, 18 civiles fueron matados por las bombas aliadas lanzadas sobre Stein am
Rhein, Vals y Rafz. Tal vez el incidente más notorio15 sucedió el 4 de marzo de
1945, cuando Basilea y Zúrich fueron bombardeadas accidentalmente por la aviación
aliada. El ataque contra la estación ferroviaria de Basilea dio lugar a la
destrucción de un tren de pasajeros, pero no se registraron víctimas. Sin embargo,
un B-24 Liberator estadounidense soltó su carga de bombas sobre Zúrich, destruyendo
dos edificios y matando a 5 civiles, pues la tripulación del avión creía estar
atacando la ciudad de Friburgo de Brisgovia en Alemania.1216

La reacción de Suiza, aunque un tanto escéptica, fue tratar estas violaciones de su


neutralidad como "accidentes". Los Estados Unidos fueron advertidos del fin de la
"tolerancia": cualquier avión violando el espacio aéreo suizo sería derribado, sus
tripulantes serían arrestados y serían interceptadas las formaciones de bombarderos
al violar el espacio aéreo. Los políticos y los diplomáticos estadounidenses
trataron de minimizar el daño causado por estos incidentes, pero algunos altos
mandos de EE.UU. argumentaron que, puesto que Suiza estaba "llena de simpatizantes
de los nazis, merecía ser bombardeada".17 El general Henry H. Arnold, Comandante
General de la Fuerza Aérea del Ejército de EE.UU. en Europa, incluso sugirió que
fueron los propios alemanes que volaban los aviones aliados capturados en Suiza en
un intento de ganar una victoria propagandística.18 Sin embargo, los EE. UU.
finalmente se disculparon por las violaciones.

Política ante los refugiados


Como Estado neutral cerca de Alemania, Suiza fue un destino muy buscado por los
refugiados antinazis. No obstante, las leyes sobre refugiados en Suiza,
especialmente con respecto a judíos que huían de Alemania, eran muy estrictas y han
causado controversia desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Desde 1933 hasta
1944 se otorgó asilo a los refugiados solo si éstos "estaban bajo amenaza personal
debida exclusivamente a sus actividades políticas",19 por lo cual no se incluía
como "refugiados aceptables" a quienes vivían bajo amenaza por motivos de raza,
religión u origen étnico. Basándose en esta definición, Suiza concedió asilo a solo
644 personas entre 1933 y 1945, de las cuales apenas 252 entraron en el país
durante la guerra.19 Todos los otros refugiados fueron admitidos por los cantones y
se les concedió permisos diferentes, incluyendo un permiso de "tolerancia" que les
permitía vivir en el cantón, pero no trabajar.

En el transcurso de la guerra, Suiza internó en total a 300.000 refugiados.20 De


ellos, 104.000 fueron militares extranjeros de acuerdo a los Derechos y Deberes de
las potencias neutrales estipuladas en los Convenios de La Haya. El resto eran
civiles extranjeros y o bien fueron internados o bien se les concedieron permisos
de residencia o tolerancia por las autoridades cantonales, pero prohibiéndoseles
tener puestos de trabajo para evitar la competencia con la población local. De los
refugiados, 60.000 eran civiles que huían de la persecución nazi. De estos, 26.000-
27.000 eran judíos.19 No obstante, se negó la entrada a unos 10.000 a 24.000
refugiados civiles judíos.19 Aunque Suiza albergaba a más refugiados judíos que
cualquier otro país, a estos refugiados se les negó la entrada alegando problemas
en los suministros alimentarios, ante lo cual un representante del Gobierno suizo
dijo "nuestro pequeño bote salvavidas ya está lleno", considerando que al comienzo
de la guerra, Suiza tenía una población judía de entre 18.00021 y 28,000
individuos228 y una población total de alrededor de 4 millones de personas. Al
final de la guerra, había más de 115.000 personas de todas las categorías buscando
refugio en Suiza, lo que representa el número máximo de refugiados en un momento
dado.19

Controversia sobre los negocios con la Alemania nazi


Al comercio internacional de Suiza le pusieron trabas tanto los Aliados como el
Eje, pues cada bando ejerció presión abiertamente sobre Suiza para que no
comerciara con el otro.

No obstante, Suiza estaba totalmente rodeada de territorios bajo influencia nazi o


fascista en el verano de 1940, y ello estimuló necesariamente que las relaciones
comerciales suizas tuvieran como protagonistas privilegiados a países del Eje. La
cooperación económica con Alemania y la ampliación del crédito comercial para el
Tercer Reich variaban de acuerdo con la probabilidad percibida de la invasión
alemana, deviniendo un factor económico importante. Los otros grandes socios
comerciales eran la Italia fascista y la Francia de Vichy, a través de cuyo
territorio Suiza lograba trasladar productos para comerciar con países neutrales
(como España y Portugal) o con enemigos de Alemania, como Gran Bretaña.

Las concesiones económicas a Alemania alcanzaron su apogeo después de que la


Francia de Vichy fuera ocupada por la Wehrmacht en 1942, dejando a Suiza
completamente rodeada por el Eje y cortando los enlaces ferroviarios que, pasando
por la Francia de Vichy, le permitían comerciar con países ajenos a la influencia
nazi. Suiza importaba casi la mitad de sus alimentos y prácticamente la totalidad
de su combustible, pero controlaba los vitales túneles ferroviarios transalpinos
entre Alemania e Italia, mientras que el comercio internacional suizo se orientaba
forzosamente hacia el Eje o sus aliados en la Europa Oriental (Hungría, Eslovaquia,
Rumania). Las exportaciones más importantes de Suiza durante la guerra fueron
herramientas para máquinas de precisión, relojes, joyas, rodamientos (utilizados en
visores de bombardeo), la electricidad y los productos lácteos.

Un elemento importante de la economía suiza durante la Segunda Guerra Mundial fue


que el franco suizo resultó ser la única de las principales monedas mundiales que
aún gozaban de libre convertibilidad, gracias a la neutralidad de Suiza,[cita
requerida] y tanto los Aliados como los alemanes vendieron grandes cantidades de
oro al Banco Nacional Suizo a cambio de francos suizos o de divisas del bando
rival. Entre 1940 y 1945, el Reichsbank alemán vendió grandes cantidades de oro a
los bancos suizos a cambio de francos suizos y otras monedas extranjeras,
obteniendo Alemania casi 1,3 millones de francos suizos en estas operaciones.19 Una
gran cantidad de este oro monetario había sido saqueado por los nazis de los bancos
centrales de los países ocupados, como Francia o Bélgica. Un total de 581.000
francos del oro "Melmer" tomado de las víctimas del Holocausto en el este de Europa
se vendió a los bancos suizos.19 En total, el comercio entre Alemania y Suiza
contribuyó con un 0,5% aproximadamente al esfuerzo de guerra alemán y no alargó
significativamente la guerra.19

Exportaciones de Suiza de armas, municiones y espoletas (miles de francos suizos)


1940-1944.19
Transacciones en oro del Banco Nacional Suizo, del 1 de Sep., 1939 al 30 Jun., 1945
(en millones de francos suizos)19
Compras Ventas Neto
EE. UU. 2242.9 714.3 1528.7
Reino Unido 668.6 0 668.6
Canadá 65.3 0 65.3
Alemania 1231.1 19.5 1211.6
Italia 150.1 0 150.1
Japón 0 5 –5.0
Portugal 85.1 536.6 –451.5
España 0 185.1 –185.1
Rumania 9.8 112.1 –102.3
Hungría 0 16.3 –16.3
Eslovaquia 0 11.3 –11.3
Turquía 0 14.8 –14.8
Argentina 32.7 0 32.7
Francia 193.2 0 193.2
Grecia 0.5 0 0.5
Suecia 77.5 3 74.5
BIS 61.5 18.3 43.2
Mercado 71.6 667.8 –596.2
Confederación 269.3 1087.9 –818.6
Federal Mint 42.5 45.8 –3.3
En la década de 1990 surgió una controversia cuando el Congreso Mundial Judío
inició una demanda judicial ante los tribunales estadounidenses, reclamando que
gran cantidad de bienes y valores habían sido depositados por clientes judíos en
cuentas bancarias suizas, pero que una vez muertos los titulares de esas cuentas en
el Holocausto, las entidades bancarias suizas rechazaban devolver tales bienes y
valores a los descendientes de sus legítimos titulares. Esto llevó al gobierno
suizo a crear una comisión de estudio más reciente y autorizada de la interacción
de Suiza con el régimen nazi. El informe final de este panel independiente de
expertos internacionales, conocido como la Bergier Commission,19 fue publicado en
2002.

Referencias
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de Suiza.
World War I-Preparation en alemán, francés o italiano en el Diccionario histórico
de Suiza.
World War I-1914 to 1918 en alemán, francés o italiano en el Diccionario histórico
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Culture during World War I en alemán, francés o italiano en el Diccionario
histórico de Suiza.
https://web.archive.org/web/20081102003737/http://www.nga.gov/exhibitions/2006/
dada/cities/index.shtm, archivado desde el original el 2 de noviembre de 2008 Falta
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Let's Swallow Switzerland by Klaus Urner (Lexington Books, 2002).
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0306813254.
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1995. As John Helmreich points out, Sincock and Balides, in choosing a target of
opportunity, "...missed the marshalling yard they were aiming for, missed the city
they were aiming for, and even missed the country they were aiming for."
Prince, Cathryn (2003). Shot from the sky : American POWs in Switzerland.
Annapolis, Md.: Naval Institute Press. p. 179. ISBN 1-55750-433-4.
Petersen, Neal (1996). From Hitler's Doorstep: the Wartime Intelligence Reports of
Allen Dulles, 1942-1945. University Park, PN.: Penn State Press. p. 398. ISBN
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Bergier, Jean-Francois; W. Bartoszewski, S. Friedländer, H. James, H. Junz, G.
Kreis, S. Milton, J. Picard, J. Tanner, D. Thürer, J. Voyame (2002). Final Report
of the Independent Commission of Experts Switzerland – Second World War. Zürich:
Pendo Verlag GmbH. p. 107. ISBN 3-85842-603-2.
Asylum en alemán, francés o italiano en el Diccionario histórico de Suiza.
Switzerland from the Shoah Resource Foundation accessed 4 Feb 2009
Second World War-Refugees en alemán, francés o italiano en el Diccionario
histórico de Suiza. states 28,000
Otras lecturas
1. Switzerland Under Siege 1939-1945, Leo Schelbert, Editor ISBN 0-89725-414-7
2. Between the Alps and a Hard Place, Switzerland in World War II and the Rewriting
of History, Angelo M. Codevilla ISBN 0-89526-238-X
Enlaces externos
Neutralidad de Suiza
Control de autoridades
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