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Ensayo “El Oratorio, como espacio

vital ”
Hablar del Oratorio de don Bosco implica centrarnos en la persona misma de Juan
Bosco. Hombre que se llenó de Dios y desplegó en su máxima expresión los dones
regalados por el Padre. Persona íntegra, capaz de regalar lo más preciado que cada uno
posee: la vida. Él gastó su vida por aquellos que sabían (saborear) a Dios: los jóvenes
más pobres y desamparados1. Para éstos muchachos ir al Oratorio, era ir a don Bosco:

“¿En dónde está el Oratorio?, ¿En dónde está don Bosco?” 2

Es así que en los años del Oratorio emigrante, donde estaba Juan, estaba el Oratorio. El
lugar-físico3 se transformaba en lugar-vital. Este éxodo itinerante que refuerza en don
Bosco la certeza de la compañía providencial de Dios Padre-Madre, hasta encontrar la
Tierra Prometida donde constituir concretamente lo que se entretejía entre don Bosco y
sus muchachos. ¿Y qué era lo que se gestaba entre ellos? El Oratorio Salesiano. 4

A diferencia de otros espacios juveniles oratorianos o no, en el Oratorio de don Bosco


había un plus, ya que era él mismo quién se ofrecía, él se hacía Oratorio, él tejía una red
vincular de calidad apostólica y educativa.

La calidad de los vínculos construye subjetividades de vida, en donde el joven puede


construirse como persona integral e íntegra, a pesar de todas las carencias, orfandades,
desamparos que padecen y padecían los muchachos.

En torno a estos destinatarios, absolutamente preferenciales, gravita una población 1


adolescencial y juvenil de tipo “proletario” que don Bosco describe como: CSRFP
“picapedreros, albañiles, estucadores, adoquinadores, enyesadores y otros obreritos Nivel II
“Salesianidad
venido se pueblos lejanos, que como no conocían ni parroquias, ni gente amiga, se veían ”
expuestos a muchos peligros de perversión especialmente en los días en los que no
trabajaban”5

Jóvenes desarraigados, sin experiencias de Dios Padre y de familia, en muchos casos


huérfanos, carentes de satisfacción de las mínimas necesidades. Buscan y necesitan un
lugar que le brinde la posibilidad de habitar este mundo. Según Martín Heidegger, el

1
Según P. F. Peraza Leal en “Proceso cronológico y argumental de la vida de don Bosco”, los jóvenes que
priorizaba don Bosco para sus oratorios eran los muchachos de mayor riesgo y, de entre ellos, los que había que
rescatar de la cárcel, con quienes era necesario hacer una inmediata operación de rescate y una terapia de sanación
física espiritual y moral; y de entre los pobres, los “completamente abandonados”, para ellos la prevención buscaba
impedirles toda experiencia nociva que pudiera repercutir en su futuro negativo y determinante.
2
MO [44]
3
El Convitto (1841 – 1844); El Refugio (Octubre de 1844 - Julio de 1845); San Pedro in Vincoli (24 de Mayo de
1845) medio día de permanencia; Los Molinos de Dora (Julio - Noviembre de 1845); los campos y riveras del río Po
(Otoño de 1845); La Casa Moretta (Diciembre 1845 - Marzo de 1846); Los Prados Filippi (Marzo - Abril de 1846);
hasta el Traslado definitivo a Valdocco, 12 de abril de 1846.
4
Aclaro Oratorio Salesiano, porque existían otras manifestaciones tales anteriormente, pero con diferentes
características: desde s. XIV, el oratorio original era filipense, un sitio de oración dónde los muchachos se reunían
(también con sus familias) para meditar la Palabra. Contemporáneamente don Cocchi, en el Oratorio del Santo Ángel
se dedicaba a los jóvenes paupérrimos, pero sin un plan educativo. También en Milán y Lombardía, había otros
diecisiete oratorios.
La originalidad del Oratorio Salesiano radica en la unificación de la catequización con la educación integral, en un
clima de familia. Al Oratorio, don Bosco le da su estilo propio.

5
PERAZA LEAL, Fernando. Proceso cronológico y argumental de la vida de Don Bosco, CSRFP, Quito, 2010,
p.53

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vital ”
habitar el mundo implica entrar en relación, vincularse; para poder así arraigar en lo
profundo del mismo ser.

La palabra “ethos” posee dos vertientes de sentido, una más antigua que significaba
“residencia”, “morada” o “lugar donde se habita”, y otra acepción empleada desde
Aristóteles como “modo de ser” o “carácter”. La primera, empleada en relación con los
animales y su guarida, que luego se utilizó para los pueblos y para los hombres en el
sentido de su país (terruño, patria). Y la otra, se aplicó a la segunda naturaleza, es decir
al modo de vida que se va apropiando el hombre a partir de la repetición de diferentes
hábitos dentro de una manera epocal de vincularse, así se habitúa a actuar (actos
virtuosos o viciosos).

Heidegger en el artículo “Construir, habitar, pensar” medita enriqueciendo la


palabra “ethos”; donde el modo de ser atiende a la cuaternidad, abriga el “modo como
tú eres, yo soy, la manera según la cual los hombres somos en la tierra es (…) el
habitar” 6 donde fundamentalmente se tiene presente que “estar en la tierra” implica
“bajo el cielo”, “permanecer ante los divinos” incluye un “perteneciendo a la
comunidad de los hombres mortales”. Enuncia al habitar como algo propio del hombre,
no meramente un lugar exterior o país en donde se vive, sino la región del ser
constituida por las diferentes vincularidades que se entretejen proporcionándole
sentidos.
Afirma también que los hombres están en la Cuaternidad al habitar y que el rasgo
fundamental de éste, es el cuidar (mirar por): “(…) El verdadero cuidar es algo 2
CSRFP
positivo y acontece…cuando propiamente albergamos algo en su esencia; cuando en Nivel II
correspondencia, con la palabra lo rodeamos de una protección, lo ponemos a buen “Salesianidad

recaudo (…) Este rasgo atraviesa el habitar en toda su extensión (…) en el habitar
descansa el ser del hombre, y descansa en el sentido del residir de los mortales en la
tierra.” 7
En el cuidar a la Cuaternidad, el construir es habitar, puesto que “salvar la tierra,
recibir al cielo, estar a la espera de los divinos, guiar a los mortales, este cuádruple
cuidar es la esencia simple del habitar.” 8 El construir necesita estar al servicio del
habitar, pero solo si podemos habitar, podremos construir.

El espacio del oratorio es un entrecruzamiento de vínculos, gestados a partir de un proyecto


educativo y pastoral con el objetivo de colaborar en el despliegue de las potencialidades
humanas, para agudizar el oído en el llamado de la vocación, para construir en consonancia con
el proyecto de Dios el propio proyecto de vida, para poder encontrar un lugar en el mundo que
plenifique a la mima persona y a su vez al mundo que lo rodea. Esto, para mí es el Oratorio. Es
un espacio juvenil para los jóvenes y por los jóvenes que poseen sentido y significación epocal.

Al hablar del Oratorio como espacio juvenil es imprescindible desentramar el vocablo espacio.
En la actualidad posee varios usos, impensables para la antigüedad 9. Hoy hablamos de espacios
virtuales, de myspace (red social), de una tecla que pone vacíos entre caracteres llamada
espacio, de tener o de carecer de espacios personales, de delimitar fronteras simbólicas y
6
SANGUINETTI-WEHINGER-ETCHEVERRY, Ética y deontología profesional, Mediarte Estudios, Bs. As., 2008
p. 84
7
Ib.
8
Ib.
9
Para Aristóteles, hablar de espacio era ocupar un lugar, todo ser ocupaba un espacio. Era impensable pensar en la
nada, o en vacío.

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culturales, etc. ¿Es que la concepción de espacio ya alberga en nosotros la idea de vacío, de
ausencia de materia…? ¿Será el Nihilismo imperante en este tiempo que nos condiciona a
construir espacios vacíos, carentes de sentido? ¿Esta era posmoderna que nos produce la
sensación individualista de no tener ningún sitio, nos vacía también interiormente? Nuestra
sociedad capitalista se preocupa más por introducir vacíos, por generar necesidades para ser
supuestamente saciadas consumiendo; en vez de generar espacios vitales de significación , que
sacien por el solo hecho de sentirse contenido, no mero envase descartable.

El espacio vital es el ámbito territorial que necesiten las colectividades y los pueblos para
desarrollarse, según la RAE 10, es decir que implica a su vez un lugar geográfico que permita el
vínculo con los demás, con la naturaleza, con Dios y así con uno mismo (Cuaternidad según
Heidegger). Es así que para don Bosco fue vital y necesario encontrar un lugar donde albergar a
sus muchachos, allí donde se iban a apropiar de su ser hijos de Dios Padre y ciudadanos del
mundo.

Después de la experiencia del oratorio itinerante Don Bosco, se estabiliza en Valdocco (pascua
de 1846), en la casita y terrenos del señor Francisco Pinardi luego de tener que abandonar el
padro Filipi :
“Me retire a un lado, me puse a caminar a solas y, quizás por primera vez, me puse a llorar.
Mientras paseaba, alce los ojos al cielo y exclame: ¡Dios mío! ¿Por qué no me señalas de una
vez por todas el lugar en que quieres que recoja estos chicos? ¡Dámelo a conocer y dime que
tengo que hacer!
Acababa de rezar cuando llego un sujeto llamado Pancracio Soave que me dijo
tartamudeando:
-¿Es cierto que usted busca sitio para montar un laboratorio?
- para un laboratorio no. ¡Para un Oratorio! 3
- No sé si sea lo mismo oratorio que laboratorio, pero aquí cerca hay un terreno, venga a verlo. CSRFP
Pertenece al señor Francisco Pinardi, una buena persona por cierto. Venga, que hará sin duda Nivel II
un buen negocio […] “Salesianidad

Llegado al lugar vi una casucha de dos pisos, con escalera y galería de madera, por cierto ya
carcomida, rodeada de huertos, prados y campos. Quise subir pero Pinardi y Pancracio me
dijeron:
-no, el sitio que podríamos cederle esta aquí detrás.
Era un cobertizo alargado, que por un lado se apoyaba contra la pared y, por el otro,
terminada a un metro del suelo. En caso de necesidad, podría ser allí almacenada la leña.
Para entrar tuve que agachar la cabeza o me daba contra el techo.
-no me sirve: es demasiado bajo, - le dije
-se lo hago arreglar a su gusto, - repuso complaciente Pinardi. -cavare, pondré unos escalones y
pavimento. Deseo mucho, de verdad, que usted establezca aquí su laboratorio.
-que no es un laboratorio, sino Oratorio o sea, una iglesia para reunir a los jovencitos.
-con más razón todavía. De muy buena gana voy a hacerlo. Hagamos, pues, el contrato…” 11

Existen hombres que construyen espacios humanizantes y los hacen más habitables con su sola
presencia, a la vez que los cuidan para que éstos irradien vida, posibilidad, a Dios. Y uno de
ellos fue don Bosco, que abandonado en la Divina Providencia logró hacer una praxis hitorico-
social y religiosa en Valdocco.

Esto, como educadores salesianos nos interpela abiertamente, ¿somos hombres y mujeres que
habitan el mundo construyendo espacios vitales para nuestros jóvenes? ¿Nuestras casas son
casas que acogen, que invitan a quedarse, que brindan posibilidades para construirse como
personas a los muchachos y chicas errantes y vulnerables? ¿O son más bien espacios reducidos,

10
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=espacio
11
MO [51] p.196-198

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cárceles que coartan la libertad, delineamientos impuestos desde la mirada del adulto?
¿Realmente enseñamos a crecer plenamente?

Dejar hablar a Dios en los jóvenes es el desafío. Sentirse humilde ante la grandeza de la fuerza
joven de Dios. Sí creemos en el Dios que se manifiesta en la historia, sí creemos en el Dios-
encarnado. Debemos animarnos a descubrir qué nos dice Él en ellos. Empoderarlos de esta
certeza es nuestra tarea de salesianos.

Existe un espacio vital, es el que nos lo apropiamos… y el Oratorio es ese espacio vital en el
que el joven siente habitar… la gran responsabilidad es la cristalización, el encajonamiento.
Sabemos que la diversidad es una de las riquezas mayores del ser humano, y este espacio
debería ser así diverso!!

Cada ser humano necesita ocupar un lugar en el mundo para desplegar su ser. El mismo Dios
aespacial ha elegido un espacio para encarnarse 12.

El ser humano intuitivamente posee la certeza de que el espacio es para habitarse, para
apropiarse. Es así que carentes de espacios reales y concretos, nuestros jóvenes los crean: la
esquina, dejar marcasen grafitis, marcar el territorio… son maneras de apropiarse de un lugar en
el mundo. Es un problema actual: encontrar la manera de habitar el mundo, de encontrar un
lugar donde saberse contenido. ¿Cómo educadores salesianos brindamos herramientas para que
los jóvenes puedan crecer, superarse, realizarse realmente como personas, o nos dedicamos a
confirmar esquemas estructurales vigente?
4
CSRFP
Hoy nuestros jóvenes vivencias situaciones que necesitan una urgente e inmediata Nivel II
“Salesianidad
respuesta salesiana, al igual que lo hacía Don Bosco con sus muchachos. Experimentar ”
una relación personal con ellos es la clave. Llegar a tiempo, para evitar que llegue la
despersonalización. El desafío es Amar. Es construir el Oratorio como espacio vincular
y vital, haciendo de el el lugar “donde la persona humana pueda habitar porque la
aman.”

12
Lc. 2, 1-7

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