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Manteniendo la Santidad

Actualizado: 7 jul 2019


"Entonces El dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar
donde estás parado es tierra santa." Éxodo 3:15
Cuando Dios se le aparece a Moisés en esa experiencia de la zarza que ardía pero que no se
consumía, la vida de Moisés fue transformada para siempre. Dios le dijo “Quita el calzado de
tus pies porque el lugar en donde estás parado, tierra santa es”. El quitarse el calzado de los
pies tiene un tremendo significado, no piense que Dios quería que Moisés caminara descalzo
nada más, sino que se refería a que era necesario que Moisés cambiara el caminar que había
llevado hasta ese momento pues estaba por entrar a un nuevo nivel de acercamiento con
Dios, el cual también trae llamamiento y el respaldo de Dios.

Cambiar el caminar se refiere a limpiar nuestras vidas de toda la suciedad del pecado que
podríamos estar practicando, se refiere a anhelar caminar en santidad para poder entrar en el
nuevo nivel que Dios quiere que experimentemos en nuestras vidas.
Después de que decidimos abrazar la santidad, de que decidimos quitar el calzado de
nuestros pies (cambiar el caminar que llevamos a diario) entonces nuestra vida nunca más
será igual. Moisés nunca más fue el mismo, así como usted y yo nunca seremos los mismos si
decidimos hacerlo. Pero si no lo hacemos, seremos los mismos cristianos por los próximos 10,
15, 20 años, sabremos más Biblia, aprenderemos más coritos pero no vamos a pasar al
siguiente nivel al cual solo la santidad y la consagración nos pueden llevar. Cuando lo
hacemos entonces viene un mover especial de Dios donde lo veremos trabajar a un nivel al
cual no lo veíamos antes.

Quitar el calzado es quitar la contaminación y no me refiero al nacer de nuevo, usted ya nació


de nuevo pero le es necesario cuidar su caminar. Le pongo un ejemplo. Cuando usted está en
una granja en algún pueblo, usted no puede pedirle al cerdito que no se meta al lodo, ¡Eso es
imposible! Ya está en su naturaleza, pero por el contrario tenemos al Arminio, un animal
parecido al hurón, con el pelaje más blanco del mundo, y que la única forma de atraparlo por
parte de los cazadores es esperar a que salga de su madriguera y luego rociar brea alrededor
para que cuando regrese huyendo de los cazadores el animalito no tenga otra alternativa que
rendirse, ¡Pues prefiere morir antes que ensuciar su pelaje!
Por eso no podemos pretender que las personas abracen la santidad sin que primero el
Espíritu Santo cambie su naturaleza para que ya no busquen el pecado sino que anhelen la
santidad. Sin ese cambio del Espíritu, entonces solo podemos “tallar un perfil religioso en
nosotros” y aprender frases como “Gloria al Señor”, “Santo es el Señor”, “Hola siervo” etc.
Pero eso nunca va a cambiar a nadie.

Usted verá tanto beneficio que hay en el apartarse de la maldad y buscar la santidad,
conocerá más a Dios, de manera nunca antes pensada, verá a Dios obrar a su favor como
usted no pensaba que podía suceder y Dios hará que su vida sea de bendición para muchos
por cuando su caminar será algo que atrae la presencia de Dios todos los días

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