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Amor y sexualidad en la Biblia

Claves para vivir el amor


Texto Base
Autor: Pierre Debergé
Doctor en teología
Lic. en ciencias bíblicas
I. El amor humano en la Biblia
No hay un “tratado” de sexualidad en la Biblia
• Épocas diversas, culturas diversas

• Relatos de hombres y mujeres que vivieron la necesidad de amar y ser


amados (romance, odio, celos, etc.)

• La Biblia habla de la revelación del amor de Dios por nosotros


(no es un código moral)
La desacralización de la sexualidad
• Estaciones
• Tormentas
• Ante lo que no se comprende: • Fertilidad agrícola
• Amor y fecundidad
La desacralización de la sexualidad
• Diferencias con otros pueblos

• Prostitución sagrada

Astarté
Afrodita Diosa cananea de la fecundidad
Baal Diosa griega
Dios cananeo de la lluvia del amor y la
fecundidad
El Dios amante
• Oseas 2, 4-10
¡Acusen a su madre, acúsenla y a ponerle delante un muro,
porque ella ya no es mi mujer para que no encuentre su camino.
ni Yo soy su marido! Perseguirá a sus amantes,
Que quite de su cara pero no los alcanzará;
los adornos de prostituta, los buscará, pero no los encontrará;
y de entre sus senos entonces dirá:
los tatuajes de adúltera; “Regresaré con mi primer marido,
porque si no la dejaré desnuda, pues entonces
como el día de su nacimiento; me iba mejor que ahora”.
la dejaré como un desierto, Ella no reconocía que era Yo
la convertiré en una tierra árida, quien le daba el trigo,
y la haré morir de sed […] el vino y el aceite nuevos,
Por eso, voy a llenar quien multiplicaba la plata y el oro,
de espinos su sendero, con que luego hacían los baales.
El Dios amante
• Monogamia divina: “El Dios fiel”

• Despoja la imagen de connotación sexual

• El mundo antiguo consideraba que la sexualidad venía de dioses


diferenciados sexualmente, ¿si Dios no es sexuado, cómo integrar la
sexualidad en la vida del ser humano y del pueblo?
La desacralización
La sexualidad no debe ser sacralizada,
sino santificada
• Don bajo la responsabilidad de los hombres

• Como criaturas participan del poder creador de Dios


(humana/no divina)
Sagrado / Santo
Externo a la libertad Pasa a través de la libertad

Puede ser aterrador Despliegue de la Vida divina en


aspectos de la existencia humana
“Sean para mí santos, porque Yo soy santo” (Lv 20,
26)
• Israel ha sido separado de las otras naciones para ser signo de la santidad
de Dios, no puede vivir como ellas, debe salvaguardar su diferencia
• Prohibición de casarse con paganos
• De relaciones que no respeten la diferencia de los sexos (homosexualidad)
• Que no respeten los lazos consanguíneos
• Que no respeten la diferencia de especies (zoofilia)
“Sean para mí santos, porque Yo soy santo” (Lv 20,
26)
• Impureza
• Relación sangre – vida (muerte)
• Relación semen – vida

• Finalidad:
• Salvaguardar los órdenes
• Las diferencias entre los sexos
• Las diferencias entre Creador y criatura
Ambigüedad de la sexualidad:
buena y temible a la vez
• Buena:
• Porque es indispensable para la supervivencia de los grupos humanos y porque
permite participar en la obra creadora de Dios.

• Peligrosa:
• Puede ser idolatrada y poner en crisis a los individuos y los grupos (su cohesión o
“pureza”).
• Siquén y Dina (Gn 34)

• Abraham, Sara y Agar (Gn 16)

• Isaac y Rebeca (Gn 24)

• Tamar (Gn 38)

• Tamar y Amnón (2S 13, 1-22)

Sexualidad,
fecundidad y violencia
En la Biblia, la fecundidad es una dimensión
esencial de la sexualidad.
• En una sociedad de clanes, con alta
mortalidad infantil y muchos
nacimientos fallidos, la fecundidad era
una de las condiciones fundamentales
del futuro de la familia, del clan y del
pueblo.
• De la fecundidad dependía el status de
la mujer, la maternidad aseguraba el
reconocimiento social.

Sexualidad,
• Jacob, Raquel y Lía (Gn 29, 15- fecundidad y violencia
30, 24) Son las mujeres quienes más se angustian por
no tener hijos en los relatos.
• Elcaná, Ana y Feniná (1S 1, 1-8)
Sexualidad, fecundidad y violencia
• Este es el contexto de la poligamia
y de la ley del levirato (Dt 25, 5-10)
• Del latin levir = cuñado

• Aun sobre el amor, es siempre el


interés por la familia (clan) el que
está primero.
• Onán (Gn 38, 6-10)

Rut en el campo de Booz


Sexualidad, fecundidad y violencia
• “No cometerás adulterio” (Ex 20, 14; Dt 5, 18)
• Es más una falta contra el derecho de posesión (baal = amo) que contra la
castidad.
• Por ello, una mujer casada cometía adulterio teniendo relación con cualquier otro,
pero para un hombre si la mujer con quien tenía relación no era casada, entonces no
era adulterio

• Causa: ¿rivalidad entre poder legal y poder vital?


Si sólo el hombre legaliza, sólo la mujer concibe.
Sexualidad, fecundidad y violencia. Conclusiones:
• En la Biblia, la sexualidad aparece como esencial a la vida humana, como
factor de humanización y de santificación; en su experiencia de límite, el
ser humano reconoce que no es ni su propio principio, ni su fin, ni un ser
completo para sí mismo. Así, aprenden a no hacer de la sexualidad
solamente un instrumento de placer o de búsqueda egoísta.
Sexualidad, fecundidad y violencia. Conclusiones:
• Al dar la vida, se conforman con la Voluntad de Dios.

• La vida es fruto de la bendición de Dios (Gn 1, 27-28) y se enmarca en la


promesa hecha a Abraham (Gn 12, 1-5). Por ello, la esterilidad se percibe
como maldición, y la castidad como contraria al plan de Dios.
• Resulta llamativo que la esterilidad es la suerte común de las mujeres
importantes de la Biblia. Se aprende que la vida no pertenece a quien la
transmite, sino le es confiada como una promesa y como un don.
Entre la desconfianza y el desprecio
Culto a la belleza Desprecio por el cuerpo
• El helenismo trajo a Israel un • Contraposición entre cuerpo y
desconocido culto al cuerpo: alma.
• Gimnasios, proporción, artistas, • Desconfianza del cuerpo.
desnudez, erotismo.
• Esto generó relaciones
homofílicas.
Tanto el desprecio del cuerpo como su exaltación excesiva podían desembocar en las mismas
prácticas de búsqueda del placer. En contraste, ciertos grupos se las ingeniaban para liberarse de
la prisión corporal luchando contra las pasiones o entregándose a la vida del espíritu.
Entre la desconfianza y el desprecio
Libros sapienciales Libros didácticos
• Heredaron del helenismo cierto
menosprecio de la sexualidad y la
mujer:
• “Y descubrí que la mujer es más amarga que
la muerte, porque es una trampa; su corazón
es un lazo y cadenas sus brazos. El que teme
a Dios se librará de ella, pero el pecador
quedará atrapado en sus redes” (Ecl 7, 26).
Entre la desconfianza y el desprecio
Libros sapienciales Libros didácticos
• Heredaron del helenismo cierto • Retratos de mujeres heroicas en
menosprecio de la sexualidad y la contraposición a los anteriores:
mujer: • Esther
• “¡Cualquier
“Y descubrí herida, menoseslamás
que la mujer del amarga
corazón!que • Judit
!Cualquier maldad,esmenos
la muerte, porque la de mujer
una trampa; […]
su corazón
Prefiero vivir
es un lazo con un sus
y cadenas leónbrazos.
o dragón queteme
El que • Susana (Dn 13)
convivir
a Dios secon un mujer
librará de ella,malvada. La maldad
pero el pecador
de la mujer
quedará desfigura
atrapado su semblante,
en sus redes” (Ecly7, 26). • La madre de 2M 7
oscurece su rostro como el de un oso […]
Toda malicia es poca junto a la de la mujer, • Resaltando su virtud, casi no hay
¡que la suerte del pecador caiga sobre ella! lugar para la sexualidad.
(Eclo 25, 13.16-17.19)
Entre la desconfianza y el desprecio
• La esposa ideal: Comprueba si sus asuntos van bien
“¿Quién encontrará a una mujer ideal? y ni de noche apaga su lámpara.
Vale mucho más que las piedras preciosas. Echa mano a la rueca
Su marido confía plenamente en ella, y sus dedos manejan el huso.
pues no carecerá de nada. Tiende sus manos al necesitado
Le da beneficios sin pérdidas y ofrece su ayuda al pobre.
Todos los días de su vida. Su casa no le teme a la nieve,
Adquiere lana y lino pues todos los suyos llevan vestidos forrados. […]
y los trabaja con finas manos. Se reviste con fuerza y dignidad
Es como un barco mercante y no le preocupa el mañana.
Que trae de lejos sus provisiones. Abre su boca con sabiduría
Se levanta cuando aún es de noche y su lengua instruye con cariño […]
para dar el sustento a su familia Engañosa es la gracia y fugaz la belleza;
y las órdenes a sus criadas. sólo la mujer que respeta a Yahvéh es digna de
Examina y compra tierras, alabanza”. (Pr 31, 10-31).
y con sus propias ganancias planta viñas. • Eclo 26
Se arremanga con decisión
y trabaja con energía.
Entre la desconfianza y el desprecio
El libro de la Sabiduría El libro de Tobías
• Presenta una nueva visión de la • Evoca la relación carnal como
sexualidad: Dios la quiere.
• “Dichosa la mujer estéril que es • San Jerónimo: “aquellos que
intachable, en cuyo lecho no se cometió comprenden el matrimonio de tal
pecado: obtendrá su recompensa en el forma que excluyen a Dios de su
del juicio. Dichoso también el eunuco que espíritu y se entregan a su pasión
no practicó el mal, ni tuvo malos
pensamientos contra el Señor” (Sb 3, 13-
como el caballo y la mula
14). desprovistos de inteligencia: sobre
aquéllos, el demonio tiene poder”.
• La fecundidad espiritual
• La virginidad y la castidad
• La dedicación a la sabiduría (esposa)
Entre la desconfianza y el desprecio
• La oración de Tobías:
Bendito eres, Hagámosle una ayuda semejante a él”.
Dios de nuestros antepasados, Señor, yo no me caso
y bendito tu nombre por siempre. con esta pariente mía
Que los cielos y la creación entera arrastrado por la pasión,
te bendigan por siempre. sino con recta intención.
Tú hiciste a Adán Ten misericordia de los dos
y le diste como ayuda y danos una larga vida.
y apoyo a Eva, su mujer.
De ambos nació la familia humana. Y ambos exclamaron: “Amén, amén”. Luego se
Tú dijiste: acostaron para pasar la noche (Tb 8, 5-8).
“No es bueno que el hombre esté solo.

• Lo contrario a Gn 3.
Entre la desconfianza y el desprecio
• Sara y Tobías se convierten
en la imagen de la pareja ideal.

• Resaltan sus virtudes de:


• Respeto del otro • Amor mutuo
• Autodominio • Don de sí

• Conclusión:
El equilibrio de la pareja supone una verdadera ascesis, íntimamente ligada
a la oración.
El Cantar de los cantares
• En el contexto de clanes la fecundidad era más importante que el amor.
❖ En el ambiente social, el amor se volvió el valor central del matrimonio hasta el siglo XVIII.
Hasta entonces el amor no preexistía al matrimonio, y las razones de casarse eran la
procreación y el compañerismo.

• En este ambiente desentona el Cantar de los Cantares


El Cantar de los cantares
• Dios no aparece (sólo es mencionado en Ct 8, 6).

• Sus protagonistas no tienen nombre.

• Su único tema es el amor romántico, sin perspectiva de fecundidad.


El Cantar de los cantares
• Poema para cantar el amor (pp. 43-44).

• En los momentos de mayor éxtasis, el amado se ausenta.


Entonces, el libro se vuelve una búsqueda anhelosa por parte de la amada:
• “Yo misma abrí a mi amado, pero mi amado se había ido ya. ¡La vida se me fue detrás
de él! Lo busqué y no lo encontré, lo llamé y no me respondió” (Ct 5, 6).

• Sin embargo, termina con una invitación a huir:


• “¡Huye, amado mío, como una gacela o un cervatillo, por las montañas de las
balsameras!” (Ct 8, 14).
El Cantar de los cantares
• ¿Por qué separarse después de haber vencido los obstáculos a su amor?

• Evolución y desapego:
• “Mi amado es para mí, y yo para mi amado” (Ct 2, 16).
• “Yo soy para mi amado, y mi amado es para mí” (Ct 6, 3).
• “Yo soy para mi amado, objeto de su deseo” (Ct 7, 11).

• El deseo ya no es maldición y dominio, sino lugar de encuentro y de paz:


• “Hacia tu marido irá tu deseo, y él te dominará” (Gn 3, 16).

• Muere una sexualidad que ve en el otro un objeto al servicio de su propio


placer, pero sin que muera el deseo, que permanece fuerte por el amor:
• “Que es fuerte el amor como la Muerte, implacable como el Seol la pasión” (Ct 8, 6).
El Cantar de los cantares
• En todo amor pleno debe permanecer una cierta distancia.

• El amor más plenamente compartido no puede abolir una soledad


necesaria, el espacio primero que corresponde sólo a Dios.
• Debe amarse al otro en su singularidad y su distancia, que a veces está
formada por sus debilidades.
• El amor no se construye fuera de la diferencia.
• “Él no es para mí, yo no soy para él, somos por completo uno para el otro, en la
aceptación del impulso que invita a cada uno a desapropiarse de sus sueños y de su
omnipotencia, para ser capaz de acoger y de dar”.
II. Los relatos de la creación
Génesis 1-3
Los relatos de la creación
• Gn 1: Primer relato de la creación Creados a imagen y semejanza

• Gn 2 Segundo relato de la creación Creados para una relación de ayuda

La armonía se cambia en relaciones


• Gn 3: La prueba y el pecado
de deseo y dominación
Los relatos de la creación
• Gn 1: Primer relato de la creación Creados
La a imagen y semejanza
similitud

• Gn 2 Segundo relato de la creación Creados


La maravilla
parayuna
el amor
relación de ayuda

La prueba
La armoníadeselacambia en relaciones
relación
• Gn 3: La prueba y el pecado
de deseo y dominación
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
• Triple “Dios creó”:
• “Y creó Dios al hombre (ha’adam) a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón (zakar)
y mujer (neqebah) los creó” (1, 27).

• “Y todo era muy bueno” (1, 31): El hombre posee una semejanza que no
pertenece al resto de la creación.
• “Imagen” puede designar una escultura, una estatua, e incluso un ídolo.

• Así, el ser humana tiene como vocación ser representante de Dios.


Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
• El ser humano es imagen de Dios dentro de su misma diferenciación
sexual:
• “Y creó Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los
creó” (1, 27).

• La sexualidad es originaria; desde nuestra creación llevamos una igualdad


y una diferencia, que sitúa a ambos sexos en necesaria relación.
• Para ser en plenitud imagen y semejanza de Dios, hombre y mujer deben acoger la
unidad que precede a su distinción (dignidad) y la diferencia que los hace ser el uno
para el otro.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
• El ser humano es imagen de Dios dentro de su misma diferenciación
sexual:
• “Y creó Dios al ser humano a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los
creó” (1, 27).

• La sexualidad es originaria; desde nuestra creación llevamos una igualdad


y una diferencia, que sitúa a ambos sexos en necesaria relación.
• La humanidad
Para sólo puede
ser en plenitud sery verdadera
imagen semejanzahumanidad al acoger
de Dios, hombre lo masculino
y mujer y lo la
deben acoger
femenino
unidad que que la constituyen.
precede Rechazar
a su distinción esto, o perjudicar
(dignidad) la relación
y la diferencia que loshombre-mujer,
hace ser el unoes
atentar contra la imagen de Dios inscrita en el hombre.
para el otro.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre
y mujer los creó”
Dios no es ni macho ni hembra, la
sexualidad no pertenece a su ser.
Pero es un reflejo (imagen) de una
realidad que está en Dios, y un
componente esencial de su proyecto
sobre la creación.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
• Reflejo de Dios sobre todo al dar la vida
• Si el don de la vida no es en sí mismo la única finalidad de la sexualidad, es la
expresión más perfecta de la relación del hombre y la mujer que se abren a la
fecundidad de su amor y de su diferencia.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
“Y los bendijo Dios con estas estas palabras: ‘Sean fecundos y
multiplíquense, y llenen la tierra y sométanla; manden sobre los peces del
mar y las aves del cielo, y sobre todo animal que se mueve sobre la tierra’”
(1, 28).
• La bendición se refiere a la fecundidad, la prosperidad y el dominio.
• Bendición que invita a creer en la fecundidad como don de Dios aun en situaciones de
aparente esterilidad.
• En la época de los Patriarcas, esa bendición sigue transmitiéndose de padres a hijos (Gn
49).
• Para ser en verdad fruto de la bendición divina, la procreación debe expresar la relación
de dos seres que, acogiendo su diferencia y en su amor, se abren a algo más grande. Así, el
don de la vida, superando la simple genitalidad, da a la sexualidad todo su sentido.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
• Dominar “a imagen y semejanza” de Dios.

• “Hagamos al ser humano […] dominen…” (1, 26):


• Es un poder que hombre y mujer deben ejercer juntos, pero cada cual según los
carismas que les son propios, en complementariedad.

• Como realidades ambiguas, estas bendiciones sólo son buenas si se viven


según el plan del creador.
Gn 1, 1-2, 4: “Hombre y mujer los creó”
Sexualidad y poder, regulados por el shabbat
• El séptimo día es el punto culminante del relato: Dios se detiene a contemplar su
obra. Esto se convertirá en un mandamiento (Ex 20, 9-11).
• ¿Por qué? El hombre, al detenerse toma distancia y puede hacer un juicio de su
obra; puede valorar las cosas y darles su justo tiempo y espacio; reconocer a
Dios.
• Para consagrarse a Dios. Así, también la sexualidad debe consagrarse a Dios y
debe ser precedida por la palabra creadora de Dios:
• Para la tradición judía el shabbat es el día deseable para concebir un hijo, participando
de la santidad del día y reconociendo que el origen del hombre es Dios.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“El día en que hizo Yahveh Dios la tierra y el cielo, no había aún en la tierra
ningún arbusto ni brotaba hierba en el campo, porque Yahveh Dios no había
enviado aún la lluvia sobre la tierra ni existía nadie que cultivara el suelo”
(4b-5).
• Algo falta en la creación sin el hombre.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y lo dejó en el jardín de Edén, para que
lo labrara y cuidara” (2, 15).

“Hagamos al hombre a nuestra imagen […] dominen sobre los peces del mar
y las aves del cielo…” (1, 26)
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Entonces Yahveh Dios formó al hombre (’adam) del polvo de la tierra (’afar
minha’adamah), sopló en su nariz un aliento de vida (nishmat hayiim) y el
hombre fue un ser viviente” (Gn 2, 7).
• “Del polvo de la tierra”: fruto de la tierra pero no hijo suyo, la debilidad.

• “Un aliento de vida”: formado por Dios, contiene algo divino.

• Ambivalencia
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Dijo luego Yahveh Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle
una ayuda adecuada’” (Gn 2, 18).
• El primer “no es bueno”: una carencia que ni el trabajo ni la presencia de Dios
parecen subsanar.
• Este mal es la “soledad”. En la Biblia estar solo no es algo bueno:
“Observé otra vanidad bajo el sol: hay quien vive solo, sin sucesor, sin hijos ni hermano;
su fatiga no tiene límites, y sus ojos no se hartan de riquezas: ‘¿Para quién me fatigo
entonces y me privo de felicidad?’ También esto es vanidad y mal negocio.
Más valen dos que uno solo, pues obtienen mayor ganancia de su esfuerzo. Si uno cae, lo
levantará su compañero; pero ¡ay del que solo cae!, que no tiene quien lo levante. Si dos
se acuestan, se calientan entre sí; pero el que está solo, ¿cómo se calentará? Si atacan a
uno, los dos harán frente. La cuerda de tres hilos no es fácil de romper” (Ecl 4, 7-12).
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Dijo luego Yahveh Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle
una ayuda adecuada’” (Gn 2, 18).
• “Una ayuda adecuada” = ‘ezer kenegdo
• ‘ezer = auxilio, salvación; se usa para las intervenciones salvíficas de Dios (cf. Dt 33,
26-29; Sal 33, 20).
• La mujer posee una vocación salvífica: salva al hombre de un estéril y mortal
ensimismamiento.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Dijo luego Yahveh Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle
una ayuda adecuada’” (Gn 2, 18).
• “Una ayuda adecuada” = ‘ezer kenegdo = “Ayuda a favor o en contra”:
• Una
‘ezerrelación
= auxilio,desalvación;
reciprocidad enpara
se usa la que
laslaintervenciones
ayuda puede tomar la forma
salvíficas de resistencia.
de Dios.
• El
La ser humano
mujer poseellega a ser sí mismo
una vocación sólosalva
salvífica: cara al
a cara con de
hombre otro
undistinto:
estéril y mortal
ensimismamiento.
Añade, corrige, inquieta, da otra opinión, prohíbe fijarse en sus certezas y criterios.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Y Yahveh Dios formó del suelo a todos los animales del campo y todas las
aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba […] El
hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los
animales del campo, mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada”
(Gn 2, 19-20).
• Muestra su autoridad sobre el mundo animal.

• Nombrar es separarse.

“Sólo cuando el hombre se haya separado de su animalidad podrá encarar a otro de


la misma especie: la mujer”.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Entonces Yahveh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre […] Y le
quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que
Yahveh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el
hombre” (Gn 2, 21-22).
• De la “costilla” y no de la “tierra” como los animales o Adán.

• No es un pedazo del hombre, es tomada de él pero formada fuera de él.

• “Un profundo sueño” = tardemah, aparece cuando Dios se prepara a cumplir una
acción poderosa o de importancia (cf. Gn 15, 12; 1S 26, 12; Is 29, 10).
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Entonces este exclamó: ‘Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de
mi carne. Ésta será llamada mujer (ishah), porque del varón (ish) ha sido
tomada’” (Gn 2, 23).
• Ante ella, por primera vez el hombre habla, son palabras de asombro y gratitud.

• “Hueso de mis huesos y carne de mi carne”: expresión que designa parentesco,


un mismo linaje (cf. Gn 29, 14).
• ’Adam convierte en ish e ishah:
• similitud y diferenciación, una igualdad fundamental que se caracteriza por una unidad
indisoluble y una distinción irreductible, que impide que se confunda igualdad con uniformidad
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Entonces este exclamó: ‘Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de
mi carne. Ésta será llamada mujer (ishah), porque del varón (ish) ha sido
tomada’” (Gn 2, 23).
Resultado
• Ante de dos
ella, por actosvez
primera creadores distintos:
el hombre habla, son palabras
sujetos completos cada
de asombro uno y no
y gratitud.
partes de un todo, si bien son el uno para el otro.
• “Hueso de mis huesos y carne de mi carne”: expresión que designa parentesco,
• un mismodel
El origen linaje
otro(cf. Gn 29, 14).
permanece cada uno en el “misterio” de Dios.
• ’Adam convierte en ish e ishah:
• similitud y diferenciación, una igualdad fundamental que se caracteriza por una unidad
indisoluble y una distinción irreductible, que impide que se confunda igualdad con uniformidad
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se
hacen una sola carne” (Gn 2, 24).
• Invierte la costumbre de la época: la mujer era quien dejaba su hogar.

• Ser “hombre” o “mujer” consiste en tomar el lugar propio en la construcción de la


humanidad.
• El encuentro del hombre y la mujer necesita de un desapego de su condición
filial, para formar juntos una sola carne, una sola historia.
• “Unir”:
• Que tengan el deseo de unirse verdaderamente, enriquecerse con sus diferencias.
• En una alianza única e indefectible, signo de la Alianza divina.
Gn 2, 4b-25: El asombro de Adán
“Estaban ambos desnudos […] pero no se avergonzaban uno del otro” (Gn 2,
25).
• En la Biblia, la desnudez es signo de vulnerabilidad, pobreza, vergüenza.

• Aquí, es signo de presencia mutua. El hombre y la mujer están expuestos el uno al


otro, en su diferencia y en su mutua seducción.
• La obra divina ha acabado, todo es armonía y belleza.
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
• El “árbol de la ciencia del bien y el
mal” (Gn 2, 9).

En hebreo, evoca el dominio del hombre sobre la Creación. Conocer el bien y el mal
es querer ejercer este dominio más allá de lo que es el campo del hombre, es
invadir el territorio de Dios o rehusarse a tener confianza y someterse a su
Palabra.
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
La serpiente

• Sólo es una criatura


• Pero, “el más astuto de todos los
animales del campo que había hecho
Yahveh Dios” (Gn 3, 1).
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
El pecado

• Consiste en la transgresión de un
orden, o más bien, de una
prohibición directa de Dios.
• El objeto de la tentación:
• Resalta más el deseo de “ser como
Dios” (Gn 3, 5) que el fruto “bueno
para comer, hermoso a la vista y
deseable para adquirir sabiduría”
(Gn 3, 6).
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
• El don de Dios precedió a la prohibición.
• La astucia de la serpiente consistió en guardar silencia acerca de los dones de Dios:
“Puedes comer de todos los árboles del huerto; pero no comas del árbol del
conocimiento del bien y del mal” (Gn 2, 16-17).

• Lleva a la mujer a dudar de la verdad de la Palabra de Dios, pervirtiendo el


sentido de la prohibición: convierte el límite creativo en la expresión de un
poder divino celoso y abusivo.
• Al ir más allá de la prohibición, se liberan de la relación que fundaba su
identidad y aseguraba su existencia. Entonces se descubren miserables:
• “Entonces se les abrieron los ojos, se dieron cuenta de que estaban desnudos” (Gn 3, 7).
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
“Entonces se les abrieron los ojos, se dieron cuenta de que estaban
desnudos, entrelazaron hojas de higuera y se taparon con ellas” (Gn 3, 7).

“Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza


el uno del otro” (Gn 2, 25).
• Una inocencia perdida. No es la vergüenza sexual, sino la pérdida de la armonía
primaria.
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
• Incapaces de sostener la mirada que tienen uno del otro, se vuelven también
incapaces de sostener la mirada de Dios:
“Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios […], y el hombre y su
mujer se ocultaron de su vista por entre los árboles del jardín” (Gn 3, 8);
“Te he oído andar por el jardín y he tenido miedo, porque estoy desnudo;
por eso me he escondido” (Gn 3, 10).
• Ha terminado el tiempo en el que gozaban con la presencia de su Creador.
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
• El pecado ha introducido una ruptura entre el hombre y Dios, y también una
ruptura entre el hombre y la mujer:
“La mujer que me diste por compañera me ofreció el fruto del árbol, y comí”
(Gn 3, 12).
• El hombre se desolidariza de la mujer a quien acusa, al mismo tiempo que acusa
a Dios.
• La mujer a su vez acusará a la serpiente, deslindándose la responsabilidad.
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
• Resultado: el hombre y la mujer se han colocado en oposición.

• La relación de ayuda ya no existe más.

• El pecado destruye la imagen de Dios en el hombre.


Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
• Usa un lenguaje de maldición
• El relato de las consecuencias:
darás a luz a tus hijos con dolor;
“Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: desearás a tu marido,
por haber hecho eso y el te dominará.
serás maldita Al hombre le dijo:
entre todos los animales Por haber hecho caso a tu mujer
y entre todas las bestias del campo. y haber comido del árbol prohibido,
Te arrastrarás sobre tu vientre maldita sea la tierra por tu culpa.
y comerás polvo Con fatiga comerás sus frutos
todos los días de tu vida. todos los días de tu vida.
Pondré enemistad Ella te dará espinas y cardos,
entre ti y la mujer, y comerás la hierba de los campos.
entre tu descendencia y la suya: Con el sudor de tu frente
ella te herirá en la cabeza, comerás el pan,
pero tú sólo herirás su talón. hasta que vuelvas a la tierra,
A la mujer le dijo: de la que fuiste formado,
Multiplicaré los dolores porque eres polvo
de tu embarazo, y al polvo volverás” (Gn 3, 14-19).
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
“Desearás a tu marido, y él te dominará” (Gn 3, 16b).

“el árbol era bueno para comer, “No desearás la mujer de tu


hermoso a la vista y deseable prójimo” (Ex 20, 17).
“La serpiente me sedujo, y
para adquirir sabiduría” (Gn 3, 6).
comí” (Gn 3, 13).

• Hamad = desear, trayendo daño a la persona deseada.

• Ese deseo nunca saciado (concupiscencia) está en la raíz de todo pecado.

• Las relaciones del hombre y la mujer quedan sometidas bajo el orden del
deseo y la dominación.
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
“Desearás a tu marido, y él te dominará” (Gn 3, 16b).

“el árbol era bueno para comer, “No desearás la mujer de tu


• Laa relación
hermoso hecha de admiración,
la vista y deseable reciprocidad y atención prójimo”
“La serpiente me sedujo, y
mutua, (Ex
se convierte
20, 17). en
para adquirir sabiduría”de
una relación (Gn 3, 6).
hostilidad, decomí”
instinto
(Gn 3,y13).
de pasión.
• En la lógica de la dominación, surge la rivalidad y la división.
• Hamad = desear, trayendo daño a la persona deseada.
• La sexualidad, lugar por excelencia de la comunión y del amor, se convierte en
lugardeseo
• Ese de antagonismo, de posesión,
nunca saciado de dominación
(concupiscencia) está yendelaviolencia.
raíz de todo pecado.
• Las relaciones del hombre y la mujer quedan sometidas bajo el orden del
deseo y la dominación.
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
“El hombre llamó a su mujer ‘Eva’, porque ella sería madre de todos los
vivientes. Yahveh Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los
vistió” (Gn 3, 20-21).
• Ahora es Dios quien viste la desnudez del hombre, Dios cubre su vergüenza y su
sentimiento de culpa. Restablece la relación más allá de la transgresión.
• Pero la relación con Dios queda turbada a partir de ahora (cf. Gn 3, 22-23).
Gn 3, 1-24: El reino del deseo y de la dominación
“El hombre llamó a su mujer ‘Eva’, porque ella sería madre de todos los
vivientes. Yahveh Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los
vistió” (Gn 3, 20-21).
• Ahora es Dios
El hombre quien
vuelve viste la
a poner desnudez
nombre a la del hombre, Dios cubre su vergüenza y su
mujer.
sentimiento de culpa. Restablece la relación más allá de la transgresión.
• Antes la llamó a partir de su propio nombre: Ishah.
• Pero la relación
• Ahora la llamacon Dios queda
Hawwah, turbada
vitalidad, a partir ade
es un llamado la ahora
vida y a(cf. Gn 3, 22-23).
la esperanza, a pesar de
la sentencia de muerte el futuro está abierto a la vida:
“Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya: ella te
herirá en la cabeza, pero tú sólo herirás su talón” (Gn 3, 15).
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
• En la antigüedad se creía que el amor era
una fuerza que influía en todo el entorno,
como una fuerza destructora o
regeneradora del cosmos.
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
• En la antigüedad
A partir de aquí elsetexto
creíamuestra
que el amor
cómoera
la
una fuerzanacida
violencia, que influía
de la en todo el entorno,
dominación y el
como
deseo,una fuerza
invade destructora
todas o
las relaciones del
regeneradora
hombre. del cosmos.
• Con los hermanos: Caín y Abel (Gn 4, 1-16).
• Con el prójimo y consigo mismo, pues su corazón ahora alberga movimientos que no puede
controlar: Lámec (Gn 4, 23-24).
• Con la creación: Después del diluvio el orden cambia, Dios da al hombre los animales como
alimento (cf. Gn 9, 2-4). Los profetas anunciarán el regreso a la armonía primera (cf. Is 11,
5-9).
• Incluso las instituciones para detener la violencia generarán más injusticia: La monarquía
(1S 8, 4-22) y el sacerdocio.
Gn 3, 1-24: El reino
del deseo y de la
dominación
• A partir de aquí el texto muestra cómo la
violencia, nacida de la dominación y el
deseo, invade todas las relaciones del
hombre.
• Con los hermanos: Caín y Abel (Gn 4, 1-16).
• Con el prójimo y consigo mismo, pues su corazón ahora alberga movimientos que no puede
controlar: Lámec (Gn 4, 23-24).
Sólo Dios
• Con la creación: puede
Después re-crear
del diluvio el estado
el orden cambia,herido
Dios da de la humanidad
al hombre los animales como
alimento (cf. Gn 9, 2-4). Los profetas anunciarán el regreso a la armonía primera (cf. Is 11,
5-9).
• Incluso las instituciones para detener la violencia generarán más injusticia: La monarquía
(1S 8, 4-22) y el sacerdocio.
Enseñanza: la diferencia
• Otros mitos antiguos presentan la diferencia del hombre y la mujer como
un castigo de los dioses: una unidad perdida.
• El Génesis la presenta como un don de Dios, para la misión de formar “una
sola carne”.
• Las grandes tentaciones de la humanidad son:
• Rechazar la diferencia que constituye al hombre y a la mujer en su dignidad de imagen
y semejanza de Dios.
• Buscar ser, por sus propios medios, lo que ya se es por don de Dios, y al rechazar a
Dios se termina rechazando también al hermano.
Enseñanza: la diferencia
• El rechazo de lo diferente cambia la admiración y el reconocimiento por el
miedo y la violencia.
• Muchas veces en una relación amorosa se busca en el otro una réplica o
una imagen ideal de uno mismo, rechazando el aceptar al otro en lo que es
en sí mismo: en su diferencia.
• Es necesario despojarnos del narcicismo y del egoísmo, de los miedos y de
los sueños de omnipotencia, para darnos plenamente a quien
reconocemos en su belleza y en su diferencia.
• La relación hombre-mujer se convierte entonces en signo del ser mismo
de Dios: no soledad sino diálogo de amor en su misterio trinitario.
III. Jesús, mensajero del amor
Jesús y las mujeres
“Los Doce iban con él y también algunas mujeres que había liberado de
malos espíritus y sanado de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la
que había expulsado siete demonios, Juana, mujer de Cusa, administrador de
Herodes, Susana, y otras muchas que lo ayudaban con sus bienes” (Lc 8, 1-3).

• Las mujeres en la época no tenían participación en la vida pública o religiosa:


• El estudio de la Ley, los atrios del Templo, la participación en la sinagoga y en los tribunales, la
dedicación al hogar.

• Ante esto, no sería bien vista la compañía femenina de Jesús.


Jesús y las mujeres
• Los Evangelios ponen en un lugar privilegiado a las mujeres:
• Son discípulas de Jesús (Marta y María, Lc 10, 38-42).
• Permanecen fieles en la cruz (Mc 15, 40).
• Son las primeras en verlo resucitado o recibir el anuncio de la resurrección (Mc 16).
• Son encargadas de llevar el mensaje pascual a los Once (Mt 28, 7-10; Jn 20, 17-18).

• Muchas parábolas evocan la vida de las mujeres de su tiempo, y muchas


veces mujeres son puestas como ejemplo: la sirofenicia, la viuda, etc.
• Así, Jesús liberaba a la mujer de las restricciones sociales de su tiempo.
Jesús y la moral sexual de su tiempo

• Jesús da poca importancia a materia de moral sexual:


• “En verdad les digo que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el
Reino de Dios” (Mt 21, 31).
• “El día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti” (Mt 11, 24).

• Más bien se centra en corregir el legalismo religioso del pueblo, y en


predicar la caridad y la misericordia de su Padre.
Jesús y la moral sexual de su tiempo
• Jesús viola las leyes de pureza del tiempo con tal de hacer llegar a todos la
salvación que Él traía:
• La hemorroísa (Mc 5, 25-34) – cf. Lv 15, 25-30.
• La Samaritana (Jn 4, 1-42) – es extranjera, y la ley prohibía que se hablara a una mujer
sin la presencia de su marido. Jesús le devuelve la libertad que la reintegra a su
dignidad y su verdad, lo que no encontró en sus “cinco maridos”.

• Porque “nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda
contaminarlo; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al
hombre” (Mc 7, 15).
Jesús y la moral sexual
de su tiempo
Lc 7, 36-50: La pecadora arrepentida
• Es una “pecadora pública”, se duda de
Jesús por “no saber qué clase de mujer lo
está tocando”
• La profunda libertad de Jesús, que ve el
amor profundo y sincero que vive en ella.

“A esta mujer, a quien no se mira más que para desearla o condenarla, Jesús la ve poner a
sus pies todo lo que ella usaba para seducir, sus lágrimas, su cabello, su perfume. A este
gesto tan profundamente femenino, el Cristo es él mismo profundamente sensible […] Ya
no está aquí la mujer hecha para seducir […] Está el corazón perdido que de un solo
golpe ha sabido ir hasta el final del amor y un corazón bastante casto para saberlo
reconocer, alcanzar y liberar” (Jacques Guillet, “La castidad de Jesús”).
Jesús y la moral sexual
de su tiempo
Jn 8, 3-11: La mujer adúltera
• Es una “trampa”: ser fiel a la Ley o hacerse
cómplice del pecado
• “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que
tire la primera piedra”; pero también la
invita a “no pecar más”.
• En realidad Jesús condena aquí la hipocresía del considerar adulterio sólo cuando la mujer tiene
esposo.
• Así pues, Jesús se muestra más exigente que la Ley de Moisés: “Han oído que se dijo: ‘No cometerás
adulterio’. Pero yo les digo que todo el que mira con malos deseos a una mujer ya ha cometido
adulterio con ella en su corazón” (Mt 5, 27-28).
• Mostraba así que la pureza verdadera está en el corazón y en cómo los ojos miran al hermano(a) y
no en el mero cumplimiento de una Ley, recuperando el sentido original del plan de Dios en el
Génesis.
Jesús y el matrimonio
• El evangelio no habla de sexualidad, pero sí del matrimonio:
• Mateo 19, 3-9:
• “Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
–¿Puede uno repudiar a su mujer por cualquier motivo?
Jesús les respondió:
–¿No han leído que el Creador, desde el principio, ‘los hizo hombre y mujer’, y que dijo: ‘Por eso
dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán una sola carne’? De
manera que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separe el
hombre.
Ellos le dijeron:
–Entonces, ¿por qué mandó Moisés que el marido diera un acta de divorcio a su mujer para
separarse de ella?
Jesús les dijo:
–Moisés les permitió repudiar a sus mujeres por la dureza de su corazón, pero al principio no
fue así. Ahora yo les digo: El que repudie de su mujer, excepto en caso de unión ilegítima, y se
casa con otra, comete adulterio”.
Jesús y el matrimonio
• Nuevamente es una prueba.

• No se trata del divorcio actual, sino del repudio:


• “Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla gracia
a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le escribirá un acta de divorcio,
se la pondrá en su mano y la despedirá de su casa. Si después que ella ha salido y se ha
marchado de casa de éste, se casa con otro hombre, y luego este segundo hombre la
aborrece, le escribe el acta de divorcio, se la pone en su mano y la despide de su casa; o si
se muere este otro hombre que se ha casado con ella; el primer marido que la repudió no
podrá volver a tomarla por esposa después de haberse hecho ella impura…” (Dt 24, 1-4).
Jesús y el matrimonio
El repudio
• Ese “algo que le desagrada” tenía en la
época distintas interpretaciones:
• La escuela del rabí Schammaï lo permitía
sólo por el adulterio.
• La escuela del rabí Hillel o del rabí Aqiba lo
permitían por cosas como salir sin velo,
amamantar en la calle, o quemar la comida.

“Cubren de lágrimas el altar de Yahveh […] ¿Por qué? –Porque


Yahveh es testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que
tú traicionaste, siendo así que era tu compañera, la mujer con
la que te habías comprometido. ¿No los ha hecho un solo ser,
dotado de carne y espíritu? Y este un ¿qué busca? ¡Una
posteridad dada por Dios! Guarden, pues, su espíritu; no
traiciones a la esposa de tu juventud. Pues yo odio el repudio,
dice Yahveh Dios de Israel” (Mal 2, 13-16).
Jesús y el matrimonio
• Jesús no da sólo una interpretación legalista más sobre el matrimonio y el
repudio, sino que se remite al plan original de Dios:
• “Macho y hembra los creó” (Gn 1-27) – calificativo sexual.
• “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán una
sola carne” (Gn 2, 24) – calificativo antropológico.

• Presenta la unión conyugal en sus diferentes aspectos: sexual, relacional y


social.
Jesús y el matrimonio
• La conclusión de Jesús: “Lo que Dios unió no lo separe el hombre” (Mt 19, 6).
• Así, la unión conyugal no depende únicamente de la decisión de los cónyuges o del
reconocimiento de la sociedad, sino del acto de gracia mediante el cual Dios hace uno a
quienes eran dos.
• “En la base de la relación que une al hombre y la mujer, unión en la que la sexualidad es
el signo y el lugar, está el Amor creador de Dios, amor que la pareja humana está llamada
a significar”.

• Una unión así no puede romperse, porque nadie puede decidir separar a
quienes Dios ha unido.
• Entonces, ¿por qué Moisés permitió el repudio?
Jesús y el matrimonio
• ¿Por qué Moisés permitió el repudio?

• Es la consecuencia de la “dureza del corazón” (sklerokardia) del hombre.


• La sklerokardia designa un corazón que se endurece, se cierra a la vida, y por lo mismo
se vuelve incapaz de entender el plan de Dios.
• La concesión de Moisés no va conforme al orden original y normal de las cosas: “al
principio no fue así” (Mt 19, 8).

• ¡Ya no era la misma época!


Jesús y el matrimonio
• En la época de Moisés, esta ley del acta de repudio defendía los derechos
de las mujeres repudiadas, porque les permitía volverse a casar y no verse
obligadas a mendigar o a la prostitución.
• Pero, en la época de Jesús se había convertido en una forma de practicar
una poligamia disfrazada. Por eso Jesús les recuerda el verdadero
fundamento de la Ley de Moisés.
• Ninguna ruptura del lazo conyugal es inocente.
• Tampoco se dispensa a la mujer de obligaciones, pues ella tampoco puede romper el
lazo conyugal: “y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio” (Mc
10, 12; una adaptación al derecho romano).
Jesús y el matrimonio
• Jesús se muestra más estricto y severo que Moisés:
• “Le dicen sus discípulos: ‘Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no
conviene casarse’” (Mt 19, 10).

• ¿No podía entenderse esto de un modo aún más legalista y mostrar a un


Dios de corazón duro?
• No endurecer el corazón es abrirse siempre a la gracia de Dios, no perder jamás la
esperanza en el amor. Pues ya Jesús aclaro que el matrimonio tiene inicio en la gracia.
• La Voluntad de Dios es Ley y Gracia de manera inseparable: la Gracia siempre precede
a la Ley, y la Ley indica cómo vivir en la Gracia de Dios. El repudio y el divorcio son
fracasos de vivir según el plan de Dios y bajo su gracia.
Jesús y el matrimonio
• Causas de la indisolubilidad del matrimonio:

• Es una promesa inscrita en el centro de la misma unión conyugal, pues el amor por
naturaleza desea y busca siempre ser perpetuo. Lo exige la misma dignidad de los
cónyuges.

• Es una dimensión esencial de la manera como Dios se une a los hombres: para
siempre. El matrimonio se fundamenta y es imagen del mismo amor de ios que es
eterno e inmutable.
Jesús y el celibato
• El ambiente judío exaltaba la fecundidad:
• Porque era una bendición y un medio para realizar las promesas divinas.

• El rechazo a engendrar se consideraba un pecado contra la vida:


• “Es como si disminuyera la imagen de Dios, porque está escrito: ‘a imagen de Dios los
creó’, lo que está inmediatamente seguido por ‘crezcan y multiplíquense’”, decía un
rabino.
Jesús y el celibato
• Sin embargo, algunos grupos de la época de Jesús comenzaron a elegir el
celibato, con el culto como razón principal:
Los esenios San Juan Bautista
Grupo de eremitas judíos que vivían en las No tiene otra misión –ni otra fecundidad–
cuevas del Mar Muerto para estudiar la Ley más que “preparar los caminos del Señor”
Jesús y el celibato
Resulta trascendente el ejemplo de
Jesús:
• Soltero que vive para su Padre y sus
hermanos, que no tiene hogar ni casa.
• Desde niño tenía conciencia de
pertenecer a su Padre de manera única:
“¿No sabían que yo debo ocuparme de
los asuntos de mi Padre?” (Lc 2, 49).
• Dejó a su familia de origen por predicar
el Reino de Dios (cf. Mc 3, 31-35).
• Y mandó a sus discípulos renunciar “a
su padre, a su madre, a su mujer, a sus
hijos, a sus hermanos, a sus hermanas, y
hasta su propia vida” (Lc 14, 26) por Él.
Jesús y el celibato
• ¿Acaso Jesús despreciaba la familia y su valor?

• No, Él rompe con su familia para mostrar:


• Que el primer lugar en su vida es para la misión que le confió el Padre.
• El advenimiento de una nueva familia en la que “el que cumple la Voluntad de Dios ese
es su hermano, su hermana y su madre” (Mc 3, 35).

• El propone a los discípulos formar una nueva familia universal de los hijos de
Dios, que va más allá de los lazos de sangre, y en la que el origen es Padre que los
une. Por ello afirma: “Ni llamen a nadie padre en la tierra; porque uno solo es su
Padre: el del cielo” (Mt 23, 9).
❖Jesús también defendió el valor de la familia (Mc 7, 11-13; Lc 7, 11-17; cf.
Ex 20, 12).
Jesús y el celibato
“Ni llamen a nadie padre en la tierra; porque uno solo es su Padre: el del
cielo” (Mt 23, 9).
• Toda paternidad humana y espiritual tiene como trasfondo al Padre
celestial, y debe conducir a Él.
• Por importante que sea, la paternidad humana no es un absoluto y debe
subordinarse a las exigencias del Reino de Dios.
• ¿Cómo? Abriéndose al Amor universal de Dios, que destierra la estrechez
de los lazos afectivos, que encierran en el egoísmo y no permiten al amor
desplegarse.
• Así Jesús mostraba el camino para purificar los lazos familiares y amar de
verdad: el amor familiar debe perder lo egoísta y abrirse a algo más grande.
Jesús y el celibato
• Mc 12, 18-27:

“Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas
marido, sino que serán como ángeles en los cielos” (v. 25).
• ¿Significa que desaparecerán los sexos?

• Más bien anuncia que la genitalidad es algo que pertenece a esta vida mortal.

• Pero el fin de la genitalidad no significa el fin de la sexualidad, en cuanto a lo que


representa en materia de amor, don de sí mismo, de fidelidad y de fecundidad.
Jesús y el celibato
• Mc 12, 18-27:

“Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas
marido, sino que serán como ángeles en los cielos” (v. 25).
¿Significaimaginar
• Podemos que desaparecerán loscontribuyó
que todo lo que sexos? en la construcción de la persona humana y
en la fraternidad de los hombres, tanto en el área de la caridad como de la sexualidad
• Más bien anuncia
permanecerá que la de
en el mundo genitalidad es algo
la resurrección, que
pero pertenece
más a esta vida
allá de nuestras mortal.
categorías
espacio-temporales.
• Pero el fin de la genitalidad no significa el fin de la sexualidad, en cuanto a lo que
• Viviremos plenamente en Dios la comunión de la que la relación conyugal es figura, pero
representa en materia de amor, don de sí mismo, de fidelidad y de fecundidad.
en la realización de la familia universal de los hijos de Dios.
• Esta es la novedad del Evangelio significada en el celibato de Jesús: Antes de
cualquier otra relación o vínculo, el ser humano no existe más que en el
reconocimiento de su identidad de hijo en relación con Dios, y de hermano con
los demás.
Jesús y el celibato
• Mc 12, 18-27:

“Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas
marido, sino que serán como ángeles en los cielos” (v. 25).
• “Entonces, vencida que
Podemos imaginar la muerte,
todo lolos
quehijos de Dios resucitarán
contribuyó en Cristo,
en la construcción y lo
de la que fuehumana y
persona
en la fraternidad
sembrado bajo elde los hombres,
signo tantoyen
de la debilidad deellaárea de la caridad
corrupción, como de
se revestirá dela sexualidad
incorruptibilidad
permanecerá en el(cf. 1Co 15,
mundo de 42.53), y, permaneciendo
la resurrección, pero más la caridad
allá y sus obras
de nuestras (cf. 1Co 13,
categorías
8; 3, 14), se verán libres de la servidumbre de la vanidad de todas las criaturas (cf. Rm 8,
espacio-temporales.
19-21), que Dios creó pensando en el hombre […] Pues los bienes de la dignidad humana,
• Viviremos plenamente en Dios la comunión de la que la relación conyugal es figura, pero
la unión fraterna y la libertad; en una palabra, todos los frutos excelentes de la naturaleza
en
y delanuestro
realización de la familia
esfuerzo, despuésuniversal de los
de haberlos hijos de Dios.
propagado por la tierra en el Espíritu del
• Señor
Esta es y de acuerdo con
la novedad delsuEvangelio
mandato, significada
volveremos en a encontrarlos
el celibato limpios
de Jesús:deAntes
toda mancha,
de
iluminados
cualquier otray transfigurados” (Concilio
relación o vínculo, el Vaticano
ser humano II, Gaudium et Spes
no existe más39).
que en el
reconocimiento de su identidad de hijo en relación con Dios, y de hermano con
los demás.
Jesús y el celibato
• Mateo 19, 10-12:
• “Le dicen sus discípulos: ‘Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no conviene
casarse’. Pero él les dijo: ‘No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha
concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que fueron
hechos tales por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de
los Cielos. Quien pueda entender que entienda”.
❖ Eunuco: Eran hombres castrados para el servicio del harén de los reyes antiguos. Por
extensión, Jesús lo usa para referirse a quien es incapaz para el matrimonio o ha
renunciado a él voluntariamente.

• Este pasaje es único de san Mateo.

• Parece que algunos de los discípulos de Jesús lo imitaron en la práctica del


celibato desde los primeros siglos.
Jesús y el celibato
• “Por el Reino de los Cielos” – La razón del celibato de Jesús y de sus
discípulos es consagrarlo al servicio del Reino.
• “No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha
concedido” – Jesús reconoce que este estado de vida escapa a la pura
comprensión humana y se recibe como don de Dios.
• Al tener su vida y su afectividad totalmente orientadas al Padre y a sus
hermanos, Jesús revelaba en su existencia el rostro del Padre, en quien los
hombres podían encontrarse como hijos y hermanos.
Jesús y el celibato
Así, las vocaciones específicas también son “por el Reino de los Cielos” y cada una
debe significar esta misma realidad:
El celibato como signo del carácter
El matrimonio como signo del amor de
transitorio de la historia y del carácter
Cristo que entregó su vida por su amada
definitivo del Amor de Dios.
Jesús y el celibato
• Así,
Jesúslas vocaciones
nunca proclamóespecíficas también
la superioridad son “por
del celibato el Reino
sobre de los Cielos”
el matrimonio, ni hizoy distinciones
cada una
entre sus discípulos casados
debey significar
solteros. esta misma realidad:
• Ambos estados
El celibato como sesigno
subordinan al Reino y se santifican por su referencia a él. Están para ser
del carácter
elegidos endefunción de lay llamada El matrimonio como signo del amor de
personal recibida.
transitorio la historia del carácter
Cristo que entregó su vida por su amada
definitivo del Amor de Dios.
Jesús y el celibato
• Jesús
Ambasnunca
vocaciones
proclamó
tienen
la superioridad
la misma exigencia:
del celibato
abrirse
sobre
a laelfecundidad
matrimonio,
delniamor
hizo verdadero,
distinciones
entreensus
que la entrega
discípulos
de casados
sí rechaza
y solteros.
todo egoísmo o repliegue sobre sí.
• Ambos
Pues ambos
estados
participan
se subordinan
igualmente
al Reino
del acto
y se santifican
de ofrendapor
redentora
su referencia
de Cristo,
a él.que
Están
conpara
su gracia
ser
elegidos
vino a sanar
en función
la herida
dedel
la llamada
pecado original.
personalEsta
recibida.
gracia hace posible el amor total, y convierte a
ambos estados de forma complementaria en sitios de santificación.
La castidad
• No es la abstención de relaciones sexuales.

• Más bien “concierne a la humanización de la sexualidad. Significa unificar,


poner el deseo o el acto sexual al servicio del bien y del proyecto de la
persona”.
• Así, castidad sería lo que permite al sujeto vivir su sexualidad de tal
manera que construya sus relaciones en el reconocimiento del verdadero
amor de comunión, y de las diferencias que las estructuran. Lo que
permite orientar la sexualidad al Reino de Dios.
• Rechaza así el dominio, el egoísmo, la imposición, la pasión desordenada y
sin compromiso real.
La castidad
• Jesús nunca se apropió de las personas a las que su amor tocó, más bien
les abrió un camino de libertad y los condujo hacia su Padre.
• Jesús amó a sus discípulos con una amistad profunda y varonil, a veces no
ocultó sus preferencias (el discípulo amado, cf. Jn 13, 23), y sufrió el
separarse de aquellos a quienes había elegido o que lo dejaran solo (Mc
14, 37).
• “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo” (Jn 13, 1), su vida fue un continuo entregar su vida por amor,
pues “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn
15, 13).
• Cristo es el Esposo de las Bodas eternas. Él, que no conoció la alegría de la
boda y la paternidad carnal, se vuelve el nuevo Adán, esposo de la nueva
Eva.
La castidad
• Por eso se quedó en la Eucaristía,
continuando día a día la entrega total de
su ser, de su carne y su sangre.
• Para que quienes los recibieran pudieran
amar como Él amó.
• La Eucaristía alimenta el amor y la
castidad de quien la recibe. Al comulgar
con el cuerpo y la sangre de Cristo, el
cristiano sabe que su relación con su
propia carne y con la del hermano ya no
será la misma.
• La comunión eucarística es aún más
profunda y más fuerte que la unión carnal,
pues la Eucaristía también nos pone en
comunión con los demás miembros del
Cuerpo de Cristo, uniendo en Sí a las
parejas que lo reciben conjuntamente.
• El conjunto de enseñanzas donde
aparecen los temas del matrimonio y del
celibato, concluye con esta afirmación:
“Para los hombres esto es imposible, mas
para Dios todo es posible” (Mt 19, 26).
• La castidad es un don que debe pedirse a
Dios acompañado de una disciplina
ascética.
• Incluso en la prueba y en el fracaso nunca
hay que dudar de la promesa divina
ligada a la existencia de la pareja.
• Ni perder la esperanza quienes por sus
heridas y malas experiencias se sienten
incapaces de poder amar de verdad.
La castidad
• No perder la esperanza en una posible
reconciliación.

• Nunca cerrar la puerta a un perdón


posible.

• Ser casto es también abrirse a un


futuro de amor y de perdón que
pareciera imposible. La castidad
La primacía de la gracia de Dios para la
castidad hace posible otro aspecto:
IV. San Pablo, el incomprendido
En fin ¡diferentes!
• San Pablo ha sido tachado por muchos como misógino o antifeminista, y
de poner fin a los avances feministas del Evangelio:

• Por haber impuesto a las mujeres la obligación del silencio en las asambleas (1Co 14,
34-36).

• Por mandar que sean sumisas a sus maridos como la Iglesia a Cristo (Ef 5, 21-24).

• Por obligarlas al uso del velo (1Co 11, 2-16).


En fin ¡diferentes!
• Pero también san Pablo tenía por compañeros matrimonios y mujeres,
que exalta en sus cartas:
• Prisca y Áquila, sus “colaboradores en Cristo Jesús” (Rm 16, 3).
• Evodia y Síntique, que laboraban en Filipos (Flp 4, 2).
• Junia y Andrónico, “apóstoles ilustres” que conocieron a Cristo antes que Pablo (Rm
16, 7).
• Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencreas (Rm 16, 1-2).
• María, Trifena, Trifosa y Pérsida, que “han trabajado esforzadamente en el Señor” (Rm
16, 6.12).
En fin ¡diferentes!
• Además, san Pablo proclama la abolición de todas las descalificaciones:
• “Todos ustedes son hijos de Dios en Cristo Jesús mediante la fe, pues todos los que han
sido consagrados a Cristo por el Bautismo, de Cristo han sido revestidos. Ya no hay
distinción entre judío o no judío, entre esclavo o libre, entre varón o mujer, porque
todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Ga 3, 26-28).

• Pone fin a los privilegios injustos: religiosos (judíos), políticos


(ciudadanos) y sociales (hombre-mujer).
• Una oración griega agradecía a la fortuna “primero, que haya nacido ser
humano y no animal; en seguida que haya nacido hombre y no mujer; en
tercer lugar que haya nacido griego y no bárbaro” (Diógenes Laercio, siglo
III a.C.).
En fin ¡diferentes!
• La humanidad posterior al pecado original, bajo el régimen de la
dominación, estaba dividida en grupos antagónicos: “judíos y no judíos,
esclavos y libres, varón y mujer” (Ga 3, 28).

• La humanidad salvada mediante el Bautismo ahora se caracteriza por una


perfecta igualdad de derechos.

• Por su sangre derramada en la cruz, Cristo puso fina la ruptura original


que había llevado a la dominación del hombre sobre la mujer y a su mutua
enajenación: “desearás a tu marido, y el te dominará” (Gn 3, 16c).
En fin ¡diferentes!
• Pero la abolición de las relaciones de poder no implica una supresión de la
alteridad y las diferencias.
• Es mas bien lo contrario, pues Cristo restaura el orden en las relaciones
como debió ser en el origen.
• Si las consecuencias del pecado hacían de las diferencias entre el hombre
y la mujer una competencia, ahora estas se reafirman en orden a su mutua
complementariedad.
Esto explica los mandatos de san Pablo hacia las mujeres.
El cuerpo reencontrado
¡“Corintear”!
• Los habitantes de Corinto, a
quienes san Pablos escribe, tenían
dos riesgos:
• La inmoralidad sexual.

• El ascetismo extremo.
El cuerpo reencontrado
• “‘Todo me está permitido’, dicen algunos. Sí, cuerpo con ella, pues, como dice la
pero no todo me conviene. Y aunque todo Escritura: ‘Se harán los dos una sola carne’.
me esté permitido, no me dejaré dominar En cambio, el que se une al Señor se hace
por nada. Dicen también: ‘Los alimentos un solo espíritu con Él. Eviten la lujuria.
son para el estómago, y el estómago para Cualquier otro pecado cometido por el
los alimentos’; sin embargo, Dios hará hombre queda fuera del cuerpo, pero el
perecer ambas cosas. En cuanto al cuerpo, lujurioso peca contra su propio cuerpo. ¿O
no es para la lujuria, sino para el Señor, y el es que no saben que su cuerpo es templo
Señor para el cuerpo. Dios, por su parte, del Espíritu Santo, que han recibido de Dios
que resucitó al Señor, también nos y que habita en ustedes? Ya no se
resucitará a nosotros con su poder. pertenecen a ustedes mismos, porque han
¿No saben que sus cuerpos son miembros sido comprados, ¡y a qué precio!; den, pues,
de Cristo? ¿Y haré de los miembros de gloria a Dios con su cuerpo”. (1Co 6, 12-20).
Cristo miembros de una prostituta? ¡De
ninguna manera! Saben de sobra que quien
se une a una prostituta se hace un solo
El cuerpo reencontrado
• Una concepción dualista: el cuerpo no tiene ningún valor, sólo cuenta el
espíritu.
• Una errónea comprensión de la enseñanza de san Pablo sobre la libertad
cristiana: el creyente es libre de hacer todo porque está por encima de las
contingencias materiales.

“Todo me está permitido”

❖ “Que cada uno de ustedes viva santa y respetuosamente con su mujer, sin dejarse llevar
por la pasión, como lo hacen los paganos que no conocen a Dios” (1Ts 4, 4-5).
El cuerpo reencontrado
“‘Todo me está permitido’, dicen algunos. Sí, pero no todo me conviene. Y
aunque todo me esté permitido, no me dejaré dominar por nada” (1Co 6, 12).
• San Pablo acepta la proposición de los corintios: “Todo me está permitido”. Pero la
corrige con dos restricciones hacen más preciso su sentido:

• “Pero no todo me conviene”.

• “No me dejaré dominar por nada”.


El cuerpo reencontrado
“Pero no todo me conviene”

• Debe entenderse a la luz de otro pasaje de san Pablo sobre la libertad: “‘Todo es
lícito’, mas no todo es conveniente. ‘Todo es lícito’, mas no todo edifica. Que nadie
procure su propio interés, sino el de los demás” (1Co 10, 23-24).

• La verdadera libertad es para estar al servicio del Señor y de la comunidad.


El cuerpo reencontrado
“No me dejaré dominar por nada”

• ¿Qué sería de una libertad que al final desemboque en la esclavitud del


desenfreno?
• El cristiano no debe caer en ninguna esclavitud, ni de la ley, ni del pecado ni de lo
que sea, ya que “para ser libres nos ha liberado Cristo. Manténganse, pues, firmes
y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud […] no tomen de
esa libertad pretexto para la carne; antes bien al contrario, sírvanse unos a otros
por amor” (Ga 5, 1.13).
• Por ello dice “han sido comprados, ¡y a qué precio!” (1Co 6, 20).
El cuerpo reencontrado
“‘Los alimentos son para el estómago, y el estómago para los alimentos’; sin
embargo, Dios hará perecer ambas cosas. En cuanto al cuerpo, no es para la
lujuria, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo” (1Co 6, 13).
• La integridad de la persona: no se tiene un cuerpo sino que se es cuerpo.

• Es un error instrumentalizar el cuerpo, no comprometiendo toda la persona en


la relación. Es el caso del recurso a las prostitutas de Corinto.
• San Pablo distingue:
• El cuerpo para la lujuria – Instrumento.
Lo que da sentido al
• El cuerpo para el Señor – Sitio de relación y presencia.
cuerpo no nos pertenece
El cuerpo reencontrado
“¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Y haré de los
miembros de Cristo miembros de una prostituta? […] ¿O es que no saben
que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que han recibido de Dios y que
habita en ustedes?” (1Co 6, 15.19).
• Ante la ilusión de que no tendría consecuencias comprometer el cuerpo en una
relación sexual que sería puramente carnal, san Pablo añade un elemento
espiritual: El cuerpo es habitado por la presencia divina, que de algún modo se
compromete en nuestros actos.
• También todo el hombre queda comprometido en la relación, pues: “Saben de
sobra que quien se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella, pues,
como dice la Escritura: ‘Se harán los dos una sola carne’. […] Cualquier otro
pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el lujurioso peca
contra su propio cuerpo” (1Co 6, 16.18).
El cuerpo reencontrado
“¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Y haré de los
miembros de Cristo miembros de una prostituta? […] ¿O es que no saben
que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que han recibido de Dios y que
habita en ustedes?” (1Co 6, 15.19).
• Ante la ilusión de que no tendría consecuencias comprometer el cuerpo en una
relación sexual que sería puramente carnal, san Pablo añade un elemento
Por esto esEl
• espiritual: que la lujuria
cuerpo es un pecado
es habitado por lacontra el cuerpo,
presencia divina,atenta
que decontra
algún la
modo se
compromete en nuestros
dignidad del mismo actos.
cuerpo, al no reconocer que está hecho para Dios y
prometido
• También a laelResurrección;
todo hombre queda y al no tratarlo con
comprometido enlaladignidad
relación,de templo.
pues: “Saben de
sobra que quien se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella, pues,
como dice la Escritura: ‘Se harán los dos una sola carne’. […] Cualquier otro
pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el lujurioso peca
contra su propio cuerpo” (1Co 6, 16.18).
El cuerpo reencontrado
“Den, pues, gloria a Dios con su cuerpo” (1Co 6, 20).

• ¿Cómo?

• Dejando al Espíritu de Cristo y a su obra desarrollarse en todos los aspectos de la


existencia humana, incluidos el cuerpo y la sexualidad.
• Usando los miembros del cuerpo para lo que son de acuerdo al recto orden de la
creación, y buscando alabar a Dios con ello.
¿Matrimonio o celibato?
• En el otro extremo algunos corintios creían que vivir la fe implicaba
renunciar a toda vida sexual.
• Incluso algunos casados pensaban separarse de su cónyuge para abrazar
el celibato.
• Preguntan a san Pablo: ¿Cómo prepararse para el regreso de Cristo
cuando se es casado, soltero, viudo? ¿Cómo vivir la sexualidad si
estamos comprometidos con una vida y relaciones distintas a las de
este mundo?
• La respuesta es pastoral.
¿Matrimonio o celibato?
• “En cuanto a lo que me preguntaban por escrito, bien le está al hombre
abstenerse de mujer. No obstante, para evitar la lujuria, que cada hombre
tenga su mujer, y cada mujer su marido. Que el marido cumpla su deber
conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su marido. La mujer no
es ya dueña de su cuerpo, sino el marido; como tampoco el marido es
dueño de su cuerpo, sino la mujer. No se priven el uno al otro de la vida
conyugal, a no ser de común acuerdo y sólo por cierto tiempo, para
dedicarse a la oración, y vuelvan de nuevo a estar juntos, no sea que
Satanás los arrastre al pecado al no poder contenerse. Les digo esto como
concesión, no como mandato. Me agradaría que todos siguieran mi
ejemplo; pero cada uno tiene de Dios su don particular: unos de una
manera, otros de otra” (1Co 7, 1-7).
¿Matrimonio o celibato?
• Para san Pablo, la abstinencia total es preferible en sí misma, es un ideal
que quisiera que todos practicaran.
• Pero reconoce que es un ideal que no se vive fácilmente, requiere de una
gracia, de un don particular (carisma) de Dios.
• “Cada uno tiene de Dios su don particular: unos de una manera, otros de otra” (1Co 7, 7)
– Es algo que Dios no pide a todos (vocación).
¿Matrimonio o celibato?
• Esta búsqueda de lo mejor puede dañar el verdadero bien:
• Por dañar el matrimonio ya formado.
• Por la “incontinencia” – “es mejor casarse que abrasarse” (1Co 7, 9).

• Al no encontrar la satisfacción en su continencia, o en su matrimonio


debido a un ideal mal enfocado, corren el riesgo de caer en la lujuria: “no
sea que Satanás los arrastre al pecado al no poder contenerse” (1Co 7, 5).

• A los matrimonios les recuerda sus derechos y deberes de estado, por ello
no pueden decidir solos el romper la unión sexual. Cada uno pertenece al
otro.
• La relación mutua es el criterio de discernimiento.
¿Matrimonio o celibato?
• San Pablo considera el matrimonio y el celibato como carismas de Dios.

• Por ello recomienda a cada cual permanecer en su estado: “A los solteros y


a las viudas les digo que es bueno que permanezcan como yo” (1Co 7, 8).
• Pero añade: “Pero si no pueden contenerse, que se casen” (1Co 7, 9).

• El que no puede mantenerse en el celibato, que no se obstine, como si el


celibato fuera un camino superior.
¿Matrimonio o celibato?
• ¿Ver el matrimonio como mal menor?

• Si fuera así, san Pablo no diría lo siguiente:


• “En cuanto a los casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del
marido, mas en el caso de separarse, que no vuelvan a casarse, o que se reconcilie con
su marido, y que el marido no se divorcie de su mujer” (1Co 7, 10-11).
¿Matrimonio o celibato?
• “En cuanto a los demás, digo yo, no el Señor: si un hermano tiene una mujer no creyente y
ella consiente en vivir con él, no se divorcie de ella. Y si una mujer tiene un marido no
creyente y él consiente en vivir con ella, no se divorcie. Pues el marido no creyente queda
santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente.
De otro modo, sus hijos serían impuros, mas ahora son santos. Pero si la parte no
creyente quiere separarse, que se separe, en ese caso el hermano o la hermana no están
obligados: para vivir en paz los llamó el Señor. Pues ¿qué sabes tú, mujer, si salvarás a
tu marido? Y ¿qué sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer?” (1Co 7, 12-16).

• Nadie está llamado a lo imposible.

• Respetar la libertad del cónyuge.

• La santificación del otro.


¿Matrimonio o celibato?
• Lo esencial de la vida cristiana no reside en las elecciones extraordinarias,
sino en la forma de vivir lo mejor posible la situación presente.
• San Pablo sigue recomendando mantenerse como él, pero no por una
superioridad de ese estado por sí mismo, sino para evitarles las
“dificultades que éstos [casados] sufrirán” (1Co 7, 28), y para una mayor
disponibilidad ante el Señor (cf. 1Co 7, 32-35), sobre todo en ese contexto
escatológico.
¿Matrimonio o celibato?
• A cada uno entonces, teniendo en cuenta lo que pueda o no vivir, toca
discernir cómo responderá lo mejor posible al llamado del Señor.
• Ante los novios y la decisión a casarse, san Pablo hace un llamado a la
responsabilidad de cada uno, pero tomando “una firme decisión en su
corazón, sin presión alguna, y en pleno uso de su libertad” (1Co 7, 37).
• Una decisión así debe apoyarse no en consideraciones exteriores, sino que
debe apoyarse en un discernimiento en el que deben conjuntarse el
conocimiento de sí mismo y la experiencia espiritual.
La “sumisión” de las mujeres
• “Sean sumisos los unos a los otros en el temo de Cristo: las mujeres a sus maridos, como
al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el
salvador del cuerpo. Como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben
estarlo a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por
ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y
presentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa
parecida, sino que sea santa e inmaculada. Así deben amar los maridos a sus mujeres
como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie
aborrece jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo
que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su cuerpo. ‘Por eso dejará el hombre a su
padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una carne’. Gran misterio es
éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia. En todo caso, también ustedes, que cada uno
ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido” (Ef 5, 21-33).
La “sumisión” de las mujeres
“Sean sumisos los uno a los otros en el temor de Cristo” (Ef 5, 21).
• Esta enseñanza san Pablo ya la había proclamado en otros lugares como esencial
a la finalidad de la caridad cristiana:
“Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad; pero no tomen de esa libertad pretexto
para la carne; antes al contrario, sírvanse unos a otros por amor. Pues toda la ley alcanza su
plenitud en este solo precepto: ‘amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Ga 5, 13-14).

• La “sumisión” a la que se invita a la mujer es una especificación de la sumisión a


la que todos en la Iglesia están invitados.
La “sumisión” de las mujeres
• Para la sumisión de las mujeres se dedican 3 versículos, mientras que para
los deberes de los hombres se consagran 7 versículos.
• Esto quiere decir que san Pablo está dirigiendo la corrección/exhortación
principalmente a los hombres.
• Establece la primacía que el hombre tenía dentro de la pareja en términos
evangélicos:
“Saben que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder. No ha de ser así entre ustedes, sino que el que quiera llegar a ser
grande entre ustedes, será su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, será su
esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a
servir y a dar su vida como rescate por muchos” (Mt 20, 25-28).
• Así, los maridos deben entregarse por sus mujeres como Cristo por la Iglesia.
La “sumisión” de las mujeres
• La primacía de autoridad se convierte en primacía de amor.
• Esto significa primerear en el amor: protegerla, santificarla, mirar por su
crecimiento su felicidad; renunciar a sí mismo, a las ambiciones y placeres
personales para darle primacía; ser con ella como lo es Cristo.
• ¿Una mujer le negaría su sumisión a una autoridad así? La sumisión
femenina se convierte entonces en una libertad: la de amar como se es
amado.
• Esto es posible porque el hombre primero está sometido a Cristo.
La “sumisión” de las
mujeres
Pero para una relación así cada uno debe
vencer su propia tentación:
• Hombres: Desconfiar de sus reflejos de
dominación.
Los ámbitos del trabajo y del hogar
• Mujeres: No fingir una falsa sumisión, y no
burlarse de su marido al “dominarlo” a su
propio modo.
La “sumisión” de las mujeres
• Sus naturalezas, mundos y funciones son necesariamente
complementarios.
• Por ello afirma san Pablo en 1Co 11, 11-12:
“Por lo demás, ni la mujer sin el varón, ni el varón sin la mujer, en el Señor. Porque si la
mujer procede del varón, el varón, a su vez, nace mediante la mujer, y todo proviene de
Dios”
• Son uno por el otro y uno del otro, y tienen su unidad de Dios mismo, pues los
dos son un solo y un mismo cuerpo, por ser ambos miembros del Cuerpo de
Cristo: “Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que
ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborrece jamás su propia carne; antes
bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos
miembros de su cuerpo” (Ef 5, 28-30).
La “sumisión” de las
mujeres
Con esto, San Pablo eleva la unión
conyugal al nivel de sacramento del
Amor de Cristo por la Iglesia.
• Así, al amar al cónyuge y a los hijos, se ama
al Señor.
• Entonces, nunca puede desviarnos de Dios
el amar a alguien, sino el amar mal.
La “sumisión” de las
mujeres
Con esto, Sanes
• Sacramento Pablo eleva
entrar en ellamisterio
unión de la
conyugal
muerte yalresurrección
nivel de sacramento
de Cristo (Rmdel6, 1-
Amor
14). de Cristo por la Iglesia.
Así, al amar
• Entonces al cónyuge
ambo forman yuna los
solohijos, se ama
cuerpo,
al Señor.
donde ni uno ni otro se bastan a sí mismos,
• pues cada nunca
Entonces, uno necesita
puede del otro, en de
desviarnos quien
Diosse
completa.
el amar a alguien, sino el amar mal.

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