Adora y confía
No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado,
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote,
y conserva siempre sobre tu rostro,
una dulce sonrisa,
reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca,
antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda:
cuanto te deprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en el nombre
de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso,
cuando te sientas apesadumbrado, triste,
adora y confía.
Teilhard de Chardin
Uh, saberme y sentirme en tus manos,
Uh, manos que saben dónde van,
Uh, manos que sienten lo que vivo,
Uh, manos que acogen sin juzgar.
Contemplar Tu vida oculta Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol:
Señor entraña una paradoja. Me invita a tiempo de nacer, tiempo de morir;
vivir en sencillez y humildad y a la vez tiempo de plantar, tiempo de arrancar lo plantado;
me llama a ser la “luz y la sal”del
mundo, candil encendido para ser tiempo de matar, tiempo de sanar;
colocado en el candelero. Tu vida oculta tiempo de destruir, tiempo de construir;
me muestra por dónde se mueve la tiempo de llorar; tiempo de reír;
realización de la salvación. Por qué la tiempo de hacer duelo; tiempo de bailar;
salvación ya se está realizando, de esa
manera concreta, en esos treinta años…
tiempo de arrojar piedras; tiempo de recoger piedras;
tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse;
“Tiempos y ritmos de
tiempo de buscar, tiempo de perder;
Dios” en los cuales puedo descubrir
tiempo de guardar; tiempo desechar;
el valor de la salvación de lo
tiempo de rasgar, tiempo de coser;
escondido, de lo sencillo, de lo
tiempo de callar, tiempo de hablar;
normal, de lo diario, del trabajo
tiempo de amar, tiempo de odiar;
“vulgar”, de lo que me toca, del
tiempo de guerra, tiempo de paz.
detalle, del ser…(que en lo que a uno le
toca vivir se traduce en un hacer…). El
valor de la amabilidad, de la
sonrisa, del buen humor, de la
ternura, del descanso…
Acoger la vida, no me
Y soy consciente de que así se hace la resulta tarea sencilla. En medio de
salvación, así se hace la vida, así se hace el camino, así la rutina, siento que tus “tiempos
se hace la verdad, Así se forjan los santos, las personas
Esta tarde, y ritmos” no son los míos. A veces
que extienden, trasmiten y construyen el reino:
enderezo mi espalda, quiero llegar a la meta final sin
abro mi rostro hacer el camino. Me entran las
¿No oíste sus pasos silenciosos?
respiro la aurora prisas, el activismo, el
escojo la vida. Esta tarde, inmediatismo. Busco recorrer el
¿No oíste sus pasos silenciosos?
Él viene, viene, viene siempre. remanso de paz, camino de la vida entre aplausos y
En cada instante y en cada edad, Esta tarde, alimento el futuro admiraciones, hacer las cosas
todos los días y todas las noches. acojo mis golpes comparto alegría. cuando los demás me las reconocen
Él viene, viene, viene siempre. acallo mis límites, Escojo la vida. y agradecen. Me es más fácil vivir
disuelvo mis miedos. como la mayoría, sin sentido crítico
He cantado muchas canciones y de mil maneras, Escojo la vida. Esta tarde de lo que me rodea. Me acecha la
pero siempre decían sus notas: superficialidad, el mirar la vida
te busco en la muerte,
“Él viene, viene siempre”.
Esta tarde te alzo del fango, desde la ventana, sin vivirla a
En los días fragantes del soleado abril,
miro a los ojos, te cargo tan frágil. fondo desde un compromiso.
por la vereda del bosque, abrazo una espalda Escojo la vida. Otras veces, me veo
él viene, viene, viene siempre. doy mi palabra. invadido por el pesimismo y la
En la oscura angustia lluviosa de las noches de julio, Escojo la vida. Esta tarde, monotonía, que me sitúan en el
sobre el carro atronador de las nubes, te escucho en silencio desanimo, en el conformismo de
Él viene, viene, viene siempre. te dejo llenarme, quedarme como soy, sin luchar por
te sigo de cerca. SER más, por llegar a dónde uno
De pena en pena mía,
Escojo la vida. quiere, a lo que Dios sueña como
son sus pasos los que oprimen mi corazón,
y el dorado roce de sus pies
sobre un poema de proyecto para mí
Benjamín González Buelta
es lo que hace brillar mi alegría Ante los agobios y prisas
porque Él viene, viene, viene siempre. que nos plantea la vida:
Rabindranath Tagore. Adora y confía