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GESTIÓN DEL APRENDIZAJE

LECCIÓN 03
EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO
Contenido
I. Definición
II. El proceso de autorregulación
III. La organización del tiempo
IV. El aprendizaje en el adulto

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I. DEFINICIÓN
El aprendizaje autónomo es un proceso donde el estudiante autorregula su
aprendizaje; es una manera de adquirir conocimientos, ideas o actitudes,
que se produce de forma independiente por parte del estudiante.
Se considera que se produce aprendizaje autónomo cuando un individuo
decide adquirir nuevos conocimientos de forma proactiva e independiente.
Así, toma la responsabilidad de todos los aspectos del aprendizaje, teles
como: en qué temas enfocarse, definir sus objetivos, qué metodología
seguir, cómo organizar su tiempo y de qué manera evaluar e interiorizar
aquello que está estudiando.
En este tipo de aprendizaje se espera que el alumno sea independiente y
que autogestione su práctica, es decir, que sea capaz de autorregular sus
acciones para aprender y alcanzar determinadas metas en condiciones
específicas. Lo que implica que sea más consciente de las decisiones que
toma para aprender, de los conocimientos que pone en juego, de sus
dificultades y del modo en que las supera.
Para lograr llegar a un aprendizaje autónomo es indispensable que exista
un propósito personal, motivación, una buena actitud, ganas de aprender,
autorregulación, responsabilidad, interacción social, conocimientos previos
los cuales pueden darse con la vivencia propia, interacción, desarrollo de
diferentes capacidades (aprender a aprender, habilidades cognitivas y
metacognitivas, habilidades interpersonales). Las principales características
del aprendizaje autónomo son: autodirección, reflexión crítica y
responsabilidad personal.

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Ser capaces de aprender autónomamente es una garantía de desarrollo
personal y de adaptación a un ambiente de cambio continuo.

II. EL PROCESO DE AUTORREGULACIÓN


La autorregulación en el aprendizaje debe ser entendida como la capacidad
de la persona para dirigir su propia conducta. Un estudiante autorregulado
tiene capacidad para formular o asumir metas, proyectar su actuación,
observarla con mirada crítica, y evaluarla a la luz de ciertos criterios. Esta
revisión le permitirá valorar su eficacia para conseguir las metas; y
reaccionar, dependiendo del grado de correspondencia entre las demandas
de las metas que se ha fijado y la actuación que efectivamente ha
alcanzado.
El proceso de autorregulación es un proceso complejo, multicausal
(múltiples causas) y multidimensional (familia, trabajo, comunidad, escuela,
etcétera).
Se consideran los siguientes procesos:
 Procesos propios de las tareas
 Procesos propios de los sujetos
 Procesos propios de las estrategias de aprendizaje.
Veamos cada uno de ellos:
a. Procesos propios de las tareas
 Definición de metas, es necesario tener claridad en las metas, de
manera que esto oriente a la persona en la cantidad y calidad de
esfuerzo necesario para lograrlas.
 Estructura de las tareas, para identificar y precisar lo que debe ser
aprendido.
Es necesario tener una actitud de análisis previo sobre el nivel de dificultad
y esfuerzo que se va a requerir. Se debe considerar también el tiempo con
el que se cuenta para realizar el trabajo, el lugar y los materiales que se
tienen o la posibilidad de acceder a ellos. En este sentido, el estudiante
debe preguntarse: ¿con cuánto tiempo cuento?, ¿dónde y cuándo realizaré
la tarea?, ¿qué materiales tengo (apuntes, libros, videos, etcétera)?, ¿la
tarea es individual o en equipo? y ¿a quién puedo recurrir en caso de tener
alguna duda?

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b. Procesos propios de los sujetos
 Autoconocimiento, definido como la comprensión que poseen los
sujetos de sus propias capacidades.
 Autoeficacia, o creencia en que las conductas correctas, mediante un
esfuerzo razonable, pueden conducir al éxito de la tarea.
Las motivaciones y las creencias de autoeficacia juegan un papel
fundamental para que el estudiante se involucre de manera activa, persista
en la tarea y logre la meta deseada. Por esta razón, el alumno debe
preguntarse: ¿para qué?, ¿puedo hacerlo?, ¿quiero hacerlo?, ¿con qué
recursos personales cuento?, ¿qué sé del tema?
c. Procesos propios de las estrategias de aprendizaje
Desarrollar el uso de diferentes estrategias, que dependerán de las tareas
y metas específicas.
Las estrategias de aprendizaje incluyen destrezas y tácticas de aprendizaje,
pero no son un mero conglomerado de habilidades y técnicas o un listado
de actividades a realizar; antes bien, implican el uso de los recursos desde
un enfoque planeado y regulado para alcanzar determinados objetivos,
están siempre orientadas a una meta. Estas características indican que es
necesario disponer de ciertas técnicas de aprendizaje (como elaborar
esquemas, cuadros sinópticos, mapas conceptuales, ensayos, resúmenes,
parafrasear, tomar notas, subrayar textos, repasar, etc.), saber cómo,
cuándo y por qué utilizarlas se debe controlar su mayor o menor eficacia,
conocer en qué circunstancias es más útil una u otra para, así, modificarla
según las demandas de la tarea mediante la función autorreguladora; es
decir, a través de la observación de la eficacia de las estrategias elegidas,
cambiarlas o ajustarlas según las metas que se deben alcanzar (Valle et al.,
2007).
Estrategias de aprendizaje
Las estrategias de aprendizaje son entendidas como los procesos
intencionales (conscientes) que permiten utilizar las estrategias cognitivas
para alcanzar una determinada meta o tarea de aprendizaje, de esta forma
el estudiante lleva a cabo un conjunto de operaciones mentales en una
secuencia determinada.
Los sujetos con un buen nivel de autorregulación deben ser capaces de:
 Mejorar sus habilidades de aprendizaje a través del uso de
estrategias motivadoras y metacognitivas.
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 Seleccionar y crear ambientes adecuados para el aprendizaje.
 Seleccionar la forma y cantidad de instrucción que necesitan
aprender.
 Tomar conciencia de la calidad de su aprendizaje en función de sus
propias limitaciones y logros.

III. LA ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO


“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere
debajo del cielo tiene su hora”
Eclesiastés 3:1
Administrar nuestro tiempo es cuidar de nuestro principal recurso.
Organizar el tiempo supone asignarlo adecuadamente a las distintas tareas
que hemos determinado y a los diferentes roles en los que nos
desempeñamos.
Existe un método que ayuda a establecer prioridades y organizar metas. Es
conocido como la matriz de administración del tiempo, también llamada
matriz de Eisenhower.
Consiste en un gráfico basado en dos ejes que separan tareas específicas en
niveles de urgencia e importancia, determinados a través de una serie de
criterios. Fue creado por Dwight D. Eisenhower, trigésimo cuarto
presidente de los Estados Unidos. El experto indicó que con esta
herramienta ya no se trata solo de gestionar el tiempo, sino de manejar la
atención que se le pone a cada actividad. El gráfico se desarrolla con cuatro
cuadrantes:

1. Importante y urgente. El criterio a considerar aquí es la crisis o lo


inmediato. Se toman en cuenta las tareas que se han vuelto críticas a
consecuencia del plazo que se tiene para desarrollarlas.

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Por ejemplo, se tiene una situación empresarial en la cual un supervisor
entrega un proyecto a un colaborador, con una fecha límite muy cercana.
Si no se otorga toda la atención a esta actividad o si deja para la última hora,
el resultado será el incumplimiento adecuado de la misma en el tiempo
brindado. Además, se sufrirán factores como el estrés, la desorganización y
el fracaso.
2. Importante y no urgente. Son aquellas tareas que, si bien son
importantes, se desarrollan a largo plazo y no poseen una fecha crítica para
cumplirlas. Esto se determina gracias a la organización y la inversión de
tiempo que se les ha brindado. Por ejemplo, el desarrollo personal a largo
plazo basado en los estudios, dedicándoles el tiempo suficiente para
cumplirlos.
3. No importante y urgente. Aquí se establecen aquellas actividades
rutinarias que son urgentes, pero que no tienen un nivel de trascendencia
mayor a través del tiempo. Por ejemplo, las reuniones en el trabajo a última
hora, las llamadas sin previo aviso, las acciones inmediatas, etc. Solo se
aplican cuando se tiene un enfoque a corto plazo; son tareas que no tienen
una planificación previa.
4. No importante y no urgente. Los únicos criterios a evaluar aquí están
relacionados al ocio y al entretiempo. Aquí se aplican las actividades que se
refieren a, por ejemplo, revisar las redes sociales, distraerse con algún video
intrascendente y más. Son necesarias para encontrar un balance entre el
entretenimiento y los objetivos de vida que se compartan.
Un resumen de esta explicación, quedaría reflejado en el siguiente
esquema:

Qué emociones te genera cada una de estas situaciones:

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Qué debes hacer con las tareas de cada cuadrante:

Claro está, el orden de los cuadrantes es la misma disposición en la que las


tareas deben ser tomadas en cuenta.
El cuadrante número uno registra actividades que, de no ser consideradas
de inmediato, afectarán el normal desempeño.
El segundo cuadrante cubre las labores importantes, pero que pueden ser
desarrolladas con calma. Así, reflejan una buena administración del tiempo,
ya que se ha sabido organizarlas y no llegar a ninguna crisis ni fecha límite
necesaria.
En caso el tercer y el cuarto cuadrante, si tienen prioridad en la vida de un
profesional, significa que se está permitiendo distracciones o aspectos que
afectan a la correcta gestión del tiempo. Es vital no caer en estas
trivialidades de manera muy frecuente.
Una buena administración del tiempo implica centrarse en el segundo
cuadrante y partir de sus criterios para generar un plan de acción que lidere
el manejo de actividades.
Los objetivos personales, educativos, empresariales, familiares, entre otros,
solo pueden cumplirse si se encuentra un balance de tiempo entre todos
ellos. No deben afectar la calidad de vida del que desee realizarlos.
Ladrones de tiempo
Se conocen como ladrones del tiempo, todas aquellas tareas o
circunstancias que te entretienen y te alejan de tus actividades principales.
Veamos los tipos de ladrones de tiempo:

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1. Ladrones de tiempo internos
Son aquellas tareas o circunstancias que generas tú mismo, como pueden
ser:
 Hacer varias tareas al mismo tiempo y no terminar ninguna.
 Mala planificación.
 No tener objetivos.
 Estar desmotivado.
 Ser muy perfeccionista.
 No saber priorizar.
 No dejar tiempos muertos en la agenda para imprevistos.
 Ser desordenado.
 No saber decir no (asertividad).
 Falta de concentración.
 No ser puntual.
 Postergar la toma de decisiones.
2. Ladrones de tiempo externos
Son aquellas tareas o circunstancias ajenas a ti:
 Teléfono
 Correo electrónico
 Redes sociales
 Reuniones de trabajo
 Conversaciones con clientes, proveedores o empleados carentes de
valor
 Interrupciones imprevistas
 Visitas no planificadas
Cómo evitar ladrones de tiempo
Para evitar los ladrones del tiempo tienes que ser el responsable de tu
tiempo y tus tareas, para ello debes de:
 Planificar todo tu tiempo, dejando huecos para imprevistos.
 Establecer objetivos claros y realistas.
 Priorizar lo importante.
 Dividir tareas grandes en varias tareas pequeñas y sencillas.
 Aprender a delegar.
 Controlar siempre la tarea realizada y la tarea pendiente.
 Controlar nuestros mayores ladrones de tiempo.

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IV. EL APRENDIZAJE EN EL ADULTO
“En las personas adultas se incrementa la capacidad y la necesidad de
autodirigirse, de utilizar experiencias previas, de identificar su propia
disposición para el aprendizaje en función de sus propios problemas e
intereses”. (Construcción del discurso, universidad EAN, ed. 2012)
El aprendizaje de adultos tiene una particularidad muy especial y es que las
personas adultas siempre tienen un motivo para aprender, dicho motivo
puede ser familiar, personal, laboral o un conjunto de todas las anteriores.
Lo cual implica el mayor grado de responsabilidad ya que todo comienza
con el propósito de cumplir alguna meta, lo que acarrea para la persona
cambios en todos sus niveles de vida. La persona adulta debido a su
experiencia en la vida sabe que la vida misma exige niveles culturales y
académicos altos para lograr un buen posicionamiento en el entorno en el
que se desarrolla, por tanto, dicha exigencia hace que el estudiante sea
mucho más comprometido, maneje un mayor nivel de independencia y de
toma de decisiones propias.
A. Características del aprendizaje del Adulto
La edad no es un factor condicionante del aprendizaje; las personas están
en capacidad de aprender en cualquier etapa de su vida. Son factores
sociales los que han determinado que el adulto piense que él no está en
edad para aprender, que eso es cosa de niños y jóvenes, porque
socialmente se piensa que la niñez y la juventud son las etapas para
aprender.
Tanto Liderman como Malcolm Knowles, estudiosos de la educación de
adultos, plantean una serie de características que diferencian el aprendizaje
de los adultos del de los jóvenes. Ellas son:
Características de las personas adultas, según Liderman
 Los adultos se motivan en torno a necesidades y centros de interés.
 El modo de aprendizaje adulto está centrado sobre la realidad, por lo
que la educación se ha de construir sobre situaciones, no sobre
temas.
 La experiencia es el factor más grande de aprendizaje.
 Los adultos aspiran a autodeterminarse, por lo tanto, las relaciones
que se establecen en el proceso de aprendizaje han de ser
comunicativas y bidireccionales.
 Las diferencias de personalidad se agravan con la edad, por lo que
hay que diferenciar los estilos, duración y ritmos de aprendizaje.
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Características de las personas adultas, según Malcolm Knowles
 La necesidad de saber. Los adultos tienen necesidad y quieren saber
por qué han de aprender una cosa antes de emprender un proceso
de formación. Necesitan tomar conciencia sobre la utilidad de lo que
van a aprender.
 El autoconcepto del adulto. Los adultos se consideran responsable de
sus propias decisiones en la vida. Tienen necesidad psicológica de ser
tratados por los otros como personas capaces de autodirigirse en la
vida. o.
 La experiencia de vida. Los adultos quieren construir su futuro con su
pasado, con su experiencia y solamente con el saber académico que
obtuvieron antes, sino sobre todo con el saber que le dio la vida.
 la voluntad de aprender. Los adultos asimilan mejor los
conocimientos, las competencias, los valores y las actividades cuando
éstos se presentan en contexto de aplicación a situaciones reales.
 la orientación del aprendizaje. El aprendizaje del adulto está
orientado en torno a un problema o una tarea. Aprenden en
situaciones complejas y para situaciones complejas que implican
interacción e interdisciplinariedad.
¿Con cuántas de estas características nos hemos sentido identificados?
En el proceso de aprendizaje del adulto se dan algunas situaciones que se
deben tomar en consideración, como es el hecho de que al adulto le
preocupa seriamente los resultados, demuestra mucha responsabilidad,
aceptando una parte de culpa en las metas no logradas. Tienden a tomar
los errores de manera personal lo que puede, en ocasiones, afectar su
autoestima. Además, el adulto tiene una gran motivación y deseos de
aprender. Este alumno tiende a integrar lo nuevo, lo que está aprendiendo
en el momento con lo que ya tenía, ya que la experiencia es un factor
importante para él.
Al referirse a ciertos factores característicos del aprendizaje del adulto
Cañas, Gallego y Alonso (m. en López Barajas Z.- P364) plantean como
elementos a considerar en el mismo:
 La impaciencia, es una característica del adulto que puede ir en
contra de su aprendizaje. La misma ejerce una acción negativa que
surge de la economía del tiempo y del esfuerzo.
 La ansiedad y ambivalencia es otra característica también del adulto.
Los adultos se enfrentan al aprendizaje con una mezcla de

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sentimientos un cambio importante de vida, y esto supone un cierto
miedo.
 La capacidad de adaptación y la curiosidad del adulto es limitada. su
propia experiencia le ayuda a restructurar su aprendizaje y tiende a
economizar energías.
 Su necesidad de autonomía y autodirección puede entrar en conflicto
con la inseguridad de no saber las respuestas correctas o de la
sensación extraña de dependencia de alguien a quien se ve como un
experto.
 El adulto siente la necesidad de estar bien informado antes de
embarcarse en la realización de una tarea; esto afecta el ritmo del
aprendizaje, pero el adulto sacrifica la velocidad del aprendizaje a
favor de la exactitud de lo adquirido. Este factor permite explicar
también porque el aprendizaje del adulto si lo que se enseña es útil y
relevante para su vida diaria.
B. La memoria y el aprendizaje adulto
La memoria consiste en almacenar la información que percibimos a través
de los sentidos para utilizarla posteriormente. Solo logra ser almacenada en
la memoria la información que ha sido bien registrada.
Florentino Sanz (Formación de personas adultas. Tomos 1 y 2. Madrid:
Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1994.) define la memoria
como la capacidad de recordar procesos previamente aprendidos y supone:
recepción de los datos, codificación de los mismos, almacenamiento y
recuperación cuando se requiere. Es un proceso activo por cuanto no se
guardan los datos, sino que estos se cambian, se ordenan según la
experiencia previa.
Es importante enfatizar el hecho de que las posibilidades de recordar
(evocar) están estrechamente ligadas a la manera como han sido
interiorizados los conocimientos. No existen “memorias buenas” y
“memorias malas”, lo que se producen son procesos incorrectos de
almacenamiento de la información, de ahí que se tienda a olvidar todo
aquello que ha sido registrado incorrectamente en la memoria.
Existen diferentes tipos de memoria en función al tiempo que la
información está presente en la misma. Estos tipos son:
 Rastro de memoria. En este subsistema, la información solamente
dura almacenada poco tiempo, se retiene gran cantidad de

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información unos segundos y solo queda lo que denomina el espectro
de memoria.
 Memoria a corto plazo. Consiste en el almacenamiento temporal de
una información la cual será utilizada durante un breve período de
tiempo. Este tipo de memoria se facilita cuando se presenta un nivel
de estimulación alto.
 Memoria a largo plazo. En ella la información permanece
almacenada por largo tiempo, en muchos casos durante toda la vida.
La capacidad de la misma es inmensa.
La memorización voluntaria es característica de los adultos, quienes ya
están capacitados para ejercer su voluntad. De ahí que cuando los adultos
buscan recordar los aspectos significativos de una información, para poder
aplicarlos más tarde, se dice que han llegado a la etapa del aprendizaje.
La capacidad de retención es mayor cuando el aprendizaje se realiza en
periodos cortos, separados por períodos en los que se realiza otra actividad;
por consiguiente, se verá reducida la capacidad de retención cuando se
realiza la actividad de aprendizaje por un período largo hasta que se domina
la materia.
Es importante recordar que:
 La distribución del aprendizaje en períodos cortos y distribuidos en
pequeños bloques mejora la memorización.
 La repetición incrementa la retención.
 El cansancio disminuye la capacidad de retención.
 La Organización de la información favorece el paso de la misma de la
memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
 Cada aprendizaje puede facilitar o interferir aprendizajes posteriores.
Existe una transferencia positiva cuando un aprendizaje facilita otro
posterior y negativa cuando dificulta un aprendizaje posterior.
F. Sarramona dice que las posibilidades de recordar están muy vinculadas a
las formas de aprender; o sea, a las técnicas de aprendizaje. Estas técnicas
se vinculan con el concepto de autoaprendizaje, propio de la enseñanza a
distancia, puesto que se trata de tareas estrictamente personales. Las
mismas se ubican en las fases siguientes del proceso de aprendizaje.

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a) Concentración
Implica centrar la capacidad de captación hacia el material informativo,
para seleccionar de él los aspectos fundamentales. Para realizar la tarea de
focalización selectiva el estudiante debe:
 Tener una visión general de la materia. Esta visión proporciona la
lectura del índice temático, la introducción al tema, etcétera.
 Realizar una segunda lectura detallada haciendo énfasis en los
aspectos más fundamentales, utilizando técnicas como el subrayado.
b) Reelaboración personal de la información
Para la realización de esta tarea el estudiante puede valerse de técnicas
como:
 La repetición; para memorizar contenidos que han de ser
reproducidos sin modificaciones. Es buena para memorizar
contenidos muy precisos, datos, fecha, etc.
 La reelaboración comprensiva. Se inicia con la formulación de
preguntas sobre el contenido del material de estudio. Estas
preguntas al plantearse luego del estudio sirven para la verificación
de la capacidad de evocación.
 Representaciones estructurales con las informaciones obtenidas.
Ejemplo: mapas conceptuales, esquemas etc.
 Imágenes visuales. Esta técnica es muy útil cuando lo que se quiere
es recordar información de naturaleza especial.
 Ayudas nemotécnicas. Consiste en asociar palabras y conceptos con
lugares y objetos con los cuales se advierte algún tipo de semejanza
y que son más familiares que las propuestas en la información que es
preciso recordar.
c) Evocación o recuperación
Los hábitos de evocación se desarrollan cuando se incluye la demanda de
recuerdo en el proceso mismo de aprendizaje. Se trata de formularse
preguntas directas al respecto, cada cierto tiempo, cada cierta cantidad de
contenido de estudio.
Esa es la función de las pruebas de AUTOEVALUACIÓN DE NUESTRA AULA
VIRTUAL.

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