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H.

TRIBUNAL DE JUSTICIA ADMINSITRATIVA DEL ESTADO DE JALISCO


PRESENTE.

JOSE RODRIGO FLOREZ MEZA, mexicano, mayor de edad, señalando como


domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en la calle Nicolas de Lara Número
3316, colonia San Eugenio, en Guadalajara, Jalisco, y correo electrónico el de
abogadoexitoso@levconsultores.com; autorizando en los más amplios términos del artículo
7º de la Ley de Justicia Administrativa al C. Dalí Israel López Chang, ante esta juzgadora
con el debido respeto comparezco a:

EXPONER

Que con fundamento en lo dispuesto en los artículos 1º, 4º, 7º, 9º, 75, de la Ley de Justicia
Administrativa del Estado de Jalisco, y demás relativos; así como en los numerales 4º
fracción I inciso a), de la Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado
de Jalisco, y demás relativos; con el carácter antes citado, acudo a promover demanda de
nulidad en contra del acto administrativo emitido por la Secretaria de Movilidad del Estado
de Jalisco, con número de folio: 294196889.

Para tal efecto, y de conformidad con el artículo 35 de la ley de Justicia Administrativa del
Estado de Jalisco, se señala lo siguiente:

RESOLUCIÓN IMPUGNADA

La contenida en el acto emitido por la Secretaria de Movilidad, con número de folio


294196889 desconociendo la fecha de su emisión, acto que se emite por supuestamente
haberme encuadrado en el supuesto del artículo 183 fracción III de la Ley de Movilidad y
Transporte del Estado de Jalisco.

OPORTUNIDAD DE LA DEMANDA

Bajo protesta de decir verdad y en términos de lo previsto por el artículo 31 de la Ley de


Justicia Administrativa del Estado de Jalisco, manifiesto que el acto materia de
impugnación del presente medio de defensa, fue de mi conocimiento el día 01 de abril del
2019,

AUTORIDADES DEMANDADAS

I. El Secretario de Movilidad del Estado de Jalisco, quien emitió el acto


impugnado
TERCERO INTERESADO

Dada la naturaleza de la resolución controvertida, en el presente asunto no se surte la


figura jurídica del tercero interesado.

RIMERO. Procede que se declare la nulidad lisa y llana del acto administrativo
impugnado, pues como se demostrará en el tenor presente, la autoridad sustenta su
actuación en un ordenamiento legal que no le otorga las facultades para llevar a cabo la
emisión del acto impugnado en flagrante contravención a la certeza jurídica de mi
mandante en virtud de lo dispuesto por los numerales 12 fracción primera, 13 fracción
tercera y 16 de nuestra Carta Magna.

Previo al análisis del concepto de impugnación, conviene traer a colación lo señalado por el
artículo 12 y 13 de la Ley de Procedimiento Administrativo del Estado de Jalisco mismo
que establece:

“Artículo 12.- son elementos de valides del acto administrativo:

I. Que sea realizado por autoridad competente en ejercicio de su potestad


pública.

(….)” (Énfasis añadido)

“Artículo 13.- Son requisitos de validez del acto administrativo:

(…)

II. Estar debidamente fundado y motivado;

(…) (Énfasis añadido)

De lo transcrito anteriormente se desprende que para que los actos administrativos tengan
validez deberán estar emitidos por la autoridad competente y estar debidamente
fundados y motivados, dado que estos resultan ser primordiales en los actos de autoridad,
pues a través de estos es donde los particulares podrán advertir si la actuación de la
autoridad se encontró sujeta a derecho o no.

Ahora bien cabe señalar que por fundamentación y motivación se entiende lo siguiente:
- Fundamentación: La expresión de preceptos legales precisos que sean realmente
aplicables al caso en cuestión.

- Motivación: La expresión de circunstancias especiales o razones particulares que se


hayan tenido en consideración a efecto de emitir la resolución de la autoridad.

Lo anterior se corrobora con lo establecido en la jurisprudencia 209986. I. 4o. P. 56 P.


Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación.
Tomo XIV, Noviembre de 1994, Pág. 450.

FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, CONCEPTO DE. La garantía de


legalidad consagrada en el artículo 16 de nuestra Carta Magna, establece que todo
acto de autoridad precisa encontrarse debidamente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero la obligación de la autoridad que lo emite, para citar
los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en que se apoye la determinación
adoptada; y por lo segundo, que exprese una serie de razonamientos lógico-jurídicos
sobre el por qué consideró que el caso concreto se ajusta a la hipótesis normativa.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER


CIRCUITO. Amparo en revisión 220/93. Enrique Crisóstomo Rosado y otro. 7 de
julio de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonso Manuel Patiño Vallejo.
Secretario: Francisco Fong Hernández.

Esto es así ya que la finalidad de la debida fundamentación y motivación de la competencia


de la autoridad consiste en otorgar certeza a los gobernados en cuanto a la autoridad que
actúa y emite el acto se encuentre debidamente facultada para ello, pues esta obligación
resulta ser una exigencia constitucional consagrada en el artículo 16 de la Carta Magna.

Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia XIII. 1º. J/4, visible en el Semanario Judicial
de la Federación, tomo IV, segunda parte-2, de Julio a Diciembre de 1989, que refiere:

COMPETENCIA, FUNDAMENTACIÓN DE LA. NECESIDAD DE


HACERLO EN EL TEXTO MISMO DEL ACTO DE MOLESTIA. La
garantía consagrada por el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, prescribe que los actos de molestia, para ser
legales, requieren entre otros requisitos e imprescindiblemente, que sean
emitidos por autoridad competente y cumpliéndose las formalidades
esenciales que les den eficacia jurídica; lo que significa que todo acto de
autoridad necesariamente debe emitirse por quien está legitimado para ello,
expresándose en el texto del mismo, el dispositivo, acuerdo o decreto que le
otorgue tal legitimación; pues en caso contrario se dejará al afectado en
estado de indefensión para examinar si la actuación de la autoridad se
encuentra dentro del ámbito competencial respectivo, esto es, si tiene
facultad o no para emitirlo.

De lo anteriormente transcrito podemos advertir la necesidad de las formalidades que debe


revestir el acto administrativo para poder otorgarle certeza jurídica, como lo es haberse
emitido por la autoridad competente y estar debidamente fundado y motivado.

En congruencia con lo anterior, resulta inconcuso que para estimar satisfecha la garantía de
la debida fundamentación, que establece dicho precepto constitucional, la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia es necesario que en el documento se invoquen
las disposiciones legales, acuerdos o decretos que otorgan la facultad de emitir dicho acto y
en caso de que estas normas contengan diversos preceptos se deberán precisar con claridad
y detalle los preceptos aplicables al caso concreto, pues de no ser así se estará dejando al
particular en un estado de indefensión, toda vez que este ignorará si el proceder de la
autoridad se encuentra o no dentro del ámbito competencial respectivo en razón de
materia, grado y territorio, y en consecuencia si está ajustado a derecho.

Sirve de corolario a lo anterior la jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de la Nación,


que establece:

1011552. 260. Segunda Sala. Novena Época. Apéndice 1917-Septiembre 2011.


Tomo I. Constitucional 3. Derechos Fundamentales Primera Parte - SCJN Décima
Tercera Sección - Fundamentación y motivación, Pág. 1231.

COMPETENCIA DE LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS. EN EL


MANDAMIENTO ESCRITO QUE CONTIENE EL ACTO DE MOLESTIA,
DEBE SEÑALARSE CON PRECISIÓN EL PRECEPTO LEGAL QUE LES
OTORGUE LA ATRIBUCIÓN EJERCIDA Y, EN SU CASO, LA
RESPECTIVA FRACCIÓN, INCISO Y SUBINCISO. De lo dispuesto en la tesis
de jurisprudencia P./J. 10/94 del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número
77, mayo de 1994, página 12, de rubro: "COMPETENCIA. SU
FUNDAMENTACIÓN ES REQUISITO ESENCIAL DEL ACTO DE
AUTORIDAD.", así como de las consideraciones en las cuales se sustentó dicho
criterio, se desprende que la garantía de fundamentación consagrada en el artículo
16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lleva implícita la
idea de exactitud y precisión en la cita de las normas legales que facultan a la
autoridad administrativa para emitir el acto de molestia de que se trate, al atender al
valor jurídicamente protegido por la exigencia constitucional, que es la posibilidad
de otorgar certeza y seguridad jurídica al particular frente a los actos de las
autoridades que afecten o lesionen su interés jurídico y, por tanto, asegurar la
prerrogativa de su defensa, ante un acto que no cumpla con los requisitos legales
necesarios. En congruencia con lo anterior, resulta inconcuso que para estimar
satisfecha la garantía de la debida fundamentación, que establece dicho
precepto constitucional, por lo que hace a la competencia de la autoridad
administrativa para emitir el acto de molestia es necesario que en el documento
que se contenga se invoquen las disposiciones legales, acuerdo o decreto que
otorgan facultades a la autoridad emisora y, en caso de que estas normas
incluyan diversos supuestos, se precisen con claridad y detalle, el apartado, la
fracción o fracciones, incisos y subincisos, en que apoya su actuación; pues de
no ser así, se dejaría al gobernado en estado de indefensión, toda vez que se
traduciría en que éste ignorara si el proceder de la autoridad se encuentra o no
dentro del ámbito competencial respectivo por razón de materia, grado y territorio y,
en consecuencia, si está o no ajustado a derecho. Esto es así, porque no es
permisible abrigar en la garantía individual en cuestión ninguna clase de
ambigüedad, ya que su finalidad consiste, esencialmente, en una exacta
individualización del acto de autoridad, de acuerdo a la hipótesis jurídica en que se
ubique el gobernado en relación con las facultades de la autoridad, por razones de
seguridad jurídica.

En este orden de ideas, se afirma que la autoridad emisora del acto fue omisa en fundar
debidamente su competencia material en el acto reclamado con folio de identificación
294196889, de fecha 29 de mayo del 2018, misma que es materia de impugnación, en
virtud de que la autoridad emisora del acto funda su actuación en un ordenamiento el cual
no le da la facultad para emitirlo, puesto que como lo establece la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115 fracción III, inciso h) la función de
transito estará a cargo de los municipios, para dar fundamento a lo anterior me permito
transcribir el citado ordenamiento:

“Artículo 115. Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de


gobierno republicano, representativo, democrático, laico y popular, teniendo
como base de su división territorial y de su organización política y
administrativa, el municipio libre conforme a las bases siguientes:

III. Los municipios tendrán a su cargo las funciones y servicios públicos


siguientes:
(…)
h) Seguridad Pública, en los términos del artículo 21 de esta constitución,
policía preventiva municipal y tránsito; e
(…) “
Por lo tanto y continuando con el orden de ideas la facultad de la administración de transito
recae originariamente en los municipios, por lo tanto y según el principio de
subordinación jerárquica el cual me permito plasmar para reforzar lo anteriormente
transcrito y así demostrar que el acto impugnado deberá declararse nulo, por no cumplir
con los requisitos de validez como lo es el estar emitido por una autoridad competente,
establecidos en el artículo 12 de la Ley de Procedimiento Administrativo del Estado de
Jalisco.

Principio de Jerarquía Normativa: consiste en que el ejercicio de la facultad


reglamentaria no puede modificar o alterar el contenido de una ley, o como lo es en el caso
concreto la Constitución, la cual otorga la facultad directamente a los municipios, y al
tratarse de una disposición constitucional, no puede simplemente cuartarse o ignorar por
completo su aplicación, de ser así se estarían violando los derechos humanos de los
gobernados, como es el caso que nos atañe, en que la Secretaria de Movilidad y Transporte
del Gobierno del Estado de Jalisco actúa fuera del ámbito de su competencia e invade la
competencia de los municipios y en concreto viola las garantías establecidas en los
artículos 14 y 16 constitucionales, como los son que el acto emitido sea por autoridad
competente, se encuentre debidamente fundado y motivado.

Por lo tanto procede que se declare la nulidad del acto impugnado, ya que la falta de
competencia de la autoridad incide directamente en la validez del acto mismo por que las
facultades asignadas a las autoridades administrativas para la emisión de actos que afecten
la esfera jurídica de los particulares, constituye un elemento esencial e imprescindible para
la eficacia y legalidad del acto administrativo cuyo fundamento radica en el artículo 16
constitucional.

Acorde con ello, un acto o resolución dictado por la autoridad incompetente no podrá
producir efecto alguno en la esfera jurídica de los gobernados, al estar afectado de
ilegalidad, debiendo por ello anularse en su integridad.

Derivado de dichas afirmaciones, esta H, Sala arribará a la innegable conclusión de que la


competencia de la autoridad, al ser un elemento esencial para la eficacia y validez de los
actos administrativos en general, y ante la incompetencia acotada de El Secretario de
Transporte de la Secretaria de Movilidad para emitir el acto, deberá anular el acto materia
del presente juicio.

Por ende y al haber quedado plenamente acreditada la incompetencia de EL Secretario de


Transporte de la Secretaria de Movilidad, en perjuicio de mi representada, es que esta H.
Sala deberá emitir la resolución en la que se declare la nulidad del acto en cuestión, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 15 y 16 de la Ley de Justicia Administrativa
del Estado de Jalisco.

AHORA BIEN EN EL SUPUESTO NO CONCEBIDO DE QUE ESTE H.


TRIBUNAL CONSIDERE INFUNDADO EL CONCEPTO DE IMPUGNACIÓN
“PRIMERO” QUE ANTECEDE DE MANERA CAUTELAR SE HACEN VALER
LOS SIGUIENTES CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN:

SEGUNDO. Esta H. Juzgadora deberá dictar sentencia en la que declare la nulidad lisa y
llana de las resoluciones impugnadas, en virtud de que la autoridad emisora del acto en
cuestión al momento de emitir el acto, omitió de manera por demás ilegal fundar y motivar
debidamente su actuación, contraviniendo lo establecido en el artículo 13 fracción III de la
Ley de Procedimiento Administrativo del Estado de Jalisco, en relación con el artículo 16
de la constitución Federal, tal y como se demostrará a continuación.

Previo a señalar los razonamientos por los cuales se considera que el acto emitido por la
Secretaria de Movilidad es ilegal, se transcriben los preceptos invocados en el párrafo
anterior:

“Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles
o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento.
(…)”
(Énfasis añadido)

“Artículo 13.- Son requisitos de validez del acto administrativo:


(…)
IV. Estar debidamente fundado y motivado;
(…)”

De los artículos trascritos se desprende que para que la autoridad lleve a cabo un acto de
molestia en perjuicio del gobernado debe cumplir con los requisitos de legalidad y
seguridad jurídica, es decir, dichas autoridades deben sujetarse a las disposiciones y
formalidades contenidas por las leyes, situación en la que solo se encuentran facultadas
para hacer lo que ellas expresamente les permitan y mediante sus procedimientos
establecidos.

De acuerdo a estos principios, las autoridades administrativas, en ejercicio de las facultades


que les son otorgadas por el Estado, pueden emitir ciertos actos de molestia que causan
afectación o perturbación en su bienes jurídicos comprendidos en la esfera subjetiva del
gobernado y que consisten en su persona, familia, domicilio, patrimonio, papeles o
posesiones; dichos actos deberán cumplir los requisitos de legalidad y seguridad jurídica
reconocidos en el citado artículo 16 de la Carta Magna, los cuales deberán ser mediante
mandamiento escrito, por la autoridad competente y estar debidamente fundado y
motivado, ostentar la firma del funcionario competente, así como ser dictados de
conformidad con la legislación aplicable al caso.

En corolario se advierte que la actuación de la autoridad debe estar ajustada a lo establecido


en el precepto 16º constitucional para poder afectar la esfera del gobernado, sin que en ello
se le deje en un estado de indefensión por lo tanto al momento de que la autoridad emita un
acto que afecte la esfera jurídica del gobernado este debe estar debidamente fundado y
motivado, lo cual se traduce que, en dicho acto de molestia se debe citar y precisar el
precepto legal aplicable al caso concreto, acompañado por las razones, motivos y
circunstancias que llevaron a la autoridad a determinar que el caso particular encuadra en el
supuesto previsto por la norma legal invocada, con la finalidad de que el particular tenga
certeza jurídica.

Ahora bien, se afirma lo anterior toda vez que el acto reclamado que es materia del presente
juicio de nulidad, no se encuentra debidamente fundado y motivado, dado que la autoridad
emisora fue omisa en señalar las razones, motivos y circunstancias en las que se debió
haber encuadrado el particular para la emisión de tal acto, lo que a la luz no se cubre con el
simple hecho de expresar que el particular se encuadra en el supuesto establecido en el
arábigo número 183, fracción III, del cual cita una pequeña parte del mismo: “Al conductor
de un vehículo que exceda más de diez kilómetros por hora el límite de velocidad máximo
permitido” puesto que no hay nada que demuestre ni haga prueba plena del hecho que el
particular se le hubiere encontrado en el supuesto establecido en el precepto citado por la
autoridad, puesto que si atendemos a lo establecido en la fracción completa nos dice:

“Al conductor de un vehículo que exceda en más de diez kilómetros por hora el
límite de velocidad máximo permitido, siempre que existan señalamientos en
donde se anuncie el citado límite de velocidad. En aquellas zonas en que
expresamente se restrinja el límite máximo de velocidad, como son las próximas a
centros escolares y hospitales, el reglamento señalará tanto la velocidad máxima
permitida en ellas como qué otras zonas se considerarán con velocidad restringida.
En estos casos no habrá tolerancia alguna y, en consecuencia, no se deberá, por
ningún motivo, rebasar la velocidad permitida;”

Por lo tanto la autoridad para emitir el acto debe de señalar y hacer constar que el particular
se encuadró en el precepto legal aplicable como lo es el supuesto del artículo 183 fracción
III, dado que como se advierte este debió de haber excedido el límite de velocidad en más
de diez kilómetros por hora, “siempre que existan señalamientos en donde se anuncie el
citado límite de velocidad” y dentro del acto no está establecido ni se demuestra el hecho de
que me encontrara en el supuesto establecido en el precepto citado por la autoridad y las
fotografías que contiene el acto impugnado no hacen prueba plena de esto.

Como corolario este H. Tribunal concordará con lo anteriormente demostrado y en


consecuencia decretará la nulidad lisa y llana del acto administrativo materia del presente
juicio.

TERCERO.- NULIDAD LISA Y LLANA DE LAS INFRACCIONES QUE AHORA SE


IMPUGNAN; POR NO CUMPLIR LA FIRMA ELECTRONICA CON LOS
REQUISITOS DE LA LEY DE FIRMA ELECTRONICA AVANZADA PARA EL
ESTADO DE JALISCO Y SUS MUNICIPIOS.

Conforme al artículo 11 de la Ley de Firma Electrónica Avanzada para el Estado de Jalisco


y sus municipios, para que una firma electrónica avanzada se considere valida, deberá
satisfacer los siguientes requisitos:

I.- Que los datos de creación de la firma electrónica avanzada o clave privada
correspondan inequívocamente al firmante;

II.- Que los datos de creación de la firma electrónica avanzada o clave privada se
encuentren bajo el control exclusivo del firmante desde el momento de su creación;

III.- Que sea posible detectar cualquier alteración posterior a la creación de la firma
electrónica avanzada;

IV.- Que sea posible detectar cualquier alteración a la integridad del mensaje de
datos, realizada posteriormente a su firma;

V.- Que esté respaldada por un certificado electrónico expedido por algún prestador
de servicios de certificación o bien, por una autoridad certificadora; y

VI.- Los demás establecidos en los ordenamientos jurídicos aplicables.

De lo anterior se observa que los actos impugnados no cuentan con dichos requisitos para
su validez pues no indica los datos de creación de los archivos de la firma, así como se
vigencia que dé a conocer si cuando firmo el documento por este medio estaba vigente
dichos archivos (certificados).

Además de no contener la cadena y sello digital, requisito esencial de la firma electrónica


avanzada, por lo tanto, no se puede considerar una firma electrónica avanzada valida
conforme a los requisitos de la legislación vigente aplicable, ya que además no indica ni
siquiera de qué tipo de firma se trata pues también existe la firma electrónica certificada
(derogada), lo que deja en total estado de inseguridad jurídica. En consecuencia, se debe
declarar la nulidad lisa y llana de las resoluciones impugnadas.

De lo anterior cabe resaltar que aun con la existencia de la jurisprudencia 2ª./J. 93/2015
(10ª.) que al rubro dice CEDULA DE NOTIFICACION DE LA SANCION IMPUESTA
POR INFRACCION A NORMAS DE TRANSITO DETECTADA POR MEDIOS
ELECTRONICOS LA FIRMA AUTOGRAFA DEL AGENTE SUSCRIPTOR NO
CONSTITUYE UN REQUISITO PARASU VALIDEZ AL PODERSE SUSTITUIR POR
LA FIRMA ELECTRONICA CERTIFICADA (LEGISLACIONES DEL DISTRITO
FEDERAL Y DEL ESTADO DE JALISCO), no quiere decir todo acto de este tipo cumple
con el requisito de la firma además que la cita jurisprudencia habla de la firma certificada
misma que se encuentra derogada en la legislación actual, sino que esta debe contener todos
los requisitos validos de la ley vigente sobre la firma electrónica del funcionario público,
situación que no acontece en el presente caso.

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