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EXPONER
Que con fundamento en lo dispuesto en los artículos 1º, 4º, 7º, 9º, 75, de la Ley de Justicia
Administrativa del Estado de Jalisco, y demás relativos; así como en los numerales 4º
fracción I inciso a), de la Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado
de Jalisco, y demás relativos; con el carácter antes citado, acudo a promover demanda de
nulidad en contra del acto administrativo emitido por la Secretaria de Movilidad del Estado
de Jalisco, con número de folio: 294196889.
Para tal efecto, y de conformidad con el artículo 35 de la ley de Justicia Administrativa del
Estado de Jalisco, se señala lo siguiente:
RESOLUCIÓN IMPUGNADA
OPORTUNIDAD DE LA DEMANDA
AUTORIDADES DEMANDADAS
RIMERO. Procede que se declare la nulidad lisa y llana del acto administrativo
impugnado, pues como se demostrará en el tenor presente, la autoridad sustenta su
actuación en un ordenamiento legal que no le otorga las facultades para llevar a cabo la
emisión del acto impugnado en flagrante contravención a la certeza jurídica de mi
mandante en virtud de lo dispuesto por los numerales 12 fracción primera, 13 fracción
tercera y 16 de nuestra Carta Magna.
Previo al análisis del concepto de impugnación, conviene traer a colación lo señalado por el
artículo 12 y 13 de la Ley de Procedimiento Administrativo del Estado de Jalisco mismo
que establece:
(…)
De lo transcrito anteriormente se desprende que para que los actos administrativos tengan
validez deberán estar emitidos por la autoridad competente y estar debidamente
fundados y motivados, dado que estos resultan ser primordiales en los actos de autoridad,
pues a través de estos es donde los particulares podrán advertir si la actuación de la
autoridad se encontró sujeta a derecho o no.
Ahora bien cabe señalar que por fundamentación y motivación se entiende lo siguiente:
- Fundamentación: La expresión de preceptos legales precisos que sean realmente
aplicables al caso en cuestión.
Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia XIII. 1º. J/4, visible en el Semanario Judicial
de la Federación, tomo IV, segunda parte-2, de Julio a Diciembre de 1989, que refiere:
En congruencia con lo anterior, resulta inconcuso que para estimar satisfecha la garantía de
la debida fundamentación, que establece dicho precepto constitucional, la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia es necesario que en el documento se invoquen
las disposiciones legales, acuerdos o decretos que otorgan la facultad de emitir dicho acto y
en caso de que estas normas contengan diversos preceptos se deberán precisar con claridad
y detalle los preceptos aplicables al caso concreto, pues de no ser así se estará dejando al
particular en un estado de indefensión, toda vez que este ignorará si el proceder de la
autoridad se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo en razón de
materia, grado y territorio, y en consecuencia si está ajustado a derecho.
En este orden de ideas, se afirma que la autoridad emisora del acto fue omisa en fundar
debidamente su competencia material en el acto reclamado con folio de identificación
294196889, de fecha 29 de mayo del 2018, misma que es materia de impugnación, en
virtud de que la autoridad emisora del acto funda su actuación en un ordenamiento el cual
no le da la facultad para emitirlo, puesto que como lo establece la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115 fracción III, inciso h) la función de
transito estará a cargo de los municipios, para dar fundamento a lo anterior me permito
transcribir el citado ordenamiento:
Por lo tanto procede que se declare la nulidad del acto impugnado, ya que la falta de
competencia de la autoridad incide directamente en la validez del acto mismo por que las
facultades asignadas a las autoridades administrativas para la emisión de actos que afecten
la esfera jurídica de los particulares, constituye un elemento esencial e imprescindible para
la eficacia y legalidad del acto administrativo cuyo fundamento radica en el artículo 16
constitucional.
Acorde con ello, un acto o resolución dictado por la autoridad incompetente no podrá
producir efecto alguno en la esfera jurídica de los gobernados, al estar afectado de
ilegalidad, debiendo por ello anularse en su integridad.
SEGUNDO. Esta H. Juzgadora deberá dictar sentencia en la que declare la nulidad lisa y
llana de las resoluciones impugnadas, en virtud de que la autoridad emisora del acto en
cuestión al momento de emitir el acto, omitió de manera por demás ilegal fundar y motivar
debidamente su actuación, contraviniendo lo establecido en el artículo 13 fracción III de la
Ley de Procedimiento Administrativo del Estado de Jalisco, en relación con el artículo 16
de la constitución Federal, tal y como se demostrará a continuación.
Previo a señalar los razonamientos por los cuales se considera que el acto emitido por la
Secretaria de Movilidad es ilegal, se transcriben los preceptos invocados en el párrafo
anterior:
“Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles
o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento.
(…)”
(Énfasis añadido)
De los artículos trascritos se desprende que para que la autoridad lleve a cabo un acto de
molestia en perjuicio del gobernado debe cumplir con los requisitos de legalidad y
seguridad jurídica, es decir, dichas autoridades deben sujetarse a las disposiciones y
formalidades contenidas por las leyes, situación en la que solo se encuentran facultadas
para hacer lo que ellas expresamente les permitan y mediante sus procedimientos
establecidos.
Ahora bien, se afirma lo anterior toda vez que el acto reclamado que es materia del presente
juicio de nulidad, no se encuentra debidamente fundado y motivado, dado que la autoridad
emisora fue omisa en señalar las razones, motivos y circunstancias en las que se debió
haber encuadrado el particular para la emisión de tal acto, lo que a la luz no se cubre con el
simple hecho de expresar que el particular se encuadra en el supuesto establecido en el
arábigo número 183, fracción III, del cual cita una pequeña parte del mismo: “Al conductor
de un vehículo que exceda más de diez kilómetros por hora el límite de velocidad máximo
permitido” puesto que no hay nada que demuestre ni haga prueba plena del hecho que el
particular se le hubiere encontrado en el supuesto establecido en el precepto citado por la
autoridad, puesto que si atendemos a lo establecido en la fracción completa nos dice:
“Al conductor de un vehículo que exceda en más de diez kilómetros por hora el
límite de velocidad máximo permitido, siempre que existan señalamientos en
donde se anuncie el citado límite de velocidad. En aquellas zonas en que
expresamente se restrinja el límite máximo de velocidad, como son las próximas a
centros escolares y hospitales, el reglamento señalará tanto la velocidad máxima
permitida en ellas como qué otras zonas se considerarán con velocidad restringida.
En estos casos no habrá tolerancia alguna y, en consecuencia, no se deberá, por
ningún motivo, rebasar la velocidad permitida;”
Por lo tanto la autoridad para emitir el acto debe de señalar y hacer constar que el particular
se encuadró en el precepto legal aplicable como lo es el supuesto del artículo 183 fracción
III, dado que como se advierte este debió de haber excedido el límite de velocidad en más
de diez kilómetros por hora, “siempre que existan señalamientos en donde se anuncie el
citado límite de velocidad” y dentro del acto no está establecido ni se demuestra el hecho de
que me encontrara en el supuesto establecido en el precepto citado por la autoridad y las
fotografías que contiene el acto impugnado no hacen prueba plena de esto.
I.- Que los datos de creación de la firma electrónica avanzada o clave privada
correspondan inequívocamente al firmante;
II.- Que los datos de creación de la firma electrónica avanzada o clave privada se
encuentren bajo el control exclusivo del firmante desde el momento de su creación;
III.- Que sea posible detectar cualquier alteración posterior a la creación de la firma
electrónica avanzada;
IV.- Que sea posible detectar cualquier alteración a la integridad del mensaje de
datos, realizada posteriormente a su firma;
V.- Que esté respaldada por un certificado electrónico expedido por algún prestador
de servicios de certificación o bien, por una autoridad certificadora; y
De lo anterior se observa que los actos impugnados no cuentan con dichos requisitos para
su validez pues no indica los datos de creación de los archivos de la firma, así como se
vigencia que dé a conocer si cuando firmo el documento por este medio estaba vigente
dichos archivos (certificados).
De lo anterior cabe resaltar que aun con la existencia de la jurisprudencia 2ª./J. 93/2015
(10ª.) que al rubro dice CEDULA DE NOTIFICACION DE LA SANCION IMPUESTA
POR INFRACCION A NORMAS DE TRANSITO DETECTADA POR MEDIOS
ELECTRONICOS LA FIRMA AUTOGRAFA DEL AGENTE SUSCRIPTOR NO
CONSTITUYE UN REQUISITO PARASU VALIDEZ AL PODERSE SUSTITUIR POR
LA FIRMA ELECTRONICA CERTIFICADA (LEGISLACIONES DEL DISTRITO
FEDERAL Y DEL ESTADO DE JALISCO), no quiere decir todo acto de este tipo cumple
con el requisito de la firma además que la cita jurisprudencia habla de la firma certificada
misma que se encuentra derogada en la legislación actual, sino que esta debe contener todos
los requisitos validos de la ley vigente sobre la firma electrónica del funcionario público,
situación que no acontece en el presente caso.